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40 horas: un proyecto incompleto
Helen Kouyoumdjian I.
Continúa avanzando en el Congreso el proyecto de ley de 40 horas, que como hemos planteado desde el sector turismo, será perjudicial para la industria del turismo si no se le introducen elementos de adaptabilidad que son fundamentales para un rubro que tiene ciertas particularidades en su funcionamiento.
Pese a que hemos insistido con el gobierno y las autoridades en que se incorporen algunas consideraciones en la iniciativa, hasta ahora no hemos sido escuchados, ya que hay quienes insisten en asociar adaptabilidad laboral con precarización del trabajo, cuando no tienen ninguna relación.
Somos una actividad que muchas veces trabaja cuando la mayoría descansa y que además tiene períodos de mayor y menor demanda bien definidos en el año, lo que hace que el régimen laboral requiera adaptarse a esas condiciones propias de la actividad turística, y no entenderlo es no comprender la naturaleza del turismo.
Principalmente lo que venimos pidiendo es lo siguiente: uno es el límite de trabajo los domingos. Dada la naturaleza específica del turismo, en los cuales determinados periodos del año se permitan trabajar más domingos en ciertos meses para después compensarlos en periodos de baja temporada. Por ello solicitamos en el artículo 38 del Código del Trabajo establecer una excepción al límite de trabajo por más de tres domingos en forma consecutiva, cuando existan pactos anuales, permitiendo acordar alternativamente que, una vez al año, 16 domingos o en 4 oportunidades discontinuas al año, cuatro domingos, puedan ser trabajados en forma consecutiva.
Esta fórmula permitiría que empleadores y trabajadores puedan ponerse de acuerdo y pactar la distribución de los domingos en el año, en torno a las necesidades del sector, respetando los derechos laborales y de descanso.
El segundo aspecto es que considerando la realidad y estacionalidad del sector turismo, se permita que las horas extraordinarias se compensen hasta en 10 días adicionales de feriado, entendiendo esta compensación de horas extraordinarias por días adicionales de feriado, que se regirá por el mismo recargo que corresponde a su pago; es decir, por cada hora extraordinaria corresponderá una y media hora de feriado.
Y finalmente, está la distribución de horas semanales, dado que en la industria turística el flujo de demanda de las empresas varía semanalmente, se permita que las partes acuerden distribuir la jornada ordinaria sobre la base de un promedio de 40 horas semanales.
Si estos elementos no se contemplan finalmente en el proyecto que se está tramitando en el Congreso, todo el sector, compuesto por 170 mil empresas, en su mayoría micro y pequeñas, y las 600 mil personas que hoy trabajan en esta actividad, resultarán muy perjudicados, al igual que la productividad de la industria, generando impactos negativos que van en el sentido contrario a lo que se busca con la norma, que es precisamente beneficiar a los trabajadores.