Las raíces de la Nada

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Las raíces de la Nada

Alexis García Ahumada


A mi madre, hermana y sobrinos


ÍNDICE ALEXIS GARCÍA AHUMADA Y SUS RAÍCES DE LA NADA (RIZOMAS) .................................................................................. 5 SOLEDAD… ................................................................................ 9 UNA TAREA .............................................................................. 10 PENSAMIENTOS ...................................................................... 13 PROYECTILES ......................................................................... 14 SOBRA LA RISA ....................................................................... 43 LOS PIES DE BARRO ............................................................... 49 UN RITMO MACABRO ............................................................ 55 PALABRAS, PALABRAS, PALABRAS, .................................. 57 EL ARTE .................................................................................... 75 “LITTLE BOY” ......................................................................... 97 ORACIÓN A LA BOMBA NUCLEAR ................................... 100 PRIMERA CARTA .................................................................. 101 SEGUNDA CARTA.................................................................. 103 TERCERA CARTA.................................................................. 105 NADIE ESPERA AL VIAJERO SOLITARIO ........................ 106 LOS DIOSES ............................................................................ 108


ALEXIS GARCÍA AHUMADA Y SUS RAÍCES DE LA NADA (RIZOMAS) Por: Óscar Jairo González Hernández. Profesor Facultad de

Comunicación.

Comunicación

y

Lenguajes

Audiovisuales. Universidad de Medellín. Nadie quiere o desea hacer más de lo que hace. Nunca se sabe, porque no conoce la medida del movimiento de sus hélices. No es lo mismo cuando se conoce, que las hélices están construidas como las de una libélula o de una heliconia. Todo lo que hace relación a su contranaturaleza le perturba y le inquieta. Es de lo desconocido de lo que duda. O sea, de aquello que puede hacer por sí mismo si se hiciera inventor. Nunca le han formado o lo han provocado para ser inventor, de modo que nada lo lleva a ello. Y no duda de que no tiene por qué serlo. Nada le muestra o le indica lo contrario. Pero cuando en un momento determinado le es provocado el interés las relaciones con su naturaleza se transforman. Y sueña con ser una hélice de una membrana inoxidable. Tiene esas extrañas sensaciones que nunca había tenido y que le llevan entonces hacia el conocimiento de sí mismo. Y por lo mismo a instalar unas relaciones otras, en otra


dimensión estética con él mismo y con los otros. O como también cuando se dice: Nada estaba dicho entre los dos. No eran mares sino Océanos Índicos que conocían en realidad concreta de lo arbitrario que es o tiene que ser la tierra con el mar, y decidieron antes que nada no tratar con él nunca más. Y se hicieron entonces libro o libros que se leían entre las tormentas: libros que provocan las tormentas, libros con imanes. Imantados e incandescentes. Queman. ¿Pero no son el mar y el océano lo mismo? De la misma manera nada de ello les quitaría mantenerse en lo irreconocible. O quizá lo irresistible. No tenía por qué ser así. Nada tiene porque ser así, se ha dicho. De nuevo inician el trayecto por su camino de helechos. No son un bosque en el mar ni en el océano, y menos en la tierra. ¿Dónde entonces serán lo que quieren ser y podrían serlo sin problema? Todavía no conocemos la turbina que hace mover los hilos de las tormentas, en las mismas y otras nunca dichas o qué siendo dichas, quedan sin decir, como las que están incrustadas como ostras de quimeras en este libro: Las raíces de la Nada, este libro absoluto e inimitable de Alexis García Ahumada.


La verdad de la risa, su sentido de la hilaridad, catártica que posee y de aisthesis que tiene y que contiene, son la naturaleza misma tensional de este libro lleno de rizomas. Tener y contener es lo que busca, en el instante de su eclosión del sentido. Y de nuevo se hunde e la oquedad del sinsentido. Forma una nueva masa tentacular de sentido, para lo que necesita moverse en cada intervención sin coacción, en los intersticios. Y entonces se mueve su masa porque tiene intersticios. No quiero decir que nunca haya buscado la manera de vivir y sobrevivir en este medio, sin necesidad de hacer muchas inclinaciones y declinaciones, Alexis García Ahumada, pero ese miedo hay que acabarlo y se puede hacer muchas cosas, sin tenerlo. Eso es lo que busca ahora entre la inmensa e interminable tiniebla del que oscurece y obstaculiza, dice cuando haca sus trayectos interiores por su Ciudad Rizomática. La necesita y por eso la ha construido, pero ahora la dominan los que odian. No lo tenía concebido ni considerado así, pero es la realidad. Y quiso decir una de las realidades, para no sentirse del todo, derrotado y derribado. Y todo porque sabe muy bien que busca sostenerse en lo insostenible de su visión estética y


transparente. Desea no causar turbulencia en esa perspectiva, o duda, sino mover bien las fuerzas hidrĂĄulicas para ello. Eso es lo que quiere hacer, se dice de nuevo y nada libremente en su mar de la tranquilidad exacerbada.

MedellĂ­n / Junio 7 de 2018


Soledad…

Soledad, amante tierna y cruel, cada regreso al hogar, es un regreso a tu vientre, cada camino que tránsito, lo transito tomado de tu mano, tú me guías en la oscuridad, el valle de miedo y muerte, ese valle lo transitamos los dos, entrelazados habitamos en la noche y el fuego de la melancolía nos consume y nos eleva, hermosa eres como Helena, Soledad ¿tú me buscaste? ¿o te encontré? soledad en el cantar del ave que perdió a su amante, soy y estoy yo en el universo


Una tarea

Todo lo paradójico, absurdo, insensato, contradictorio, hace parte de nuestra existencia a pesar, o tal vez, de nosotros mismos. Aporías que impiden el conocimiento pleno; contradicciones entre nuestros actos y deseos; tragedias que son bromas; lo qué está arriba es como lo que está abajo. ¿Se entiende algo de todo esto? No sabemos cómo llegamos aquí. Probablemente todo existe desde siempre. Y no obstante la Nada tendría que ser para que lo real exista. Veo la realidad y ella no me oculta que tiene sus raíces en la Nada. No sabemos si conocemos algo o si solo somos una sustancia que cree conocer. Hemos aceptado la perdida de todo lo que antaño fue sagrado para la humanidad. Toda verdad se nos presentó como una mentira y al correr el telón no vimos nada tras escena. ¿Es qué también la Nada tiene sus raíces?


Ya pasamos por los rencores, los miedos, la angustia de no saber qué hacer ante la pérdida de todo aquello que antes veneramos como sagrado, en unos pocos años tuvimos que hacer el experimento en nuestras carnes y espíritus de aquello que vivió la humanidad hasta nuestra llegada. Desamparados, sin ideales, atrapados en la desesperación y llenos de rencor y miedo, no sabíamos hacía donde conducir nuestro barco en este océano infinito, el vacío. Todo presentimiento anunciaba un desastre. El frío nos cobijaba con su amargo manto. Caminamos sobre los restos de antiguos dioses. Escuchamos las vanas promesas de los profetas de la ciencia y caímos en un abismo de oscuridad. Huérfanos pretendimos refugiarnos en la sociedad y esta nos escupió su veneno. Las revoluciones, las de papel, las de armas, las individuales y colectivas, todas fracasaron y sobre sus escombros se edificó la nueva cultura que lo acepta y comprende todo, incluso a los monstruos. La vanidad clamo en las calles y los pueblos la escucharon con el corazón jubiloso. Nada se pervirtió, porque todo estaba pervertido.


Del fondo de las cuevas salían las bestias para morir trabajando en una fábrica desde el amanecer hasta la caída del sol. La luz eléctrica nos abrió los ojos a la noche y no vimos más que nuestros rostros extraviados en licores y esperanzas vacuas. El lenguaje más florido fue el traje de gala de las metralletas y los gases de exterminio. Los héroes se rebelaron como villanos. La comunidad mató al individuo con el sueño de la libertad. En el presente asumimos la tarea de la vida en su plenitud.


Pensamientos

Todo es siempre un poco confuso, la imagen que creemos ver nunca o pocas veces, resulta ser lo que creíamos. Imágenes hay que se quedan como ilusiones, como blancos fantasmas que por su paso ligero por nuestras vidas podríamos pensar que nunca existieron en la materia, que fueron un sueño soñado para aliviar un viejo dolor, ¿la soledad?


Proyectiles

*** El universo se revela para el hombre como el infinito, aquello inabarcable y de lo que se habla siempre de una forma contingente. *** La noche nos aterra porque es el recuerdo del vacío en el que vivimos. Con su velo cubre todas nuestras obras y así recordamos que ante la muerte aquello que hemos edificado es insuficiente. *** Mostrar la inutilidad de la moral no significa que el ser humano deba vivir inmoralmente, se trata de indicar en qué medida la conducta moral es trágica, o cómica. Todos somos payasos que hacen reír a los dioses. *** No se debe mirar atrás nunca, dijo el atropellado.


*** Es cierto, el deseo de conocimiento entraña peligros, el primer hombre que se atrevió tomar el fuego en sus manos bien se pudo haber quemado, y es de presumir que sintiese miedo ante algo tan desconocido y amenazante. Solo quien va más allá de sus miedos puede llegar a conocer. *** Venir al mundo, venir al desastre. *** Lo más normal en el ser humano es el deseo de conocimiento, pero la pereza y el miedo terminan por dormir ese deseo con su macana policial. Existen aquellos que se levantan en contra de la desidia y la cobardías propias de su ser y se lanza en los brazos de un conocimiento que les produce dolor. Los verdaderos faustos de la existencia *** Los celos son una de las expresiones más comunes de la naturaleza humana. En ciertas condiciones contribuyen a la creación intelectual y artística, en otras a la autodestrucción del individuo.


*** El amor es un burro rebuznando por comida. *** Si lo pensamos bien el miedo al otro es el fundamento no solo de la sociedad sino además de sus avances científicos y tecnológicos. *** Somos parte del peor tipo de escritores, los románticos, unos que no pueden crear sino es en el delirio y la angustia, y el delirio y la angustia casi nunca permiten crear porque toman toda la capacidad intelectual del individuo y lo consumen. Es en escasos momentos de plenitud, cuando estos esbirros son un recuerdo, cuando el creador puede plasmar parte de su experiencia *** ¿Es posible que el ser se piense a sí mismo?

***


Bataille no deja de ver en sí mismo a un payaso, a un loco. *** Shakespeare es el hombre que anudo lo siniestro con lo sublime. *** El símbolo es un intento de darle materialidad a los conceptos, una materia que sea una sustancia entre la realidad visible y la abstracta. *** No toda lectura se debe hacer siempre en el campo de lo conocido y amigable; el discurso que nos ataca y cuestiona nuestras más sólidas bases, es un discurso necesario y que refresca las llamas del león. El pensamiento muere si no halla con quien luchar. *** Caín debió sentir un hondo placer al asesinar al lacayo de ese cruel rey que se hacía pasar por un dios. ***


Dejemos hablar a los locos geniales, porque locos son todos, pero geniales, solo unos pocos. *** Para ir limpiando la consciencia de términos cristianos, considero que se debe hablar de "falta", "transgresión" o "crimen", en lugar de pecado. El pecado es una noción que tergiversa la intención, las consecuencias y la acción misma cometida por el "pecador". El crimen da el sentido de lo que yo considero el mal en el seno de la sociedad humana, un transgredir la ley en pro del placer individual y negando el bien colectivo, o afirmando el bien colectivo y destruyendo a un individuo para tal caso. Pero siempre el mal es realizado por un individuo, ¿la sociedad misma como puede ser mala? Ella destruye lo que teme y adora lo que la destruye. Y no es pecado una mala acción, porque lo que es malo para mí, es bueno para otros. *** La escritura automática de los surrealistas no pasa de ser un mal chiste romántico. ***


Los horizontes son todos misteriosos, no se ve nunca su final, no se llega a ellos, siempre existe un paso más para alcanzarlos. No sería de extrañar que Zenón planteara su paradoja pensado en el horizonte como tortura y en Aquiles como ese pobre que sueña con él. *** Estos días son como sueños que se van diluyendo poco a poco hasta que despertamos y descubrimos que la vida está por acabarse. *** La tarde, con su luz que se va apagando, es como un anuncio de nuestra propia muerte, de ese atardecer en que la luz ya no entrara más por nuestros ojos y todo se hará oscuridad. *** Entre el odio y miedo vivo atrapado, agazapado como un cadáver viviente.

***


La obra de Shakespeare es un cruce entre la sensibilidad y el crimen. En su teatro se anudan el pensamiento de Sade con la más bella poesía. ¿Por qué todos no podemos alcanzar ese estado de gracia entre el mal y la belleza? *** La lógica es una monstruosa hidra de infinitas cabezas. *** Nietzsche, ese sol en mi oscuridad. *** Hoy la ciencia lidia con discursos morales, se le pide que de su apreciación acerca de si algo es bueno o malo, que "demuestre" la moralidad de un acto, así la ciencia empieza a revestirse de los poderes de la religión. *** Es la noche un sol que nos cobija con su frío y su desesperanza.

***


La noche estrellada es la constelación de nuestra sangre que se vacía en un horror sin fondo. *** Interpretamos el mundo a nuestro amaño y él se complace en contradecirnos. Las cosas rara vez salen como las deseamos y cuando el desastre ha devenido allí donde nuestras más grandes esperanzas de felicidad estaban depositadas, un dios secreto se ríe de nosotros. *** Sin la demencia de la melancolía la humanidad sería un compendio de rostros feos y mediocres. *** El mundo conspira para perdernos. *** Decir que el ser humano es bueno y que simplemente la sociedad lo corrompe, o viceversa, es ver las cosas miopemente y tener miedo de entender que el mal se da en todos los planos del ser humano, pasando por el individual y llegando al social. ***


Si no disloco el lenguaje él me dislocara a mí. *** Vivir es saber que bailamos en un abismo, sin arnés, sin cuerda y sin un por qué. *** La melancolía es la llave que abre las puertas de la percepción. *** Tiene razón Cioran; diseccionar un poema como un texto filosófico es un crimen, aparte de una tarea inútil para el poeta y el filósofo. *** Si miramos al pasado tenemos una gran área de tiempo que nos resulta desconocida, pero si miramos al futuro todo es tinieblas; no sabemos si no un poco de lo que ha sido y nada lo que será y así nos atrevemos a considerarnos los dueños del mundo y sus mayores conocedores. ***


Existen tesoros que para hallarlos se deben dejar de buscarlos. *** Cuando se viaje por el espacio rumbo a Marte o Júpiter, estos planetas habrán perdido su misterio, su encanto, y buena parte de las cosas que hoy nos parecen hermosas del universo dejarán de serlo a nuestros ojos y así tendremos que crear nuevas fantasías sobre lugares más lejanos y misterios y más inexplicables. *** "¿Qué sé yo?" Esa es la pregunta fundamental de los ensayos

de

Montaigne,

debería

ser

la

pregunta

fundamental de todo ser humano, de todo filósofo verdadero. *** El ritmo es aquello que hace agradable a la prosa, incluso cuando ésta no aporta grandes ideas.

***


¿Existe algo más melancólico que buscar un empleo formal? *** Los defensores de la moral y las buenas costumbres suelen ser los peores criminales. *** La verdadera tarea de la filosofía es preguntar incansablemente, y preguntar en especial allí dónde las preguntas no son permitidas. *** Al menos a Bataille le quedaba el delirio para no morir de tedio. *** Así como existen las pequeñas alegrías, también existen las pequeñas tristezas. *** Las grandes tareas uno no se las propone, se enfrenta a ellas, se las encuentra, las niega, las sufre, las acepta presa


del agotamiento tras haberlas combatido, pero nunca se propone uno ir en pos de ellas. *** Vivimos la que tal vez sea la época más conflictiva en la historia de la humanidad, antes al menos se tenía el consuelo de los dioses, ahora conociendo que Dios ha muerto, y que las leyes y la moral son mentira, y que todo acto humano obedece más al egoísmo que a otra cosa, el ser humano se devana los sesos tratando de encontrar un camino por el cual salir de este laberinto. El vacío de la muerte nos aterra más que nunca. "¿Qué hacer?", se preguntan todos al unísono. La respuesta es la expansión del ser por medio del arte, al menos para aquellos que no podemos vivir sino una existencia secular, sin dioses, ni ley, ni moral. *** Desde la filosofía no tenemos certezas de nuestros conocimientos, ¿cómo es posible que continuemos conservando la cordura? Porque el mundo siempre se nos presenta de manera tan dolorosa que no podemos dudar de él.


*** El tiempo nos roe y la consciencia del tiempo es la consciencia de nuestra muerte. *** Lo despreciable de los psicólogos profesionales es que siempre se equivocan allí donde creen tener la razón. Los psicólogos profesionales hacen uso los términos que su docentes les enseñaron y se conforman con repetir opiniones ajenas; las profundidades del pensamiento nunca se atreven a nadarlas por temer a perderse en ellas, desean entender la mente humana, pero de una manera segura y sin contradicciones; son temerosos de los lados oscuros del ser humano y se conforman con las teorías más estúpidas, porque al menos les dan una explicación reconfortante; y ¿si la verdad de la psicología humana no fuera "reconfortante?" *** La comedia estriba en que anhelamos ideales a los cuales seguir, pero descubrimos que todos son falsos, que no brillan por ellos mismos sino que somos nosotros quienes les otorgamos valor.


*** La vida sería aburrida si no destruyésemos los ideales que nuestros padres nos legaron y con ellos a nuestros padres mismos. Para crear es necesario destruir todo lo viejo. *** Los ojos no mienten y ellos nos dicen la verdad de nuestros deseos y sueños. Son la puerta por la que sale el espíritu a dar testimonio de los estados interiores de su portador. *** Es curioso que con Wittgenstein se dé una vuelta a un pensamiento que parece retomar lo que los griegos dejaron iniciado, la labor del simple preguntar por la veracidad de aquello que expresamos en el lenguaje y de los conocimientos que asumimos como realidades solo porque nos los enseñaron. Preguntar es la verdadera labor del filósofo, y cualquiera puede preguntar, pero solo el filósofo dedica su vida a ello. *** Los sueños de los insensatos son los más hermosos.


*** Nuestro destino es aquello que vemos ocurrir ante nuestros ojos. *** Somos seres heridos mortalmente que no pueden sanar. *** Locura sería no enloquecer en este mundo de locos. *** Pensamos que aquellas cosas que se nos aparecen a la consciencia son reales y cuando intentamos dar cuenta de lo que entendemos por real enmudecemos. Si pensáramos hasta el fondo cada una de las ideas que poseemos no tendríamos vida. *** Somos dioses miserables. *** La luz es lo que menos ocupa "espacio" en el universo, pero la oscuridad, eso lo ocupa todo.


*** El crimen es una sonrisa. *** Aparecemos en el mundo como una cosa incompleta y abierta a las posibilidades que otorga la creación por medio del trabajo. Si no nos creáramos a nosotros continuamente la melancolía nos destruiría. No tenemos certeza de que nuestros actos estén guiados por la verdad o que sean buenos, metafísicamente hablando, pero no tenemos sino dos opciones, actuar o quedarnos quietos. Quienes se mueven son los que le dan forma al mundo, aquellos que pintan cuadros, graban películas, escriben libros o ponen a volar naves espaciales. El ser humano es un ser con consciencia de sus propios actos pero si vive sumergido en esa consciencia entonces entra en su corazón la melancolía del nihilismo; sabe que nada impedirá su muerte y el hecho de que será borrado de la memoria de sus seres queridos. Los monumentos funerarios son obras edificadas para que el viento los borre.


*** Lo que nos define ante los otros son nuestros actos, ante nosotros mismos nuestra interioridad. No somos lo que se piensa de nosotros y no somos lo que nosotros pensamos de nosotros mismos; somos esa fisura que existe entre lo que los demás ven y lo que nosotros vemos de nosotros mismos. Somos una herida en el tiempo, el espacio, en el ser, en la totalidad de las cosas que son. Somos dioses caídos en desgracia. Conocemos el horror y el amor en todas sus posibilidades, pero cada ser humano solo explora una de esas posibilidades así que solo en el conjunto de experiencias es que comprendemos un poco más allá de lo que podríamos con nuestra limitada capacidad individual. *** Somos hijos desamparados, desheredados, nos fue entregada la duda, la melancolía de una cultura que llegaba a su cumbre para cerrar sus ojos y vivir muerta de ahora en adelante. *** ¿Quién está realmente dispuesto a reírse de sí mismo sin vacilaciones?


*** El ser humano crea para olvidar el sinsentido de su existencia. *** Todo puede ser conocido, o nada puede ser conocido, pero si digo que nada puede ser conocido, entonces estoy conociendo que nada puede ser conocido y por lo tanto conozco algo y si puedo conocer algo ¿qué me impide conocerlo todo? *** El crimen es sagrado en la medida en que nos da la posibilidad de vivir aquello que de otra manera no sería posible. *** Las pasiones bajas son las que permiten que la moral del hombre suba. *** Porque no existe nada sobre lo que la humanidad se pueda sostener, es que ella ha escogido la creación como su forma de ser, su estar en el mundo, la actividad del


hombre es la negación del universo, porque el universo no es nada para el hombre. Una montaña no da sentido al obrar humano, un animal puede vivir en una montaña y de ser necesario se retirara de ella cuando no halle alimento, pero el hombre vive la montaña y para poder vivirla debe negarla. *** Cuentan que un hombre quiso saber el secreto sobre la vida de los hombres y para ello se dio a la tarea de capturar a Sileno, este al momento de su captura rehusó responder a la pregunta, pero ante la molesta insistencia de su interlocutor y captor, éste le respondió que la vida del hombre era breve y mejor le sería morir pronto. *** Condenado el hombre al horror, la esperanza de felicidad que es la mujer amada se trastoca en llanto ante su perdida. Es desgarrador no tener un soporte sobre el cual el alma pueda reposar tranquila, pero más desgarrador saber que esa alma ha nacido de la nada y del dolor que conlleva saber la nada. El ser tuvo que forjarse a fuego no solo la memoria, sino la imaginación.


*** En la Genealogía de la moral, la sangre y los gritos hijos del dolor no están puestos equívocamente, la historia de la humanidad ha sido la historia de las violaciones, guerras, masacres, asesinatos, fratricidios, incestos, torturas, etc. El humano es el animal sanguinario, ningún otro está tan deseoso de la sangre de sus congéneres; quiere violar y matar, y aunque las leyes y el poder del Estado pretendan refrenarlo, siempre hay quien deja escapar de su jaula esa jauría de lobos que tienen sed de sangre y que beberán aunque la vida se les vaya en ello. *** Si realmente existió un matriarcado como lo afirman Graves y otros autores, o un siempre ha habido un predominio masculino, lo único cierto es que en ambos casos, la violencia ha reinado y el horror que esta produce se ha pretendido controlar a través de la razón, pero cuando se ha creído que los barrotes de la razón son los suficientemente fuertes para retenerla para siempre, la violencia se escapa y los hombres la descubren luego de que ha dado una gran risotada de placer ante el cadáver de su sangrante presa.


*** Todo es vanidad. Todo es banalidad. La lira tuerce los gemidos y gritos en dulces canciones. Vomitar en los calzones de la muerte. *** Tantos temores tiene el hombre que se construye castillos en el aire, en los que habita intranquilamente, sabiendo que en cualquier momento serรกn derribados por los ogros del tiempo, por la muerte.

*** Pareciera que la insignificancia del hombre es evidente a todos los ojos humanos y el enaltecimiento es solo consecuencia del miedo a aceptar que el hombre sea solo un cรณmico que se marcha de la escena para nunca volver. *** Hoy no existe la objetividad, existe la eficacia del conocimiento. De sobra se sabe que no hay objetividad,


pero se descubren después de años de laboriosa investigación que hay conocimientos que permiten al hombre poner a esta porción de universo que le correspondió a su servicio. La ciencia es la suma de descubrimientos que permiten al hombre entender el mismo y hacer una obra útil a un propósito inútil. Todo obrar humano está pensado al futuro, hay quienes gastan toda su vida en una gran obra que será vivida por otros. *** El ser humano parece desconfiar siempre, pero cae fácilmente en el engaño, el mundo le engaña, sus sentidos le engañan y el mismo se engaña de buena voluntad. La mentira está en todas partes, la contradicción es evidente hasta para el más obtuso de los animales humanos, y aun así seguimos en las “tinieblas”. *** Se ha querido hacer entender que la mentira es un mal, que hay una metafísica que nos impele desde nuestra ética a correr el velo de la realidad y abandonar el mundo de mentiras por más doloroso que resulte ese adiós, Sócrates y Jesús son dos de esos mártires de la verdad, Sócrates muere defendiendo el oráculo que había dicho de él que


era el hombre más sabio y Jesús muere defendiendo la verdad de ser hijo de Dios. ¿Si Jesús hubiese alucinado o el demonio le hubiese engañado haciéndole creer que era el hijo de Dios?, ¿si el daimon de Sócrates hubiese sido un taimado burlándose de su mártir? ¿Cómo discutir con un hombre que se considera a sí mismo el más sabio, y peor aún, con uno que se cree el hijo de Dios? Con estos hombres la batalla por la verdad está pérdida antes de empezarla, pues ellos son los portadores de la verdad, incluso no cabría dudar que se considerasen a sí mismos como la verdad. Pero no se puede negar que en su crítica de lo que hasta ese momento se había considerado verdad estaba la búsqueda de la verdad, Sócrates y Jesús son mentirosos, pero a despecho de ellos mismos. Dos hombres que en un momento de su vida pudieron ver que todo aquello en lo que habían creído era un engaño, y como un infante que descubre que no puede tener todo lo que desea entra en llanto y culpa al mundo de gran crueldad, pero el mundo es el mundo, y en el no falta la sospecha de una fuerza invisible y secreta que nos hace sufrir para su gusto. La certidumbre es dolorosa, por ello mismo se construyen mentiras, pero también se construyen mentiras


o ficciones por entretenimiento porque la verdad desnuda de todo ropa y artificio es aburrida y fea, además es inútil, el ser humano necesita construir ficciones para entender el mundo, el conocimiento es limitado porque el hombre es limitado, no puede abarcar con su mirada ni siquiera el horizonte y pretende conocer las entrañas del universo. Necesita de las ficciones para poder caminar, sin ese suelo se irá al vacío lleno el pecho de miedo y los ojos bañados en lágrimas. *** La desnudes y debilidad del hombre le hacen sufrir, pero a esto debe sumar sus anhelos, no hay especie más pretenciosa que el hombre, se ha puesto como hijo de Dios y moldeado a este a su semejanza. ¡En el infinito universo una insignificante cumulo de partículas se nombra hijo de Dios y centro de la creación! ¡Cuánta soberbia para un animal al que cualquier cosa lo mata y hace sufrir!

***


Es tan vana la vida, pasa ligera y como un cómico en la escena al haberse ido nadie lo recuerda. *** Las estrellas no miran al hombre pero él se emborracha con su luz observando extasiado esos campos suaves, fríos y solitarios. *** El lenguaje delirante de Bataille obedece a que su filosofía misma es un delirio. *** El libro es aquella gota que se destila de litros de licor impuro. *** En la noche el desvarió se hace más abrumador porque todo ha perdido su brillo y resulta tan irreal la ciencia como la magia. La noche es la muerte y la muerte borra todo, igual que lo hace la noche. Nos perdemos en la noche, regresamos a ella como quien vuelve al hogar, somos olvidados como el payaso que se ha ido de la escena. La noche y la muerte son una misma cosa. No podemos dejar


de ver con angustia aquello que nos desaparece. Podemos enfrentar la muerte o huir de ella, pero no vencerla. El que vive en el riesgo a aprendido a sacarle el éxtasis a la muerte, pero no por ello ha dejado de temerle, todo lo contrario, ha hecho de su temor el motor de su existencia. Las naturalezas que buscan su perdición son comunes a todas las comunidades humanas. No existe una sola que no tenga su femme fatale o su donjuán. El erotismo atraviesa el carácter humano. La mitología retrata esos personajes que solo pueden vivir en la disipación, ya sean dioses, como Dioniso, o mortales que se hacen proverbiales por sus actos. Algo de arquetípico tienen los caracteres humanos. *** Delirar en medio del miedo, el asco y el ansia de lo eterno, eso es como danzar sobre el abismo y cantar un poema con los pies, es vivir entregado al fluir de la sangre y al desborde de los nervios. La poesía es la flor de los días, la abertura de los pensamientos y las sensaciones, la caída de la gota de agua en el silencio de un bosque. ***


Las pasiones bajas son las que permiten que la moral del hombre suba. *** Tendría que ser uno muy inocente o estúpido para negar la crueldad de las relaciones humanas, el gusto por macabro, la destrucción del otro y la propia. Nietzsche dijo en la genealogía de la moral que la conciencia se había creado, en el mundo griego, como una manera de darle espectáculo a los dioses, ellos se divertían con la mala consciencia de sus criaturas. Pero es que la mala consciencia también divierte a la comunidad, a los seres que hacen parte de una sociedad. Los delitos ajenos atraen la atención humana como la miel a las abejas. Criminales en potencia, los seres humanos se ven reflejados en las acciones de aquellos que si se atreven a contravenir la ley. Las grandes pasiones, los crimines, la búsqueda del poder, los asesinatos por celos, todo eso fascina igual que aterra los espectadores del teatro como de la vida real. *** Dios es como una letrina en medio del desierto del Sahara, completamente inútil, puede que exista, como existe la letrina en el desierto, pero así como cualquier


persona puede cagar o mear en el punto que le plazca del Sahara, convirtiendo en una tontería inútil la existencia de la letrina, así mismo es Dios en la existencia humana, algo que no sirve para nada porque lo que hace él, lo puede hacer el ser humano sin su ayuda. *** El gran silencio es esta falta de conocimiento, la certidumbre de no tener certidumbres. *** Fuego he venido a echar a la tierra, y que más quiero si la veo arder. *** Destruí a los predicadores de la moral, son siempre seres falsos e hipócritas. *** Los pensamientos en mi cabeza son como asesinos que me acuchillan a traición. ***


¿No existirán otras formas de pensamiento en otros lugares del Universo? *** Estoy lo suficientemente cuerdo como para saber que estoy loco. *** El problema no es que hoy no tengamos un soporte moral para existir, nunca lo hemos tenido, el problema es que no podemos creer que tal soporte exista. Antaño se creía en cualquier moral porque así se evita el vértigo del vacío, hoy tenemos el vértigo y despreciamos cualquier moral que pretenda sostenernos sobre el vacío.


Sobra la risa

Reír es algo común a todos los hombres y, aunque no exista una historia de la risa, puede presumirse que la historia del hombre empieza cuando puede reírse y hacer reír a otros. La risa parece tener al igual que el sexo un lugar de marginación, todos se ríen y tienen sexo, pero para hablar de ellas se usa casi siempre un velo, se las cubre de “palabras bonitas”. Todos hacen chistes o son víctimas de ellos, pero nadie habla de los chistes, la risa parece estar ahí como el calor o el frío, pero hay teorías del calor y el frío, pero no de la risa. La risa es indisoluble de la tragedia. Al menos eso dice el Sócrates del Banquete. Lo trágico acapara la atención de una manera tal, que cuando un hombre se ve sumergido en su tragedia personal no puedo reaccionar ante las otras cosas del mundo, los sentidos y la capacidad intelectual y cognitiva se ponen todos al servicio de la solución del problema que lo trágico representa, a pesar de que en la mayor parte de los casos todo sea inútil. Cuando Edipo supe que su mano había


asesinado a su padre y su simiente fecundado a su madre, se vio embargado de un dolor tal que la ceguera física nada representaba para él más que una forma de liberar toda esa presión puesta sobre sus hombros. El sentimiento de haber roto un lazo sagrado lo desespero al punto de que cualquier castigo era una distracción, un calmante para su dolor. Nada de esto parece ser risible a primera vista, encontramos lo que nos hace reír en la caída de un amigo, en la mala pronunciación de una palabra por un bebe o un extranjero, pero la caída y la mala pronunciación están emparentadas con el asesinato e incesto de Edipo, son errores, cosas que salieron de una manera que no fue planeada, sorprendieron a sus actores y les saltaron al rostro escupiéndoles su hiel. Si alguien que camina por la calle se cae, nos reímos, pero si supieras que esa caída ha sido planeada ¿qué pasa con la risa? Desaparece. Incluso en aquellos programas y obras de teatro donde todo se supone está planeado, la risa tiene que aparecer como lo improvisto, como aquello que no se planea sino que ocurre, es el accidente por excelencia. Lo que los cómicos hacen, aunque pueda estar planeado, muchos estudian los gestos y dicción de los personajes a imitar, pues aquí esa parodia, tiene que


parecerse a lo original, y el original es algo que se supone es espontaneo, teniendo en cuenta que la risa es especialmente fuerte cuando se hace burla de actitudes visiblemente arquetípicas o formales. La burla nos recuerda que todos nuestros actos son contingentes, que por más bien intencionados que estén pueden llevar al error. La risa y el llanto están ahí en el mismo lugar. ¿Podríamos reír de la tragedia de Edipo y llamarla una comedia? No creo que lloraran los dioses ante el espectáculo del incesto y asesinato cometidos por Edipo, debieron reír felizmente, reír con una sonrisa que en nuestros tiempos podría llamarse sádica. El dolor del otro nos causa placer, si golpeamos al otro ya sea por rabia o por mera satisfacción de un deseo, queremos que ese otro sienta un profundo dolor, si acaso lo viéramos quejarse, pero supiésemos que miente y no ha sentido nada ante nuestro golpe, tendríamos el vacío de quien obra queriendo el mal y resulta sintiéndolo él. En el no dolor del otro es dolor para nosotros. Es un principio de la vida el goce con el dolor ajeno, es el premio que la naturaleza entrega para incentivar a la competencia por el alimento y la pareja


sexual, pero es también el cruel juego de la naturaleza. La naturaleza bien podría habernos creado dispuestos a matar sin necesidad de que ello nos causase algún placer, pero no lo ha dispuesto así, nadie puede matar sin sentir un estremecimiento en su mente y cuerpo, en ningún lugar del mundo se ha visto jamás el matar como algo común, ya sean en sacrificios o duelos por honor, el matar está revestido de un sentido trágico, doloroso, de algo prohibido y fuera de lo común, solo con la llegada del pensamiento sadiano y la creación de armas que permitían el exterminio de millones de personas en un solo golpe, el animal hombre se ha rascado la cabeza hasta sacarse sangre él mismo, y se ha rascado preguntándose ¿por qué me afecta la muerte del otro? ¿Vale acaso algo la vida, como para que yo sienta pesar por la desaparición de un ser que afín de cuentas morirá algún día? Sade, al igual que Hamlet, descubrió que la vida no valía nada, si todos morimos, la muerte nos hace a todos iguales, y al hacernos iguales nos hace nada, las pequeñas diferencias entre humanos son borradas con la muerte, el que este sea rey, el otro abogado, aquel otro guapo, esta hermosa y coqueta, aquel un tonto, todos morirán y en la tumba no serán nada, pero ya antes de morir no son nada porque en algún momento dejaran de ser, nunca son,


porque pueden dejar de ser en cualquier momento, y cuando dejan de ser es como si nunca hubiesen existido. El hombre vive, pero vive muriendo, cuando ha dado su primer respiro, ese respiro ya lo ha llevado a la muerte, ya está muerto cuando nace. El hombre es la muerte viviendo. Estas conclusiones del pensamiento sadiano son completamente lógicas y pueden ser entendidas por todo aquel que no justifique la vida como un acto divino. La muerte sobreviene sobre todos, pero esa muerte es una condena y a la vez un salvoconducto. Se puede matar, violar, robar, beber, dormir y fornicar todo lo que se desee, después de hecho, no hay forma de borrar un acto del pergamino de la historia, solo la muerte lo borrará, no manos humanas. Todos somos libres de hacer lo que queramos porque después de hecho nadie puede hacer nada contra eso y, si somos castigados, no importa lo sanguinario que sea el castigo, la muerte sobrevendrá para limpiar al mundo del crimen y del criminal y, luego de esta limpieza es como si nada hubiese ocurrido. Fue esto lo que Sade descubrió, presumible es que ya alguien lo haya pensado, pero solo Sade sistematizo su pensamiento buscando mil maneras de dar entender su descubrimiento, toda su obra es el cuadro de la banalidad de la vida del hombre y lo superfluo de todo principio moral o religioso.


El miedo al Estado, al otro y sus castigos, eso era en ojos de Sade, lo único que justificaba que el hombre no diera rienda suelta a los lobos de su apetito. Bataille leyó a Sade y llego la misma conclusión, pero se pregunto acerca de ese horror que impedía al hombre blandir su cuchillo a diestra y siniestra saciándose de sangre, guiado por estudios de antropología y el pensamiento de Hegel, encontró que ese horror, aunque inexplicable, no era superfluo como Sade y otros querían que pareciese. Había algo que sacaba a la muerte del curso normal de la vida de los hombres, algo que producía vómito y llanto a la par. Ante un cadáver se tiene la sensación de estar en presencia del mal, se tiene miedo de morir o contagiarse de la putrefacción que invade al que yace inmóvil y que hace poco era como nosotros. La risa disuelve la seriedad, y ante ella todo es ridículo y fatuo. La risa es el canto de la Muerte. Pensando la risa no se consigue hacer reír al otro.


Los pies de barro

La sociedad ha creado unas reglas para que las personas jueguen según ellas y se sientan cómodos, es el fin de la organización social poder crear un instancia que es ella misma, donde el hombre pueda vivir tranquilo, o al menos más tranquilo de lo que viviría en el mundo salvaje, dormir tranquilamente sin que nadie venga en la noche a cortarle la cabeza. Para poder que haya vida es necesario que haya muerte y es en ese punto donde vida y muerte se confunden en el movimiento de violencia, en ese movimiento de fuerza que escapa a las manos del hombre y que es naturaleza que hace parte de la naturaleza y que da vida a la naturaleza y la sustenta y le permite que llegue hasta el plante Marte. El movimiento de violencia supera esa misma violencia, y es por ello que es tan difícil entender de qué estamos hablando. Se ha hecho en el mundo Occidental una división entre dos términos (se han creado esos términos para poder hacer posible esa división en el plano del lenguaje), razón e instinto: todo lo que sea razón obedece a un cálculo, a un


beneficio que se busca a través de una acción, la razón aparece para algunos como algo universal, por eso nos molestaba tanto que no se nos dé la razón, pareciera que teniendo la razón es la única forma posible de vida, todo lenguaje se crea para tener la razón, para tener poder sobre otro, el metalenguaje es el querer dominar al mismo lenguaje, cuando el hombre crea, desearía que los demás se sometieran a su creación, porque esa es la única forma de vida que conoce, la de someter, o ser sometido. Nietzsche habla de cómo un lenguaje, un idioma, genera sus propias maneras de ver el mundo, “filosofías”, así, el hinduismo tiene un lenguaje común, y en ese lenguaje común hay una visión de la vida común, una búsqueda de respuestas en el universo, común, mientras un indio habla (piensa en hindú) sus pensamientos correrán por los caminos que lo hicieron sus antepasados. He descubierto que lo racional, que lo mesurado, que lo arreglado a un fin, que lo que se busca obtener con esfuerzo en el futuro es el dominio, mantener la existencia a través de la imposición, se busca la violencia, para mantener el orden de lo irracional. Pareciera que la razón mueve el mundo humano, pero no es así, ¿Qué mueve al hombre realmente?, el


hambre, el sexo como deseo de reproducción y como placer libre de reproducción, el miedo a la muerte, en fin, cosas ajenas a la razón, o ¿acaso lanzar una bomba nuclear sobre un país y exterminar a millones es algo razonable? Lo es, pero solo como imposición del poder en el presente y con vista al futuro, el deseo de poder y el temor al poder son dos pilares (el único pilar con dos caras en el espacio y el tiempo que han creado a la humanidad tal cual la conocemos (al menos en un Occidente). La razón aparece al servicio de mi hambre, de mi instinto sexual, de mi miedo a la muerte, la razón es la sirvienta del instinto de violencia. Si un hombre quiere comer carne, usa su inteligencia, su capacidad de prever, para buscar y tender una trampa a su presa. Lo hace para poder seguir viviendo (o al menos intentar vivir, ya que nada le asegura la supervivencia) es para mantenerse en el mundo que es precavido, ¿pero para que se mantiene en el mundo? Para seguir sintiendo hambre, para desear a la mujer y querer ayuntar con ella. La vida es instinto que crea la razón para ponerla a su servicio, pero el hombre ha cometido el error de usar la razón para preguntarse por el instinto, por el origen de ese instinto, ¿o acaso esa una forma de especializar a la especie


y garantizarle una larga existencia? ¿Acaso será la filosofía también la sierva del instinto? Si lo es, Nietzsche lo expuso muy bien en su libro Más allá del bien y del mal, toda filosofía es voluntad de poder, toda filosofía se quiere imponer, y ese imponer viene dado desde su nacimiento en el instinto. Como el hombre que quiere llegar a Marte, que quiere viajar por todo el espacio, pero la razón que usa para construir su maquinas, su naves espaciales, todo eso está al servicio del instinto de vida, de dominación y ese instinto lo único que quiere es permanecer, es estar por encima de todo, es tener más poder. ¿Cuándo el hombre llegue al confín del universo que habrá ganado? ¿Hace más felices al hombre dominar el espacio? ¿acaso ser feliz no es algo irracional, no se sustenta en necesidades irracionales, y si alguien me objeta que es muy racional amar, comer y cagar, no es acaso todo fruto del instinto, no es el instinto el que hace razonable el querer esas cosas para poder que él mantenga su existencia? El poder es vida y la vida es poder, los animales que están hoy en el mundo están gracias a que se impusieron


sobre los otros, no necesariamente con violencia en el sentido que de esta palabra se usa diariamente, su violencia fue la de la vida, la de la simple existencia que supo mantenerse y seguir ahí donde otros declinaron o fueron exterminados, la naturaleza es cruel, es ciega en su justicia, la naturaleza es despreocupada, es libre, la naturaleza solo busca satisfacer un principio, el de su existencia, lo único que busca a cada instante, vivir, ¿no es absurdo querer dejar de vivir cuando es la vida lo único que se tiene? Se debe vivir para consumir el néctar de la vida, el vino de la alegría. ¿Por qué piensa el hombre? Un hombre ve una roca moverse en el desierto, ¿si solo pudiese verla, si sus ojos solo pudiesen captar la luz, sin tener idea de nada más? Pero el hombre se pregunta por qué la piedra se mueve, por qué no está quieta. El hombre es un ser de preguntas, y si bien no todos los hombres desarrollan una ciencia de la pregunta, si no crean un sistema filosófico, si tienen como habilidad inherente a ellos el cuestionarse.



Un ritmo macabro

El hombre no puede soportar el silencio, por todos los medios lucha para que tal no exista, pero al final, es consumido por él. El universo mismo lucha en contra del silencio, la música es ritmo, el ritmo movimiento, la vida tiene ritmo y movimiento. El universo esta en perpetuo movimiento, igualmente la vida que es prolongación de ese movimiento, solo que el universo no es escucha a sí mismo, pero el hombre tiene algo que el universo no, consciencia, y esa consciencia no se puede estar callada, necesita de música o ruido, pero nunca de silencio. La vida del hombre se define por su actividad y esa actividad es una red que se pone en el vacío del universo, y, no es que el universo sea vació, el universo es materia, pero esa materia existe en un vacío. Así como el universo se expande eternamente tratando de llenar el vacío del universo, el hombre con su trabajo pretende llenar el vacío de su existencia, pero como ese vacío es infinito, nunca podrá llenarlo. Pero es preciso exista el vacío para que se dé el movimiento, sin espacio entre objeto y objeto no habría la posibilidad del cambio de posiciones, el vacío es


el lugar por el que el universo se mueve, pero es en también lo que posibilita el universo mismo en un sentido dialectico. “¡El trabajo humano! es la explosión que de vez en cuando ilumina mi abismo.” En el caso del hombre ocurre algo análogo, el hombre es movimiento, se mueve en esta pequeña parcela de tierra, su espíritu nace de la nada y vuelve la nada, materia y espíritu son sólo posibles gracias al vacío, y se mueven en el vacío, la materia danza sobre la nada, el espíritu danza sobre la muerte que es la nada. La muerte tiene doble sentido, por un lado, es la posibilidad de una nueva vida y, por otro, es la negación de una vida anterior, es la absoluta desaparición de esa vida del universo.


Palabras, palabras, palabras,

El lenguaje es un límite y pretender asir el mundo con él es como si un ratón pretendiera cazar un águila. *** ¿Hemos expandido los límites del lenguaje o solo estamos ampliando nuestro uso de una herramienta limitada? *** ¿No es acaso el lenguaje una suerte de objeto mágico que no sabemos cómo funciona, desde dónde se produce y por qué apareció sobre la Tierra? Entendemos tanto de la comunicación como de la física que rige al universo; nos conformamos con especulaciones que algunos creen son verdades. Es en el lenguaje que se moviliza la ciencia, y es gracias a la ciencia que el ser humano ha moldeado el mundo que le rodea, bueno, realmente solo una pequeña porción de ese mundo. ¿Cómo es posible que la comunicación nos permita entender el mundo cuando sabemos que es inexacta, falible y la más de las veces mentirosa? El mundo lo creamos en la medida de nuestras posibilidades y cada paso que damos es como el


rompimiento de un velo que nos permite entrever otras realidades. Mientras que los gnósticos pensaban que el mundo material nos escondía la verdad, la deidad original, pienso que el mundo material nos permite crear el verdadero mundo, el único que podemos habitar, ya que la realidad desnuda sería la muerte, la nada y la materia inerve. *** ¿Es posible crear una inteligencia artificial? Si acaso lo es, entonces los sueños de los alquimistas se abran cumplido pero no haciendo entierros de sustancias infectas sino escribiendo algoritmos en una computadora, es decir, algo más cercano a la cábala que a la alquimia propiamente dicha. Organizar el mundo conforme al lenguaje que poseemos. *** No tenemos la verdad sobre el universo pero sin embargo construimos edificios de cientos de metros, bombas que destruyen millones de vidas y naves que viajan por el espacio sideral, ¿no es todo eso más fantástico que los sueños más locos de los alquimistas? ¿No es raro que cuando la alquimia fue negada como ciencia, aparecieran


creaciones que superaban los sueños de los alquimistas? ¿Cuándo pensó Paracelso que se pudiese hablar por medio de un aparato con una persona que se encuentra a miles de kilómetros de distancia, que se pudiese ver el interior de un cuerpo con un ojo mecánico o incluso con un radar, o que se pudiese viajar a la Luna usando fuego, o que una máquina ensamblase a otras? La ciencia ha superado a las arte mágicas. Los sueños y logros de la ciencia son más locos e improbables que los de la alquimia y la cábala. *** ¿La ciencia no es otra forma de la magia? La ciencia es la magia con métodos que si funcionan. Pero que tampoco alcanzan la verdad. *** El Lenguaje es juego en la medida en que posee unas reglas que varían en cada caso y que al ser entendidas y compartidas por varios sujetos permiten la creación de un mensaje; pero afirmar que el lenguaje se da como juego no es suficiente para entender su naturaleza, ya que solo alcanzamos a entrever que encima del vacío de sentido colocamos unas reglas arbitrarias que son compartidas por unos cuantos, o miles, y que a partir de ahí nos movemos


sobre esas reglas. ¿Pero de dónde salió en un principio esa posibilidad de contener en cada cerebro una serie de significados que fuesen con leves variaciones similares en cada ser humano que los compartía? El problema del lenguaje es el viejo problema del huevo y la gallina. Todas las posibilidades que los filósofos han imaginado continua sin ser demostradas, o rebatidas; tanto el mundo puede ser una creación de nuestra mente, y entonces el lenguaje sería una suerte de imágenes en nuestra cabeza y que solo tienen sentido para nosotros, y por lo tanto el sentido se pierde, se hace un sentido para un único ser y entonces ese sentido es objetivo en la medida en que es verdadero para se ser, pero ya no podemos hablar de sentido porque el sentido es aquello que surge en la pluralidad de posibilidades de interpretación y que se impone por necesidad o poder: si el mundo solo existe para mí entonces yo soy Dios y aquello que se da en mi imaginación no es simbólico sino real; los sueños serían la materia de mi propia existencia. ¿Cómo podrían las imágenes remitirme a algo que no sea yo mismo? Entonces la idea de otros seres sería lo imposible, los otros serían como Dios para los creyentes, aquello que está más allá de su entendimiento, ¿por qué una mente que se basta a sí misma tendría la necesidad de crear seres que se le


parezcan y que habiten, al menos aparentemente, fuera de sí misma? Esa es la aporía del solipsismo, ¿por qué mi mente crea a otros seres con los que compartir y no es simplemente como un huevo que se cierra infinitamente sobre sí mismo sin relacionarse con otras entidades, no importa que sea entidades ficticias? Luego está la postura materialista; en está cada cosa es real excepto cierta ideas de la cabeza; el problema surge de la siguiente manera; si todo lo que veo es real y tiene una corporalidad, es una sustancia que en sí misma existe y que no necesita que yo la perciba o le otorgue un sentido lingüístico para que sea, ¿entonces cómo entender la locura y como negar que las ideas del demente son en sí mismas reales en la medida en que el cerebro percibe la realidad material fielmente, al menos según el materialismo? Y más importante aún ¿por qué en un mundo de solo materia se crea algo inmaterial como las ideas? Entonces la simple respuesta es que las ideas, incluida la del yo, son solo falacias de la mente orgánica, problemas de aprendizaje, una baja capacidad mental que mal interpreta los datos que a su consciencia llegan; pero gracias a esto hemos introducido el error en la concepción materialista, y si es posible que un cerebro orgánico se engañe a sí mismo y crea en cosas que no existen, entonces cabe la posibilidad


de que todos los cerebros se engañan de igual manera pero en diferentes grados. Está el idealismo objetivo, como lo llamaban los filósofos marxistas; en éste la realidad existe de manera independiente del sujeto pero como algo que está detrás de la realidad que el sujeto percibe; y eso que está detrás de la realidad es lo que le da soporte y sentido a ésta. El idealismo objetivo nos dice que algo nos ha sido oculto y que podemos develarlo con los poderes de la razón, o en el caso de los teólogos, de la fe. Nosotros somos ilusiones pasajeras y la realidad objetiva, las ideas, permanecen inmutables por la eternidad. ¿Pero cómo es posible que un ser finito tenga conocimiento de lo infinito, máxime si ese infinito le ha sido negado conocerlo en carne propia? Aquí se vuelven a introducir el solipsismo y el error epistemológico del materialismo, ¿cómo es posible que yo dé cuenta de realidades que me son desconocidas y que además se prestan por su naturaleza, o por su falta de esta, a ser interpretadas de infinitas maneras? Entonces se la dan las siguientes posibilidades; el objeto que conozco no es real en sí mismo sino que mi mente lo ha creado; el objeto que conozco es real y mi mente lo refleja tal cual es; el objeto que conozco es una copia del verdadero y entonces yo lo que conozco es que existe una realidad pasajera, la


mía, y que existe una realidad imperecedera, la metafísica objetiva. El materialismo y el idealismo objetivo se parecen, pero el materialismo niega la realidad de una realidad que este por detrás de la realidad observable por los sentidos, y no obstante el materialismo ha confiado en la ciencia del siglo xx y xxl que no ve nada pero que cree en todo. Estamos como al principio de los tiempos, ignorantes y desamparados. *** Los

pensamientos

de

Wittgenstein,

ese

estar

preguntando por todo, es el filosofar autentico, el que en lugar de crear un sistema simplemente indaga por el mundo a través de preguntas. Indagar en las relaciones que se dan en el lenguaje con lo que ese lenguaje describe debiera ser también nuestra tarea diaria, ¿pero es suficiente preguntar para tener una respuesta? Así como se habla del silencio de Dios, bien podríamos hablar del silencio de la filosofía. Ya pasamos de aquel pensamiento infantil que creía poder explicarlo todo desde un único pensamiento, verdad, certeza, realidad o que fuera, hoy sabemos que el mundo es sumamente complejo y que existe gracias a


innumerables relaciones entre los seres y que solo conocemos unas pocas de esas relaciones. *** El lenguaje presenta demasiados problemas en sí mismo como para considerar que sabemos algo acerca de él. ¿Por qué no el no-lenguaje en lugar del lenguaje? Existe una relación entre nuestros movimientos y gestos corporales y el sentido de las palabras que usamos. Es sabido que más del 70% de la comunicación humana sucede a nivel corporal y gestual, perfectamente podríamos vivir sin el lenguaje oral, pero éste nos posibilita la memoria colectiva, relaciones más complejas entre los seres al nivel intelectual. *** Las matemáticas y la filosofía tratan de describir los procesos lógicos que el ser humano concibe en su cabeza, no de entender el mundo.

***


¿Por qué la lógica no fue suficiente para calmar la desesperación humana de Wittgenstein? ¿Por qué tuvo que recurrir a Dios para no desesperar por completo? *** No es solo la ciencia, en el siglo xx todo fracasó, la fe en la humanidad y su capacidad moral, el arte y su intento por esclarecerse a sí mismo, el psicoanálisis como ciencia, el neo paganismo como salvación de la dignidad humana, los derechos humanos. Todo fue un acto de hipocresía, un crear marionetas movidas por los hilos del poder. Moralmente no avanzamos, solo nos hicimos más perezosos por el excesivo trabajo en las fábricas, y más cobardes por la existencia de la bomba atómica. Y me pregunto yo ¿puede la lógica con su frialdad contribuir a que el ser humano sufra menos en un mundo devastado por el propio ser humano? *** A decir verdad solo me interesan las últimas obras de Wittgenstein, en ellas se pregunta más y las respuestas casi no aparecen. Eso es lo que me gustan de Wittgenstein, que se atrevió a preguntar.


No soy el más apasionado de los lectores de Wittgenstein, y tampoco pretendo serlo, solo me interesa bucear en su obra de vez en cuando y extraer una reflexión sobre la cuál pueda yo mismo pensar. *** Lo que ocurre es que Wittgenstein se confunde fácilmente, el ser humano puede crear un símbolo para un objeto físico cualquiera, incluso si éste objeto es invisible a nuestros ojos, tacto

u oidos, como los rayos x,

ultravioleta y todas aquellas ondas sonoras por debajo o por encima de nuestra capacidad auditiva. Podríamos usar un mismo símbolo para cada una de ellas y sería el contexto él que determinaría su significado, el símbolo nunca

es

por

lo

tanto,

“inamovible”,

cambia

continuamente, deja de ser una cosa para pasar a ser otra, tiene varios significados, y lo más curioso de todo, para una persona de otra cultura puede significar algo completamente diferente de lo que significa para nosotros o incluso carecer de significado, pero no obstante es algo que existe, como las señales de tránsito que pueden no ser entendidas por alguien de una cultura que nos las usa pero que puede ver en ellas un objeto, una cosa, y eso ya es un


significado que ese individuo le otorga a los objetos sensibles. El problema se centra más bien en la cuestión del criterio con que escogemos un sentido y no otro para un símbolo. Que un niño pinte el sol de amarrillo es algo completamente arbitrario, bien podría escribir la palabra “amarrillo” sobre un circulo y podríamos entender que es el sol sin tener una relación directa del color, la palabra “amarrillo” evoca dicho color en nosotros tanto como su presencia misma. El objeto tiene un sentido para el individuo incluso cuando el individuo no posee lenguaje, el fuego quema y el dolor que produce esa quemadura es real, pero el individuo que ha vivido más tiempo y que tiene más conocimientos, puede teorizar sobre el fuego y su relación con las quemaduras. El lenguaje es una cuestión de complejidad de pensamiento en el que se usan los recuerdos y la creatividad para crear interrelaciones en la mente que reflejen el mundo, pero ese reflejo es opaco y solo captura una pequeñísima parte de ese mundo. La capacidad para el lenguaje ya está en el bebé, con el crecimiento se van adquiriendo imágenes y conceptos y con la adultez se intelectualizan esos conocimientos.


Tendríamos que preguntarnos, si en verdad queremos saber cómo es que conocemos, como funciona la capacidad de aprendizaje de los niños. *** Entender el lenguaje es solo un paso en el entendimiento del mundo y de nosotros mismos. *** Entender algo, cualquier cosa, presupone entenderlo todo. *** Debemos entender primero nuestro propio lenguaje para captar el mundo de manera correcta. *** En sí mismo el análisis del lenguaje nos introduce tarde que temprano en la metafísica, ya que debemos dar cuenta del ser de las cosas que son nombradas por el lenguaje y de su relación epistemológica y existencial. Pensar el lenguaje es intentar comprender como nos desenvolvemos en el mundo y que certezas podemos tener de nuestros conocimientos.


El lenguaje es solo un medio más para aprender el mundo y no es el único, aprendemos por el movimiento, la visión y las sensaciones que nos producen los objetos. Si bien es cierto que el lenguaje es que el permite la articulación intelectual de todos esos otros conocimientos, y prueba de ello es que quienes pierden el oído o el habla ven notablemente disminuida su capacidad de aprendizaje, no sígnica que dejen de aprender completamente. La memoria tiene que ver con la experiencia, pero no sabemos cómo funciona la memoria porque ella selecciona cosas para recordar y otras las olvida. ¿Cómo interactúa la memoria con el intelecto y la creatividad, o serán las tres una misma cosa? No parece que para un ser desprovisto de lenguaje los problemas metafísicos se le puedan presentar, el lenguaje mismo es el que introduce el pensamiento del ser, de la esencia de los objetos. El problema del lenguaje debe ser meditado con sumo rigor.


*** Los pensamientos son fragmentos de estructuras más complejas que se dan al interior de nuestro cerebro. Pensamos en la medida en que tenemos memoria, deseo, creatividad y capacidad para solucionar problemas. Quien piensa está descubriendo de nuevo algo que le fue enseñado o mostrado. Pensar es recrear, es transformar el material intelectual que habita en nosotros en algo distinto, nuevo y que pueda ser el pilar de otras relaciones entre los objetos que ya conocemos. El pensar y sus funciones deben ser otros elementos en el análisis de la filosofía del lenguaje. Una filosofía del lenguaje debe tener en cuenta los aspectos psicológicos del mismo, entender por qué tenemos que comunicarnos, por qué lo hacemos de manera simbólica, por qué usamos la palabra oral y no nos entregamos simplemente al intercambio de gestos corporales, que a fin de cuentas suman más del 70% de la comunicación humana. *** Ocurre un problema con el lenguaje, si es algo dado, que existe fuera de nosotros y del cual solo tomamos unas


palabras para nuestro uso en sociedad, no se explica la arbitrariedad de éste ya que cada cultura conoce por lo menos una palabra distinta para referirse a un mismo objeto o concepto, si en cambio el lenguaje es completamente arbitrario, no se concibe como sea posible que la comunicación se dé en el seno de la sociedad, ¿cómo es que algo termina significando lo mismo para varios sujetos? *** El problema del lenguaje es esencial, pero es solo uno de los problemas que la epistemología tendría que abordar para comprender el mundo cabalmente. *** Sin el lenguaje no tendríamos las computadoras, ellas funcionan gracias a la lógica-matemática, una suerte de método que consiste en crear procesos en los que se deben tener una coherencia respecto de un determinado grupo de ideas. La lógica-matemática es la base de la magia de la ciencia computacional, y en general de la ciencia moderna.

***


El lenguaje más básico opera como el lenguaje de las computadoras, dándole un sentido determinado en un contexto determinado a una expresión, a una serie de símbolos que hablan de algo concreto, real, como el impulso eléctrico o la vos humana, y que generan toda una serie de procesos en un sistema que en principio es cerrado, o parece serlo, y que finalmente se abre al mundo. El lenguaje nos permite interactuar con el mundo modelando, creando relaciones simbólicas entre los objetos. El lenguaje nos permite habitar el mundo como seres humanos, como creadores. *** Sin el lenguaje perdemos nuestras capacidades cognitivas, o al menos se ven gravemente disminuidas. ¿Por qué no podemos habitar el mundo sin necesidad del lenguaje si el mundo no es lenguaje sino realidad pura y concreta?

***


Lenguaje que eres un juego de símbolos, formas y sonidos. *** Todo nuestro lenguaje bien podría remitirse a un montón de sueños. Descartes imaginó la posibilidad de que un demonio lo engañara y creara todo el mundo que lo circundaba y las sensaciones de su cuerpo, ¿cómo podría él estar seguro de no ser engañado? Por la duda, ya que dudar era la demostración de que pensaba y pensar era un acto que solo él podía ejercer en condición de individuo. Pero esto no elimina la posibilidad del mundo como mentira creada por un demonio, y ¿si es una mentira creada por nosotros mismos? *** Wittgenstein se cuestiona por la relación entre el gesto del individuo, aquel que realiza cuando habla de algo, cuando lo muestra señalándolo con su rostro o dedos, y las palabras que usa para hablar de ese objeto. ¿Sería todo nuestro lenguaje oral un complemento del lenguaje corporal? Así lo parece. ¿Entonces que aporta el lenguaje corporal al entendimiento de las dinámicas de la epistemología general del lenguaje?, ¿qué tiene de


diferente el lenguaje corporal del oral?, ¿es más objetivo el físico que el oral? Si solo usáramos el lenguaje corporal toda la filosofía y ciencia desaparecerían. Nunca nos sentamos a pensar que estas elucubraciones solo existen gracias a que usamos el lenguaje y que sin él no serían posibles. Solo en el lenguaje es posible crear al ser, definirlo, la experiencia desnuda no necesita de él. Quien vive sin lenguaje vive el mundo como una imagen de la que él es parte. Quien vive en el lenguaje no puede dejar de sentir el extrañamiento de la existencia.


El arte

La desesperación del ser humano parte de la necesidad de obtener algo de las infinitas posibilidades que el mundo le ofrece, él debe elegir de todas las esas posibilidades que le son ofrecidas, solo una por opción, y esa elección implica negación de las otras. Es ahí cuando el ser se debe poner en cuestionamiento el objeto de su vida, su propósito, ya sea un trabajo esmerado por una empresa o, una obra de arte que colme su existencia. «El hombre es libre en mundo de circunstancias ajenas», dijo Marx. El ser es libre de escoger el arte, pero eso no significa que logre triunfar en él, y, cuando hablo de triunfo no pienso en la fama, triunfo sería para el artista lograr llegar a ese montaña que diviso en el momento que el arte se hizo presente en su vida, poder beber de la fuente que sus entrañas le decían que se encontraba oculta en alguna lejos de toda civilización. El artista es libre de escoger, pero éste escoger se limita a decir, si o no. El arte llega a él antes de haber nacido, el arte ya existía, y debe plegarse a un modelo, a un lenguaje que es siempre un formalismo, pero el arte es también deseo de quebrar esas barreras que el formalismo impone, es el deseo de no ser formal, pero


teniendo la fatalidad de estar siempre jugando con las reglas impuestas. Pero a pesar de la liberta de elección del individuo, éste se ve sometido a un mundo que lo determina, la naturaleza ha puesto en él unos apetitos y pasiones, necesidades y límites. Entonces, escoger el arte no es solo una elección, es también una pasión. Es difícil determinar hasta qué punto es libre en su actuar el ser humano, muchos artistas han considerado su entrega al arte como una fatalidad, un designio del destino, pero también han existo aquellos que han renunciado al arte por completo. La vida está impuesta sobre nosotros como la fuerza de la luna sobre las olas del mar, más un aun, la vida es la ola y el movimiento de esa ola, nosotros somos la vida, el movimiento de la vida y la negación de ella. Somos negación para poder ser algo distintito del universo mismo. Somos una conciencia negativa que en el seno del universo observa al universo, pero nuestro atrevimiento es castigado ya no convirtiéndonos en ciervos sino en nada, de la nada vinimos y a la nada volveremos. El artista que solo puede vivir su vida como si la misma fuera una obra de arte cumple con un propósito que la más


de las veces lo excede. La obra de arte ya cumplida puede vivir sin el artista. No, el ser humano tiene que escoger siempre, y escoger significa comprometerse, estar de acuerdo con algo, asumir algo como propio. El artista en su libertad se compromete con su obra, el mismo es la obra de arte. Además de su deseo de expresar o crear algo, está ese algo mismo. El artista tiene un objeto de su predilección, ya sea el amor, la lluvia, el desierto o la sociedad. En nuestra sociedad se han formado hombres y mujeres que han usado su arte para cantarle a la paz, para poner en la escena las emociones violentas que han sido el síntoma de una enfermedad llamada guerra. Estos artistas que viendo como su mundo se manchaba de sangre, han puesto su propia sangre para limpiar el dolor de miles de almas que sido víctimas en un silencio estruendoso. Su arte como la voz de aquellos que no han tenido voz. El arte como forma de conectar a los seres humanos, de sanar heridas y poner alegría en los rostros de los hermanos. El artista es aquel que no puede aceptar las cosas tal cual son, es aquel que encuentra que tiene y debe decir algo, a muchos o pocos, lo mismo da, pero el artista quiere transmitir un sentimiento, una idea.


Pero el mundo enfrenta la libertad del individuo que en este caso es el artista, con otros individuos, no se puede opinar sobre algo y pretender que no haya una respuesta en contra de esa opinión que hemos defendido. Si todos tienen libertad de expresión, nace el conflicto de las expresiones. En nuestro país esas expresiones contrarias han sido atacadas con la tradicional violencia. Pero hoy más que nunca los artistas deben defender su subjetividad, su punto de vista y hacer de su arte una voz propia sin miedo a entablar discusiones con otras voces también libres. La libertad se hace más angustiante en la medida que los otros seres se oponen a ella, toda relación con otro sujeto es un conflicto de intereses, vivir en sociedad es la negación de la propia libertad para poner en orden una serie de pasiones que resultarían catastróficas. Vivir en sociedad es perder libertad. Pero es también encontrar voces, encontrar oídos, aunque en muchas ocasiones esas voces y oídos estén cerrados. Dido en la pira. Como en la muerte se va de este mundo y es poseído por una fuerza que es más que el mismo, si no fuese más que él, no habría arte. Esa fuerza es fruto de la vida y la muerte. Es muerte porque el poeta muere, dona su vida a la obra y la obra se encarna en él, la obra es el demiurgo caminando sobre la tierra.


El hombre es un ser vivo, por tanto, hace parte del movimiento de vida. La vida es ese movimiento, la vida no es algo aislado y que podamos tomar por separado, aunque cada ser vive su existencia separada de los otros. La vida se manifiesta en cada sujeto, en la danza de las estrellas. Pero hay también una fuerza que se opone a ese movimiento una contradicción esencial y de la que todo el universo está preso. Así como una fuerza tiende a alejar las galaxias una de otras, otra fuerza tiene a unirlas. No existe una sin la otra, y sin la una y la otra el movimiento no sería posible. La contradicción de sus fuerzas estaba antes de que existieran ellas mismas, es como un gen que le dice al organismo que a determinada edad tendrá el cabello castaño, pero ese organismo aún no tiene cabello, el gen contiene una fuerza, un movimiento o que actuara en el futuro pero que existe antes de existir, existe como promesa. El universo es continuidad ,es un movimiento perpetuo que parece no tener fin, siempre adelante, al lado, arriba, abajo, hacía todas partes se expande, incluso allí donde no podemos ni verlo ni tocarlo, ni cuantificarlo. Siendo de la misma materia que el universo es lógico que seamos parte de ese movimiento incesante, el ser del


hombre es resultado de ese mismo movimiento incesante, la conciencia como observación pasajera del universo es negación de ese universo, pero solo puede existir si ese universo existe, una conciencia en el vacío es doblemente negación. No tendría con que contrastar, sobre que actuar y lo que es peor, no tendría ni inicio ni fin. La consciencia del hombre tiene un fin y un inicio en relación al espacio y el tiempo. La consciencia es como un punto negro en un eterno mantel blanco. El universo está conectado, la división es solo posible cuando aparece la anomalía llamada ser, la existencia del hombre es la existencia de una consciencia que viví y sabe que vive. No cuando se compone el poema o se lee es donde está la fuerza, es cuando se recita. Cuando un ser encarna lo dicho, cuando dona su cuerpo al demiurgo y permite que este hable a través de él. Cuando los primeros hombres tuvieron consciencia de que el otro moría, tuvieron también consciencia de que ellos morían, la muerte del otro revela mi muerte, es por eso que es tan dolorosa la muerte de un ser querido.


Las personas comentan que cuando alguien cercano, sobretodo amigos y parientes mueren, lo primero que se les revela es la verdad de que ellos no esperaban que les ocurriera a ellos, la muerte se ve siempre como algo que ocurre a otros y ese ocurrir a otros es una forma de negación de la propia muerte. Cuando es un pariente u amigo, la muerte se revela como mi propia muerte, ese ser que parecía inmortal, ahora que no está me muestra que yo tampoco soy inmortal, que lo que le ocurrió a él me podría pasar a mí. La muerte nos revela como seres frágiles. Para Platón y su mundo de las ideas, el arte era mentira ya que era la copia de la copia, no era el original, era una reproducción imperfecta. Solo el hecho de que fuese reproducción ya lo hacía mentira. Supongamos que en un lugar apartado del mundo se encuentra un objeto sagrado, por ejemplo el Aleph, un hombre lo encuentra, es el único Aleph que hay en el mundo, en el universo, ese hombre lo ve y queda extasiado, decide regresar a su pueblo y contar que ha visto el Aleph, cuando llega inmediatamente le cuenta a la primera


persona que se encuentra, ese hombre que lo vio usa palabras, no puede mostrar el Aleph, porque el Aleph no va con él a ningún lado, esas palabras hablan del Aleph o tratan de hacerlo, pero no son el Aleph, ese hombre miente porque no tiene el Aleph, la palabra es mentira porque no tiene nada que ver con el objeto del que se habla, cada palabra es arbitraria, o en su defecto, una copia del concepto. En cuanto a copia es lectura y escritura , lectura porque el hombre tiene que ver, entender, diferenciar, aislar del todo, la lectura se basa en una escritura que toma una parte del universo y habla de ella, el lenguaje no puede abarcar el universo completo, la palabra universo es un gran ahorro de energía y tiempo. Para Sócrates el hombre que estaba ajeno a la verdad, estaba en el mal, era malo por ignorancia, y la dialéctica era una forma del lenguaje de negar al lenguaje, encontrar la verdad para ya no hablar más, el arte de dialogar mataba el dialogo. ¿Para qué hablar si se tiene la verdad?


Se habla, se comunica, se pide, se grita, cuando carecemos de algo, el lenguaje y la ansiedad van de la mano. Para Sócrates el lenguaje solo podía servir para hallar la verdad, pero una vez hallada dejaba de ser útil. El hombre tuvo ansia de nombrar el mundo. Pero ese nombrar el mundo crea el error, la mentira, el engaño, el hombre puede usar el lenguaje en su beneficio, el lenguaje ofrecía posibilidades aparentemente ilimitadas, la preocupación del filósofo es precisamente evitar el engaño, evitar el conflicto que le engaño pueda causar. El lenguaje se convirtió en arma, y como arma cada encontró la forma de usarla, y cada uno descubrió que podía crear una verdad para los demás y obtener algo de ellos. Entre el interior del cuerpo de una mujer y sus palabras hay un abismo. La mujer puede no sentir nada y decir que siente algo. Del lenguaje no se puede fiar uno, eso fue lo primero y lo último que aprendió Sócrates y lo que le transmitió a Platón.


¿Pero cuál es el problema de la mentira? El poder. Quien tenga la “verdad”, tendrá el poder. La verdad es el semiento del poder. Si yo tengo la verdad nadie tiene porque discutir conmigo, la verdad que yo tengo es verdad para todos y para todo. La verdad es la forma de mantener o de obtener el poder, por eso Dios es la verdad, porque él es el máximo poder (y la máxima mentira). Detrás de toda verdad, está el poder imponiéndose a los hombres. Quien calla, no tiene poder. Los medios de comunicación dan poder, quitan poder, aumentan poder. La verdad Platónica niegas las interpretaciones y llama a los filósofos y a los ciudadanos a obedecer a la verdad, a leer no para interpretar y crear algo nuevo, para hacer una reescritura a partir de su lectura, sino a todo lo contrario, dejar de leer y escribir.


El hombre que ha haya la verdad platónica no debe hacer nada más en su vida, ha encontrado la razón de búsqueda del hombre, ha encontrado la verdad y de ahora en adelante todo se hace innecesario, está preparado para morir, para Sócrates la filosofía preparaba al hombre para la muerte; la verdad platónico-socrática, niega la vida, la hace innecesaria. El hombre no debe seguir pintado, cantando, haciendo poemas, escribiendo, hablando, porque todo eso es reproducir el error y la mentira. Cuando el hombre entra en posesión de la verdad niega al mundo, es “libre”. Pero para Platón y Sócrates el arte no es una enfermedad, si bien si es un mal. Pero es el cristianismo que se alimentó del seno de la filosofía platónica y que además le puso el sello de la filosofía judaica, donde no se debían hacer reproducciones de Dios, o de dioses, porque la reproducción no era Dios, era una falsedad. La mentira judía y la mentira platónica se fundieron en una, y como para platón la mentira era la causa del mal, ese mal se hizo en el cristianismo el pecado; ahí nace el concepto de enfermedad del arte, con sus pútridos padres,


el platonismo y el cristianismo, ambos asquerosas enfermedades, habían dado al más horroroso bebe de la historia occidental, el mal-pecado. El

arte quedo condenado en el

cristianismo-

neoplatónico, pero no quedo extirpado, por doquier el arte seguía haciendo su aparición y por doquier el cristianismo lo combatía. Pero viendo el cristianismo en el arte la forma más barata y rápida de enseñar la “verdad” a sus seguidores, puso al arte al servicio de Dios, es decir, al servicio de la verdad, aquí se dio a luz a otro feo y enfermo bebe, el arte para la verdad, el “verdadero arte”. Ya tenemos dos adefesios; la mentira como mal-pecado y su nauseabunda hermana, la verdad y el arte para la verdad. El cristianismo nos heredó esos dos adefesios y todavía los padecemos, esos dos deformes vagan por el mundo predicando el evangelio del bien, de la mora, de Dios, de la verdad y otras tantas porquerías. Si el arte nace de la muerte, el arte es vida, el arte es celebración, prolongación, continuidad, recreación, copia de la vida.


El arte fantástico busca crear otros mundos, otros animales, otros seres, otras formas de vida. El arte fantástico no es ni negación ni escape del mundo, es crear otro mundo a base del existente. Pero esa labor humana es también la labor de la técnica, del trabajo, es crear nuevos mundos a partir del que ya se tiene, así el arte como crear humano, es crear lo que no estaba, es crear hacia el futuro, pero a base del pasado. Pero en ese crear hacia el futuro aparece el conflicto con el pasado, toda cultura tiene un conflicto entre lo nuevo y lo tradicional. Pero hay otro aspecto del arte y la muerte, el recuerdo, el arte me permite crear una forma de mis recuerdos. Recuerdo la muerte, recuerdo un suceso, recuerdo un tiempo perdido, un lugar, una escena, un sentimiento, al arte como memoria. Esa memoria puede ser tan inútil como una mera forma de volver a sentir algo, una emoción ante el rostro grabado en una fotografía o la fórmula para hacer una base química o el orden de un sistema operativo. La memoria como servidora del futuro.


Los sentimientos han sido la base, al menos el mundo occidental, de una forma de arte, que ha pretendido reproducirlos. La música es la que mejor ha reproducido los sentimientos humanos. Para los griegos el arte no era sinónimo de locura, el arte era una forma de expresión de la comunidad, el arte convocaba a la comunidad, el arte habla de una comunidad. El artista griego no era un enfermo, era quien edificaba en tributo a la vida, la escultura, la arquitectura, eran formas de la gloria y el poder griegos. La poesía habla de las victorias griegas y de los hombres e ideales en los que los aqueos se regocijaban. El poeta estaba poseído por una divinidad que le infundía un arrebato, y ese estar fuera de sí, no era algo malo, era el poder de la divinidad creando, mostrando su grandeza a los hombres, no eran espíritus inferiores los que se apoderaban del cuerpo y la mente del poeta y hablan atrás de su vos. Pero para el cristianismo la locura del poeta era una enfermedad demoniaca o fruto del pecado.


La poesía no es una copia de la copia, lo es si solo hablamos del alfabeto, pero el sentimiento que tiene la poesía, el sentimiento del poeta al componer y el del lector o publico al leer o escuchar, es algo autentico, ese sentimiento es cierto siempre cuando se reproduzca, la poesía que no mueve a sentimientos está muerta. La vida y la muerte son cosas que sobrepasan al ser humano, y en ese sobrepasar el SER siente un vértigo, no es necesario ver en ello algo malo, algo negativo, de ese vértigo se puede sacar deleite, los niños que se arrojan a un caudaloso rio a jugar, a competir por quien nade más hondo, más lejos, esa diversión es solo posible, porque esos niños son conscientes de que están arriesgando su vidas, la muerte trae diversión al animal hombre, ese sentimiento, esa certeza de saberse perecedero abre una grieta hay donde el SER cree poder vivir eternamente. Al ser humano le parece que ha vivido por siempre y para siempre, la consciencia de la historia es tan vaga, tan difusa, que siempre difícil creer en el pasado, sobre todo cuando la mente humana no lo puede abarcar más que como una cifra o un suceso, la mente humana no puede realmente vivir la historia, hasta la nuestra se nos personal escapa.


El movimiento erótico atrae a los seres prometiéndoles un gran placer, un placer que pueda hacerlos olvidar sus existencias particulares y llevarlos al NO-SER, pero el movimiento erótico tan pronto ha cumplido su promesa, la peque muerte no fue sino eso, pequeña, la consciencia vuelve al hombre y la mujer y nuevamente tiene que asumir que existen en el espacio y el tiempo, que son seres finitos y que esa mujer abrazada al hombre es un SER diferente, que cuando muera ella a él nada le pasara o viceversa. Vivir es saber separado de los demás, es saber que se es otro, tener consciencia de la otredad y la mismisidad. La poesía pretendo poder captar ese movimiento de violencia y resulta que la poesía misma es violencia, un poema puede ser la obra de mayor contenido ideológico, servir para vender una idea, para llegar al poder, pero todo poema para ser hermoso y convencer, necesita de belleza, y esa belleza llega cuando es capaz de producir un sentimiento, cuando las palabras muertas dan la chispa al combustible que es la sangre que mueve el corazón humano. El movimiento de violencia no es una copia de nada, es una fuerza que mueve al universo, es el universo mismo y


la entendemos como una fuerza por lo difícil de captar del concepto. Para Nietzsche el hombre era un animal que enfermo en el momento en que paso de ser animal libre, a un cautivo que tenía que someter el mismo sus instintos para el beneficio del colectivo. Ese hombre se hace daño golpeando los barrotes que lo mantienen en cautiverio ¿pero es ese hombre enfermo el artista? Sí, Pero no en el sentido cristiano del artista ni del enfermo. Para el cristianismo es aquel malo que sucumbe a sus instintos, la gula, la pereza, la lascivia, enfermo es para cristianamos aquel que no ha sometido completamente sus instintos animales. La mayor parte de seres humanos someten sus instintos, pero pocos son los que pueden hacer arte. El artista también necesita liberar la tensión de la violencia sexual para luego volver a un estado en que esa fuerza se guarde, se esconda, porque el artista necesita del erotismo para alimentar su obra, su contenido y su nacimiento.


El movimiento erótico angustia al hombre y en esa angustia crea cuentos, mitos, leyendas, cosmogonías que lo que hacen es explicar la vida, y así el movimiento que tanto nos atemoriza es levemente capturado para hacer un cuadro de vivos colores. La sangre es la mejor tinta para pintar los cuadros de la poesía. El arte no es una enfermedad del hombre, pero puede habar arte enfermo, hace parte de la misma forma del ser humano el arte, el arte es invención, combinación, exploración, es conflicto. El artista tiene una cierta cantidad de fuerza que utiliza para expresar con símbolos lo que está en su interior. El artista siente con más fuerza y pasión que cualquier otro. El artista y el santo tienen un sentimiento similar, una sensibilidad que les destroza el alma ante el más mínimo movimiento exterior. El artista no debe liberarse de su sensación, tiene que ponerla en el mundo o se volverá loco. El sentir es un misterio.


¿Por qué escogió la naturaleza poner en el hombre la sensibilidad? ¿De qué sirve a la naturaleza que un hombre vea las estrellas y se conmueva? En el nacimiento de la escritura intervino un fin económico,

la

sociedad

necesitaba

organizar

las

propiedades de los individuos, decir de quien es esta vaca, esta tierra, etc. la propiedad privada y el derecho sobre esa propiedad dio nacimiento a la necesidad de la escritura. Pero en la escritura, cuando aparece la narración, lo económico se hace superfluo, lo que se pasa a narrar son las tradiciones orales, ahora con la escritura es más fácil conservar la referencia a una leyenda, el hombre ha ayudado a su memoria, pero también ha creado un arma que le permite dirigir la atención de su comunidad, la escritura es formativa, moralizante, y para moralizar recure a los sentimientos. La Ilíada es un poema donde se contenían las enseñanzas que el pueblo griego quería impartir sus hijos, no solo es un poema de aventuras, es un poema de enseñanza.


Así la literatura se convirtió en pedagogía recurriendo a los sentimientos de los lectores, Aquiles sufre la cólera justa, los danaos son exaltados en la gran victoria, los sentimientos de se ponen al servicio de la pedagogía porque la fría observación no es suficiente para que el hombre aprenda, cuando algo le ha causado una fuerte impresión ese hombre no lo olvidara. El artista forja memoria. Crea ideas. Retrata sentimientos. Desde el inicio el artista estuvo al servicio de otro, de la comunidad, el rey, el pueblo o el Estado. Los reyes de la antigua Mesopotamia se hacían retratar más grandes que sus enemigos, eran retratados siempre en la victoria. Pero no solo es por el servilismo, el artista también podía sentir una fuerza que lo poesía después de saber que su rey había destruido una ciudad enemiga, su sensibilidad se veía irita por un gran suceso que lo conmovía hasta las lágrimas.


El artista observa lo que otros observan pero decide ponerlo en la memoria de todos a través de su arte.

El artista se hace portador del lenguaje y de la memoria. Pero también el artista puede romper con el lenguaje y la memoria, pero para ello es necesaria una gran fuerza, como la que necesito Rimbaud para reformar la poesía. La poesía de Rimbaud puso en las llamas a la antigua poesía, rompió cráneos y movió a la locura a los nuevos poetas. Sin el arte el artista se vuelve loco. Que la verdad sea ajena al hombre parece ser la condición esencial para que éste desee buscarla. Es la verdad como un fruto misterioso que pende de un oscuro árbol que promete alegrías pero a todo a aquel que ha pretendido con sus brazos estirados tomar su fruto le ha entregado como recompensa dolor. Tal vez todo aquel que ha buscado la verdad desde un principio supo que el dolor sería su premio y la marca que como Caín le acompañaría por siempre. Se le escapa entre riscos y cuando cree tenerla a tiro, ella burlona ríe y se pierde entre el bosque y quejido


acompañado de la flauta es lo único que alivia al solitario amante de la verdad. Es ajena la verdad al hombre, parece ser aceptado esto por todos, pero parece ser que creen los mismos que confiesa su ignorancia poder tomarla y mostrar a los demás su trofeo, pero ella ha reunido de todos y se guarda casta y pura hasta el final de los tiempos. Horror de horrores, en lugar de poesía estoy haciendo proselitismo, predicando la verdad y tajando con el bisturí de la ciencia y la razón lo poco de poesía que me queda, he puesto en el quirófano a mi musa, descuartizándola he creído rendirle un homenaje, pero no. La poesía es vida, no ciencia. Este ensayo debe perecer y sangre debe correr para rendir holocausto a las musas.


“Little Boy”

El Apocalipsis nuclear es un tema que la intelectualidad ha dado bien en olvidar, ya no se presiente éste poder como el inminente indicio de un cataclismo sino que se convive con él, así como los habitantes de un pueblo ubicado en la ladera de un volcán conviven con ese monstruo de fuego que puede consumirlos en cualquier momento. Las bombas están ahí esperando su oportunidad de salir a la luz y de bañar en lluvia radiactiva el mundo civilizado que las creó. Masoquismo de la razón humana, crea para destruirse a sí misma. La bomba nuclear es el testimonio del fracaso del proceso

ilustrado

que

tomó

Occidente

desde

el

Renacimiento. La comprensión, el diálogo, la racionalidad como instrumento de paz, la idea de la convivencia entre civilizaciones, todo eso se derrumbó ante los estallidos en Hiroshima y Nagasaki. Con la carta de los derechos humanos los Estados Unidos se limpiaron el trasero. La humanidad en pleno calló ante el crimen y el mundo continuó su curso, no sin cierto halo de paranoia. Todas las filosofías fueron borradas por el dedo de la Muerte, el nazismo y el comunismo perdieron todo sentido, ¿no era ridículo hablar de razas superiores e inferiores cuando una nueva arma podía destruir a unas y otras sin distinción?,


¿no era prueba del odio que siente el ser humano por el ser humano el crear un arma de destrucción masiva usada principalmente para eliminar a otros seres humanos? Aquí el único comunismo era, y es, el de la muerte. Hitler no puede pasar más que por un monigote bufonesco e histérico cuando se lo imagina uno evaporado por la bomba con todo y su raza aria. No hemos usado este poder para destruirnos y antes bien creamos una herramienta más poderosa, la bomba H, y es probable que los avances en física permitan la consolidación de armas con un mayor poder de devastación. ¿Forjaremos más y más armas hasta el fin de los tiempos o nos mataremos con las que tenemos hoy? En Hiroshima fue arrojada y detonada “Little Boy”. Un juego macabro ese de llamar “Pequeño” al instrumento de un genocidio. La bomba atómica fue más que un arma de una terrible destrucción, fue un arma psicológica. Una "arma psicológica" y filosófica. Como nunca antes el ser humano estuvo ante la certidumbre de que el deseo de destrucción, en él, no tiene límites. Más allá de que fuera necesaria o no, que no lo era, se nos plantea la


encrucijada de entender porque tuvo que haber una guerra que amenazó a la humanidad en su totalidad y que irrespeto todos los pactos de paz que se habían firmado hasta el momento. Tanto la razón como la dignidad humana fueron violadas por el ánimo militarista. Un arma psicológica de doble vía. No solo causo horror a los habitantes del país en que fue usada, sus vecinos, el mundo entero, y por lo tanto a los mismos habitantes de América, les sobrevino el terror ante ese monstruo de fuego radiactivo. Si bien el pueblo gringo tomó con soberbia ese nuevo poder que la ciencia les había entregado, no por ello dejaban de temer a los posibles avances de los soviéticos en pos de su propia espada apocalíptica, y cómo la ciencia va de la mano de todo aquel que es poderoso, los rusos no tardaron en alcanzar la huesuda mano de La Muerte y tomaron de ella su hoz, así como antes los gringos lo habían hecho. Ya no existía un solo ser que pudiese vivir con tranquilidad sobre la Tierra, salvo los ignorantes de los avances occidentales en materia militar. Con Dios muerto, “Little Boy” y sus hermanas, eran los nuevos demiurgos del ocaso con sus brazos destructores dispuestos a barrer a todos los pueblos de la faz de la


Tierra. Tal vez le debamos los ateos mucho a la segunda guerra mundial, ella mostró con contundencia la inutilidad de la fe en un dios. Somos hijos de “Enola Gay”, de la desesperanza y del fracaso de la humanidad por lograr la paz. En el siglo xx los europeos se encargaron por todas las formas posibles de sepultar la propia cultura que ellos habían creado, milenios de descubrimientos, teorías, tecnologías, filosofías y artes, derivaron en una total consagración a La Muerte. Enola, como un ángel del exterminio abrió sus piernas en el cielo y dejo caer a su “Pequeño” que en un alarido, baño de fuego radiactivo a los bienandantes.

Oración a la bomba nuclear

Querida bomba nuclear, luz de nuestros días aciagos y sin sentido, calor de madre que nos consumes en un abrazo atómico y nos devuelves a la materia primordial. Piedra Filosofal de nuestras pesadillas más hermosas. Salvamos de la razón y el humanitarismo, esos dos esbirros. Arrojanos al abismo de la dulce desesperación.


Primera Carta

¿La sabiduría de la vida? Hay sensibilidades que tan ajenas al mundo que deben construirse su propio mundo, no por cobardía, no por huir de la vida y la realidad, no, es por un algo indecible, innombrable que habitando en un lugar del corazón no deja descansar un solo minuto a su víctima. Los seres que poseen está sensibilidad a menudo son infelices, y podría preguntarse alguien viéndolos sonreír en reuniones de amigos, ¿por qué en ocasiones estos seres se pierden, no en el mundo sino en ellos mismos? No parece que abunden aquellos que se pregunte por estos seres melancólicos ¡Mejor así! ¡Pasaremos borrándonos a cada instante! Aquellos que viviendo en el mundo común tiene que hacer un refugio en el dinero, en el "amor", en el estudio, el trabajo y en fin, esa vida mediocre y gris que habita en una ciudad igualmente gris. Aquellos seres no lleguen a conocer los abismos de dolor y soledad de esos seres sensibles, esos seres que como cuerdas de liras que agitadas por un huracán cantan gritos, cuerdas que agitadas


por el vuelo del ave cantan lágrimas. Estas sensibilidades solo sacan su poesía de los extremos, de un gran dolor y un gran placer. Alguien por diría que sus vidas son trágicas, yo digo que son poesía. Si pudiera despojar a un ser de todas esas falsas vestimentas de la que la sociedad y él se arman, un ser que solo fuera esencia de sí mismo, un ser que con su boca y sus gestos pintara el mundo como lo siente y como el mundo es para él. Un ser así encontraría en estos versos: "Ora, ora pro nobis peccatoribus Nunc et in hora mortis Et in hora mortis nostrae", una conexión con su dios, un piano que hace las veces de puente al cielo. El alma de ella, de ese ser del que arriba habla, ¿qué encuentra en su búsqueda? El alma de ella escapa así cada vez que la quiero asir con mis brazos, pero así, disolviéndose en el agua y cobijándose en el rayo de luna es que yo quiero que viva.


Segunda carta

Como hoy llovió donde vivo, el cielo está oscuro, con tonos rojizos y un azul fuerte, y entre lo azul y rojo un gris que lo abarca casi todo. Así es la vida del artista, no ya colgado en el cielo sino en una tierra, viviendo entre grandes capas de grises que lo cubren casi todo, incluido el artista. La rebelión del artista no es tanto una rebelión en la que él pretende borrar ese gris del mundo, no, el artista quiere en principio liberarse de ese gris, para ello tiene que encontrar la forma de anularlo en su vida. Pues bien, no pudiendo anular el gris, el artista quiere pintar con otros colores, con nuevos colores, quiere poder dibujar un paisaje allí donde las nubes de humo ahogan los árboles, poner rojo pasión o azul tristeza en los labios de una mujer que se entrega en cuerpo todas las noches, ¿será qué entrega su alma? ¿Será que alguna mujer entrega su alma? El artista barniza de azul las calles y pasando al lado de los otros no sigue sus pasos acompasados al unisonó por el afán de trabajar para ganar dinero, no, el artista nada en ese mar derramado en el asfalto gris, gris como el cielo de la ciudad. Un ave acurrucada en un nido edificado en un edificio, ¡gris!, esa ave vive allí como el artista en ese


mundo que ha creado no para escapar del mundo real, sino para vivir en un mundo más real, un mundo donde el dolor y la alegría son espontáneos como el agua en un manantial, como el vuelo temeroso del polluelo. El artista no puede conformarse con una vida acompasada en un ritmo monótono, claro, busca su ritmo, su propio ritmo, y ese ritmo puede ser el de una canción o el de los latidos de su corazón. Que no es un corazón que lata al misma velocidad de los otros incrustados en cadáveres momificados en la salsa del día a día, no, el corazón del artista late a un ritmo que desde niño fue o más rápido o más lento que el de los otros niños, y además, ese corazón tiene una lupa que trabajando a diario, en todo momento, observa aquello que el ojo humano no alcanza a ver, y cuando es lo pequeño que debe ser observado, esa lupa se microscopio ¡que versátil!. Con lo pequeño o grande que otros no pueden ver ese corazón se entusiasma y ya sea que llore o ría, ese llanto y esa risa están fuera del tiempo humano, del tiempo de los otros humanos.


Tercera carta

Que la verdad sea ajena al hombre parece ser la condición esencial para que éste desee buscarla. Es la verdad como un fruto misterioso que pende de un oscuro árbol que promete alegrías pero a todo a aquel que ha pretendido con sus brazos estirados tomar su fruto le ha entregado como recompensa dolor. Tal vez todo aquel que ha buscado la verdad desde un principio supo que el dolor sería su premio y la marca que como Caín le acompañaría por siempre. Se le escapa entre riscos y cuando cree tenerla a tiro, ella burlona ríe y se pierde entre el bosque y, el quejido acompañado de la flauta es lo único que alivia al solitario amante de la verdad. Es ajena la verdad al hombre, parece ser aceptado esto por todos, pero parece ser que creen los mismos que confiesa su ignorancia poder tomarla y mostrar a los demás su trofeo, pero ella ha rehuido de todos y se guarda casta y pura hasta el final de los tiempos.


Nadie espera al viajero solitario

Nadie espera al viajero solitario, Su arduo andar por los senderos de los siglos, Ese andar ha sido borrado de las páginas del tiempo, Ese libro llamado vida se escribe caminando sobre la hierba, Pisando sueños, mis propios sueños, así camino en la noche que no es mía. Pisando huellas dejadas años atrás en mi primer paso por la misma ruta, Huellas que me hablan como entre nieblas y me cuentan una historia del hombre que fui en una tierra que ya no es mía, una tierra que se aleja a cada paso. En una ocasión un viajero que viniendo en dirección opuesta me cruce, Me sugirió rehacer mis pasos y volver al punto de partida, Con un movimiento de cabeza negué y el camino continúe. Ya no recuerdo que ha quedado atrás.


Los rostros se van volando ligeros sobre las nubes Sobre esas nubes que yo ya no espero.


Los dioses

Los dioses pusieron en las manos del hombre Este enigma a resolver con espadas luego con ciencia; Las estrellas seguirán allí danzando cuando el hombre haya tomada la verdad y luego de poseerla encuentre que ésta es estéril.


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