Revista CULTURA MASÓNICA edición Nº 7(abril) by Respetable Logia Fenix 137

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CULTURA MASONICA Revista de Francmasonería Nº 7 - Abril 2011

Al servicio de la Francmasonería Universal

PUBLICA editorial masonica.es www.masonica.es

EDITA EntreAcacias, S. L. Apdo. de Correos 32 33010 Oviedo (Asturias) España Teléfono: (+34) 985 79 28 92

CULTURA MASONICA Nº 7 (ABRIL 2011)

DIRECCIONES DE CORREO ELECTRÓNICO Dirección: cm-director@masonica.es Redacción: cm-redaccion@masonica.es Información general: info@masonica.es Pedidos: pedidos@masonica.es Administración: admin@masonica.es Relaciones con autores: obras@masonica.es Atención al cliente: clientes@masonica.es Webmaster: webmaster@masonica.es Distribución México: mexico@masonica.es

DIRECTOR Valentín Díaz EDITOR Ignacio Méndez-Trelles Díaz CONSEJO EDITORIAL Amando Hurtado Ilia Galán Iván Herrera Michel Javier Otaola Joan-Françesc Pont Joaquim Villalta

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ISSN: 2171-1968 Depósito Legal: SE-6062-2010 © Reservados todos los derechos

Cultura Masónica no se adhiere necesariamente a las opiniones expresadas por sus colaboradores, de las que ellos son los únicos responsables.

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COLABORADORES DE ESTE NÚMERO Pedro-José Vila (Coordinador) Danièle Juette Diego González Rodríguez María Viedma García Ricardo Serna Paloma Martínez Lasierra

SUMARIO Año II / Nº 7 / Abril 2011

Editorial Otra etapa de CULTURA MASÓNICA Valentín Díaz

El Derecho Humano, UNA NUEVA MASONERÍA PEDRO-JOSÉ VILA

LE DROIT HUMAIN O LA FECUNDIDAD DEL RIDÍCULO MARÍA VIEDMA GARCÍA

LOS CIMIENTOS DEL SUEÑO IGUALITARIO RICARDO SERNA

MARÍA DERAISMES (1828 – 1894)

PALABRAS DE BIENVENIDA DEL VENERABLE MAESTRO DE LA LOGIA “LOS LIBREPENSADORES” EL DÍA DE LA INICIACIÓN DE MARÍA DERAISMES

DISCURSO DE MARÍA DERAISMES EN EL ÁGAPE DE SU INICIACIÓN

EL INTERNACIONALISMO DEL DERECHO HUMANO PALOMA MARTÍNEZ LASIERRA

ESBOZANDO LA MASONERÍA GLOBAL DIEGO GONZÁLEZ RODRÍGUEZ

MIRANDO EL FUTURO SIN TRAICIONAR EL PASADO DANIÈLE JUETTE

Catálogo editorial de MASONICA.ES

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MASONICA.ES

CUADRO DE COLABORADORES ESPECIALES DEL PRESENTE NÚMERO (por orden alfabético) DANIÈLE JUETTE Médico Psiquiatra. Pertenece a la Federación Francesa de la Orden Masónica Mixta Internacional Le Droit Humain y desde el Convento de Mayo de 2007 es la Gran Maestra Internacional y decimotercer Soberano Gran Comendador de la Orden desde María Deraismes.

DIEGO GONZÁLEZ RODRÍGUEZ Ingeniero Técnico en Informática de Sistemas y Máster en Inteligencia Artificial. Con sólo 20 años fue iniciado en Masonería. Es Maestro Masón de la Logia madrileña Libertad, federada en El Derecho Humano.

MARÍA VIEDMA Licenciada en Filosofía. Autora de Historia de la Masonería desde una perspectiva de género (Premio Mª Isidra de Guzmán del Ayuntamiento de Alcalá de Henares), de Manual de publicidad administrativa no sexista (Ayuntamiento de Málaga) y de la guía Claves para aplicar de forma transversal la igualdad de género a las ocupaciones vinculadas a la atención a la dependencia (Diputación de Málaga).

PALOMA MARTÍNEZ LASIERRA Geógrafa, presidenta de la Federación Española de la Orden Masónica Mixta Internacional El Derecho Humano.

PEDRO-JOSÉ VILA Dedicado profesionalmente a la consultoría informática, es Maestro Masón de la Respetable Logia Progreso Nº 1850 de Oviedo, federada en El Derecho Humano.

RICARDO SERNA Doctor en Filosofía y Letras, Diplomado en Estudios Avanzados de Literatura Española, es miembro del prestigioso Centro de Estudios Históricos de la Masonería Española (Universidad de Zaragoza), así como de la Asociación Aragonesa de Escritores.

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otra etapa de cultura masonica LOS

LECTORES HABITUALES DE

CULTURA MASÓNICA HAN PODIDO ADVERTIR UN CAMBIO EN SU MANCHETA CON LA INCORPORACIÓN DE UN DIRECTOR Y DE UN CONSEJO EDITORIAL QUE NO FIGURABA EN LOS NÚMEROS ANTERIORES. ES LA ÚNICA MODIFICACIÓN QUE SE HA PRODUCIDO EN ESTA REVISTA, QUE SIGUE LA MISMA ORIENTACIÓN QUE HA TENIDO DESDE QUE APARECIERA EN 2009 COMO UNA DE LAS PUBLICACIONES DE LA EDITORIAL MASONICA.ES VALENTÍN DÍAZ o hay pues ruptura de ningún tipo. Al contrario. Lo que se pretende (y ojalá se logre) es consolidar un proyecto que se ha mostrado atractivo, ilusionante, que se ha ganado la simpatía de no pocos lectores y que está dirigido a todas aquellas personas interesadas en los múltiples aspectos de la Francmasonería, sean o no francmasones.

Una Francmasonería cuya autenticidad está en las raíces de su Tradición y que debe construir su Obra de acuerdo con los tiempos en los que toca vivir; de momento en esta segunda década del siglo XXI, en la que se están produciendo las mutaciones sociales, políticas y econó-

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OTRA ETAPA DE CULTURA MASÓNICA

micas más importantes que ha conocido el mundo desde la segunda guerra mundial. La Francmasonería es una fratría iniciática, y como tal, o es un organismo vivo o no es. La Francmasonería se define por su quehacer y cumplirá sus fines y principios no sólo ajustándose a sus coordenadas temporales, sino estando en la vanguardia ética, social y filosófica de cada época, lo que significa que ha de tener un papel de referencia crítica y, al mismo tiempo, de ancla que permita transmitir los valores humanistas y librepensadores que han servido, y creemos que deben continuar sirviendo, para progresar en el conocimiento, elevar la dignidad de las personas y mejorar las condiciones de la existencia humana. Los indicios de los cambios de los que hoy somos testigos y actores (voluntarios o involuntarios) pudieron atisbarse ya en la década de los setenta del siglo pasado y fueron acelerándose en los noventa al hilo del imparable y globalizador desarrollo de las nuevas e impresionantes tecnologías, de las que internet es el exponente de mayor proyección pública. Desde hace una generación se han ido acelerando los cambios que hoy ya son visibles en nuestras sociedades y que afectan directamente a nuestras vidas; y dentro de otra generación el mundo será difícilmente reconocible para quienes la mayor parte de su horizonte vital ha transcurrido en la segunda mitad del siglo XX, la época en la que la vieja y ahora decadente Europa logró las mayores cotas de libertad, bienestar y justicia social que se han conocido. Nuestro tiempo no deja de ofrecer síntomas muy preocupantes de intolerancia, fanatismo y confusión. Se ha extendido y acrecentado la banalización de nuestra cotidianidad, incluyendo la violencia. Es tiempo de miedos, a los que no debemos ceder ni una micra. Siempre el coraje es mejor, la esperanza nunca es vana, canta una milonga de Borges. Con ese espíritu abordamos nuestro trabajo y esta etapa del caminar de nuestra revista, que queremos empedrar con los mismos materiales que han servido hasta ahora tan fructíferamente. Un espíritu abierto a las diferentes querencias y estilos de hacer Masonería, y con un afán integrador que necesariamente debe enriquecerse en la diversidad.

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OTRA ETAPA DE CULTURA MASÓNICA

Maestros como Oswald Wirth y Daniel Beresniak iluminaron la Francmasonería del siglo XX. Sus enseñanzas han de perdurar no para quedarnos ensimismados y traicionar así el sentido de sus reflexiones, sino para seguir haciendo camino, reflexionando nosotros mismos sobre los retos y los desafíos de nuestro tiempo. CULTURA MASÓNICA es un vehículo y un instrumento para esa reflexión, y para plasmar y transmitir todo aquello que nos ha ido legando el pasado. Sabemos que es un loable propósito que, quizá, está por encima de nuestras posibilidades, pero ese es precisamente el estímulo que nos anima. La última palabra la tienen ustedes, los lectores.Å

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El derecho humano, una nueva masonería LA ADMISIÓN DE LA MUJER EN UN PLANO DE IGUALDAD CON EL VARÓN, EL INTERNACIONALISMO DE LA OBEDIENCIA, LA LAICIDAD Y LA UNIDAD ORGÁNICA DE LOGIAS AZULES Y ALTOS GRADOS CONSTITUYEN LAS SEÑAS DE IDENTIDAD DE LA ORDEN MIXTA INTERNACIONAL EL DERECHO HUMANO. PEDRO-JOSÉ VILA

l 14 de enero de 1882 una Logia perteneciente a la Gran Logia Simbólica Escocesa, Les Libres Penseurs de Pecq, decide poner en práctica uno de los artículos de su reglamento de régimen interior y da el paso de iniciar a Maria Deraismes, varias veces rechazada por el Gran Oriente de Francia, y en un mismo día le confiere los tres primeros grados simbólicos.

El hecho no deja de ser un bello canto a la libertad de las logias, al derecho de la mujer y a la igualdad de todos los seres humanos, más allá de rimbombantes lemas inscritos en los frontispicios republicanos.

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El Derecho Humano, UNA NUEVA MASONERÍA

La mencionada Logia, que ha desafiado las costumbres establecidas, es condenada por el resto de Obediencias y muchos de sus miembros se dan de baja. Poco tiempo después María Deraismes decide, con el fin de no perjudicar a sus hermanos, poner fin a esta etapa de su compromiso masónico. Se ha perdido una batalla pero no la guerra. Maria Deraismes y su amigo, y ya hermano, Georges Martin siguen pugnando por conseguir la igualdad de derechos de las mujeres en las logias masónicas. En 1890 Georges Martin alcanza la presidencia de una Logia de la Gran Logia Simbólica Esocesa y renueva sus intentos para conseguir la admisión de mujeres. Nuevamente los vientos son desfavorables, y dado que el estado de salud de Maria Deraismes se agrava, se precipitan los acontecimientos por el temor a que no lleguen a materializarse las palabras que ella pronunció en su discurso de iniciación y que pueden leerse en este mismo número de Cultura Masónica. Georges Martin, que quiere seguir siendo fiel a su juramento masónico, pronunciado en una obediencia masculina, deja en manos de Maria Deraismes la constitución de la nueva Obediencia y así, el 14 de marzo de 1893 diecisiete mujeres son iniciadas. Pocas semanas después, el 1 de abril, habiendo alcanzado todas ellas la maestría, Maria Deraismes afilia a Georges Martin constituyendo de este modo una logia mixta. El 4 de abril se deposita en el Ministerio del Interior de Francia la Carta Magna de la Gran Logia Simbólica Escocesa Le Droit Humain. Una nueva masonería había nacido. La Orden nace francesa aunque pronto tendrá logias en Suiza. En 1901 se vota la creación de la Orden Masónica Mixta Internacional Le Droit Humain y se internacionaliza creando Logias en Gran Bretaña, Estados Unidos, Países Bajos y Bélgica que se unen a las ya existentes en Suiza. El Derecho Humano progresa en la India Inglesa, Australia y Nueva Zelanda a partir de Gran Bretaña, madre del Imperio, convertido luego en Commonwealth. En 1921 llega a España y permanecerá en nuestro país hasta el fin de la Guerra Civil cuando, al igual que las otras obediencias españolas, debe tomar el camino del exilio.

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El Derecho Humano, UNA NUEVA MASONERÍA

HASTA AQUÍ LA HISTORIA, LOS HECHOS, QUE PUEDEN SER ESTUDIADOS EN TODA SU AMPLITUD EN EL ESPLENDIDO TRABAJO DE LA HERMANA NOËLLE CHARPENTIER1, PERO A PARTIR DE AQUÍ HAY QUE SEÑALAR ALGUNAS CONSIDERACIONES DE TIPO IDEOLÓGICO SOBRE LO QUE SUPUSO EL NACIMIENTO DE

LE DROIT HUMAIN. Supuso no sólo la equiparación de derechos de hombres y mujeres en una sociedad en la que la mujer aun contaba poco, sino la ruptura con una tradición marcada por los planteamientos ideológicos del pastor Anderson y su compañero Teófilo Desagulier. Y esto es lo importante en el tema que nos ocupa, ya que el otro, el que se refiere a la equiparación de derechos entre unos y otras, todavía se encuentra en sus inicios y con una perspectiva de tener que realizar un largo camino hasta alcanzar esa igualdad. Las Constituciones de Anderson quedan como un residuo histórico sin el menor interés doctrinal, ampliamente superadas por la propia dinámica histórica, acelerada por Maria Deraismes y sus hermanas en los primeros pasos de una Orden que ponía fin a la discriminación absurda de la mujer en el templo de la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad. Por otra parte se toma el camino correcto para alcanzar los fines que perseguía la masonería desde su nacimiento: una sociedad más justa, libre y fraterna para todos los seres humanos y que difícilmente podría llegar desde planteamientos localistas, Grandes Logias o Grandes Orientes circunscritos a la pequeña escala de un país y, en ocasiones, con la coexistencia de varias de ellas en el mismo espacio geográfico. El Derecho Humano nace con ambiciones globales porque era consciente que únicamente desde esa globalidad se podría alcanzar la felicidad para todos los seres humanos. Por ese convencimiento se crea el Supremo Consejo Universal Mixto, porque sólo desde la unidad se puede trabajar en pos de un bien común igual para todos los seres humanos vivan donde vivan. A la admisión de la mujer y la ruptura de las circunscripciones cerradas a cada Gran Logia o Gran Oriente se une otra cuestión capital y que también se enfrenta a la tradición andersoniana, El Derecho Humano se declara laico y, en consecuencia, abre las puertas de sus 1

Charpentier, Noëlle, La Masonería Mixta y el Derecho Humano, edición de la Fundación Maria Deraismes, Madrid 2010.

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El Derecho Humano, UNA NUEVA MASONERÍA

logias a creyentes y no creyentes a partir del convencimiento de que las creencias se deben a la parte más íntima del yo y no pueden impedir a los seres humanos trabajar en pos de un ideal común. Finalmente, considera que la continuidad iniciática es imprescindible, entendiendo que el camino del conocimiento ni termina en el tercer grado simbólico ni su continuación es algo que tenga sentido desde estructuras diferentes y paralelas a las que rigen para los tres primeros grados o logias azules. El Rito Escocés Antiguo y Aceptado que practica el Derecho Humano sigue las convenciones que señala el Convento de Lausanne de 1875 en cuanto a grados y denominaciones, pero marca su especificidad en las cuestiones ya señaladas y que son de gran calado: admisión de las mujeres en igualdad de condiciones que los hombres, laicismo y unidad orgánica, con un único Supremo Consejo. Todo lo anterior estimo que avala el argumento de que el nacimiento de Le Droit Humain supuso la inauguración de un nuevo tiempo masónico que, de alguna manera y para algunas cuestiones, tuvo la virtud de adelantarse a su tiempo en varias decenas de años. Esperemos que sea para el bien y el Progreso de la Humanidad.Å

El Derecho Humano nace con ambiciones globales porque era consciente que únicamente desde esa globalidad se podría alcanzar la felicidad para todos los seres humanos

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LIBROS DE INTERÉS

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El ridículo es el elemento dinámico, creador e innovador de toda conciencia que se quiera viva y experimente lo vivo. Ninguna transfiguración de la humanidad, ningún salto audaz en la comprensión ni ningún descubrimiento pasional fecundo se ha producido sin haber parecido ridículo a sus contemporáneos. Mircea Eliade (1907-1986)

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LE DROIT HUMAIN O LA FECUNDIDAD DEL RIDÍCULO MARÍA VIEDMA GARCÍA Consultora experta en Igualdad de Género y Escritora

o puedo evitar que las palabras de Eliade traigan a las sufragistas a mi imaginación. Mártires de los derechos civiles, fueron caricaturizadas en la prensa hasta el estigma por reclamar la participación en las urnas. Tampoco puedo, con esta evocación, evitar sentirme agradecida a sus agallas, a su valor para enfrentar un mundo en el que la convicción de que la mujer debía ser tutelada por el hombre era una verdad incuestionable.

La mujer de su casa, esposa y madre, cercada entre las paredes de su hogar, sin más aspiraciones que cuidar de la familia, representaba el modelo de feminidad de las clases pudientes y el ideal al que aspiraban las clases trabajadoras. Que el destino y el bien de la mujer se hallaban bajo la protección y el poder masculinos era algo en lo que coincidían los hombres de fe y los de ciencia, en el siglo XIX. Si los sacerdotes predicaban que cuidar del hogar era el sagrado deber de toda fémina, los científicos “demostraban” que hacerlo era su función natural y construían para ello explicaciones insostenibles avaladas por el prestigio del saber positivo. No era de extrañar, pues, que aquellas locas que aspiraban a la igualdad entre los sexos, encontrasen débil eco entre sus contemporáneos del sexo opuesto, incluidos los que defendían la igualdad social y la libertad de conciencia. ¡Éstas sí eran cosas razonables por las que luchar y no esas absurdas (ridículas) pretensiones de señoras que

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LE DROIT HUMAIN O LA FECUNDIDAD DEL RIDÍCULO

se dedicaban a hacer ruido y a pasear pancartas en la calle! El feminismo amenazaba la “natural” omnipotencia de los varones como organizadores de la vida colectiva y no era cosa de desmontar las reglas eternas sobre cómo vivían y debían vivir por siempre los hombres y las mujeres. Con todo, hubo en el siglo XIX (y en otros siglos) hombres que sí apoyaron los derechos de la mujer y que, sin duda, debieron despertar la risión y el recelo de sus congéneres masculinos. Hombres que contra todo sentido práctico (los idealistas suelen carecer de él) abrazaron una causa excéntrica en la que a priori nada tenían que ganar. Los imagino blanco de toda suerte de comentarios: raros, inmorales, desleales, tibios, calzonazos….ridículos, y quién sabe qué peregrinas acusaciones para justificar que a un hombre que se viste por los pies no le pareciese irracional que las mujeres tuviesen los mismos derechos. Suerte que entonces también existían demócratas hasta la médula, para quienes el sufragio y los derechos ciudadanos sólo podían denominarse universales si alcanzaban a la humanidad entera y no sólo a una miHubo en el siglo XIX homtad. bres que sí apoyaron los derechos de la mujer. Los imagino blanco de toda suerte de comentarios: raros, inmorales, desleales, tibios, calzonazos….ridículos, y quién sabe qué peregrinas acusaciones.

De esa pasta, de ese material noble y de esos principios inquebrantables estaba hecho Georges Martin (18441916), el fundador junto con María Deraismes de la Obediencia Masónica Internacional Mixta Le Droit Humain. Su profundo sentido de la justicia le impedía aceptar que la mitad de la sociedad viviera en permanente minoría de edad, despojada de derechos, y mucho menos que los varones se los negaran. La coherencia política por un lado, y el amor y la admiración hacia las mujeres de su familia por otro, le otorgaron la lucidez suficiente (pero inusual en esa época) para desear que todas las mujeres disfrutaran de los mismos derechos de los que él gozaba, como varón, Y así lo manifestaba siempre que era interpelado sobre el origen de su conciencia feminista:

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LE DROIT HUMAIN O LA FECUNDIDAD DEL RIDÍCULO

Nunca he comprendido por qué mi madre, que me dio la vida, que me crió, que me educó, a quien debo lo que soy, el día de mi mayoría civil y política, teniendo veintiún años más que yo de experiencia, era menor, y sin embargo, yo era mayor, simplemente por el hecho de ser un hombre. Mi madre a quien la ley puso en el mismo lugar que a los niños o que a los hombres que han perdido sus derechos debido a condenas infamantes, siempre ha sido para mí un motivo de rebeldía contra esta infamia de la ley, y motivo de antipatía hacia aquellos hombres, que a diferencia de mí, encuentran todo esto natural . Lo que mi razón desaprueba cuando se trata de mi madre, no lo reprueba menos cuando se trata de mi esposa, a la que elegí como compañera de mi vida, que comparte mis alegrías y mis penas, mi razón lo rechaza ya se trate de mi hermana o de cualquier otra mujer. En aquellos días, como sucede ahora, como ha sucedido siempre, se necesitaba valor para romper con el pensamiento hegemónico y sostener ideas que la mayoría considera reprobables moral o intelectualmente. Ya resultaba disparatado que algunas mujeres creyeran no ser inferiores a los hombres, pero el colmo era que hubiese hombres dispuestos a considerarlas sus iguales. Para defender la igualdad entre los sexos (se fuese mujer u hombre) se precisaba ser capaz de soportar la desaprobación ajena y tener la firmeza de mantenerse fiel a los principios, aun a costa de sentirse poco apreciado o no apreciado en absoluto. Mircea Eliade acierta de lleno al subrayar que la función del ridículo es evitar el encuentro del sujeto consigo mismo (El ridículo es una fórmula lanzada por los hombres contra la sinceridad). No debe olvidarse que la hipocresía y el celo por las apariencias eran un asfixiante mal de la sociedad decimonónica, y que uno de los mayores temores de entonces lo constituían la murmuración y el escándalo. Según Noëlle Charpentier, autora de La masonería Mixta y el Derecho Humano, cuando Georges Martin era apenas un muchacho, su padre lo echó de casa por haber aprobado la selectividad en la rama de Letras y no en la de Ciencias. Monsieur Martin había recibido de los profesores —los jesuitas de la rue Lhomond— la advertencia de que su

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hijo tendría un porvenir desastroso debido a su carácter excesivamente independiente. Aquel “fracaso” académico debió parecerle a Monsieur Martin, próspero farmacéutico, el comienzo de una saga de calamidades, y decidió purgar de golpe el espíritu libre de su vástago retirándole toda ayuda económica. Creo que la (exagerada) reacción paterna vacunó para siempre a Georges Martin contra el rechazo, y le proporcionó una coraza frente a la crítica y la incomprensión. La marginación familiar le hizo además esculpir con sudor su personalidad y su futuro. De despreocupado hijo de familia adinerada pasó a tener que trabajar y a costearse él mismo los estudios, primero los de Farmacia y luego los de Medicina (éstos últimos los interrumpió temporalmente para alistarse en las filas de Garibaldi). Tardó nueve años en reanudar las relaciones con su padre, y esa experiencia de casi una década sin las comodidades y la holgura que proporcionan una buena posición social, tuvo que acercarlo a la gente del pueblo y volverlo sensible a las necesidades de los desposeídos. No es casual que fueran las clases humildes las que lo alentaron a tomar parte en política. Tampoco puede atribuirse a la casualidad que a lo largo de su trayectoria como consejero municipal y luego como senador, le preocupasen principalmente las cuestiones sociales y defendiese ideas filantrópicas muy avanzadas para su tiempo: los derechos de la mujer y de la infancia, el laicismo en la enseñanza, los servicios hospitalarios, la inspección médica en las escuelas, los seguros de jubilación y la protección frente a los accidentes laborales. Fuera de la política, que no al margen de ella, también sostuvo ideas verdaderamente vanguardistas. Una vez iniciado en 1879 en Masonería, decidió impulsar el ingreso de las mujeres en las logias masculinas en calidad de miembros de pleno derecho. No puede negarse que la materialización de este deseo suponía una apuesta de extraordinaria controversia. Prueba de ello es que todavía hoy la afiliación de mujeres levanta disensiones y ampollas en las obediencias masculinas dogmáticas y también en las liberales. Así que, en su día, aquel pulso contra la “tradición” masónica, contra las normalidad, contra lo instituido, contra el así es como ha sido siempre, tuvo que reportarle muchos sinsabores entre sus amistades.

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LE DROIT HUMAIN O LA FECUNDIDAD DEL RIDÍCULO

Antes que él, León Richer (otro masón librepensador y feminista, amigo y colaborador de María Deraismes) había ya intentado sin éxito que el Gran Oriente de Francia admitiese a mujeres, pero la ortodoxia masónica consideraba que su inclusión, lejos de engrandecer sus columnas Suerte que entonces tamagrietaría la estructura de bién existían demócratas su edificio. La afiliación de hasta la médula, para quielas mujeres a las logias nes el sufragio y los derechos masculinas era un asunto ciudadanos sólo podían deincómodo, tenso, del que nominarse universales si alse hablaba pero frente al canzaban a la humanidad enque existía una resistencia tera y no sólo a una mitad. casi acorazada. De esa pasta, de ese material De todos es conocida la noble y de esos principios ininiciación de la librepensaquebrantables estaba hecho dora y feminista María DeGeorges Martin (1844-1916). raismes en la logia Los Librepensadores de Pecq1, de modo que no voy a detenerme en este punto que, seguro, otros y otras son capaces de ilustrar mejor que yo. Tan sólo me interesa destacar el ejercicio de disidencia, de ruptura con lo establecido, practicado por aquellos masones que “sin temor de Anderson” se atrevieron a contradecir un artículo de su Constitución. La iniciación de Deraismes en 1882 fue un punto de inflexión en la Historia de la Masonería, la semilla que años después permitió nacer y crecer a una Obediencia Mixta Internacional. Habéis asestado un gran golpe, mis Hermanos, rompiendo con viejas tradiciones consagradas por la ignorancia. Habéis tenido el coraje de afrontar los rigores de la ortodoxia masónica. Vosotros recogeréis los frutos. Hoy sois considerados como heréticos porque sois reformadores, fueron algunas de las palabras que Deraismes dedicó a los hombres2 que acaban de darle la luz masónica. 1

Una de las doce logias que conformaban la Gran Logia Simbólica Escocesa, nacida a partir de una escisión del Gran Oriente de Francia 2

Entre los Presentes en la iniciación de María Deraismes estuvieron los Hermanos Laisant, de Hérédia, Delattre, Beauquier, Tony, Révillon , Paul Viguier, Cernesson, Georges Martin, Auguste Desmoulins, Rey, Germain Camille, Eugène Breton, Morin, Fromentin y Victor Poupin.

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Las represalias a los Librepensadores de Pecq se hicieron notar: el taller fue disuelto3 en apenas cinco meses y con su entrada en sueños quedó restituida la normalidad a la vida masónica. Pero sólo aparentemente. La semilla había germinado y la inquietud por la Igualdad en las logias seguía creciendo en el corazón de Georges Martin, un firme partidario de la mixticidad que no temía al ridículo… Evitar el ridículo significa, según Mircea Eliade, rechazar la única posibilidad de inmortalidad, pues todo aquello que desde su nacimiento ya es aceptado y unánimemente aplaudido está muerto de antemano, ha renunciado en virtud de su éxito a toda potencialidad, a «Habéis tenido el coraje de toda posibilidad de ser retomado, conafrontar los rigores de la ortotinuado y profundizado por otros. Sin doxia masónica. Vosotros recoembargo, lo ridículo, lo inaceptado, geréis los frutos. Hoy sois consilo controvertido genera debates, derados como heréticos porque críticas, esperanzas, abre caminos sois reformadores», fueron alguque otros recorren. Y eso es precinas de las palabras que María Deraismes dedicó a los hombres samente lo que sucedió con aquel que acaban de darle la luz momento fecundo —aquel acto vivo, masónica. preñado de posibilidades, de cambios por producirse, de hermanas por llegar— que constituyó la iniciación de María Deraismes: una nueva etapa de la masonería se abrió para las mujeres y los hombres. Durante casi once años Georges Martin solicitó a diversas logias la aceptación de Deraismes, aceptación que significaba la apertura a una nueva masonería integrada por hombres y mujeres. Como las puertas de los talleres permanecían cerradas a esa nueva fórmula y la salud de Deraismes se encontraba muy empobrecida, Martin y Deraismes pasaron a la acción y constituyeron una nueva obediencia. Pero ¿quiénes habrían de pertenecer a ella? ¿Quiénes se atreverían a experimentar el fantasma de la censura murmurando a sus espaldas? No podían ser 3

“Mi recepción en la Francmasonería ha provocado un incidente. La Logia los Libre Pensadores del Pecq depende de la Gran Logia Simbólica —rito escocés— que, en su constitución, ha proclamado la autonomía de las Logias de su obediencia; de modo, pues, que la Logia los Libre Pensadores del Pecq, tomando la iniciativa de recibir a una mujer, no se extralimitaba en sus derechos. Sin embargo, por una de estas contradicciones tan frecuentes en la humanidad, la GLS se escandalizó de este acto de independencia, y puso a dicha Logia en sueños.” (M. D.)

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otras que las mujeres del círculo feminista de amistades de María Deraismes, mujeres transgresoras, inconformistas, con horizontes más amplios que las cuatro paredes de su casa. Entre ellas se encontraba la esposa de Georges Martin, Marie Eugénie Lainé (Marie Georges Martin). Creo que Le Droit Humain no ha sido suficientemente justo con la figura de Marie Georges Martin. Ella también estuvo desde el principio, y bien podría considerársela cofundadora de la Obediencia. Formó parte del grupo primitivo de mujeres iniciadas por Deraismes, sostuvo durante dieciséis años el mallete y fue, en puridad, la primera gran maestra. Se elogia la generosidad indudable de su marido y a menudo se pasa por alto la de ella. También eran suyas (al menos moralmente) las propiedades que hipotecó Georges Martín para comprar los terrenos que aun hoy albergan en París la sede central del Derecho Humano, de modo que fue tan benefactora de la Obediencia como lo fue su esposo. Pero volviendo al origen transgresor de Le Droit Humain conviene decir que en un primer, fugaz y formal momento, fue un taller constituido únicamente por mujeres, mujeres que afiliaron, porque así lo quisieron, a Georges Martin. Por las razones que fuesen, las tornas se habían invertido y ya no era el caso de una mujer que solicitaba el ingreso en una logia de hombres, sino el de un hombre que pedía el ingreso en una logia integrada por mujeres, convirtiéndose ésta en mixta gracias a su inclusión. No imagino a muchos más Creo que Le Droit Humain hombres de entonces, masono ha sido suficientemennes incluidos, capaces de un te justo con la figura de gesto similar, por eso no me Marie Georges Martin. resisto a abundar en el ejerciElla también estuvo desde cio de afirmación personal y el principio, y bien podría de sinceridad que conllevan considerársela cofundadolos actos ridículos, y a citar de ra de la Obediencia. nuevo a Mircea Eliade. El ridículo se resume en esto: vivir tu vida desnuda, inmediata, rechazando las supersticiones, las convenciones y los dogmas. Cuanto más personales somos, más nos identificamos con nuestras intenciones, más coinciden nuestros actos con nuestras ideas, y más ridículos somos.

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LE DROIT HUMAIN O LA FECUNDIDAD DEL RIDÍCULO

Si una mujer solicitaba entrar en una logia masculina debía ser porque en su interior se sentía equiparada en esencia a los hombres, es decir, se sentía esencialmente igual, y aceptarla equivalía a igualarla y también a igualarse. La solicitud de Georges Martin, de equiparación, de igualación con las mujeres constituía un anatema y debió ser vivida por sus congéneres masculinos con profunda desaprobación. De hecho, el resto de obediencias se mostraron muy hostiles y se negaron a mantener ningún tipo de contacto con Le Droit Humain. Noëlle Charpentier afirma que ni siquiera atendían la correspondencia proveniente del Derecho Humano. Pero la hostilidad poco puede contra lo que encierra en su interior la fuerza creadora de la transformación. El crecimiento de aquella semilla recién brotada ya no podía detenerse. Su fecundidad había invadido a otras mujeres y hombres, y dos años después, veintidós mujeres más se habían sumado a las quince4 que inició María Deraismes en 1893 (fallecida unos meses más tarde ) y cuatro nuevos hombres formaban parte del Taller.

Marie Georges Martin

Hoy Le Droit Humain es una Obediencia Internacional presente en todo el mundo. Tiene el orgullo de haber sido creada por hombres y mujeres libres que retaron interior y exteriormente a los convencionalismos.Å

Clémence Royer; Marie Becquet de Vienne; Marie Georges Martin; Maria Martin; Anne Feresse-Deraismes; Louise David; Marie Pierre; Eliska Vincent;Florestine Mauriceau, Myrtille Reugnet, Maurice Levy, Charlotte Duval, Louisa Wiggiskoff, Maria Pognon y M. Cremnitz

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LE DROIT HUMAIN O LA FECUNDIDAD DEL RIDÍCULO

BIBLIOGRAFÍA AA. VV. (selección de textos RAMÓN, I JUETTE, D.) Grandes Maestres, tenéis la palabra. Fundación María Deraimes. Madrid, 2010. CHARPENTIER N. La Masonería Mixta y el Derecho Humano. Fundación María Deraismes. Madrid, 2010. DERAISMES, M. Eva en la Humanidad (traducción de Manuela Garijo y Prólogo de María Viedma García). Fundación María Deraismes. Madrid, 2010. ELIADE, M. El vuelo Mágico. Siruela. Madrid, 1995 LA CALZADA, M. J. El cimiento Mixto en la masonería. El Derecho Humano en España (1893-1963). Fundación María Deraismes. Madrid, 2010. VIEDMA GARCÍA, M. Historia de la Masonería desde una Perspectiva de Género. XVI Premio de Investigación. Mª Isidra de Guzmán. Ayuntamiento de Alcalá de Henares. Alcalá de Henares, 2008 Pensando la Historia de la Masonería desde la Perspectiva de Género, en Masonería y Mujer. Cultura Masónica Revista de Francmasonería. Nº 5. Octubre, 2010 El Patriarcado y sus Apoyaturas Ideológicas en la Iª Mitad del Siglo XX, en Encuadramiento femenino, socialización y cultura en el franquismo. Nº 31 de la Biblioteca de Estudios sobre la Mujer. Asociación de Estudios Históricos sobre la Mujer de la Universidad de Málaga, 2010. El Patriarcado y sus Disidentes en la Orden del Gran Arquitecto del Universo (pendiente de publicación).

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LOS CIMIENTOS DEL sueño IGUALITARIO UN REPASO DE CARÁCTER PERSONAL A LAS CARACTERÍSTICAS DIFERENCIALES DE EL DERECHO HUMANO Y A SUS SEMEJANZAS CON OTRAS OBEDIENCIAS MASÓNICAS, INCLUYENDO UNA ENTREVISTA

ANTONIO CERUELO, GRAN MAESTRO INTERNACIONAL ADJUNTO DE EL DERECHO HUMANO. BREVE CON

RICARDO SERNA

i en algo se diferencia El Derecho Humano de otras obediencias masónicas liberales –irregulares, que dirían algunos– es en el hecho de que su fundación responde al profundo deseo de construir, desde la base, una organización masónica mixta –desde su misma concepción y origen– donde los miembros se vean y definan a sí mismos como ciudadanos del mundo. Y así, los masones de Le Droit Humain defienden una visión universal de la Masonería a modo de crisol humanista, donde tiene cabida cualquier persona sin distinción de sexo, raza o creencia, a excepción de los intolerantes y radicales extremos. Esa predicada universalidad define en cierta forma el talante actual de esta histórica obediencia.

El Derecho Humano dice trabajar con la máxima sensibilidad en pro de la dignidad del individuo, procurando laborar en bien del progreso

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general y de la tolerancia social. Y esto nadie lo duda, por supuesto, aunque a la Francmasonería de nuestro tiempo, a toda ella en general, le sobran buenas palabras y le falta, a veces, esa ejemplaridad que avale su digno y discreto trabajo interior. Generalizando, hay que decir que el discurso huero no conviene exhibirlo demasiado porque acaba agotando al profano, al ciudadano de a pie, que no termina de entender las contradicciones aparentes y palpables de una institución con tan dilatada tradición en el seno de las distintas sociedades europeas.

El discurso huero no conviene exhibirlo demasiado porque acaba agotando al profano

Nos consta que El Derecho Humano es una institución de buenas intenciones, que procura en todo momento sensibilizarse con los grandes problemas sociales. Y en eso trabajan sus logias y triángulos, extendidos por cincuenta y ocho países de los cinco continentes y que cuenta con cerca de treinta mil afiliados. Políticamente hablando, El Derecho Humano no se inclina hacia ninguna ideología concreta, sino exclusivamente a favor de aquellas que defienden la dignidad del hombre y luchan por su bien individual y común. Es un organismo que fomenta la liberalidad religiosa; aun trabajando desde un humanismo laico, preconiza valores tan recomendables como la flexibilidad y la tolerancia, y da paso en sus talleres a personas ateas y agnósticas por un lado, pero también a las creyentes, con un respeto idéntico hacia todos por igual. Se dice que de la diversidad nace el enriquecimiento espiritual, y a veces sí resulta innegable semejante aseveración, aunque no siempre. El Derecho Humano participa en la teórica pretensión de la Francmasonería de un mundo más justo, y sus miembros se afanan para extender la equidad y la justicia en busca y fomento de sociedades más libres, cultivadas, responsables y respetuosas con el entorno natural del hombre. En eso están, sin duda, igual que lo está la Francmasonería toda, tanto la tradicional de raíz anglosajona, como la liberal procedente de corrientes e idiosincrasias más continentales.

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Fue María Deraismes, una periodista y militante feminista, la que junto al senador francmasón Georges Martin, emprendió un singular combate a favor de los derechos civiles y políticos de las féminas, así como en pro de una escuela laica alejada de la influencia clerical. De semejante contienda, nacerá entre ambos personajes una vía de notable empatía y mutua colaboración. Y como consecuencia de todo ello, el 14 de enero de 1882, María Deraismes fue iniciada en la logia Les Libres Penseurs de Pecq1, siendo considerada la primera dama iniciada en la Francmasonería. Transcurridos once años, el 4 de abril de 1893, María Deraismes levantó los cimientos de la llamada Gran Logia Simbólica Escocesa de Francia Le Droit Humain, EL DERECHO HUMANO que sería el germen de la Orden LLEGÓ A ESPAÑA EN 1921 Mixta Internacional que ahora conocemos como El Derecho Humano. Un deseo de ambos fue el asentamiento de la nueva obediencia por encima de género, fronteras, culturas, razas y religiones. Ese anhelo primigenio lo han intentado mantener incólume hasta el día de hoy los sucesores de aquellos pioneros hermanos fundadores. En 1924 fue instituida la primera logia de El Derecho Humano en España, bautizada con el título distintivo de San Albano, y nacida del Triángulo del mismo nombre que se había establecido tres años antes en Madrid. El principal promotor fue el hermano Treviño, egiptólogo y teósofo, que con el apoyo de hermanos del Gran Oriente Español extendió la Masonería Mixta por España. En 1928, la Jurisdicción Española del Derecho Humano tenía cinco logias: “San Albano” en Madrid, “Luz” en Almeria, “Compte de SaintGermain” en Barcelona, “Hermes” en Málaga y “Zanoni” en Sevilla. Contaba, así mismo, con un triángulo en Bilbao llamado “Fénix” y un Capitulo Rosacruz titulado “Franklin Albricias”.

Le Pecq es una pequeña ciudad ubicada en un meandro del río Sena, a diecinueve kilómetros al oeste de París, sita a los pies del castillo de Saint Germain en Lave. Su territorio se reparte a ambos lados del río, incluyendo la pequeña isla de Corbière, monumento natural.

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En 1936 la guerra civil lo quebró todo y a partir de 1979 El Derecho Humano volvió a España con el objetivo claro de levantar las columnas vivificadoras de sus talleres, derrochando un gran entusiasmo renovado Es evidente que el papel de la mujer en la construcción del ideal masónico se incardina con vigor en la esencia natural de El Derecho Humano. Dicho de otro modo, esa premisa de la mixtura de género forma parte de los principios que movieron la creación de la Orden en el siglo XIX. Sin embargo, es difícil evitar el debate –muy vivo en algunas obediencias regulares y tradicionales, y en otras que no lo son tanto– respecto a la conveniencia de que hombres y mujeres desarrollen juntos el trabajo en logia. A día de hoy, dentro de la Masonería liberal española, algunas mujeres ostentan cargos y dignidades de responsabilidad. Sin ir más lejos, en el mismo Derecho Humano, la Presidenta de la Federación Española es Paloma Martínez. Y otra mujer, Danièle Juette, es la Gran Maestra de la Orden. Algo similar está sucediendo en otras obediencias que trabajan en territorio español, lo que demuestra que las féminas caminan, a un ritmo inédito, por las rituales sendas de la Francmasonería especulativa. Y este fenómeno se produce, precisamente, en un momento en el que vuelve a primer plano en ciertos ámbitos el clásico y archiconocido debate acerca de lo bueno y lo menos bueno que aporta la mixtura de género a los talleres masónicos. Porque lo que parece preocupar a más de uno no es que la mujer entre en los ritos masónicos (en los que ya está introducida, por cierto, desde el último cuarto del siglo XIX), sino que trabaje al lado del hombre y en los mismos talleres. Recientemente tuve la ocasión –y el placer, por qué no decirlo– de compartir unas horas de animada charla con mi amigo Antonio Ceruelo, Gran Maestre Internacional Adjunto de la Orden. Es un hombre abierto y agradable, franco en sus declaraciones y de fácil y amena conversación.

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EL DEBATE DE LA MIXTURA DE GÉNEROS A lo largo de nuestro encuentro quise plantearle, entre otros, el tema de la mixtura de géneros, ya que parece un asunto que preocupa sobremanera a sectores muy dispares de la Masonería actual. La controversia en relación al tema se ha dado en obediencias consolidadas de medio mundo. En abril de 2010 fue el Gran Oriente de Francia el que debatió y zanjó, ruidosamente además, el polémico asunto. En otros países del mundo, hay obediencias que todavía viven de lleno y con pasión ese debate sin decidirse a tomar una medida firme al respecto. En España, la discusión se lleva de modo distinto según que obediencia, y con más o menos censuras internas. Un respetable número de afiliados de la Gran Logia de España abogan y apuestan, desde hace años, por abrirse a los nuevos tiempos que corren e iniciar mujeres en talleres mixtos. Unos lo desean; otros aseguran que sería un craso error y supondría el abandono de la tradición y las esencias. Es algo que meditan y debaten despacio, como debe ser, porque las prisas no son buenas consejeras. En cambio, miembros señalados de obediencias que acogen logias mixtas en su seno, como la Gran Logia Simbólica Española (GLSE), pongamos por caso, se plantean en algunos cenáculos la posibilidad de fundar nuevas logias exclusivamente masculinas dentro de las mismas estructuras federativas. Un ejemplo de logia masculina dentro de la GLSE (que es una Obediencia liberal predominantemente mixta) lo tenemos en la Respetable Logia Mediodía nº 66, de Sevilla. Por cierto que este taller sevillano tiene un lema precioso que dice mucho de los anhelos de sus miembros: Quod nolumus gnoscimus («sabemos lo que no queremos»). Un lema elocuente, sin duda, que nos habla bien a las claras de inquietudes, búsquedas esenciales y senderos atractivos por los que ir descubriendo y acrecentando sabidurías.

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CONVERSACIÓN CON ANTONIO CERUELO La opinión de Antonio Ceruelo en este debate largo sobre la mujer parece relevante, ya que él forma parte de la cúpula de una obediencia mixta por esencia desde su fundación. –Antonio, ¿cómo contemplas este debate sobre la convivencia de géneros en los talleres masónicos? Tú, que perteneces a una Orden mixta por definición y principios, ¿crees que es realmente productivo, y sobre todo positivo, que mujeres y hombres compartan los sitiales de los templos? –Sinceramente, veo con agrado la cuestión. Es un debate que nuestros fundadores, Maria Deraismes y Georges Martin, intentaron introducir en el pensamiento masónico liberal hace ya más de ciento veinte años. Ellos querían una Masonería mixta integrada en las obediencias existentes, pero no fue posible. No debemos olvidar que si la Gran Logia Simbólica Escocesa o el Gran Oriente de Francia hubiesen admitido a María Deraismes en su momento y en pie de igualdad, el Derecho Humano ahora no existiría. Creo que tuvimos suerte de que no fuera así porque el revolucionario sentido masónico de nuestros fundadores fue más allá de la mixidad al crear una Orden con tres características diferenciales: la mixidad, el internacionalismo y la continuidad iniciática. Antonio Ceruelo

Otra cosa diferente es la complejidad de una reestructuración interna en las obediencias que recientemente han adoptado, o piensan adoptar la mixidad. Marcel Bolle de Val, filósofo belga, miembro del Gran Oriente de Bélgica y del Derecho Humano, reflexionaba hace poco sobre la realidad de una Masonería sexuada como parte esencial de las obediencias. Es evidente que existen órdenes masónicas masculinas, femeninas y mixtas, y es interesante que siga siendo así. También es

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previsible que el cambio que está produciéndose ahora, modifique profundamente, en un camino de luces y sombras, las estructuras de obediencias que adopten la mixidad. No se cambia el género de una obediencia masónica en veinticuatro horas, es necesario bastante tiempo. –No faltan quienes dicen que la visión femenina del mundo y de las cosas no es del todo compatible con los ideales de la Francmasonería. ¿Tienen algún sentido este tipo de aseveraciones Hablar en la Masonería de cuestiones de género en un sentido excluyente, es difícilmente comprensible. Bien está respetar la manera de trabajar de los talleres y las obediencias, sean masculinas, femeninas o mixtas, pero cuestionar la calidad del trabajo de las logias mixtas a estas alturas demuestra poca cultura masónica. Además, no creo que existan visiones exclusivamente femeninas del mundo; tampoco masculinas, la sexualidad es una cuestión de cromosomas, y ahí existen infinidad de variantes. Por otra parte ¿cómo no aprovechar la riqueza y diversidad del género humano? María Deraismes dijo, hace ya más de ciento diez años: “No se puede construir el Templo de la humanidad con la mitad de la humanidad”. –También he oído comentar en círculos masónicos liberales que la ambición por el logro de cargos y honores hace más mella en ciertas féminas que en el común de los varones, y que las afectadas se olvidan del sentido indispensable de la fraternidad y hacen lo imposible para la consecución de sus fines, manipulando la buena fe de algunos hermanos. ¿Qué opinas de esto? ¿Te parece que puede tener alguna verosimilitud? –Pues verás: cuando trabajamos en logia, compartimos la experiencia con nuestras hermanas y hermanos, con nuestros semejantes. Es como en la vida profana: a estas alturas del siglo XXI, a nadie con un mínimo sentido común se le ocurre cuestionar el papel igualitario de la mujer en la sociedad. Queda mucho trabajo por hacer, pero uno de los principios fundacionales de Le Droit Humain fue precisamente ese: la igualdad absoluta entre el hombre y la mujer y la lucha contra la exclusión. La ambición, por otra parte, se ve crecer en individuos de los más diversos tipos y géneros. Lo que planteas creo que tiene que ver más con las culturas que lo fomentan que con el sexo de quienes lo practican. –En cualquier caso, ¿no crees que los roces y conflictos surgidos de las relaciones entre hombres y mujeres podrían perjudicar seriamente

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la buena marcha de las logias en determinados momentos y circunstancias? –Llevo muchos años trabajando en la Masonería mixta de El Derecho Humano y nunca he conocido eso. Quizá sea una expresión de los miedos que atenazan a algunos hermanos de talleres masculinos, acostumbrados a una determinada manera de trabajar. En su derecho están de permanecer como hasta ahora. Aunque me parece que mantener logias masculinas en estructuras mixtas es algo complicado. ¿Cómo aceptar desde esa perspectiva a una Gran Maestre de la Orden, por ejemplo? –Entonces, ¿tú dirías que la Masonería mixta tiene por delante un futuro prometedor, o más bien crees que las obediencias que inician mujeres constituyen los cimientos de un sueño igualitario inmerso en la utopía? –Siendo por naturaleza persona optimista, no creo en los futuros prometedores. Tampoco para la Masonería mixta. El futuro de la Masonería, no solo de la mixta, pasa por saber dar respuesta, a través de sus ideales, a las demandas de la sociedad. Eso siempre ha sido así, la Masonería es una levadura del mundo. Con esta bonita metáfora pongo término a las declaraciones de Antonio Ceruelo. Al terminar de transcribir la entrevista recordé lo que escribió el ictiólogo y pacifista norteamericano David Starr: «la sabiduría consiste en saber cuál es el siguiente paso; la virtud, en llevarlo a cabo». Y decidí hacer una digresión para terminar este artículo.

LA MASONERÍA NO ES UN MECANISMO, ES UN ORGANISMO Soy de los convencidos de que los auténticos enemigos de la Masonería reposan bajo sus propias cubiertas, y no hace falta buscarlos fuera. Las logias deberían tomar buena nota de ciertos procederes y ser más cautelosas a la hora de aceptar profanos, de aumentar salarios y de otorgar collares y dignidades. Una vez escuché, en boca de un conocido y mediático masón, que ostentaba con suficiencia un alto grado del Rito Escocés, que la Masonería funcionaba y pervivía porque era un mecanismo constantemente engrasado por la tradición y la inercia del rito.

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La Masonería no es un mecanismo, sino un organismo. El mecanismo está conformado por una adición de piezas, cada una de las cuales tiene su función predeterminada, pero carecen de interconexión directa. Y es verdad que el mecanismo se paraliza si una de las piezas, uno de los engranajes, incumple su cometido. Pero un organismo va más allá, y requiere que todos los elementos que lo componen se impliquen entre sí, no sólo para cumplir su importante misión específica –que también–, sino sobre todo para intercambiar esencias (valores y pensamientos, en este caso) con los elementos que le acompañan, para servir al de al lado y, si hace falta, apoyarse con fraternidad en su hombro dispuesto y generoso. En definitiva, para aprender a ser mejores personas a través del intercambio fluido de afecto fraterno, un afecto que sin duda, y digan lo que digan ciertos dinosaurios, ha de generar amistad, aprecio e interés por el semejante. Entre los hermanos de un taller ha de existir, por encima de todo, respeto; un respeto en lo privado y en lo masónico, y un deseo sincero de hacer el bien al que comparte trabajos con uno. Y si no, veamos lo que dijo en Sevilla en Febrero de este año, con buen criterio y mucha sensatez, la Gran Maestre del Derecho Humano. Alfonso Pedrosa la entrevistó para el Diario de Cádiz, y al ser interrogada acerca de cómo se le ocurrió ingresar en la Masonería, Danièle Juette contestó: «Buscaba, por un lado, un cierto acomodo espiritual, sentirme bien en un sentido profundo. Y, por otro, un ambiente de intercambio de ideas, de diálogo, en torno a determinados valores de búsqueda de la igualdad, de la justicia social, del respeto entre seres humanos; un ambiente que permitiese realmente la interlocución, el enriquecimiento personal en un contexto metódico y sereno». Quizá son éstas las claves de la búsqueda: hay que procurar que cada logia sea un espacio diferente de diálogo en serenidad, en sacralidad, y que se persigan valores de peso envueltos por un respeto superior hacia todo aquel que nos acompaña en el camino.Å

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Última obra de Ricardo Serna

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(1828-1894)

MARÍA DERAISMES

Nació en París el 15 de agosto de 1828 en el seno de una familia próspera de clase media. Obtuvo una buena instrucción y se crió en un ambiente de relativa tolerancia, lo que a su vez le permitió escribir algunos trabajos a edad temprana. Pronto ganó reputación de buena comunicadora. Se hizo activista en la promoción de los derechos de la mujer, y en 1866 se afilió a la «Société de la revendication des droits de la femme», una organización feminista de vanguardia que trabajaba en favor de la educación para las mujeres. En 1869 fundó «L'Association pour le droit des femmes», junto con León Richer. Bajo el Imperio de Napoleón III, comprendió que la nueva política de aquellos días requería un acercamiento moderado y una labor progresiva y tenaz. Para que el feminismo sobreviviera y no fuera marginado, era indispensable trabajar sin prisas, avanzando con firmeza a cada nuevo paso. El trabajo desarrollado por María Deraismes fue reconocido en el Reino Unido, y tuvo gran influencia sobre los activistas americanos, como Elizabeth Cady Stanton, a la que conoció en París en 1882. María Deraismes fue iniciada en la Francmasonería el 14 de enero de ese mismo año, 1882, en la logia Les Libres Penseurs de Le Pecq, una pequeña villa al oeste de París. Se dice que fue la primera mujer masona, icono de la equidad iniciática. Once años después, el 4 de abril de 1893, María Deraismes y Georges Martin, un reconocido político masón, fundaron en París la primera logia mixta. Resultado y fruto de tal labor, nació más tarde la «Grande Loge Symbolique Ecossaise Le Droit Humain», estableciendo la igualdad de los hombres y las mujeres. María Deraismes murió el 6 de Febrero de 1894 y fue sepultada en el cementerio de Montmartre. Sus obras completas se publicaron en 1895 y buena parte de la información sobre su labor humanista y social se puede hallar en la Biblioteca Municipal Marguerite Durand de París. RICARDO SERNA

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PALABRAS DE BIENVENIDA DEL VENERABLE MAESTRO DE LA LOGIA “LOS LIBREPENSADORES”, HERMANO HOUBRUN, EL DÍA DE LA INICIACIÓN DE MARÍA DERAISMES

emasiado tiempo, a nuestro juicio, nuestras madres, nuestras esposas, nuestras hijas, nuestras hermanas, han estado alejadas de nuestras reuniones en las que, se decía, se realizaban pretendidos hechos misteriosos que debían quedar impenetrables para las mujeres.

Pero hemos pensado que, en nuestra época, esta exclusión era una medida anticuada, al mismo tiempo que una injuria que se les hacía; en lo que nos concierne, hemos resuelto poner fin a ello. Hemos asumido la idea de que el estado normal de la sociedad no puede mejorarse realmente sin el concurso de la mujer, primera educadora de los niños, y que destruir en ella los prejuicios, combatiéndolos por la moral y la luz masónica, era preparar pacíficamente la verdadera emancipación social… …Quitar el velo que oculta la Francmasonería a los ojos de la mujer e invitarla a nuestras reuniones en pie de perfecta igualdad después de haberla iniciado en nuestros misterios, nos ha parecido una tentativa útil, persuadidos de que su emancipación intelectual, a través de nuestra institución, es para que pueda sustraerle de los errores y prejuicios de todas las especies, engendrados por la ignorancia y alentados por todas las sectas clericales para su propio beneficio.

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PALABRAS DE BIENVENIDA DEL VENERABLE MAESTRO

Nosotros creemos, digan lo que digan muchos interesados, nuestros oponentes, que la inteligencia de la mujer es igual que la del hombre y que al igual que nosotros, tiene el derecho de formar parte de los trabajos de los Francmasones, los propagadores del progreso por el estudio de las ciencias positivas, fuente de todas las luces y verdades. Hemos tenido el honor de realizar las ideas que profesamos iniciando hoy mismo en nuestra asociación, a la mujer más eminente de nuestra época, la señorita María Deraismes, la sabia conferenciante, tan honorablemente conocida por todos, que consagra su vida y su talento de una manera tan generosa a la exposición de las doctrinas progresistas, anticlericales y humanistas. Los Francmasones “Librepensadores” están contentos de poder, ahora, darle respetuosamente el nombre de Hermana, y testimoniarle su reconocimiento por haber aceptado franquear con firmeza las barreras masónicas, que deja, a partir de este momento, abiertas para las mujeres que, tras ella, vendrán con nosotros a trabajar por el bien común, para el que nos prepara la emancipación intelectual.

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María Deraismes

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gradezco a la LogiaLos Librepensadores el honor que me hace de recibirme entre sus miembros. Quiero testimoniar al Venerable Maestro toda mi gratitud por la halagadora acogida que esta Logia me ha dado. Pero siento que los elogios que me ha dirigido surgen más de una exquisita cortesía que de la verdad, pues no merezco ni la mitad. Y si os felicito, mis queridos hermanos, por la determinación que acabáis de tomar, os ruego que no veáis en ello un signo de pretensión por mi parte.

Si no se tratara más que de la recepción de mi ínfima persona en la Francmasonería, si no se tratara más que del débil aporte que puedo ofreceros, el hecho en sí mismo sería mínimo y de poco alcance. Pero tiene otra importancia. La puerta que me habéis abierto no se cerrará jamás para mí y toda una legión me seguirá. Habéis dado prueba, mis hermanos, de sabiduría y energía. Gracias a vosotros se ha vencido un prejuicio. Sin duda sois una minoría, pero una minoría gloriosa a la que pronto será obligado que se adhieran la mayoría de las Logias. La presencia aquí de hermanos eminentes es una segura garantía. Lo que es particularmente curioso, es que esta adhesión de una mujer, considerada en nuestra época como un acontecimiento, no es más que una reminiscencia del pasado. En el siglo XVIII, las mujeres eran admitidas en Francmasonería. Una Duquesa de

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Bouillon fue incluso Gran Maestra. Se podría pensar que hemos retrocedido. Pero hay que remarcar que esto pasaba en un tiempo de privilegios. Bajo ese régimen todo podía ocurrir, incluso el derecho que no se basa en ningún principio de igualdad sino simplemente en el favoritismo y el placer. En este momento, sin embargo, toda manifestación de derecho resulta del derecho reconocido y proclamado por la Revolución Francesa como base de una sociedad libre. Así, la obtención de grados universitarios por las mujeres, su accesibilidad a las carreras que les habían sido hasta entonces prohibidas, es una adhesión pública a la equivalencia de los dos sexos. No es ya una excepción que se tolera, es un signo de nuestra próxima liberación. Y por ello, esto que ha podido pasar inadvertido en el reino de lo arbitrario, levanta protestas en el momento actual por parte de hombres celosos de conservar sus privilegios. Es preciso reconocer que en Francia la supremacía masculina es la última aristocracia. Se debate en vano, pues su desaparición está próxima. Si he de expresarme con toda franqueza, os diré que comprendo menos que nunca las resistencias obstinadas de la Francmasonería a la admisión de las mujeres. El mantenimiento irracional de la exclusión femenina no se funda sobre ninguna razón válida. ¿En nombre de qué la Francmasonería nos ha eliminado hasta el momento actual? ¿Acaso detenta el monopolio de verdades superiores accesibles solamente a las inteligencias de élite? No. ¿Trata de cuestiones abstractas, trascendentes, que exigen estudios previos preparatorios? No. ¿Encubre secretos, arcanos, misterios que no deben ser divulgados más que a un pequeño número de elegidos? No, pues el tiempo de los misterios, de los secretos y de los arcanos ha pasado.

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La ciencia se enseña a plena luz y no hace excepción para nadie. Las mujeres, al igual que los hombres, son llamadas a ocupar su puesto en los conocimientos humanos. Se presentan a los mismos concursos, pasan los mismos exámenes y obtienen los mismos diplomas. Otros pretenden que la introducción de las mujeres en Masonería haría perder a la Orden su carácter de seriedad. La objeción no es más que una broma. La Escuela de Medicina nos abre sus puertas: hombres y mujeres estudiantes reciben las mismas clases de los mismos profesores; los dos sexos realizan los mismos trabajos y aspiran al mismo título de doctor, que se otorga para ambos sexos en función de su mérito y saber. Y sin embargo, la Escuela de Medicina no cree perder nada de su dignidad ni de su seriedad actuando así. Habéis dado un gran golpe de timón, mis queridos hermanos, rompiendo con las viejas tradiciones consagradas por la ignorancia. Habéis tenido el coraje de afrontar los rigores de las ortodoxias masónicas. Recogeréis los frutos. Hoy sois considerados como heréticos porque sois reformadores. Pero, como siempre, la necesidad de reformas se impone, por lo que no tardaréis en triunfar. Existe un gran movimiento de opinión a favor de la liberación de las mujeres. Estamos en el principio, y por eso encontramos dificultades, pues los prejuicios seculares están fuertemente enraizados en los espíritus; quienes se creen los más libres acarrean a sus espaldas el yugo de la leyenda. Desde el principio del mundo la mujer es un ser desclasado; es, permitidme la palabra, un valor desconocido. La religión la ha declarado culpable. Una falsa ciencia ha afirmado que es incapaz. Entre los dos extremos se ha establecido un término medio y se ha dicho: la mujer es un ser de sentimien-

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to; el hombre es un ser de razón… Se ha creído hacer un descubrimiento, creedlo. A consecuencia de este juicio, se ha concluido que la mujer, ser sensible, afectivo, impresionable, es inhábil para la dirección de negocios. Corresponde, pues, al hombre hacer la ley, y a la mujer someterse a ella. Ciertamente no es difícil probar que esta clasificación es absolutamente arbitraria, y en consecuencia artificial. No es quien el hombre para distribuir los papeles, ya que no ha distribuido las facultades. Se pierde de forma extraña haciendo de creador. Al igual que el resto de los seres, es el producto de una fuerza primordial consciente o inconsciente. No es el lugar aquí para discutirlo. La naturaleza ha hecho las razas, las especies, los sexos, ha fijado sus destinos. Es pues a ella a la que hay que observar, a quien hay que consultar, a quien hay que seguir. Cuando la naturaleza gratifica a los individuos con aptitudes, es porque ellos las desarrollan. La mujer tiene un cerebro y debe ser cultivado; nadie en el mundo tiene el derecho de circunscribir el ejercicio de sus facultades Hay mujeres que tienen mucho espíritu y hay hombres que no lo tienen, y este hecho no es raro. Es cuestión de cada uno seguir su camino. Hay que señalar que esta pretendida desigualdad intelectual de los sexos no ocurre más que en la especie humana. En todo el reino animal, incluso en los grados más elevados, machos y hembras son estimadas de forma igual: examinad las razas de caballos, perros, felinos, y tendréis la prueba. Esta depreciación del tipo femenino en la humanidad desentona en el orden general. Con seguridad no es más que una invención masculina que sin duda el hombre paga caro. Sufre los tristes efectos de la merma femenina de la transmisión hereditaria, ya que en la obra de la procreación hay universalidad de influencia de los sexos. La madre lega, al igual que el padre, sus caracteres morales a sus vástagos. La inferioridad de la mujer, una vez decretada, hace que el hombre se haga dueño de todos los poderes. El solo se ha ejerci-

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tado en legislación, en política. Ha hecho las leyes, las instituciones, las constituciones, los reglamentos administrativos; ha redactado el programa pedagógico, dedicándose a quitar a la mujer de las asambleas deliberantes y de los consejos. En fin, en la vida privada, como en la pública, se ha impuesto como maestro y jefe. Las cosas no han ido nunca mucho mejor por esta razón. De esto se ha inferido que sería mucho peor si las mujeres se mezclaran. Algo que está por demostrar. En realidad, la mujer es una fuerza. Media humanidad. Y si se confunde con la otra media por los caracteres generales y comunes, se distingue por las aptitudes especiales de una potencia irresistible. Aptitudes que constituyen un aporte especial, esencial e indispensable en la evolución integral de la humanidad. Se alega que el lugar de la mujer está en la familia, que la maternidad es su función suprema, que en el hogar ella es la reina. Es una mentira flagrante. La mujer en la familia está igual de esclavizada que fuera, está dominada por la potencia marital y la fuerza paterna; en cuanto a sus hijos, le está prohibida toda iniciativa. El conjunto de la legislación le es desfavorable: le priva de su autonomía, negándole la igualdad civil y política. ¿Cuáles pueden ser las consecuencias de esta legislación? Toda ley que a priori niega el progreso, que dificulta el desarrollo de los individuos condenándoles arbitrariamente por incapacidad, es no sólo anormal porque es contraria al plan de la naturaleza, sino que es además inmoral, porque provoca en los que expolia el deseo de salirse de la legalidad para buscar fuera las ventajas que ésta le niega. Hay, en efecto, más allá de la legalidad, un vasto dominio donde pueden ocurrir irregularidades, incorrecciones de la conciencia y de la conducta que no competen a ningún tribunal. Ahora bien, lo hemos dicho y lo repetimos: la mujer es una fuerza. Toda

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fuerza natural no se reduce ni se destruye. Se la puede corromper, pervertir, pero comprimida hasta el límite, se lanza hacia el otro con una mayor intensidad y violencia. ¿En qué se convierten entonces las fuerzas no utilizadas, esas facultades expansivas, esa actividad cerebral? A falta de una salida, se exaspera, se descompone, es como el vaso demasiado lleno que se desborda. Así pues a las mujeres se le ofrecen dos vías, que son los dos extremos, los dos polos: el fanatismo o lo licencioso. Dicho de otro modo: la Iglesia o la prostitución. Tomo éste último término en su sentido más amplio. No me refiero aquí solamente a las que acaban bajo los reglamentos policiales, sino a la innombrable legión de mujeres que metódicamente, de una manera oculta y latente, trafican con ellas mismas en todos los estratos de la sociedad, y sobre todo en el más alto, extendiendo sus estragos por todos los rincones del sistema social. Misticismo y libertinaje, aunque diferentes, se tocan en más de un punto. En los dos hay un rechazo de la razón, excesos y efervescencias malsanas producto de una imaginación desequilibrada. La devoción entenebrece el espíritu, el libertinaje lo deprava; el uno lo atonta, el otro lo embrutece. Pueden, pues, darse la mano. Sé que entre estas dos manifestaciones de desorden mental, está la acción saludable y beneficiosa de la mujer virtuosa. Pero lo hemos dicho ya: en la vida doméstica la virtud de la mujer lleva la huella de la subordinación. Sometida al código de los fuertes y soberbios, se le imponen más deberes y se le dan menos derechos. En estas condiciones de inferioridad no puede tener una concepción clara, y la prueba es que no admite una moral para sus hijas y otra para sus hijos. Cuando protesta en nombre de la razón, se le quita la competencia; cuando invoca el sentimiento, se le opone la pasión. En [48]

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suma, no modifica en nada el estado general de las costumbres. Es muy a menudo la presa inocente y la víctima. A través de estas dos formas, religiosa y licenciosa, es como se manifiesta la fuerza femenina a través de los tiempos. Hojead la historia, pararos en cada reino, en cada época: encontraréis fatalmente estos dos tipos preponderantes, de los que los ejemplos más famosos son Mme. de Maintenon y Mme. de Pompadour. Ocurre incluso, en más de una ocasión, que los dos caracteres se confunden. Nuestra sociedad está atraída en las dos direcciones y ninguna de las dos es la buena. La clasificación anormal de la mujer en el mundo la ha vuelto poderosa para el mal e impotente para el bien. Lo que ha perdido de razón lo ha ganado la pasión. Por lo tanto, donde la razón abdica, la pasión reina, es decir, el desorden Podemos afirmar en voz alta, que la mujer ha sido apartada de su misión por las convenciones sociales. La naturaleza la ha formado para ser un agente moral, educador, económico y pacífico. Es moral porque tiene un pudor, una reserva instintiva; es moral porque es educadora nata, de la que recibimos las primeras lecciones y los primeros ejemplos. Su cualidad de madre le da las cualidades de previsión. Conoce las necesidades de la familia, se arregla para llegar; es ella la que distribuye los recursos, sabe bien los beneficios del ahorro pues es preciso garantizar el mañana. Ama la paz y odia la guerra, ya que es la generatriz, la nutricia; sabe lo que cuesta una existencia. Ella es quien transmite la vida con el riesgo incluso de perder la suya, y quien asume la dedicación y los cuidados necesarios para conducir a un pequeño ser a su completa eclosión. Así pues, no ignora que mientras el cañón y la metralleta han permanecido en los campos de batalla matando a toda una joven generación, hacen falta veinte años para volver a formar otra.

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Desgraciadamente, la mujer en su situación inferior jamás ha podido ser el órgano, el abogado, el defensor de sus propios sentimientos y de sus propias ideas, las cuales no han podido representarse más que de forma indirecta e inexacta. Hay, sin embargo, en ella, elementos indispensables para el desarrollo de la humanidad y para su progreso. ¿Por qué los trabajos sociales han sido y son todavía inválidos? Pues porque son incompletos, porque no han llevado nunca el sello de la dualidad humana. ¡Ay!, si en la Francmasonería hubiera penetrado bien el espíritu de su papel, si hubiera tomado la iniciativa hace solamente cuarenta años, habría realizado la mayor revolución de los tiempos modernos; habría evitado cantidad de desastres, y esto es fácil de demostrar. La Francmasonería es una asociación revestida de un carácter universal y secular; sus orígenes se pierden en la noche de los tiempos, no tiene otro equivalente en el mundo más que el de la sociedad católica. La Francmasonería, enemiga de las supersticiones y del error, es el adversario natural de la Iglesia. Sin embargo, por una extraña contradicción, la Francmasonería, en el tema de la mujer, sigue los errores del catolicismo, lo que esteriliza en gran parte sus esfuerzos y sus actos. ¿Cómo la Francmasonería, antagonista del clero, odiada por él, no ha comprendido que la introducción de la mujer en su Orden era el medio más seguro de reducirlo y vencerlo? Tenía a su disposición el instrumento de la victoria y lo ha dejado inerte en sus manos. La admisión del elemento femenino era para la Francmasonería un principio de rejuvenecimiento y de longevidad. La familia masónica se habría asimilado a la familia privada, habría ampliado su visión, aumentado sus horizontes; habría repartido la luz, y expulsado el fanatismo, ya que la mujer es clerical más por el ocio y por el desaliento que por temperamento La mujer Francmasona transmitiría a los suyos las impresiones recibidas en las Logias; inocularía a sus hijos los sentimientos de

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la vida colectiva, porque la familia es el grupo inicial, es la primera sociedad, la ciudad elemento. Es en la familia donde el individuo reconoce la impotencia de su autosuficiencia. Es ahí donde aprende a olvidarse un poco de sí mismo para pensar en los otros y unirse a ellos. Pero es necesario que los sentimientos de fraternidad no se queden en el techo del hogar. Es preciso hacerle comprender que los intereses de la ciudad se confunden con los de la patria, y que todo el conjunto se contiene en esta vasta síntesis que se denomina humanidad. La exclusión de la mujer ha producido los efectos contrarios. Alejada de las cuestiones de interés general, extraña en los asuntos públicos, ha concentrado sus energías, su inteligencia, su dedicación en los suyos. El enriquecimiento de los suyos, su prosperidad, su grandeza, han sido su objetivo, de tal manera que se ha producido un antagonismo entre la familia y la sociedad. La primera, quiere aprovecharse de la segunda y darle lo menos posible. En el momento actual estamos devorados por un nepotismo desenfrenado. Tendríamos mil ejemplos para contar. Elegid para poner al frente de los asuntos públicos a un hombre que penséis capaz; desde que es nombrado para estas altas funciones, se aprovechará de su preponderante situación para dar los primeros empleos a algunos de los suyos. Éstos son generalmente mediocres, de capacidades escasas. Sucede que por cada hombre hábil que encontréis, os habréis quedado en manos de cuatro o cinco nulidades. Queda por saber si los servicios que podrá dar un hombre capaz, compensarán suficientemente las tonterías que cometerán inevitablemente aquellos cuatro o cinco imbéciles. Para combatir esta tendencia funesta, para que haya una competencia eficaz al egoísmo familiar, se impone la transformación de la familia y no habrá otra forma de hacerlo que pedir a la mujer su concurso, haciendo de ella una igual, una colaboradora asidua.

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Así, no sólo habréis hecho la adquisición de un motor que hasta ahora no ha podido realizarse en condiciones conformes a su naturaleza y cuyo impulso ha sido fatalmente apartado de su verdadero sentido, sino que además tendréis a la vez a la joven generación desde sus comienzos; al niño, en una palabra, quien recibe de la madre, a la vez que sus primeros alimentos del cuerpo, los primeros del espíritu. A través de la madre tendréis la educación y la podréis hacer nacional, verdaderamente colectiva, humanitaria. Es lo que no ha intentado hacer ningún colegio, ningún instituto, en fin, ninguna institución religiosa o laica. La Francmasonería se convertirá en una escuela donde se formarán las conciencias, los caracteres, las voluntades; escuela donde se persuadirá de que la solidaridad no es una palabra vana, una teoría fantasiosa, sino una realidad, es decir, una ley natural, irrefutable, siguiendo la cual, todo individuo tiene tanto interés en cumplir sus deberes como en ejercer sus derechos. Así pues, prepararéis los materiales de una verdadera democracia. Para terminar, permitidme añadir una sola palabra. Es soportable, aunque nos fastidie, que la ortodoxia francmasona nos prohíba todavía durante un tiempo la entrada en sus templos y que continúe considerándonos como profanas. Pero trabajaremos activamente para que salga de su error. En suma, lo que se dice en su seno no se dice entre nosotras: nosotras estamos bien aquí, y aquí permaneceremos.Å

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EL INTERNACIONALISMO DE

EL DERECHO HUMANO EL INTERNACIONALISMO ES EL ELEMENTO FUNDAMENTAL, EL QUE DA FUERZA Y COHESIÓN AL DERECHO HUMANO. UN INTERNACIONALISMO QUE, A JUICIO DE LA PRESIDENTA DE LA FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE ESTA ORDEN, SE SUSTENTA EN EL LIBRE PENSAMIENTO Y ES LA MEJOR EXPRESIÓN DE LA FRATERNIDAD. PALOMA MARTÍNEZ Pdta. Federación Española Le Droit Humain-El Derecho Humano La Orden Masónica Mixta Internacional Le Droit Humain, El Derecho Humano, es una Obediencia masónica de las denominadas liberales. Los signos de identidad que la caracterizan y distinguen del resto son muy claros y constituyen los pilares sobre los que se asienta: la mixidad, el internacionalismo y la continuidad iniciática. La mixidad, algo que para nosotros es absolutamente natural e incuestionable, todavía es hoy inamovible en algunas Obediencias; otras la han resuelto con esa fórmula, extraña para nosotros, de mantener talleres masculinos, femeninos y mixtos; y en otras es meta de algunos de sus miembros pero no de todos y, por tanto, punto de conflicto. La continuidad de la escala iniciática de nuestra Orden, es el resultado de los enormes esfuerzos que realizó Georges Martin, quien entendió que sólo aunando en una misma estructura la organización y coordinación de todos los talleres y proporcionando una escala iniciá-

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EL INTERNACIONALISMO DEL DERECHO HUMANO

tica sin fisuras, se evitaría una gran cantidad de serios problemas, que se debían a esa separación entre las Logias Azules y los Altos Grados. Se cambiaba así también la concepción de los altos grados para eludir, en gran parte, que los metales de las ambiciones humanas contaminaran el trabajo sagrado. Finalmente, el internacionalismo es el tercer basamento de nuestro quehacer. Cuando en mayo de 1893 Georges Martin depositó en la prefectura de La Seine el texto de la Constitución de lo que entonces fue la Gran Logia Simbólica Escocesa de Francia “Le Droit Humain”, sólo se contemplaba la creación de logias en Francia. Sin embargo, muy pronto, en 1896, se crea la primera logia en Suiza. En ese mismo año, se adopta y se publica la Constitución, que El libre pensamiento es el que sustenta el incluye novedades. internacionalismo en todos los aspectos, pero que se concreta, sobre todo, en la tolerancia y aceptación de creencias diversas bajo el manto de una verdadera laicidad respetuosa, lo que supone la libertad de los talleres de trabajar al Progreso de la Humanidad o bien a la Gloria del Gran Arquitecto del Universo, entendido éste sin ningún tipo de connotación, más allá de su reconocimiento como símbolo tradicional de la masonería.

El internacionalismo aparece ya en el título, porque “El Derecho Humano” había adquirido ya, en tan breve espacio de tiempo, una importante dimensión más allá de las fronteras francesas, que era su ámbito de actuación inicial.

Será en 1901 cuando todos los talleres creados ya en varios países como Suiza, Gran Bretaña, India, Estados Unidos, Países Bajos, o Italia, se ubiquen bajo la autoridad de un Supremo Consejo Internacional que se reunirá en Paris y que designará un representante en cada nación, que no sólo asegure la aplicación de la Constitución y los Reglamentos, base común a todos los miembros, sino que sea la correa de transmisión iniciática y administrativa de doble dirección, que promueva el sentimiento de pertenencia a algo de mucha más envergadura que la que pueden dar los localismos o nacionalismos, y que no es otra cosa que el internacionalismo. Es en agosto de 1920 cuando se concreta una aspiración que se venía fraguando desde 1911, pero que finalmente la guerra había impedi[54]

EL INTERNACIONALISMO DEL DERECHO HUMANO

do realizar: la celebración del primer Convento Internacional de la Orden, que coincidió con la inauguración de la que hoy todavía es su sede principal en París. En ese Convento se estableció la nueva redacción de Reunirnos todos y que sea más la Constitución en la que importante lo que nos une que lo se fijaron los principios de que nos separa. Sentir que la diigualdad de sexos, toleversidad es nuestra fuerza y no rancia y libre pensamiennuestra debilidad. Lograr que to. nuestro espíritu sea uno celebrando nuestro rito, que la cadeEl libre pensamiento es na de unión lleve nuestra fuerza el que sustenta el internamás allá de cualquier frontera cionalismo en todos los mental o física. aspectos, pero que se concreta, sobre todo, en la tolerancia y aceptación de creencias diversas bajo el manto de una verdadera laicidad respetuosa, lo que supone la libertad de los talleres de trabajar al Progreso de la Humanidad o bien a la Gloria del Gran Arquitecto del Universo, entendido éste sin ningún tipo de connotación, más allá de su reconocimiento como símbolo tradicional de la masonería.

Todos sabemos, por vivido, lo que supone el sentimiento inmediato de confianza que surge entre hermanos que acabamos de conocernos, cómo establecemos con toda naturalidad el nexo fraternal recién hechas las presentaciones. Los que hemos tenido la suerte de participar en algún Convento Internacional, sabemos de qué hablamos cuando nos referimos al internacionalismo de nuestra Orden y que va mucho más allá de lo que acabamos de expresar. Es en estos Conventos donde el internacionalismo tiene su mayor y más contundente expresión. Reunir a más de 500 hermanos y hermanas que vienen de más de 50 países diferentes, hablando multitud de lenguas, practicando culturas que pueden llegar a estar en las antípodas las unas de las otras y perteneciendo a estructuras sociales y económicas absolutamente distintas y distantes, como lo es el primer mundo respecto a los países en vías de conseguirlo; reunirnos todos y que sea más importante lo que nos une que lo que nos separa; sentir que la diversidad es nuestra fuerza y no nuestra debilidad; lograr que nuestro espíritu sea uno celebrando nuestro rito; que la cadena de

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unión lleve nuestra fuerza más allá de cualquier frontera mental o física; en fin, sentir que el amor que nos une es nuestra herramienta común para lograr que la alegría reine en nuestros corazones y así seamos capaces de dar y propagar la paz allá donde estemos, no sólo entre nosotros mismos, sino en nuestros muy diversos mundos particulares. Todo esto no es sino la demostración del enorme poder que tenemos, y que nos da precisamente el internacionalismo de la Orden, para llevar a cabo nuestro trabajo de construcción del templo de la humanidad, en donde también todas las personas deben caber, y donde, como en la cadena de unión, todos los eslabones son necesarios para conformarla. Hay algo que no debemos olvidar nunca: la fuerza que da el internacionalismo a nuestra meta y trabajo común es mayor que cualquier disensión que pueda producir la enorme diversidad que nos caracteriza.Å

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Georges Martin (1844-1916)

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Esbozando la masonería global EL INICIO DEL SIGLO XXI TODAVÍA SE VE ENVUELTO EN LA POLÉMICA SOBRE SI LA MODERNIDAD ESTÁ ACABADA O CONTINÚA Y, EN ESTE CASO, DE QUÉ MODO LO HACE. QUE EXISTA REALMENTE O NO UNA POSTMODERNIDAD NO IMPIDE

RECONSIDE-

RACIÓN DE SU ORIGEN EN LA

ILUSTRACIÓN DESA-

RROLLADA DURANTE EL SIGLO XVIII. DIEGO GONZÁLEZ RODRÍGUEZ rente a comunidades identitarias segregativas —nacionalistas, religiosas, filosóficas o étnicas— la masonería promueve la conjunción de identidades reales más compatibles con el concepto de una humanidad heterogénea, con un desarrollo mutuo en base a la diferencia.

Usando como propias las palabras de Javier Sampedro: La reivindicación de aquellos que perciben a sus instituciones políticas, estatales o subestatales, como indiferentes cuando no beligerantes con sus sentimientos nacionales debe ser comprendida y asumida por los humanistas como una reivindicación propia. Los humanistas no desean un mundo uniforme sino múltiple. […] Los humanistas alientan la descentralización política, esto es, el acercamiento de la toma de decisiones a aque-

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ESBOZANDO LA MASONERÍA GLOBAL llos a los que afectan. [...] En todo caso, insisten en profundizar en la descentralización hasta alcanzar el ámbito municipal. 1

Aunque esta afirmación no es —para nada— extensible a la totalidad de las corrientes humanistas y se enmarca más en un pensamiento del autor mencionado, es innegable que la internacionalidad de estructura federal —red descentralizada—, con federaciones nacionales y logias federadas más allá incluso de lo municipal, pudiendo haber varias logias por municipio, es en el contexto de la masonería adogmática un hecho desde principios del siglo XX. En la época en la que la topología de vanguardia no era otra que la descentralizada, el Derecho Humano —DH— escogió la internacionalidad como una preferencia revolucionaria. Y es por ello que a día de hoy existe, en general, una división administrativa de la orden en federaciones nacionales con el fin de poder definir marcos legales compatibles con la distribución territorial de las logias — asociacionismo nacional— y poder compaginar los trabajos de interés general con otros estrictamente acotados por los todavía latentes estados nación. Otras instituciones, como la Gran Logia Simbólica Española, cuentan con un núcleo central y una serie de logias nacionales —red centralizada—, aunque su adhesión a convenios interobedienciales produce en la práctica un efecto similar: descentralización e internacionalización. Volviendo al DH, podemos afirmar que como hijo de su tiempo fue un organismo rompedor. Su Constitución Internacional garantizó un conjunto normativo —no restrictivo respecto a la libre determinación de las logias— que le permitió englobar en un proyecto común a individuos —hermanos en la jerga del gremio— de cualquier latitud. Sin embargo, al margen de la idiosincrasia particular del DH, las redes masónicas cuentan con una topología específica, una estructura — no sólo en el marco obediencial, sino en el interobediencial— que garantiza la cohesión —fraternidad— independientemente de la ubicación territorial.

Naciones, nacionalismo y humanismo, Javier Sampedro.

http://javiersampedro.blog.com/

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Las logias pueden ser analizadas como grafos en los que los nodos son los distintos miembros y los arcos las relaciones fraternales entre ellos. Lo interesante es que estas relaciones no están necesariamente forjadas en un único taller o un único marco institucional, sino que se entrelazan como telas de araña entre federaciones, grandes logias y grandes orientes.

En la época en la que la topología de vanguardia no era otra que la descentralizada, el Derecho Humano —DH— escogió la internacionalidad como una preferencia revolucionaria.

A pesar de los matices impuestos por el devenir histórico, la raíz ideológica del pensamiento masónico rompe con discurso de la nación y las identidades estatales en favor comunidades transnacionales compatibles con la diversidad posmoderna. De ahí que, a mi juicio, la apuesta del siglo XXI sea ir más allá de la red descentralizada y apostar por la red distribuida.

Las referencias que relacionan la masonería con las redes distribuidas parecen estar más cerca de lo que parece, pues la transnacionalidad —redes globales entre logias y masones— es un hecho que se remonta a las cofradías de constructores y que se mantiene a día de hoy en las redes logiales, aquellas que existen de forma natural al margen de la burocracia interobediencial. Cada día con más frecuencia, los masones trabajan conjuntamente y lo hacen impulsados por el salto a la web. Internet ha transformado completamente las relaciones masónicas. Casi todas las logias tienen un blog o un espacio web propio, una cuenta de correo, un grupo digital de debate interno o un calendario compartido. En los últimos años han surgido numerosos intercambios y visitas no oficiales de masones por todo el mundo, recuperando esa naturaleza transnacional que acompañaba a los predecesores operativos. Y no deja de tener cierto sentido, pues el humanismo no debe entender de naciones; el humanismo debe articular una sociedad distribuida, una humanidad articulada mediante comunidades en red. ¿Pero qué mecanismo permite unificar los fundamentos de masones libres repartidos por todo el planeta?

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Un mecanismo tan humano como simple: la fraternidad. La duda, en plena crisis posmoderna, no sólo ataca a las estructuras económicas. La distribución geopolítica en estados nación y la creciente descomposición da paso a nuevas formas de transnacionalidad que se presentan como una amenaza a los viejos paradigmas. ¿Podremos conciliar los ideales de la modernidad con los procesos posmodernos? Las ideas están sobre la mesa. La apuesta por modelos en red basados en la transnacionalidad puede ser una decisión interesante e inteligente ante la posible extinción de los modelos homogeneizantes. La posmodernidad puede ir ligada a la segregación o a la integración de lo diverso.

La apuesta por modelos en red basados en la transnacionalidad puede ser una decisión interesante e inteligente ante la posible extinción de los modelos homogeneizantes. La posmodernidad puede ir ligada a la segregación o a la integración de lo diverso.

Ante la llegada de la nueva era de las redes existen distintas propuestas para asumir los cambios sin consecuencias destructivas —no olvidemos que el relato de la Modernidad definió los estados que hoy preservan los derechos fundamentales de la ciudadanía— como la definición de estructuras que concilien las relaciones globales al margen de meros tratados internacionales. Paralelamente, uno de los paradigmas que podrían jugar un papel importante en las nuevas herramientas de decisión es la democracia directa electrónica, un concepto que bien podría convertirse, a medio plazo, en el compañero parlamentario de la democracia representativa. Existen diversas ideas, algunas más viables, otras más dudosas debido a su carácter universalista. Las he sintetizado básicamente en tres bloques. Las dos primeras opciones escapan a mi alcance y se disparan en la utopía, la tercera no sólo resulta fácilmente factible, sino que emerge de forma espontánea:  La primera, de carácter centralizado, consistiría en definir nuevos organismos y mecanismos jurídicos mundiales —un verdadero marco jurídico global— que atendieran a la exigibilidad y promo-

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ción de los Derechos Humanos, asignándoles un carácter vinculante y común a todos los individuos y no sólo a los estados. Legislar renunciando, básicamente, a la falacia de las naciones adheridas.  La segunda, de carácter descentralizado, consistiría en la restructuración progresiva de los procesos democráticos aumentando las posibilidades de participación ciudadana. La integración de la ciudadanía en la toma de decisiones —soberanía legislativa— contemplaría la delegación voluntaria de la decisión en representantes electos, y la delegación obligatoria del ejecutivo en comités de expertos y técnicos que pudiesen optar a tales cargos mediante listas abiertas y campañas electorales fundamentadas en proyectos realistas de cumplimiento obligado y no en patrañas partidistas. Esta propuesta, básicamente, es fomentar el compromiso descentralizando la democracia.  La tercera, de carácter distribuido y factible desde lo concreto, consistiría en definir progresivamente una sociedad red articulada en torno a comunidades que interactúan, promoviendo el cooperativismo y la cooperación intercomunitaria, apostando por la democracia económica2. Los seres humanos no pueden seguir clasificándose de acuerdo con su nacionalidad. La nación ha muerto con la posmodernidad.Å

http://lasindias.net/indianopedia/Conferencias_sobre_democracia_económica

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MIRANDO EL FUTURO SIN TRAICIONAR EL PASADO LA GRAN MAESTRA INTERNACIONAL DE “LE DROIT HUMAIN” EXPRESA LA NECESIDAD DE QUE LOS PROPIOS AFILIADOS A LA ORDEN CONOZCAN LA HISTORIA DE LA MISMA PARA IMPEDIR QUE SE DILUYAN LOS ELEMENTOS QUE LA SOSTIENEN, Y MANIFIESTA QUE EL DESEO DE CONCORDIA, EL DEBATE SINCERO Y LA PLURALIDAD ES LA GUÍA PARA UN FUTURO PLAGADO DE INCERTIDUMBRES. DANIÈLE JUETTE Gran Maestra Internacional de El Derecho Humano

iajando por los orientes de la Orden siento la fuerza de nuestra fraternidad iniciática. Tenemos en común los tres primeros artículos de la Constitución Internacional que, en su espíritu, han permanecido idénticos a los elaborados por la hermana Maria Deraismes y el hermano Georges Martin, los dos fundadores de nuestra Orden. Cito sus nombres a propósito, ya que, muy frecuentemente, me doy cuenta de que hay hermanas y hermanos que no los conocen, de la misma manera que no conocen a los otros fundadores de la pri-

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mera logia de la Orden: «La Logia Simbólica Escocesa, Le Droit Humain» Y, sin embargo, el conocimiento de la historia de nuestra Orden es fundamental para luchar contra las derivas de los que, hoy en día, querrían cambiar los planos de la construcción del Templo trazados en 1893. Por ejemplo, nosotros no somos una Orden deísta, como he tenido ocasión de escuchar o leer a menudo. Nuestra Orden está, por el contrario, abierta a toda persona, sea deísta, agnóstica o atea. Esos tres primeros artículos que citaba deben ser la hoja de ruta de cada miembro de la Orden. Fijan, sin ambages, nuestra línea de conducta: realizar integralmente en el seno de la Masonería y en el mundo profano la triple divisa «Libertad, Igualdad, Fraternidad». El objetivo es que el hombre y la mujer gocen, en toda la tierra y de forma igualitaria, de la justicia social, en una humanidad organizada en sociedades libres y fraternales. La Orden, para conseguir este objetivo, adopta un método ritual y simbólico gracias al cual sus miembros edifican su Templo a la perfección y a la gloria de la Humanidad. La comprensión de la sociedad y de este mundo complejo en el que vivimos, exige, sin duda, un compromiso interactivo de cada uno de nosotros. No podemos vivir fuera del mundo, al abrigo de nuestros Templos, sin ser impactados por las informaciones y las imágenes chocantes que no podemos ignorar: catástrofes ecológicas cada vez mayores, miserias y dolores, estragos causados por el hambre y las enfermedades infecciosas… máxime cuando es posible remediarlas. En efecto, aunque la humanidad posee hoy, más que nunca, los medios científicos y técnicos para construir un mundo más justo, menos duro para los más débiles y los más desheredados, el desarrollo económico desigual y sin referencias éticas lleva consigo a sectores completos de nuestras sociedades hacia un subdesarrollo social y moral. Esta situación favorece la emergencia de un sentimiento de resignación y una puesta en cuestión sin precedentes del progreso científico y técnico, acusados de estar en la base de todos los males, y en ciertas religiones, la vuelta a una visión fundamentalista que tiende a mantener el pensamiento humano en el corsé estrecho de los dogmas. Nuestra inacción sería insoportable. Así pues debemos estar vigilantes, ya que la avalancha cotidiana de estas imágenes e informaciones puede aturdir, no dejando tiempo para la asimilación. Es importante no terminar por decirse que todo esto

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permanece fuera del campo de comprensión del ciudadano medio. Es una trampa en la que no se debe caer. Nuestro compromiso de Masones y los juramentos prestados sobre la declaración de Principios de la Constitución Internacional, nos imponen el deber de comprender, el deber de alertar y de despertar a quienes están adormecidos o descorazonados. Nuestros fundadores supieron en su tiempo ser los actores de innovaciones. No nos durmamos en los laureles acunados por la autosatisfacción, muy propensa al narcisismo que nos confina en la atonía. Utilicemos nuestros utensilios, los que ellos nos confiaron. No se trata, por supuesto, de un catálogo de verdades morales, cosmológicas o espirituales, sino que es una transmisión a través de los símbolos. Se trata de reconocerlos, de interpretarlos, para así hacerlos propios. En La comprensión de la soefecto, el símbolo masónico no se ciedad y de este mundo enseña, está a disposición de todos y complejo en el que vivicada uno debe integrarlo, por sí mos, exige, sin duda, un mismo, en su propia experiencia vicompromiso interactivo tal, y le permite así conectarse con de cada uno de nosotros. los otros. No podemos vivir fuera En este mundo dominado por los del mundo, al abrigo de afectos, las pasiones, las creencias y nuestros Templos, sin ser las violencias, es preciso trabajar, reimpactados por las inforflexionar y comprender. Para esto, maciones y las imágenes también hay que estar presto a ver chocantes que no podecada cosa, cada pensamiento, cada mos ignorar: catástrofes ser, de manera diferente, para tomar ecológicas cada vez maasí conciencia de otro universo que yores, miserias y dolores, habitualmente está enmascarado estragos causados por el por nuestra propia percepción de las hambre y las enfermedacosas. De esta manera, se puede aldes infecciosas… máxime canzar un amplio consenso mediante cuando es posible remeun diálogo basado en el respeto al diarlas. otro y con una preocupación real de justicia y equidad. Debemos hacer un esfuerzo intenso y constante hacia la concordia, en este mundo donde la discordia es tan fácilmente invasora. Se trata de ir siempre hacia el paradigma universal buscando lo que hay de ge-

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MIRANDO EL FUTURO SIN TRAICIONAR EL PASADO

neral en lo particular, lo que hay de esencialmente humano en la diferencia aparente. En este sentido, Jurgen Habermas escribió: En lugar de imponer a todos los otros una máxima que yo quiero sea una ley universal, debo someter mi máxima a todos los otros, a fin de examinar, a través del debate, su pretensión de universalidad. Así se opera un deslizamiento: el centro de gravedad no reside ya en lo que cada uno desea hacer valer sin ser contradicho, como si fuera una ley universal, sino en lo que todos pueden unánimemente reconocer como una norma universal. Así, nuestro internacionalismo es un plus que debemos practicar con frecuencia. Viajando a nuestros diversos Orientes, encontramos a hermanas y hermanos de otras Federaciones, Jurisdicciones y Logias Pioneras. Es una suerte de intercambios entre diferentes culturas, es una riqueza indispensable para los peregrinos del mundo que debemos ser. Estos encuentros contribuyen a crear en nosotros otras emociones, otras cosas que nos motivan, otras aspiraciones para un mundo más fraternal. Se trata también de favorecer el diálogo entre los descubrimientos recíprocos, entre los conocimientos y las tradiciones y entre los espíritus religiosos y las escuelas científicas. Podemos citar a Gregory Chaitin que escribió en 2002: […] Mi conclusión provisional es que no podemos tener certeza absoluta sobre nada. En consecuencia, debemos tender siempre hacia la razón, pero razonar no supone únicamente deducir las consecuencias a partir de axiomas generales. Razonar implica discutir e intercambiar con los otros, utilizar las intuiciones, hacer emerger el consenso. Y, para terminar, cito a Martin Luther King: Los medios por los que vivimos han distanciado los fines para los que vivimos. Nuestro poder científico ha sobrepasado nuestro poder espiritual. Hemos teledirigido los misiles, pero hemos extraviado a los hombres Y como destaca Albert Jacquard, nos encontramos en el cruce de caminos. El siglo que ha comenzado puede ser el de la barbarie triunfante o el de la humanidad triunfante. Este es el reto de nuestra sociedad, encontrar respuestas a las cuestiones angustiosas de este siglo XXI. Participar en esta reflexión es nuestra vocación y nuestra responsabilidad de Francmasones.Å

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Templo de la Orden del Derecho Humano en París

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Logia de Estudios

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CATÁLOGO EDITORIAL

www.masonica.es

RITUALES Título: Ritual del Rito Escocés Antiguo y Aceptado Subtítulo: Primer Grado (Aprendiz Masón) Rituales y Ceremonias Oficiales del Rito Escocés Antiguo y Aceptado Colección: Serie Blanca (Rituales) 1ª edición, 2009 Páginas: 204 Tamaño: 180 x 120 mm PVP: 18 € Título: Ritual del Rito Escocés Antiguo y Aceptado Subtítulo: Segundo Grado (Compañero Masón) Rituales y Ceremonias Oficiales del Rito Escocés Antiguo y Aceptado Colección: Serie Blanca (Rituales) 1ª edición, 2009 Páginas: 142 Tamaño: 180 x 120 mm PVP: 18 € Título: Ritual del Rito Escocés Antiguo y Aceptado Subtítulo: Tercer Grado (Maestro Masón) Rituales y Ceremonias Oficiales del Rito Escocés Antiguo y Aceptado Colección: Serie Blanca (Rituales) 1ª edición, 2009 Depósito Legal: SE-4092-2009 Páginas: 216 Tamaño: 180 x 120 mm PVP: 18 € Título: Ritual de Emulación Subtítulo: Primer Grado (Aprendiz Masón) Rituales y Ceremonias Oficiales del Rito Emulación Colección: Serie Blanca (Rituales) 1ª edición, 2009 Depósito Legal: SE-4581-2009 Páginas: 164 Tamaño: 180 x 120 mm PVP: 18 €

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CATÁLOGO EDITORIAL

Título: Ritual de Emulación Subtítulo: Segundo Grado (Compañero Masón) Rituales y Ceremonias Oficiales del Rito Emulación Colección: Serie Blanca (Rituales) 1ª edición, 2009 Depósito Legal: SE-4612-2009 Páginas: 140 Tamaño: 180 x 120 mm PVP: 18 € Título: Ritual de Emulación Subtítulo: Tercer Grado (Maestro Masón) Rituales y Ceremonias Oficiales del Rito Emulación Colección: Serie Blanca (Rituales) 1ª edición, 2009 Depósito Legal: SE-4581-2009 Páginas: 144 Tamaño: 180 x 120 mm PVP: 18 € Título: Ritual del Rito Francés Subtítulo: Primer Grado (Aprendiz Masón) Rituales y Ceremonias Oficiales del Rito Francés Colección: Serie Blanca (Rituales) 1ª edición, 2010 Depósito Legal: SE-30-2010 ISBN: 978-84-937565-7-4 Páginas: 160 Tamaño: 180 x 120 mm PVP: 18 € Título: Ritual del Rito Francés Subtítulo: Segundo Grado (Compañero Masón) Rituales y Ceremonias Oficiales del Rito Francés Colección: Serie Blanca (Rituales) 1ª edición, 2010 Depósito Legal: SE-757-2011 ISBN: 978-84-92984-35-0 Páginas: 160 Tamaño: 180 x 120 mm PVP: 18 € Título: Trabajos de Banquete Subtítulo: Rito Francés Moderno Colección: Serie Blanca (Rituales) 1ª edición, 2010 Depósito Legal: SE-32-2009 ISBN: 84-937565-8-1 [72]

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Páginas: 100 Tamaño: 176 x 116 mm PVP: 12 € Título: Ceremonia de Honras Fúnebres y Ceremonia del Recuerdo Subtítulo: Ritos y Ceremonias Oficiales Colección: Serie Blanca (Rituales) 1ª edición, 2009 Depósito Legal: SE-4975-2009 Páginas: 72 Tamaño: 180 x 120 mm PVP: 12 € Título: Ritual de Tenidas Blancas Subtítulo: Ritos y Ceremonias Oficiales Colección: Serie Blanca (Rituales) 1ª edición, 2009 ISBN: 978-84-92984-40-4 Depósito Legal: M-11806-2011 Páginas: 104 Tamaño: 176 x 116 mm PVP: 12 €

AUTORES CONTEMPORÁNEOS Título: Textos Fundamentales de la Masonería Autor: Ignacio Méndez-Trelles Díaz Colección: Serie Roja (Autores contemporáneos) 1ª edición, 2009 ISBN: 978-84-936941-0-4 Depósito Legal: SE-3079-2009 Páginas: 388 Tamaño: 210 x 140 mm PVP: 18 € Título: El Misticismo de la Masonería Autor: Reuben Swinburne Clymer Colección: Serie Roja (Autores contemporáneos) 1ª edición, 2008 ISBN: 978-84-936941-1-1 Depósito Legal: M-26314-2009 Páginas: 136 Tamaño: 210 x 140 mm PVP: 11 € [73]

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Título: Fragmentos de un discurso masónico Autor: Javier Otaola Colección: Serie Roja 1ª edición, 2009 ISBN: 978-84-937078-4-2 Depósito Legal: SE-3039-2009 Páginas: 222 Tamaño: 210 x 140 mm PVP: 15 € Título: Rito Francés: historia, reflexiones y desarrollo Coordinador de la obra: Víctor Guerra Colección: Serie Roja 1ª edición, 2010 ISBN: 978-84-92984-14-5 Depósito Legal: M-25428-2010 Páginas: 418 Tamaño: 210 x 140 mm PVP: 19 € Título: El Escocismo Masónico Autor: Iván Herrera Michel Colección: Serie Roja (Autores contemporáneos) 1ª edición, 2009 ISBN: 978-84-937078-7-3 Depósito Legal: SE-3580-2009 Páginas: 176 Tamaño: 210 x 140 mm PVP: 15 € Título: Masonería cuestionada Autor: Vicente Rocamora Morales Colección: Serie Roja 1ª edición, 2010 ISBN: 978-84-92984-03-9 Depósito Legal: SE-598-2010 Páginas: 166 Tamaño: 210 x 140 mm PVP: 15 € Título: La masonería en persona(s) Autores: Javier Otaola y Valentín Díaz Colección: Serie Roja (Autores contemporáneos) 1ª edición, 2010 ISBN: 978-84-92984-00-8 Depósito Legal: B-9693-2010 Páginas: 400 Tamaño: 210 x 140 mm PVP: 21 €

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Título: Respuesta masónica (edición revisada) Autor: Amando Hurtado Colección: Serie Roja (Autores contemporáneos) 1ª edición, 2010 ISBN: 978-84-92984-10-7 Depósito Legal: SE-2933-2010 Páginas: 384 Tamaño: 210 x 140 mm PVP: 19 € Título: La Masonería del Oriente de Asturias Autor: Víctor Guerra Colección: Serie Roja 1ª edición, 2009 ISBN: 978-84-937392-0-1 Depósito Legal: SE-4247-2009 Páginas: 416 Tamaño: 210 x 140 mm PVP: 19 € Título: La metáfora masónica Autor: Javier Otaola Colección: Serie Roja (Autores contemporáneos) 1ª edición, 2010 ISBN: 978-84-92984-16-9 Depósito Legal: M-92984-2010 Páginas: 274 Tamaño: 210 x 140 mm Precio: 15 € Título: 7 Semblanzas masónicas Autor: Nicolás Brihuega Colección: Serie Roja (Autores contemporáneos) 1ª edición, 2010 ISBN: 978-84-92984-29-9 Depósito Legal: SE-6870-2010 Páginas: 168 Tamaño: 210 x 140 mm Precio: 12 € Título: El Compás y la Pluma Autor: Ricardo Serna Colección: Serie Roja (Autores contemporáneos) 1ª edición, 2010 ISBN: 978-84-92984-22-0 Depósito Legal: SE-7642-2010 Páginas: 274 [75]

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Tamaño: 210 x 140 mm Precio: 15 € Título: La masonería en la construcción de sociedades Autor: Diego González Rodríguez Colección: Serie Roja (Autores contemporáneos) 1ª edición, 2011 ISBN: 978-84-92984-36-7 Depósito Legal: M-3913-2011 Páginas: 224 Tamaño: 210 x 140 mm Precio: 15 €

TEXTOS HISTÓRICOS Y CLÁSICOS Título: El Significado de la Masonería Autor: Walter Leslie Wilmshurst Traductor: Alberto Moreno Moreno Colección: Serie Azul (Textos históricos y clásicos) 1ª edición, marzo 2010 ISBN: 978-84-92984-07-7 Depósito Legal: SE-1370-2010 Páginas: 240 Tamaño: 210 x 140 mm PVP: 16 € Título: El Santo Arco Real de Jerusalén Autor: Walter Leslie Wilmshurst Traductor: Alberto Moreno Moreno Colección: Serie Azul 1ª edición, 2009 ISBN: 978-84-937392-1-8 Depósito Legal: SE-4185-2009 Páginas: 112 Tamaño: 210 x 140 mm PVP: 12 € Título: Moral y Dogma del Rito Escocés Antiguo y Aceptado (Grados de Apre ndiz, Compañero y Maestro) Autor: Albert Pike Traductor: Alberto Moreno Moreno Colección: Serie Azul 1ª edición, 2009 ISBN: 978-84-937078-2-8

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Depósito Legal: SE-3032-2009 Páginas: 170 Tamaño: 210 x 140 mm PVP: 15 € Título: Moral y Dogma del Rito Escocés Antiguo y Aceptado (Logia de Perfe cción) Autor: Albert Pike Traductor: Alberto Moreno Moreno Colección: Serie Azul 1ª edición, 2009 ISBN: 978-84-937392-7-0 Depósito Legal: SE-5441-2009 Páginas: 212 Tamaño: 210 x 140 mm PVP: 15 € Título: Moral y Dogma del Rito Escocés Antiguo y Aceptado (Capítulo Rosacruz) Autor: Albert Pike Traductor: Alberto Moreno Moreno Colección: Serie Azul 1ª edición, 2010 ISBN: 978-84-92984-17-6 Depósito Legal: SE-5658-2010 Páginas: 170 Tamaño: 210 x 140 mm PVP: 12 € Título: Moral y Dogma del Rito Escocés Antiguo y Aceptado (Príncipe del Tabernáculo) Autor: Albert Pike Traductor: Alberto Moreno Moreno Colección: Serie Azul 1ª edición, 2010 ISBN: 978-84-92984-33-6 Depósito Legal: M-1217-2011 Páginas: 222 Tamaño: 210 x 140 mm PVP: 15 € Título: Los orígenes del Ritual en la Iglesia y en la Masonería Autor: Helena Petrovna Blavatsky Colección: Serie Azul 1ª edición, 2008 ISBN: 978-84-936941-7-3 Depósito Legal: SE-3780-2009 Páginas: 94

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Tamaño: 210 x 140 mm Precio: 6 € Título: Constituciones de Anderson Colección: Serie Azul 1ª edición, 2008 ISBN: 978-84-936941-6-6 Depósito Legal: M-23462-2009 Páginas: 68 Tamaño: 210 x 140 mm Precio: 5 € Título: Estatutos de los Canteros de Bolonia Colección: Serie Azul 1ª edición, 2008 ISBN: 978-84-936941-2-8 Depósito Legal: SE-6358-2009 Páginas: 70 Tamaño: 210 x 140 mm Precio: 5 € Título: Manuscrito Regius Colección: Serie Azul 1ª edición, 2008 ISBN: 978-84-936941-3-5 Depósito Legal: SE-3861-2009 Páginas: 68 Tamaño: 210 x 140 mm Precio: 5 € Título: Manuscrito Cooke Colección: Serie Azul 1ª edición, 2008 ISBN: 978-84-936941-4-2 Depósito Legal: AS-1520-2009 Páginas: 68 Tamaño: 210 x 140 mm Precio: 5 € Título: Manuscrito Dumfries Nº 4 Colección: Serie Azul 1ª edición, 2008 ISBN: 978-84-936941-5-9 Depósito Legal: SE-3863-2009 Páginas: 72 Tamaño: 210 x 140 mm Precio: 5 €

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LIBROS PRÁCTICOS Título: Libro de estilo masónico Autor: Ignacio Méndez-Trelles Díaz Colección: Serie Verde (Libros prácticos) 1ª edición, 2010 ISBN: 978-84-92984-05-3 Depósito Legal: M-26307-2010 Páginas: 402 Tamaño: 210 x 140 mm Precio: 21 € Título: La Cocina Masónica Autor: Pepe Iglesias Colección: Serie Verde (Libros prácticos) 1ª edición, Junio 2009 ISBN: 978-84-937078-6-6 Depósito Legal: SE-3199-2009 Páginas: 480 Tamaño: 210 x 140 mm Precio: 24 € Título: Términos Simbólicos de la Masonería Autor: Albert Fargas Traductora: Cristina Cabrera Colección: Serie Verde 1ª edición, 2010 ISBN: 978-84-937565-9-8 Depósito Legal: SE-563-2010 Páginas: 252 Tamaño: 210 x 140 mm Precio: 15 € Título: Los Ritos Masónicos Autor: Manuel Rodríguez Castillejos Colección: Serie Verde (Libros prácticos) 1ª edición, 2009 ISBN: 978-84-937565-3-6 Depósito Legal: SE-6482-2009 Páginas: 270 Tamaño: 210 x 140 mm Precio: 15 € Título: Mi primer paso regular en Emulación Autor: Fernando Lamarca Colección: Serie Verde (Libros prácticos) 1ª edición, 2010 ISBN: 978-84-92984-12-1

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Depósito Legal: M-28021-2010 Páginas: 154 Tamaño: 210 x 140 mm Precio: 15 € Título: Cuaderno de Instrucción Masónica I Grado de Aprendiz (Rito Escocés Antiguo y Aceptado) Colección: Serie Verde (Libros prácticos) 1ª edición, 2009 ISBN: 978-84-92984-38-1 Depósito Legal: M-8470-2011 Páginas: 107 Tamaño: 140 x 105 mm Precio: 6 € Título: Catecismo Masónico de Instrucción Grado de Aprendiz (Rito Emulación) Colección: Serie Verde (Libros prácticos) 1ª edición, 2009 ISBN: 978-84-937565-5-0 Depósito Legal: SE-6650-2009 Páginas: 130 Tamaño: 170 x 110 mm Precio: 6 €

LITERATURA Título: Antología de Poetas Masones Autores: Johann Wolfgang von Goethe, Rudyard Kipling, Rubén Darío y Oscar Wilde Colección: Serie Amarilla 1ª edición, 2008 ISBN: 978-84-936941-9-7 Depósito Legal: SE-3879-2009 Páginas: 198 Tamaño: 210 x 140 mm Precio: 15 € Título: El Muro de Piedra Autor: Anselmo Vega Junquera Colección: Serie Amarilla 1ª edición, 2009 ISBN: 978-84-937078-0-4 Depósito Legal: SE-2364-2009 Páginas: 228 Tamaño: 210 x 140 mm Precio: 15 €

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Título: Los masones de San Blas Autor: Anselmo Vega Junquera Colección: Serie Amarilla 1ª edición, 2009 ISBN: 978-84-937565-1-2 Depósito Legal: SE-5562-2009 Páginas: 192 Tamaño: 210 x 140 mm Precio: 15 € Título: El secreto de Amparo Autor: Anselmo Vega Junquera Colección: Serie Amarilla 1ª edición, 2009 ISBN: 978-84-92984-31-2 Depósito Legal: SE-6996-2009 Páginas: 288 Tamaño: 210 x 140 mm Precio: 15 €

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REVISTA CULTURA MASÓNICA Revista: CULTURA MASONICA Nº 1 Tema: Los documentos antimasónicos Número: 1 (noviembre 2009) Año I - 2009 ISSN: 2171-1968 Depósito Legal: SE-6062-2009 Medidas: 240 x 160 mm Páginas: 86 PVP: 5 € Revista: CULTURA MASONICA Nº 2 Tema: El Rito Francés en el mundo Número: 2 (enero 2010) Año I - 2010 ISSN: 2171-1968 Depósito Legal: SE-6062-2009 Medidas: 240 x 160 mm Páginas: 132 PVP: 5 € Revista: CULTURA MASONICA Nº 3 Tema: Masones y cristianos Número: 3 (abril 2010) Año I - 2010 ISSN: 2171-1968 Depósito Legal: SE-6062-2009 Medidas: 240 x 160 mm Páginas: 142 PVP: 5 €

Revista: CULTURA MASONICA Nº 4 Tema: Masonería y literatura Número: 4 (julio 2010) Año I - 2010 ISSN: 2171-1968 Depósito Legal: SE-6062-2009 Medidas: 240 x 160 mm Páginas: 130 PVP: 5 € Revista: CULTURA MASONICA Nº 5 Tema: Masonería y mujer Número: 5 (octubre 2010) Año II - 2010 ISSN: 2171-1968 Depósito Legal: SE-6062-2009 Medidas: 240 x 160 mm Páginas: 164 PVP: 5 €

Revista: CULTURA MASONICA Nº 6 Tema: Masonería y filosofía Número: 6 (enero 2011) Año II - 2010 ISSN: 2171-1968 Depósito Legal: SE-6062-2009 Medidas: 240 x 160 mm Páginas: 126 PVP: 5 €

REVISTA PAPELES DE MASONERÍA Editada por el Centro Ibérico de Estudios Masónicos Papeles de Masonería I – 2007 PVP: 12 €

Papeles de Masonería III – 2009 PVP: 12 €

Papeles de Masonería II – 2008 PVP: 12 €

Papeles de Masonería IV – 2010 PVP: 12 €

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