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icenciado en Económicas y con dos másters, uno en Gerencia y Administración de Empresas y otro en Mercados Financieros, tras ocho años trabajando en el sector para el que se había formado, decidió unirlo a su gran pasión: las flores. Francis López Yanes nos recibe en The Flower Room (Calle General Arrando, 5. Madrid) para demostrar que el mundo de la vegetación es mucho más que un mero útil decorativo y las posibilidades que ofrece. Corazón ¿De dónde le nace esta pasión por las flores? Francis López Yanes Soy canario, de Tenerife, y siempre, desde pequeño, he estado rodeado de vegetación. En mi familia hay una gran cultura de la misma, ya que en casa siempre ha habido flores. Cuando viajábamos, mis padres nos llevaban a visitar jardines, parques y, sobre todo, me impactó la visita al mercado de flores de Holanda. Me llamaban la atención las especies exóticas, los colores, los aromas... C. En su web dice que es un florista del siglo XXI. ¿Este arte también va cambiando según las épocas? F.L.Y. Ser florista del siglo XXI significa ser curioso, creativo, estar en constante movimiento, absorbiendo lo que el arte y la cultura nos proporcionan. Ser una persona viajera y admirar lo que se hace en otros países y en otras culturas. Estar constantemente con los ojos abiertos. Visitar ferias y exposiciones para ver la nuevas tendencias que los maestros y grandes profesionales del sector presentan. Suelo visitar ferias en París, Alemania, Nueva York y, cuando el trabajo lo permite, voy al Chelsea Flower Show, en Londres. C. ¿Qué papel juega dentro de un conjunto de decoración su trabajo? F.L.Y. La decoración de flores es parte fundamental dentro de cualquier sector, ya que la primera impresión es lo que cuenta cuando se hace una fiesta, una presentación o cualquier tipo de acto. Las flores dan color, luz, alegría, positividad. Da igual el tipo de evento que se haga; las 34
flores tienen un lenguaje con el que trasmitimos un mensaje. C. ¿Cómo es capaz de reinventarse en este campo? F.L.Y. Documentándome, viajando por el mundo, actualizándome según vayan cambiando las tendencias y los tiempos, estar al día de lo que se mueve en todo tipo de arte, pintura, escultura, arquitectura, todo te va a marcar las pautas a la hora de crear. C. ¿Con qué elementos hay que jugar para que la composición sea la adecuada? F.L.Y. Los elementos que utilizamos son diferentes según el
tos como las piedras de colores, tintes de color, arenas… C. ¿En qué tipos de espacios suele trabajar? F.L.Y. Trabajo en todo tipo de espacios, ya sean estudios de fotografía, salas diáfanas preparadas para presentaciones, museos, palacetes, casas particulares, jardines, teatros, fincas privadas, edificios emblemáticos de cada ciudad... No puedo concretar uno fijo. C. ¿Qué hay que hacer para que el jarrón sea el adecuado al tipo de flor? F.L.Y. La flor es la que se adapta al jarrón y no al contrario. De-
conocimiento de contabilidad y administración. C. ¿Se regalan menos flores con esto de la crisis? F.L.Y. La crisis ha hecho que el envío de flores haya bajado considerablemente. La flor es un bien de lujo y es de lo primero que se prescinde. El ejemplo claro lo vemos en la cantidad de tiendas de flores que han cerrado. C. ¿Cuál es para usted la combinación floral perfecta? F.L.Y. Me gustan las composiciones monocromáticas o, como mucho, en dos colores. Me gusta mezclar el blanco con morados,
“Las flores son las que se adaptan siempre al jarrón” tipo de trabajo que me encarguen. Por ejemplo, para una cena se utiliza el cristal, cerámica… Para trabajos más técnicos utilizo metal, acero, metacrilato… Cuando se presenta una fragancia, por ejemplo que es floral y frutal, se mezclan también las frutas con flores. El mimbre se suele utilizar para los envíos de plantas a particulares o para decoraciones concretas que lo exijan, como fiestas en el campo, por ejemplo. En algunas decoraciones se juega con elemen-
pendiendo del tipo de composición que se quiera realizar, se elige la base. C. ¿Y cómo se compagina la dirección del negocio con la tarea creativa? F.L.Y. Al ser economista y haber trabajado en mercados financieros, no es difícil dirigir el negocio, lo suelo hacer en los ratos libres que me quedan, ya sea por las noches o fines de semana. Creo que es fundamental para el buen funcionamiento del negocio tener un mínimo de
rosas con rojos, pero depende siempre del tipo de cliente y lo arriesgado que sea. C. ¿Qué es lo más raro que le han pedido decorar con flores? F.L.Y. Normalmente hago decoraciones donde la creatividad juega un papel importante, véase presentaciones de maquinillas de afeitar, cepillos de dientes... Aquí, de verdad, hay que romperse la cabeza para que un producto tan corriente resulte lujoso y atractivo al consumidor final. ❦