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¿Que és la meditación transpersonal?

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La Meditación Transpersonal es una práctica que entrena el enfoque de la atención en la vivencia del momento presente. Se trata de una acción contemplativa derivada de la práctica Zen que se caracteriza por su sencillez y sobriedad. En realidad, la Meditación Transpersonal es una herramienta para activar el estado de presencia, cuyo sencillo protocolo y beneficiosas consecuencias, la convierten en un saludable ejercicio de autoconsciencia.

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La Meditación Transpersonal es de muy fácil realización. Con tan sólo tener en cuenta los 3 puntos fundamentales de su práctica: postura, respiración y actitud. A partir de aquí puede afirmarse que se aprende a meditar, meditando.

¿CÓMO COMENZAR A MEDITAR?

Para meditar conviene adoptar la postura que mejor facilite la práctica. Y para ello hay aspectos que precisamos tener en cuenta para crear las condiciones que la favorezcan la práctica. En primer lugar, conviene aprender a sentarse con la espalda derecha sobre un cojín en el suelo con las piernas cruzadas, o bien sentados en una silla o butaca con las piernas paralelas. Conviene asimismo recoger la barbilla ligeramente hacia dentro sin bajar ni subir la cabeza, al tiempo que alejamos suavemente los hombros de las orejas y colocamos las manos o bien en una posición tradicional o mudra o bien como elijamos, pero en cualquier caso adoptando una posición consciente en las mismas. Si a esto añadimos el inicio sutil de una sonrisa, la propia postura física en sus detalles bien conjuntados se convierte en un objeto de observación que permite arraigarse en el cuerpo durante la práctica.

La mente pensante tiende a la dispersión por lo que para lograr aquietarla y asentarla conviene respirar de manera consciente. Es decir, observando y sintiendo la entrada y salida del aire durante el proceso respiratorio. Un enfoque en las sensaciones respiratorias que también incluye el observar o darse cuenta de los diferentes pensamientos que circulan por la corriente mental, sin oposición ni deseo de retener lo que aparezca.

Esta observación se realiza de manera neutra y desapegada. Es decir, en atención a lo que surja, dejando que los pensamientos y sensaciones vengan y vayan, sin intervenir en ellos. Se trata tan solo de observar y darse cuenta de lo que sucede desde un estado de presencia y ecuánime atestiguación.

Si a lo dicho añadimos el establecimiento de una actitud amable de ofrecimiento y disponibilidad compasiva, es decir, desde el corazón y hacia la vida, nuestra práctica se tornará cada día más plena de beneficiosas consecuencias neurológicas, bioquímicas y conductuales.

Como es natural, iniciar o compartir esta vivencia con un instructor y sobre todo con un grupo de personas que comparten la práctica, sin duda facilita y optimiza el alcance de su práctica.

Ángeles Morales · Terapeuta Transpersonal Especialista en Desarrollo Transpersonal Terapia Sistémica Transpersonal

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