El golf se puede jugar bajo la lluvia y hasta disfrutarlo.

La chaqueta debe ser la adecuada. Ojalá de manga larga en tierra fría. Mínimo un par de guantes bien vigilados que contengan el grado de humedad básico.

A algunos nos gusta la situación del pasto ante el golpe. Su alto grado de humedad nos permite concentrarnos más en el lugar del impacto consiguiendo, con una buena ejecución, levantar la cáscara del fairway limpia con fácil restitución. Pero hay algo de la física del golpe que a mí me excita (consulté el diccionario y no solo es eso) me encanta, me llama, me atrae. El golpe bola – tierra se comporta mejor cuando tiene agua la tierra, ni idea porqué, pero a mí me funciona.

Claro, el fairway y mucho menos los roughs no regalan nada. Incluso la tendencia es a penetrar la tierra al terminar el vuelo, abrir espacio y quedarse enterrada, algunas veces hasta desaparecer. Recuerde que en normas estrictas no se permite la limpieza de la bola y es cuando aparecen los famosos “pasajeros” que vuelan en el cuerpo de la bola modificando su comportamiento.

En fin, el golf se puede jugar bajo la lluvia y hasta disfrutarlo. Si termina el hoyo 18 empapado, sus herramientas húmedas, sus zapatos embarrados y además con un buen resultado piense orgulloso para usted mismo:

¡Soy Golfista¡