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El Ermitaño JOSÉ RODOLFO ESPINOZA SILVA (H. Matamoros, Tamaulipas, Méx
UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”
JOSÉ RODOLFO ESPINOZA SILVA
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EL ERMITAÑO
“Allá arriba, junto al camino, en su cabaroja, por mencionar algunos). Pensaba que si se ña, el viejo dormía nuevamente. Todavía dormía había tomado la molestia de comprar y leer un lide bruces y el muchacho estaba sentado a su lado bro, tenía el derecho a decir lo que le placiera de contemplándolo. El viejo soñaba con los leones él. marinos”. Se levantó. Fue hasta la cocina. Abrió la alacena —Siempre hace falta leer un buen libro y tomó una lata de atún y otra de elote. Las vació después de uno malo. en un plato hondo junto con una cucharada sopera
Abrazó la primera edición de “El viejo y el mar”, de mayonesa y revolvió. acarició la portada en tapa dura con letras grabaNunca le gustó el olor del atún, pero era un pedas, subió los escalones y la colocó en el estante queño precio que pagar por estar sólo. Por fin tenía que tenía dedicado a grandes clásicos de la literatiempo de dedicarse a leer. tura. —En occidente siempre se habla de la li
Bajó los escalones. Caminó hasta el escritorio. bertad, ¡qué gracioso!, la mayoría de las personas Tomó asiento. Abrió su libreta de reseñas y escrisuelen odiar su trabajo. bió. Motivado por su amor a la lectura, Hernando “El regreso de los dioses” es un fanfic que estudió la carrera en letras. Después de graduarse y fracasa al intentar mezclar las diferentes mitolotras cinco años de búsqueda lo mejor que pudo gías del mundo. Con personajes planos e inverosíconseguir fue el puesto de encargado de la bibliomiles. El lenguaje es pobre, como si de un niño de teca municipal. Tenía sus encantos. Podía estar a ocho años se tratase. El autor debió dedicarse a solas con sus amados libros, siempre que no hubieotra cosa. se algún evento programado. Rió al mirar la fotografía de la contraportada. NaLa gente no le gustaba. Hubo un tiempo en que die leería su opinión, el autor, como el resto de las tenía amigos. Fue aquel verano de 1958, cuando al personas en el mundo, llevaba más de diez semagrupo de doceañeros se les ocurrió ir a la casa de nas desaparecido. Escribía las reseñas por gusto, la vieja Strega. Una mujer blanca y huesuda que para sí. leía las cartas del tarot. Era cumpleaños de Letizia
En tiempos pasados la gente se molestaba con y Rigo fue porque ella quería. Hernando fue por sus críticas. Nunca tuvo una columna en el perióRigo, a quien nunca le confesó sus sentimientos. dico, pero desde que comenzara el siglo veintiuno Luis y Gabriel no tenían otra razón que la amistad. dejó de importarle, una nueva puerta se abriría paStrega barajeaba las cartas color cobre. Colocó el ra él. Aprendió el uso de las tecnologías e hizo un mazo entero sobre su palma y les pidió que tocaran blog, donde religiosamente publicaba a la semana. la primera carta. Todos lo hicieron, y según ella, a Primero fueron las lectoras de Crepúsculo, que todos les tocó una carta diferente. Le dio a Luis llegó al español en 2006; estaban tan enojadas de una carta de un esqueleto con una guadaña, a Gaque dijese que estaba mal escrito y que era un panbriel una carta con un hombre vestido de forma fleto de adoctrinamiento mormón. Fanáticas de la chistosa en la que se leía “El Mago”. La de Rigo localidad, tuvieron el atrevimiento de ir a molesera una rueda con un mono, un perro y un conejo tarlo a su casa. No les abrió, ellas, ante la negativa dando vueltas en ella. La de Lety era una mujer de sangre, decidieron lanzar huevos a su puerta. con corona, sentada en un trono. Por último, la de Eso no lo detuvo, reseñó cada una de las nefastas Hernando representaba a un anciano encorvado novelas de la saga. Y otros títulos igual de infames que sostenía un bastón en una mano y una linterna (Cazadores de sombras, La selección y La reina en la otra.
UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”
—En verdad me parezco al hombre de la —Entonces supe que era mi turno. carta. La biblioteca contaba con una bóveda donde se
Si las cartas del tarot marcaron su destino o guardaban los ejemplares más antiguos y valiosólo lo anunciaron era una duda que no tendría sos. El papel de aquellos libros era tan frágil que respuesta para Hernando. Pero de algo estaba se desmoronaba al contacto de los dedos. Herseguro. Strega había acertado en cinco de cinco. nando se encargaba de darles mantenimiento una
La mañana después del cumpleaños de Lety su vez cada diez días. Estaba absorto en su labor. madre se acercó a darle la mala noticia. Luis haNunca supo sí estuvo abajo por tres o cuatro hobía muerto. Tuvo la mala fortuna de tomar un ras. Cuando se dio cuenta que el reloj se había cable pelado con la mano. A sus doce años, y detenido revisó su celular. No funcionaba. Nincon la introspección limitada por la edad, pudo gún aparato electrónico lo hacía. La biblioteca hacer la conexión con las cartas del tarot. Dos estaba desierta, pero esa no era una novedad. Fue meses después Gabriel desapareció. En el vecinhasta la noche, que debía irse a su casa cuando se dario corrían todo tipo de rumores, que su padre dio cuenta que no había nadie. lo había asesinado y escondió el cuerpo; que fue Se abrió paso entre el mar de autos abandonasecuestrado por una secta satánica; la que Herdos en la más completa oscuridad. Comenzó a nando más disfrutaba era la versión en la que escuchar ladridos. Los perros, los gatos, las aves, había huido con el circo. Pero ninguna de las teotodos los seres vivos permanecieron. Sólo los rías se pudo comprobar, era, como si se lo hubiehumanos se habían ido. Como pudo regresó a la se tragado la tierra. biblioteca. Pasó su primera noche en completa —Quizá él fue el primero. Ahora sólo oscuridad. Sería la única. Al día siguiente se dequedo yo. dicó a ir por comida, agua, velas y demás a los
El recuerdo de Rigo lo atormentaría más de la centros comerciales. La biblioteca sería su centro mitad de su vida. Lloró cuando se fue a Texas. de operaciones. Lloró cuando se casó con Juana Torres. Y volvió Colocó tres pizarrones blancos donde anotaba a llorar cuando Rigo murió en 2005. Esa mañana las obras leídas y por leer. Palomeó “El Regreso se vistió para ir a su funeral, pero no tuvo el vade los dioses” y fue por el siguiente libro de la lor de salir de casa. lista. “El Ulises” de James Joyce. —Me quedé escuchando su música. Pesaba bastante. La cubierta mostraba la silueSiempre fue tan exitoso. ta de un hombre con sombrero. Suspiró. Dedica
Su carta era la rueda de la fortuna. Desde ese ría el resto de su vida a leer, sin ser molestado. momento supo que sólo faltaban dos. Pero aún Sin trabajar. Sin el bullicio. no podía imaginar cómo se cumplirían sus destinos. La emperatriz y el ermitaño.
Asistió a la boda de su amiga en el 98. Para entonces Hernando ya sabía que se cambiaba la edad. Tenían 52 años, él empezaba a lucir como un anciano y ella se veía como una universitaria; ése día, al leer las edades de los contrayentes, el juez mencionó que ella sólo tenía veintiséis. —Siempre pensé que esa noche había vuelto con Strega y habían hecho otro tipo de trato.
El caso es que su matrimonio no duró mucho. Dos años después estaría saliendo con el heredero a la corona de España. Vaya que fue un revuelo. Estaba en todos los medios la historia de la mexicana que sería princesa. Una mañana de 2014 la coronaron.
UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”
ARTURO MENDOZA MARTÍNEZ
AL FINAL DEL VERANO
Al final del verano, cuando llega el otoño, atrás quedan mis versos y todos los poemas de amores, desamores y romances fallidos.
Al final del verano queda recordar. Penas, alegrías y nostalgias buscan nido en el alma.
Al final del verano somos presente y pasado.
NOCHES CALLADAS Las noches de luna menguante son noches calladas, son noches de estrellas titilantes, estrellas lejanas que no dicen nada.
Las noches de luna menguante son noches de sueños tejidos pensando en amores distantes. Son noches de insomnio que arrancan suspiros.
Las noches de luna menguante son noches calladas, noches de silencio que no dicen nada.
RIMA
(A Bécquer) y piando de amor en tu ventana recuerdos te traerán.
En las tardes nubladas del verano por tu nombre, tal vez te llamarán; y al mirar que ya no estoy contigo… ¡Por mí preguntarán! Cuando lleguen los vientos del otoño y en parvada se tengan que marchar, a tu balcón, mujer, las golondrinas… ¡Ya nunca volverán!
POEMA X Mis apasionados y febriles poemas de antaño anclados quedaron en el vetusto y solitario muelle de mi puerto. No hay quién los lea. No hay quién los recite. Sobre los impávidos versos anidan las gaviotas.
VATE
Enamorado del verso y de la rima mi corazón vive atado a la poesía.