Torpedo no.3 Adopta un monstruo marino

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Diciembre 2018

No. 3 Adopta un monstruo marino


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Editorial

¿QUIÉNES SOMOS? El 21 de febrero de 2018 comenzó la andadura de la Revista Torpedo, publicación trimestral de literatura y cultura en general que abarca desde poesía, relato, microrrelato, ensayo y reseña hasta ilustración y fotografía. Somos un pequeño colectivo de gente joven (filólogos, economistas, historiadores, cada cual dedicándose a lo que puede) apasionados por una visión crítica de la cultura y presos del deseo de crear un espacio para la reflexión, la pausa y el disfrute de la lectura. Si bien la revista está pensada para su publicación trimestral, la complementamos con actualización de contenido web: reseñas, entrevistas y la bitácora, en la que hemos creado un mundo ficticio alrededor de los personajes que formarían parte de la tripulación del Ramallets 2666, el submarino de la Revista Torpedo. Este mundo ficticio nos permite crear un escenario (el interior del submarino) donde nuestros alter ego viven e interactúan entre ellos y donde el lector podrá seguir sus correrías a modo de sitcom subacuática. Para contextualizar este universo hemos hilvanado un Manifiesto fundacional que os añadimos en la sección EL RAMALLETS 2666 por si queréis deleitaros en su lectura. En este viaje, iniciado con adolescente entusiasmo, nuestra escotilla se mantiene siempre abierta a todo tipo de colaboraciones. Un cetáceo de plomo se intuye bajo el agua, parece la sombra de un nubarrón, un tímido periscopio barre en trescientos sesenta grados la superficie: es la Revista Torpedo.

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Editorial

NÚMERO TRES Adopta un monstruo

Solo se conoce el 5% de las especies marinas, el resto son monstruos que acechan nuestra imaginación. La tripulación de este submarino hace años que busca y cataloga engendros marinos y en este número hemos querido mostrar este afán taxonómico en forma de cuentos, poemas y ensayos. Por supuesto hemos pedido ayuda y solicitado colaboraciones que, tratándose de un tema tan apasionante, no se han hecho esperar. Lector, en este número encontrarás todo tipo de fenómenos abisales: un gato hallado en un barco hundido que enturbia la mente de un Kapitänleutnant, una misión de exploración científica de insospechado final, un peligroso y lucrativo visitante acuático en el Guadalquivir, monstruos de carne y hueso alrededor de un niño y un viejo cuyo oficio parece ser esperar, un delicado crustáceo llamado Kuri que hará las delicias (o no) de los más finos paladares o los turbios negocios alrededor de los cuernos de narval. Tampoco faltarán sirenas, naufragios provocados por lo que habita “sub mari”, el pánico ante la cercanía del monstruo, ante su mordisco y voracidad o una interesante analogía entre las profundidades del océano y el inconsciente humano. Y todo, aderezado con las imágenes propuestas por nuestros ilustradores. Tras ciento siete días bajo el agua, el sonar de nuestra embarcación ha detectado un bramido subacuático que ha escrito el miedo en nuestras retinas y agitado las entrañas. Es necesario dotar, palabra a palabra, de forma a la quimera, hablar de ella, describirla, añadirla a nuestro bestiario. Esto hemos hecho en este número 3 de la Revista Torpedo. Esperamos que os guste.

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ILUSTRADOR Deivid Sáenz @deividsaenz

Navegante de nuevos mares y ahí donde un lápiz lo lleve. Deja su marca en paredes y papeles, llenando de colores y formas las partes desconocidas del mapa. Tripulante pasajero con la misión de contar historias con palabras nuevas. Vaya, el que hace los dibujitos esta vez.

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Índice

NARVALES - Cuento

BELUGAS - Microrrelato

CACHALOTES - Poesía

BALLENAS AZULES - Ensayo

DELFINES - Web

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Índice

Dos minificciones sobre la fauna marina

Criaturas DICCIONARIO DE MONSTRUOS

Akkoroamui

.......................................................14 .....................................................................................................16

............................................................18

Kraken

............................................................19

Monstruo del lago Ness

............................................................20

Leviatán

............................................................21

Cthulhu

...........................................................22

Watcher in the water

NARVALES

............................................................23 .....................................................................................................24

El gato Filomenus

Monstruo

Nessi, el monstruo del Guadalquivir

Demonios de mar

Delicatessen

Naturaleza muerta

CACHALOTES

Me vendí la voz

Vigía

Granadas de hierro

BALLENAS AZULES

Leviatán

DELFINES

Bitácora

LLAMADA A FILAS

(Convocatoria prox. número)

.......................................................10

...........................................................26 ...........................................................36 ...........................................................40 ...........................................................46 ...........................................................56 ...........................................................66 ....................................................................................................72

...........................................................74 ...........................................................76 ...........................................................78 ....................................................................................................80

...........................................................82 ....................................................................................................88

...........................................................90 ....................................................................................................92

TRIPULACIÓN

....................................................................................................94

COLABORADORES

....................................................................................................98

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Minificciones

DOS MINIFICCIONES SOBRE LA (FANTÁSTICA) FAUNA MARINA Nitz Lerasmo

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Minificciones

Instrucciones para arrullar a una criatura Procúrese una criatura. Si no sabe de dónde surtirse, diríjase al mar o a un río cercano ya que ciertos especímenes pueden pasar navegando en una cesta (el relato bíblico deja constancia de ello). Una vez que haya conseguido el bicho, forme con sus brazos una cuneta y colóquelo delicadamente dentro de ella (si es necesario, hágase ayudar de otra persona). Con movimientos oscilatorios (trepidatorios sería fatal), balancee con cierta dosis de ternura sus brazos en forma de cuneta. Válgase de una voz

melodiosa (preferiblemente si usted es soprano o mezzosoprano) para cantar una canción de cuna con la mayor parsimonia posible. A veces las criaturas pueden llorar o hacer pucheros. Si esto ocurre, dele leves palmaditas en su espalda. Si se siente especialmente tierno, tome una de sus manitas y bésela, o en su defecto, tome uno de los quince tentáculos y béselo, pues no le podemos asegurar que lo que haya recogido del mar o del río sea humano y no un cefalópodo cría de Kraken abandonado a su suerte.

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Sección

Concatenación de malentendidos Por un error de traducción (del griego al latín), y posteriormente debido a la errata de un somnoliento copista medieval, creemos que el Leviatán era una titánica criatura cuyos pasatiempos eran calcinar marinos y hundir barcos. En realidad, sólo se trataba de una anguila (Anguilla anguilla) bastante fea pero pequeña. Su mala fama se debía a la creencia popular de que si uno la comía por error, se intoxicaba (impertinente

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Sección

diarrea y vómitos asegurados), y en ciertas ocasiones podía quedarse paralítico (el caso del filósofo griego Anamínedes es un triste ejemplo) o simple y llanamente morirse. El gran problema es que si uno se moría (de acuerdo con la creencia pitagórica), entonces se reencarnaba en una pequeña y fea anguila que por un error de traducción (del latín a una lengua vernácula) y por la torpeza de un sinnúmero de copistas seguiría asombrando a varias generaciones de incrédulos con la falsa y terrorífica magnitud de un falso Leviatán.

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Criaturas

CRIATURAS Escrito e ilustrado por Ismael Sรกnchez

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Criaturas

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DICCIONARIO www.revistatorpedo.com

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Diccionario

AKKOROKAMUI

Akkorokamui (アッコロカムイ) es un gigantesco monstruo ainu que se esconde en funka Bay en Hokkaidō. Su cuerpo es de color rojo y es enorme, puede alcanzar tamaños de hasta 120 metros de longitud y debido a su coloración es visible desde grandes distancias. Se le ha querido emparentar con el Kraken, sin embargo, los últimos estudios indicarían que estaría emparentado con los moluscos gigantes.

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Diccionario

KRAKEN

Kraken deriva de la voz dialectal noruega Krake, una palabra que designa a un animal enfermizo o retorcido. Según algunas fuentes menos claras, proviene de un término que indicaba originalmente a un árbol enfermo o con las raíces por fuera de la tierra al cual el kraken se asemeja cuando surge del agua para llevar a cabo sus oscuros propósitos. El kraken es una criatura marina gigante que aparece por primera vez en mitología escandinava y del norte de Europa, descrita comúnmente como una especie de pulpo o calamar que, emergiendo del mar, ataca barcos y devora marineros. Los primeros textos que la mencionan son las sagas noruegas del siglo XIII aunque con otros nombres. Lineo lo incluye en su obra Systema Naturae con el nombre de microcosmus dentro del orden de los cefalópodos. Hasta hace pocos años se le consideraba un ser extinto, pero de la misma forma que el monstruo de Tasmania, en los últimos años ha sido observado en las regiones más remotas del planeta. La última de ellas ha sido registrada por el cuaderno de bitácora de un submarino nuclear de la armada rusa en el Mar del Norte.

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Diccionario

MONSTRUO DEL LAGO NESS

El monstruo del lago Ness, familiarmente llamado Nessie, es el nombre de una criatura que habita en el lago Ness, un profundo lago de agua dulce cerca de la ciudad de Inverness, en Escocia. Junto con Pie Grande y el Yeti, Nessie es quizá el «misterio» más difundido de la criptozoología pues no se le conocen congéneres vivos y nunca ha sido descrito con mucha claridad. La mayoría de los científicos y otros expertos afirman que las pruebas que apoyan que es descendiente de los antiguos apatosaurus cuyo miembro más reconocido es el diplodocus que habitó lo que hoy es la moderna Norteamérica hace 150 millones de años.

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Diccionario

LEVIATÁN

O Leviatano, leviathan; ebr, Liwyātān. En la mitología fenicia, animal del caos primitivo. El nombre aparece varias veces en el texto hebreo de la Biblia definido como Taninim: en Isaías es definido como serpiente huidiza y tortuosa; en Job en su descripción parece reconocerse al cocodrilo; en el Salmo 74 aparece como símbolo del poder de los faraones de Egipto; y en otros textos generalmente como parte del poder de los enemigos de Dios. Está incluido dentro de los cetáceos. En el Talmud, el Leviatán es mencionado en Avodá Zará 3b: “Rav Yehuda dice, hay doce horas en un día. En las primeras tres horas Dios se sienta y aprende el Torá, las segundas tres horas él se sienta y juzga el mundo. Las terceras tres horas Dios alimenta al mundo entero... el cuarto periodo de tres horas Dios juega con el Leviatán”. Es uno de los seres más antiguos del mundo y parece ser el origen de muchas de las calamidades sufridas por el hombre, sin embargo, los estudios modernos han demostrado que no es sino un animal solitario que prefiere las sombras y rehúye el contacto de los demás de su especie. Es justo por esta razón que a pesar de que se han registrado miembros de la especie de más de mil años hoy en día se le considera en peligro de extinción.

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Diccionario

CTHULHU

«Khlûl’hloo» IPA [xlulhlu], español latinoamericano «chukhúltu» «jluljlu» o «Kathooloo» IPA [kaθu’lu], español «kazúlu» (con pronunciación ibérica en la z) o «‘ku’tuku’looθ». Se aceptan [k.θulxu], [k.tu’lu], [k.θu’lu], [θetu’lu], [θeθul’hu], [ʧulu], [‘tulu], [‘xhukutulju], [θulu], [kuθulu] o [katulu], [C-tulu], [Khulu’t] como pronunciaciones válidas, pero se conviene en que la forma más apropiada de hacerlo no puede salir del aparato fónico humano. Es un ser primigenio de la tierra, “the great old ones”, descrito en la época moderna por primera vez por el explorador norteamericano H.P. Lovecraft: “No estaría traicionando al espíritu de aquella cosa si digo que mi imaginación, algo calenturienta de por sí, creía percibir en ella, de forma simultánea, las figuras de un pulpo, un dragón, y una caricatura de ser humano. Una cabeza viscosa y cubierta de tentáculos destacaba sobre un cuerpo grotesco y escamoso con unas alas rudimentarias; pero era el perfil general de toda ella lo que resultaba más espantoso.”

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Diccionario

WATCHER IN THE WATER

Aunque durante muchos años se ha creído que era un ser fantástico surgido de los textos del filólogo inglés J.R.R. Tolkien, la serie de avistamientos que han ocurrido las últimas décadas parecen no dejar lugar a dudas sobre su existencia. Es un animal emparentado probablemente, pues aún no ha habido estudios que lo demuestren, con el Kraken, aunque habitante de los lagos y canales subterráneos del centro de Europa, posiblemente de agua dulce. El último avistamiento fue registrado por el submarino de la armada andorrana Ramallets 2666 durante su inmersión en un canal descubierto recientemente y que une el lago Engolasters con el océano Atlántico.

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NARVALES www.revistatorpedo.com

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Narvales

EL GATO FILOMENUS Cristian Rubio Villaró

Pido permiso para subir al puente de mando. — Adelante — responde la voz del comandante. Trepo por la escalera, me aseguro con el arnés y salgo al exterior donde soy asaltado por el rugido del viento y un frío impregnado de humedad. Me amarro con las dos manos al resbaladizo metal de la barandilla y presencio la proa del submarino abriendo un pasillo entre la bruma del Atlántico Norte, navegando a ciegas, sin ver horizonte, la quilla restregándose sobre la superficie del océano a diez o doce nudos. Saludo al navegante y al viejo, ambos, codo a codo en cubierta, con pesados chubasqueros de goma sobre pulóveres carcomidos y botas con suela de corcho, los rostros azotados por escupitajos salados provenientes del oleaje que acomete repetidamente contra el metal del sumergible. El viejo tiene la tez amarillenta, ojos grandes e intensos y una cicatriz en el labio. El navegante, una nariz combada de aire semita y un cabello fosilizado y brillante. Sus facciones denotan que desde nuestra partida del puerto fortificado de Lorient, cinco semanas atrás, no hemos hundido ni una tonelada. Algo extraño ha detectado el operador del sonar y hemos emergido en medio del cuadrante H65 a trescientas cincuenta millas de Groenlandia, tras semanas como percas en una pecera, rastreando en busca de fantasmales convoyes.

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Narvales

— ¡Por Júpiter, oigo una hélice! —

— Werner se encuentra a 100 millas de

exclama el navegante y enfocamos, el capitán

aquí y nosotros no hemos sido.

y yo, nuestros prismáticos hacia el frente, como si las lentes de nuestros gemelos

El viejo sigue con los binóculos hacia donde

amplificaran el sonido.

apunta el índice del navegante, alzándolos repetidamente como si no diera crédito.

Una fuerte ráfaga de aire helado disipa la neblina y presenciamos el lento rotar de

— ¿Y eso? Junto a la hélice.

cuatro aspas de una hélice de bronce del tamaño de un edificio de dos plantas girando

Algo, en efecto, se mueve allá arriba, sujeto a

lentamente sobre lo que debió ser un carguero

una inestable baranda.

de primera clase. No vemos el resto del barco, sumergido, solo la popa se mantiene,

— Avante media. Nos acercamos.

milagrosamente, en vertical sobre el mar, como si la hélice, con su girar, mantuviera

— El buque se quiebra, cuidado capitán.

al cachalote metálico sobre la superficie, como una pinza pellizcando in extremis una

— ¡Avante media, he dicho! — Un extraño

enorme toalla empapada, como si el aleteo

fulgor chisporrotea en sus ojos.

de una mariposa pudiera sostener a un elefante. Alrededor flotan incendios de aceite

El submarino se aproxima cuando el

y combustible, huele a madera ardiendo.

carguero, en medio de tres o cuatro sordas explosiones procedentes de las

— Un carguero clase Cyclon — explica

profundidades, se eleva como si cogiera

el navegante.

impulso, para hundirse a la velocidad de una cerilla incendiada. Al menos una sala de

—Treinta y cinco mil toneladas…

máquinas continua en funcionamiento bajo toneladas de agua pues la hélice sigue girando

— No durará mucho, — confirma el viejo—

cuando la perdemos de vista.

un tanque inundado más y va para abajo. — ¿No habrá maquinistas vivos? — — ¿Quién lo ha torpedeado? — pregunto.

pregunto en voz casi inaudible, imaginando

El comandante encoge sus hombros

con horror a un humano a oscuras en una

huesudos.

sala estanca descendiendo hacia el fondo del

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Narvales

mar, sin posibilidad de salvación, tan solo

Es un gato.

aguardando el abismo. Del buque desaparecido queda chatarra

Los primeros días, saltándose los protocolos

flotante, unas pocas manchas en llamas y

de la armada, el capitán introduce al

un oleaje bamboleando peligrosamente al

minino en el submarino, lo seca, lo

submarino.

desparasita, lo alimenta y lo cuida como el hijo pródigo de la parábola. De nombre le

— ¿Dónde está el capitán? — digo mirando

pone Filomenus. Como un apéndice de su

a mi espalda.

cabeza lo lleva encaramado a la espalda, con los bigotes cosquilleándole los oídos.

— ¡Por Júpiter, ha caído al agua!

También se le puede ver con el gato en el regazo, presionándole las almohadillas de los pies con ternura maternal. A ratos

El viejo nada desorientado.

lo suelta para que, como una emperatriz, — ¡Rápido, un salvavidas!

se pasee sobre las bombas de presión del aceite, sortee con elegancia las palancas

El comandante bracea en dirección contraria.

de los timones de profundidad o duerma sobre la mesa de cartografía para fastidio

— ¿Qué hace?

del navegante. Cuando se aventura por los pasillos los marineros compiten en captar su

Los marineros lo atrapan a la increíble

atención, ofreciéndole comida que tras oler

distancia de cincuenta metros del submarino

acostumbra a desdeñar; si alguno consigue

y lo suben a una balsa neumática.

un mimo se siente tan importante que corre a contárselo a los compañeros o a fijarlo en

Con la piel morada por el frío sus ojos

correspondencia a los familiares.

febriles señalan los restos del naufragio. — ¿Capitán, ha perdido el juicio?

Al séptimo día despierto en mi litera, entre

— Allí, allí, allí — dice. —¡Está allí!

sudores, con un mal presentimiento. Suena Ich stand einst unterm Fenster einer Señorita de

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Algo chapotea a pocas brazas, ¿es el

Gay Lombardo en el hilo musical. Consulto

individuo de la popa, un superviviente entre

el reloj, son las tres de la madrugada; la luz

el desastre?

artificial, siempre encendida, recorre el

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Narvales

submarino de proa a popa. Pongo los pies

Siento el tableteo de unos pasos y cuando

en el suelo y me desplazo hacia la central.

me incorporo tengo la mirada vidriosa del

Del techo cuelgan chorizos y plátanos que

capitán frente a mi. Lleva una mano en el

sorteo como puedo. El olor en los pasillos

bolsillo y en la otra una pistola. Estamos solos

es nauseabundo y uno nunca termina de

y la bombilla de luz mortecina tintinea. El

acostumbrarse. Me cruzo con un par de

gato le trepa hasta la espalda y se estira sobre

tripulantes. Todos tenemos barba, llevamos

su cuello como un gimnasta, bosteza, aprieta

más de un mes sin ducharnos y aspecto de

los ojos y me observa como si yo fuera un

haber sobrevivido a un experimento médico.

planisferio del espacio exterior. La mirada

Hace poco el enfermero detectó extrañas

del comandante no resulta muy distinta.

costras en las axilas de algunos marineros, ladillas y piojos. Nuestro buque es una especie

— ¿Todo bien, capitán? — tartamudeo,

de laboratorio bacteriológico sumergido.

inquieto, por la presencia del arma.

A medio pasillo encuentro a Filomenus y

El comandante no me entiende.

me pongo de cuclillas a acariciarlo. Tiene las orejas levantadas y desea mimos. Sus ojos

— Señor, tiene la Luger en la mano.

son dos deflagraciones de color cambiante,

— ¿La Luger?

leche-miel o verde-amarillo, pequeñas

— Sí, lleva la pistola desenfundada.

estrellas circundando en implosión pupilas negrísimas: me estudia y toma la decisión de

El viejo se contempla la mano y luego

depositar en la cuenca de mi mano su suave

las pupilas dilatadísimas de Filomenus,

y caprichosa cabeza. Es entonces cuando me

buscando explicación. El felino bosteza de

fijo en el collar: una mano temblorosa ha

nuevo, alarga una patita y las uñas le asoman

inscrito las siglas U-579, nuestro submarino,

como puntas de compás.

a la cola de un ciempiés formado por otros nombres de barcos. El gato se roza con mis

— Será mejor que la guarde en mi

rodillas, ronronea y la baba le cae en perlas

camarote — dice finalmente.

por el bigote. En el anverso y reverso del collar de cuero leo: Sultana, SMS Gneisenau,

Me da la espalda y se aleja con el felino

Ertuğrul, Utopia, Regina Margherita y HMT

en los omoplatos, su graciosa testa fija en

Cameronia. En la cinta de cuero, tras U-579,

mí, sus ojos en llamas siendo lo último en

aún hay espacio para algún nombre más.

desaparecer por el pasillo.

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Narvales

Al cabo de pocos días la situación degenera.

de radio y Krupp, el ayudante del oficial

El viejo ha intentado torpedear un convoy

Diesel) mueren y sus cuerpos son arrojados

repleto de destructores a plena luz del

al mar. Doce tripulantes son esposados a

día contraviniendo las más elementales

tuberías lo largo del buque, como si fueran

normas de la guerra submarina. Todos

animales de carga a la espera de fardos. La

nuestros disparos fallan y lo sucesivo es una

situación es dantesca, nunca antes parte de

inmersión de emergencia y dieciséis horas de

la tripulación de un navío del Reich se ha

terror con cargas de profundidad estallando

alzado contra su capitán. El viejo se niega

por todas partes. Volvemos a superficie de

a regresar a puerto y ordena instalar una

milagro. Nuestro antaño precavido capitán

plancha de madera en la cubierta, al lado del

ha mutado en lobo suicida.

antiaéreo de ochenta y ocho milímetros para hacerles el paseíllo a los amotinados como

El malestar se incrementa tras dos

en un barco pirata del siglo dieciocho. Se lo

innecesarias inmersiones de resistencia en

quitamos de la cabeza durante el desayuno,

las que, por suerte, nos hemos posado sobre

pero algunos de sus defensores empezamos

el lecho marino. Ciento cuarenta metros y

a sospechar que nos hemos equivocado de

ciento sesenta metros cuando los fabricantes

bando.

garantizan la viabilidad del sumergible hasta 90. Nadie acaba de entender hasta donde

Al día siguiente el capitán se pasea por la

quería nuestro capitán hacer descender el

central con aspecto insomne, una mano en

submarino. Da órdenes con el gato aovillado

el bolsillo y la otra acariciando los suaves

sobre la nuca y corre el rumor de que ha

piececillos de Filomenus, posado, como casi

perdido el norte.

siempre, sobre su nuca.

Una semana después detectamos un convoy

— Inmersión — dice de repente.

fuertemente armado y el comandante

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manda ataque de superficie a las diez de

El navegante entorna los ojos. Otro descenso

la mañana. La oficialidad protesta y parte

inútil. El submarino se pone a trabajar a

de la tripulación va más allá y se amotina.

regañadientes. La maniobra es siempre igual

Tenemos que defender al viejo (al fin y al

pero la tripulación disponible se ha reducido

cabo es el comandante) y se efectúan algunos

casi a la mitad. La orden sale del puente, la

disparos. Dos cabecillas (Johan, el operador

batería antiaérea se resguarda en la torre,

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Narvales

las diesel paran máquinas, la eléctrica coge

la albura de un árbol. Desde su privilegiada

el relevo, los tubos de escape se cierran

posición en los hombros del comandante nos

y la orden continúa su itinerario hasta

observa. En la central estamos el ingeniero,

que el último oficial de guardia bloquea la

el navegante, nuestro artillero, dos técnicos

portezuela de seguridad por donde acaba de

y yo.

descender. Todo queda cerrado a presión. — Ciento treinta metros. Filomenus lanza un perezoso maullido y el Nadie sabe lo que soporta un submarino tipo

comandante dice:

VII-C. Los que superaron la cifra fatal nunca — A proa arriba diez, a popa arriba

volvieron para dárnosla y los que volvieron

quince.

no pueden asegurar haber llegado a la profundidad máxima.

Las válvulas de las cámaras dejan escapar el aire que sostiene la nave y esta empieza el

Un sonido a metal oxidado nos atraviesa de

descenso en medio de un sonido de pesadilla.

la gorra a las botas. El navío se estremece.

Al cabo de un rato ya no se oye el chapoteo

A alguien le castañetean los dientes, pero el

de las olas contra el casco ni el rumor de los

viejo continúa su trance.

motores de combustión, solo un zumbido eléctrico y el silencio del fondo del mar.

— Ciento setenta metros. — Capitán…

— Sumergidos, señor. No tocamos fondo porque estamos sobre — Cincuenta metros.

un foso de trece mil pies. Empiezan a saltar remaches como champán descorchado y las

El gato maúlla y el capitán indica descender

bombas se ponen en funcionamiento para

más.

contrarrestar las vías de agua. Músculos en tensión y respiraciones largas.

— Ochenta metros. Otro maullido. Los ojos del gato, verdes como crisolita, cambian a amarillos y luego al color claro de

— Ciento noventa metros.

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Narvales

Un velo cubre los antaño brillantes ojos del

Habla el navegante. — ¡A superficie!

capitán.

¡Rápido, todo el mundo a popa!

— Doscientos diez metros.

El submarino se endereza, la proa se orienta hacia arriba e iniciamos el ascenso salvador

La estructura del sumergible vibra bajo

gracias al contrapeso y a los motores

toneladas de peso y las luces se apagan; la

eléctricos de setecientos cincuenta caballos.

histeria recorre los pasillos. Tardamos seis larguísimos minutos en — Doscientos treinta metros.

regresar al mundo de los vivos. El capitán, junto a Filomenus, es encerrado en el

En la oscuridad, en medio de los crujidos

camarote de comandancia.

escucho susurrar al navegante y al ingeniero. Nos hemos librado. Permitimos a los

Van a actuar.

prisioneros volver a sus puestos e intentamos — Doscientos cincuenta metros.

recobrar cierta normalidad. El navegante toma el mando. Treinta minutos después, de

Un estruendo terrible. Los chorros de agua

los bajos de la puerta del camarote escapa

entran por doquier, como duchas instaladas

un humo negro que pronto invade hasta

por un fontanero loco, y la presión en los

el último rincón del submarino. Se paran

oídos se torna insoportable.

máquinas y se reparten máscaras antigás que se empañan en cuanto nos las ponemos.

— ¡Por todos los dioses del Olimpo,

Abrimos escotillas, incluidas las de la cocina

capitán! ¡El buque se pierde!

y evacuamos momentáneamente al personal prescindible a cubierta. Desatrancamos la

Otro maullido. A oscuras, los brillantes ojos

puerta del camarote y apagamos el fuego

de Filomenus indican donde está el viejo.

con un extintor. Sacamos el cadáver medio carbonizado del capitán, apenas pesa

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— Doscientos sesenta metros.

cincuenta quilos. No hay rastro del gato.

Escucho un forcejeo, gritos, el capitán está en

Necesito respirar. Trepo por la escalerilla,

el suelo. Se queja.

subo a cubierta y me quito la mascara. Como

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danzantes borrachos la tripulación hace

Un sucedáneo de mi cadáver se sumerge en

aspavientos y tose al aire libre. El mar está

las eléctricas y heladas aguas de Groenlandia.

calmo y no hay nubes, el cielo se asemeja a

Contra pronóstico aún no estoy muerto y la

una sábana.

adrenalina, como un chute triple de Pervitín, activa mis extremidades y me obliga sacar

— ¡Agarraos a las barandillas,

la cabeza para respirar. Los muchachos

mamarrachos, u os perderéis! — grita el

han desaparecido, también el navegante.

navegante con los ojos fuera de orbita.

El océano Atlántico está accediendo al U-579 por un boquete del tamaño de un Kübelwagen

El tropiezo de un par de marineros no es

y ochocientas toneladas de acero aleado,

lo único que le preocupa. Estamos varados

maderamen y wolframio se hunden en

en medio del mar en una zona infestada de

cuestión de segundos entre enormes burbujas

aviones enemigos. Cuadrante H72. El cielo

blancas. Antes de hacerme a la idea, mis brazos

está despejado como el plato de un mendigo

se agarran al lateral de la barca de salvamento

y una columna de humo oscuro se eleva

y me desparramo sobre lonas y pertrechos.

indicando nuestra posición. Todo ha sucedido

El avión se aleja. Donde flotaba un orgulloso

deprisa y somos un blanco perfecto.

ejemplar de la Kriegsmarine ahora no hay más que el oleaje sobre el que se columpia mi bote.

— Debemos sumergirnos — apremia el

Solo, sin apenas sustento, con la ropa mojada,

navegante.

sin previsión de ayuda, pienso en el gato y su collar, y en nuestro nombre inscrito al final de

Entonces Zörner, uno de los fogoneros de

una larga lista de buques.

la eléctrica, señala un puntito negro en el horizonte, empieza a gritar y se desencadena el caos: treinta personas luchan por bajar por la escotilla. El sonido del bombardero, un Mosquito o un Bristol, llega un minuto antes de que empiecen a caer las bombas. Algunos empiezan a poner en funcionamiento el ochenta y ocho y otros lanzan un bote neumático, pero la primera bomba impacta en la torre de mando y salimos despedidos al mar en direcciones aleatorias. Gritos.

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Epílogo...

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Narvales

Cuaderno de bitácora del destructor británico HMS Intrepide. 11/10 Mar picado. Visibilidad restringida. 12/10 Sin novedad en ruta. 13/10 Cuadrante H71. Sin novedad en ruta. 14/10 Sin novedad en ruta. 15/10 Avistamos bombardero amigo. 16/10 Cuadrante H72. Hallamos lancha de salvamento alemana con el cadáver congelado de un tripulante. Pertenece al U-579. Bajo las lonas hallamos un gato vivo. Tirita de frío. El capitán lo ha tomado bajo su protección y lo ha llamado Filomenus.

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Secciรณn

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Narvales

MONSTRUO Hermanos Alquézar

Cuando el doctor quiso retrasar la expedición

había degenerado. Incluso entre Pereira y

otra semana más, el ambiente no podía

Kieslowsky, que llevaban años compartiendo

estar más envenenado. Hasta entonces la

camarote sin conflicto alguno, surgió una

hostilidad se había centrado en el doctor

repentina enemistad a raíz de una riña

Toelpe y, por extensión, en los dos becarios

absurda (que si el portugués roncaba, que si

que le acompañaban (aunque luego a estos

al polaco le olían los pies).

dos últimos se les llegó a respetar a raíz de que uno de los marineros vio como

El suboficial se lo advirtió al capitán.

escupían en el plato del doctor cuando

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este no miraba), pero, a partir de la sexta

— El doctor Toelpe es un demente y está

semana, la crispación era generalizada. Todo

minando la moral a bordo. Hay que

el mundo andaba de mal humor, las tareas

pararle los pies o nos tendrá navegando

se realizaban de mala gana, en las comidas

en círculos eternamente. Acabará por

apenas de hablaba y la higiene del barco

volvernos locos a todos.

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El capitán intentó hacer entrar en razón al

suyo en un pesquero) y que este le había

doctor, pero este se resistía. Les decía que

descrito el hundimiento y el “monstruo” que

estaban a punto de ser protagonistas de un

lo causó; una “bestia gigante con escamas

acontecimiento histórico, que encontrar a

y tentáculos”. Pero a pesar de creer en la

la criatura era cuestión de tiempo y sería

existencia de la criatura, tampoco era

recordado como el descubrimiento científico

partidario de seguir buscándola ni sentía

más importante del siglo. Pero el capitán

simpatía alguna por el doctor Chiflado. Lo

sabía que a su tripulación se la traía al pairo

único que quería, como todos los demás, era

la ciencia y que, además, todos dudaban de

volver a tierra de una puñetera vez.

que hubiera tal «criatura», la que se decía que había hundido el Ulyses, y a la que andaban

Tras argumentos, amenazas, reproches y

buscando desde hacía siete semanas; que no

súplicas, el capitán consiguió que el doctor

era sino una fantasía, una quimera que se le

accediera a dar por concluida la expedición a

había puesto entre ceja y ceja al oceanógrafo

cambio de un día más de navegación.

alemán. Lo que al inicio era escepticismo moderado, ahora era ya total desprecio por

Pasó aquella jornada sin novedad alguna,

el doctor y sus investigaciones. Se le había

salvo una leve mejora de la moral de abordo.

otorgado incluso el apodo de doctor Chiflado (aunque el suboficial intentó durante algunos

Al día siguiente el azar quiso que se

días que calara otro mote, de creación

encontraran con unos atunes muertos flotando

propia y ciertamente pretencioso —«doctor

en la superficie del mar. Toelpe entró en

Ahab»—, que no tuvo demasiado éxito entre

frenesí. Estaba convencido de que aquello era

los marineros).

una señal de que estaba cercando a la criatura, de que por fin había encontrado su rastro.

Tan sólo el jefe de máquinas no dudaba de la existencia de la criatura, ya que, según

— Son unos atunes muertos, no significan

contaba, conocía personalmente a uno de los

nada — le dijo el capitán.

supervivientes del Ulyses (viejo camarada

Toelpe insistió en que deberían alargar la

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Narvales

expedición que ya estaban muy cerca «del

más álgido de la discusión, cuando los

mayor descubrimenta del siglo veintiuna».

objetos que comenzaban a volar eran ya más amenazantes (cigarros encendidos, botellas

— Hay que estudiar la zona, rastrear el

llenas) y los insultos más gruesos («hijoputa»,

perímetro, instalar una sonda…

«Kartoffel de mierda»), emergió súbitamente del mar y se elevó en el aire un tentáculo

— ¡Son putos atunes muertos!

escamado de veinte metros de altura, blanco y translúcido, que descendió luego a gran

Se generó una discusión en cubierta. Los

velocidad, formando un arco, y barrió la

marineros se negaban a ayudarle, para

cubierta llevándose al doctor por delante.

ellos aquello no era más que una excusa

Desaparecieron bajo el mar, tentáculo y

para retrasar una vez más la expedición y

Toelpe, levantando un muro de agua al caer.

alimentar la locura del doctor Chiflado. La tripulación quedó inmóvil y muda, — Vosotros no entienden. Criatura muy

algunas bocas abiertas, ojos desorbitados.

serca ahorra mismo. Es cuestión de

Todavía pasaron tres o cuatro minutos hasta

pequeña paciencia.

que el capitán rompió el silencio:

El doctor no bajaba del burro, los marineros

— Diremos que se cayó al agua y se ahogó

comenzaron a insultarle («pirado», «viejo

él solo.

chocho») y tirarle pequeños objetos (mecheros, botellas de agua vacías), el

Los becarios estuvieron de acuerdo.

capitán se debatía entre el mantenimiento del orden en el barco y dar rienda suelta al odio que sentía por el doctor. En el punto

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NESI, EL MONSTRUO DEL GUADALQUIVIR Pablo García Márquez

La primera víctima fue hallada una mañana

jubilado que precisamente sacaba a pasear a

de domingo entre las seis y las seis y cuarto

su perro y vio a los muchachos cinco minutos

en la zona del camino viejo de la Algaba,

después de las seis, el hombre escuchó un

en la orilla opuesta al parque del Alamillo,

alarido proveniente de un varón y gritos de

no muy lejos del edificio abandonado de la

terror de una chica. Alarmado, decidió avisar

Renfe, aunque por algún tiempo se mantuvo

a la policía, que cuando llegó al lugar, sobre las

en secreto por parte de las autoridades por lo

siete, solo pudo certificar la desaparición del

imposible del relato de la testigo P.R, menor

chico entre restos de sangre y partes del cuerpo

de edad. Según lo que contó una temblorosa

desmembrado y encontró a la menor en un

adolescente, ese día estaba discutiendo con

estado en el cual era imposible razonar con ella.

su expareja Carlos Muñoz, natural de San

Pocas horas más tarde, la división de los buzos

Jerónimo, con motivo de la ruptura que había

de la Guardia Civil encontraba los restos del

ocurrido la noche anterior en la Plaza de la

chico debajo de la pasarela de San Jerónimo,

Papachina no muy lejos del río, y que según

a escasa distancia del suceso. La joven fue

los vecinos había estado repleta de escenas

acusada de crimen pasional y la noticia apenas

dramáticas y tensión entre los jóvenes.

ocupó unas escasas líneas en algunas ediciones de los periódicos locales entre los acalorados

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En un estado de embriaguez y entre

debates sobre la ampliación de un día de la

reproches y lloros, como pudo corroborar un

Feria de Abril de la ciudad.

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Narvales

Sin embargo, desde el principio los forenses

posibilidad de un ajuste de cuentas a altas

arquearon la ceja al descubrir el cadáver de

horas de la noche, pronto todo se vino abajo

un varón mutilado y desmembrado con claros

ante las declaraciones de varios oficiales y la

síntomas de mordedura en la parte del tórax

revelación de un caso anterior que intentaba

e hinchado tras muchas horas bajo el agua.

esconderse. El momento definitivo fue la

Las instrucciones por parte del juez instructor

exposición ante las cámaras en un famoso

fueron decretar secreto de sumario y cogerse

programa televisivo de coplas del tío de

vacaciones mientras la menor era ingresada

la menor del primer ataque y un artículo

por un cuadro de estrés postraumático ese

aparecido poco antes de un responsable de la

mismo día, con un relato de lo sucedido que

morgue que daba cuenta del estado del cuerpo

oscilaba entre lo incrédulo y lo imposible:

de la víctima inicial.

un pez con dientes como sierras que atacaba de pronto cuando se encontraban apenas a

Las redes sociales ardieron. Tardaron

unos centímetros del agua y que reía mientras

poco con dar con el hashtag adecuado, y

devoraba a la víctima.

durante horas #elmontruodelguadalquivir – realmente el error ortográfico no evitó

El ayuntamiento decidió confiar en la justicia

que fuera trending topic nacional durante

para enterrar un caso que no era posible,

varias horas– y #terrorenelguadalquivir

ni conveniente, resolver ni entender. Pero

convivieron pacíficamente hasta que llegó

desgraciadamente, solo dos días más tarde,

el que iba a ser la frase estrella a partir

en la zona del Muelle de las Delicias, en la

de entonces, inventado por un usuario

zona más opuesta a donde había acontecido el

anónimo @PajoleroTrianero, que pasó de

primer ataque, unos turistas divisaron parte

los cien seguidores a influencer de por vida

del cuerpo de otro varón, Alejandro Pico

en cuestión de minutos. Fue así como a la

Naranjo, conocido empresario de la noche

mañana siguiente todo el mundo hablaba

encontrado junto a la orilla, en un estado

del Nessie del Guadalquivir, aunque

similar al de la víctima anterior.

popularmente y por la deformación del inglés al pasar al español, se mentaba simplemente

Esta vez no pudieron evitarse ni las fotos en

como ‘El Nesi del Guadalquivir’.

todos los periódicos nacionales ni la alarma social y aunque durante las primeras horas

A partir de entonces se divisaron ataques

las autoridades intentaron dejar caer la

constantemente, aunque como ocurrió con

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Narvales

el famoso caso de Iñigo Fatuarte, médico de

por la testigo y los expertos, una especie de

profesión y presidente de una asociación que

ornitorrinco con garras y doble fila de dientes

abogaba por la implantación total de la bici

afilados, en una tienda de ‘souvenirs’ del

en el panorama urbano, se trataba de falsas

centro decidieron poner a la venta un abridor

alarmas. Futuarte denunció que el monstruo

de cervezas con forma del monstruo de lago

había atacado por sorpresa a su esposa,

Ness con sombrero cordobés.

María Dolores Peña, natural de Chiclana, y que él había tratado de defenderla mientras paseaban por el camino de los pescadores justo debajo de la calle Betis. La policía no tardó demasiado en descubrir que tras una discusión sin importancia en el hogar familiar, el médico había golpeado con un martillo la cabeza de la mujer y que espantado, transportó el cuerpo sin vida de la víctima hasta arrojarlo junto al río con ayuda de otro implicado.

La ciudad, conmocionada, se transformó. Los paseos junto al río disminuyeron y a todas horas lanchas de todos los cuerpos de seguridad rastreaban el río. El pánico era palpable y hasta la costa de Cádiz se resintió de turistas -la mayoría sevillanos- que solían visitar las playas. El ayuntamiento se encontró con una situación política complicada y el sector turístico se vino a pique, resultando en una subida del paro sin precedentes. Durante todo ese tiempo la ciudad se movió entre el comprensible pánico y cierta actividad lúdica y cultural. Aunque la descripción física del monstruo había sido corroborada

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a consolidarse como lugar turístico

El éxito fue inmediato.

mientras la economía dependía cada vez Pronto se pusieron en circulación toda

más de los extraños sucesos. El ambiguo

clase de artículos, entre los que destacaba

pero conocido monumento de Chillida

un abanico donde se veía al bicho bailando

(1924-2002), al parecer un homenaje a la

sevillanas. El éxito fue tal que pronto

tolerancia y que se encontraba junto al paseo

empezaron a aparecer otros monstruos a

Colón, fue sustituido por el ya reconocido

lo largo de la geografía peninsular, como

mundialmente Nessie con sombrero

el caso del Nesi de Soria, cuyo logo era

cordobés e incluso la portada de la Feria

otro monstruo del lago Ness pero más

versó en una polémica edición sobre nuestro

pequeño, sonriendo y montado en un caballo

simpático amigo.

numantino. Los alquileres de la zona del primer ataque Meses más tarde, durante la Feria, se

se dispararon y la fisonomía de esa parte de

popularizó una canción cuya letra incluía

la ciudad, normalmente más empobrecida,

una alusión directa a Nesi, como eran esas

cambió por completo. Fue en un visto y no

primeras estrofas:

visto cuando aparecieron apartamentos turísticos que desplazaron a la población autóctona por alemanes e ingleses.

‘Al pasar por el puente de Triana Nesi me miró, Nesi me miró

Incluso Hollywood no pudo evitar trasladar

y un ojo me guiñó’.

a Sevilla el rodaje de una conocida saga de Para entonces los licenciados en periodismo,

acción que incluía a la querida estrella Tom

humanidades y medios audiovisuales que

Cruise en el papel protagonista, pero las

trabajaban en los ‘Free Tours’ comenzaron a

reacciones fueron negativas cuando se pudo

hacer rutas basadas en la macabra historia

comprobar que la cinta mezclaba a Nesi, la

del monstruo y la leyenda que aseguraba que

Semana Santa y a los Castellers de Cataluña

por las noches se podía oír al famoso bicho

en un extraño refrito que recaudó quinientos

reír y preparar su próximo ataque.

millones de dólares en todo el mundo, principalmente en China.

Así, años más tarde de los dos únicos ataques conocidos, la ciudad volvió

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Una década más tarde, podemos comprobar el agotamiento del modelo turístico de una ciudad que no ha conseguido renovarse más allá de la Exposición de Monstruos Marinos -inaugurada por el rey- , que aconteció en la Cartuja y de la que no se le sacó más rédito que unos nuevos edificios ocupados hoy por todas las consejerías habidas y por haber de la Junta de Andalucía. Nada se sabe de Nesi y ya apenas son noticia los avistamientos de la mascota oficial de la ciudad de Sevilla, más allá que esporádicamente sigue apareciendo el cuerpo de una mujer al que su pareja hace pasar, infructuosamente, por otra víctima más.

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Narvales

DEMONIOS DE MAR Ollin Rafael

El cielo es gris como solo puede serlo

que ha traído la corriente. Va hasta

cuando amenaza tormenta. La mañana

allí saltando un murete de ladrillo

se ha levantado demasiado fría para

y se acuclilla para buscar cangrejos

la época del año que es. La casa se

ermitaños. Cuando encuentra uno

encuentra en una calle cerrada que

lo mete en un frasco de vidrio que

termina en un pequeño muelle de

ha llevado para ese fin. Un pequeño

cemento. El niño no logra dormir más,

crustáceo bajo el caparazón de un

es el primer día de las vacaciones y está

caracol saca sus antenas extrañado, las

entusiasmado. Después de vestirse con

patitas le resbalan en el cristal.

un pantalón corto y un polo, sale de la casa por la puerta de atrás, escucha el

Cuando se sube al coche y pregunta

ruido de la cocina donde ya se trabaja

por su abuelo, Tito le responde que hoy

y cruza el jardín hasta la calle que

saldrá más tarde, que tiene cosas que

recorre hasta el final. El olor del agua

hacer.

es una de las cosas que más recuerda cuando no está allí, es lo primero que

—Me pidió que te llevara de pesca, si

anhela, después viene todo lo demás.

tú querías — dice mientras enciende el coche, apaga el cigarrillo y lo lanza

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Junto al muelle hay una pequeña playa

a través de la ventana que ya está

de arena oscura, llena de algas y ramas

subiendo.

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sobre los bellos paisajes que forma el — Bueno — le contesta el niño. En el

monte oriental…

espejo, los ojos cansados y enrojecidos de Tito lo observan divertidos como

El cielo parece tranquilo, se ven

invitándolo a alegrarse. Y pese a lo

balancear las palmeras como si el

lacónico de su respuesta, la verdad es

viento las impulsara al ritmo de la

que la idea lo emociona, le encanta ir

música que emana de los altavoces.

a pescar. Aunque ya está dejando de

Los asientos del interior son de piel

ser niño, todavía se siente atraído por

negra, suaves al tacto, con un olor

los juegos infantiles: disfruta en el

que recuerda a un armario antiguo

barco sintiéndose pirata o explorador,

bien conservado. Las molduras,

mirando el fondo del agua e

igual que el salpicadero, tienen estilo

imaginandose a los monstruos que por

moderno a la vez que clásico y no se

allí podrían vagar. Ha crecido leyendo

hubieran visto fuera de lugar rodeadas

las novelas de Salgari y Julio Verne.

de rascacielos y grandes avenidas, incluso el nombre del coche provoca

— Entonces vamos primero a

esa idea: New Yorker. Sin embargo,

desayunar — le dice cuando cruzan la

en lugar de la Quinta Avenida, el niño

barrera que sostiene el guardia de la

desayuna mirando hacía el paseo

urbanización y casi sin interrupción

marítimo a través de los ventanales del

le pregunta — ¿te gusta la música?

restaurante. Tito ha ido a comprar lo

¿Puedo poner?— antes de haber

necesario para el día en el mar.

recibido ninguna respuesta enciende la radio y de ella surgen los compases

Una vez en el agua, Tito le hace una

de una balada alegre que Tito coge

señal para que coja el timón. Lo hace,

al vuelo — va’l carretero cantando,

pero se siente inseguro, no es como se

conduciendo la carreta, que de caña va

lo imaginaba, el barco responde muy

repleta y nada se está ganando. Cual

lentamente a sus órdenes y el viento

montuno platanal, haciendo la caña a

y las olas parecen ser elementos más

la prisa, convirtiéndola en huarapo, se

importantes que sus delgados brazos

ve a lo lejos “el central”, que bonito es

de niño.

contemplar los transparentes celajes,

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Narvales

— Agárralo fuerte y mantenlo en esa

todos juntitos, agarrados unos a otros

dirección –le dice señalando un punto

para que la corriente no los arrastre, y

en el horizonte—.

así los atrapamos, a todos de una.

— De acuerdo — responde sin saber

El niño mira el mar e imagina las

muy bien que significa agarrar fuerte

corrientes marinas como torbellinos

un timón que es de su tamaño y

en el fondo que arrastran todo lo que

tampoco muy bien dónde está el punto

se cruza en su camino, ve a los peces

que le señala. La costa cada vez está

girando sin control hacia arriba.

más lejos y Tito se mete al camarote bajo la cubierta.

— ¿Y cómo sabes lo de los pulpos? — pregunta, con los ojos iluminados.

Unos minutos después sale cargado con algunas bolsas de plástico, cosas

— Soy pescador — responde Tito y

que ha comprado para el día, refrescos,

como si aquellas palabras hubieran

queso envuelto en cera, pescado, y lo

invocado al tiempo, las olas dejan

va acomodando en las hieleras que hay

de chocar contra el casco del barco y

bajo los asientos de popa.

el viento cesa. El mar, ahora parece una enorme tabla azul. Permanece

— Buen día para pescar — dice

tan silencioso que es antinatural.

ofreciéndole un refresco.

Entonces Tito toma los mandos de la nave y los apaga. El barco se balancea

— ¿Sí? — pregunta el niño un poco

ligeramente inclinándose primero a

incrédulo, apretando el timón entre

babor y después a estribor.

sus dedos. El viento le da en la cara y tiene la sensación de que las olas son

— Bueno, era pescador… — dice

enormes.

soltando el ancla que se hunde rápidamente — antes de trabajar para

— El mar está movido y eso saca a los

tu abuelo.

peces para arriba. Son los mejores días

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para ir por pulpo — explica y se queda

Es la primera vez que el niño está con

pensativo —. Son muy listos los jodidos

Tito a solas, nunca antes había tenido

y se van al fondo, los encuentras a

tiempo de escucharlo, era más bien

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Narvales

como una presencia obvia, como la

— Hace veinte años — dice mirando al

casa y tan antigua como ella. No tenía

horizonte como si se buscara en cada

recuerdos antes de él, siempre había

uno de los días que habían pasado

estado allí, era un elemento esencial de

una vida entera que no le pertenece.

las vacaciones en que él motu proprio

El niño lo observa sin comprender

iba a visitar a su abuelo mientras sus

del todo aquel momento y se siente de

padres se quedaban trabajando en

alguna manera apenado aunque no

otra ciudad. Lo recordaba saludándolo

termina de encontrar el sitio exacto

amablemente cuando iba a recogerlo

del que emana esa tristeza como si se

a la estación de autobuses, limpiando

tratara de un fenómeno atmosférico

el coche por la mañana antes casi

más que se hubiera manifestado justo

que saliera el sol, hablando con el

en ese momento como una ráfaga de

jardinero mientras esperaba. Casi

viento o una lluvia imprevista.

siempre esperaba, esa era su principal función. Esperar fuera de la casa.

Han cogido ya algunos peces, sin

Esperar en el estacionamiento. Esperar

embargo, todos demasiado pequeños

en el restaurante. Esperar. No sabía

por lo que los devuelven al mar. Tito

si tenía familia, quienes eran o qué

los sujeta con fuerza, boqueando

hacía en su tiempo libre, eso no existía,

entre sus correosos dedos, al mismo

era una realidad inimaginable. Pero

tiempo que tira del cordel hasta que el

ahora estaban aquí, hablando entre

estómago les sale por la boca, parece

ellos y esa existencia inaudita fuera de

imposible que sigan vivos, pero lo

lo que era esperar, se abría como un

están. Con agilidad, les extrae el

universo entero. El niño se sorprendió

anzuelo enterrado, les mete las tripas

al descubrir a aquel hombre de piel

empujando con los dedos índice y

oscura, de cara tiznada y de ojos

anular de la mano derecha y los lanza

redondos y cansados como un sujeto

al mar.

separado de su propia existencia, de la existencia de su abuelo, de sus

— Antes pescaba de todo, pero lo que

padres, del jardinero, de la casa, y se

más dinero ha dejado siempre es el

sintió por un segundo terriblemente

pulpo… ¿Sabes cómo se pesca? — le

avergonzado de jamás haber tenido en

pregunta con interés y el niño mueve

consideración esa posibilidad.

la cabeza de un lado a otro. —Pues es

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Narvales

de lo más fácil — dice y después guarda

La noche se resquebraja en la

silencio.

madrugada y la cúpula marina bajo la cual bucea se enciende con

—¿Por qué? — pregunta el niño

una luz fría que apenas es capaz de

sabiendo que es lo que espera Tito para

iluminar un fragmento de agua. El

continuar. Éste deja de echar peces

corazón le late con lentitud, lo nota

al agua, saca un cigarro del bolsillo

en los oídos y la calma inunda su

de la camisa que lleva desabotonada,

pecho como si un trozo de mar se le

enciende un cigarro y sonríe.

hubiera metido dentro. Los segundos se dilatan haciendo que el mismo

— Solíamos ir mis hermanos y yo

tiempo adquiriera la forma del agua.

en la lancha de nuestro papá, un

Es entonces cuando lo percibe. Las

bote viejo con el motor oxidado. Nos

corrientes cálidas cambian de carácter

levantábamos muy temprano, dos o

y se vuelven más agresivas, violentas

tres horas antes de que saliera el sol…

casi, el espacio se transforma por completo y el océano se agita con

Ramón, que es el que lleva la lancha,

la presencia de una masa enorme y

los deja en lo que parece el centro

sin forma. La distingue girando en

de la noche, dentro de un silencio

torno suyo, pero no la ve. Recuerda

abrumador, uno a varios kilómetros

las historias que de niño le contaba

del otro. Cuando lo dejan a él, Tito

su abuela sobre los demonios

se sumerge y lo primero que hace

del mar, seres que cuidan de los

es mirar a su alrededor, al océano,

habitantes marinos, pero también

pero normalmente a esa hora no

de los pescadores, manteniendo

logra ver nada, apenas sus brazos y

un extraño equilibrio natural. Y tal

piernas agitándose lejanos. Sintiendo

vez por eso, Tito no tiene miedo, los

como si nada importara al lado de

conoce demasiado bien. Él les teme a

este inconmensurable vacío, se deja

otras fuerzas más siniestras, poderes

arrastrar por las corrientes más cálidas

intangibles que lo mantienen hundido,

que lo sostienen con ligereza a pesar

pero sin matarlo, boqueando como

de los plomos que lleva en la cintura.

pez al aire. Estas fuerzas le generan una angustia que supera cualquier

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Narvales

otro temor y que sube reptando

le clava el arpón, después sube a la

hasta las chozas más pobres, las que

superficie y toma aire. Cuando está

se encuentran cerca de la playa, de

arriba, coge la línea de pesca que

tejados de palma y ventanas como ojos

también está sujeta a la boya y ensarta

negros abiertos al mar.

al pulpo como una perla en un collar. Una y otra vez. A veces, los tiburones

Allí juega un niño en el suelo con los

vienen atraídos por la tinta y la sangre

mocos escurriendo, la cara sucia, las

y entonces no se puede hacer nada, hay

manos resecas. Juega con trozo de

que quedarse quieto y esperar a que se

plástico mientras un perro flaco se

lo lleven todo.

rasca las pulgas. Imagina su madre que se hará grande, que irá a la escuela.

El trabajo es peligroso. Cada vez que

Más allá no puede soñar, no le alcanza la

se baja se debe estar convencido de

imaginación. Piensa también en el padre

que se podrá regresar, el oxígeno es el

del mocoso, en Tito, metido en el mar

que hay en los pulmones y es escaso.

y le reza a la Virgen de la Candelaria.

Puedes marearte y la cabeza jugarte

La angustia, ahora con nombre y cara,

malas pasadas. El mar es un diablo y

se desliza playa abajo, se sumerge en el

te lleva cuando quiere. A su padre se lo

mar y va en busca del otro.

llevó. Solo encontraron sus chanclas viejas en la playa. Tito lo buscó durante

Arriba el mar está agitado, el viento

una semana pero sin ningún resultado.

levanta cortinas de agua y las olas

El funeral sin cuerpo fue en la única

chocan confusas. La lancha y Ramón

habitación de la casa, pusieron un

son solo un punto sobre una cresta

retrato de él con sombrero y paliacate.

lejana, pero debajo Tito avanza

Aquí no es raro velar a los muertos

dentro de una aparente calma,

sin el cuerpo. Mal de pescadores.

parece moverse sin dificultad y, sin

Dicen que a su padre se lo llevaron los

embargo, las corrientes son fuertes. El

demonios del mar—.

hombre es ágil y se mueve entre ellas como un pez, siempre un poco más

Pero Tito no cree en los demonios ni

abajo. Cuando llega al fondo nada en

en sirenas ni en pulpos gigantes, a su

paralelo a la arena buscando al animal

padre lo mató la pura tristeza.

escondido y cuando lo encuentra

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Narvales

— Lo de los permisos nos vino a

punto, pero una mañana, mi mujer me

arrebatar lo poco que teníamos —dice

despertó, tenía los ojos desorbitados

al terminar el relato.

y me decía que había mucho ruido fuera. Se escuchaban camiones y gente

— ¿Qué permisos? — le pregunta el

gritando. Me puse los pantalones y

niño confundido, y una leve sospecha

salí corriendo, así sin camisa y sin

empieza a anidar en su mente.

nada. Había un montón de policías y trabajadores del ayuntamiento.

— Los de pesca — contesta casi de

Estaban subiendo nuestras lanchas en

forma automática y con una inflexión

camiones. Reconocí la roja de mi viejo

neutra. — Al principio seguíamos

subida en uno y fui a por ella. Le dije a

haciéndolo a escondidas, a fin de

un hombre que se encontraba junto al

cuentas, era lo único que sabíamos

camión con una librea en la mano que

hacer, pero cuando el viejo desapareció

esa era mi lancha y que la tenía que

tuve que pensar en mi familia y el

bajar, él me miró de arriba abajo y me

ingeniero me ayudó. Por eso trabajo

pidió el permiso para tenerla.

para él—. Cuál permiso ni qué permiso, le dije —¿Pero por qué se los quitaron? —

gritando. Del permiso para el uso de la

pregunta el niño mientras nota como

lancha, me dijo con una tranquilidad

un nudo le crece en la garganta.

que le hubiera partido la cara. Las órdenes dicen que nos llevemos todas

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—Porque son unos hijos de puta —

las que no lo tengan, así que si no me

dice y se le encienden los ojos como

lo enseña, me la llevo. Pues no se la

dos carbones incandescentes—, decían

lleva, le dije y me trepé al camión, la

que lo estábamos haciendo mal, que

gente estaba gritando. Ahora mismito

estábamos acabando con el pulpo,

la bajo, ¡cabrón! Pero antes de que

con el mero, con la langosta y con

pudiera subirme, sentí un latigazo

todo. Intentábamos tramitarlos pero

en la espalda y me caí en la arena, un

siempre nos faltaba algún papel. Al

policía me había dado bien. La gente

principio no pasaba nada, seguíamos

empezó a gritar más fuerte y se armó

pescando sin los dichosos permisos y

un desmadre bueno.

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Narvales

Cuando los camiones se fueron solo

menos seguros, más incómodos, y para

dejaron manchas de gasolina, trozos de

cuando llegaron al zócalo, la plaza de

madera y algunas redes rotas que poco

la Constitución, se sentían como peces

a poco se llevó el mar. Y para cuando

fuera del agua.

salió el sol, apenas quedaba nada.

La plaza es grande y está rodeada El viejo no dijo ni una sola palabra,

de edificios coloniales construidos a

simplemente se quedó mirando la playa

principios del s.XVII con madrépora

vacía. Una semana después desapareció

gris bien conservados. La parte

dejando sus chanclas detrás.

peatonal está llena de jardineras con palmeras y flores. Los pasajes entre

González tenía un camión de carga, de

las plantas confluyen todos en un

esos grandes con rejas de madera y allí

elegante kiosco circular que durante

que nos trepamos algunos. Después,

los fines de semana hace de escenario

de no sé dónde, aparecieron otros

para las bandas de música que tocan a

más y se subieron los que faltaban.

la caída de la tarde cuando el calor y la

Íbamos todos, las familias enteras.

humedad dan tregua y son sustituidos

Traqueteando por aquellas carreteras

por una agradable brisa marina.

de tierra, apretados, sudorosos, pero

La plaza se llena de gente, vestidos

dispuestos a todo para recuperar

blancos, tacones negros y sombreros

nuestra vida. Vi a mi mujer subirse

de palma.

a otro camión con el niño colgando del brazo. No nos quedaba nada, pero

Los arcos del edificio de gobierno se

tampoco teníamos miedo.

abren hacia el frente, es un edificio de estilo toscano, con una torre de reloj

Iban a la capital del estado a ver

en un lateral y grandes ventanales y

directamente al gobernador por el que

balcones. Debajo de los arcos y justo en

la mayoría de ellos había votado. Él

el centro hay una alta reja metálica con

los escucharía. Sin embargo, a pesar

puertas de hierro forjado ricamente

del coraje que los había impulsado

adornadas que dan paso a una escalera

a subirse a los camiones, conforme

de mármol blanco flanqueada por

entraban en la ciudad se iban sintiendo

un imponente pasamanos de bronce.

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Narvales

Más arriba, en la pared que enmarca

ojos pero nosotros a lo nuestro. Allí

el descansillo y justo en donde la

nos quedamos… diez días enteros.

escalera se divide en dos abriéndose

A la mañana del undécimo día, un

hacia afuera y hacia atrás, hay un

funcionario bajito vino a explicarnos

cuadro en el que está representada

que teníamos que irnos, que aquello

la fundación de la ciudad. El último

empezaba a oler mal y que la gente se

tramo de escaleras desemboca en

quejaba. Nos prometió que cuando el

una balaustrada que rodea el patio de

gobernador volviera de su viaje nos

armas y desde el cual se puede acceder

mandaría llamar y que ya veríamos

al salón de cabildos cuya vidriera se

cómo todo se arreglaba. Nosotros ya

abre a la plaza de la Constitución con

habíamos perdido las ganas de bronca,

su kiosco de techo octogonal de latón,

y el hambre hacía estragos, algunos

sus largas palmeras, su alegre ruido.

incluso ya se habían vuelto al pueblo

Al fondo se ve el puerto y más atrás el

así que nos conformamos con su

mar azul.

palabra y nos fuimos de allí. Como te puedes imaginar el gobernador nunca

No lo encontramos. El gobernador no

nos mandó llamar y cada uno se buscó

estaba en su oficina. –dice escupiendo

un trabajo en donde pudo, eran cosas

las palabras-. Pero tampoco nos

temporales que esperábamos dejar una

íbamos a quedar allí como tontos y

vez resolviéramos lo nuestro, pero al

exigimos que nos atendiera alguien.

tiempo nos enteramos que todos los

No habríamos hecho el viaje en balde.

permisos se los habían vendido, casi

Así que nos dijeron que esperáramos

regalado, a una empresa de un familiar

que ya vendrían a atendernos. Nos

del gobernador y entonces entendimos

dejaron allí, en la puerta bajo los arcos

que ya no volveríamos más al mar. —

y ni agua nos ofrecieron. Las mujeres

54

estaban cansadas y los niños lloraban

El corazón del niño parece quebrarse,

así que nos fuimos a esperar a la plaza.

algo sin duda se ha roto dentro, la

Nos instalamos en las jardineras bajo

sospecha se ha vuelto una certeza,

las palmeras. Los niños se pusieron

sabe que su abuelo es el dueño de una

a jugar entre las flores. La gente

empresa pesquera que tiene todos los

que pasaba nos miraba con malos

derechos en el litoral. Parece que Tito

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Narvales

continuará hablando y sin embargo ya no dice nada, se queda callado fumando frente al niño que se recuesta en la silla de mando en la que se ha sentado con la caña entre las piernas. El niño no sabe qué decir, se siente avergonzado, pero decide respetar el silencio de Tito. El día de pesca llega a su fin y él ya no tiene más preguntas pues sabe de qué manera acaba la historia. El niño piensa en el pequeño cangrejo ermitaño que recogió el día anterior. No se acuerda de él hasta esta mañana cuando buscando sus zapatos ve el bote de cristal bajo la cama. Al abrir el recipiente un olor fétido invade la habitación y el animalillo cae inerte, con las patas colgando como algas muertas. Sin decir nada coge la caña de pescar que se inclina junto a la puerta, sale al jardín, lo cruza hasta el canal y la tira junto con el cangrejo.

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Narvales

DELICATESSEN Sabiñe Gorricho

Una barbaridad. Una pasta gansa,

Esto es mi culpa por encapricharme de

eso era lo que me iba a costar. Pero

alguien fuera de mi alcance. Marina,

supongo que ya sabía a lo que venía

la hija del jefe. Trabaja con nosotros,

cuando contacté a este tipo. Le conozco

más o menos. Aparece y desaparece

a medias. Un contacto de un colega

de la oficina y hace lo que le da la gana

de un amigo de la facultad. Me ha

con su padre, los negocios, y con todos

llevado horas de Facebook y un par de

nosotros. Yo soy consciente de que soy

birras con gente cuyo apellido apenas

un perro faldero más, y lo asumo, con

recordaba llegar a él. Tampoco puedo

tal de conseguir entretenerla más que

quejarme porque, en definitiva, ha

nadie en la perrera. Pero ahora quiero

sido más fácil de lo que esperaba.

algo más, quiero ser el cachorrito que se lleve a casa. Lo que pasa es que no

Pero el precio, ay, el precio. Es

basta con poner ojitos. He visto a otros

incluso más caro de lo que había

intentarlo, claro que sí, contándole

presupuesto. Está en ese punto dentro

penas reales o inventadas para

de lo disparatado en que puedo

conseguir su compasión. Esta es una

permitírmelo, pero escuece. No

treta con poco recorrido. Dárselas de

obstante, tengo la suerte de ganar el

seductor o de perdonavidas tampoco

suficiente dinero como para que haya

funciona porque incluso de eso se

pocas veces en que mi cuenta bancaria

aburre, Marina.

se resienta de verdad, y por una vez

56

no pasa nada. Porque la recompensa

El problema es cómo impresionar a

merecerá la pena.

una chica que lo tiene todo, que podría

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Narvales

elegir a cualquiera y es imposible

es una de esas personas, sé que no la

cautivarla durante más de cinco

ha probado aún y que no se espera de

minutos si no juegas bien tus cartas.

ninguna de las maneras hacerlo de

La suerte y la desgracia que tengo es

mi mano. Con un órdago así, puedo

que Marina y yo hemos tenido un

cambiar su percepción sobre mí y

par de citas, lo cual me indica que

pasar a ser algo más que otro pelele

tengo posibilidades de avanzar con

que le cuenta cuatro tonterías para

ella más allá de tontear en la oficina.

llamar su atención. Conmigo tendrá a

Algo en mí le hace gracia y quiero

un compañero capaz de sorprenderla

creer que no me ve sólo como un

y hacerla sentir especial de verdad.

bufón. Es verdad que las anécdotas

Actos, no zalamería. Eso es lo

más sórdidas que le cuento no han

verdaderamente eficaz.

sido necesariamente protagonizadas por mí, si no que han llegado a mí

Si bien los trámites para encargar

como rumores en la universidad o

el Kuri fueron más sencillos de lo

he llegado a presenciarlas desde un

esperado, lo que no habla demasiado

segundo plano. La mayoría, de hecho,

bien de la clase de amistades que

las descubrí gracias al amigo que me

tengo, la espera es otro cantar. Me

ha servido de enlace para conseguir mi

han dicho que puede tardar hasta tres

caballo de Troya. Ese objeto de deseo lo

semanas, porque tienen que traerlo

suficientemente extravagante como para

desde Japón, pero me han garantizado

que Marina no lo haya probado jamás.

que su conservación es impecable y que cuando esté en mis manos estará

Se le conoce como Kuri. Viene de

como recién sacado del agua. Por un

Kurimuzon, que en japonés significa

momento pensé que lo traerían vivo

“carmesí”. Por lo que he podido

y eso me acongojaba un poco, porque

comprobar, el nombre se refiere al

yo soy de los que van a la pescadería

color del caparazón del crustáceo.

y si es necesario hago la cola más

La carne de este marisco es, ahora

larga para comprar el lenguado bien

mismo, la más buscada por aquellos

limpio y diseccionado. Sin embargo, el

que pueden permitirse comer algo

animal debe de ser bastante grande y,

cada vez más selecto. Sé que Marina

por lo tanto, se complica la logística.

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Narvales

Mi contacto me dijo que se vendía

historias suenan a bulo, y supongo que

troceado y que no debía preocuparme

no tengo manera de comprobarlo. No

por ello.

hay nada parecido a una receta o un tutorial, pero intuyo que mi idea de

Así que no me preocupo. He plantado

hacer un arroz caldoso con él sería un

la semilla de la curiosidad en Marina

insulto para un producto tan exquisito,

y le he prometido que, si me concede

así que decido seguir investigando.

otra cita, le invitaré a una cena espectacular. Hay que crear un poco

Para cuando se ha hecho de noche, ya

de suspense para que la sorpresa

he llegado a las páginas japonesas. Hay

sea mayor. Mientras tanto, me doy

un extraño secretismo en torno a ello

cuenta de que no soy tan cocinillas y,

que hace que sea imposible encontrar

en realidad, ni siquiera la mayor parte

demasiada información útil. Tampoco

de cocineros con estrella Michelín

ayuda el hecho de tener que descifrar

han tenido la oportunidad de trabajar

las páginas con el traductor de Google

con el Kuri. Empiezo a pensar que

que sólo arroja conceptos inconexos.

esto podría fracasar si, después de

Estoy a punto de rendirme cuando doy

todo, destrozo un producto impecable

con una página con imágenes, y tengo

achicharrándolo o disfrazando su

la esperanza de entender algo, por fin.

sabor. Soy consciente de que no voy a

Quizás sea una receta paso por paso o

encontrar una receta adecuada en los

unas fotos del plato preparado que me

manuales de Arguiñano, así que acudo

den alguna idea.

a esa fuente de infinita sabiduría que Las fotos tardan apenas unos segundos

es internet.

en cargarse, pero cuando lo hacen

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La información que encuentro al

me desconciertan tanto que tardo

principio es poco clarificadora. Ni

en entender lo que estoy viendo.

siquiera hay una página de Wikipedia.

Las primeras fotos se parecen a

Doy con un hilo de Reddit donde la

las famosas fotos de Nessie, unas

gente comenta sus experiencias al

imágenes borrosas del mar y un bulto

respecto, dónde lo probaron y cómo

indefinido asomándose entre las olas.

estaba cocinado. Algunas de esas

Poco a poco, las imágenes son mejores,

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no sólo en cuanto a calidad, si no en cuanto a que el bulto indefinido adquiere protagonismo, y entiendo los problemas de logística a los que aludía mi contacto. Resulta que el Kuri es enorme. Incluso no teniendo una perspectiva muy buena, lo puedo apreciar. En una de las fotos se aprecia la esquina de un humilde bote, y una de las tenazas del Kuri está atravesando la popa. Sólo la tenaza da la impresión de medir más de un metro, lo cual me hace imaginarme rápidamente lo que aguarda bajo el agua. Pero si no tuviese imaginación, no pasa nada, porque las siguientes imágenes me enseñan al monstruo desde todo tipo de ángulos. Porque eso es lo que es: un auténtico monstruo. La palabra me viene a la cabeza inmediatamente cuando encuentro la foto en la que un Kuri está partiendo en dos otra embarcación.

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Narvales

Recuerdo cuando leí Moby Dick, una

No sé si es que parecen más jóvenes de

edición de páginas amarillentas con

lo que son o realmente son unos críos

dibujos en blanco y negro de la ballena

de primaria, sin más defensa que unos

arrasando con todo. A pesar de lo

arpones rudimentarios. Descalzos

impresionante del relato, aquellas

sobre las rocas, atacan a un monstruo

ilustraciones tan antiguas hacían que

entre varios. Una parte de mi siente

todo me resultara muy lejano, como

alivio al ver que los niños son mayoría,

podía ser un cuento de hadas o una

como si ese planteamiento hiciera

aventura de Julio Verne. Algo remoto

que el enfrentamiento fuese menos

que sólo estaba en mi imaginación y de

desigual. Como si así no fuera una idea

lo que podía desentenderme.

tan desastrosa.

En este caso, sin embargo, las fotos

Llegados a este punto, no puedo

me atrapan. Son de bastante buena

detenerme, y tengo que seguir bajando,

calidad. El color carmesí del monstruo

desvelando una tras otra las imágenes

es tan llamativo que es inevitable

como un carrusel terrorífico que

fijarse en él antes de poder desviar la

confirma que la situación puede ser

atención al resto de los elementos de

aún peor de la que podía siquiera

la imagen, pero una vez lo hago, ya no

imaginar. Niños desfigurados.

puedo apartar la mirada.

Miembros hechos trizas flotando en el agua. El rojo de la sangre de

En la costa, presentando batalla a

esos bebés disolviéndose en las

esos engendros, cabría esperarse a

tenazas carmesí del monstruo. Una

unos fornidos marineros. Yo mismo

espeluznante colección de muñones.

no sería capaz de embarcarme en

Fotos de adultos gritando. Casi puedo

algo así ni vestido como un caballero

oír las súplicas desgarradoras de los

medieval. Por eso, aún me resulta

que probablemente sean los padres de

más grotesco descubrir que los que

esos niños involucrados en misiones

intentan capturar a los monstruos no

prácticamente suicidas.

son más que un puñado de mocosos.

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Narvales

Las fotos se acaban y no tengo

extra para apuntarle al conservatorio

valor para volver a subir la página

y descubriendo que ese trabajillo en el

y verlas de nuevo. Tengo ganas de

que se ha involucrado arruinará para

compartir lo que he visto con alguien

siempre sus sueños de ser pianista.

y al mismo tiempo no quiero que nadie lo descubra jamás. No puedo

No apreciamos lo suficiente el tener

explicarlo sin confesar que yo mismo

todas nuestras extremidades. Lo

he encargado carne de esa bestia. No

cómodo que es tener dos manos y

es lo mismo comprarse unas zapatillas

dos piernas. Pienso en ello cuando

que ha fabricado un niño con sus

me lavo los dientes, cuando escribo

manitas en Bangladesh, que haber

un email, cuando corro para pillar

contribuido a brutales amputaciones que

el metro, cuando me pica la espalda

traumatizarán a familias enteras solo

y necesito rascarme con precisión.

para tener una cena deliciosa. Para que

Pienso en lo sencillo que es para un

yo pueda chuparme los dedos, hay un

crustáceo gigantesco el cercenar un

niño que no volverá a tener dedos jamás.

bracito, o una piernecilla. Imagino esos tijeretazos cada vez que mi mente

Es repugnante. Yo soy repugnante.

se queda en blanco. Zas. Zas.

Y es verdad que, esa noche, no duermo. Me alivia mucho que no

Con el paso de los días, sin embargo,

hubiese videos en la web, pero

me doy cuenta de dos cosas. La primera

tampoco me han hecho falta para

de ellas es que el daño ya está hecho. He

poder imaginarme vívidamente los

pagado por el Kuri, ya está en camino,

grotescos movimientos de uno de esos

y en este tipo de compras no se aceptan

monstruos.

cambios o devoluciones. La segunda, es que Marina no tiene ni idea de la

Me imagino enfrentándome a uno de

procedencia de este marisco, y dudo

ellos. Me imagino teniendo un hijo,

que la llegue a tener. Si, he comprado

adorándolo, queriendo el mejor futuro

un producto que se obtiene de una

para él, tratando de ganar ese dinero

manera moralmente reprobable, pero

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61


Narvales

me prometo a mi mismo que no volveré

mala espina desenvolverlo, pero

a hacerlo y, con suerte, el universo lo

lo cierto es que una vez troceado y

pasará por alto y no me castigará por

envasado al vacío, cuesta creer lo que

este pequeño desliz.

ha tenido que pasar para que yo tenga entre mis manos este producto.

Marina está tan entusiasmada con la cena que, la verdad, me lo pone

Esto me facilita mucho dejar los

todo bastante fácil. Nunca había visto

pensamientos siniestros a un lado

semejante interés por su parte. Como

y poder centrarme en aspectos más

se me dan muy mal las sorpresas, le

superficiales como la música que voy

he confesado que planeaba cocinar un

a poner para nuestra velada o el traje

plato de Kuri para ella, y en lugar de

que más me favorece.

estropear la intriga, ha servido para

62

crearle expectativas. Después del mal

Cuando Marina llega a casa, está

trago de las fotos, me cuesta creer lo

espectacular: Se ha recogido la melena

bien que se está desarrollando mi plan.

a medio lado y se ha puesto un vestido

Me lo tomo como una señal de que

color turquesa que hace que parezca

estoy haciendo lo correcto. Bueno, tal

una sirena, lo cual tiene cierta sorna

vez no lo correcto, pero al menos sé

considerando la situación. Sirvo un

que no debo dar marcha atrás. Mi vida

par de copas de vino para relajar el

después del Kuri se adivina mucho más

ambiente, pero me doy cuenta de que

prometedora que la que tengo ahora.

no es necesario.

Como no me atrevo a mirar más

Ella está tan encantada de haber

recetas porque no quiero estropear

venido, tan receptiva, que dejo de estar

este cauce optimista, decido tirar

nervioso en seguida. Ni en mis mejores

a lo sencillo y limitarme a cocer el

sueños hubiera imaginado que el truco

Kuri. Esperaba algo mucho más

de conseguir algo exótico y exclusivo

sobrecogedor cuando por fin he

iba a funcionar tan bien. A lo mejor

recibido mi paquete, incluso me daba

he sobreestimado a mis rivales, o a lo

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Narvales

mejor ella tiene algún tipo de fetiche

Hay un fugaz momento, cuando

con el marisco y he dado en el clavo sin

observo los dos platos que he

darme cuenta.

preparado, en que recuerdo unas enormes tenazas ensangrentadas.

El caso es que esto me hace ganar

Sin embargo, el aroma que desprende

en seguridad. No quiero pecar de

el plato es tan delicioso que se lleva

optimista, pero todas las señales

por delante cualquier pensamiento

indican que voy por el buen camino. La

sombrío.

manera en que me mira a los ojos, o me roza casualmente mientras habla. Se

Marina se muestra impresionada, y

ríe con ganas cuando le cuento algo e

exhibe la máxima reverencia que se le

incluso yo sé que no tengo tanta gracia.

puede hacer a un plato de comida hoy en

Me siento invencible. Realmente

día: Saca su móvil y le hace una foto. La

tendría que cagarla mucho para

va a colgar en Instagram, dice, porque

estropear esta cena. Invito a Marina a

ninguno de sus amigos ha probado

sentarse a la mesa mientras termino

Kuri y quiere darles envidia. La idea

de prepararlo todo y ella accede.

de que yo haya sido capaz de producir algo digno de envidia me resulta tan

No soy un cocinero excepcional, pero

disparatada que me echo a reír. Marina

enfrentarme al Kuri no me resulta

no lo entiende y me mira desconcertada.

más complicado que ayudar a mi

Le digo que estoy muy contento,

madre a cocer langostinos en Navidad.

realmente muy contento de que ella

Menos es más, dicen, y el producto

esté aquí conmigo. Ella me coge de la

es tan bueno que sería un crimen

mano. Me mira a los ojos. Sonríe. Huele

enmascararlo. A la hora de emplatarlo,

fenomenal, dice. Pues muchas gracias.

tampoco necesito hacer gran cosa. El

Que aproveche, sí, que aproveche.

propio color brillante del crustáceo le otorga protagonismo.

En buena sincronía, cogemos nuestros cubiertos y nos lanzamos a por el Kuri. Es muy fácil hacerlo, ahora que no es

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Narvales

más que un cadáver. No quiero pensar

Increíble. Estoy de acuerdo y vuelvo

más en ello. Quiero saborearlo de

a comerme otro trozo de Kuri, y me

verdad. Joder, tiene que ser lo mejor

empieza a penar que esté a punto de

que me he metido nunca en la boca.

acabármelo. Me va a saber a poco, y si

Parto un trozo pequeño y empiezo a

lo llego a saber, puesto que ya me he

masticar. No me había dado cuenta

prometido a mi mismo que iba a ser

de lo hambriento que estaba hasta

la única vez que lo hiciera, hubiese

ahora. No quiero cerrar los ojos para

comprado más.

saborearlo porque no quiero parecer un idiota, pero intento concentrarme

Aunque pensándolo bien, tampoco

en las sensaciones como el que paladea

sería tan grave comprar de nuevo.

el vino más caro de la carta.

O incluso comprar de vez en cuando, siempre y cuando no fuera

El Kuri está buenísimo. Está

frecuentemente. Tampoco es que

francamente exquisito. Es todo un

me lo pueda permitir cada semana,

alivio pensar que no me han tomado el

pero siendo sinceros no es como si

pelo. No voy a decir que está justificado

yo estuviese sosteniendo toda una

todo lo que supone conseguirlo, pero

industria comprando unos gramos de

al menos hace honor a su fama. Me

Kuri ocasionalmente.

meto otro bocado sin pensarlo, con

Quizás para aniversarios y

glotonería, porque puedo. Miro a

celebraciones. Mira, tendría su gracia

Marina, casi me había olvidado de ella,

ofrecerlo en el menú de nuestra

de que su opinión es la que importa

posible boda…

realmente. ¿Habré conseguido impresionarla? ¿Habré conseguido

Marina tose. Se le habrá ido el vino por

llegar a su corazón a través de su

el otro lado. ¿Estás bien? Cabecea. Tose

paladar? Parece que sí, porque sonríe.

otra vez. Me levanto instintivamente

Asiente. Es increíble, dice.

y empiezo a darle palmadas en la espalda, como haría mi abuela, aunque sé que no sirve de nada, pero es un

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Narvales

pequeño apoyo. Respira, tranquila,

lado. Está inmóvil y no me atrevo a

respira. Pero no está tranquila, y

tocarla. ¡Marina! Le doy la vuelta con

tampoco respira, aunque lo intenta.

delicadeza. No se mueve en absoluto.

No creo que sea el vino. Empiezo a

En algún momento, su vestido se ha

angustiarme. Ella ya está angustiada.

rasgado y su peinado se ha deshecho completamente. Marina… Le aparto el

Tose repetidamente y trata de acaparar

pelo de la cara y está completamente

todo el aire que puede, pero no puede.

colorada. Carmesí.

Me agarra de los brazos, desesperada. No sé que hacer. Sus ojos están vidriosos. No tengo ni idea de qué hacer. ¡Marina! No puedo creer que tenga tanta fuerza. Me rompe una de las mangas de la camisa. ¡Cuidado! Cojo su teléfono, que está a mano sobre la mesa, pero no puedo desbloquearlo. Marina no puede ni siquiera sollozar. Se está poniendo roja. Cojo mi teléfono, llamo al 112. ¡Respira! ¡Marina, respira! Marina está enfadada, está asustada, no consigue respirar. ¡Una ambulancia, por favor! Marina cae de rodillas, se lleva las manos al pecho, a la garganta, como si sirviese de algo. A Guzmán el Bueno, 22 tercero A. Rápido, por favor, por favor. Los intentos de respirar de Marina son más pausados. ¡Marina! Se desploma. ¡Por favor que venga rápido! Me agacho a su

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Narvales

NATURALEZA MUERTA Amalia Barbarin

Él nunca había sido una persona que

alguien a quien lo más interesante que

tomase riesgos, y hasta ahora le había

le había ocurrido en meses era que un

ido estupendamente. Nadie había

día alguien con acento francés le había

dicho que su vida fuese emocionante

llamado por teléfono, pero resultaba

o relevante pero, desde luego, era

que se había equivocado de número.

muy segura y eso estaba bien. Sabía

66

exactamente qué pan comprar en el

El narval había atraído a una clientela

supermercado, qué latas de sopa eran

jamás vista en su anodino museo. De

las mejores y cuánto tiempo tenía

pronto, se habían visto inundados

que dejar la bolsita de té infusionar

con peticiones de chalados de diversa

dentro de la taza para conseguir el

calaña que deseaban acercarse al

sabor adecuado. Por eso, el día en

animal y tocarlo para sentir sus

el que trajeron el narval al museo,

poderes curativos y llenarse de su

simplemente pensó que atraería a

magia. Por supuesto, toda aquella

muchos visitantes, pero no imaginaba

correspondencia fue ignorada por la

con qué clase de personas se iba a

dirección, que no tenía tiempo para

encontrar. Uno nunca está preparado

para prestar atención a aquel montón

para ese tipo de cosas, sobre todo

de locos que se creían cualquier

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Narvales

tontería supersticiosa, ni hablar, dónde

emociones fuertes (ni a emociones

se había visto. Algunas de aquellas

de ningún tipo, en realidad), siempre

cartas eran más contenidas, pero la

había imaginado que no sería capaz de

mayoría tenía un tono desesperado

soportar la deshonra de un despido.

que era complicado obviar, aquellas

Sin embargo, se sorprendió llevándolo

pobres personas que buscaban un

mejor de lo que hubiese esperado y,

consuelo a toda costa, algo a lo que

poco a poco, su cartera de clientes

aferrarse por absurdo que fuera. Había

(todos los tarados que deseaban

que ser muy desalmado para no sentir

acercarse al cuerno de aquel bicho

cierta lástima por ellas, pensaba él

por unos segundos) fue creciendo.

mientras infusionaba su té. Además,

Las semanas pasaron, y todo iba bien,

ofrecían dinero.

hasta que llegó aquella carta.

Propuso unas normas claras: tenían

Era diferente a las anteriores.

que ser rápidos, discretos y pagar por

Compartía con las demás el tono

adelantado. No es que lo hiciera por el

dramático y las absurdas esperanzas

dinero, desde luego, pero le venía muy

en los poderes curativos del cuerno del

bien: su sueldo no era generoso a pesar

narval, pero aquella persona iba más

de la antigüedad, y el coste de vida

allá, mucho más allá. No se contentaba

cada vez era más alto, le habían subido

únicamente con poder tocar el

el alquiler por segunda vez en lo que

animal. Quería cortar el cuerno. El

iba de año y no podía ni recordar la

autor de la carta comprendía que

última vez que había ido de vacaciones.

era mucho pedir, algo que jamás se

Se lo merecía, y eso sin olvidar que

habría atrevido a plantear de no ser

estaba realizando una buena obra.

por las circunstancias en las que se

Era el Robin Hood de la medicina no

encontraba. Una grave enfermedad

tradicional, un valiente que estaba

amenazaba la vida de su esposa, una

rompiendo la rutina que había

dolencia cada vez más agresiva para

dominado su vida. Sabía que, aunque

la cual la medicina tradicional no

mínima, existía la posibilidad de que

encontraba cura. Lo había probado

le pillasen y, en tal caso, lo echarían.

todo: médicos prestigiosos, costosas

Él, que no estaba acostumbrado a las

clínicas privadas, tratamientos

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Narvales

experimentales, todo sin resultado.

aquel hombre se aferraba a un clavo

No era un hombre que creyese en la

ardiendo y removía cielo, tierra y mar

medicina alternativa, explicaba, pero

para conseguir una posibilidad de

su esposa parecía estar ya a punto de

salvar a su mujer amada.

sucumbir a una muerte inminente. Por eso, había decidido recurrir a la última

Se maldijo a sí mismo mientras

opción: el cuerno de aquel narval.

respondía a la misiva. Deseó ser peor persona, convencerse de que las

Sin embargo, había un problema.

cosas le irían mucho mejor si no le

En la misiva, quedaba muy claro que

preocupase el prójimo, si careciese de

la pareja no disponía de suficiente

toda empatía, pero parecía que fuera

dinero. Todos sus ahorros habían

su madre (“tienes que hacer el bien,

desaparecido en tratamientos inútiles.

hijo, o irás al infierno y no volverás a

El guarda se revolvió en su silla.

verme nunca”) quien dictara su texto

Aquella propuesta era disparatada.

y, antes de que pudiera ponerse freno,

Era un riesgo con el que él no ganaría

ya había depositado la carta dentro del

nada, absolutamente nada… aparte de

buzón. El mal (o el bien) estaba hecho.

saber que había hecho el bien y que, gracias a su ayuda, quizás una mujer

Creyó que no sería capaz de pegar

podría sanar o, al menos, encontrar

ojo. En realidad fue todo lo contrario:

el consuelo de la esperanza en los

jamás había dormido con la

últimos días de su vida.

conciencia tan tranquila. El narval era únicamente un animal disecado,

68

Aunque no sabía lo que era estar

¿no era acaso dar esperanza a una

casado ni había querido nunca a

moribunda más valioso que aquello?

nadie (al menos no tanto como

Suponía que sí. Aquella tarde, saludó

para proponer una barbaridad

con más entusiasmo del habitual

de ese calibre sin pensar en las

al taquillero, quien le miró con

consecuencias), el guarda no pudo

desconfianza, como si un buenas

evitar hacer suyo el drama del autor

tardes más alegre del habitual fuese

de la carta. Llorando por primera vez

motivo de sospecha. Aún así, no se

en su vida adulta, entendió por qué

puso nervioso porque estaba seguro

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Narvales

de que nadie imaginaba ni de lejos qué

pero no lo hizo. Era una tontería.

iba a pasar aquella noche ni cuál era su plan porque, ¿quién iba a dudar

Todo acabó más rápido de lo esperado

de alguien como él? Absolutamente

y, antes de que pudiese incluso

nadie, y eso le daba ventaja.

empezar a arrepentirse, volvió a encontrarse solo frente al narval

Aún así, cuando llegó la hora y su

mutilado, que ahora era poco más que

cliente se presentó, no pudo evitar

una simple ballena. Esperaba tener

sentir cómo el pánico le atenazaba

algún tipo de revelación, sentirse

el estómago por un segundo. Sin

mejor, quizás peor, pero todavía era

embargo, en cuanto aquel hombre le

demasiado pronto para aquello. En

dio las gracias de aquella manera tan

ese momento tenía que actuar, porque

sincera, no pudo sino reafirmarse en

las preguntas no tardarían en llegar

la convicción de todo iba bien. Sería

y él no tenía respuestas para ellas o,

rápido, dijo, y le enseñó una foto

más bien, las que tenía no eran las

de su esposa, una mujer de aspecto

adecuadas.

frágil que posaba desde la cama de un hospital. Aunque sabía que estaba

Se puso manos a la obra. Gracias a

haciendo lo que debía, no era capaz

sus nuevos clientes, había conseguido

de estar ahí, como si nada, mientras

ahorrar un dinero que le permitiría

la sierra se hundía en el cuerno del

desaparecer por un tiempo y tomarse

narval, incapaz de defenderse. Se

unas merecidas vacaciones, poner sus

dio la vuelta para darle la espalda a la

asuntos en orden y decidir cuál era

escena. No fue mucho mejor: parecía

el siguiente paso. Quizás era aquello

que los ojos de todos aquellos animales

lo que necesitaba, cambiar de vida,

disecados se clavasen en él de manera

convertirse en un hombre nuevo y no

acusadora, recriminándole el daño

mirar atrás. Seguir siendo un rebelde.

que le estaba haciendo a uno de los

Nunca se le hubiese ocurrido sentirse

suyos. Por un segundo se le pasó por la

tan animado mientras hacía la maleta

cabeza la idea de pedir perdón a todos

en aquella habitación en la que había

aquellos especímenes que habían sido

dormido durante los últimos diez

capturados antes de que él naciese,

años, ¿o quince?, más bien quince.

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Narvales

Definitivamente, era hora de cambiar de aires y vivir a la aventura. Llevaba meses arriesgándose, bien podía volver a hacerlo. Merecería la pena. No necesitó irse muy lejos. Un hotel tranquilo, en un pueblecito donde a nadie se le ocurría cuestionar su historia de que trabajaba en la gran ciudad y necesitaba relajarse. Le gustaba aquel lugar. Quizás, si encontraba una casa a buen precio, podría instalarse ahí y comenzar su nueva vida, ser una persona diferente. Se envalentonó tanto con la idea que se puso a preparar todo para hacerse un té (nada más y nada menos que un té verde con naranja; definitivamente, era una persona nueva), se sentó en el sillón de cuero frente al mirador de su habitación y se dispuso a relajarse. Mientras el agua comenzaba a hervir, echó mano de una de las revistas disponibles sobre la mesita de café y la fotografía de una de las portadas le llamó la atención. Con manos temblorosas, tomó aquella publicación dedicada a la caza que destacaba la última hazaña de uno de sus más fieles lectores y su aventurera esposa: la captura de un narval ilustrada con una espléndida foto de ambos sosteniendo el cuerno entre sus manos.

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CACHALOTES 73


ME VENDÍ LA VOZ Raquel Molina- Angulo

«Había algo que Ulises no sabía de las sirenas. Ellas no cantan para atraer a nadie. Lo hacen sólo porque les gusta cantar. Ellas entienden que el mar es abierto y libre. Como algunos amores. Saben que lo van a transitar barcos porque sucedió desde tiempos remotos. Pero también saben que ese mar es su casa». Carmen Conde Gaute del texto «Sirenas» (2015)

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Te invité a la orgía de voces de sirenas pero no me oías. Me fui con ellas en una subida de marea, y en sus colas vi brillar la luna. Me explicaron que cantan en defensa propia, que se ahogan en el silencio de la tierra. Se esconden cuando huelen la tormenta y hacen el amor con el reflejo de las estrellas. Fecundan luces que guían a marineros, su mala fama es culpa de las olas. Me vendí la voz para verte en tierra firme, pero todo se tambaleó, eché de menos las caricias de arrecife. A ti te molestaba mi canto y a mí tu silencio. No pudimos alcanzar un verano que huía y nos rompimos en el último grito de la ola.

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Cachalotes Sección

VIGÍA Anaïs Egea

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Cachalotes

No te lo puedo explicar porque habita en lo profundo en recovecos de vastas extensiones succionando aire succionando agua un agujero negro vomitando arena remolinos de materia sedimentando en mi esternón es mirar por la borda en la baranda en el vómito y el azote del mareo en tu tormenta personal que nadie escucha es las vueltas y espirales es sentir el iceberg hundiendo sus zarpas en las tripas del navío y es sobre todo un grito mudo un nos hundimos un la muerte Nietzsche mientras la tripulación toma margaritas bañador blanco sonrisa luminosa bailemos un foxtrot la vida son dos días que queremos pasar durmiendo No te lo puedo explicar Pero sí puedo decirte que es un movimiento entrópico que convierte al adulto en niño y en expedición maldita al crucero Porque no es un hecho es un contraste y es una definición falaz que convierte al vigía en la tormenta.

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Wt

GRANADAS DE HIERRO Sandra Herranz

Tienes hambre,

Encuentra alguna puerta

¿lo sientes?

y sal; hierro y sangre.

Encuentras en grietas y sudores fríos

Huyes pero el monstruo está.

el mejor escondrijo.

Nunca se ha ido.

Tiene dientes.

Anclada a un sueño frustrante.

Te devora.

Te persigue la bestia que eres. La bestia que ama y que clama,

Estás afiliada al tiempo y al mono.

la que es adicta a su propia caída.

¿Estás cayendo? Disfruta del viaje.

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Cachalotes

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BALLENAS AZULES 81


Ballenas Azules

LEVIATÁN Raúl Pérez

En ese día el Señor castigará con su espada terrible, inmensa, poderosa, a Leviatán, la serpiente enroscada, a Leviatán, la serpiente tortuosa, y matará al dragón que está en el mar. (Isa 27:1) En Star Trek La Nueva Generación

Por ahora el espacio aún no es la

empiezan cada capítulo con la frase “el

última frontera. Aún necesitaríamos

espacio: la última frontera”. Nos narran

descubrir los secretos de los fondos

un futuro brillante de la humanidad,

oceánicos y de la mente humana.

destacando entre otras especies

Ojo, digo mente y no cerebro. El

inteligentes de la galaxia en medio

inconsciente: la última frontera.

de una utopía tecnológica basada en los derechos civiles, la igualdad y la

La metáfora del océano para

exploración espacial. Una utopía en

simbolizar el inconsciente es tan

la que la humanidad ha perdido todos

perfecta como manida, por eso escribir

sus miedos a lo desconocido y a lo

un texto usándola como vertebrador

diferente.

me genera tanta culpa como vergüenza, pero aún así la utilizo, porque no veo otra mejor.

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Ballenas Azules

Volviendo al asunto del texto, el océano está lleno de vida, y además, a medida que nos vamos sumergiendo en sus profundidades, allá donde la luz va dejando de llegar, la vida que se desarrolla se va haciendo cada vez más rara, más monstruosa. Como en el inconsciente, donde nunca hemos llegado a conocer el fondo, donde lo que nos vamos encontrando, si tratamos de bucear en él, se hace cada vez más confuso. Si el inconsciente es el océano, está claro que en el fondo habitan monstruos. Seres horribles a la par que hermosos. La única diferencia es que esos seres que habitan en el inconsciente quieren salir, quieren ser “normales”, como la sirenita, y como la sirenita, van dejando sus supuestas deformidades para poder ser aceptados en el mundo exterior. Pero en este caso no son deformidades “cuquis”, de enamorar príncipes de Mr. Wonderful, son deformidades jodidas. Deformidades que hacen que un buen día, cuando menos te lo esperes, acabes viéndote desde fuera, mirando una pantalla de ordenador y escribiendo en un buscador en modo incógnito “bbw granny spitroast”, o algo por el estilo.


Ballenas Azules

En ese momento en que dejas de hacer

Si nos ponemos a rebuscar sobre

como sea que se llame lo que estabas

formas de llegar al inconsciente, una

haciendo, mientras estás en ese

de las primeras cosas que vamos a

estado de observación casi meditativa,

encontrarnos son los libros de Freud,

tienes tres opciones: terminar lo

concretamente el de La Interpretación

que empezaste, apagar el ordenador

de los Sueños. Ok, nos lo leemos,

como si nada de eso hubiera pasado,

¿y ahora qué? Tampoco sería la

o preguntarte cómo puedes haber

primera vez que alguien va a que le

llegado hasta ahí.

psicoanalicen por descubrirse a sí mismo buscando movidas raras en

Llegados a este punto, casi nadie se

Internet con una mano, mientras la

plantea realmente qué es lo que pasa.

otra juega al clicker que nos dio la

Es muy duro coger el batiscafo para

naturaleza.

bucear por los abismos de la mente. Es mucho más fácil juzgar la conducta.

Pero no estamos tratando de eliminar

Pensar que uno está enfermo (o

ni juzgar, sólo conocer a Leviatán.

enferma), o simplemente decir “venga,

Y después de entender que hechos

va, esta la termino”. Nada que objetar,

concretos nos han llevado a tener

salvo que podría ser peor. Podrías estar

un historial de búsquedas que

haciendo lo mismo, pero leyendo el

escandalizaría a Michael Douglas

Mein Kampf.

-si no estás familiarizado/a con la navegación en modo incógnito-, la

Lo difícil, como decía, es asomarse

sensación como de que en el fondo

al abismo. Bucear en esas regiones

hay algo vivo sigue ahí. Leviatán sigue

que han quedado hundidas como la

ahí. Y (¡ojo cuidado!) es de primero de

Atlántida en el fondo de tus océanos.

psicoanálisis que si quitas un síntoma

Enfrentarte al Leviatán.

(en este caso, el onanismo gerontófilo online), aparecerá otro para suplir sus

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Ballenas Azules

funciones, y quién sabe si lo próximo

cuando vas por la calle en hora punta,

será comprar un telescopio y mudarte

cuando vas a comprar el pan o a misa,

a las inmediaciones de una residencia

todas esas personas tienen su propio

de ancianos.

monstruo. Tan chungo como el tuyo. Vaya, que es de esas cosas que nos

Leviatán sigue ahí. Sí, y si tratamos

unen como seres humanos.

de matarlo, lo más probable es que acabemos como (alerta, ¡spoiler!) el

Debo confesar que a veces trato de

capitán Ahab. Siempre va a ganarte.

imaginarme cómo son los monstruos

Es un mostrenco acuático gigante que

de gente aleatoria con la que me

está ahí viviendo su vida de monstruo

cruzo por la calle, o a la que miro cual

marino y tu vas con una escafandra

psicópata en el metro tratando de

precaria a un sitio donde la presión

escudriñar sus almas para conocer esa

tendría en ti el mismo efecto que tú

parte que tanto se esfuerzan en ocultar

en el tubo de pasta de dientes cuando

al mundo.

llegas muy borracho a casa y lo aprietas a dolor sin haberle quitado el

A veces sus mares están revueltos, y

tapón porque no habías pensado en

se ven toda clase de inseguridades,

ello.

tristezas irreprimibles o tics. Otras, cuando la cosa está tranquila, se puede

Lo verdaderamente inquietante de este

saber mucho más de lo que cualquiera

asunto viene cuando te das cuenta de

de nosotros puede estar dispuesto a

que ese monstruo no está sólo en ti.

reconocer. Los tatuajes, su ausencia,

Pertenece al inconsciente colectivo.

la pulcritud o el desdén, el color de

No es que todo el mundo pase el

pelo o el peinado, la hora del día... sólo

tiempo delante del ordenador como

hay que entrar en la corriente marina

tú, pero cada quien tiene sus cosillas.

y estar dispuesto a que nuestros

Lo verdaderamente inquietante es que

monstruos se reconozcan en sus aguas.

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Ballenas Azules

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A veces, incluso, pienso en cómo serán

escribir y exponer casos. Vale, puede

los fondos marinos de esa gente a la

serlo, pero no es el ideal que defiendo,

que se nos dice que hay que admirar.

si es que defiendo alguno. El tema

Qué idiosincrasias tendrá la fauna

está en enfrentarse o no a Leviatán. Y

monstruosa que habita sus abismos.

Leviatán está dentro.

Pero el tema no está en buscar en

Sí, mirarlo a través de los ojos de otras

los demás olvidando lo que uno

personas es una forma de encontrarlo,

tiene dentro. La gente no son zoos

pero nada comparado con la suerte

monstruosos donde los psicoanalistas

de tener un momento, un solo

clasifican y taxonomizan para luego

momento de intimidad con él, cuando

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Ballenas Azules

te miras desde fuera, escribiendo

va a parar- con el Mein Kampf, o para

“slave GILF gangbang”, dudando si

cualquier concejal de urbanismo o

poner la etiqueta “interracial” en la

banquero psicópata, o para un monje

próxima búsqueda, y puedes verle a

trapense (creo que ya captas la idea)...

los ojos un momento. En ese momento

como decía, lo más probable es que

preguntarle ¿qué es lo que quieres?

diga algo así como “Quiero saber

Porque si escuchas bien, su respuesta

que realmente importo algo en el

no va a ser “que eyacules”. En serio.

universo. Dame cariño”. Y entonces, se

Lo más probable es que diga, y esto

realizará la frase del talmud “el cuarto

vale también para los que hacen lo

periodo de tres horas Dios juega con el

propio -mucho más decadente, dónde

Leviatán”.

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Secciรณn

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Secciรณn

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Delfines

BITÁCORA En Revista Torpedo somos guays y no solo ofrecemos al lector una revista literaria con secciones a la vieja usanza sino que, paralelamente, hemos creado una pequeña comedia por capítulos en la que nuestros alter egos se encuentran dentro del submarino, interactúan, se pelean y se quieren. Una especie de sitcom subacuática. Lo llamamos la bitácora y va completamente por libre. Aquí os ponemos el enlace para que podáis seguir nuestras aventuras. Es un poco caótico, avisamos, pero tiene su gracia. De hecho puede leerse de varias maneras y, por eso, cuando la tripulación tiene el día intelectualoide, la suelen llamar Torpeduela. Se puede empezar por el primer capítulo, se puede seguir a cada uno de los personajes o, incluso, leerse al azar.

Enlace al cuaderno de bitácora:

https://www.revistatorpedo.com/bitácora/

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Delfines

Manuscrito de Emil Farhad

Recetario de supervivencia

Diario del Oficial diĂŠsel

Diario de Mila

Diario del Artillero

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LLAMADA A FILAS ¡Alístate!

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Narcosis de Nitrógeno

Hay pocas cosas más peligrosas para un buzo que la narcosis de nitrógeno. Se trata de una alteración de la conciencia que aparece en el buceo profundo con botellas de aire comprimido u otras mezclas que contengan nitrógeno. Sus síntomas van desde la euforia, en sus primeros estadios, hasta las alucinaciones y la muerte. Puede ocurrir a cualquier profundidad pero sus efectos aumentan conforme más se desciende. Aunque no se ha terminado de entender demasiado bien su mecanismo, se considera que sucede dado el efecto de las altas presiones del nitrógeno sobre la transmisión nerviosa afectando las funciones mentales superiores, esto es, la inteligencia, la memoria, la coordinación, etc. Se ha sabido de individuos que se quitan la máscara de oxígeno a decenas de metros de la superficie; de otros que atacan a sus compañeros al confundirlos con monstruos marinos. Algunos, cuyo espíritu es más sosegado, pierden totalmente el sentido del peligro e invadidos por una calma y bienestar absolutos siguen hundiéndose para nunca más ser encontrados. Dado nuestro morboso interés por lo sumergido y la vocación masoquista de varios personajes de la tripulación de esta nave (cuyo fin estará en directa relación con la falta de oxígeno y la locura), hemos decidido dedicarle el próximo número a este extraño mal de las profundidades. Te invitamos, atrevido lector, polizón escurridizo de este (tal vez abyecto, tal vez magnífico) submarino, a que imagines cuentos, poesía, dibujos, obras de teatro, performances y demás manifestaciones artísticas relacionadas con la narcosis de nitrógeno, para que amplíes con tus propios sueños esta publicación. El Ramallets 2666 abre su escotilla.

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Tripulación

TRIPULACIÓN Nuestro comandante renunció a una vida de comodidades como regente de un gigantesco establecimiento de venta de alcohol embotellado, tabaco de exportación y recambios de motocicletas por dedicarse al arma de marina. Su experiencia como patrón de navíos de cabotaje en veranos pasados en la Costa Brava le sirvió de salvoconducto para comandar el Ramallets 2666, el más moderno

COMANDANTE

(y único) buque de la flota andorrana. Debido a sus orígenes lusos (su padre nació

en la ciudad de los tranvías) los correveidile del Almirantazgo lo apodan, con desprecio, el portugués. En su presencia, en cambio, bajan la mirada y se guardan muy mucho de llamarle otra cosa que no sea Senyor Comandant.

En su camarote, sin mujer ni hijos y apenas amigos más allá del contramaestre o el contador, dedica el tiempo a dibujar su submarino al carboncillo y a escribir poesía; versos evocadores e intensamente emocionales en los que tan pronto se halaga a una meva Meritxell como a un par de turbinas hidráulicas. Mucha pasión contenida y destierro interior. Los Jocs Florals submarins fueron idea suya y se celebran cada primavera. Bajo su atenta mirada la tripulación compite por ganar el Narcissus poeticus, una flor blanca con la que se premia al mejor poema. También la Revista Torpedo es hija suya y tiene, incluso, el beneplácito del Almirantazgo y del Govern Andorrà, que lo ven como una interesante herramienta de propaganda, algo siempre útil en vísperas de la guerra que se avecina. En ella el portugués podrá, al fin, hacer ver su valía y predisposición, ayudando al Petit país dels pirineus a ocupar el sitio que merece en los libros de Historia. 94


Tripulación

Cristian Rubio Villaró tuvo una infancia feliz y en su obra se refleja, poderosa, la influencia de Mortadelo y Filemón, Borges y Parque Jurásico del Crichton, por este orden. En su periodo universitario, cuando fue el mejor, triunfó en modestos certámenes literarios y codirigió la extinta revista de literatura “Preferiría no hacerlo”. Entre sus cuentos más recordados (por él mismo y

OFICIAL DIÉSEL

familia) se encuentra el de la Gran Hormiga Cornuda y aquel otro de un superhéroe negro o aquel otro de un seiscientos en llamas.

Ya en la madurez de sus treinta y muchos sobrelleva el merecido anonimato proporcionado por su ignorada obra creativa y planea nuevas formas de volver al candelero tras surcar sin éxito nuevos campos como la poesía, el guión o el Warhammer; para ello ha puesto su esforzado brazo al servicio del Ramallets 2666, de su tripulación y de su aparato de propagando: la Revista Torpedo. Su alter ego es el Oficial Diésel Carlitos Michavila, un prófugo de la policía fiscal que ha terminado en la sala de máquinas del Ramallets 2666 pese a que no sabe ni cambiar el aceite de un ciclomotor. Le enerva salir a la superficie, tiene la rara peculiaridad de contar letras y pasa las horas leyendo el libro de instrucciones de la maquinaria pero está en alemán. Tragedia. Por cierto, tiene un blog: https://torpedo2666.wordpress.com/ Ollin Rafael. Su alter ego es Emil Farhad. Él no sabe ni de donde es, vive cogido a un sextante y a una carta de navegación mohosa, ronda casi siempre la escotilla exterior aunque a veces finge dormir en un pequeño banco de madera en uno de los pasillos más remotos del Ramallets para no tener que hablar con los demás. Cuando más alegre se le ve es cuando el submarino roza la superficie y él puede salir al exterior, coge el sextante, que todos saben roto,

NAVEGANTE

y lo orienta hacia el sol o las estrellas, depende el caso, y hace anotaciones rápidas en un cuaderno que después, una vez huya a su camarote, trasladará a la carta de navegación para trazar una ruta incomprensible para casi todos menos para el comandante que, una vez la tenga en sus manos, la revisará exhaustivamente asintiendo de vez en cuando, con semblante serio y silencioso pero complacido. 95


Tripulación

Anaïs Egea es filóloga y actriz. Le gustan especialmente las novelas decimonónicas, los deconstruccionistas, los simbolistas franceses, los autodefinidos y las palabras esdrújulas. Como creció en un pueblo donde no había personas de su edad ni internet, pudo desarrollar muchas facetas artísticas y una ligera fobia social. A día de hoy, compagina la escritura con las artes escénicas y con una tendencia compulsiva a apuntarse a un bombardeo, por eso a veces diseña páginas web,

RADIO Y SISTE-

MAS DE ESCUCHA

hace vídeos, escribe artículos o canta en karaokes después de un par de copas. Vive como una ermitaña en el camarote más escondido, rodeada de cables, cuadros de gatos, litografías de Toulouse-Lautrec, radios que emiten pitiditos y máquinas que no sabe muy bien para qué sirven pero que pule con esmero tres veces al día.

Inma nació en Extremadura y lucha a diario para que su incapacidad para pronunciar las eses no le reste credibilidad como filóloga y cancerbera del idioma. Es profesora de secundaria por una vocación que a veces ni ella misma comprende. Le gusta domar adolescentes y guiarlos por el camino estéril de la literatura. Ha perdido la capacidad de sorprenderse ante la más aberrante de las faltas de ortografía.

CHEF A BORDO

Intenta ejercitar sin mucho éxito la pluma. La mayoría de las veces acaba leyendo o viendo lo que

otros escriben. Cae fácilmente en la procastinación, mientras acaricia sin cesar el lomo de sus perras. Le encanta hacer listas absurdas y la única que respeta es la de la compra; el máximo exponente de su creatividad es la cocina. Su alter ego, la chef a bordo, o tardará en conquistar los estómagos de la tripulación para que puedan digerir gustosamente sus textos. 96


Tripulación

Juan Vázquez Rojo. A Coruña, 1990. Economista obsesionado con comprender como funciona el mundo en el que vive. Apasionado de la política, la economía y la cultura en general. Fundamentalmente, ha trabajado en la investigación de temas relacionados con el euro, la globalización y las relaciones internacionales, siempre desde un punto de vista heterodoxo.

ARTILLERO

Su alter ego, el artillero del Ramallets 2666, vive obsesionado con la defensa y con la supervivencia de la nave a lo largo de los mares y océanos que

surcan. Por ello, además de consultar continuamente sus mapas plagados de marcas que señalan las bases militares y las zonas de conflicto, no puede parar de leer a Sun Tzu, Carl von Clausewitz y a Maquiavelo.

Mari Nieves Lorenzo no es de aquí y no hace lo mismo que los demás, es diseñadora gráfica y actriz. Pertenece al otro lado del Atlántico aunque ya se siente cómoda navegando por el Mediterráneo. Es una apasionada de las artes en las que se ha sumergido desde su infancia: la danza, las artes plásticas, los vídeos, la música, la fotografía, el teatro y ahora integra, entre sus múltiples facetas en proceso de desarrollo, la literatura. Nunca se había subido a un submarino y, a pesar de su claustrofobia, nada le impide participar en nuevas aventuras.

OFICIAL DE

SUPERFICIE

Tiene la tarea de asimilar, ordenar y, si es posible, aportar una estética a las ideas magistrales que surgen de la cabeza del resto de la tripulación. 97


Colaboradores

COLABORADORES AMALIA BARBARIN

Amalia Barbarin nació el 24 de Octubre de 1986 en Estella, Navarra, lo cual significa que es Escorpio, con ascendente Escorpio y luna en Cáncer. A pesar de no creer en estas cosas, opina que la definen un poco como persona. Estudió dos carreras de Humanidades, ambas inútiles, y ahora mismo se encuentra tratando de definir su pobre trayectoria profesional. Desde que tiene uso de razón le ha gustado escribir, y si fuese un robot, una Aeropress sería su brazo.

Raúl es un chico que nació en Valladolid en la primavera de 1986. Allí creció hasta que emigró a Salamanca a estudiar psicología en la universidad pública. Con hábitos de estudio extraños, se sacó su carrera y la formación certificada por la Asociación Española de Psicodrama. También le dio por estudiar un máster de Psicoterapia Psicoanalítica de Base Antropológica. Movido como hoja por el viento, fue a parar a Madrid, donde actualmente tiene una consulta de psicoterapia. En algún punto de esta historia también ha hecho cursos de interpretación y algo de teatro, pero la actividad que más ha realizado desde el momento en que nació, ha sido dormir: lleva dedicado casi un tercio de su vida a ello.

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RAÚL PÉREZ


Colaboradores

HERMANOS ALQUEZAR

Hermanos Alquézar vive en Barcelona. Es miembro del colectivo La Máquina. Recientemente ha publicado una antología de relatos titulada Matarratas. Poco más se puede decir de él.

Raquel Molina-Angulo (Lleida, 1990)

RAQUEL MOLINA-ANGULO

Es filóloga hispánica y filóloga catalana con máster de Estudios Avanzados en Literatura Española e Hispanoamericana por la UB (ha hecho unas cuantas mudanzas pero cuando queráis os enseña su TFM sobre el humor y la ironía en el teatro de Rosario Castellanos). Ha sido auxiliar de conversación en Londres y actualmente se dedica a la docencia y a la investigación del teatro infantil sobre el que versará su tesis que acabará en breve (eso espera ella, los que la rodean y su salud mental). Además de estas cosas serias citadas anteriormente administra y crea los contenidos de la página “Postureo Filológico” en Twitter y en Facebook.

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Colaboradores

Nitz Lerasmo (Ombligo de la Luna, 1994)

NITZ LERASMO

Estudia filosofía en la UNAM y hace su tesis sobre Borge Luis Jorges. Tiene una extraña fascinación por las criaturas marinas desde que leyó La multiplicación de los peces de José Revueltas. Ha perdido más concursos literarios de los que ha ganado. A veces publica sus engendros en revistas. Escribió un libro de cuentos, muerto desde las prensas.

PABLO GARCÍA MÁRQUEZ

Pablo García Márquez (Sevilla, 1985). Desde pequeño ha fantaseado con escribir sobre si mismo en tercera persona como si fuera un personaje histórico importante en el devenir de la humanidad y haciendo mención al gol de Nayim en el tiempo de descuento en la final de la Recopa de Europa del 95. Anduvo por Barcelona y prepara su próxima huida de Lisboa. Compra más libros de los que lee. Y sobre todo intenta escribir todos los días. Cualquier cosa. Aunque sea una nota de suicidio. La frase no es suya.

Nací muy confuso y desorientado una mañana de julio de 1988. Estudio biología desde entonces. Hago muchas cosas, aunque ninguna se me da especialmente bien. Excepto las tortitas. Las tortitas me salen de muerte. He escrito y dibujado un libro, Diario cretino (2017), del cual solo se debe destacar que es considerablemente cuadrado. Pienso que lo cutre está infravalorado y que “Esteban” es un nombre tan válido como cualquier otro para un perro o un marsupial pequeño.

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ISMAEL SÁNCHEZ PÉREZ


Colaboradores

SABIÑE GORRICHO

Nací en Iruñea en 1986, pero crecí en un pueblo diminuto a diez kilómetros de allí. Estudié Comunicación Audiovisual cuando todavía era una licenciatura y terminé el Grado en Estudios Ingleses hace un año. También tengo un máster en Guion para Cine y TV. Como toda la gente de letras, conozco la incertidumbre laboral de primera mano. Vivo rodeada de gaviotas en la melancólica costa galesa y escribo para divertirme.

Psiquemada. Una vez leí que las mejores presentaciones

SANDRA HERRANZ

no las hace uno mismo. El tiempo y las palabras crean el verbo o adjetivo que después te definirá en las relaciones que pasen por tu vida. Tiempo. Un café XL en el barrio más cercano, un pogo a dos en la rave más alejada, un abrazo en el centro. Un cuadro representado en diferentes exposiciones que enfocan tu cara pero no quien eres realmente. Sin embargo aquí estoy, intentando definirme sin tener ni idea de quien soy. Lo único que puedo confirmar es que desde 1995 vivo en Madrid, me llaman Psiquemada y me movilizo en torno al arte, en cada una de sus expresiones y sobre todo en el teatro, formándome en el CIT La manada.

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ILUSTRADOR

COLABORADORES:

Deivid Sáenz

Amalia Barbarin

TRIPULACIÓN:

Cristian Rubio Ollin Rafael Anaïs Egea Inma Ponce Juan Vázquez Mari Nieves Lorenzo

Hermanos Alquézar Sabiñe Gorricho

@

www.revistatorpedo.com

@RevistaTorpedo

Raquel Molina-Angulo Nitz Lerasmo Pablo García Márquez Sandra Herranz Raúl Pérez Ismael Sánchez

Número 3 Adopta un monstruo marino Editada en Madrid. Diciembre 2018. comandancia@revistatorpedo.com

Revista Torpedo

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