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EL MUNDO

MIRAR AL ESPACIO

POR RICARDO MAGALLÓN / As

Un sistema antilavado de dinero inquebrantable, repartición igualitaria de ingresos por patrocinios y derechos de televisión, futbol profesional en plazas donde no lo hay, tres divisiones sin límite de edad, tope salarial, son algunas de las credenciales con las que la Liga de Balompié Mexicano busca plantarse como una competencia seria para la Liga MX.

La LBM nació ahí, al borde de una cancha, en una de tantas charlas de futbol entre Víctor Montiel, Rafael Fonseca y Antonio García, gente que, de una u otra forma, han estado ligados al futbol profesional mexicano y que, como muchos, fueron víctimas de los vicios que privan en el organismo. El recién nombrado presidente de la liga es Carlos Salcido, en tanto que Víctor Montiel se mantiene como presidente de la Asociación Nacional del Balompié Mexicano, órgano paralelo a la FMF. Montiel fue por años técnico en la Serie B (Segunda División) y ahí conoció las fallas del balompié nacional: “Fui entrenador, no había una competencia, una motivación de que un equipo suba, veía a equipos haciendo inversión para nada, era algo formativo nada más”.

Antonio García es hoy dueño de uno de los equipos ya confirmados para participar en la LBM, el Atlético Ensenada, pero en su juventud vivió la cruda realidad con la que muchos aspirantes a futbolistas profesionales se topan en nuestro país: el reino de la corrupción. “Quise tener un equipo en Ensenada, pero Enrique Bonilla nunca me dejó. Me pedía mucho dinero por la franquicia y también para él y le dije que algún día le iba a abrir una liga enfrente, se río de mí, me dijo que ojalá hubiera más personas como yo. Y mira, diez años después de eso, aquí estamos”, dijo García, ex directivo de la FMF y propietario del Atlante.

20 EQUIPOS La LBM estará conformada por 20 equipos. Al día de hoy, ya hay cuatro confirmados para participar: Atlético Ensenada, Chapulineros de Oaxaca, Industriales de Naucalpan y Jaguares de Jalisco. El resto están en proceso de certificación.

La primera temporada de esta nueva liga arrancaría -si la pandemia del Coronavirus lo permite- el próximo 18 de septiembre. El proyecto pretende emular a la liga inglesa, por lo que habrá tres divisiones con derecho a ascenso y descenso entre ellas, no habrá límites de edad para los futbolistas que conformen los equipos. Se permite contratar hasta cinco extranjeros por equipo, pero sólo tres podrán participar en cancha al mismo tiempo. El formato de competencia será un torneo largo a dos vueltas. El primer lugar de la tabla general ganará automáticamente su pase la llamada “Súper Final”, mientras que los equipos que hayan terminado el torneo entre los lugares del 2 al 5 disputarán semifinales y los ganadores se enfrentarán por el boleto restante para la “Súper Final”.

En lo que se refiere a los estadios, la LBM exige una capacidad mínima de cinco mil personas, medidas de seguridad garantizadas para equipos y aficionados y canchas empastadas perfectamente.

BUENAS PRÁCTICAS Desde antes de nacer formalmente, la LMB ya se enfrenta a cuestionamientos de quienes la ven como un territorio fértil para el lavado de dinero: Plazas poco comunes para la práctica del futbol y empresarios poco conocidos, lejanos a los grandes corporativos que mandan en la Liga MX, levantan dudas sobre la transparencia en los recursos que vaya a manejar la nueva liga. Ante esto, la LBM contrató una agencia privada antilavado que, precisamente, es la que se está encargando de solicitar y evaluar toda la documentación presentada por los interesados en obtener una franquicia para cumplir con su certificación. “Mi intención es que el equipo sirva para proyectar a jóvenes futbolistas. El proyecto está bien respaldado, en lo deportivo, y también económicamente”, comentó Hugo Vázquez, propietario Neza FC. Además de en lo deportivo, la LBM también busca emular el modelo financiero del futbol inglés, basado en repartición de ganancias justas e igualitarias para todos los equipos.

Cada equipo es libre de negociar sus propios patrocinios, pero también habrá patrocinios globales, y los ingresos que se generen por éstos serán repartidos en un porcentaje de 85 por ciento entre los equipos de manera igualitaria y un 15 por cierto será para la liga. Lo mismo sucederá con los derechos de transmisión de los partidos, que se espera sean el pilar económico sobre el que se sostenga la LBM.

“La fortaleza en lo económico es la televisora, es una inversión privada y los patrocinios globales, junto con la televisora, nos hará fuertes. Vamos a tener contratos de cinco años para hacer sustentable a la liga”, apuntó Antonio García. La LMB, aseguran, también tiene garantizada solvencia económica para evitar casos como los de Veracruz o Lobos BUAP en la Liga MX.

“Le pedimos a cada dueño de equipo que tenga firme su estructura financiera, si es un solo dueño o si hay socios, la otra parte es que estamos haciendo la comercialización y ahí nosotros captamos algunos patrocinios, vamos a generar que sean globales para darle apoyo a los equipos y que los equipos sigan creciendo y la liga se fortalezca”, mencionó Víctor Montiel.

Otra medida que implementará la nueva liga será la de imponer un tope salarial de 140 mil pesos para los jugadores, con lo que se pretende evitar un desfalco que pudiera generar atraso de pagos u otros problemas.

Ya se llegó a un arreglo con la firma mexicana Keuka para que haga los uniformes de todos los equipos de la LBM y se hará una sugerencia a cada club para limitar el número de patrocinios en sus vestimentas con la intención de mantenerlas lo más “limpias” posibles de publicidad, dijo el presidente de la Asociación Nacional del Balompié Mexicano.

¿LIGA DE BARRIO? Hay quienes dicen que la LBM nació muerta, que no tiene futuro y que es lo más parecido a una liga de barrio, pero sus directivos piensan diferente.

“Mucha gente inicia con un negocio pequeño y el único que cree en él es quien lo inicia. Habrá críticas negativas, pero se hace caso omiso, el proyecto está creciendo y hay gente del medio muy importante que va a reforzar la liga, somos gente preparada, no será una liga de barrio, sino profesional”, subrayó Montiel.

“No vemos a Liga MX como un monstruo, ¿te imaginas si en su tiempo Televisión Azteca le iba a pedir permiso a Televisa?… ¡nunca hubiera nacido! Nosotros, con el librito en la mano, no descubrimos el hilo negro, pero trabajamos con humildad, transparencia y de cerca con el jugador, pero no hemos hecho nada, apenas nos dimos a conocer, pero ya hay de otra”, dijo entusiasmado Antonio García.

Es el mismo empresario quien, valiente, se dice listo para competir con la Liga MX: “No vi a Liga MX como un monstruo, yo ya venía viendo sus debilidades desde hace tiempo. Empiezas a crecer a la sombra y ellos creían tener todo el poder, pero no me fijo en ellos, si me pongo a ver a Goliat, no avanzo”.

Y finaliza: “Ellos se dieron un balazo al pie, ellos están cometiendo muchos errores y nosotros aprovechamos, esto es como el futbol, quien comete más errores, pierde”.

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