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Comer & Beber La edad de oro del gin argentino

Salvo Formosa, todas las provincias argentinas producen al menos una etiqueta de gin, un fenómeno que comenzó hace una década y que hoy cuenta con varios cientos de gins locales de muy alto nivel.

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El visionario Tato Giovannoni

Oriundo de Pinamar, Renato “Tato” Giovannoni fundó en 2012 Florería Atlántico, elegido como uno de los 50 mejores bares del mundo por la revista Drinks International. Un año más tarde, Tato creó el gin Príncipe de los Apóstoles, elaborado con yerba mate, pomelo rosado, eucalipto peperina y enebro. Le siguieron la tónica y la ginger ale Pulpo Blanco, el vermú Giovannoni y las cervezas Bosquísima y Marítima. Considerado la piedra basal del boom de los gins nacionales, Príncipe de los Apóstoles rinde homenaje a Apóstoles, la ciudad en la que se realizó el primer cultivo de yerba mate en el país, hoy Capital Nacional de ese producto. Para crear su primer gin, Tato se instaló en una destilería de la provincia de Mendoza que tenía un alambique de cobre y, después de muchas experimentaciones, logró un destilado de carácter original que actualmente se exporta a 15 países y que marcó el camino a seguir para muchos otros creadores.

La edad de oro del gin “made in Argentina” tiene clara la fecha de su nacimiento: fue en 2013, cuando salió a la calle Príncipe de los Apóstoles, un gin con efluvios de yerba mate y cítricos del Litoral creado por el bartender Tato Giovannoni . Se trataba de un gin cuyo mérito no era solamente estar elaborado acá, sino que presentada un carácter y una identidad reconociblemente argentina. No fueron pocos los que en su momento reconocieron que el destilado de Giovannoni estaba abriendo un camino lleno de posibilidades, sobre todo cuando comenzó a recibir premios internacionales y su prestigio corrió como reguero de pólvora entre los amantes del buen beber. . Diez años pasaron ya desde aquel hito y hoy el gin argentino vive un boom tanto de producción como de consumo, con el gin tonic como punta de lanza, consolidado desde hace años como el trago estrella de las barras. según un estudio de la consultora especializada IWSR -referencia fundamental de las tendencias alcohólicas a nivel global-, sólo entre 2020 y 2021 el consumo de gin en nuestro país creció un 81% y de las 300 marcas que hay disponibles en el mercado local cerca del 72% ya son de producción nacional. Lo pudo ser una moda pasajera, llegó para quedarse.

Un fenómeno bien federal

A medidados de 2020, el bartender rosarino Matías Jurisich confirmaba que se habían superado las 100 etiquetas argentinas de gin. Mientras que hace un par de meses, el especialista Rudy Marozzi publicó en su cuenta @destil.ar un Mapa del Gin Argentino donde se relevaron 430 marcas que producen 647 etiquetas en todo el país. Según su relevamiento, menos Formosa, todas las provincias argentinas tienen al menos un destilador o marca de gin. Un suceso que se explica por varios motivos: el ‘boom’ internacional del Gin & Tonic, la explosión crafter que se dio durante la pandemia, donde muchos distillers y bodegas salieron a producir otros destilados como alternativa y salida comercial; el contexto propicio para una sustitución de importaciones; y -algo no menor- la excelente calidad y diversidad de botánicos existentes a lo largo y ancho de la Argentina.

Éxitos de escala global

A comienzos de este año, Spíritu Santo, un gin producido en la localidad bonaerense de Cañuelas, obtuvo la medalla de oro en el concurso International Wine and Spirits Competition (IWSC), en el que se habían presentado 25 destilerías argentinas. Se trata del hito más reciente del exitoso transcurrir de los gins nacionales en los grandes consursos internacionales durante los últimos años. Tras el impacto pionero de Príncipe de los Apóstoles, gins artesanales como Sur, Alma Gin, Andes Gin y Runa Gin comenzaron a recibir medallas doradas en la IWSC, mientras otras etiquetas nacionales se colgaban de plata y bronce, algo que comenzó a volverse habitual. Mientras que el año pasado, en los británicos World Gin Awards -el “Mundial” del gin- se coronó Bosque Alta Montaña, un magnífico gin elaborado con enebro salvaje de la Patagonia que es cosechado por pequeños productores del Bolsón y Lago Puelo.

TRES HITo S

Tres marcas clave para iniciar un recorrido por el fabuloso universo del nuevo gin argentino.

+ MIXEAND o

HiLbiNg LoNdoN dry

El primer gin nacional ganador de doble medalla de oro en la competencia más importante de destilados del mundo.

Las variedades del gin

Creado en la India británica a mediados del siglo XIX y universal gracias a su simpleza, este trago basado en la combinación de gin y agua tónica esconde, en realidad, una diversidad enorme. Para empezar, sus dos ingredientes esenciales tienen un sinfín de combinaciones posibles que generan experiencias radicalmente diferentes. Existen distintos tipos de gin (London Dry, Old Tom, Blue Gin, Pink Gin, Sloe...) que, además, cobran diversas notas e identidades a partir de la fusión con el agua tónica que se elija, que en nuestro país cada vez son más y mejores (ver recuadro al lado). Entre los numerosos gins que vienen haciéndose en nuestro país en los últimos tiempos, aparecen variantes del gin “tuneadas” con distintos componentes que dotan a la receta original de sabores y aromas diferentes, como las protagonizadas por cítricos y especias.

PrÍNciPE dE LoS aPoStoLES tErriEr PiNK

El “padre fundador” del gin argentino, con notas a yerba mate y cítricos del Litoral.

Durante décadas, la oferta de aguas tónicas en la Argentina se dirimía entre las legendarias Paso de los Toros y la Indian Tonic de Cunnington. Hoy el panorma no puede ser más diverso. A caballo de la explosión del consumo de gin tonic, los amantes del buen beber pueden variar el carácter de este trago combinando tónicas como la siempre confiable Schweppes y nuevas marcas nacionales como Britvic, la mendocina Hinks & Sons, y Pulpo Negro, creada por Tato Giovannoni. Además, a las nuevas nuevas etiquetas nacionales de aguas tónicas (Santa Quina, Pulpo Blanco, Nina Q, Britonica, Hinks & Sons), se sumó el renacere de las clásicas (Cunnington) y derivaron en un sinfín de mixers de industria nacional que aportan diversidad y excelentes opciones para equipar cualquier barra.ojo: siempre en botellita chica o lata, para que no se pierda la fuerza de las burbujas.

Un destilado de infusión alcohólica de bayas de enebro europeo, cascaras frescas de pomelo rosado y pimienta rosa.

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