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Corazón poético “No te rindas” - Mario Benedetti “Poemas en aislamiento” - Carmen Alida “Invictus” - William Ernest Henley
by Sentidos
CORAZÓN POÉTICO
NO TE RINDAS
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Mario Benedetti
Fue un escritor, poeta, dramaturgo y periodista uruguayo, integrante de la Generación del 45. Su prolífica producción literaria incluyó más de ochenta libros
No te rindas, aún estás a tiempo De alcanzar y comenzar de nuevo, Aceptar tus sombras, Enterrar tus miedos, Liberar el lastre, Retomar el vuelo. No te rindas que la vida es eso, Continuar el viaje, Perseguir tus sueños, Destrabar el tiempo, Correr los escombros, Y destapar el cielo. No te rindas, por favor no cedas, Aunque el frío queme, Aunque el miedo muerda, Aunque el sol se esconda, Y se calle el viento, Aún hay fuego en tu alma Aún hay vida en tus sueños. Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo Porque lo has querido y porque te quiero Porque existe el vino y el amor, es cierto. Porque no hay heridas que no cure el tiempo. Abrir las puertas, Quitar los cerrojos, Abandonar las murallas que te protegieron, Vivir la vida y aceptar el reto, Recuperar la risa, Ensayar un canto, Bajar la guardia y extender las manos Desplegar las alas E intentar de nuevo, Celebrar la vida y retomar los cielos. No te rindas, por favor no cedas, Aunque el frío queme, Aunque el miedo muerda, Aunque el sol se ponga y se calle el viento, Aún hay fuego en tu alma, Aún hay vida en tus sueños Porque cada día es un comienzo nuevo, Porque ésta es la hora y el mejor momento. Porque no estás solo, porque yo te quiero.
No te rindas, aún estás a tiempo De alcanzar y comenzar de nuevo, Aceptar tus sombras, Enterrar tus miedos, Liberar el lastre, Retomar el vuelo. No te rindas que la vida es eso, Continuar el viaje, Perseguir tus sueños, Destrabar el tiempo, Correr los escombros, Y destapar el cielo. No te rindas, por favor no cedas, Aunque el frío queme, Aunque el miedo muerda, Aunque el sol se esconda, Y se calle el viento, Aún hay fuego en tu alma Aún hay vida en tus sueños. Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo Porque lo has querido y porque te quiero Porque existe el vino y el amor, es cierto. Porque no hay heridas que no cure el tiempo. Abrir las puertas, Quitar los cerrojos, Abandonar las murallas que te protegieron, Vivir la vida y aceptar el reto, Recuperar la risa, Ensayar un canto, Bajar la guardia y extender las manos Desplegar las alas E intentar de nuevo, Celebrar la vida y retomar los cielos. No te rindas, por favor no cedas, Aunque el frío queme, Aunque el miedo muerda, Aunque el sol se ponga y se calle el viento, Aún hay fuego en tu alma, Aún hay vida en tus sueños Porque cada día es un comienzo nuevo, Porque ésta es la hora y el mejor momento. Porque no estás solo, porque yo te quiero.
CORAZÓN POÉTICO
POEMAS EN AISLAMIENTO
Carmen Alida Méndez
Poeta venezolana. Es ceramista, conferencista, promotora cultural y comunitaria.
Escuchar la voz Renueva la alegría En momento de tristeza Un estado de sitio Impide el abrazo El afecto se congela A un metro de distancia Es amar sin sentir lejos Una puerta se abre Es un puente de esperanza En el claustro de la cuarentena No contamos más los días En el pie, el roce, la caricia Ya todo pasó.
Escuchar la voz Renueva la alegría En momento de tristeza Un estado de sitio Impide el abrazo El afecto se congela A un metro de distancia Es amar sin sentir lejos Una puerta se abre Es un puente de esperanza En el claustro de la cuarentena No contamos más los días En el pie, el roce, la caricia Ya todo pasó.
CORAZÓN POÉTICO
INVICTUS
William Ernest Henley
Fue un poeta inglés, conocido por los poemas que escribió en su tiempo de recuperación por la amputación de una pierna cuando aún era un niño. Sus otras colecciones de poesía incluyen Canción de la espada, London Voluntaries, Colección de poemas, Hawthorn and Lavender y In Hospital.
Más allá de la noche que me cubre, negra como el abismo insondable, doy gracias a los dioses que puedan existir por mi alma inconquistable. En las azarosas garras de las circunstancias no he gemido ni llorado. Sometido a los golpes del azar mi cabeza sangra, pero está erguida. Más allá de este lugar de ira y llantos yace sino el horror de la sombra, Y aún la amenaza de los años me halla y me hallará sin temor. No importa cuán estrecha sea la puerta, cuán cargada de castigos la sentencia, soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma.
Más allá de la noche que me cubre, negra como el abismo insondable, doy gracias a los dioses que puedan existir por mi alma inconquistable. En las azarosas garras de las circunstancias no he gemido ni llorado. Sometido a los golpes del azar mi cabeza sangra, pero está erguida. Más allá de este lugar de ira y llantos yace sino el horror de la sombra, Y aún la amenaza de los años me halla y me hallará sin temor. No importa cuán estrecha sea la puerta, cuán cargada de castigos la sentencia, soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma.