Revista Cultura Viva - Edición Personalidades - Katerina D'Onofrio

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Corte y acción

Jonatan

Relayse Entrevista al director del film Rosa Chumbe

S

“Realmente me apasiona hacer cine, cine en el Perú”

i él tuviera que volver a elegir, escogería ser director de cine. Su pasión por hacer cine en Perú lo ha llevado, durante más de diez años, a redactar y editar su guión once veces. ¿Cuándo se deja de reescribir una historia para ser rodada? -“Cuando haya plata”- comenta el director de Rosa Chumbe, entre carcajadas.

que las multisalas suelen exhibir películas para el gran público, quienes prefieren el cine de comedia y terror.

Jonatan realiza una crítica a la situación del cine actual en el Perú, pues la falta de integración en el gremio dificulta la exhibición de films o que se mantenga en cartelera. Si bien se han venido Se acomoda los lentes mientras comenta que la creando asociaciones de profesionales del cine, mayor dificultad se dio por el género del film ya como la de sonidistas y directores de fotografía:

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Nati Ccasani

“el cine es un reflejo del Perú”, se queja el novel director, por la informalidad y la falta de unión en el gremio. Esta situación no permite el desarrollo de una industria cinematográfica reduciendo la posibilidad a diferentes directores y productoras estrenar sus películas.

El mayor obstáculo

Luego de dos años de esfuerzo por llevarla a las salas de cine nacional, se logró estrenar el film el 8 de junio del presente año. Esto se debe a los reconocimientos internacionales que ha recibido la película, entre ellos el premio a mejor película peruana en el Festival de Cine de Lima (2015) y dos premios en el Festival de Montreal donde se llevó el premio a mejor Ópera Prima de la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica, entre otros.

Durante el rodaje, las escenas más complicadas fueron las de la procesión del Señor de los Milagros, pues para obtener el gran final del film se tuvo que subir una grúa al techo de un edificio, además de todos los permisos que se tuvieron que tramitar; sin embargo, el mayor reto se dio tiempo después al Ultrarealismo, Identidad y Cotratar de llevar su premiado largo- nexión metraje a las salas de cine. Las exhibidoras se negaron al principio, el director comenta: “El problema de entrar a una multisala es que su negocio no es este tipo de películas. Ellas están hechas para blockbuster (películas de gran presupuesto), por eso su negocio es comedia y terror -que es lo que más vende-. La gran diferencia es que en países como Colombia, México, Chile y Argentina tienen redes de cine alternativo donde tienen salas con proyección de calidad y sí se puede pasar una película de autor donde se ha cuidado bien la post-producción”

Antes de Rosa Chumbe, Jonatan realizó la producción de cortometrajes experimentales como Mami (2007), Cuadro Emético (2006), Días van (2010), entre otros, los cuales le ayudaron a desarrollar un estilo ultrarealista basado en la generación de atmósferas mediante la banda sonora. Toda esa experiencia fue volcada en su afamada película. Durante el film están presentes diferentes signos de conexión inmediata con el espectador peruano. Por ejemplo, el nombre Rosa Chumbe fue escogido luego de una minuciosa selección: “Chumbe fue un apellido que nos pareció potente

y sobretodo peruano, pues no existe en otros países. La idea era conectar con la gente…”, afirma Jonatan. Otra forma de identificarse con el ciudadano de a pie fue la elección de locaciones, las cuales se mantuvieron sin mayores modificaciones, incluso los extras fueron personajes reales, como el ‘chifero’ quien realmente es el dueño del chifa. “Cada persona se puede identificar de distintas maneras con la película. Si alguien es de Lince debe conocer el caldo de gallina…”

Seguir rodando Respecto a su futuro en el cine, ha decidido dejar el drama y adentrarse en el género de terror. Ante la pregunta: A pesar de lo adverso que pueda parecer el entorno ¿Qué te motiva a seguir en el cine? Responde entre risas: “Pues porque me gusta el golpe, quizás soy muy soñador, romántico e idealista... realmente me apasiona hacer cine, cine en el Perú”, asiente.

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En el escenario

AMANDA

Portales L

Amanda Portales Sotelo, La Novia del Perú, gestora del “Día de la canción andina” , cuenta sus inicios y su percepción sobre las nuevas voces folclóricas

os recuerdos para Amanda Portales no han pasado, pues ella parece tener una memoria prodigiosa. Desde su infancia, específicamente a los 3 años, Amanda empezó a entonar la música con su voz al ritmo del huayno de Huánuco. “Canto desde que tengo uso de razón” afirma la cantante, quien agradece a Dios por la bendición de poder compartir sentimientos a través de su música. Amanda heredó la música de sus padres, quienes conformaban una orquesta, qué curiosamente le otorgarían la apertura a su nacimiento, pues en un concierto, su madre sintió las contracciones en el escenario mientras bailaba como suplente ante la ausencia de una bailarina.

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Amanda Portales se siente feliz de nacer en Lima, pero se identifica especialmente con los departamentos andinos del Perú como Junín, Huánuco, Puno, Cuzco entre otros, pues el huayno la ha marcado como cantante, como una mensajera del arte folclórico. La cantante reconoce que no le molesta que le cuestionen su origen, pues ella lleva como emblema el símbolo del Perú, que ante todo, ella es peruana. Es por ello, que no se limita a solo cantar en español, pues también lo hace en quechua y aymara, idiomas que ella solo canta, pero no habla. “ No sé hablar quechua, porque yo nací en Lima, pero sí sé cantar en quechua. El secreto es no cómo se escribe, sino como se canta; eso es lo que yo he aprendido” relata la cantante, quien añade que muchas veces se le es accesible en-


Dalila Salas

la cantante afirmando que se dedica a la música en un 100 %, donde puede cantar un lunes o martes, en la mañana o en la noche, y no solo los fines de semana. Además ella afirma que en sus presentaciones no solo va a cantar sino a transmitir sentimientos, a trasladar a la audiencia a su pueblo a través del canto. Ella también agrega que siempre explica la procedencia de diáticos. “Yo si voy a un programa su vestuario y el significado de es para dar a conocer mi trabajo, este con el objetivo de invitar a a veces hablan de cualquier cosa y conocer lo perteneciente al Perú. te dan 30 segundos, e incluso en tu cara te ponen el crédito , eso es una Con 52 años de vida artística, falta de respeto” aclara la cantante. Amanda Portales menciona con

tender el idioma, mas no hablarlo. Amanda recuerda su adolescencia con entusiasmo, ya que gracias a su vocación, tuvo la oportunidad de involucrarse en el mundo de la música folclórica, llegando incluso conocer lugares como Huaral, Huacho, Chimbote, Trujillo, Ica, Huancayo, entre otros. “Yo no podía estar intranquila por no ir a una fiesta de 15 años como mis compañeros, para mí era más placentero el hecho de viajar para cantar un fin de semana” cuenta Portales, quien se sentía feliz de conocer nuevas experiencias. Sin embargo, la cantante observa que la actual juventud, que va iniciándose en el Folclore, es un poco atrevida, pues toman un consejo como un rechazo, y que ello es parte de la nueva generación de artistas, y no solo ello, Amanda considera que la televisión es más accesible para los artistas me-

De la misma forma, Amanda sugiere que los artistas busquen respeto. “Muchos artistas dicen; ¿cómo es posible esto?, entonces ¡¿Para qué vas?! ¡No vayas! Si permites este maltrato, estás avalando la manera de cómo ellos están dando a conocer tu trabajo, entonces para eso no voy” afirma enérgicamente la cantante.

entusiasmo y optimismo que tiene muchos objetivos por cumplir. “Uno de mis sueños se cristalizó el 2006 (El Día de la Canción Andina) porque ansiaba tener una fecha para nosotros, y con esto, incluso algunos compañeros del arte no entienden mi sentir, lo que yo quiero transmitir. Yo no quiero dividir, al contrario, sumar, porque ya existe el día de la canción criolla, también de la música ayacuchana. Lo que yo he querido es tener un día de la canción andina para realizar intercambios culturales, donde los artistas andinos peruanos puedan representar su música en otros lugares y creo que aún nos falta mucho por hacer.”

La intérprete también aclara que muchas veces le preguntan por otros artistas a los que ella prefiere no opinar “yo simplemente me he mantenido en hablar de mi trabajo, porque ellos sabrán cómo manejan su imagen; ellos tienen manager, publicistas, asistentes de prensa, y yo no lo tengo, lo mío es directamente, la publicidad es de La Novia del Perú, Amanda Portú a tú” anuncia la compositora. tales, tras su larga experiencia y como gestora del Día de la músiAmanda Portales, poseedora de ca andina hace una llamado a la diversos reconocimientos, afirma juventud diciendo: “A los nuevos que cada vez que recibe un premio, valores en la música que muestren ella sigue con los nervios que co- mucho respeto al público, que mirresponden, pero ella recalca que dan su trabajo y aporten como tal, “si bien es cierto, de un tiempo has- que el público no tiene por qué saber ta ahora, los premios se dan, lo más lo que tienes y lo que eres, sino cómo importante es merecerlo” recuerda te desenvuelves en el escenario”.

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Tras la página

J

esé, Joaquín, Laura, Carola, todos personajes de las obras de Jack Martínez Arias, todos marcados por la muerte y la duda de saber quiénes son en verdad.

La oralidad de la narrativa De niño, a Jack Martínez Arias, le gustaba escuchar las historias fantásticas que sus familiares narraban en diversas reuniones, admirando la destreza que tenían para contarlas. Pero las narraciones que más le gustaban oír, eran aquellas que contaba su abuelo, un hombre oriundo de La Oroya, que podía contar mil y un historias acerca de Chulec, un pequeño “oasis gringo” dentro de la contaminada ciudad, y que muchos años más tarde se convertiría en la base de una de las novelas de Jack. De la oralidad de la literatura fue germinando su curiosidad por la narrativa, pero nunca se planteó la idea de estudiar Literatura hasta que una mañana, durante una clase de Literatura en la Pre San Marcos, decidió dejar atrás su futuro como comentarista deportivo para plasmar historias en papel. Desde este día hasta la actualidad, Jack Martínez no se ha despegado de la literatura, escribiendo para diversos diarios, revistas y webs peruanas, pero sobre todo publicando sus libros, esos en los que proyecta un poco de su ser.

De la ineludibilidad del amor hasta Kafka Como todo escritor, Jack Martínez cuenta con la influencia de

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diversos autores, siendo uno de los principales Kafka- quizás por ello tenga tan presente la figura paterna dentro de sus obras. Uno de los principales motivos por los que gusta de este escritor es que Kafka no aborda la temática del amor en pareja dentro de su narrativa. Un tema que para Martínez está trastocado, pero que a pesar de ello él no deja de tocarlo dentro de sus obras, pues como él mismo dice “el amor es una temática ineludible”.

De sus inicios hasta Northwestern La primera vez que pisó un aula universitaria tenía dieciséis años, era el menor de su promoción, que constaba básicamente de personas que habían desistido de sus carreras universitarias anteriores. Médicos que llamados por la literatura habían abandonado los quirófanos para ir a dar con un mundo lleno de palabras, ingenieros que habían dejado los números atrás para ir a luchar con vocales y consonantes. Jack era el más joven, era tímido y temeroso, pero como todo, con el paso de los años fue cambiando. Dejó atrás la timidez que embriagaba su alma, para volverse un voraz interlocutor. Durante sus años universitarios nace su necesidad de escribir, de expresarse a través de la narrativa, de plasmar sus ideas en papel. Una de sus principales motivaciones a la hora de iniciarse dentro de la narrativa fue la falta de diversidad dentro del mundo literario, los contemporáneos no escribian lo que él quería leer, por

ello decidió evocar sus historias en papel; sin embargo, no fue hasta mucho después de terminar la universidad que logró publicar sus escritos. Al terminar la carrera empezó a ejercer el periodismo cultural, escribiendo para diversos diarios, revistas y blogs. Pero su gran oportunidad educativa llegaría en el 2011, año en el que fue becado para realizar la maestría en el departamento de Lenguas Romances de la Universidad de Connecticut. Al año siguiente

Bajo la som

Jack

“En marzo del Fue acusado de tenía dos o tres el de mi madr


Carmen Quiñones

obtuvo una beca de Northwestern University para seguir un doctorado en Literatura Latinoamericana y Estudios Culturales, que hasta la actualidad viene estudiando.

Bajo la sombra Bajo la sombra es la primera novela de Jack Martínez Arias, una obra que aborda la problemática

familiar, la dicotomía de lo intelectual con lo callejero y la muerte. Esta novela retrata un poco las vivencias de Jack dentro del distrito de San Juan de Lurigancho, su día a día, la delincuencia a flor de piel, las historias imaginadas en la seguridad de su habitación, pero sobre todo, la vida de un amigo que absorbido por aquel mundo de balas y asesinatos terminó en la cárcel, purgando una

mbra de

k Martínez

l año 2010, mi padre fue detenido. e un asesinato en 1984, cuando yo meses de nacido. Ese asesinato era re” (fragmento de Sustitución).

condena que sí merecía, y en la que Jack veía reflejada la injusticia de la vida ¿cómo dos niños que crecieron juntos tienen destinos tan diferentes? Una de las principales temáticas de Bajo la sombra es la muerte y la cercanía a esta, la angustia al mañana, pero también al pasado, ¿qué hice para merecer esto? Parece preguntarse Joaquín, el protagonista de esta narrativa, durante toda la novela. ¿Qué hizo Joaquín para merecer el odio de su madre?

Sustitución La nueva novela de Jack Martínez no solo nos habla de los conflictos familiares y la dificultad de saber quiénes somos, sino también toca la temática de la vida fuera de la ciudad natal y la difícil situación de los migrantes. Además habla de la explotación, de vendernos patrias que no son nuestras, de creernos el sueño americano. Esta obra, como la primera, tiene mucho de Jack, ya que narra parte de la vida de su abuelo, quien creció cerca de Chulec(ciudad de la que se habla en la novela), pero sobretodo cuenta el desenlace de una historia no afrontada: su abuelo jamás aceptó el viaje que origina la historia de su novela. Dentro de la novela, Jesé, el protagonista, nos cuenta su historia y la de su padre tratando de responder quiénes son en verdad, y qué hay detrás de lo que mostramos abiertamente a los demás.

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Catarsis

E

lla posee varios nombres, y a la vez, varias personalidades, desde un equilibrio entre el desenfreno y el llanto logra cambiar hacia las carcajadas y la ironía -lo que pasa es que soy bipolar- y se mofa de sí misma. Laura, Venus, Inés, Edurde, Amaia ¿cuál es tu nombre? ella sonríe y propone que cualquier ser humano tiene ese contacto con las emociones, solo que aquella interiorización no es tan consciente en el espectador. Ella ha decidido aquella noche encarnar a Amaia y dejar a un lado su verdadero nombre, Katerina D’Onofrio. Primera llamada, las luces se prenden. Segunda llamada, el público se sienta. Tercera llamada, la música se tensa. Amaia se pronuncia en la obra sentada con un breve cruce de piernas y con la voz autoritativa - Cierra los ojos- le ordena a Iker, su amante de tan solo aquellas dos horas de espectáculo. “En la obra Infortunio, Amaia es muy pasional, instintiva, sexual, es como un animal” relata Katerina, quien da fe que interpretar a un personaje no es difícil, sino que es parte de una larga “chamba” como ella lo denomina, y que gracias a todas las experiencias que ha tenido, estas le han abierto la posibilidad de poder conectar a sus persona-

Dulce

“Yo creía en lo que estaba diciendo Laura, creía en lo que había hecho, creía en lo que ella estaba proponiéndose por hacer, yo creo que esa credibilidad pudo haber generado una empatía con el público”

Infortunio Entrevista a Katerina D’Onofrio

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Richard Velásquez desiguales, cada personaje es un mundo diferente y yo trato de abordarlo de una forma distinta” añade D’Onofrio. “Yo te amaba, Ramón - ¿Sí?- ¡Sí!, y mandé todo a la mierda y me fui a vivir contigo, lejos de mi familia, de mis amigos, de mi ciudad, de mi carrera, sabiendo incluso que eso podía costarme la vida” respondía Laura en una de las escenas más recordadas de la película. Katerina considera que este personaje fue un compromiso muy grande, pues no debía herir susceptibilidades y se centró en crear su propia historia. “Yo creía en lo que estaba diciendo Laura, creía en lo que había hecho, creía en lo que ella estaba proponiéndose por hacer, yo creo que esa credibilidad pudo haber generado una empatía con el público” relata la actriz.

jes aquellas emociones que un día la tocaron y que ahora ella puede reflejar. ¿Amaia o Laura? Katerina cuenta que ha sido una gran experiencia interpretar a Laura de La última tarde, a pesar de que la película abarca a dos personajes exmilitantes de un movimiento de izquierda radical. “Siempre trato de no juzgar, porque uno al juzgar al personaje, uno distancia y señala” refuta la actriz, quien considera que buscó representar aquella mujer que creyó en los ideales y la búsqueda inherente de justicia del ser humano, pues al final de cuentas son ello, son seres humanos. “Amaia y Laura son personajes

Katerina bebe un sorbo de café, saluda a una vieja amiga y tras unas palabras de sarcasmo, se mata de la risa, reconoce que su personalidad no es siempre dramática como sus últimos personajes, pero recalca que para interpretar a personajes como Laura se requiere un sinfín de experiencias. “Las experiencias negativas que uno no quiere pasar que sean bienvenidas, porque al menos eso me ayuda a hacer mis personajes, ya que no todos mis personajes son felices ni la pasan bien” recalca D’Onofrio. “Cuando Joel Calero, el director de La última tarde sube para recoger su premio en el Festival de Guadalajara, se dirige al público diciendo: agradezco a Lucho Cáceres y a Katerina D’Onofrio, quien si está aquí, va a lanzar un grito, y yo grité en la pre-

“...lo que me gusta del teatro es que es en vivo y sientes esa energía del publico que logras transmitir, ya sea en un llanto, en una lagrima, en un suspiro o en un asombro”

miación mientras grababa” recuerda Katerina entre carcajadas, quien se siente entusiasmada por el gran éxito que ha tenido la película, pues pronto se proyectará en más países y llegará a la plataforma online Netflix. En la obra, Amaia sufre una constante crisis por Iker, pues estos personajes han sido condenados a pasar su vida escondidos a espaldas de sus parejas. Katerina menciona “Amaia se desvive por alguien, mientras que Laura tiene como pasión la justicia social”. Sin embargo la actriz reconoce que el arte del cine y del teatro son diferentes, pues su lenguaje se centra en diversas características “Sinceramente me gusta la intimidad del cine, el nivel de susurro, hay esa complicidad, en cambio el teatro te da esa complicidad por ciertos momentos, lo que me gusta del teatro es que es en vivo y sientes esa energía del publico que logras transmitir, ya sea en un llanto, en una lagrima, en un suspiro o en un asombro.” argumenta la actriz quien denota emoción en sus palabras. Katerina D’Onofrio recuerda haber aprendido exhaustivamente de varios de sus personajes, pero añora involucrarse más en la comedia, como en la microserie web Hummus of Barranco o interpretar a la salvaje Venus de La Gran Sangre, es por ello que dentro de sus proyectos se encuentra ser guionista y directora de una obra que busque generar un cambio a través de la burla de uno mismo, pues no hay mejor herramienta que la comedia. Mientras tanto, Amaia coge a sus compañeros de las manos y se agacha para agradecer al público como una breve despedida, Amaia ya no existe, pues Katerina es ahora quien se muestra feliz de estar en el escenario, de que la última tarde en el café fue un dulce infortunio para recordar su verdadera personalidad.

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Máscaras En escena

DANIEL

DILLON

Q

uijote, Solo dime la verdad, Extraños, La tercera persona, Perséfone son algunos de los nombres de las obras que ha escrito Daniel Dillon. Actor, director, dramaturgo y profesor de teatro. Daniel Dillon desde muy pequeño estuvo inmerso en el mundo del teatro, sin darse cuenta ni proponérselo de pronto él estaba sobre un escenario. Influyeron en esto sus padres, artistas los dos. No sabe si fue bueno o malo, si tuvo suerte o no, pues su familia era un poco disfuncional

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pero gracias a ellos desde pequeño se sumergió en un mundo de ficciones, en lugar de ver televisión, leía novelas, en lugar de jugar fútbol, actuaba.

y estaba harto del teatro. La travesía duro solo 2 años. Era la época del conflicto armado interno en el Perú y la situación para los estudiantes era sumamente complicada. “… constantemente tomaban el local, no habían clases, hubieron hechos muy fuertes, no podíamos entrar, había gente con perdigones en la cara, cosas horribles, los carros del ejército afuera”. Por este motivo, decidió ir a vivir a Trujillo y continuar sus estudios allá.

Al terminar la secundaria, a sus cortos 16 años decidió estudiar ingeniería en la Universidad Nacional del Centro de Huancayo. Le gustaban las matemáticas

Los trámites para su traslado a la Universidad Nacional de Trujillo demorarían un año así que debía buscar que hacer. Una tarde pasó por la Escuela

offictur, sam, et, consedi tempor sit que ne sim intius.Sunt quam ellabo. Itatur sit occullo et volest eatae lab ipsant quam qui alic temperum volupta parchit venihitatint


Yajaira Tantaleán Superior de Arte Dramático de Trujillo, entró y se encontró con varios de los amigos de sus papas que dictaban clases ahí. Decidió inscribirse en actuación para ir estudiando algo mientras tanto. Gracias a ese “mientras tanto” volvió a donde siempre perteneció: el teatro. Después de tres años entregados completamente a su formación de actor se mudó a Lima y continuó sus estudios en la Escuela Nacional Superior de Arte Dramático haciendo una complementación pedagógica de dos años. A partir de esa fecha realizó experiencias escénicas disimiles con diversos grupos y directores de teatro como Alonso Alegría, José Carlos Urteaga, Sergio Arrau, Sara Joffré, Fausto carrillo, Alfonso Santistevan, y otros más, de los cuales aprendió diferentes cosas. Mientras aún era alumno fue convocado para dirigir al elenco de pedagogía de su casa de estudios. Su p r i m e r a

experiencia en dirección fue dirigiendo a sus profesores. Al terminar sus estudios ya había actuado en diversos montajes, había tenido experiencias en dirección y había escrito algunas obras chiquitas. Dillon siempre había escrito para él y lo hacía mal. “La escritura es una cosa complicada porque tu escribes la primera vez y te sale mal, la segunda también y la tercer también. En algún momento de escribir y escribir y escribir y darle llega un momento en que te sale algo bien”. Eso fue lo que le pasó hasta que, en el taller de dirección de dramaturgia de Sergio Arrau, escribió Quijote, obra con la que ganó el segundo puesto de dramaturgia de en el centro cultural La noche a sus cortos 23 años. Siempre había escrito solo para él y si no es por Sara Joffré, quien le tuvo que quitar el texto de las manos para enviarlo al concurso probablemente no seguiría escribiendo. El factor que le ayudo a escribir fue que desde pequeño desarrolló el gusto por la lectura “si no lees, no escribes” afirma Dillon. Leer le dio el bagaje necesario para poder entender mejor todo lo que ocurría a su alrededor, todo lo que leía y también para poder escribir. Paralelamente a Quijote escribió Extraños, obra muy elogiada en su época y con la que ganó el concurso del Instituto cultural Peruano Norteamericano, en donde la monto posteriormente. Desde entonces ha ido ganando diferentes concursos. Es premiado por el fondo de apoyo a las artes escénicas, Iberescena con la

creación dramatúrgica del texto La sala 14. En la muestra regional de teatro obtiene el primer puesto con su obra La última función. En el centro cultural España se hace acreedor de un premio de “Ayuda a las artes escénicas” para la creación de una obra La traición que fue invitada a participar en el festival de teatro Barba Jacobs de Medellín.¬¬ Recientemente, ganó el concurso de dramaturgia de la Universidad de Lima con la obra Zombie, que será montada el próximo año. A los 35 años de edad le detectaron una enfermedad que limita los movimientos de su pierna izquierda en días buenos, y le impide caminar en días malos. Debido a esto, deja la actuación de lado y se evoca a la dramaturgia, dirección y la pedagogía, actividades que desarrollaba en paralelo. A lo largo de su carrera ha tenido la oportunidad de dirigir cinco de sus propias obras: Estudio de escena, Solo dime la verdad, Extraños, Tercera persona y Perséfone. Ser el autor de tu propia obra es todo un reto cuando no se tiene claro donde inicia y termina la labor del autor y cuando inicia la labor del director, que es un nuevo creador. Debido a su experiencia Dillon ha podido dirigir sus obras con excelentes resultados.

“La escritura es una cosa complicada porque tu escribes la primera vez y te sale mal, la segunda también y la tercer también. En algún momento de escribir y escribir y escribir y darle llega un momento en que te sale algo bien.”

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