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Mujer Empresaria sus características

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MUJER MODERNA

MUJER EMPRESARIA Características

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Por: Germán Palacios MBA IPADE

Hablando del perfil de la mujer empresaria moderna, la realidad es que no hay como tal un perfil perfecto. Por lo tanto, todas las mujeres pueden ser empresarias. Claro que hay algunas características que pueden ayudar en el camino y de eso queremos hablarte en este artículo.

A pesar de lo obvio que podría sonar o incluso cursi, hay algunas virtudes que ayudan a todos a ser mejores personas y, por tanto, mejores empresarios. Estas virtudes se llaman cardinales, y se les llama así porque son fuerzas principales que ayudan a todo ser humano. Una persona con virtud o virtuosa, es aquella que se sobrepone a los problemas que la vida le pone enfrente. Aquí es donde va a sonando más a emprender, ya que emprender es un reto porque se encuentra lleno de dificultades. Las cuatro virtudes cardinales son la prudencia, justicia, fortaleza y templanza. Y queremos contarte un poco sobre cada una de ellas, además de darte un ejemplo de cómo podría usarse cada una en el mundo de los negocios.

La prudencia significa que actuamos de acuerdo a la situación y buscando el mejor resultado. Una persona prudente no toma siempre la misma acción o decisión, piensa primero qué conviene más de acuerdo a la situación. Por ejemplo, en el caso de buscar un trato con un cliente nuevo, una persona prudente primero identifica qué conviene al cliente y a la situación antes de proponer lo mismo para todos. La justicia no es otra cosa que dar a cada quien lo que corresponde. No hay que confundir la justicia con igualdad, ser justo significa poder ver las diferencias que existen en las personas y dar a cada quién lo que merece. Una persona justa le dará a sus empleados lo que cada uno merece, por ejemplo, bonos de venta, o cumplirá el acuerdo que haya pactado con cada proveedor, sin dar a todos el mismo trato. La fortaleza es la virtud que consiste en vencer el temor; hablando de negocios, es arriesgarse. En muchos sentidos una mujer u hombre que ha decidido emprender ha conquistato la fortaleza, ahora su trabajo está en no darse por vencido por los problemas que se le presenten. Finalmente la templanza, es la virtud que consiste en moderarnos. No dejarnos llevar por los arrebatos de las emociones y poner la razón, o dicho concretamente, poner cabeza fría. Lo que ayuda mucho en los negocios, para no tomar las cosas de forma personal. Hay muchas otras características que pueden ayudar a todas las mujeres a emprender, en un artículo anterior mencionamos la creatividad y la resiliencia. Sin embargo, las virtudes cardinales son de donde parten todas las demás, es decir, son nuestro centro fundamental. Desarrollar estas virtudes no sólo nos hará mejores empresarios, sino mejores personas. `

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