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5 mitos sobre el liderazgo

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Carta Editorial

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LA MISIÓN DE CONDUCIR Y ACOMPAÑAR A UN GRUPO DE PERSONAS HACIA EL ÉXITO REQUIERE DE HABILIDADES PARA INFLUIR POSITIVAMENTE EN LOS DEMÁS Y DE DESAPRENDER CONDUCTAS QUE DEBEN QUEDAR EN EL PASADO.

POR Aldo Civico Las conversaciones alrededor del liderazgo están proliferando y con ellas los atributos que tratan de definirlo como auténtico, inteligente, consciente y transformativo. También proliferan los mitos, por lo que exponer algunos nos ayuda a entender, desde otra perspectiva, cuál es la esencia de su práctica. Les presento cinco que afectan la creatividad:

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1

El cargo te hace líder Interpretar el liderazgo como una concentración de poder y de responsabilidad puede llevar a la pasividad. Lo cierto es que no está ligado a la posición que ocupamos. Como Robain Sharma escribió en "El líder que no tenía cargo", el liderazgo es la posibilidad de expresar toda tu potencialidad, de influenciar a tu alrededor y de tomar responsabilidad por tus resultados.

2

Un líder puede dirigir a todo el mundo de la misma manera Esta es una receta para el fracaso porque impide la empatía, la capacidad de entender las necesidades y las motivaciones de los demás. Por el contrario, el buen líder domina el arte de la conexión y es adaptable. Es consciente de que tiene que entender al otro antes de poderlo influir y sabe adecuar con agilidad su estilo de comunicación.

3

El líder tiene todas las respuestas Quizás, eso era posible en el pasado, cuando vivíamos en un mundo menos complejo y más lineal. Hoy, simplemente, esa no es una noción práctica en un mundo disruptivo. El líder actual es sobre todo un facilitador que orienta organizaciones complejas hacia el resultado, al mismo tiempo que mantiene viva la visión y el propósito. Es un estratega, más que un experto.

4

Solo puede haber un líder en un grupo Ese mito me lo encuentro cada vez que observo que el gerente es quien domina la conversación, mientras los demás hablan de manera esporádica y, generalmente, sin contradecir al jefe. Esa actitud impide la inteligencia colectiva y, por ende, la crítica constructiva, el debate, la creatividad, la innovación. La colaboración efectiva requiere un liderazgo compartido. De esta manera, las conversaciones no se limitan a ser verticales, sino que son horizontales también.

5

Un buen líder es extrovertido, le gusta hablar y dominar Esa creencia genera una cultura donde lo fundamental es poner contento al jefe, en lugar de enfocarse en lograr el resultado. En su libro "Good to Great", Jim Collins resalta exactamente lo opuesto: logran mejores resultados los líderes humildes, en lugar de los egocéntricos.

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