¡SAPO 5 CUENTOS! Una vez más, Sapo Cuentos viene con esos textos que te hacen imaginar más allá de la realidad. En esta edición hemos querido dedicarla a la paz en el mundo, y hacemos un llamado a la reflexión. Disfruten e imaginen.
Marcelo Díaz S. Revista Sapo.
Revista Sapo Chile DIRECTOR GENERAL: Marcelo Díaz S. EDITOR: Danthe Thenad, Costa Rica. Leonardo Calderón, Costa Rica. Tir, Costa Rica. Karen Chavez, Chile. DISEÑO: Marcelo Díaz Soto. Pancho Hidalgo. Contacto contacto@revistasapo.com revistasapo@gmail.com
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Prólogo Hace un tiempo ya de una visita que hice a la sede de la Universidad Nacional, sede en Pérez Zeledón. Antes de una actividad en la que participaría, había un foro respecto a “la importancia de leer”. Respecto a este asunto soy muy drástico: no hay que leer. Es paradójico que alguien como yo, que se dedica a las letras aconseje eso. En mis clases nunca recomiendo leer. Todo esto tiene una justificación y es que la “lectura” se ha endiosado, disfrazado de mecanismo de dinámica social. La lectura no lo es, es igual que ver una película o sentarse a ver el cielo o algo más simple que escapa de mi lista, imagínelo usted. Nuestra sociedad se fundamenta en la lectura a pesar de que muchos años antes, la lectura era algo profano (para los griegos clásicos). La misma columna de la literatura española se fundamenta en el Quijote, novela en contra de la lectura (por ello el protagonista se vuelve loco). Es que la lectura es un mecanismo bivalente: a como ayuda, lo empeora. La clave está en esa cuestión que los críticos literarios (y mi memoria no me ayuda a recordar el autor de lo que diré) cada lectura es una lectura de sí mismo. Con Barthes se da la muerte del autor, de la obra y del lector. Hasta ahí, tenemos simplemente nada. Y eso es lo que debe enfrentar el lector: la realidad de que leyendo no obtendrá nada. A fin de cuentas, quien se acerca a un libro es por puro placer y no por obtener nada. Muy hindú la idea de no apegarse a los frutos materiales. Y es ahí donde trasciende lo que la lectura (lectura de uno mismo) debería buscar: criticidad. Nada ganamos mandando a leer a todos sino tienen herramientas para reinterpretarse o son personas con pobreza de criterio. Así que, querido lector de esta nueva edición de cuentos, lo invito a leer este compilado de cuentos y relatos. No ganará mucho, la lectura es un hábito solitario. Si se divierte y lo disfruta, guárdelo en su inmediatez. Espero que las siguientes letras sirvan para que sea bastante crítico. #provecho. Danthe Thenad @danthenad Berrinchesdedanthe.tumblr.com
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COLABORAN EN ESTA EDICIÓN:
Internacional.
Nacional (Chile). Yerko Sebhastian Cortés, Chile. Hernán Jorquera, Chile. Juan pablo Cifuentes, Chile. José Landeros, Chile. Bruno Cordero, Chile. Marcela Méndez, Chile.
Emmanuel Morales Mora, Costa Rica. Atxuri Zúñiga, México. Zafar Bangash, Crescent International, Canadá. Fernando Bermudez, México. Axel Andrés Ovalle Dávila, Guatemala. Armando Rivera, Guatemala. Katerine Ortega, Ecuador. Oscar Botero Pérez, Colombia. Lucía Bueno. México. José Andrés Rivas, Venezuela. Weilong Guan. China. Julian Lopez, Argentina. Atxuri Zúñiga, México. Adriana Márquez, México. Javier Leyva Valverde, Perú. Omar Billoni, Argentina. H.M. Barcenas, México. Ank Cruz Rivera, Costa Rica. Luna, Costa Rica. Victoria Merino, Argentina. Jhoanna Neri, México.
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ÍNDICE
SAPO CUENTOS 05 ESPECIAL 07 ¿Aires de guerra? 09 Pequeños cometas 10 El Takfiris (Revista Sapo n6) 16 El silencio y la nada 18 Lágrimas de tinta 19 La flor de Cerezo 20 Cien días en el arca
65 La paz y la lluvia 66 La botella escocesa 70 Abro los ojos 72 Felíz cumpleaños 73 Quizás 75 La magia de cada estación
21 El mundo 22 Noches y caminos 24 25 de marzo: Una Catástrofe Culpable 26 Una fría mirada 27 Kila bhuta Mahala 29 1111 31 Samsa y Ligeia 32 Caja de ideas 34 Una parte de mi 36 Simón y el Tiempo 38 Dos de la madrugada 39 El último árbol 41 Madre 42 Antídoto 44 El préstamo 45 Los diminutos hombres 50 Una pequeña dama de paz 52 En el cole 59 Entre portales 64 Gris
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ADVERTENCIA REVISTA NO APTA PARA PERSONAS CON POCA CREATIVIDAD
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¿AIRES DE GUERRA? Erase una vez un pueblo cuyo nombre que para no estigmatizar será anónimo. Al único dirigente de aquel pueblo le concurría un deseo interno, sembrar una idea en quienes integraban el pueblo: El hierro solo puede ser enfrentado con hierro. Sin embargo, temía que su pueblo se fragmentara y por lo cual abrió un espacio para que los ciudadanos –quienes se caracterizaban por valores como el amor, el análisis, la reflexión y una creencia: ante los aires de guerra propiamente se puede imponer la paz– expusieran sus pensamientos en un debate de ideas.
Una vez reunidos, inició la formulación de preguntas: ¿cómo hacer para que los sonidos que tienden a robar el presente de quienes antes estos llegan a verse involucrados, en un intercambio de misiles, dé espacio a mejoras y desarrollo de potencialidades en beneficio de la comunidad?(esta pregunta es incomprensible. Hay que pedirle al autor replantearla. ¿Qué hay de los sueños e ilusiones arrebatadas a manos de quienes persiguen altos cargos mundiales a costas de los más débiles?
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Asumiendo la palabra al instante los ciudadanos expusieron: —Son preguntas de análisis y una respuesta simple no será posible. No se puede adentrar en hechos que permitan posicionarnos una manera neutral. Por eso es mejor que usted decida una vez escuchadas nuestras afirmaciones como camino que conduce a mejores frutos. Alarmantes resultan los sonidos detonadores, esos que a su paso abren un mar de materia gris contaminando no solo el aire, sino las mentes inocentes que no saben cómo responder cuando por estas son sorprendidas. El resultado que de dichas armas se desprende no es más que una desmejora, aspecto que perjudica el equilibrio en un globo que sufre por nuestras acciones inconsistentes de protección. Siempre median beneficios de vanidad. El humano, en su intento por ser reconocido y el deseo de asumir el poder, omite el daño que a su paso causa. Entonces se vuelve un simple esclavo de armas, por cuanto no solo tiene que cargarlas a pesar de su peso, sino
que las mismas lo privan de caminos plácidos de proyección social, imponen miedo y resquebrajan el respeto. La creatividad no se alimenta. Regalos como los libros son escasos en los hogares. Estos se tiñen de anticuados y, lejos de instrumento para fomentar la recreación, se percibe como algo hostil que sujeta entre páginas y aporta poco. Precisamente es allí donde inicia la debilidad, cuando asignamos a medios que aportan adjetivos opuestos, obsoletos y de poco interés, y aquellos que difícilmente enriquecen que nos alejan de lo que verdaderamente importa. Seguro hay una respuesta que se entreteje a las preguntas anteriores: ser personas sensibilizadas sobre el hecho de que en la tierra hace falta la práctica del amor. Con ella, los frutos son más grandes que los que trae la violencia. Las familias son el medio propicio para ser más humanos y la posesión de armas es una salida inútil ante la escasa posibilidad de raciocinio que poseen los “altos jerarcas”. Por: Emmanuel Morales Mora, Costa Rica.
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PEQUEÑOS COMETAS Ayer le disparé a otro hombre y cayó como caen mis ideales. Me llamo Steven Rodríguez y quiero demostrar que no soy un cobarde. Ya no quiero luchar. No sé qué hacer. Las dudas me hieren. Balas, campamentos militares, estrategia: ¿para qué? Si renuncio, me pueden llevar a Corte Marcial. Ayer, tres niños volaban cometas en el cielo de Israel. Se acercó un hombre y golpeó a un niño. Cayó el hombre. Los pequeños corrieron por las calles grises. “Good job”, me dijo el sargento. No hablo con nadie de esto. No sé si mis otros compañeros han pensado en rendirse. Prometí defender a mi patria y a mi familia. Juré dar mi vida por la bandera de estrellas. Dicen que es de sabios cambiar
los pensamientos. No soy un cobarde… Pero ya no quiero matar. Llevo dieciocho días y diecinueve noches preguntándome: ¿soy un miedoso? ¿Qué diría mi familia? ¿Qué cuentas le entregaré a mi patria? Estoy triste, deshecho. Frágil como aquellos cometas. Llegué a pensar en el suicidio. Perdónenme: patria y familia. No más balas. Perdóname, Dios. Díganme cobarde. Regresaré a casa. Por fin, me armé de valor. Por: Atxuri Zúñiga, México.
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SAPO CULTURA
EL TAKFIRIS El Takfiris ISIS utiliza la retórica islámica para atraer jóvenes musulmanes crédulos y frustrado a sus filas. Su fraude debe ser expuesto y tratarlo con ellos de manera eficaz.
Muchos creen que si se encuentran con un musulmán, estarán frente a un terrorista. Esto no es así. Hay un movimiento mesiánico proveniente de la rama del sunismo musulmán llamado Takfiris (su división más conocida es ISIS). Esta corriente extrema religiosa está formada por grupos de guerrilleros que combaten contra todo lo que está en oposición a sus creencias religiosas. Su principal enemigo, “el poder”, o sea el gobierno de Pakistán e Israel pues son aliados de Estados Unidos y también son los propios musulmanes.
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SAPO CULTURA
Cada vez que vemos en tv una noticia sobre Primero, tenemos que saber quienes son terroristas, nos llama la atención lo crudo estas personas, las que pueden realizar este que son. Su propaganda es radical. tipo de barbaridades y sus motivos de ser terroristas. Da’ish / ISIS, graban y suben vídeos en No hay un sólo grupo o etnia que represente Internet de las personas que están a punto el Takfiris. Son de todos los orígenes, de ser sacrificadas, literalmente como hombres y mujeres, a pesar de que la mayor animales. Y ellos se enorgullecen de tales parte de sus cuadros vienen de Irak y Arabia rituales macabros incluso mientras los Saudita. Otros atraídos por los grupos que están siendo asesinados a menudo terroristas son en su mayoría, residentes están recitando la Shahada, una prédica en fuera del Cáucaso: argelinos, tunecinos, alabanza a dios (Alá). libios, egipcios, sirios, una pizca de afganos y paquistaníes. Por supuesto los musulmanes ¿Cómo puede la gente que dicen ser nacidos y criados en Europa. También hay un musulmanes disfrutar de esas prácticas pequeño contingente de América del Norte barbáricas? (Estados Unidos y Canadá).
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SAPO CULTURA
¿Qué atrae a que se unan a las brigadas Takfiris? Los del mundo musulmán se sienten frustrados por la falta de oportunidades en sus sociedades. Ellos están gobernados por dictadores (ya sea con uniformes militares, túnicas o vestidos de corbata) que son todos subordinados al imperialismo y el sionismo. Estos líderes ejercen una mala administración y son corruptos. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el 23% de los jóvenes en el oriente musulmán están desempleados. La cifra real podría ser mucho mayor. La gente tiene poco o nada que decir de cómo se gobierna la sociedad. Al unirse a los Takfiris, los jóvenes amargados y frustrados se sientan capaces.
Los Takfiris han creado la impresión de que están respondiendo a un deseo mismo de los musulmanes. Esto desde que la institución fue prohibida en 1924. Ahora, el califa puede “declarar” la Yihad (guerra santa) contra los no musulmanes. En segundo lugar, por la que se declara el califato en partes de Siria e Irak, los Takfiris afirman que han abolido las fronteras impuestas por las potencias colonialistas bajo el acuerdo Sykes-Picot hace un siglo. Esto borra, aunque sea temporalmente, la humillación de 100 años. Ningún régimen en el oriente musulmán ha sido capaz de “lograr” algo cercano. En cambio, han perdido preciosa tierra musulmana —la Tierra Santa como al-Quds— a los sionistas después de repetidas derrotas en numerosas guerras. www.revistasapo.com 12
SAPO CULTURA Los jóvenes musulmanes nacidos y criados en occidente que se han unido a los Takfiris sienten un profundo sentido de alienación debido al racismo y la islamofobia en estas sociedades. Esto es particularmente cierto en Gran Bretaña, Francia y Alemania. Lo mismo vale para América del Norte. Tal racismo se ha vuelto aún más pronunciada desde el atentado a las Torres Gemelas (9/11). A esto se añade la humillación infligida a los musulmanes —muchos de ellos completamente inocentes— en lugares como Abu Ghraib, Bagram, Guantánamo y una gran cantidad de sitios en todo el mundo. Los jóvenes musulmanes alienados sienten que pueden vengarse del occidente uniéndose a los Takfiris. Esto también explica porqué no se sienten ningún reparo en decapitar a cautivos occidentales a pesar de que el islamismo prohíbe expresamente tales actos.
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SAPO CULTURA
Los Takfiris son financiados por grupos y personas en Arabia Saudita, Kuwait y una serie de países en el oriente musulmán. Oficialmente los regímenes afirman que se oponen a este tipo de financiamiento. Muchos jóvenes descontentos han tenido sus cerebros contaminados por el wahabismo que considera cualquier persona que no entiende el Islam , un blanco legítimo
para la eliminación. Este pensamiento demente puede ser rastreado hasta el final a Ibn ‘Abd al-Wahhab quién primero aprobaba esas opiniones en 1744-1745. Ese tipo de pensamiento ganaría adeptos y hoy es el resultado directo de los miles de millones de dólares gastados en la difusión wahabismo a nivel mundial.
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SAPO CULTURA
Alá invita a la Morada de la Paz y una sola comunidad. Hoy todo musulmán comprometido tiene la obligación de rescatar al islam de las garras de estos demonios. Esto se tiene que hacer en primer lugar , a nivel intelectual mediante la exposición de la ideología desviada de los Takfiris. Muchos estudiosos en el mundo musulmán se han pronunciado en contra de ellos y de su ideología desviada. En segundo lugar, los que financian los Takfiris deben ser implacablemente expuestos, empezando por el régimen en Arabia Saudita al igual que los sionistas. Por: Zafar Bangash, Director de The Institute of Contemporary Islamic Thought Toronto, Canadá. http://www.crescent-online.net
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EL SILENCIO & LA NADA Era una tarde, una de esas tardes llenas de silencio en medio de una brisa que empieza sigilosa, con calma & muchos secretos que contar. Las sirenas empezaban a cantar, a gritar amor en medio de la nada, en medio de un silencio brutal, lleno de vacíos lugares que necesitaban un par de espectadores para comenzar a imaginar. La nada empezaba a crecer, a ser más amable & con buen humor, los gorriones empezaban a dedicar canciones a los árboles, plantas & uno que otro animal silvestre que se postraba en el bosque. Alusivos a sus cantos, todos empezaban a danzar, los árboles con pasos sigilosos sin mover su raíces, pero regando sus hojas secas en lo delicado del otoño, las plantas sonrojadas por tal cortejo emanaban sus tonos para avivar los detalles del paisaje, los animales bailaban entre las www.revistasapo.com
copas de los árboles, entre las hojas secas que emanaban de ellos, flotaban mientras las tertulias de la tarde se hacían presentes en medio del silencio. Le contaban a la nada lo significante que era ella para él, la nada alucinante & llena de cosas por decir, empezó a glorificar su entorno con los secretos de su vida. Los árboles bailaban aún más fuerte, las hojas secas de sus cuerpos caían una por una en sincronía como si cayeran del cielo para glorificar a la tierra con sus colores & su madurez. El silencio gritaba aún más fuerte, su voz era más vibrante, la brisa corría por cada uno de los espacio de la nada, cada personaje de ella estaba extasiado, estaba lleno de vida, de emociones encontradas. Sus acciones las cometían con el corazón de lo que sentían, con la pasión & el amor, que el silencio & la nada se demostraban.
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Ahí en medio de lo insignificante el silencio & la nada se enamoraron, se entregaron en cuerpo & alma a sus pasiones, en sincronía. En momentos acompañadas de grandes pianistas, tenores, violines, chelos & trompetas que se tocaban en los aires, en las copas de los árboles. Los fasores cantaban al ritmo de una banda sonora que es un ruido de olas & choques de pieles, de bailes entre lo natural & las miradas de dos surcos que se recuerdan constantemente en medio de un amor, donde el silencio calla y la nada le hace compañía para mirarse por los que le temen al amor. Cuando el mundo está al revés & el ayer es el hoy nos gustaría cometer un antier, en medio de cada beso, repitiendo los nombres en cada laguna mental, buscando sus voces en cada canción que no supimos entender, mirándonos en la nada sobre un espejo & que el silencio nos acompañe para recordarnos que el amor está detrás de uno. Mientras la luna nos mire cada día & se va pensando en volver a ver a ese amor, de dos, de todos, dedicándolo al silencio & a la nada por todos los tiempos juntos sin siquiera pensar en partir. “El amor no se busca o se espera, él llega de la forma más rara, inexplicable & junto a las personas que deben estar en ese momento. No hay destino, tampoco hay un mañana solo un aquí & ahora”. Por: Fernando Bermúdez, México.
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LÁGRIMAS DE TINTA A veces me pregunto cómo era mi vida antes de ti. Pero ese tiempo aparece entre las brumas de una memoria espesa, cada vez más cerrada, que tamiza y amortigua cualquier evento que te antecedió. O quizá es que nunca llegué a existir del todo antes de conocerte, epicentro de mi mundo, motivo de todas mis tristezas y alegrías, ecuador de mi existencia. Porque sólo tras tu paso por mi vida, comprendí que antes de ti nada había tenido sentido. Lo devastador fue descubrir que, sin ti, nada volvería a tenerlo. La vida no volvió a ser igual. Mi prosa se enriqueció con la tristeza de tus desplantes. Con cada silencio tuyo, nacía un adjetivo desgarrado, una frase evocadora, una tristeza de tinta sobre papel por cada deseo muerto, ahogado en tu indiferencia. Mil lágrimas de tinta. Por: Cuca Ferrero, España. https://cucaferrero.wordpress.com/ https://twitter.com/CucaFerrero https://www.facebook.com/cuca.ferrero
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LA FLOR DE CEREZO De un árbol de cerezo una pequeña flor cayó. Estando en el suelo, levantó su mirada y con tristeza se preguntó, ¿por qué he tenido que ser yo? ¡He sido desechada sin razón! Veía a las demás flores danzar con el viento, parecía que a ninguna le importaba aquel suceso. Angustiada la flor, al árbol quiso subir, pero su fuerza no fue lo suficiente, y enseguida resbaló. Comenzó a romper en llanto, cuando una voz escuchó. Un pequeño geranio en la distancia emergió: –Mira a tu alrededor, querida y verás que no hay razón para tu melancolía. Al oír la pequeña flor de cerezo esto, volteó la mirada y a su lado observó, a miles de flores de colores que bailaban a su alrededor. Por: Axel Andrés Ovalle Dávila, Guatemala. www.revistasapo.com
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CIEN DÍAS EN EL ARCA dicen que fue por disposición celestial. sin embargo, dado el amor magnánimo del creador y teniendo en cuenda que todas las especies se debía de salvar, no era posible que les negaran el acceso; pero el anciano, quien siempre estaba enrabiado, desplegó un bando -de dudosa procedencia- donde se les prohibía la entrada a dos especies. aquellas criaturas quedaron atónitas ante la noticia, porque también eran parte de la creación. incluso, el mono interpuso un amparo, pero la negativa del viejo noé fue rotunda. los expulsó cual pecadores del edén y sin haber cometido falta. allá iban rumbo a la extinción, cuando el hijo menor del patriarca, tentando por el mal, les planteó un negocio a cambio de su entrada clandestina;
propuesta. pasados cien días de copiosa lluvia se supo de su existencia. sin maldad, pero ante todo por hambre, estos seres habían devorado parte de la proa. el anciano estalló en cólera y las trató de aniquilar sin piedad. pero justo en ese momento la tormenta cesó. pero el arca todavía estaba a punto de naufragar. sin embargo, la polilla y el comején habían engordado a su placer con los sabrosos cedros de líbano y -como parte del trato- también se habían comido, pues, los documentos del nuevo orden mundial. de esa cuenta, al terminar el diluvio todo fue un caos, se cometieron los primeros crímenes, el hijo menor se hizo monarca y en el desorden -otra vez- el mal obró con ventaja creando la convulsa sociedad moderna.
después de unos segundos, aceptaron la Por: Armando Rivera, Guatemala. www.revistasapo.com 20
EL MUNDO
El mundo se ha vuelto loco: sucede que hoy no duelen las selfies en los campos de concentraciรณn.
Por: Katerine Ortega, Ecuador.
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NOCHES & CAMINOS “Cada camino, cada silencio & ganas de huir; sucede una vez cada rato contigo, aparece en cada esquina. Suplica jugar con los miedos, se enamora de la soledad & a cada parpadeo se siente cada vez más cerca del olvido”.
Infringir con una mirada dispersa la naturaleza de quien nos motiva. Agregarle el luto a quien nos desea, mirar siempre tinta sin mancha, oscuridad en un vacío muy colorido. El cielo miente a través de su llanto, moja cada peldaño de soledad, corren sus lágrimas por veredas, calles & laberintos abandonados por las pisadas constantes de sus visitantes. Las raíces modelan primavera, la belleza se sonroja & se intimida en los ojos de los niños. La tertulia viaja a través de sus momentos y de los suspiros que tenuemente se pegan con los días. Las risas & los gritos suenan como eco. La música moría en cada uno de los tiempos, los rostros ya eran menos & sus siluetas se hacían sombra sobre mi tinta. Los manos ya viejos me contaban sus historia & yo tan jovial, como su tiempo entre mis ojos.
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Extrañaba poco a poco a sus ciegos. Esos ciegos que se miran & se enamoran & se marchan tras de fotos, de recuerdos & muchos días sin tenerse. Extrañaba el arte de sus manos, las caricias sobre sus paisajes, el tono fresco sobre sus recuerdos & entre tanto espacio colorido ya no veo ningún alma en pena. Ya no encuentro a sus fantasmas, ya no escucho sus desgracias. Solo hay gritos que enmudecen mis tertulias con las calles, unas calles tan resecas & tan lujuriosas que me aclaman para no quedarse solas. No siento las miradas, ni la brisa que camina. Solo me siento. Solo recuerdo & solo traspaso la agonía de mis caminos. Miro el cielo triste sin ningún invitado, con carencia de la luna, con miradas nocturnas
en algunos lugares, con miradas extrañas preguntándose entre sus moradas lo mismo que yo pero con emociones diferentes & amores de improviso. La noche es muy larga & mis miradas muy apáticas, la noche casi no habla, es muy tímida cuando está sola. La noche es infinita, se mira sola cuando nadie la visita. La noche me sonríe, la noche agoniza cuando sale el sol & mis miradas mueren & comienzan mis locuras. Le dijo aquel joven a su pluma mientras se quedaba sonriente entre sus letras… “cada noche camino & me siento solo, cada noche es igual, cada noche muere conmigo & comienza a soñar”. Por: Fernando Bermúdez, México.
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25 DE MARZO: UNA CATÁSTROFE CULPABLE Me desperté un poco inseguro y me levanté para ir al colegio. Desayuné y me fui sin despedirme de mi familia ya que el día anterior habíamos discutido. Al llegar al colegio me encontré a mis amigos Mario y Sebastián quienes me invitaron a fumar un porro y dejar las clases de lado para divertirnos. Sin pensarlo, acepté. Llegamos al río Copiapó y nos sentamos a hablar como casi todos los días. Pasado un tiempo, ya estábamos muy drogados como para levantarnos y marcharnos de ese lugar por lo que nos quedamos dormidos. Me desperté horas después gracias a la lluvia: ¡rayos, un maldito día y además comienza a llover! Si no me largo de aquí, me enfermaré. Comencé a despertar a mis amigos pero no funcionaba. Mientras lo hacía, un ruido fuerte llamó mi atención. Volteé hacia la dirección de dicho sonido y vi una avalancha de agua con escombros que venía a nuestra dirección. Asustado, traté de arrastrar a mis amigos a un lugar seguro. Perdí a mis amigos, mis esfuerzos fueron en vano. Mi padre tenía razón, soy un debilucho. Con suerte me pude salvar y dejar a la suerte a mis amigos. Estuve tratando de sostenerme en las rejas de las casas para que la corriente que pasaba por las calles no me arrastrara con ella. Toda la ciudad destruida, hay gente pidiendo ayuda: niños asustados y llorando, cuerpos siendo arrastrados por la corriente de agua. Lo único que tenía en mente era buscar a mi familia.
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Estuve treinta minutos caminando para poder llegar a mi casa pero no estaba ahí. Empecé a desesperarme, no podía aguantar las lágrimas. Mi cuerpo temblaba por el frió, ¡tengo que encontrarlos! Han pasado un par de días, he recorrido todo Copiapó ayudando y buscando a la gente que al igual que yo lo perdió todo: sus pertenencias, sus mascotas, sus familias y sus recuerdos. Aún tengo la esperanza de encontrar a mi familia. Ha pasado ya una semana de la catástrofe y aún no he podido comer. Mi estómago se queja de hambre pero tengo que aguantar.
llevó hacia el puerto de Caldera. Les agradecí y me bajé. Busqué albergues, tanto caminar me tenía cansado y sediento. Finalmente, me desmayé. Recuerdo que desperté en una camilla y mi familia a mi lado. Ellos me encontraron a mí pero yo no pude encontrarlos a ellos. Ya es muy tarde para mí, estoy entrando hacia un sueño eterno con la vista más agradable del mundo. Camino junto a mi querida familia.
Por: Yerko Sebhastian Cortés, Chile.
Ya he ayudado mucho aquí, es momento de irme. Salí de Copiapó y por suerte encontré un camión militar el cual amablemente me www.revistasapo.com 25
UNA FRÍA MIRADA
Desde la puerta abierta, con su mano escondida, mira pasar la vida, indiferente. Rosario como nombre de camándula, marcando días y personas en su plegaria. -¡Rosario! – grita la madre – La temblorosa mano cierra el portón y corre sumisa, en la cocina prepara la poción. Una gota de arsénico por cada taza de chocolate. -Toma tu desayuno, madre. Lánguida Teresa, la de las largas trenzas. En su alcoba oscura, los días son tortura. La hija aprieta cuerdas letales en el destino amargo de la anciana, en la letanía del calendario está dispuesto el momento final. Rosario convoca el vejamen de su opacada existencia a quien esclavizó su piel y su cordura. La bella Rosario era riachuelo cantarín. ahora, represada, acumula fuerzas que
arrasarán el dique. Teresa; la de mirada fría, congeló el calor y la pasión de Rosario. -¿A cuántos hombres has mirado hoy perversa? Impreca la madre. -Ninguno madre, tú me enseñaste a desconfiar. Solo pasan sombras madre. Y la mano vierte la gota, cuenta los días. “Mañana morirá” sentencia la hija. Temprano rompe la represa, última gota escanciada, final de camándula en la fe vertida. Rosario es río tumultuoso arrasando los caminos de los hombres asombrados. Una mujer desnuda corre en la calle de las libertades ofendidas. Rosario es hielo derretido. Por: Oscar Botero Pérez, Colombia.
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KILA BHUTA MAHALA Harish Kumar es un obrero común de Calcuta, una de las ciudades más pobladas, más hacinadas y más pobres de la India, él tiene una familia de 8 personas, trabaja 14 horas al día y gana solo 300 rupies al día. Era las 9:00 de la noche de un día viernes cuando Harish se despedía del aire irrespirable de la fábrica de plástico donde trabaja, se subió al último tren que partía hacia el pueblo de Belapur, donde él vivía. El tren avanzaba más lento que una tortuga por la cantidad de personas que contiene, y esto es lo que le estresaba, porque su esposa Shivani estaba muy enferma en la casa.
Cuando el tren llegó a Belapur a las 12:00 de la noche, sonó un grito agudo de una mujer, hasta los vidrios se quebraron, pero Harish notó que la voz era igual a la de su esposa y sin pensar nada, fue corriendo a su casa. Sin embargo, al llegar a su casa, su esposa ya se liberó del mundo Sahva, la familia entera lloró por horas, los vecinos también estuvieron muy tristes porque Shivani era muy compasiva con ellos y les ayudaba cuando tienen problemas.
Pero de repente, todos divisaron una mujer en lo lejos, vestida de negro, su sombra era muy conocida, cuando Harish corrió para ver quién era, ella desapareció, pero dejó una sandalia negra que indicaba un camino nunca explorado que pasa por allí. Muchos vecinos pensaban que era una broma pesada y le aconsejó a Harish que no lo tome en cuenta. Harish volvió a su casa, sin poder dormir, uno es por la muerte de su amor y dos, por la misteriosa sandalia.
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Al otro día, antes de amanecer, Harish partió por el camino indicado por la sandalia para ver qué hay al otro lado, llegó a un bosque muy húmedo, lo que en India es difícil de encontrar. En el bosque encontró la otra sandalia que indicaba la misma dirección, entonces siguió caminando con más ánimo. En el bosque no había ninguna señal. En unas horas, llegó a un lugar impresionante, era un castillo de piedra, con cúpulas talladas de tótems de dioses hindúes, los muros ya están llenos de musgos. Harish entró desconfiadamente al castillo, al medio, escuchó una voz muy conocida detrás de él llamando su nombre, al darse vuelta, vio la mujer vestida de negro de la noche anterior, Harish le preguntó quien era, ella no respondía, pero se sacó la bufanda que cubría su cara, ¡era Shivani!. Harish emocionado la
abrazó, ellos lloraron, rieron, conversaron, cantaron y bailaron como el día de su boda, y se durmieron en una de las habitaciones más lujosas del castillo, ese fue el día más feliz de su vida. Al despertar, Harish se encontraba en un arrozal atrás de su casa, sus vecinos estaban alrededor y le preguntó por qué se quedó dormido allí, y él miraba a todos con cara de incertidumbre... Por: Weilong Guan. China.
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1111 Leonardo era un hombre de cuarenta años, trabajaba en atención al cliente de una empresa de celulares, en el horario que a nadie le gustaba, el nocturno. Sentado, contestando preguntas tan simples que podían resolverlas hasta un niño de cinco años, pero habían personas que no lo podían hacer. Él decía que era debido a la falta de educación de dichas personas, pero eso solo era una opinión que salía de su boca, lo que en verdad pensaba que provocaba esa ignorancia era que mucha de esa gente tenía un alto rechazo a las nuevas tecnologías y que eran excepcionalmente perezosas como para descubrir como usarlas por si solos; Leonardo, no soportaba a los clientes que
llamaban. Pero no solo estaban esa clase de clientes, él los dividía en tres grupos: uno eran ellos, los perezosos, el segundo grupo eran los quejosos; el servicio tenía problemas y siempre insultaban y amenazaban a Leonardo como si tuviera algo que ver, pero aún así, no los odiaba tanto como a los anteriores. Por último estaban los que llamaban para preguntar alguna situación más o menos compleja, esos si eran soportables; pero en fin su trabajo no le gustaba para nada y mucho menos el horario pero era su vida y debía seguirla. Tenía que mantener a su familia, sí, solo por ellos lo hacía, su esposa y su hijo; por ellos, se repetía.
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-Hola como si sujetaran a un sujeto pero solo era –Dijo con voz tímida Leonardo, aunque no mímica, nada era más extraño. Se fueron con sabía bien por qué, nadie contestaba. una figura invisible en la camilla, Leonardo ¿Hola? no entendía nada. Quiso preguntarle a uno de sus compañeros, porque estaban tan Una risa de ultratumba se oyó, colgaron. No preocupados y qué pasaba en el lugar; pero sabía que pasó, pero algo le decía que no era cuando les hablaba, ellos no respondían, muy bueno. De un momento a otro mucha nadie le dirigía la palabra. gente a su alrededor se levantó desesperada, Horrorizado por la ignorancia de la situación, algunos de ellos lo miraban con la cara salió corriendo de la oficina de atención totalmente pálida. Uno de sus compañeros al cliente de la compañía y siguió a gran llamaba a alguien por los teléfonos de la velocidad por un pasillo que conectaba a oficina, cosa que estaba prohibida hacer. dicha oficina con el ascensor a la planta baja; Otro salía de la oficina corriendo, al parecer quería ver a los paramédicos y preguntarles iba a llamar a alguna persona. Por una extraña “¿qué está pasando?” “¿Qué están haciendo?”. razón, Leonardo no pudo escuchar a nadie, Pudo ver a la camilla y esta vez observó a ninguna voz, se había quedado sordo. quién llevaban. A él mismo, Leonardo había Dos paramédicos llegaron con una camilla muerto, era un espíritu. Y sabía bien quién y fueron corriendo hacia su posición, él se fue, el dueño del número 1111. levantó de un salto para que no lo chocaran, agarraron solo el aire. Movieron sus manos Por: Julian Lopez, Argentina.
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SAMSA Y LIGEIA La mujer de M. despertó una mañana convertida en un repugnante insecto. El primer pensamiento de M. fue quitarle la vida y evitarle el sufrimiento que le deparaba el porvenir, pero en el momento que jalaba del gatillo recordó los muchos años de vivencia juntos, aquellos quince años de dedicación mutua, de problemas, pero también felicidad y entre lágrimas optó por encerrarla en casa hasta que muriera. Los años fueron pasando, lentos y dolorosos, M. cuidó de ella con esmero, quizá con la esperanza de recuperarla algún día. Sin embargo, fue la muerte quien llegó, dura e implacable, al cabo de diez años. Con un dolor que le rompía el pecho M. metió el cuerpo de su mujer dentro de un saco y lo llevó al patio trasero para enterrarlo. Jamás imaginó que sucedería lo que ocurrió. M., aterrorizado,
soltó el saco que se debatía entre sus brazos, este al caer se abrió y del interior no salió el cuerpo muerto del insecto repugnante sino el cuerpo desnudo de la mujer de M., vivo y lozano, el mismo cuerpo que ella poseía veinticinco años atrás. Aún desconcertado M. corrió a colmar de abrazos y besos a su mujer, quería demostrarle ese amor que jamás abandonó su corazón y le hizo cuidarla hasta la muerte. No obstante sólo consiguió, bajo una corriente de lágrimas y palabras ininteligibles, enredar sus seis patas y herir las rodillas de ella con sus mandíbulas poderosas.
Por: Hernán Jorquera, Chile.
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CAJA DE IDEAS Despertó y se dio cuenta de que había perdido sus ideas. No recordaba nada. Zeledón, no recordaba su nombre, su profesión, tampoco sus sueños. Vio una caja de madera y pensó: “seguramente aquí dejé mis ideas”. No estaban. Se puso una sudadera turquesa y salió a caminar. “¿Usted ha visto mis ideas?”, le preguntó a un gato, pero el felino se fue trepando una pared. “¿Usted ha visto mis ideas?”, le preguntó a un señor que le respondió: “nadie ha visto una idea”. El señor lo miró y no se fue por una pared, como el gato, pero se fue.
“Oye, ¿tú me conoces? ¿Sabes quién soy?” El de sudadera turquesa, le preguntó a una niña y ella le dijo: “Nunca te había visto, no te preocupes, a veces yo tampoco sé quién soy”. Zeledón miró la banqueta y regresó a casa. Buscó dentro de su caja. No había nada. Solo estaba su cama y la cajita de madera. Salió y le preguntó a la vecina: “¿Quién vive aquí?” “Pues la gente dice que ahí se aparecen fantasmas, pero yo no sé nada”. “¿Sabes quienes son los dueños?” “No, no sé nada”, finalizó ella, y él se quedó mirando las nubes.
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Después de un rato le volvió a dar sueño, se quedó dormido. “¡Me robaron mi caja!” gritó al despertar. Preguntó a todos los que pasaban pero nadie sabía algo de su caja. Le dio hambre… se acercó a un puesto de comida, pidió un desayuno y no lo pagó. La encargada del puesto llamó a la guardia civil y el de sudadera turquesa trató de escapar. La encargada del puesto gritó: ¡atrapen al ladrón! Zeledón no dio ni cinco pasos cuando lo detuvieron. “Eso es, soy un criminal”, pensó. Por primera vez tenía una identidad. Le agradaba la idea de ser alguien malo. Los guardias civiles pensaron en llevarlo a un hospital psiquiátrico. Después de tres horas de interrogatorios decidieron ahorrarse el trabajo y lo echaron a la calle. Caminó por la orilla de la banqueta; se dijo: “soy un criminal”. Pensó en robar un reloj, una camisa, una brújula. Sin embargo, esas ideas se fueron cuando vio tirada su caja de madera. Regresó a casa, abrió la caja y ahí las vio: “Me llamo Zeledón. Tengo un gato que trepa paredes y una vecina que no sabe nada. Hace unos días mis padres me dejaron en esta casa; ellos quieren vivir solos. Con el dinero que me dejaron compré esta sudadera y esa caja. No soy un criminal y de vez en cuando pierdo las ideas”.
Por: Atxuri Zúñiga, México.
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UNA PARTE DE MÍ En ocasiones a muchas personas nos gusta hablar o escuchar historias de terror, pero abandonamos el interés cuando lo vivimos en carne propia. Hace tres meses mi hermano murió de un paro cardiaco. Era hipertenso y siendo mi única familia sentí una profunda soledad, de nada sirvió leer cientos de reflexiones. No quería aceptar que ya no estaba conmigo. Era tanta mi desesperación que investigué en la red cómo resucitar un muerto. Después de un par de horas encontré un libro, el precio era elevado pero lo compre en línea. Cuando lo tuve en mis manos la esperanza de regresarlo a la vida me reconfortó. Si existe Dios todo es posible y lo opuesto a Dios también existe. Tenía todo preparado y a las 3:00 am me encontraba en el panteón a un lado de la tumba de mi hermano con el libro que incluía un ritual poderoso para invocar a un espíritu. Parecía sencillo, encendí una vela negra la muerte y una vela blanca la vida.
“Te invoco a ti, fuerza poderosa, resucita a mi hermano”. (susurré). De la nada fluyó un ligero viento que apagó las velas. Me quedé sentada mirando a mi alrededor, todo era una locura y comencé a llorar. Besé la tumba de mi hermano y me fui a casa. Al día siguiente desperté al escuchar ruidos que venían del patio trasero de mi casa, al llegar ahí quedé inmóvil, uno de mis gatos estaba tirado en el suelo, mutilado, le faltaba la mayor parte de la cabeza y trozos del cuerpo que dejaba ver partes del hueso. Además, el cadáver de mi hermano se encontraba de espaldas, hincado en el suelo con otro de mis gatos entre sus manos que maullaba con desesperación y a tarascadas lo deglutó. De súbito volteó la cabeza hacia mí con piel desgarrada colgando de sus dientes. Comenzó a arrastrarse en dirección a la puerta donde yo estaba parada y de forma instintiva la cerré asegurándola para estar a salvo. www.revistasapo.com 34
Miré a través de la ventana, permanecía frente a la puerta viéndola fijamente, tenía un aspecto y olor pútrido pero soportable, esperando que hiciera algún movimiento cayó al suelo como si se hubiese desmayado. No confiada busqué entre mis herramientas, usaría alguna como arma, un hacha fue el objeto más convincente. Abrí la puerta y salí al patio. Quise regresar pero la puerta cerró y quede atrapada. Percibí un movimiento, di media vuelta, era mi hermano. Si no actuaba rápido me mordería y terminaría siendo un zombi. Arrastrándose se acercó más y me atrapó por el tobillo, caí al suelo. Intenté escapar pues él no tenía mucha fuerza pero se aferró. Quise matarlo, era mi hermano menor, haría cualquier cosa por él, siempre lo protegí, no podía matarlo, lo amaba, fui yo quien lo regresó a la vida. Quizá encontraría una manera de regresarlo a la tumba sin
dañarlo y fue cuando tomé la decisión que cambiaría mi vida: agarré el hacha y con toda mi fuerza mutilé mi pierna a la altura de la rodilla emitiendo un grito desgarrador. Enseguida se la trago. Me retorcí del dolor y en un segundo me di cuenta, esa cosa no era mi hermano, el ya no estaba aquí, su alma permanecía en otro lugar, debí matarlo y aun sin pierna quería seguir viviendo. Él se me montó, con la poca fuerza que yo tenía, con el hacha tiré golpe tras golpes en su cabeza y así terminó el terror. No supe nada más hasta que desperté en el hospital, mi vecina llegó a tiempo antes de que muriera desangrada, sus primeros auxilios me salvaron. No me quedó curiosidad sobre el cuerpo de mi hermano solo sé que se llevó una parte de mí. Por: Adriana Márquez, México.
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SIMÓN Y EL TIEMPO Abrió los ojos y comenzó a contemplar su entorno. Se encontraba en su habitación, su antigua habitación de la adolescencia. La misma cama, el mismo tocador, el retrato en la pared. Le tomó unos instantes darse cuenta que todo había sido un sueño y que se encontraba en el mismo lugar donde había comenzado todo. La pregunta que se hacía una y otra vez, era si en realidad algo había acontecido. Simón, que así se llama la protagonista de esta historia era una joven como otra cualquiera, ávida de conocimientos, llena de imaginación y poseedora de sueños inalcanzables. Una joven común y corriente,
o al menos eso pensaba ella. El hecho es que había despertado en el mismo lugar. ¡¿Y que tiene de raro eso se preguntarán?! Es que creía haber vivido toda una historia que en el preciso momento en que amaneció, se le escapó de sus manos de tal forma que estaba segura era un sueño. Era todo un misterio que Simón estaba dispuesta a resolver. Lo primero que hizo fue cuestionarse la concepción del tiempo. Ya que si bien creyó por unos momentos que sus vivencias formaban parte de una fantasía, sabía que lo que había vivido era tan real, que era imposible no dudar de su existencia.
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¿Y qué es el tiempo? se preguntó. Pero no obtuvo respuesta. Sabía que el pasado, presente y futuro eran entes que si bien tenían relación, eran independientes uno del otro. Mas si esto era así, ¿sería probable que el futuro comenzara en el pasado? Y fue en ese instante cuando a la mente de Simón apareció la concepción cíclica del tiempo. No había sido un sueño, todo lo contrario. Lo que le sucedió a su vida fue real, tan verdadero como su propia existencia. Simón solo había experimentado el eterno retorno del tiempo. Y ahí estaba, en la misma habitación, en su misma cama, con el mismo tocador y el retrato en la pared. Ahí estaba su antigua presencia, en el mismo lugar y a la misma hora. ¿Pero seguía siendo la misma persona? Se paró frente al espejo del mismo tocador
de su antigua habitación y vio a la misma joven de siempre. Su pelo largo, sus ojos grandes, sus labios, sus pecas. Todo estaba exactamente en el mismo lugar. Pero el espejo no lo mostraba todo, no revelaba su interior. Y ella supo que ni el lugar era el mismo, ni la hora. Su antigua habitación también era diferente, la cama no se sentía igual, el tocador no era el mismo y el retrato en la pared era el de otra persona. Habían cambiado el espacio, el tiempo y Simón.
Por: Liana Muñoz Mederos,Cuba.
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DOS DE LA MADRUGADA
Son las dos de la madrugada. La noche es calma y serena. El viento fresco y el cielo sin estrellas. Risas, voces y el ruido de la ciudad a lo lejos.
Quién anda ahí. Quién pisa mi vereda. Será el paso de un incógnito caminante o el perro del vecino que otea mi puerta para regar su orín. Son las dos de la madrugada y no tengo sueño. Sé que otros, como yo, también van con lento paso por el corredor, el pasadizo, la sala o salen al patio y miran el firmamento tan oscuro, tan quieto. Tan solos como tú o como yo.
Por: Javier Leyva Valverde, Perú
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EL ÚLTIMO ÁRBOL Una vez arranqué lejos y pude salir de este cuerpo, volé a muchas distancias de donde estaba, había fuego por todas partes, los colores se opacaban; estaba arrancando de una realidad una vez más, sí, una vez más. Llegué a un lugar donde nunca podrían imaginar: era un tiempo infinito, a veces se puede sentir algo diferente donde se pueden ver los verdaderos colores, sonidos y aromas, como si fuese un sueño. Fue ahí cuando vi ese pequeño pajarito que me habló. Esa tarde el sol iluminaba su dulce y cansado plumaje, quizás había volado por miles y miles de océanos, soñando y cantando con un motivo especial. Volaba en busca de un nuevo hogar y me habló. Andaba en búsqueda de un nuevo nido, donde encontraría la voz del silencio. Era un pajarito muy sabio, me contó que venía de más allá de las nubes, más allá del final del horizonte y me preguntó si este era un buen lugar donde poder vivir sus últimos días. Lo único que pude responder fue que mañana en los bosques encontraría una nueva entrada a un nuevo espacio, donde olvidaría todo su pasado y todo su futuro, encontraría frutos tirados por el tiempo y que de aquellos podría alimentarse; también, que encontraría hojas secas con las cuales podría abrigarse y que acá, el sol iluminaba con una luz más blanca, donde comenzaría una nueva vida, como un sueño. El pajarito hizo una reverencia, me dio las gracias y se marchó, volando libremente. www.revistasapo.com 39
Después de un rato, me puse a reflexionar y me di cuenta de todo lo que le había comentado al pajarito. No tenía cómo saberlo, si yo también era un forastero de otro tiempo. Y es ahí cuando me di cuenta que alguna vez ya había vivido en aquel hermoso lugar, en un hermoso tiempo. Cuando el pajarillo se fue, encontré que todo había pasado tan rápido y tan lento a la vez. Era como encontrar un viejo libro de la historia de mi vida, lleno de polvo de tristeza y de polvo de alegría. El momento estaba lleno de
recuerdos que se me venían como si alguna vez ese momento ya lo hubiese vivido. Era tan real, que hasta pude observar mis amores, mis logros, mis tropiezos, mi nacimiento y mi muerte. Todo ya había sucedido, en un tiempo perdido y olvidado. Incluso la llegada de aquel pajarillo. Reí, pensé y lloré.
Por: Marcelo Díaz Soto, Chile. www.revistasapo.com 40
MADRE Madre hermosa flor, que con amor me engendraste diste vida y criaste, hoy te quiero hacer presente Que tu hijo está consciente, ¡Cuánto sufriste por él! En los días de niñez, en que mis pasos guiabas tu lo bueno me aplaudías y lo malo criticabas. Me enseñabas a ser hombre, me decías: crecerás, ya después tendrás tus hijos y en ellos por quien velar. Ahora comprendo Madre, qué significa en verdad el traer hijos al mundo y tenerlos que educar. Gracias madrecita linda, gracias a ti una vez más, aquí tienes a tu hijo ya convertido en papá.
Por: José Landeros, Chile.
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ANTÍDOTO —Le había dicho mil veces que tuviera cuidado, que es peligroso andar sola por ahí en el campo, más en las sierras... La madre preocupada, le hablaba a su hermana en el pasillo del hospital, sollozando. —No te preocupés, estamos en el mejor hospital, la van a curar, acá los doctores son muy buenos —respondió la tía. —Ojalá, ojalá —entre lágrimas repetía. Después de un largo paréntesis en silencio, los minutos empezaron a correr más lentos al igual que los médicos. Esto provocó cierta tranquilidad en ambas, suavemente la quietud conquistó el pasillo blanco, el frió silencio hospitalario, (ahora más calmas) las obligó a cuchichear, a modo de descarga. —Junto a sus amigas, estaban jugando
tranquilamente en el sol de la tarde, vos sabés lo bueno que es sol. Una de ellas me dijo que, sin darse cuenta, notaron que se había ido. Conociendo a mi hija, con lo curiosa que es, seguro que se deslizó sigilosamente para que no la percibieran, es que sola no la hubiera dejado ir nunca —nuevamente el sollozo atacó a la afligida madre. —Tranquila, tranquila, hay que tener fe, y como te dije antes acá los doctores son muy buenos.
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Nuevamente otro lapso de aparente paz, donde pasillo se volvía molesto a la vista, con ese color blanco desesperanza. Esta vez quiso murmurar algo, pero el agotamiento y dolor, la calló. Por solidaridad a su hermana mantuvo el sepulcral silencio por casi una hora, hasta que el penetrante agudo crujido de una puerta, volatilizó el momento, dejándose ver por detrás al doctor con rostro serio y a la vez esperanzado.
alimentar su ego y creerse Dios, como buen médico. Estiró su lengua bífida, a modo de saludo y de paso olfatear la emoción de las hermanas, estas respondieron por cortesía con una pequeña estiradita, apenitas, para enrocarse en un fraternal abrazo. El doctor se deslizó suavemente sin molestar. La pequeña Yarara internada había sido mordida, por un hombre común de las sierras, tirando a petición, sabida es su terrible ponzoña. Al no poder determinar que clase de hombre la mordió, le aplicaron el antídoto trivalente que cubre hombre de ciudad, pueblo y campo.
Intuyeron algo bueno, las madres no se equivocan. El doctor corroboró la sensación, con el típico lenguaje lacónico de los médicos: “está reaccionando bien al antídoto”. El doctor luego de decir esto, no quería desaprovechar la oportunidad de Por: Omar Billoni, Argentina.
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EL PRÉSTAMO Cuando Marcela Turner vio desde la cocina el aro luminoso que iba formándose en su sala no pudo gritar. El portal tridimensional que se abría frente a Kevin, su pequeño hijo que veía la tele sobre el mueble, dejó escapar una horrorosa mano. El olor del azufre llenó la casa. Las garras rojas de la criatura se llevaron al niño a través del portal. Segundos después, se cerró. Marcela, llena de horror, comenzó su cruz. Treinta años después la triste mujer abría un refrigerador en otra casa. Años en vano de búsquedas incesantes no le habían regresado a su pequeño. Con el rostro arrugado y el alma en pena vio nuevamente la formación del terrible círculo.
Surgieron las mismas monstruosas manos, posaron sobre el suelo al niño, y se cerró. —¿Dónde has estado cariño? —le dijo la madre llorando mientras le besaba constantemente la frente. —En un jardín floreado —Kevin estudiaba las canas y el rostro de su madre. Llevaba en su mano una colorida paleta de caramelo. — Estaba aburrido. —¿Quién? —cuestionó Marcela. —El Diablo. ¿Por qué lloras mami? Por: H.M. Barcenas, Máxico.
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LOS DIMINUTOS HOMBRES La respiración es cada vez más acelerada. Parece que los pulmones se le van a salir por la boca. Todo es oscuridad. Los recuerdos retornan. Está botado el muchacho en el suelo de la sala de clases, la misma sala de clases de ayer, esa, la de la tortura, la del sufrimiento. Otra vez lo mismo. Golpean su rostro, golpean su cara, nadie lo defiende, todos miran, otros ríen, otros miran hacia afuera. El recreo parece nunca terminar. Siempre lo mismo. Un incomprendido. Nunca supo cuando comenzó la decadencia de su imagen. Solo fue de un día para otro. Así de simple. El Rulo se le metió entre ceja y ceja. Como mueve montañas, como todo el mundo le obedece, nadie defiende a ese muchacho.
Una compañera no se atreve a entrar a la sala. Mira atentamente cómo golpean al muchacho, el mismo muchacho que le envía cartas de amor, el mismo que le regaló un perfume francés para su cumpleaños, el mismo que en cada recreo o cuando se le ocurra al Rulo le azotan cruelmente. Esta vez fue físicamente. A veces son psicológicas las amenazas. Mensajes de muerte, amenazas, golpes, coscachos, empujones, insultos, son el pan de cada día de este muchacho. Tiene un ojo negro, me pregunto de qué color tendrá su corazón. Está en el suelo inconsciente. Ningún compañero le ayuda.
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La respiración es cada vez más agitada. Hay un rostro ensangrentado. A como puede, trata de arreglar su ropa, no pueden verlo en esa condición. El profesor de ciencias es un poco retraído, aquí todos le temen al Rulo, incluso el profesor Araneda. El muchacho lo sabe, está sentado en una esquina de la sala de clases. El Rulo conversa con todo el mundo, como si nada ocurriera. Nadie le dice nada. El muchacho no existe. A duras penas se levanta y va a su puesto. Mira por la ventana, un cielo nublado. Cierra sus ojos. Todo es oscuridad. Se escuchan disparos, disparos, disparos en su mente. Abre la puerta de la sala de clases. Todos conversan. Parece que el mundo se detiene. Avanza lentamente, puede ver todo lo que le rodea, las caras felices de unas compañeras, otros que duermen, otros que conversan animadamente, el Rulo que molesta a unas compañeras, esa muchacha, la de las cartas, que lee un libro, el profesor que escribe en la pizarra: teorema de Pitágoras, números, cálculos matemáticos. En fin, todo gira alrededor suyo extremadamente lento. Cada paso que da rumbo a su asiento es un año que transcurre, siglos, milenios, años luz, infinitos, universos paralelos. El profesor continúa con su clase, que el álgebra aquí, que la geometría acá, que la aritmética allá. El muchacho no obedecía el ritmo de la clase.
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Estaba más preocupado de sus propios asuntos. El Rulo se levantó disimuladamente de su asiento y se acerca al puesto de ese muchacho. Le brinda un fuerte golpe en la nuca y un puño traicionero golpea el costado derecho del muchacho quien obedece al ritmo de su dolor y contorsiona su cuerpo. Por unos instantes pude ver qué escribía en su cuaderno. Eran unos dibujos, todavía tengo pesadillas con esas imágenes. Estábamos nosotros, todos, en el suelo de la sala. Muertos, ensangrentados, blasfemas, garabatos, anomalías, destrucciones. Fue una fracción de segundos. La muchacha miró de reojo al pobre dolorido, pero tuvo miedo del Rulo. El profesor nunca se enteró de lo que sucedió, y si lo hizo fue un ciego, sordo, mudo, paralítico y un cobarde. No alcanzó ni a escribir otros garabatos en su cuaderno cuando recibe un mensaje anónimo. Un papel mal doblado llega a su puesto, ni siquiera yo supe de donde provenía. Miró para todos los lados, nadie se adjudicó dicho mensaje. Abrió el papel, el mensaje era claro: “Vamos a matar a tu familia maricón”. Eso sí que lo vi claramente, las letras eran grandes y las manos del muchacho temblaron de tal modo que no pudo cerrar ese papel y pude ver con lujo de detalle su contenido. El día está nublado. La muchacha abre la puerta. El cuerpo está inconsciente en el suelo. El Rulo y sus
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secuaces lo dejaron casi muerto. Golpea su rostro, poco a poco reacciona el muchacho. A como puede se sienta en el suelo, la muchacha se levanta y va a su asiento, el recreo está por terminar.
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En su asiento, el muchacho mira por la ventana, el cansancio del día lo tiene extenuado. Cierra sus ojos. Rápidamente un sueño se apodera de su realidad. Va por el bosque, corre, libremente, está feliz, los árboles a su alrededor lo miran, intentan unas ramas golpearle, pero él esquiva los golpes, cada vez está más desesperado, nervioso, agitado, siente que alguna rama le golpea, cada vez más fuerte, cada vez más agudo, un dolor intenso. Abre sus ojos, solo ve un par de zapatos que golpean su estómago, fue consciente unos segundos antes de caer otra vez en el sueño, esta vez, todo se fue a negro. El muchacho estaba sentado en un banco del colegio, ya el día escolar había acabado. Leía concentradamente unas hojas. Todo parecía normal. Pero el Rulo no paraba de perseguir a su presa. Nos acercamos, todos, todos se acercaron rumbo a ese asiento
maldito. El muchacho no advirtió nuestra presencia. Qué estaría leyendo, nunca lo supe. El Rulo de una ráfaga arrebató los apuntes que leía el muchacho. No tardó en despedazarlos, hacer picadillo de apuntes, el muchacho no hizo nada, tampoco cuando el Rulo le tiró los pedacitos de papel a su rostro y escupió su casaca. La muchacha miró todo desde el fondo del grupo. El Rulo terminó su labor de dominancia y se fue del epicentro del crimen, todos le acompañaron. El muchacho impávido, no daba señales de vida, la muchacha dudó unos instantes, pero huyó rumbo a los brazos de Rulo quien la abrazó fuertemente y se alejaron de ese lugar. El día está nublado. Algo ha cambiado, el rostro del muchacho, hay una mirada distinta, amenazante, perdida, una sonrisa siniestra, pero no logré advertir nada, quizás fue producto de mi imaginación.
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No ha llegado a clases, tres días, cuatro, cinco, una semana, un mes, el muchacho no volvió nunca más a la sala de clases. El Rulo, como buen cazador, encontró a otra presa, otro muchacho sufre de los síntomas del anterior. Los recreos infernales continúan. La clase de ciencias, el profesor Araneda que habla y habla. Pocos ponen atención. De improviso, violentamente alguien abre la puerta, era él. El muchacho. Cierra la puerta y permanece de pie en la sala. El Rulo y sus secuaces se asustaron, se miraban entre ellos, la muchacha tiritaba nerviosamente. El profesor Araneda se percató de la llegada del muchacho y fue hacia la puerta. El muchacho lo miró fijamente a los ojos y dijo con esa voz que todavía revolotea por mi mente: “Permiso profesor”. De inmediato, bruscamente, desesperadamente, instintivamente, sacó
un revólver de su bolsillo y apuntó rumbo a la sala. Cerré mis ojos, todo se convirtió en tinieblas. Una ráfaga de disparos. Gritos, después un largo silencio, una respiración agitada, muy agitada, explosivamente agitada, abrí con temor mis ojos. El muchacho con el revólver en su mano apuntando hacia nosotros, respiraba agitadamente. Observé los cuerpos del Rulo, sus secuaces y la muchacha que estaban en el suelo, ensangrentados, el piso se tornaba rojo, la luz era roja, olor a muerte, sabor a muerte, todo eso en una fracción de segundos, la imagen dantesca fue superior a mi curiosidad, cerré nuevamente los ojos y prometí no abrirlos hasta que la muerte me alcanzara o Dios se apiadara de mi vida. Todo fue oscuridad, no sé cuánto tiempo estuve en las tinieblas. Por: Juan pablo Cifuentes, Chile.
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UNA PEQUEÑA DAMA DE PAZ Hace un par de años en Tadmur Siria, Aaminah, una pequeña niña comenzaba a crecer y a vivir su infancia, pero el conflicto en su país no se lo permitía y su vida no era del todo buena, a pesar de esto, la felicidad florecía por su rostro entregándole a cada uno de los pobladores un sonrisa. Su familia no era muy grande, ya que la mayoría de ellos había fallecido en el conflicto, pero su mamá y papá seguían luchando por hacerle creer que podría cambiar todo lo que trágicamente le tocó vivir. Mientras el tiempo pasa, Aaminah ya comienza la adolescencia y las historias de tragedia y guerra transcurrían, los padres de Aaminah envejecían y menos fuerza tenían. Finalmente un dia, un ataque frances a Tadmur provocó la muerte de los padres de Aaminah. En plena agonía, el padre de la pequeña la hizo salir de donde estaba escondida llorando, ella corrió lo abrazó y este le dijo: “Aaminah, no olvides el significado de tu nombre (al nacer nació sus padres le llamaron Aaminah porque en árabe significa Dama de la paz y la armonía) siempre busca el bien, no hagas lo que no te gustaría que te hicieran”. Esto causó en Aaminah ira, resentimiento y un cambio de pensamiento, totalmente distinto al que los padres le inculcaron a pesar de las palabras de su ya fallecido padre, su sonrisa iba de a poco desapareciendo... www.revistasapo.com 50
El tiempo pasaba en la vida de Aaminah y las desgracias aumentaban, todo parecía aclararse en su vida, la edad y la experiencia la hicieron entender todos los problemas que podían tener por ser parte del Estado Islámico (Isis), hasta que la llamaron para participar de un ataque a Francia y ella para vengar la muerte de sus padres accedió a participar en el ataque. Ella fue designada para atacar el Stade de France con miles de personas dentro, sin duda seria una catastrofe mundial y el inicio de un gran golpe para Francia y toda su población. Comenzaba el encuentro amistoso entre Francia y Alemania, los primeros minutos transcurrían, un entretenido partido distrae al público espectador, del ataque islámico a distintas partes del país, Aaminah detonaría la primera bomba. El buen ambiente se nota en el Stade de France, un chico alemán le habla a Aaminah, tras 20 min de encuentro y de conversación, este entra en confianza y le pregunta de donde es y si anda con sus padres, ella le cuenta su triste historia, pero hay algo en el, que le causa extrañeza a
Aaminah, también vivió algo parecido pero con la antigua Alemania nazi, la nostalgia se nota en su rostro por recordar la historia de sus padres y abuelos, ella lo consuela pero ya llegaba el momento de entrar en acción, antes de hacerlo, el padre y la madre se aparecen en sus recuerdos en una visión, pero hay algo nuevo, el chico que conoció en el estadio, estaba también en su visión y le decía que no lo hiciera que pensara en lo que sus padres le dijeron y lo que habló con él. Esto causó en Aaminah un cambio e intenta desconectar la bomba, mientras otro miembro de ISIS llega con furia y activa la bomba. Diez minutos después todo estaba devastado, nada podía hacer, Aaminah corría y corría alrededor del estadio buscando al joven alemán para agradecerle de haber estado en su sueño, un par de metros más lejos del estadio, entre escombros encontró al chico, le preguntó el nombre y él respondió: “Miroslav, ¿y tu?” “Aaminah” dijo con orgullo, “dama de la paz y armonía”. Por: Bruno Cordero, Chile.
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EN EL COLE La Rifa FERNANDO: Estay hablando con el papi, Fernandini Maldini, de la mafia siciliana del FERNANDO: No hueón, tení que irte, porque Call of dutty y del cole, ¡jajaja! mi vieja ya va a llegar, y tengo que hacer que estoy estudiando, y con vos al lado ni cagando HARRISON: ¡Vos po! ¡La italiana al peo! me cree. FERNANDO: Oye hueón, mi abuelo era de la mafia siciliana y mató como a diez gánster en Italia. La sangre siciliana fluye por estas venas por eso soy tan bueno en los juegos donde hay que matar giles.
HARRISON: Puta que soy como el pico. FERNANDO: Así no ma… aparte vení a puro pechar comida… A oye, lo estuve pensando… no le voy a comprar na el timbre al flaco, tengo una mejor…
HARRISON: Vos po, si lo más italiano que tení es que es comí puros fideos carozzi. HARRISON: ¿Qué onda? Si ya te pasé las A propósito, dile a tu nana que nos de comida cinco lucas. ¡toy cagado de hambre! www.revistasapo.com 52
FERNANDO: Tranqui estay hablando con Maldini perro. Mañana voy a hacer que nos castiguen y así que nos envíen a la inspectoría, cuando el inspector se vaya a engrupir a la profe del kínder, le saco el timbre y sacamos las fotocopias a la rifa falsa. HARRISON: Güena idea, entonces devuelve las cinco lucas. FERNANDO: No po, son los gastos del riesgo, si me cachan al que van a llamar al apoderado es a mí no a vos, por lo menos que las cinco luquitas sirvan de consuelo. Al otro día en el colegio. FERNANDO: Ya perro, todo va como lo planeé, a las dos y media nos vamos a la inspectoría castigaos, el inspector se va en quince minutos más y tenemos 15 minutos pa hacerla. HARRISON: ¿Y trajiste la rifa? Fernando: Obvio po hueón, ¿con quién creí que estay hablando? HARRISON: Puta pero está toda doblada. FERNANDO: Si la estiro ni se cacha, además que la fotocopiamos.
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A los 15 minutos… Inspector: Jóvenes, tengo que salir, vuelvo FERNANDO: Hay la guatona sensible, luego, sigan haciendo la guía, vuelvo luego. tranquilo si lo decía de cariño. FERNANDO: Ya perro, se fue el paco HARRISON: A veces te vay en volá. frustrado, quédate vigilando mientras saco el timbre del cajón. FERNANDO: Ya vigila no más guatona sensible ¿cómo chucha era esto? HARRISON: ¡Ya apúrate! HARRISON: ¡Pon la hoja y aprieta el botón FERNANDO: Puta el paco culiao dejó con verde! llave el cajón FERNANDO: ¡Puta no salió na! HARRISON: ¡Entonces saca las fotocopias y HARRISON: Puta que soy ahueonao, pusiste después las timbramos! la rifa al revés, dala vuelta y ¡apurate que en cualquier momento llega el paco! FERNANDO: ¡Güena perro! Pensé que eras igual de mongo que tu hermano. FERNANDO: Tranqui si tenemos 15 minutos para sacar 100 copias. HARRISON: Mira hueón, mi hermano es enfermo…
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HARRISON: Puta que se demora. FERNANDO: Ya están casi 97 de 100. Harrison: ¡Hueón viene, viene, apúrate! FERNANDO: Puta la wea se quedó pegao en 99 de 100, dice: ¡no hay papel, inserte hoja! HARRISON: Métele un hoja, ¡apurate que ahí viene! FERNANDO Puta no quedan. HARRISON: ¡Desenchúfala! Pásalas pa guardarlas en la mochila. Entra el inspector, “el paco frustrado”. INSPECTOR: ¿Cómo ¿Terminaron las guías?
van
jóvenes?
FERNANDO: Eee, no, es que esta materia no la sabemos. HARRISON: O sea, igual respondimos algo. INSPECTOR: Oh discúlpenme, les entregué la guía de otro curso, espérenme que voy a sacar copias.
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En la tarde en casa de Fernando jugando Entra Rosita, la nana de Fernando. Call of Duty. ROSITA: ¡Oye! Te pasay jugando a esa FERNANDO: La sacamos barata. cuestión y no estudian nada todo el día. HARRISON: Sí hueón nunca había sudado FERNANDO: Si es el último Rosita, ¡soy el tanto cuando vi al inspector entrar y vos papi del Call of Duty! desenchufaste la fotocopiadora justo a tiempo. ROSITA: Ya, ya, ¿van a tomar once? HARRISON: Sí. FERNANDO: Tranquilo perro, tay hablando FERNANDO: No, tenemos que ir a hacer un con tu papi. Estuvo todo planeado para que trabajo a la casa del Colo-Colo. fuera a buscar las hojas y así poder sacar el timbre del cajón. ROSITA: ¡Ah!, ¿por eso tienen esa carpeta? HARRISON: Fue pura cuea.
FERNANDO: Sipo Rosita, puro estudio, por eso necesitamos recrearnos con los FERNANDO: Ya loco, el último juego y videogames. A parte, estamos estudiando salimos a vender rifas. para llegar a ser presidentes de la república. www.revistasapo.com 56
ROSITA: ¡Naa!, si los presidentes son puros estafadores corruptos y ladrones nomás, no hacen naa por la paz en el mundo y no están ni ahí con el pueblo ni con la gente que se esfuerza, como uno. HARRISON: Es verdad… ROSITA: Bueno, ¿les sirvo once antes de que se vayan a estudiar? HARRISON: Sí. FERNANDO: No, no tenemos tiempo. ¡Ah, Rosita! ¿nos podí comprar un número de rifa? ROSITA: ¿Número de rifa, con qué plata? FERNANDO: Yapo Rosita, si es para ayudar a los niños pobres, por la paz en el mundo y eso. ROSITA: ¿Y qué hay de premio? HARRISON: Un auto cero kilómetros, un led de 32, un DVD de Chayanne en vivo en Lollapalooza.
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ROSITA: ¿Un Auto? FERNANDO: ¡Eee! O sea, es un auto pero de esos chinos no ma. Ya salta con lucrecia, o sea dos luquitas. Una para mí y otra pal Harri. ¡Hazlo por los niños pobres po! Y por la paz en el mundo. ¡No seay cagá! ¡En una de esa en mi rifa te ganay el auto y el la del Harri te ganay el DVD de Chayanne en Lollapalooza! ¡Hazlo por los niños pobres po! HARRISON: Sipo Rosita, ellos lo necesitan más que tu. Por: Marcelo Díaz S. Chile.
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ENTRE PORTALES
Capítulo 3 “Hacia la batalla”
Lo que más recuerdo de ese evento es la frase: preparen el impulso. Parecía que ya no había esperanzas para nosotros. Solo quedaba volvernos más valientes de lo que ya éramos y sujetarnos suficientemente fuerte a los agarraderos para poder pasar el impulso. —¡Preparen el impulso!! —Impulso preparado. Iniciando conteo: 5, 4 —¡Qué bien, ajua! ¡Vamos a pelear! —Oye, cálmate y agárrate.
cuando ve un parque por primera vez. Cuando la voz alterna dijo conteo terminado, salimos disparados como balas de un caño a 800 kilómetros por hora. Durante el viaje, nadie dijo absolutamente nada, solo estaban las mentes incautas murmurando, quehaceres hasta que… —¿Sentiste eso? —¿Qué, Silver? —Eso, parece que el tren le pasó por encima a algo. —Sí, sí lo sentí, pero debe ser una pequeña turbulencia. Vamos casi a 1000 kilómetros por hora, ¿que esperabas?
—2, 1, 0. Conteo terminado. No podía estar más nervioso, todos con caras de: ¿qué me pasará? Y soporté como un niño
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—Bueno sí, debes tener razón. —Track, Track [estruendo] ¡Ves, no es una turbulencia!, —Alerta, alerta, programa. Silver, presentarse en la cabina conducción ahora. —Anda Silver ve, pronto, y averigua qué pasa. —Ok soporte,
—Estos dispositivos activan armas de alta respuesta, lo que quiere decir que si ellos disparan podrían detenernos en seco. —¿Pero como ellos pueden tener armas de esa categoría?, —Es porque ya tomaron el control de sector 5A donde se encuentra el almacén de armas tipo 1. [En la cabina de conducción] —¿Y qué haremos? —Acá estoy, ¿para que me llamaban? Ah, —En este momento es importante que todos disculpe General Duque, no la vi. tomen posiciones en los cañones de las —Descuide no estamos ahora para saludos paredes laterales. Ya bajé la potencia para largos, Voz empieza a hablar. dar tiempo pero es… ¡odgxmlfnbxzkdujv zc —En este momento se registró que le hemos vcb…! pasado por encima a un dispositivo de seguridad. De seguro, activó las alarmas en el sector y es urgente que tomen los puestos. —Pero vamos a más de 1000 kilómetros, jamás nos pegarían aunque quisieran. —Espere un momento Programa, Voz continúe.
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—¡AHORA! —¡Nos atacan! ¿Tenían que esperar esto?, —Ya los cañones están listos, dígale a sus hombres que tomen posición, —De acuerdo, Voz, conexión con la cabina de pasajeros 23. —Estableciendo conexión con la cabina 23. Conexión lista. —¿Silver qué ocurre? Algo nos pegó. —Sí, Soporte, luego les explico, ahora deben tomar control de los cañones y atacar a todo lo que se les acerque al tren, ¿de acuerdo? —¿Qué?, pero no hemos llegado. —Solo háganlo, nos atacaron. —De acuerdo. Sí señores, ya oyeron, es hora de patear traseros. —General duque, creo que cknaivfkv, acompañarlos fbd, hasta acá dsnf, —¿Por qué? —Ya mis sistemas están en territorio hostil y si no me desconecto pronto jfdnbfg, me contaminaré sfdijbgf. Queda bajo su control y bajo el control del programa Silver.
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—De acuerdo Voz. —En cuanto lleguen medaremos refuerzos, Desconectando…….ffbjhzjknb006Bgbf, —¡Haaaaaaaaaaaa! ¿Qué ocurre? —Silver, la voz se desconecto. —Bueno, ¿qué esperas? ¡Toma el control vamos a estrellarnos! —¡A mí no me grites! —¡El control! —Ya, ya, control automático, —(Voz alterna): Sistema de navegación, piloto automático establecido. Hacia sector 5 por: conducto Z.13.534.S, tiempo estimado de llegada 15:30:45 segundos y descontando. —Ve, Programa, es sencillo controlar estas máquinas. —Sí, ya veo.
—Mire no empiece con su sarcasmo barato, más bien vaya y prenda las cámaras de visión nocturna que ya no hay luz en el ducto y ocúpese que su equipo llegue entero. —Sí, sí, “general”, cámaras encendidas. ¡Oh, Dios! ¿Qué son esos? —¿Son qué? —Mire. —Por dios, son virus con imagen cagada de zombis. Es normal, su apariencia puede mutar. ¿Puede mutar? Pronto Silver apague las luces de afuera ¡YA! —Luces apagadas ¿Qué ocurre?
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—Al mutar, les puede atraer la luz o cualquier cosa que irradie. —¿Y por qué han atacado de nuevo al tren? —¿Ya lo vio por fuera? —Cámara frontal superior, girar a 365 grados lentamente. ¡Oh ya veo! —El tren tiene una imagen de mutación para despistarlos, que creía, ¿que nos iban a dejar pasar con un último modelo? Desde ese momento estuvo todo difícil ya que no había una guía exacta que nos dijera que hacer. Además, era horrible ver todos esos programas contaminados, comiéndose entre sí para subsistir. La pregunta que me surgía era, ¿quién causó todo este apocalipsis
tecnológico? Solo faltaba catorce horas para llegar al presector pensábamos que esperaba nuestra ayuda. Ya a las 12 horas faltantes para llegar a la base había caído, ellos no tenían ni idea a lo que se enfrentaban. Se lograron infiltrar a la base y se la comieron desde adentro, nadie pudo sobrevivir, bueno al menos eso creíamos… Por: José Andrés Rivas Sequera. (Conde Castell), Venezuela.
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GRIS En las cuevas más recónditas cercanas al río que queda cerca de mi casa, se esconden esos individuos destructores que siempre interrumpen el sueño de la gente importante. Las personas de la ciudad. Cada noche, alrededor de las 9:00 pm, estos seres salen de sus guaridas para cazar. Caminan sigilosamente por los patios de las casas, buscan aquí y allá, pero muy pocas veces logran dar con sus presas. De noche, cuando las personas escuchan ruidos en sus patios, por nada del mundo corren para ver qué pasa. En su lugar, se esconden entre sus cobijas hasta conciliar el sueño de nuevo. ¿Por qué hacen eso? A veces creo que lo de ser valientes no es su gran virtud. Incluso, he visto que no les interesa saber quiénes son los responsables de esas travesuras. Ellos
sueltos y uno que otro contenedor de vidrio roto no es una simple travesura. La gente mentirosa del barrio dice haberlos visto: miden más de 1,80 m, tienen los ojos plateados, poseen dientes enormes y tienen colas muy peludas. Unos dicen que con sus manos gigantes destrozan todo, otros dicen que son muy pequeñas como para que hagan algo semejante y que en su lugar usan sus colas inmensas para destrozar las cosas y así liberar su ira, resultado de su búsqueda insatisfecha. ¿Será que todo eso es cierto? No sé si creerles. Ayer salí en la noche para conocerlos, pero no pasó nada y, como no dormí anoche, olvidé levantarme temprano para darles de comer a los señores mapaches. Por: Ank Cruz Rivera, Costa Rica.
dicen eso, pero encontrar la parte trasera de la casa hecha un desorden, con basura por todas partes, cajas rasgadas, periódicos www.revistasapo.com 64
LA PAZ Y LA LLUVIA La lluvia cae suave y lenta en los hogares y los campos sedientos Plomizo cielo irradia cósmicos destellos entre nubes desgarradas Abierta doliente calma esperada, tierna mano del cielo nos baña. Fresca es tu caricia, como beso de niña serena - diosa de las gotasque al ritmo de las horas somete la furia de los hombres desesperados. No es quietud la paz ni debilidad este sereno frío El brillo de las rocas exaltadas convoca al sacrilegio de la alegría donde bailan armoniosas bestias y ángeles encadenados. Tomados de la mano circulan en aquelarres las locas ilusiones Agua derramada satura como vino el viejo juego de la vida. Hoy llueve en la ciudad de los violentos y las ovejas y es quimera la promesa incumplida llamada olvido Por un momento tu miedo desaparece en porfiado engaño. Ven pues amada loca de los destinos cruzados que propicia atmósfera compadece la perdida dicha cuando la llama huye de la lluvia, como lágrima olvidada.
Por: Oscar Botero, Colombia. www.revistasapo.com 65
LA BOTELLA ESCOCESA ¡Hola! Soy una botella de whisky, fino, caro y fuerte. El color de mi interior es marrón brillante y me da frío cuando me echan hielos ¡Qué poca misericordia! Se abusan porque no hablo. En fin, ¡no hablo pero siento! Vivo en una casa cuyo dueño es alguien
Lo que me gusta de mí es que al brindar calor a su garganta puedo entibiar su corazón dañado, eso creo y espero... Llegué a su vida un día frío de invierno como regalo de un tío borracho de Marcus que, consciente de su divorcio, decidió mandarle
amargado con la vida. Su nombre es Marcus, es un cincuentón solitario y bebedor de whisky Johnny Walker, divorciado y amante de las películas porno y la música clásica. Siento bronca cuando está en un estado melancólico y depresivo, él me toma con su mano arrugada y cálida, apretándome descarga su frustración y ansiedad. En fin, es la vida que me tocó y la que él decidió.
a una caja conmigo adentro. La intención de consuelo fue buena para Henry, su tío y como diría un amigo al que muchos buscan como a mí: un ciego no puede guiar a otro ciego. Mi versión sería un borracho guía a otro borracho para ahogar sus penas en mí.
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Me gusta que necesiten de mí pero no que mueran por mi culpa de cirrosis o enfermedades hepáticas. Soy alta y esbelta, el que me diseñó pienso que sería también diseñador de floreros porque la Sra. Daysi, la empleada doméstica de Marcus, me sujeta con sus arrugadas y tiernas manos de abuela para colocar unas rosas con agua dentro de mí. Me emociona darme cuenta que también puedo ser útil para decorar la casa y perfumarla y no sólo para dañar a una persona o engañarla. Es sentir un renacer a otra vida, reinventarme o pasar a otro estado sin dejar de ser una elegante y fina botella escocesa. El ocupar un nuevo espacio en la casa es muy extraño para mí pero bueno, tendré que adaptarme con mis compañeras, las
hermosas rosas del jardín de Marcus. ¡Son tan charlatanas y vanidosas que cuesta conciliar el sueño en la noche! Quiero contarles algo que fue muy traumático para mí pero que al final resulté ser la elegida, la vencedora y la que se quedó con el que me eligió primero (aunque ya ni me mire). Recuerdo que fue en una mañana lluviosa de un 24 de abril cuando llegó a casa una despreciable, vulgar y barata botella de tequila. Cuando la vi entrar, ¡qué impotencia sentí! El ingrato de Macus pasó por delante mío con ella en la mano y ella enfiestada como una loca. Por primera vez sentí humillación hacia mi apellido y origen, al ser suplantada por alguien tan bajo. www.revistasapo.com 67
¡No entiendo como pudo hacerme algo así! ese borrachín! Pero alguien como ella no podía durar mucho con alguien como Marcus. Su final estaba cerca y comencé a clamar al dios Baco que nunca me había fallado para situaciones extremas como era esta. Lo llamé a Baco y le conté mi carga y desconsuelo y el trazó un plan de eliminarla de la mente de Marcus. Y así fue, que al día siguiente, el 25 de abril por la tarde, tuve la alegría más grande de mi vida: la desaparición de la mexicana ardiente y pude seguir conservando mi lugar en esa casa. En un ataque de locura e ira Marcus tiró a
la mejicana contra la pared y quedó hecha pedazos ¡Ay que hermosura, gracias Baco nunca fallas! Pero no todo es lo que parece, esta fue una victoria personal, aunque egoísta tal vez. Les cuento que no todo fue oscuridad para Marcus y que esta historia tuvo un final feliz para él y también para mí. Las mañanas domingueras son muy especiales en esa casa. No sé por qué pero la Sra. Daysi estaba más linda que nunca ese día . Es una señora elegante y creyente en Jesucristo que ilumina la casa con sus suaves maneras.
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Esa mañana invitó a Marcus a una reunión de su iglesia y Marcus aceptó. Yo me quedé con mis compañeras : las rosas fashion de la casa. La mañana transcurrió y llegó el mediodía . Por la ventana del living sentí que Marcus y la señora Daysi venían cantando unas canciones que nunca antes había escuchado y también se reían. Nunca lo había escuchado reír. Tenía una alegría diferente. Hablaban, se reían, cantaban... Cuando lo vi entrar a Marcus dejó sobre la mesa, donde yo vivo un libro negro con unas letras grandes y plateadas, decía: SANTA BIBLIA. Yo me quedé sorprendida. Desde ese día Marcus leía ese libro día y noche y sonreía, lloraba y cantaba . Dejaba en el ambiente una paz que nunca antes había dejado. Eso me hacía feliz. En realidad verlo feliz me hacía feliz, aunque ya no necesitara de mí. Y hasta sentí que algo en mí también había cambiado. Por: Victoria Merino, Argentina. www.revistasapo.com 69
SAPO LECTURA ERÓTICA
ABRO LOS OJOS Lo miro junto a mí, sí, me gusta mucho. Pelo revuelto, bigote, lunar en el cuello y ese olor de su cuerpo que de verdad me embriaga. Le doy un besito del que no hace ni caso. Me levanto. Voy al baño. Y, me encuentro los zapatos, mis medias, su camisa, la corbata, todo haciendo caminito desde la puerta. Es nuestro lugar favorito y solo ahí tienen ese vino. ¡Que barbaridad! No sé si es casualidad. Pero cada vez que cenamos en ese restaurante y bebemos ese vino: sucede. Por debajo de la mesa me quito el zapato de tacón, meto mi pie por su pantalón y le acaricio la pantorrilla. Él es muy serio y apropiado, jamás se quitaría un zapato en público, me voltea a
ver con cara de “eso no se hace”. Al final, es sexy y creo que le gusta. Le sonrió traviesa. Me deja hacer. Discretamente (estamos en público) froto mi nariz entre su cuello y su camisa, me encanta olerlo, lo mordisqueo un poquito. Lo provoco. Me besa como él es, tierno y suave, con su lengua toca mis labios y la mete en mi boca, poquito, fugaz. Toma mi mano y la acaricia, la jala hacia él, la besa tipo los Adams, desde la muñeca hasta al antebrazo, se abraza con ella.
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La vibración del deseo empieza a aparecer. Salimos caminando por la plaza, primero de la mano, luego abrazados, después halándonos de la cintura para besarnos cada 5 pasos, sintiendo los corazones que van palpitando cada vez más rápido. Somos un amor prohibido, adrenalina y peligro. Cómplices. Entramos al departamento, empujamos la puerta, ni siquiera prendemos la luz, nos abrazamos, tiramos la bolsa, los teléfonos, me aprisiona contra la pared. Le quito el saco y le desabrocho la corbata, me urge meter la mano en su cuerpo, tocarlo, sentirlo. Levanto los brazos y me quita el vestido, vamos dando pasitos a la recamara, dejo los tacones, intento desabrocharle el pantalón, muy difícil. Cuando llegamos a la cama estamos desnudos. Me acuesta y se pone delante de mí. Me levanta una pierna y la besa, la va recorriendo, hasta que llega al sexo. Lo toca, despacio, mete sus dedos, luego su lengua, en círculos, suave. Con ritmo, provocando que mi cuerpo exista solo para sentirlo, sin
saber si quiero llegar al orgasmo o soñar que no se termine nunca este momento. Cuando estoy al límite, se introduce, fuerte, hasta al fondo, cae su cuerpo en el mío y deja un momento. Nos vemos y comienza la danza involuntaria donde el deseo marca el ritmo y los cuerpos encajan sin proponérselo. Besos húmedos, piel mojada, cadencia, esa mirada de fuego, sentir que te hace suya. Que estar tan cerca, junta el corazón y la mente. Abro los ojos, se encuentran con los suyos, también abiertos. Nos miramos con esa fuerza eléctrica, de relámpagos que se penetran. Jadeamos, en este momento no cambiaríamos todos los dones del mundo a cambio de nuestro amor. Regalo de los dioses. Magia y locura. Desconectados de la circunstancia, del día y la hora. Metidos en ese capelo que nos da el amor. Disfrutando la grata inconsciencia de la embriaguez. Felices de estar juntos.
Por: Lucia Bueno, México.
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FELIZ CUMPLEAÑOS Un día, tomando café con mi mamá, surgió el tema de las historias de miedo. Antes era más fácil ver cosas extrañas porque había más cafetales y menos alumbrado público. Por eso, ella tiene más historias que yo. Casi todas me las sé, pero igual cada vez que las escucho me pongo paranoica. Esta vez me contó una nueva, es la siguiente: Resulta ser que tenía una vecina que siempre veía una luz. Esta siempre la acompañaba a donde fuera. Ma me aclaró que antes decían que las ánimas se veían como luces. De hecho dice que esas ánimas rondaban porque tenían algo pendiente aquí en la tierra. Entonces, algunas personas valientes cuando las veían decían: “Si es plata conmigo, si son deudas o promesas aléjese de aquí”. Pero bueno, continuemos con la vecina, un día estaba de cumpleaños, entonces todos la habían ido a saludar. Cuando ya casi se acababa el día, estaba ella con la mamá en el cuarto, y le dijo: “¿Sabes quién fue la única que no me vino a saludar? La luz” No había terminado de decirlo, cuando apareció la luz en la ventana. Como antes decían que, para que se fueran había que tratarlas mal, lo intentaron, pero sólo podía decir: “Ju-ju-ju-jujue...” Esta es una de las historias que mi mamá me cuenta. Muchas, quedan en lo fantástico de la vida lenta como se aprovechaba antes. También, esto deja la duda de qué tan enigmática puede ser la vida. Un ánima que puede visitar a un vivo. Por: Luna, Costa Rica. www.revistasapo.com 72
QUIZAS…. Lunes. Se abren las puertas del metro y con ellas un humo denso. Y desde ese humo, sale él. Quizás la realidad fue un poco distinta, pero es así como a mi mente le gusta recordarlo. Por un par de estaciones lo observé detenidamente, mientras murmuraba algo parecido quizás a la canción que iba escuchando, la verdad no lo sé. Su pelo despeinado, su barba de algunos días, mochila en la espalda y unos ojos que por más que los busque quizás nunca los encontraré de nuevo. Me fijé cómo observaba todo a su alrededor, cada detalle del vagón, de las personas, como grabándolos en su memoria, haciendo fotografías mentales de cosas que quizás no quería olvidar. Y por un momento me pareció
tan solo, como si fuera la última persona en el mundo. Su cara reflejaba una tristeza con la que caminaba hacía mucho, a pesar que en ocasiones sonreía, sus ojos no cargaban esa alegría y se notaba a simple vista que necesitaba mucho para volver a encontrarla. El metro se detiene, por los parlantes anuncian que estaremos detenidos por un par de minutos y pude ver a mi alrededor los rostros de las personas tratando de disimular su enfado por la situación. Mis ojos volvieron a mirarlo, pero esta vez sus ojos estaban clavados en los míos. Sonreí y con eso le conté mis penas mis anhelos y mis sueños, él me habló de sus tristezas, de sus decepciones y de su alegrías.
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Conversamos por largo rato, ensimismados con lo nuevo, envueltos en el humo inicial y fue tan fácil, como si nos conociéramos de siempre. Seguíamos siendo un par de desconocidos que, por mucho que se intentara, finalmente no había un lugar donde ambos nos sintiéramos cómodos. Y llegamos a un punto donde rebobinar fue más fácil aún y sabía que todo lo que creí cuando lo vi, en parte es su realidad y la mía era estar fuera de la suya. En la siguiente estación se sube una mujer de pelo largo, delgadísima pero fría a mi parecer. Estoy casi segura que cuando se abrieron las puertas del vagón, su mente también imaginó el humo entrando junto con ella. Cuando las puertas se cerraron, yo miraba desde afuera. Supe que en ocasiones es mejor dejar ahí las cosas y ganar algo mucho mejor; hacerlo perdurar. Yo gane un amigo... creo. Por: Marcela Méndez, Chile.
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LA MAGIA DE CADA ESTACIÓN
Al caer la primavera el cielo se tiñe de colores, nacen las más bellas y raras flores, el clima logra sentirse fuerte y el color del pasto es muy intenso. Por las tardes, el calor absorbe lo ánimos que regresan al día siguiente, en las mañanas se escucha el cantar de las aves que despiertan suavemente y se respira un ambiente tranquilo, caluroso. No puede haber mejor época que el verano. Todos esperan esta temporada del año. El calor logra altos grados de temperatura que difícilmente podrían sentirse en otra estación del año. Por las tardes, los rayos y truenos cortan el cielo abriendo paso a tormentas
incesables, pero a pesar de eso, el calor se sigue. En el otoño una preciosa alfombra cubre las calles de las ciudades, son las hojas de los árboles, todos anaranjados y rojizos, de todas las formas. El viento sopla y canta, ¿su labor? limpiar el cielo y volverlo claro. Así se pueden apreciar las montañas, respirar el aire más limpio del año y contemplar las más bellas lunas.
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Al llegar el invierno baja la temperatura. Algunos lugares son cubiertos por pequeños copos de nieve que logran llenar ciudades enteras. El frío se siente hasta los huesos. Algunos hibernan porque no soportan el frío y otros disfrutan de él. Cada época está llena de magia, no importa si hace calor o frío, si el aire es incesante o si las tormentas no dejan de insistir, hay que ver más allá. Cada estación, cada instante,
se puede encontrar algo mágico en cada cosa por más sencilla que esta parezca, no desperdiciemos el tiempo en tonterías cuando lo más bello de la vida ya lo tenemos. No dejemos pasar toda una primavera para darnos cuenta, o todo un verano, un otoño, un invierno, tal vez toda la vida. Por: Jhoanna Neri, México.
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EL ÚLTIMO ÁRBOL CADA SEGUNDO ERA CREACIÓN EN ESTE MUNDO. VIAJABA LEJOS DE MI CUERPO DENTRO DE UNA BURBUJA SIN ESPACIO, AFUERA ESTABA OSCURO SIN PENSAMIENTOS, NADIE CREÍA SOBRE ESTE LUGAR, SÓLO YO. CRECIENDO JUNTO AL ESPACIO, JUNTO A LOS CIELOS LLENOS DE ILUSIÓN, JUNTO A ESENCIAS QUE QUERÍAN SER HUMANOS. VIAJABA Y AVANZABA SIN TIEMPO Y SIN DESTINO. LUEGO UNA LÁGRIMA CAYÓ Y LAS TIJERAS LO RECORTARON TODO EN MILES DE MUNDOS Y EN MILES DE VIDAS SIN VIDAS.
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