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Opositores y escépticos sobre la vacuna del Covid-19

Opositores y escépticos contra vacuna del Covid-19

Cuando ya se han registrado tres millones de contagiados por la Covid-19 en todo el mundo, y las personas confinadas se cuentan en miles de millones, la comunidad científica trabaja contrarreloj para desarrollar una vacuna que permita dejar atrás la pandemia. “La primera opción para conseguir interrumpir la transmisión de la infección es sin duda la vacunación masiva y se están efectuando enormes esfuerzos para desarrollar diferentes productos vacunales y evaluar su eficacia”, explica Xavier Bosch, investigador del Instituto Catalán de Oncología (ICO) y profesor de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya. De hecho, según la Organización Mundial de la Salud, hay 77 laboratorios que desarrollan una vacuna contra el virus, y otros seis ya están en fase de ensayos clínicos. Bosch, experto en epidemiología del cáncer causado por infecciones, advierte del riesgo de que el movimiento antivacunas siembre dudas sobre la futura vacuna de la Covid-19. Distintas celebridades ya han empezado a difundir mensajes que rechazan la futura vacuna. La rapera británica M.I.A. y la diseñadora e influencer española Miranda Makaroff han expresado su rechazo a las vacunas en las redes sociales en las últimas semanas. Por su parte, el tenista Novak Djokovic expresó su oposición a la vacunación y a la posible imposición de la vacuna de la Covid-19 para poder viajar y volver a la competición. En un estudio de Wellcome Global Monitor sobre las actitudes hacia la vacunación en todo el mundo concluyó que, globalmente, las posturas antivacunación son minoritarias, ya que 8 de cada 10 personas reconocen que estos medicamentos son seguros. Xavier Bosch, cuya investigación contribuyó a identificar el virus del papiloma humano (VPH) como agente causal de la mayoría de cánceres de cuello de útero, conoce muy bien el efecto que pueden tener las tesis antivacunas en la salud de la población a escala mundial. “En contraste con el virus de la Covid-19, para los VPH sí tenemos ya vacunas excelentes y desde este año 2020 dispondremos de una estrategia mundial de prevención coordinada por la OMS”. “Desde el inicio de las campañas públicas de vacunación en 2006-2007, estimamos que unos cien millones de personas han sido vacunadas y disponemos de excelentes resultados de eficacia y seguridad”, explica el experto. “Sin embargo tenemos enfrente posiciones contrarias a las campañas de vacunación VPH, fomento del escepticismo vacunal y actitudes claramente antivacunas que han torpedeado temporalmente la vacunación en algunos países, como Japón, Colombia o Dinamarca, y han sembrado la confusión en la comunicación entre sanitarios, médicos y familias”. Atacar una vacunación en concreto acaba afectando a la percepción del beneficio de todas las vacunas de modo errático e impredecible, y el resultado es la creación de bolsas de individuos mal vacunados que son el sustrato de casos aislados y de brotes futuros, afirma Bosch, quien se refiere también a

los brotes de sarampión que han resurgido en Europa y los Estados Unidos como un problema derivado de las actitudes antivacunación. Teniendo en cuenta que las creencias contrarias a la lógica y a la disciplina científica han afectado a vacunas excelentes como la del VPH, el sarampión, la gripe y la hepatitis B, Xavier Bosch considera que es plausible que se genere escepticismo vacunal en torno a la futura vacuna de la Covid-19. Así mismo, apunta una serie de circunstancias de esta futura vacuna que podrían ser usadas por el movimiento antivacunación para sembrar dudas sobre esta posible medicación: 1. Reducción de la percepción del riesgo. Es probable que el confinamiento general o la llegada de tratamientos reduzca la percepción del riesgo. Las vacunas contra el SARS en 2002 o el MERS en 2012 nunca llegaron a estar disponibles porque desarrollarlas dejó de ser prioritario cuando el brote inicial se controló con medidas sanitarias y asistenciales. 2. Posible eficacia parcial de la vacuna. De todas las posibles vacunas en estudio para la Cocid-19, podría ser que la vacuna final resultara eficaz parcialmente, de un modo inferior a las expectativas que comúnmente tenemos de las vacunas, lo que frenaría el entusiasmo para lanzar una vacunación universal. Por ejemplo, la vacuna de la gripe, de una eficacia en torno al 50-60 %. 3. Falta de vacunas para toda la población, inicialmente. Al principio, las indicaciones sobre qué grupos de población deben acceder a la vacuna deberán escalarse y los criterios de prioridad serán discutibles. Es probable que los países más pobres tengan más dificultades para disfrutar de la vacuna. También resulta compleja la coordinación internacional para conseguir que se produzcan y distribuyan los millones de dosis de vacunas en todo el mundo si finalmente se adopta la recomendación de la vacunación universal. Estas estrategias internacionales no se improvisan y a menudo hacen falta años para coordinar el esfuerzo. 4. Financiación en detrimento de otras políticas sanitarias. Será necesario financiar la producción y la campaña de vacunación para asegurar también la cobertura en los países con precariedad sanitaria. Habitualmente, cuando se hacen inversiones masivas en una patología, como sucede ahora, se tienden a restringir recursos para otros programas de salud. En distintos países ya se han interrumpido programas de vacunación infantil de otras patologías para redirigir recursos al control de la pandemia y el confinamiento. Actualmente, las campañas especiales de vacunación contra la polio están restringidas en ciertas áreas africanas por la necesidad de emplear los recursos y el personal sanitarios en la contención de la Covid-19. 5. Posible falta de transparencia sobre conflictos de interés. Habrá que comunicar cuidadosamente la estrategia de vacunación y ser estrictos con la política de transparencia y la comunicación de conflictos de interés potenciales de los investigadores, que es el talón de Aquiles de la colaboración imprescindible entre la industria y la academia. 6. Los criterios de (in)seguridad de las vacunas o de sus adyuvantes siempre han sido esgrimidos por el movimiento antivacunas contra prácticamente todas las vacunas a pesar de la experiencia acumulada por cientos de millones de dosis tanto en estudios controlados como en programas de vacunación generalizada en todos los contextos internacionales. Los organismos reguladores de los productos vacunales vigilan exhaustivamente la eficacia y la seguridad antes de autorizar o indicar la utilización pública de la vacuna. 7. Politización de la vacunación y noticias falsas. La rivalidad entre partidos y la politización de la vacunación tiende a adoptar posiciones emocionales y extremas (tanto a favor como en contra) en tiempos de crisis. De hecho, gobiernos como el de Donald Trump ya han tenido en el pasado contactos con asesores escépticos ante la vacunación como Andrew Wakefield o Robert F. Kennedy, aunque finalmente no hayan seguido sus tesis. Las fake news y las teorías conspiranoicas sobre la Covid-19 ya circulan abundantemente en los medios sociales y ello representa un caldo de cultivo para cualquier opinión escéptica o claramente antivacunas. 8. Actitudes obstinadas, aunque se demuestren incorrectas. A pesar de la evidencia científica masiva, las actitudes antivacunas rara vez reconocen y justifican sus errores. Esto forma parte de una estrategia para poder repetir una y otra vez argumentos erróneos, que a menudo están relacionados con otros intereses, en general relacionados con la venta de medicinas alternativas y los pleitos a la gran industria productora de vacunas.

RELOJ DE LA HISTORIA

PLAN PARA DERROCAR A BENITO JUÁREZ (1862)

En marzo de 1862 ya había terminado la Guerra de Reforma con el triunfo de los Liberales. Pero las cosas no estaban en paz. Los Conservadores querían recuperar el poder, mientras que las tropas de Napoleón III ya estaban a las puertas de México dispuestas a iniciar la intervención armada.

El país no estaba en paz y en tales condiciones comenzó a fraguarse un plan para derrocar al presidente Benito Juárez. Este movimiento no tuvo éxito, aunque de todas maneras Juárez abandonó el país y poco tiempo después llegaron Maximiliano y Carlota para instaurar el II Imperio Mexicano.

De acuerdo a documentos contenidos en el sitio Memoria Política de México, de la historiadora Doralicia Carmona Dávila, este este era el plan contra Juárez:

“En la ciudad de México a tantos de tal mes y año etc., reunidos en tal parte los señores Generales, Jefes, Oficiales y ciudadanos que firman esta acta, el señor General o el ciudadano N.... expuso: que no siendo tolerable por más tiempo la actual forma de Gobierno ni las autoridades que de ella han emanado, pues por su conducta inconsiderada se ha comprometido a la Nación en una lucha desigual e insensata con las grandes potencias de Europa, por lo que se hace de urgente necesidad el desconocimiento del actual orden de cosas y el nombramiento de un Jefe Supremo de la Nación y de las fuerzas mexicanas que en la actualidad se hallan con las armas en la mano, para que dicho Jefe, siendo obedecido de ellas, pueda entenderse a nombre de la Nación con los jefes de las tropas aliadas, y asimismo promover el establecimiento de un Gobierno que dé garantías suficientes a las vidas e intereses de los mexicanos, no menos que a las de los extranjeros de todas las Naciones que se hallan en el territorio de la República; que, por tanto sujeta a la aprobación de la junta los artículos siguientes:

“Primero: se desconoce la autoridad del actual Presidente de la República.

“Segundo: se reconoce al Excmo. Sr. Gral. don Juan N. Almonte-como Jefe Supremo de ella y de las fuerzas que se adhieran a este plan.

“Tercero: dicho Excmo. señor General queda facultado ampliamente para entrar en un avenimiento con los jefes de las fuerzas aliadas que actualmente se hallan en el territorio de la República y para convocar una asamblea nacional que tomando en consideración la deplorable situación en que se encuentra el país, declare la forma de Gobierno que sea más conveniente establecer en él para cortar de raíz la anarquía y proporcionar a los mexicanos la paz y el orden que hace tiempo desean a fin de reparar las pérdidas enormes que han sufrido durante la guerra civil que por tantos años ha destrozado a la República entera.

“Cuarto: se pondrá en conocimiento del Excmo. Sr. Gral. don Juan N. Almonte esta acta y se le manifestará, al mismo tiempo, la entera fe que abriga esta guarnición de que L. C. no negará en tan solemne ocasión sus servicios a la Patria, que hoy más que nunca, los ha menester con urgencia. Y habiendo sido aceptados por todos los señores presentes los artículos que preceden, después de haberse tomado debidamente en consideración, firmaron la presente acta en el día referido, en el orden que a continuación se expresa. Siguen las firmas.

Juan Nepomuceno Almonte fue uno de los principales líderes del partido de los Conservadores y opositor del Gobierno de Benito Juárez. Era hijo de José María Morelos y Pavón y María Dolores Quesada Almonte. Desempeñó varios cargos públicos, como los de ministro de Hacienda, ministro de Guerra y regente del II Imperio. Después del fusilamiento de Maximiliano emigró a Francia, donde murió el 21 de marzo de 1869.

“Jalapa, marzo 20 de 1862”.

Antes de exponer dicho plan, los organizadores enviaron cartas a ciudadanos clave con el fin de que se unieran a la acción propuesta por el grupo Conservador.

A continuación, el texto de una de las invitaciones:

“Veracruz, marzo 16 de 1862. Sr. don A. G. (Alejandro García). Mi queridísimo e inolvidable amigo:

“Persuadido como lo estoy de los honrosos sentimientos que como militar y como buen patriota abriga usted en su corazón, me he decidido a tomar la pluma para decir a usted que pronto y muy pronto van a concluir las desgracias de nuestro infortunado país, cambiándose en una era de felicidad los funestos acontecimientos de 40 años. Para la consecución de la paz y de la completa tranquilidad de la República, es preciso que todo buen mexicano contribuya a ello.

“En tal concepto acompaño a usted el acta (texto anterior) para en el caso de que se decida a ponerla en ejecución, esté entendido que será apoyado y en un caso de no acudir a tiempo tiene usted la retirada hasta este punto, etc., etc. Si no le fuere posible ponerlo en ejecución, por lo menos forme la opinión, pues siempre será conveniente.

“Si por una fatalidad no fuere usted de esta opinión, entonces rompa ésta, haciéndose de cargo que nada se ha dicho, lo que creo hará usted como caballero que es.

“Le repito que en ningún caso podrá tener un descalabro porque será usted apoyado por fuerzas muy respetables.

“En el caso de ponerse usted de acuerdo, recibirá instrucciones más extensas y minuciosas que lo convencerán como buen mexicano que procura por la felicidad y el honor nacional.

“Al dirigirme a usted lo hago tanto por el bien general del país, cuanto por la estimación y aprecio que le profeso a usted, asegurándole el cariño con que lo distingue su más verdadero amigo.

“J. J. P. (Pacheco)”.

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