Kalleby
M
uy lejos, perdida en el campo entre verdes y suaves colinas, se encuentra Kalleby. Kalleby no es muy grande; en realidad ni siquiera es una auténtica ciudad. Es solamente un grupo de casas pequeñas y torcidas, y granjas reunidas alrededor de un estanque para los patos. Kalleby tiene sólo una calle, y esa calle tampoco es una verdadera calle, sino más bien un camino de tierra lleno de baches. Cuando llueve, los baches se llenan de agua y salpican para todas partes cada vez que pasan los carros de caballos y los coches haciendo estrépito. Kalleby también tiene una única tienda. Pero en ella se puede comprar casi cualquier cosa –desde medias de señora y tapas para cacerolas hasta piruletas y tabaco–. Sí, incluso un saco de trigo, o un jamón ahumado bien jugoso se puede comprar en esta pequeña tienda agradable y acogedora como la cocina de una abuela, donde siempre huele a café, a jabón y a manzanas podridas.
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