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Misceláneo Celulosa moldeada una posibilidad de avance para decir adiós a los plásticos de un solo uso
REVISTA VAS 4.0 CONVERSÓ CON ÁLEX BERG, DIRECTOR DE LA UNIDAD DE DESARROLLO TECNOLÓGICO (UDT) DE LA UNIVERSIDAD DE CONCEPCIÓN (UDEC), ESPACIO DE PROLÍFICA INVESTIGACIÓN EN TORNO A NUEVAS
EEl propósito de la Unidad de Desarrollo Tecnológico de la Universidad de Concepción es mantenerse como lo que ha sido por los últimos años: un centro de referencia nacional en I+D aplicado, capaz de liderar el desarrollo de numerosas soluciones tecnológicas para pensar desde diversas aristas el mundo de la economía circular. Con el biodiseño de nuevos productos, el reciclaje de residuos domiciliarios e industriales, y la generación de soluciones para enfrentar la Ley REP en mente, el equipo liderado por Álex Berg ha marcado un nuevo hito en cuanto a liderazgo para la ejecución de proyectos en la búsqueda de nuevos materiales. “En UDT generamos conocimiento de frontera, pero, a su vez, tenemos equipamiento y personal especializado en escalar tecnologías desde el laboratorio a un nivel piloto y, desde aquí, a un nivel industrial. Esta capacidad de escalamiento es única en Chile y nos permite interactuar cercanamente con empresas, enfrentando problemas y desafíos productivos”, comenta Berg. “En la actualidad, el biodiseño de productos, la concepción y el desarrollo de tecnologías para el reciclaje, y la valorización de subproductos y residuos, son los ámbitos de acción que focalizan preferentemente nuestra atención. Los conceptos Bioeconomía y Economía Circular resumen de buena manera nuestro interés y ámbito de acción”
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Beneficios De La Celulosa
Frente a cómo nace y en qué consiste el proyecto de trabajar con celulosa moldeada para reemplazar envases plásticos, el director de UDT parte por hacer una aclaración relevante: “nadie duda que los plásticos son materiales con muchas virtudes; entre otros, son fácilmente procesables e inertes, están disponibles masivamente y su precio es bajo. Desgraciadamente, también tienen falencias, principalmente, perduran por cientos de años en la naturaleza, con serios problemas ecológicos, y la realidad demuestra que su reciclabilidad es muy limitada (un 11% en Chile)”
Equipo De Trabajo
Esta iniciativa fue financiada por el Gobierno Regional del Biobío a través del Fondo de Innovación para la Competitividad Regional, durante el período de ejecución de un año. El equipo conformado por los ingenieros Débora Pino y José Fuentes, además de Berg, se encargó de conceptualizar el proyecto, montar una planta de fabricación de productos termomoldeados a nivel de banco, evaluaron distintas formulaciones y caracterizaron el material. “El resultado fue muy auspicioso, pues obtuvimos productos moldeados de buenas propiedades físicas y mecánicas y principalmente, también, pudimos conferirle excelentes propiedades de barrera frente al agua, a lípidos y al oxígeno, sin afectar la biodegradabilidad ni reciclabilidad del material compuesto resultante”, remarca Álex.
El financiamiento recibido permitió escalar la tecnología hasta un nivel piloto, desarrollando diversos prototipos y evaluando su viabilidad técnica y económica. Se trata de una alternativa competitiva y, sin duda, la implementación de la tecnología generará un fuerte impacto, ya que ampliará la cadena de valor y diferenciará la producción forestal, permitirá a las empresas de la región contar con un empaque de muy baja huella ambiental y abre las puertas para, en un futuro cercano, iniciar una nueva actividad productiva.
En contrapartida, Berg explica que las fibras de celulosa “forman parte de los ciclos de degradación naturales y las cuotas de reciclaje de papeles y cartones son muy altas (entre un 60 y 80% en Chile). El desafío es conferirles a las fibras propiedades que permitan su aplicación en la industria de envases, preferentemente de alimentos”
Es que la celulosa es el polímero más abundante en la naturaleza, y existen organismos especializados en su degradación; “las fibras pue- den ser vírgenes o recicladas, lo que contribuye al impulso de una economía circular; se trata de una materia prima nacional, masivamente disponible y de bajo costo, y el proceso de transformación de las fibras en envases es simple y requiere de bajas inversiones relativas en equipamiento”, remarca Álex.
Mediano Plazo
El proceso de generar un envase a partir de celulosa, una vez aplicado, pareciera simple de aplicar porque consiste en pocos pasos; Álex explica que “las materias primas son fibras de celulosa vírgenes o recicladas, con algunos pocos aditivos y un coating en base a nanofibras de celulosa. La suspensión de fibras se succiona a través de un molde perforado, con la forma del recipiente que se desea producir, formando una lámina húmeda. Este haz de fibras se prensa y seca. Posteriormente, se aplica la película de nanofibras o coating, para otorgarle propiedades de barrera al material. Existen equipos comerciales en el mercado para este fin”
Al ser consultado por las oportunidades que podría tener en un mediano plazo la industria del packaging alimentario con este nuevo material, Berg acota que “reconocemos interesantes oportunidades, si la celulosa moldeada se establece en el mercado como material de envases rígidos. Por una parte, están las ventajas ambientales mencionadas (biodegradación y reciclaje), pero también ventajas económicas y sociales. De hecho, se trata de una materia producida masivamente en Chile, cuyo precio es menor al de los plásticos; el proceso de conversión es relativamente simple y la inversión en equipos es moderada. Lo anterior abre la posibilidad de que pequeñas y medianas empresas se integren a la industria de envases”
Para quienes son padres, les ha pasado en más de una ocasión que a la hora de abrir un regalo los niños se muestran más interesados en las dimensiones de la caja donde viene la casita de muñecas, el auto eléctrico o el set de doctora Este fenómeno, asociado a las múltiples posibilidades que entrega para la imaginación de un cerebro en construcción la forma de un cuadrado, es un factor determinante para la diseñadora Trinidad Jove, quien en el año 2013 aborda la idea de trabajar con cajas de cartón corrugado para luego convertirlos en juguetes. “La idea nace inspirada en mi infancia, cuando una caja podía ser el juego más entretenido de todos: ¡duraba semanas! Servía para pintar, como un tren, o un avión, o un cohete; la versatilidad de la caja le permite ser muchas cosas, siendo a la vez algo tan simple. La esencia de Magia y Cartón es eso, que los niños y niñas vuelvan a jugar con lo simple, a crear e imaginar. Además, el hecho de que nuestros productos sean 100% reciclables es un plus enorme”, acota Trinidad. De acuerdo con las cifras entregadas por Jove, en la actualidad nueve de cada 10 juguetes terminan en vertederos y en Chile se comercializan al año aproximadamente 25 millones de juguetes, hechos casi en su totalidad de material no reciclable. “Nosotros aportamos con ser juguetes que no sólo son 100% reciclables, sino que además educan a los niños en su conciencia medioambiental. Con Magia y Cartón, el juego termina al momento de reciclar el juguete mismo y eso es parte de la actividad”, indica. “Muchos de nuestros juguetes son hechos con cartón 100% reciclado, además cada juguete incluye un diploma que premia a cada niño por promover el reciclaje, y en nuestra tienda recibimos juguetes que ya cumplieron su vida útil y, a cambio, entregamos un nuevo juguete hecho con material reciclado de nuestra fábrica”
Una mujer inquieta
Si bien Magia y Cartón nace hace una década, Trinidad ha pasado por muchas etapas antes de enfocarse en este camino; estudió diseño gráfico, pero siempre soñó con formar algo propio, lo que incluyó muchos intentos fallidos, como ella misma explica. Un día vio en internet una bicicleta de cartón que funcionaba, y allí llegó a la conclusión de que si era posible hacer una bicicleta con este material, se podía hacer cualquier cosa. En un principio, echó a andar el emprendimiento en paralelo a su trabajo formal, pero pasado un año se ganó un Capital Semilla: “Ahí dije listo, voy a renunciar nomás; si Magia y Cartón no resulta en un año, me vuelvo a emplear. Menos mal que resultó”, recuerda.
“Si bien soy diseñadora, no tenía ningún conocimiento del mundo del cartón, así que en un principio me iba a Avenida Matta a preguntar y preguntar a las distintas distribuidoras de insumos, pero nadie me pescaba; finalmente logré dar con una fábrica que me ayudó e hicimos los primeros juguetes; en el 2017 me compré una máquina troqueladora, se la arrendé a un proveedor, y el 2018 ya me arrendé un lugar para poder montar yo misma una pequeña fábrica. Antes de la pandemia ya nos habíamos cambiado al espacio de trabajo que tenemos ahora, grande y lindo, un lugar especial para nosotros”, cuenta Trinidad.
La Cartonería Packaging
Siempre atenta a las necesidades del mercado, en paralelo la diseñadora decidió embarcarse en otro proyecto asociado a la construcción de cajas de cartón llamado La Cartonería
Packaging: “en la cartonería fabricamos cajas; trabajamos cartulina, microcorrugado y corrugado. Nació un año después de Magia y Cartón, porque me pedían harto hacer cajas. Al principio no era más que una web, mientras externalizaba todos los procesos, pero fue ganando cada vez más clientes”
Hoy Trinidad es responsable entonces de dos unidades de negocios: los juguetes (Magia y Cartón) y las cajas (La Cartonería), que en sus palabras “es más o menos 50% y 50%. Hoy prácticamente todo necesita una caja y entonces (al contrario que a la mayoría de las industrias) la pandemia les pegó muy bien a ambos negocios: a los juguetes con los niños y niñas en las casas, y a las cajas con la explosión del delivery” Además, ha desarrollado una alianza estratégica con la Sociedad Recicladora de Papel y Cartón (SOREPA), quienes retiran los recortes desde la fábrica de manera semanal, lo que equivale a cerca de tres toneladas de residuos a la semana.
Algo potente
Frente a cómo ha sido el recibimiento del público de estos juguetes tan creativos, la diseñadora comenta que en un principio tenía miedo “de que los papás y mamás no estuvieran dispuestos a pagar por nuestros juguetes por ser de cartón, pero apenas partimos nos dimos cuenta de que eran un hit, tanto para los chicos como para los grandes. Creo que también tienen un componente de nostalgia en quienes hoy somos padres y madres; hoy en día es emocionante ver cómo nos buscan, cómo las personas llegan a la tienda, cómo nuestros productos son pedidos a los distribuidores, cómo nos comparten fotos y comentarios lindos por redes sociales: nos damos cuenta de que estamos haciendo algo potente”
En materia de proyección, Trinidad comenta que “estamos trabajando harto para que la empresa siga creciendo, desde la parte fabricación (viene una máquina emplacadora automática en camino), hasta el diseño. Junto a esto, tenemos recién inaugurado nuestro departamento de diseño, porque de acá a un año queremos llegar a una variedad de 120 juguetes (hoy tenemos 40)”. Frente a posibilidades de exportar, la diseñadora es más que optimista: “de todas maneras nos vemos con mercado fuera, y estamos enfocados en Europa. Solo el mercado juguetero alemán es 10 veces más grande que el chileno, a eso hay que sumarle la gran conciencia medioambiental que hace que los juguetes sustentables estén agarrando cada vez más fuerza”, explica.