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La mente maestra Häxan
from Super 8 No. 140
by super8
Las brujas son malas, malas
La noche está en su punto más absoluto, la oscuridad es abrumadora, el bosque espeso no permite que entre un solo rayo de luz. Una sombra se desplaza a través de la vegetación, con pasos apenas perceptibles avanza hacia la profundidad del conjunto arbóreo, los rumores que salen del centro inundan el ambiente. En el punto medio hay fuego, alrededor se reúne la gente, el festín es único, el baile hipnótico. La sombra mira con delicia hasta que decide unirse al grupo de personas que baila. El aquelarre ha empezado y los devotos del diablo no piensan parar hasta saciar a su deidad, las brujas y brujos disfrutan el momento del baile, la lujuria, la pasión y los excesos.
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La brujería genera una fascinación increíble en el desarrollo de mitos y leyendas, pero también fue capaz de volverse un estandarte de guerra, ya que en la Historia occidental se usó como pretexto para masacrar y violentar a millones de mujeres. Las historias que involucran a las brujas es transmitida a través de la tradición oral por los familiares, amigos e incluso maestros de las escuelas, al menos en mi caso, describiendo a estos seres como los causantes de grandes
Las brujas son malas, malas
Por Manuel Pineda
males, maldiciones, desapariciones o muertes. Tan sólo si nos ponemos a revisar las anécdotas descubriremos que algunas están relacionadas con elementos defensivos contra las brujas para proteger a los niños, a las parejas y a los “pobres” hombres que podrían caer en sus garras.
Generalmente, la motivación de actuar de las brujas es representada por actos extremadamente malos, como comer a los recién nacidos o a los niños, además de secuestrarlos para eliminarlos. El rapto de mujeres vírgenes para que convertirlas en súbditas, adoradoras de satán e incluso robar su belleza es otra de las atribuciones que se les da. También está la dominación de los hombres a través de la seducción o la lujuria, agregándoles elementos contextuales que dependen del territorio en el que te encuentres. Las versiones europeas están relacionadas con el cristianismo, en el territorio mexicano las brujas tienen elementos provenientes del mestizaje entre el catolicismo y las religiones prehispánicas, sin duda alguna la fórmula perfecta para interesante el mito sobre las brujas.
Las representaciones audiovisuales sobre las brujas, que tengo presentes desde pequeño, han
sido a través del cine. Películas como The Witches (Nicolas Roeg, 1990), The Wizard of Oz (Victor Fleming, George Cukor, Mervyn LeRoy, Norman Taurog, Richard Thorpe, King Vidor, 1939), Hocus Pocus (Kenny Ortega, 1993), Snow White and the Seven Dwarfs (William Cottrell, David Hand, Wilfred Jackson, 1937), The Little Mermaid (Ron Clements, John Musker, 1989), Majo no takkyûbin (Hayao Miyazaki, 1989), Excalibur (John Boorman, 1981), Hauru no ugoku shiro (Hayao Miyazaki, 2004), Black Death (Christopher Smith, 2010), The Blair Witch Project (Daniel Myrick, Eduardo Sanchez, 1999), Akelarre (Pablo Agüero, 2020), entre muchas otras, forman parte de mi configuración visual de la bruja por medio del audiovisual.
Esta representación visual de la bruja se ha caracterizado por elementos como la fealdad extrema, la edad avanzada, ropa con capas, accesorios como sombreros, en algunos casos varas supuestamente mágicas y, en otros, escobas para poder volar. También se acompañan de laboratorios representados por cocinas donde preparan sus pociones o encantos, todos ellos con ingredientes poco comunes para la cocina popular, aunque muy típicos de los alimentos gourmet: insectos, reptiles, hierbas, secreciones de animales y humanas, extremidades de seres vivos, condimentos, etcétera. Pero ¿de donde viene todo esto? ¿De la imaginación? ¿De la tradición oral?
Justo este tipo de preguntas se realizó un cineasta danés a principios del Siglo XX, y usó estos cuestionamientos como base de su película sobre la brujería: Häxan, titulada en español La brujería a través de los tiempos, un documental que se complementa con recreaciones de escenas típicas sobre las brujas. La película se estrenó en 1922, fue dirigida y escrita por el cineasta Benjamin Christensen.
Häxan es una obra cinematográfica única por su estética, sus efectos especiales y sobre todo por la perspectiva desde la que aborda el tema de la brujería, buscando una explicación sobre cómo los comportamientos descritos en la guía de la Santa Inquisición para identificar a las brujas fácilmente se pueden comparar, en la actualidad de los años 20, con desordenes psicológicos. A través de siete episodios divididos en temáticas, se hace una disección sobre el tema de la brujería, tomando como base el Malleus Maleficarum además de otros manuales o guías para cazar brujas, el director invirtió dos años de su vida en una investigación plena del tema para hacer un ensayo audiovisual.
En el primer capítulo Christensen establece un contexto histórico para entender como concebían al mundo, al sistema solar y sobre todo al infierno, ilustrando con fotografías de es-
tatuas, figuras, textos y mapas, todo lo más comprensible para que la audiencia no se confundiera con lo que veía en pantalla. Una vez establecida la comprensión de la gente de la cultura medieval, entonces pasa al capítulo dos, que nos enseña las creencias y supersticiones alrededor de la brujería. Aquí es donde encontramos múltiples de los elementos que hemos escuchado o visto en las ficciones artísticas: la poción mágica, el ritual, los encantamientos, la relación con el diablo y la seducción hacia los honorables hombres.
En los siguientes capítulos, del 3ro al 5to, Christensen se enfoca en la representación de un juicio sobre brujería, donde recrea fielmente un caso de maldición sobre un hombre. Una de las mujeres de la familia afectada señala a una mujer indigente que también habita en el pueblo, pero que debido a su horrible aspecto es sospechosa de ser bruja. Cuando la justicia interroga a la indigente a través de la tortura, la violentada señala múltiples cómplices entre las que se encuentran las féminas familiares del varón, y debido a su condición de género son aceptadas como brujas sin importar que el señalamiento sea infundado.
Los dos últimos capítulos se enfocan en encontrar una explicación de cómo los síntomas descritos en los manuales para identificar a las brujas se pueden confundir con síntomas de trastornos psicológicos como la histeria masiva. Claro, estamos hablando de un análisis realizado durante dos años en la década de los veinte del siglo pasado, prácticamente han pasado 100 años desde la investigación de Christensen, así que el cineasta desconoció los nuevos trastornos que se han identificado en la actualidad y que pueden explicar de mejor forma todo lo que se conocía como brujería, exorcismos o posesiones demoniacas. Pero es interesante como ya se trataba de dar una explicación desde una perspectiva científica, humana y social a un fenómeno histórico que asesinó a millones de mujeres, niñas y ancianas.
Häxan era una película muy avanzada para su tiempo, probablemente influyó que Christensen era médico de profesión, pero es increíble cómo desde esa época ya se trataba de comprender a la brujería, aunque es más curioso cómo fue cambiando ésta a través del cine, ya que múltiples cineastas posteriores fueron influenciados por la estética de Häxan, pero en ves de seguir con la línea de análisis científico prefirieron explotar los elementos mágico religiosos de la brujería para contar historias de ficción, fantasía y horror. Y en la actualidad regresamos a perpetuar un sistema de creencias obsoleto en vez de comprender que las “brujas” del pasado son las científicas del presente.
Por cierto, la película esta publicada en YouTube, la versión que encuentran ahí es una reedición de 1968 con narración de William S. Burroughs. Si quieren conseguir una versión en formato físico, las editoras de Janus Films o The Criterion Collection tienen las ediciones completas, siendo esta última la que ofrece más material extra.
Películas de brujas existen por cientos en los anales de la cinematografía. La figura oscura de una mujer capaz de controlar los poderes de la naturaleza con ayuda del maligno, en todas sus vertientes, es una de las formas más populares de representar a la «bruja». En años recientes The Conjuring (Wan, 2013), The Unholy (Spiliotopoulos, 2021), The Binding (Emmanuel de Feu-