Revista Únicas Edición No. 22

Page 1

Ú N I C A S

IRREPETIBLES E INIGUALABLES

SOBRELLEVANDO EL DUELO CON MIS HIJOS

TESTOSTERONA POR DOQUIER

FORMANDO PRINCESAS

MUSSE DE CAFÉ

LA AVENTURA DE LA MATERNIDAD

REVISTA
ABRIL MAYO 2023 EDICIÓN ESPECIAL #22

Índice de tu revista

Editorial: Retos extremos, mujeres extraordinarias

Sobrellevando el duelo con mus hijos.

Formando princesas

Musse de café

Testosterona por doquier

La aventura de la maternidad.

DIRECTORIO

Directora de la Revista: Sheila Toledo de Bernal

Jefe de Contenido: Sheila Toledo de Bernal. Jefa de redacción y corrección: Julieta Ordoñez.

Jefe de diseño y diagramación: Nancy Ortíz

Editorial: Nancy Ortiz

Revista Únicas, Centro Comercial Novicentro zona 11 2do nivel Local 30

Correo: unicasgt@gmailcom

R E V I S T A R E T O S E X T R E M O S M A D R E S E X T R A O R D I N A R I A S

Retos extremos, Madres extraordinarias

Editorial

La llegada de un nuevo miembro a la familia además de alegría también trae nuevos retos.

Empezando porque toda la dinámica familiar deberá ser modificada con la llegada de un bebe. Lo ideal es que antes de su llegada se establezcan todas aquellas prioridades en pareja sobre cómo será el cuidado de los hijos.

Si la madre es laboralmente activa deberá tomar la decisión si continúa trabajando a tiempo completo para una empresa o busca un trabajo de medio tiempo, emprende un negocio desde casa o se dedicará cien por ciento al cuidado de los hijos y en este caso si el esposo será el único que trabajará para sostener el hogar.

En Guatemala el código del trabajo establece en el artículo 102 que las trabajadoras tienen derecho a un máximo de doce semanas (84 días) como licencia de maternidad. La duración general de la licencia de maternidad es de 30 días pre-parto y 54 días de licencia postnatal. Los descansos pre y postnatal serán ampliados según sus condiciones físicas, por prescripción médica. En la época de la lactancia tendrá derecho a dos períodos de descanso extraordinarios, dentro de la jornada con una duración de 10 meses.

Esto nos indica que después de esta licencia la madre no tendrá permisos por parte de

Y en muchas ocasiones no se trata de que la madre escoja entre su trabajo o ser mamá: algunas veces no es posible que elija, por ejemplo, si es madre soltera y es la única proveedora de la familia, tendrá que seguir trabajando. Y en este caso surge otro reto mayor, ¿quién cuidará al bebe?

Este reto de las madres trabajadoras es importante porque entre más personas de confianza tenga a su alrededor, mejor se desempeñará en su faceta de mamá y trabajadora, por la confianza de dejar a sus hijos al cuidado de sus familiares.

Si está casada la primera persona que debe estar ahí para apoyarla es su pareja: si los padres se hacen responsables a partes iguales de los hijos, la familia tendrá un crecimiento y relación sana.

Si es mamá soltera, su mayor apoyo debería ser la familia, los papás y hermanos, y en algunos casos puede apoyarse de amigas, vecinos o incluso tomar la decisión de contratar a una niñera de confianza, siempre bajo su supervision.

En ambos casos la madre deberá esforzarse por dedicarles tiempo de calidad a los hijos, cuidarlos de una forma más amorosa y asertiva es la prioridad de toda madre.

No es una tarea fácil cuidar y educar a los hijos, darles lo mejor posible que este dentro del alcance para su bienestar, brindarle amor son algunas prioridades. No existe una escuela para madres, pero si con guianza y sabiduría de Dios se puede llegar a ser una Madres Extraordinarias Feliz mes de la Madre

Sobrellevandoelduelocon mishijos

Cuándo murio mi esposo, realmente no sabia que hacer, ya que inmediatamente pensé: Dios mío tengo 4 dolores en mi en este momento, el de mis tres hijos y el mío, los amo tanto y debo levantarme y levantarlos "Señor ¿cómo los ayudo?" Tengo que trabajar, atender la casa, velar porque no falte nada material, apoyar a mis hijos y levantarme a pesar del dolor cada día y sacar adelante lo que me has encomendado Señor.

Después de tanto pensar, lo primero que hice fue hablar con Dios y pedirle que me ayudara a comprender la necesidad de cada uno de ellos y me sorprendí de cómo Él me fue respondiendo, al ver a cada uno como intentaba levantarse a sí mismo.

Empecé por descubrir que una de mis hijas (tengo dos mujeres y un varón) necesitaba que la escuchara y que la acompañara (a veces eran pláticas con llanto y dolor a media noche, mismas que me permití escuchar sin poder decir nada porque me decía por favor solo escúchame EXTRAÑO A MI PAPÁ. En otras ocasiones en que aparecía el llanto y la tristeza note que abrazar, hacer un té y quedarme el tiempo necesario al lado de ella la reconfortaba, al punto que en ocasiones me llama y me dice por favor quédate conmigo y acompáñame en silencio por favor).

En mi hijo varón descubrí que empezó a apoyarme realizando actividades que anteriormente no hacía y a pesar de que sonreía y de que su mirada intentaba no estar triste , él estaba evadiendo el dolor, el llanto y empezó a estar mucho tiempo a solas, entonces decidí conversar y aconsejar hacerle ver que el dolor es normal ante tan irreparable pérdida , que llorar no es malo, que ser varón no le impide hacerlo, le recordé incluso que Jesús lloró la noche en que iba a ser entregado y poco a poco ha empezado a permitirse llorar y aceptar su dolor.

También decidí dar ejemplo de valentía, sin dejar de lado mis sentimientos que un año y medio después he empezado a dejarlo fluir también, porque para que ellos se permitan expresar el dolor como debe ser debo hacerlo de igual manera. He de mencionar que me he abocado con personas que aman la oración y me han enseñado a hacerlo y realmente el poder de la oración es maravilloso.

A mi otra hija decidí hablarle con el corazón para que aprendamos a aceptar los designios de Dios, aunque no los entendamos, le di su espacio para llorar igual que a sus hermanos, le he ido enseñando que su paz mental es importante y que debe mantenerla contra viento y marea.

En otras palabras: escuchar, acompañar, conversar, aconsejar, orar y enseñarles a amar a Dios a cada uno, para que con el paso del tiempo puedan honrar la memoria de su padre con buenos principios, ha sido lo que hasta hoy me ha mantenido firme para seguir delante de la mano de Dios, ÉL HA SIDO MI ROCA, ¡MI FUERZA!

Formando princesas

Una experiencia "caóticamente hermosa"

Dios me dió el privilegio de tener a cargo a tres mujercitas bellas, María Andrea (mi Muñe) de 21, Ana Gabriela (mi Cushy) de 17 y mi chiquita, mi sorpresa Mariana (mi Mini) de 9; por lo que tengo tres mundos diferentes, cada una con su carácter, su temperamento, sus necesidades; es una energía tremenda la que se vive día a día en donde la mayoría son buenos momentos gracias a Dios teniendo en algún momento pequeñas diferencias. Nos reímos mucho, compartimos juntas y me gusta tener tiempo con cada una ya que tienen gustos diferentes y necesitan tener su espacio con mami. Es hermoso pues como mujer las entiendo y me gusta siempre pensar en que a la edad de cada una de ellas cómo era yo para poder comprenderlas. Algo que le pido mucho al Señor es que me ayude a ser un buen ejemplo pues estoy clara que hago más con mis acciones que hablando.

Siempre trato de estar pendiente, de escuchar, apoyar, guiar, aconsejar, de que sepan que estoy allí, de interesarme por las cosas que les gusta, aunque no logre entender al 100 o no me agrade. Me he equivocado mucho y me ha tocado llegar con humildad a pedirles perdón.

El hecho de ser mujeres también nos pone en situaciones de desacuerdos, de que todas queremos tener la razón, de enojos; ya saben ustedes de esos famosos cambios hormonales. Hay muchas cosas de las cuales no estoy de acuerdo, en donde toca corregir, toca que aconsejar, llamar la atención, castigar y preocuparme pues como mujer mayor quisiera que entendieran que mis consejos son para evitarles dolor, malas experiencias y consecuencias no agradables; en algunos casos me funciona en otros no y por más que me duela entiendo que es parte de lo que deben pasar, que les ayudará a crecer y madurar.

Por Ana Lucrecia de Marroquín Esposa, madre, equipo Únicas.

Es un constante orar por cada una, por sus corazones, sus pensamientos, sus sueños y anhelos, declarar que serán mujeres de bien, sabias, valientes y llenas de su gracia, favor y guía. Ya Andrea y Gaby están en la etapa de novios y eso ya es otra historia, debo pedir a Dios me de gracia y mucha sabiduría para poder llegar con las palabras adecuadas, hablándoles claro y poder apapachar esos corazoncitos. Hay momentos donde estoy regañando a la más peque y le digo el nombre de la más grande o al contrario uff es tanto a veces que ya no sé el nombre de quién tengo enfrente.

Tengo la bendición de poder estar en casa, por lo que soy el uber entre otras muchas cosas. Me toca llevar e ir a traer a las peques al cole, a medio día ir por mi grandota a la U y esos tiempos en el carro son únicos, en serio parecemos cotorritas, bueno a todo le sacamos plática; somos un buen equipo, donde cada una nuestro punto de vista y respetamos el de las demás.

Nunca me cansaré de agradecer a Dios por mi hogar, por haber puesto en mi vientre tres vidas y en las manos de mi esposo y mías sus hermosas herencias; planes perfectos que Él tenía para nosotros. Así que ya se imaginan lo que le toca a mi esposo con cuatro mujeres.

Solo me queda decirles que estoy sumamente agradecida por mi rol como mami, por lo que tengo y que estoy clara que debo vivir un día la vez dando lo mejor.

Amo, amo, amo a mis princesas.

1 cucharada sopera de café soluble

3 cucharadas soperas de azúcar

150 ml de agua muy fría

Preparación

En un bol grande ponemos el café y el azúcar. Mezclamos. Añadimos el agua y volvemos a mezclar con la cuchara hasta que el azúcar se disuelva un poco y quede todo integrado.

Batimos con una batidora de varillas durante 5 minutos, hasta que vemos que la mezcla va espumando y adquiriendo el aspecto de una crema.

Servimos inmediatamente para que la mousse no se baje.

4.
1. 2. 3.

Testosterona por doquier

Desde mi niñez, al lado de mis hermanos viví rodeada de varones, por lo que jugar a la pelota, deportes y luchas no era nada extraño para mí. Creo que eso me hizo llegar a tener una personalidad más relajada y práctica.

Al casarme y soñar con hijos, siempre tenía la idea de niños, incluso primero busqué nombre de varón y no de nena.

Dios me regalo a mi primer bebé, casi sin dudarlo sabia que era hombre, teníamos su nombre listo, sería "Esteban".

Luego vino el segundo, aunque al inicio pensaba que era nena por la presión de la gente que esperaban la parejita, sin embargo recuerdo un día al verme al espejo, tuve la convicción que vendría otro nene, pero decidí no dar mi veredicto hasta no estar segura. Y claro está que mi instinto no fallaba, venía mi hermoso "Matteo". Su llegada fue muy dulce y aunque aprender a cuidar dos pequeñines juntos era difícil, el cuidado del bebé y reconocer similitudes por ser del mismo sexo me dio seguridad y confianza.

Pasaron los años y con ellos el deseo de tener otro bebé, luego de unos procesos difíciles estaba felizmente embarazada.

Esta vez, todos estaban convencidos que venía la nena, incluyendo a mi esposo que comenzaba a soñar con una chiquilla para consentir, sin embargo algo en mi interior me hacía pensar que me sentiría más cómoda con otro niño, además de no desacomodar a mis 2 hijos. Pero sentía que si lo decía en voz alta, pensarían mal de mi. Pasaban los días y me ilusionaba saber qué sexo era, pero pensaba en el deseo de mi esposo y su ilusion me conmovía.

Se llegó el día del ultrasonido y cuando íbamos de camino me dijo : "realmente no importa si es hombre o mujer, amo jugar con los chicos y solo quiero gozármelo", increíblemente esas palabras me dieron paz y pude expresarme y decirle que en el fondo creía que era niño. Y efectivamente ese día nos dieron la noticia que venía mi tercer varoncito.

Mi corazón se llenó de ilusión y de cierta paz que no podía entender, era como sentirme en "mi salsa".

Hoy han pasado casi 6 años de ese día, y mi vida gira al rededor de mucha testosterona en casa, rudeza, choques, juegos, simpleza, practicidad, juegos, luchas, tierra, besos, sudor, abrazos, y hasta olores. Ya saboreando la adolescencia en el primero, pre adolescencia en el segundo y disfrutando la infancia del último.

Todos los días pienso que ese es mi lugar, me siento cómoda, siento que mi vida es práctica y entiendo muy bien lo que viven en cada etapa. Honestamente creo que Dios me ayudó y formó desde mi niñez para este tiempo.

Él conoce nuestros gustos, nuestras habilidades y fortalezas, así que Él sabía que yo podía y debia lidiar con 3 varones maravillosos, dinámicos, juguetones y extremadamente cariñosos.

Cabe mencionar que Dios cumplió el deseo del corazón de mi esposo, Andre, el más pequeño desde que era bebé tuvo una conexión increíble con él. Dormía en sus brazos, quería que solo mi esposo lo cargara o le diera su comida, de pronto mi esposo estaba siendo el punto de atención de este pequeñín.

Hoy mi casa está llena de Legos, carritos, pistolas y video juegos y yo siento que para este tiempo nací.

El gozo de ser madre

Juan 16:21

Cuando la mujer está para dar a luz, tiene aflicción, porque ha llegado su hora; pero cuando da a luz al niño, ya no se acuerda de la angustia, por la alegría de que un niño haya nacido en el mundo.

La aventura de la maternidad

Por Ana Regina Toledo Empresaria, madre de 2, capacitadora, equipo Únicas

Mi amiga Gaby estaba esperando a su primer bebé y en una plática, donde me exponía todas esas dudas que surgen en una mamá primeriza ante lo desconocido que estaba por enfrentar, me preguntó: ¿AnaRe, dar de mamar duele? Yo, que en ese tiempo mis hijos tenían 13 y 14 años, sin pensarlo le respondí: Dar de mamar no duele. ¡La adolescencia duele!

Hasta el día de hoy nos reímos del comentario que me salió tan del alma en ese momento Hoy recordándolo pienso en lo rápido que pasa el tiempo. Suena a frase trillada, pero es cierto.

Mis hijos tienen 22 y 23 años y confirmo lo que siempre digo sobre ser padres: ¡Es una gran aventura! Como en cualquier otra aventura, encontrarás que la maternidad tiene ciertas características…

Riesgo. ¡Vaya si esta no es una aventura que implica riesgos físicos, emocionales y mentales! Primero, el riesgo que es para nosotras el embarazo y el parto Uff!

Cuando eran pequeños, el riesgo era que no se cayeran o que no se lastimaran con la esquina de la mesa. Conforme los hijos crecen, los riesgos son otros. Oras porque regresen con bien de la competencia que termina a media noche, porque no les rompan el corazón, porque estén seguros mientras viven lejos de ti en un país extraño.

Yo me confieso mamá gallina y Dios me ha procesado y enseñado a confiar. Cuando eres mamá de chiquitos tienes la ilusa idea de control porque están bajo tu techo y los puedes ver, pero cuando crecen y empiezan a hacer una vida lejos de ti, tienes que aprender a soltar. Soltar no es desentenderte de ellos, es entender que tú como mamá no puedes hacer nada en determinados momentos y debes ponerlos en las manos correctas, en las de Dios. Confiar en que protegerá y guiará a tus hijos en cada paso del camino sin importar cuán lejos se encuentren de ti.

Desafío. La aventura de la maternidad implica enfrentar desafíos que requieren de paciencia, dedicación y muuuuuuuuucho amor. Mis hijos de chiquitos eran bien portados Creo que la peor travesura de Andrés fue dibujarle un garabato en la planta de pie a una clienta del salón de mi hermana que estaba acostada haciéndose un facial.

De grandes, hmmmmmm. Me tocó pagar los elotes que su papá se comió! No porque sean mal portados, sino porque son intrépidos y los dos hacen cosas que me paran el pelo, como planear tirarse de un paracaídas o hacer “CouchSurfing” en una ciudad extraña (ahí les dejo la tarea de que averigüen qué es lo segundo y que se les pare el pelo también… jajajaja). Así que cuando tus hijos crecen te toca orar por sabiduría, saber cuándo escuchar, cuándo callar y cuándo corregir.

Cuando tus hijos se encuentren ante un desafío, recuerda que es parte de su proceso de maduración y formación de carácter. No corras a resolver todo para ellos Déjalos encontrar su camino y ora porque en cada proceso Dios los siga perfeccionando.

Exploración La maternidad es un viaje de exploración constante Explorar lo desconocido es parte importante de muchas aventuras.

Los hijos, aunque crezcan bajo el mismo techo, son tan diferentes… y desde ahí, desde esa diversidad enriquecen a nuestras familias Es importante explorar y descubrir lo que hay en el corazón de tus hijos.

Conforme los años pasan, las conversaciones se vuelven más interesantes. Es tan apasionante escuchar a tus hijos hablar sobre sus sueños, su visión de la vida, las decisiones que toman de acuerdo a lo que están aprendiendo. Escúchalos, sin juicios, solo dándote la oportunidad de conocer a esos seres maravillosos que has formado de la mano de Dios y disfruta del fruto de esas semillas que has depositado a lo largo de su historia.

Busca la guía de Dios para descubrir el carácter y la personalidad de cada uno de tus hijos, cómo debes comunicarte con cada uno según sus características tan únicas, cómo corregirlos, etc. Pídele a Dios que te enseñe a acompañar a tus hijos en su propio viaje de descubrimiento y crecimiento.

Autodescubrimiento Las aventuras son una oportunidad para descubrir más sobre nosotras mismas. Siendo madres aprendemos mucho sobre nuestras fortalezas, debilidades y límites Sobre todo, aprendemos que Dios nos regala a nuestros hijos para conocernos más.

Mientras más crecen tus hijos, más te enseñan Mis mayores espejos, son mis hijos. Andrés me tira unas preguntas que me dejan parqueada y reflexionando seriamente… Cuando aprendes que tus hijos te reflejan aquello que tú debes trabajar en ti, se convierten en tus más constantes maestros. Ten la humildad para hacer los cambios necesarios en ti cuando sea necesario. Ora para que el Espíritu Santo de Dios redarguya tu corazón y te muestre cuando el Padre quiera perfeccionarse en alguna de tus debilidades.

Diversión Una vez superados los peligros y retos de la aventura, descubrirás que son extremadamente gratificantes. Hay personas que dicen que no se puede ser madre y amiga. Yo pienso que no es cierto porque mi mamá siempre ha sido mi más grande amiga desde que tengo uso de razón. Han habido momentos de corrección y otros de gozar inmensamente y así lo he hecho también con mis hijos ¡Date permiso de disfrutar momentos maravillosos con tus hijos!!!!…

Ya no tienes que bañarlos, vestirlos y arreglarlos. Ya puedes enfocar esa energía en planear una tarde de juegos, ir a un concierto, un fin de semana juntos Ríe a carcajadas y disfruta porque el tiempo que les queda en casa es ya muy corto…

Mis hijos se llevan tan solo 11 meses y los primeros años fueron intensos Hoy ya no hay pachas ni pañales. No corro al bus ni me tengo que levantar a hacer loncheras de madrugada. No hay actos cívicos, ni tareas, ni entregas de notas

Hoy hay muchos momentos de silencio en casa cuando ellos no están, porque están cada uno siguiendo su camino La aventura también tiene instantes de quietud…

El tiempo pasará y algún día me harán suegra y abuela Mientras ese día llega, disfrutaré de estos cómplices con los que puedo filosofar y compartir momentos únicos, de estos jóvenes que se están convirtiendo en adultos excepcionales de los que me siento inmensamente orgullosa, a quienes bendigo y por quienes doy infinitas gracias a Dios.

Hoy celebro tu maternidad y te invito a que disfrutes la aventura, en la etapa en la que te encuentres, porque es única y, como todo en la vida, pasará

Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.