Revista
Rosacruz
El Divino Sonámbulo El hombre es un sonámbulo divino que camina dormido en su palacio, un sonámbulo errante del espacio que va a tientas buscando su camino. Deslumbrado en un sueño cristalino como al través de un mundo de topacio, va caminando rápido o despacio, dormido en pos de su severo sino. No ve el abismo ante sus pies abierto y avanza entre dormido, entre despierto, desprendido del sueño y de sí mismo. Una voz le previene de repente y al despertar del sueño subconsciente, cae en el fondo de su propio abismo. Rafael Ortiz González
12