Septiembre - Octubre 2010
FESTIVAL
* *
ASCENSO ER
A C E T A J E D S O D A L S I A
XTREMISTA IGOR ALMEIDA
*
*
1ER MARATÓN DE
KITESURF
HUMMER
EXPEDITIONS
¡Gracias! Javier Brin
COLABORADORES
DIRECTOR
Hummer Expeditions Ven A Kite
Poco a poco Revista Vida Extrema se ha ido abriendo camino dentro del público aventurero de Venezuela. Desde los primeros kiters que nos invitaron al 2do Festival de Kitesurf en la Isla
MERCADEO
Campamento La Colmena
de Coche, hasta unos radioaficionados de Caracas que se
Mariana Brin
Ascenso C.A.
aventuraron al Monte Roraima, han puesto un grano de arena
Cliff Escuela de Paracaidismo
para Vida Extrema, aunque todavía estemos comenzando, sea lo que es hoy.
FOTOGRAFÍA
Armando Oquendo
FOTOGRAFÍA DE PORTADA
Ana Isabel Dao
Ana Isabel Dao
Rainer Bostelmann
Cada disciplina es un mundo. Pero todos compartimos el mismo interés, adrenalina y pasión por nuestros deportes.
Daniela Bondavalli Javier Brin
Todavía queda mucho camino por recorrer, apenas estamos comenzando pero no hace falta mucho tiempo para saber que
REDACTORES
un proyecto como este no se hace realidad con pocas manos,
Juan Andrés Parra
por eso aprovechamos este espacio para darle las gracias todos
Armando Oquendo
aquellos que de alguna u otra forma han estado vinculados con Vida Extrema.
REVISTA VIDA EXTREMA FORMA PARTE DE SACMA (SOUTH ADVENTURE COMUNICATIONS ALLIANCE).
¡Gracias!
Javier Brin Director
Foto: Salinas. Paraguaná. Edo. Falcón.
FESTIVAL ASCENSO
R E A C E T A J DE S O D A L S I A
*KITESURF 1ER MARATÓN DE
HUMMER
EXPEDITIONS
FOTOGRAFÍA RAINER BOSTELMANN
CAMPAMENTO
LA COLMENA
Transiberia Mongolia segunda parte Por: Tony Velásquez
L
uego de una antesala de espera donde nos tuvieron una hora junto a otros vehículos, nos revisaron los pasaportes y hasta ese mismo momento de pasar la frontera nos tocó un militar arbitrario, y luego abrieron unas compuertas y dan entrada a tres vehículos por vez, cierran a las 12m y abren a las 2pm, con un total de casi 4 horas en hacer la aduana y la inmigración del lado ruso, que hasta se portaron bien, no revisaron el carro sólo querían verlo así que finalmente un muy feliz viaje a nuestro próximo destino: Mongolia.
Es interesante acotar que entre Rusia y Mongolia hay 28kms de tierra de nadie, es decir, entre ambas aduanas y nadie puede ni si quiera bajarse del carro pues esta siempre vigilada por los rusos en extremo paranoicos, pero es nuestro deber decir que nunca fuimos maltratados en Rusia, por lo contrario siempre muy bien tratados, sólo con la barrera del idioma, contrariamente la gente y en particular los hombres se mostraron siempre indiferentes y las mujeres por su parte siempre simpáticas, disfrutaban mucho de lo difícil que era comunicarnos con ellas a la hora de ordenar la comida.
Con mucho estrés aduanero finalmente entramos en Mongolia preguntándonos como sería el asunto de inmigración y aduana en este nuevo país que nos tocaba conocer, pero para nuestra sorpresa la cosa fue muy distinta, la gente de la aduana extremadamente educada y siempre con una alegre sonrisa nos recibió de forma excelente, pues nos llevó sólo unos 40 minutos salir de la aduana más otros 20 minutos en los que todo el personal salió a ver el carro, y con una gran simpatía nos desearon un muy feliz viaje al interior de su país.
En lo que respecta a nuestra visita de territorio mongol el terreno fue siempre muy bello, la famosa estepa mongolesa apareció incluso desde antes de la frontera con rusia, es una sabana infinita que cubre casi la totalidad del país exceptuando algunos lugares donde predominan rocas bellísimas bañadas de líquenes y algunos grandes lagos entre otras. Fue un cambio radical de paisaje, de cultura, de gente pero sobre todo de ánimo para nosotros, cansados de ver sólo pinos, abedules e infinitas siembras de trigo. Pero la gran sonrisa y la simpatía del ciudadano mongol nos sedujo desde el principio y su bello paisaje nos hizo sentir mucho más libres y dueños de nuestro tiempo, en carretera, que por cierto es lo único terrible de mongolia, las carreteras, las famosas costillas de perro, como las llamamos en Venezuela, o mejor dicho de dinosaurio no se hicieron esperar desde que entramos en dicho territorio, es el peor mal del cual sufren las vías de granzón y el efecto es casi como si rodáramos sobre las vías de un tren, y ni hablar del polvo que nos acompaño desde el principio causándonos muy desagradables molestias respiratorias.
A nuestra llegada al primer pueblo mongol, se hizo patente más aún lo limitante de la lengua para nosotros y recomenzaron nuestros problemas de comunicación quizás peor que en rusia, aunque debemos acotar que ha sido mucho más fácil conseguir gente que por lo menos conozca algunas palabras en inglés facilitándonos las cosas, pero siempre con la divertida forma de ser de los venezolanos que manejamos muy bien. Olggy se llamó nuestro primer pueblo en Mongolia y como casi todos los demás pueblos estaban rodeados por montanas bellísimas, en general los pueblos mongoles son bastante descuidados y las bombas de combustible muy viejas tanto así que algunas son de manivelas, pero afortunadamente nunca hasta ahora nos ha faltado el preciado combustible. Un país con 1.500.000km de extensión y de sólo 2.5 millones de habitantes, y que sólo abrió sus puertas al mundo en el 2004 hay que suponer que es un país totalmente nuevo a nuestro mundo y nuestras costumbres, ellos son altamente simpáticos y abiertos a comunicarse así mismo en su idioma que cambia con sus regiones, siendo así uno de los factores más importantes, aunque tenemos un comunicador oficial que es Chicho, y un traductor que es Javier, porque el alfabeto es bastante diferente al nuestro, como en los mapas que vienen con el idioma convencional y hay que traducir la lectura, principalmente para las señalizaciones que es el problema principal, aquí en mongolia es más abierta la gente y más comunicativa que de donde venimos y eso nos facilita mucho todo.
D
urante esta etapa hemos notado lo equivocados que estábamos en relación a lo que significa la lectura de mapas, las cuales se muestran con rutas en rojo y la sorpresa es que no existen y las existentes estan destruidas, además que los GPS, no encuentran las rutas, así como dicen los viejos expedicionarios que son los que saben, retornamos al uso de la brújula, entre Chicho co-piloteando y navegando junto a Javier dimos con las rutas, lo problemático es que encuentran una carretera y de repente se convierten en varias vías quedas de frente y hay que tomar decisiones, Siempre en los campamentos se estudian las rutas pero siempre es impredecible lo que
encontraremos al día siguiente. Recorriendo la región de alta, posiblemente la más bella que hemos visto, perdimos la placa del H1, en uno de los pases de ríos de deshielo y sólo fue al ver las fotos tomadas por Chicho minutos antes para saber que había sido a más de 25 km atrás y tuvimos que retornar al lugar donde suponíamos que la habíamos perdido. Javier se metió y la encontró dentro de un helado pase de agua, esto ya nos dejaba muy lejos y tarde de nuestro objetivo, así decidimos acercamos a una familia en un yurt, nombre que se le da a las viviendas tradicionales en Mongolia, en idioma local es gerr, ésta fue una de las mejores experiencias que habíamos tenido hasta este momento, fue algo muy importante tanto para ellos como para nosotros, por la
convivencia y poder compartir con el patriarca de la familia un anciano que con su simpatía y su simplicidad daba como transparencia el cariño que nos transmitía sin ni siquiera hablar su idioma, esa noche Chicho cocinó una pasta en el campamento y les llevamos un poco para que lo probaran, cual fue la sorpresa cuando entraron al yurt Tony y Javier, observaron que habían sacrificado un chivo para darnos una parte, que Javier y Chicho no dudaron en cocinarlo de inmediato: fue una gran experiencia. En la mañana siguiente nos invitaron a tomar leche de yegua con pan y algo muy tradicional, la sopa que a nosotros en particular no nos gustó mucho pero que para ellos en el desayuno ideal y es de suma importancia.
Continuamos por este valle de impresionante belleza por las carreteras que no dejan de ser durísimas y agotadoras, donde siempre al final de la tarde montamos campamentos, como sólo oscurece a las 23horas, da tiempo de rodar un poco mas. Al día siguiente proseguimos como de costumbre a las siete de la mañana rumbo a la ciudad de Altay. En el camino encontramos algunos participantes del Mongolia Rally, el más famoso del país. Pudimos ayudar a un equipo de ingleses y americanos que tenían problemas en el radiador con el electro ventilador, cables de bujías y otros que con la experiencia de Luis Alves en la parte mecánica rápidamente les reparó los daños y así muy agradecidos pudieron continuar en la carrera. En la
más adelante nos esperaba nuevamente otra falla en la navegación del GPS y estuvimos como dos horas rodando para conseguir nuevamente el track que nos guiaba, esto nos llevó a un lugar mágico por un paisaje que sólo veríamos en aquel sitio. Pero llegando al final de una carretera que terminaba en un lago bellísimo, estaba una ruta que en un principio no era principal como las anteriores, ¡Fue lo mejor! Por dos días no hubo costillas en la carretera y conseguimos un sitio espectacular alrededor de un lago que era una mezcla de lago, médanos y un sistema rocoso que gracias a la búsqueda de la ruta solamente la pudimos observar en este sitio. las águilas eran impresionantes la cantidad que se encontraban alrededor de todo el recorrido. En ningún momento por unos 250km nos topamos con ningún vehículo excepto lo que conseguíamos en algunos de los precarios he interesantes pueblos que fuimos consiguiendo en el camino. Éste día terminó con la llegada a la ciudad de Bayanhongor, donde pudimos descansar y comer comida de verdad.
A unos 330km nos esperaba Ulaanbataar: La capital. En un momento nos alegramos al pasar un peaje y tener asfalto por 180km. El único que conseguimos en todo el país. A unos 80km antes de Ulaanbataar nuevamente la tierra y precaria vía totalmente destruida al llegar nos encontramos con el único concesionario Chevrolet de Mongolia, su nombre es Nomin,
nos paramos, hablamos con ellos, fueron muy gentiles, de inmediato nos llevaron a un buen hotel con todas las comodidades ya que teníamos más de 12 días acampando y nos hacía falta un buen baño con agua caliente y una buena cama que no veíamos hacía mucho tiempo. La comida seguía siendo fatal. En unos tres días estaríamos saliendo para el desierto de Gobi.
2010 ASCENSO
FESTIVAL
C
omo cada año, el Festival Ascenso nos muestra lo mejor de los deportes extremos en Venezuela y en este artículo los creadores de dos de los videos ganadores de este 7mo Festival Ascenso 2010, cuentan su experiencia.
“Aislados” Por: David Alonso Imágenes: David Alonso
“Caracas es un caos, la sociedad crea prototipos y somos juzgados por nuestra forma de ser. Un cambio de vida por la pasión a un deporte demuestra como un grupo de surfistas lleva su vida.” Sinopsis por Festival Ascenso
“Aislados” es un proyecto que tenía en mente hace unos años y se basaba en crear un documental sobre deportes extremos. Le planteé mi proyecto a quien sería mi compañero de trabajo para poder participar en el Festival de cortometrajes de aventura Ascenso. Coincidimos en que teníamos que plasmar su día a día y como su pasión por el deporte hace que cambien la manera de ver la vida, arriesgan cosas y sobre todo aman lo que hacen. “Aislados” no es más que un punto de vista sobre la vida surfista en Venezuela, este documental lo hicimos en tres días y la post producción duro una semana aproximadamente, tuve el placer de tener un excelente grupo de trabajo (Alessandro Nicolaci y Gian Nicolaci), estos hermanos son excelentes creativos y su trabajo se plasma en el documental. Gian logró encontrar ese tono musical para llevar “Aislados” a otro mundo y profundizar la nostalgia y alegría que transmite el video.
Tuvimos dificultades en las tomas debajo del agua, la cámara no estaba apta para introducirse dentro del agua y dificultó las condiciones, otro reto fueron las olas, como todos sabemos las olas en Venezuela son mínimas y escasas. La buena química con los deportistas creo que hizo que “Aislados” tuviera ese toque diferente, espero que disfruten el video y gracias a la Revista Vida Extrema por este chance de motivar el medio audiovisual con el deporte.
“Déjate Caer” Por: Carlos Pedro Briceño Fotos: Ana Isabel Dao
El video lo decidí hacer porque tenía mucho material que no había utilizado de un viaje a Europa que hice el año pasado y como venía el festival, pensé en hacer un video aprovechando que tenía material de casi todas las modalidades del Salto BASE y de todos los objetos que conforman la palabra BASE y de esta forma poder explicar de una manera más visual lo que es un salto BASE.
En verdad todos los saltos son increíbles pero claro hay unos más especiales que otros, entre los más especiales que he hecho diría que los de Parque Central.
Hacer un video de deportes extremos que sea interesante para la gente que no los practica es difícil. Porque la gente necesita que tenga un guión que los lleve y les haga interesante el video como tal para que no se saturen de puras imágenes y ya.
El video en verdad no tiene historia, sólo lo hice pensando en que tenía que hacer algo que la gente no se aburriera de ver y a la vez se interesaran por seguir viéndolo por la información tanto verbal como visual.
1er Maratón de Kitesruf 2010
¿Quién dijo miedo? ¡Nadie! Los mejores kitesurfistas de Venezuela se atrevieron a hacer algo que nadie ha hecho antes en nuestro país: Un maratón de kitesurf. Recorrieron 21km en la Isla de Coche y 42km en la Península de Paraguaná.
Ven A Kite fue responsable por llevarlos a dos de las mejores locaciones para hacer kite de Venezuela. Primero fueron a Margarita, en la que en un principio iban a hacer un recorrido desde Playa El Yaque hasta Playa La Uva en Coche y de ahí hasta Playa La Punta donde sería la llegada.
Pero hubo un peque帽o problema: No peg贸 viento, entonces los organizadores decidieron hacer un cambio de planes. Hicieron una competencia de freestyle en wakeboard en la Playa La Punta en Coche, en la que todos los riders inventaron de todo para ganarse a los jueces que estaban en la orilla viendo. Hubo tiempo hasta para que el staff Ven A Kite hiciera wake.
La mañana siguiente amaneció mejor para navegar. Hubo un recorte de recorrido, pero igual se hizo la competencia. La largada fue desde Playa La Uva y la llegada estaba en la Playa La Punta. En el camino varios tuvieron problemas para mantener el kite en el aire por que el viento iba y venía.
“Bueno... la competencia se hizo con poco viento y costaba demasiado navegar así... fue más la competencia corriendo que haciendo kite ¡Pero fue divertido!” Al llegar a la punta, tuvieron que acercarse a la orilla, bajarse de la tabla y correr con el kite en aire hasta la llegada por que si seguían navegando se les iba a hacer muy difícil ceñir por el poco viento que había. Honorio Coello llegó de primero, feliz de haberle ganado a su hermano Sergio, ganador de la Vuelta en Kitesurf a Venezuela. Luego llegó Hernán Arends y pelo a pelo fue llegando el resto de los participantes.
- Carolina barrios
e u q o p u r g e t s e e d e t r a p r e s e d o s o l l s u o g n r o a d é y o M t s e a í u q a r “ a g e l l y z e v a r e m i r p r o o n i ih zo esto p elente” r d a p s i u l c x e e u f s o blanc
Luego de tener una primera parte en Coche. Les tocaba algo más grande: 42km desde Playa Sur en Adícora hasta los Médanos Blancos en el Cabo San Román. A diferencia de Coche, aquí sí hubo viento y bastante. El primer día del evento se hizo la competencia de freestyle frente a la Posada Wind Paradise. Hubo de todo tipo de maniobras y saltos altísimos.
“ la t r viento, pero avesía estuvo dif í c i l l o s p o p r muy conte o i l n a t s c o s o n nto de habe demasiado ndiciones del bonitos, m r participa do en este m e siento a r - hebert atón”
hernández
Al otro día, la salida de la competencia longdistance se dio a las diez y media de la mañana. En el camino tendrían dos paradas obligatorias Matagorda y Puerto Escondido; y la llegada en los Médanos Blancos. Esta vez fue Hernán Arends el que dominó toda la carrera y logró sacarle suficiente ventaja a Honorio Coello para quedarse con el primer lugar.
Por: Armando Oquendo Foto: Armando Oquendo Escalador: Fernando Ladera Ruta: Araguatos al Amanecer Dificultad: 5.11c
Últimamente la escalada en Venezuela esta tomando un giro extraño, sobre todo los nuevos escaladores que tienen una inclinación diferente, más hacia la competición y la resina, olvidando por completo lo que de verdad significa escalar, dejando a un lado el amor por la roca y el reto de desafiar a la naturaleza, pasando a ser un duelo entre dos personas, dejando a un lado la aventura, el explorar nuevos lugares, escalar rutas espectaculares talladas por la naturaleza y no por el hombre con sus presas. Llega a tal punto, que en Venezuela los nuevos escaladores prácticamente no conocen de la escalada clásica (o tradicional), en donde realmente la concentración, la creatividad y la fuerza mental son la clave para lograr completar cualquier ruta.
Foto: Armando Oquendo Escalador: Fernando Ladera Ruta: Araguatos al Amanecer Dificultad: 5.11c
E
En esta ocasión tuvimos la oportunidad de viajar a un pequeño poblado llamado El Torrellero, situado en las afueras de Barquisimeto, con todo tipo de rutas: plaqueras, de mogotes, extraplomos, techos e inclusive con grietas. Los tres sectores más conocidos para escalar son: La Cementera, La Universidad y Los Techos. Este viaje fue uno de los que más nos han inspirado y acercado a la escalada como estilo de vida, tuvimos la oportunidad de quedarnos en casa de Hernán (una persona increíble que nos dejó convivir con él y su familia durante cuatro días) compartimos con más de 20 escaladores de todo el país, algunos merideños muy fuertes y especialistas en Mogotes; unos maracuchos amantes de los Boulder, unos valencianos muy reservados, algunos caraqueños y un escalador de Monagas adoptado por los merideños, especialista en encontrar descansos donde no los hay.
Foto: Armando Oquendo
S
Salimos de Caracas el “Rojo” (Fernando), Luis, Mauro y yo, durante todo el viaje a ninguno se nos quitaron las ganas y la ansiedad de ver y escalar esas paredes de las que tanto oímos hablar. Después de más de cuatro horas de camino y a tan sólo tres minutos de casa de Hernán, el fiel Twingo
Foto: Armando Oquendo Escaladores: Fernando Ladera y Bilstein Struppek Ruta: Araguatos al Amanecer Dificultad: 5.11c
del Rojo (por primera vez en todos nuestros viajes) decidió tomarse un descanso y nos lo hizo saber recalentándose. Las ganas de escalar y los ánimos estaban tan altos, que nada podría hacernos molestar o alejarnos de nuestro destino, en ese momento decidimos que el Lancer de Luis y un mecate
amarillo serían la solución y nos llevarían lo que quedaba de camino hasta casa de Hernán. Al llegar paramos el carro y lo ignoramos por completo, el último día decidiríamos que hacer con ese asunto, ya que, muchas rutas esperaban por nosotros.
A
Al llegar a casa de Hernán los ánimos aumentaron mucho más, las personas eran tan amables y agradables que sin darnos cuenta hicieron que desde un principio nos sintiéramos como en casa; armamos el campamento en el frente de la casa, ya que, en el patio de atrás se estaban quedando el resto de los escaladores y no cabía ni un chinchorro. Tomamos el equipo y caminamos a La Cementera, no había tiempo que perder. Al llegar estaban varios de los merideños y automáticamente comenzamos a escalar con ellos como si los conociéramos desde hace mucho tiempo. Las paredes espectaculares y la gran cantidad de rutas (en su mayoría 5.11 y 5.12) desde el primer día hicieron que el viaje valiera la pena. Al terminar el día de escalada volvimos a la casa, empezaron a llegar los demás escaladores que estaban en La Universidad, hicimos SlackLine con los chamos del caserío que lo disfrutaban más que nadie, comimos, cuadramos como sería el día siguiente y ¿para que bañarnos? jajaja directo a la carpa.
Foto: Fernando Ladera Escalador: Armando Oquendo Ruta: Asteroide Dificultad: 5.11c
Foto: Luis Giordana Escalador: Mauricio Buitrago Ruta: Guerrero Zulu
Muy temprano en la mañana me despertaron los Araguatos y una gran cantidad de sonidos de pájaros, a diferencia del despertador, no quería golpearlos ni apagarlo, hasta ganas de hacer el desayuno tenía. Comimos, cuadramos el equipo que necesitábamos y luego de dos horas intentando parar a Luis, caminamos como quince minutos hasta las paredes de La Universidad. Nuevamente nos caímos a rutas de 5.11 y 5.12 y cada uno nos gustaba más que el otro. Placas largas, mogotes y algunos tan bonitos y fuertes que te hacían concentrarte al máximo y entregar todo lo que tenías. Cada vez conocíamos más a los demás escaladores y disfrutábamos más del viaje, aprendimos mucho más viendo a los demás escaladores esos pocos días, que en semanas de entrenamiento en La Guairita. Todos y cada uno de los escaladores compartía, analizaba y ayudaba en los pegues de los demás. Foto: Fernando Ladera
Foto: Armando Oquendo Escalador: Fernando Ladera Ruta: Araguatos al Amanecer Dificultad: 5.11c
Cuando la oscuridad decidió sacarnos de La Universidad volvimos a la casa, comenzamos a cocinar y prácticamente cenamos más de cuatro veces, comiendo de las cenas de todos los grupos de escaladores. Se compraron cervezas, hablamos, cuadramos el día de escalada y nuevamente, ¿para que bañarnos? Hay que ahorrar agua… Y a dormir. La mañana siguiente al volverme a despertar con diferentes sonidos de animales, salí de la carpa me lavé la cara y cuando fuí a despertar al
Rojo, Mauro y Luis, me respondí la pregunta que nos hicimos la primera noche (¿Por que bañarnos?), bueno, describirles el vapor que salió de la carpa es imposible jajajaja, pero fieles a la escalada no teníamos tiempo que perder bañándonos y salimos directo de vuelta a La Cementera, era el último día para tratar de encadenar las rutas que nos botaron el primer día. Paralelo a esto, tratamos de reparar el bote de agua del carro y fue imposible, seguimos puro escalando y nuevamente con la oscuridad volvimos a casa de Hernán, donde todos ayudamos a cocinar bajo el
mando de la mama de Hernán, una de las mejores sopas que he comido. Cenamos todos juntos, decidimos por voluntad propia bañarnos todos y prepararnos para el viaje de vuelta, rezando que el carro llegara. Nos paramos a las cuatro de la mañana y partimos de regreso, luego de más de una docena de paradas a llenar el tanque del agua cada media hora llegamos a Caracas, de nuevo a la selva de concreto, pero siempre maquinando el próximo viaje…
Vida Luz, agua y vegetación. Realidad y ficción se
Quebrada en el Edo. Bolívar
mezclan entre los reflejos en el agua
Rainer Bostelmann Montañista & Fotógrafo Aficionado
Paz
El cielo es el techo
Campamento cerca de Kamoirรกn La Gran Sabana
Matices Cuando la naturaleza nos da lecciones de arte
Filas orientales del Ávila subiendo al Pico Naiguatá por la ladera norte
SIGUIENTE PÁGINA: Vegetación en el Cerro Santa Ana
Oasis de altura
Vegetación, agua y vida rodeada de espinas, rocas y médanos
Espejo Reflejo enmarcado en roca y frailej贸n Reflejo en laguna, P谩ramo de La Culata
Fotos: Daniela Bondavalli Eduardo Rojas Javier Brin
“Un lugar mágico” Por: Juan Andrés Parra
Campamento La Colmena es un lugar donde podemos encontrar pequeñas personitas, jajaja… Lo que escribo a continuación es un resumen de mi experiencia en este verano 2010.
Este año me tocó ir a la temporada de 15 días, más corta que la de 21 obviamente, chimbo por que es menos tiempo pero igual disfrutas más todo por que es más rápido y todo el tiempo esta pasando
algo. Éste es mi segundo año y tuve un rol diferente, el año pasado fui Sub-Guía y este año Guía Auxiliar, y el cambio fue ENORME. Junto con Ignacio “Nacho” Rojas, mi compañero de cabaña, tuve una cabaña y
tenía que estar 110% pendiente de ellos cada momento. Teníamos siete campistas que todo el tiempo tenían mi apoyo para lo que fuera. Ser Sub-Guía me gustó demasiado ya que tenía actividades con TODAS LAS PATRULLAS, pero este año estuve siempre con la misma y así me encariñé más con ellos. Fue chimbo que la primera semana se fueron dos chamos, siempre es malo ver que se vaya un chamo, por que la cabaña queda “mocha” jajaja.
“A mi me gustó la tripa” Rodrigo De La Blanca
8 años. Patrulla 1.
Una actividad que me vacilé demasiado fue la excursion a la montaña. Fuimos dos patrullas, una de chamos y una de chamas. Subimos cinco carpas para que los campistas durmieran. Una vez que instalamos el campamento empezaron las actividades y juegos de montaña, pero a los 30min empezó a caer “EL PALO DE AGUA”, a mitad de la noche los chamos se metieron a las carpas, que en un principio aguantaron el chaparrón
pero llegó un punto que no aguantaron y el agua comenzó a entrar por todos lados y los chamos gritaban: ¡Me mojo, me mojo! Pero el ánimo de los chamos no bajó y empezaron a cantar de la nada… “¡Buena onda! ¡Buena onda! ¡O sí! ¡O sí!” ¡Eso me gusto demasiado! Para entonces los guías no habíamos entrado en nuestra carpa y estábamos metidos debajo de un refugio hecho de bambú y lona.
“Estoy encargado de todas las actividades de aventura. Lo más especial es ir a la montaña y sacar a los chamos de la rutina de campamento. Allá hacemos actividades especiales y los chamos tienen un sienten que tienen responsabilidad sobre sí mismos” Arturo Llagostera
Guía Aventura (5 años en campamento)
“He venido seis veces y he hecho cosas que no se hacen en ningún otro lado. Subimos a una montaña que tiene forma de cara de mono. También he disfrutado mucho el sistema de cuerdas” Francisco Massari
13 años. Patrulla 7
En medio del palo de agua, mientras los chamos trataban de no mojarse dentro de las carpas, Arturo Llagostera (Guía Aventura) les dió su discurso moral: “¿Ustedes querían una aventura? ¡Aquí esta su aventura! ¿Querían comer cómodos? ¿Querían llegar limpios a campamento? ¡Pues no! Yo soy el Guía Aventura y ¡Esto sí es una aventura!”. Todos los chamos se rieron y se gozaron la lluvia.
Aparte de esto también me tocó ser Guía de Equipo en las Olimpíadas. Quedamos segundos, los chamos lloraban, los más chiquitos (patrullas 1 y 2) y yo los consolaba. Jorgito (hijo del Director) no podía creer que estuvo tan cerca de ganar. Se culpaba por que pudo haberlo hecho mejor, pero traté de que entendiera que simplemente no pudimos.
El segundo día de temporada hicieron un taller de sonido para cinco guías para que manejaran el sonido (cornetas, cónsola, música, etc…) pero al final fui yo el que manejó sonido toda la temporada y me gustó que me confiaran eso.
La fogata fue muy emotiva, a Nacho lo ascendieron a Guía Mayor (es un reconocimiento que le dan a los guías con mucha experiencia y tiempo dentro de campamento) y ganó mejor guía de la temporada también, los chamos no querían irse y como es normal lloran por que no se quieren ir. Es fino a veces ver como algunos chamos lloran primero por que no quieren ir a campamento y cuando se acaba la temporada lloran por que no quieren regresar a su casa.
“Me gusta todo de La Colmena. Los guías son panísimas” Juan Cristóbal “Kiri” Najul
13 años. Patrulla 7.
Vida Extrema: ¿A qué edad comenzaste a saltar? ¿Cómo y por qué? Igor Almeida: Yo empecé a los 18, yo traté de conseguir un sitio en Venezuela donde hacer el curso y no conseguí nada, estuve trabajando año y medio, reuní una plata y me fui a saltar a California. Iba por un mes, pero terminé quedándome seis meses en la zona de saltos y salí como instructor. VE: ¿Qué otros deportes o actividades has practicado o practicas actualmente aparte de saltar? IA: La parte fuerte mía siempre ha sido el vuelo. Siempre me gustó volar. Me gustó la tierra y me gustó el mar. Hice submarinismo por mucho tiempo, me la pasaba en el agua. Me gusta la montaña también, yo formé parte de la Sociedad Venezolana de Espeleología por 15 años, recorrimos cualquier cantidad de sitios buscando cuevas, incluyendo la cueva más grande de Venezuela: La cueva El Samán que ya tiene más de 20Km de desarrollo, que casi nadie sabe de ella en Venezuela, es preciosa.
Por Armando Oquendo
FICHA TÉCNICA
Nombre: Ygor Almeida Edad: 52 años. Lugar de Nacimiento: Caracas, Venezuela. Disciplina: Paracaidismo. Tiempo en el deporte: 34 años.
VE: Tenemos entendido que también vuelas helicóptero y avión IA: Empecé volando helicóptero y avión, pero me gusta más el helicóptero. Planeador, Ícaro, parapente, por muchos años. Fui instructor de ultraliviano. He volado casi todo lo que se vuela.
VE: ¿Qué sentiste la primera vez que saltaste? IA: Yo tuve muchos años tratando de hacer paracaidismo, yo me acuerdo que compré toda la literatura que había de paracaidismo y aprendí a empacar. Yo sabía todo lo que tenía que aprender a nivel teórico y cuando llegué a hacer el curso ya estaba bien empapado del tema. Pero obviamente una cosa es la teoría y otra cosa es cuando estás montado en el avión. Tengo fotos de mis dos primeros saltos y estoy sonriendo, por fin estaba haciendo lo que yo quería. Yo particularmente sentí euforia.
VE: ¿Cuántos saltos llevas? IA: Estoy cerca de los 7.000 saltos, hace un par de miles de saltos me fui a los Estados Unidos y dejé mi bitácora en Venezuela, así que compré otra y como no sabía el número exacto de saltos, los anoté sin seguir la numeración pero estoy cerca de los 7.000.
“Yo particularmente sentí euforia.”
VE: ¿Dónde has saltado? ¿Tienes algún sitio donde quieras saltar que te falte? IA: Por saltar, uno siempre quisiera saltar en sitios diferentes. Lo que pasa es que hay varios tipos de saltos, si saltas con grupos o haciendo maniobras, no estás tan pendiente de dónde estás, lo importante es que estás en el aire. Pero a la gente siempre le gusta saltar en lugares distintos, para conocer diferentes lugares. Pero el salto es el mismo. VE: Si te dijeran que te regalan cinco destinos ¿Se te haría difícil escoger? IA: No tanto, pero si me pongo a pensar detenidamente saldrían más de cinco seguramente. Una zona en Rusia, en Noruega, en muchos sitios. En Venezuela hay muchos sitios, ya salté en toda Venezuela.
VE: ¿Desde dónde se puede saltar? ¿Qué disciplinas hay? IA: Hoy en día habría que hablar de los saltos BASE. Es una modalidad de paracaidismo en la que se salta de objetos fijos, en la que se usa un paracaídas modificado. Con esos paracaídas y las técnicas especiales de empaque se puede saltar muy bajo. La gente también abusa, llega al límite y más allá del límite. En mi caso el límite son 200 pies, unos 70 metros, en el puente de La Guaira, podría saltar más abajo, pero por ahora ese es mi límite. En una oportunidad salté libre y no me gustó tanto, por lo cerca que abrió el paracaídas del suelo. Para quien desconoce, un paracaidista experimentado debería abrir por encima de los 2.000 pies, un alumno debería abrir por arriba de los 5.000 pies. Un paracaidista experimentado pudiera reaccionar en una situación irregular a 2.000 pies, aperturar el paracaídas de emergencia y evaluar su aterrizaje. Cualquier cosa que te monte por encima de 2.000 pies es válido para saltar. Puedes saltar de globos, de un parapente, un Ícaro. Yo he hecho saltos desde un Ícaro saliendo del Ávila hacia La Guaira.
VE: A nivel mundial es muy cotizado el Salto Ángel. ¿Para ti es el mejor lugar en el que has saltado en Venezuela? IA: Es uno de los mejores, es uno de los más hermosos lugares para hacer salto BASE. Obviamente es impresionante. He saltado 27 saltos desde el Salto Ángel. Las primeras veces sólo sobrevolé pero la primera vez tuve chance de hacer tres saltos en esa oportunidad. Pero he estado en otros sitios bellísimos.
VE: Háblanos un poco de Cliff ¿Cómo comenzaste? IA: Yo estuve diez años viviendo de exhibiciones, y en Venezuela no había donde aprender, hasta que yo logré con un amigo montar la operación aquí en San Juan de los Morros en el año noventa. Comencé haciendo sólo tándem, comencé con mis amigos. Eventualmente los llevé a nivel de instructor y allí comenzamos en esa etapa de formación de paracaidistas y eso fue un boom. Llegamos a tener cinco aviones, ahora tenemos uno sólo otra vez pero tenemos veinte años funcionando. Con un mínimo de nueve saltos un paracaidista se puede graduar. Hay dos sistemas básicos de enseñanza a nivel mundial. Normalmente no se utiliza el tándem para los cursos. Primero se aprende la posición aerodinámica de tu cuerpo y poco a poco el alumno se acostumbra.
VE: ¿Qué es lo que más te gusta del paracaidismo? ¿Por qué otras personas deberían practicarlo? IA: Deberían practicarlo por que es algo único. Cualquiera que salta sabe que el sentimiento no se puede describir con palabras. Hay que experimentarlo para saber. Todo el mundo siente esa atracción por el vuelo.
Fotos: Ygor Almeida Armando Oquendo Alessandra MacCagnan