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La economía, en su peor picada
from POLÍTICA 665
EL PAÍS
¡Economía en picada!
POR MARCO A. MARES
EL ECONOMISTA / La economía mexicana sigue en picada y todavía no se ve el fondo. La profunda caída de 21.6 % que registró en mayo el Índice Global de la Actividad Económica (IGAE) anticipa una caída trimestral más profunda de lo que se preveía y, podría llevar a un cierre de año con una contracción histórica de dos dígitos. La cascada de revisiones a la baja de los pronósticos ya se venía registrando, pero como consecuencia del dato que difundió Inegi, los pronósticos empeoran. Citibanamex revisó el pasado 27 de julio a la baja su estimación de crecimiento del PIB para el segundo trimestre a menos 18% desde el menos 16.5 por ciento. Lo peor es que desde el punto de vista de la firma financiera, aumenta el riesgo a la baja de su pronóstico de crecimiento del PIB al cierre del año, que hasta ahora está en menos 11.2 por ciento. De acuerdo con el sondeo de Reuters, la media de los pronósticos de trece analistas estimó un desplome del 17.7% para el PIB a tasa desestacionalizada, en el segundo trimestre del año. A tasa interanual, el PIB habría registrado una contracción del 19.6% entre abril y junio, según el mismo sondeo, en el que los analistas estiman una contracción del 10.1% al cierre del año. Al menos otras cuatro instituciones tienen proyecciones de contracción de la economía mexicana para el cierre del año, de dos dígitos: BBVA con menos 10%; Moody´s Analitycs menos 10.2%; FMI, menos 10.5% y Prognosis, menos 11 por ciento. Los economistas que periódicamente consulta Citibanamex anticipan que la economía se contraiga 9.2% en promedio y el rango de estimaciones va desde un menos 12% a un menos 6.5 por ciento. Signum Research mantuvo su estimación con una caída de 12% para el PIB durante 2020, mientras que Bank of America situó la caída en 10% y JP Morgan en 10.5 por ciento. Citibanamex no da concesiones y destaca que la falta de contundencia de las autoridades para implementar y hacer valer medidas que limiten la propagación del virus, así como la ausencia de un paquete económico más sustantivo de apoyo a las empresas y los hogares, profundizarán la caída de la actividad y prolongarán la recuperación económica. La revisión a la baja la realiza Citibanamex luego de conocer la caída del 21.6% del IGAE al mes de mayo, la caída más profunda que ha registrado ese indicador. Todos los análisis coinciden en que la incertidumbre en torno al Covid-19 y su persistencia en México, la falta de apoyo fiscal del gobierno al sector productivo y al empleo son los principales factores que están incidiendo en la profundidad de la caída del crecimiento económico y en un cada vez más prolongado tiempo para la recuperación. El gobierno mexicano no muestra, todavía, a pesar de las expresiones y recomendaciones que hizo el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, sobre la necesidad de ajustar las políticas fiscales y económicas a la pandemia mundial, de que en el corto plazo pudiera dar un viraje en su programa económico. La apuesta sigue siendo al plan gubernamental original, que desde todos los ángulos, y desde prácticamente todos los análisis es insuficiente.
Política / OPINIÓN / 21
OPINIÓN
Los jóvenes de México
POR JUAN CARLOS HERNÁNDEZ A.
CIVITAS
En el transcurso de mi vida personal como profesional he tenido la oportunidad maravillosa de interactuar con jóvenes mexicanos, como también venezolanos, colombianos, peruanos y coreanos, muy de cerca, a veces en clases de la academia, algunas conferencias, charlas y siempre es agradable intercambiar puntos de vista, cuestionar su sentir respecto a los valores y darnos cuenta qué y cómo piensan. Es normal encontrarse con sorprendentes respuestas con amplio criterio, con madurez, pero también otras con poco contenido valioso, sustentado en el desconocimiento. Lo que pudiera ser normal es que los jóvenes mexicanos debieran participar en política, en la cosa pública y ¡oh sorpresa!, no siempre es así. A nivel mundial existe evidencia de que los ciudadanos entre 18 y 29 años suelen participar menos en actividades políticas que los adultos. Los datos de la elección del pasado 1 de julio de 2018 nos muestran el comportamiento e interés de la participación electoral, por un lado, y en política, por otro (como candidatos a un puesto de elección popular) y encontramos que en edad de los 18 a 29 años los jóvenes se han manifestado, tal como lo muestra el hecho de
22 / OPINIÓN / Política que, de 21,689 candidatos en todo el país, 2,708 aspirantes tenían menos de 29 años, lo que quiere decir que sólo un 12.4 por ciento de candidaturas correspondieron a jóvenes. Esto se debe a que los jóvenes ven a la política con la desconfianza que ha producido el desencanto por el incumplimiento de ley y los pobres resultados que ha ofrecido la democracia. Esto explica por qué tenemos una débil cultura democrática. Los números son magros cuando se analiza cómo fueron votados los candidatos jóvenes: de los casi 3,000 candidatos que compitieron para renovar la Cámara de Diputados, sólo el 19% tenía menos de 30 años. De ellos, ganó sólo el 5%, de modo que sólo 28 de los 500 diputados, tenían menos de 30 años al tomar posesión de su cargo. Es un error decir que los jóvenes son el futuro de México; son el presente y deben manifestarse ya como un activo, como un capital humano en las decisiones del país; proactivos, con actitud positiva, con ganas de hacer valer su calidad y condición de ciudadanos, porque no son simplemente “pueblo”, son gente valiosa que forma parte muy importante de la nación. Jóvenes han sido los que han cambiado el rumbo de otros países, los que han denunciado con valor a dictadores, opresores que les han negado la libertad a la que tienen derecho. Basta revisar la historia del mundo para ver cuán valientes comportamientos han arrojado resultados positivos y se han hecho merecedores de reconocimiento ante la no claudicación de sus propios ideales y propósitos. Hoy día se hace presente la juventud en cualquier lugar y por varados motivos, sin embargo, el resultado no siempre es el deseable, pues regularmente no logran tener impacto o realizar cambios sustanciales en las políticas y acciones de gobierno. Debemos propiciar y encauzar la educación cívica en México, creando conciencia, no sólo entre los jóvenes sino también entre los niños en general que están ávidos de seguir y tomar buenos ejemplos que les generen bienestar en todo sentido, que les garanticen un mejor país, porque pronto ellos serán los siguientes ciudadanos, los que participen en elecciones constitucionales. Los valores no cambian, las personas son las que cambian los valores; aquilatemos lo bueno, lo ético, lo que eleva el pensamiento, dejemos la acumulada “basura” que se exhibe hoy día, regresemos al orden, cuidemos la familia, así se salvará la sociedad, porque es ahí donde están nuestros jóvenes y su presente; para que, en lo posible seamos un mejor país. Jóvenes, hay que volver a pensar y a actuar.