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2009,920
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Tiene en sus manos, el apreciable lector, la recopilación de los discursos del Presidente del Congreso de la República de Guatemala, diputado José Roberto Alejos Cámbara, Con esta cornpilación, el dipr:tado desea reafirmar su compromiso ante el honroso cargo que significa
ia representación del pueblo de Guatemala. Reafirmación que implica la renovación por impulsar todos aquellos procesos que propicien de rnanera sostenida, la consolidación del réginren democr¿itico y el desarrollo de la institucionalidad, aspectos que son fundamentales
para erigir sólidas bases en la construcción de oportunidades para las mayorías
de
guatemaltecos en todas las latitudes del país.
Es
la reafirmación de un compromiso, toda vez que al recopilar los
enunciados
propiciados en rnomentos especiales y significativos dentro de !a vida política nacional, éstos deben ser entendidos dentro de la intención de renovar la responsabilidad por llevarlos a
la
práctica. Las alocuciones son individuales, pero los compromisos son colegiados, tal el espíritu de la representación política concentrada en el congreso de la República.
A la espera de contribuir en los aportes mínlmos y necesarios para la
imperiosa
construcción de nu,estra dernocracia, se desea que cada quien pueda encontrar los pilares sobre los cuales se habrá de concretar la brÍsqueda y alcance de los consensos que nuestro país necesita para enfrentar los múltiples desafíos que impone la coyuntura nacional e internaciona
l.
Si de su lectura, tales aportes son además de perceptibles, llevados a la práctica en lo
rnás valioso, la consolidación plena de la dignidad de todo ser humano guatemalteco, este esfuerzo habrá valido la pena.
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Alocución del diputado Roberto Alejos Cámbara, al momento de asumir la presidencia del Congreso de la República para el período 2OO9-2OhO; atrás de izquierda a derecha, diputado Julio Recinos, el Vicepresidente de la República, doctor Rafael Espada, el presidente Constitucional de la República, ingeniero Álvaro Colom Caballeros, diputado Jorge Mario Barrios Falla, el Presidente del Organismo Judicial y_de la Corte Suprema de Justicia, licenciado Rubén Eliú Higueros, diputado Arístides Crespo Villegas y diputada Maura Estrada Mansilla, integrantes de la Junta Directiva.
-I
Discurso de Toma de Posesión como Presidente delCongreso de la República, al iniciarse el Período Legislativo 2009-2010
eñor Presidente de la República de Guatemala, don Álvaro Colom Caballeros, y distinguida esposa, doña Sandra Torres de Colom; señor vicepresidente de
la
República, don Rafael Espada; señor presidente en funciones del Organismo Judicialy
de la Corte Suprema de Justicia, don Rubén Eliú Higueros; señores diputados rniembros de
Junta Directiva del Congreso
de la
República; señora presidenta
la
de la Corte de
Constitucionalidad, licenciada Gladys Chacón Corado; excelentísimo señor presidente de la Cámara de Belice, don Emil Arguelles; excelentísimo señor presidente de la Cámara de! Senado de
la República de Los Estados Unidos Mexicanos, don Gustavo Enrique Madero
Muñoz; excelentísimo señor presidente del Congreso Nacional de la República de l-ionduras,
don Roberto Micheletti Bain, y distinguida esposa; excelentísimo señor presidente de
la
Asamblea Nacional de la República de Panamá, don Raúl Rodrígr-rez Arauz, y distinguida esposa; excelentísimo señor presidente de la Cámara de Diputados de República Dominicana,
don Julio César Valentín Jiminián; señoras y señores ministros, viceministros y secretarios de Estado; señor procurador general
de la nación, licenciado Baudilio Portillo Merlos; señor
contralor general de cuentas, licenciado Carlos Mer¡cos; señor procurador de los derechos humanos, doctor Sergio Fernando Morales Alvarado; señor fiscal general de la República, don Amílcar Velásquez Zárate; señores rnagistrados del Organismo Judicialy de la Corte Suprerna de Justicia y Corte de Constitucionalidad, excelentísimos y honorables representantes de las
misiones diplomáticas y organisrnos internacionales acreditados en Guatemala, honorables
señores diputados de los países amigos que nos visitan, distinguidos amigos invitados especiales, amigos de la Prensa, señoras y señores. No puedo realmente iniciar estas palabras sin darle graclas a Dios en este rno¡-nento, en
presencia de mi familia, de toda la clase política representada en los partidos políticos, en los secretarios generales, funcionarios, en algunos exfuncionarios de Gobierno, en presencia de los distinguidos sectores de la sociedad guatemalteca que hoy nos acompañan, incluyendo comunidad internacional
ya
la
los hermanos centroamericanos, mexicanos y del Caribe, quienes
Fági**
112
engrandecen este evento, permítanrne decirles a todos
y a toclas, hoy el Congreso se
ha
vestido de gala. La vida es un don que en su devenir
permite grandes bendiciones, completa círculos de
progreso y nos coloca en el camino que Dios, en su soberanía, ha dispuesto para cada uno de nosotros. lnvocando a Dios, así como lo hicimos en este misnro recinto, en este mismo lugar, hace veinticuatro años, hoy iniciamos una etapa de renovación del compromiso que le da la fuerza, espíritu, vida y razón de ser a este honorable Congreso.
Así emprendimos hace veinticuatro años el único camino posible: ei camino de
la
reconciliación, el camino de los consensos, el carnino de la democracia, que hoy nos pone al
frente de ia defensa de los principios sobre los cuales inició la nueva etapa de la nación guatemalteca.
Con la luz de los años transcurridos
y esta forrnidable oportunidad de dirigirme
ustedes, quisiera expresar en nombre de los constituyentes, que fueron nobles aspiraciones hurnanísticas las que dieron vida
a nuestra Carta Magna"
y
a
altas
Esos valores que
hicimos cornunes entre las más diversas fuerzas políticas de entonces, pueden hoy orientar nuestros pl'opósitos, acciones y logros hacia una sociedad rnás sólicla y soliclaria. La Constitución es
un puente hacia la dernocracia, un puente hacia el futuro, por
la
vocacién y decisión de los integrantes de aquella Asamblea, perosobre todo por el cle¡.echo de
nuestro pueblo que pagó muy alto la oportunidad de vivir en libertad, en prospericlacl, en paz y en armonía sociai. Esa
apuesta por la paz, ia institucionalidad y ia prevalencia de la ley, con sus riesgos,
pero tantbién cor¡ sus logros, es la que permite que hoy un joven que en aquel entonces apostó por la senda de la democracia sea quien vuelva a tomar la antorcha de la defensa cle la Constitt-¡ción, misma que hace sólo
¡-rn
año, los 158 diputados juramos aquí, ante Dios y arrte ei
generoso pueblo cie Guatemaia, curnplirla y defenderia como representantes legítimos de pob lación guatemalteca.
,\fiércoles l7 de encro rb )0t)9
la
ItÉgiae
113
Hoy estamos aquí renovando ese compromiso; hemos defendido la Constitución, y ese
t
-
seguirá siendo nuestro principal trabajo junto al pueblo que nos eligió, porque esa defensa
es
la garantía de continuar dentro del marco que nos permite lograr consensos, que muchas veces parecieran imposibles, y que para los enemigos de la democracia, en su egoísmo, luchan
para que no se logren.
Un ejemplo de cómo el marco constitucional ha permitido logros que permanecían condenados al fracaso son los acuerdos de paz, con los cuales no sólo las y los guatemaltecos pusimos
fin a una confrontación sin sentido, sino también comprobamos que a través
del
diálogo y la negociación podemos alcanzar el desarrollo. Desde la vigencia de esta ley suprema nos fortalecimos como nación y como sociedad,
y logramos consolidar por medios constitucionales un Estado con posibilidades de cumplir con sus obligaciones para las cuales fue conformado, Ese logro ha servido de ejemplo para otras naciones que, al igual que nosotros, han buscado también el camino de la paz y el camino del
desarrollo.
Según nuestra Constitución, es deber del Estado garantizar a los habitantes de la República
la vida, la libertad, la justicia, la seguridad, la paz y el desarrollo integral.
Los
Grta Magna enfatizan que el Estado de Guaternala se ha organizado precisamente para proteger a la persona, a la familia, y su fin supremo es la principios básicos de nuestra
realización del bien común. Con el propósito de alcanzar ese fin supremo buscaremos orientar la agenda legislativa
básica
y lograr el apoyo de otros poderes del Estado y de la población guatemalteca en la
dirección del fortalecimiento de
la estructura social. Para eso nos cornprometemos
a
promover Ios siguientes ejes transve¡'sales de trabajo legislativo: La
definición de una agenda legislativa consensuada, priorizada, con participación de
todos los sectores, pero con énfasis en el alcance de la agenda de seguridad y de justicia;
la
promoción de los compensadores sociales para enfrentar los retos econórnicos nacionales y los internacionales y globaies; el seguimiento a la reforma política e institucional en busca de
llliércoles 14 de enero de 2t)Aq
§*gin*
114
su fortalecimiento, y como bien menc¡onó el presidente Crespo, qL.¡e ha clado ya inicio aquí, en
el propio Organisrno Legislativo.
Queremos elevar la calidad de la gestión legislativa, la modernización clel Estac.lo y
la
fiscalización, empezanclo por la propia casa, según lo ordena ia Constitución; mejoramiento en
la estructura aclministrativa para lograr la eficiencia en los proceclinrientos cle apoyo a
la
función legislativa, sin importar el partido político, promoveremos que todas y todos los legisladores y su equipotengan todos los nredios a su alcance para fiacer eltrabajo para io que
el pueblo los escogió y los eligió. Promoveremos el fortalecimiento de las relaciones y
las
comunicaciones con los otros poderes del Estado, con instituciones del sector público, clel
sector privado, del poder local, con los organismos internacionales y con los medios de comunicación. Vamos a iniciar y vamos a ser ejemplo de la creación de una uniclad de acceso
a
la inforrnación pública.
Hernos visto grandes transformaciones globales de las que no somos ajenos, y aunque
una palabra común hoy en día sea "crisis", yo propongo y sugiero, solicito con humildad y
respetuosamente, que dentro
de los retos hablemos de oportunidades, de
grandes
oportunidades para Guatemaia, esa Guatemala representacla legítimamente en nosotros, las y los diputados al Congreso de la Repúrblica. Es en este
el momento cuando todos y cada uno de las y los legisladores debemos
ejercer un liderazgo efectivo para fortalecer las bases democráticas que permitan enfrentar y aprovechar oportunidades que se presentan a través de la aproilación cle leyes que favorezcan
la gobernabilidad del país, que incluyan legislación para el tlesarrollo económico, político y socialen un marco de seguridad.
y reconocemos con humildad que sin el acompañamiento de
la
sociedad civil, de la lglesia, de la iniciativa privada, de la pequeña y mediana empresa, de
la
El reto es grande,
cúpula empresarial, de la comunidad internacional en general, de los organismos y persor.Ias amigas que nos apoyan, esto no será posible, y estamos conscientes que sólo por medio de Irl-a:lr
a
,.
l{iércoles l.l de enero rtc 20t)9
la
Itt6ü*e
negociación, el diálogo
115
y el consenso lograremos
esa consolidación institucional, que por
cierto nos urge mucho. Este honorable Congreso representa el centro de confluencia de todas las posiciones
políticas legítimas existentes en Guatemala. El pueblo ha ratificado que este modelo político es el ideal para alcanzar acuerdos que coadyuven al logro del bien común, para la persona humana como sujeto y
fin del orden social. Hay que fortalecerlo, fortalezcárnoslo, ese es el
reto.
Quiero hoy tener
un
reconocimiento justo
a la diversidad
guatemalteca, esta
diversidad guatemalteca fortalece ese orden. La diversidad es riqueza, es oportunidad y es el
espacio justo para
el desarrollo equitativo, al cual millones de
hermanas
y
herrnanos
guatemaltecos no han tenido acceso. Por eso también nos compromete!'nos a prornover el fortalecimiento del poder local, las relaciones interculturales y, sobre todo, el desarrollo rural' En este camino de bendiciones hemos aprendido a valorar el trabajo de la rnujer, la
mujer guatemalteca, Ese maravilloso trabajo tesonero, productivo y con alto sentido
de
responsabilidad, principalmente de aquellas madres que con valor y sabiduría, llevan los sagrados alimentos alseno delhogaryconstruyeciudadanía en silencio. Hoy quiero reconocer esa gran labor en mi propia familia, y veo aquí a compañeras legisladoras que son ejemplo,
funcionarias, lideresas de los distintos sectores, y por supuesto, nuestra primera dama de
la
nación, que son todas ejemplo de trabajo y de la mujer guatemalteca. (A,PLAUSOS DE LA CONCURRENCIA)
Soy optimista, y óiganlo bien, soy optimista, veo que se abren caminos de esperanza y de oportunidades, y quiero
transmitir ese optirnismo a todas y todos mis colegas legisladores y
a la población guatemalteca en general. Aquí, en presencia de mis padres, de quienes heredé los valores que hoy tengo la oportunidad de poner en práctica, de mi hermano, mi esposa, de
mis hijos, inclusive de mi guía espiritual, a quien le agradezco su presencia, quiero exhortar
a
los líderes del país, encabezados por el presidente Colom desde el Ejecutivo, y a los demás funcionarios, políticos, empresarios, periodistas, líderes sociales y comunitarios, a las y los
Xfiércoles 14 de enero de 2009
Ságini:
l16
guatemaltecos en general, a buscar oportunidad en el diálogo pacífico
y procluctivo,
para
lograr agendas de consenso en beneficio de nuestra querida nación. Trabajemos juntos, aprovechemos a este Congreso, que quiere
y está camlriando,
y
que hoy reitera que sus puertas están abiertas; hagámoslo con fe, Dios estará siempre como guía en este camino Muchas gracias.
]fiórc¡¡les .l,l de enero dc 3At)9
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lt7
Momento solemne al registrar su firma como Presidente del Congreso de la República de Guatemala, en el Libro de Oro del Organismo Legislativo.
El Presidente del Congreso de la República, al centro, acompañado, en el orden usual, del excelentísimo señor Presidente de Ia Cámara de Diputados de República Dominicana, don Julio César Valentín Jiminián, el excelentísimo señor Presidente de la Asamblea Nacional de la República de Panamá, don Raúl Rodríguez Arauz, el excelentísimo señor presidente de la Cámara del Senado de la República de los Estados Unidos Mexicanos, don Gustavo Enrique Madero Muñoz; el excelentísimo señor Presidente de la Cámara de Belice, don Emil Arguelles, y del excelentísimo señor Presidente del Congreso Nacional de la República de Honduras, don Roberto Micheletti Bain.
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Momenb en el «r¡al el diputado Roberto Ahios Cámbara efiectúa su diserhción. Al fondo de izquierda a derecha. observan, el Segundo Vicepresidente de Junta Directiva, diputado ArÍstides Crespo; el MepresidenE Constitudonal de la Repúbliea, Dr. Rafael Espada, el ingeniero {varo C.olom Caballeros, Presidente Constitucional de la Repibl¡€a, diputado Jorge Mario Earrios Falla, Primer VicepresidenG de la Junta Directiva del Catgreso de la República, licenciado Rubén Eliú Higueros, Presidente del &pnismo Judicial y de ta Corte Suprema de Justicia, diputada Eiizabetl¡ Donis, Tercera Secrebria, diputada Maura Btrada, Primera Secretaría y diputado Reynabel Esúada, Cuarto Secrebrio de la Junb Direc{iya del C.ongreso de la RepúUica. Período 20o9-2010.
Discurso con ocasión del Vigésímo Cuarto Aniversarío de la Constítución Po!ítica de la Repúblíca de Guatemata
eñor Presidente de la República de Guatemala, don Álvaro Colom Caballeros; señor vicepresidente
de la república de Guatemala, doctor Rafael
Espada; señoras
diputadas y señores diputados, miembros de la Comisión Permanente del Congreso
de la República; señoras y señores diputados al Congreso de la República de Guatemala; señores ministros, viceministros y secretarios de Estado; señor contralor general de cuentas,
licenciado Carlos Mencos; señor procurador de los derechos humanos, doctor Sergio Fernando Morales Alvarado; señores magistrados del Organismo Judicial
Suprema de Justicia, Corte de Constitucionalidad funcionarios de Gobierno; excelentísimos
diplomáticas
y
y
y
Tribunal Supremo Electoral; altos
honorables representantes de las misiones
en
Guatemala; señor ex
y ex presidente de la Asamblea
Nacional Constituyente,
organismos internacionales acreditados
vicepresidente de la República
y de la Corte
licenciado Roberto Carpio Nicolle; señores dignatarios .de Ia nación, distinguidos invitados especiales, amigos de la Prensa, señoras y señores.
Me toca pronunciar estas palabras en.un momento especial en que tengo el honor de ser presidente de este alto organismo y al mismo tiempo presidir a la asociación de diputados
queformaron parte de la Asamblea NacionalConstituyente; por lotanto, quiero hablar en dos sentidos: en el ord,en constitucional y sobre este alto organismo y del papel que hemos venido desempeñando. Hace ya veinticuatro años, en este mismo lugar, la Asamblea Nacional Constituyente
entregó al pueblo de Guatemala un texto constitucional, inspirado en los anhelos muy nobles de paz, justicia y democracia, a los que aspira todo pueblo. El nuestro lo pagó a un precio muy alto, muy elevado, con más de doscientos mil muertos.
Me atrevo a asegurarles que aquel 31 de mayo de l-985, la Asamblea Nacional Constituyente cumplió con su deber de preséntar a la sociedad guatemalteca las bases de un acuerdo de nación; la Constitución fue y es ahora un proyecto nacional incluyente y capaz de
sentar las bases de reconciliación de una socieclad enfrentacla y desangrada a través de los siglos de toda su historia.
§ágina
124
La Constitución Política de la República de Guatemala es una propuesta de exaltación
de la vida y de los más caros valores humanos, en un país donde se pisoteó la dignidad, integridad y las libertades de las personas.
La
la
Constitución es un compromiso de noble y ardua
labor para orientar nuestras jornadas por las rutas del desarrollo nacional, en un país de inmensa riqueza que le ha negado a sus generaciones su dignidad materialy espiritual. La Constitución es
elfundamento jurídico para Ia edificación de un estado de derecho,
con instituciones a la altura de estos tiempos; es la garantía de poderes públicos, legítimos, ponderados
y
sometidos, como en toda democracia,
al imperio de la ley, en un
país
acostumbrado al autoritarismo y al abuso de poder.
En este gran marco de acción, la Constitución tiene un valor agregado para
la
democracia guatemalteca, por expresar como nunca antes los intereses comunes entre las
más diversas fuerzas políticas que integraron en aquel entonces la Asamblea Nacional Constituyente, Corno miembro de esa Asamblea Nacional Constituyente me atrevo a decir que esa
experiencia no ha sido suficientemente apreciada ni aplicada en cultura
y en la práctica
política, pero siendo acuerdos tan recientes y válidos en estos momentos por los que atraviesa
el país, debemos orientar los propósitos, las acciones y, sobre todo, las realizaciones de los partidos políticos que integran el poder Legislativo. No es para excusar la responsabilidad de los anteriores ni de los actuales funcionarios,
pero con toda seriedad y responsabilidad la sociedad debe reflexionar sobre el hecho de que la construcción de nuestra democracia tuvo desde su inicio una precaria base material para
llevar a cabo el programa implícito en esta Constitución; y durante esta experiencia también debemos tomar nota, que es más fácil desarticular las estructuras autoritarias, las cuales se erosionan por sí mismas, que construir instituciones democráticas a la altura y de nuestra rica y compleja sociedad y de los retos de cada tiempo.
l'iernes )9 de nta1,o de 2úflg
trrigine
125
Tampoco ha sido fácil reconstruir el tejido de la sociedad, que como en todo proceso de transformación, a la vez se ilumina de renovados valores humanísticos¡ conserva tarnbién resabios de la cultura de violencia, de enfrentarniento y de desconfianza en las instituciones. Sin embargo, en las actuales circunstancias hay datos que indican que es cuantitativa y
cualitativamente mayor
el desarrollo de una ciudadanía con
adscripciones prácticas y
compromiso democrático que la oferta que le proveen las instituciones políticas; en otras palabras, que hay una marcada distancia entre la calificada demanda ciudadana
y la oferta
política. Y no dudo que este fenómeno es de sumo interés para los partidos políticos que sabrán y tendrán que atenderlo y superarlo.
Un ejemplo son los valiosos ejercicios de diálogo sociai y dernocrático que en
la
sociedad, muchas veces con partidos políticos y las instituciones públicas, se han visualizado
dentro del marco que la Constitución nos otorga, escenarios en los que se dibuja
una
Guatemala mejor y próspera; hay evidencia de que producto del actual !'narco constitucional, Ia población, de manera muy generalizada, ha internalizado en la cultura política valores que
difícilmente pueden retroceder en etapas anteriores. Algunas de esas experiencias
y valores que podemos notar son las siguientes:
la
población aprecia la pureza de los procesos electorales, y que no es pensable que puedan
existir, como en
el pasado, procesos electorales amañados, luego la alteración de
los
resultados; al contrario, de lo que se piensa la participación electoral es sumamente alta, comparable o superior a la de ¡'nuchas democracias ya consolidadas. Es
notable que el mandato popular de las actuales autoridades haya emanado de las
poblaciones del interior y de regiones predominantes e indígenas; cada vez más con rnayor fuerza,
y afortunadamente con menor resistencia, se concreta el principio de igualdad que
abarca las relaciones interétnicas y de género. Han cambiado muchas reglas, las reglas del juego en el ejercicio del poder; sobre este
particular, apenas ha iniciado la vigencia de la ley aprobada por este Congreso, la Ley de Libre Acceso a la lnformación, y no está claro aún cuál será el impacto de mediano y largo plazo de
l,lernes
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de mal,p de 2009
Ségi**
126
esta rtLteva situación, pero es obvio que modificará sustancialmente la forma y el fondo del ejercicio de la adrninistración pública, Los derechos sociales proclamados sobre los servicios esenciales, como la educación y
[a salud, sotr reclamados como tales, especialmente por las poblaciones, que tuvo siempre marginados cle estos servicios. No hay posibilidad de que en elfutu¡'o alguna generación esté dispuesta a prescindir de
tales servicios como derechos fundamentales de
la
persona, más bien paulatina y
crecientemente la población se involucra en el ejercicio de la autoridad social de los servicios públicos. EI
poder local juega un papel predominante en la concertación cle intereses de los
habitantes del municipio y hay evidencia de que en muchos casos se encarnina a convertirse en un verdadero motor del desarrollo local. En
fin, son notorios muchos rasgos positivos en el proceso de consolidación de
la
democracia, algunos son tan evidentes y cotidianos que han pasado por alto para el análisis de las potencialidades cívicas de la democracia guatemalteca.
Como sucede en cualquier país, este proceso no está exento de sobresaltos y dificultades. No debemos ignorar que el país atravesó recientemente por una etapa de grave amenaza a su institucionalidad, que es evidente que grupos con intereses inconfesables han
aprovechado la duda y la incertidumbre sembrada con motivo de Ia ejecución de crímenes deleznables en contra de apreciados ciudadanos para conspirar contra la democracia
y los
poderes legítirnos y constituidos, pero no ignoramos tampoco que en medio de ésta y otras
crisis, reales o no, un número considerable y creciente cle ciudadanos y organizaciones de variada naturaleza han cerrado filas en torno al propósito conrún cle mantener el orden constitucional y la democracia guatemalteca. De
.
tan graves y lamentables experiencias se ha sentado el precedente cle que por
ninguna razón, fuera de los canales institucionales que marca la Constitución Política de República, un cieterminado grupo
o sector pueda arrogarse el clerecho de defenestrar
l'iernes )9
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127
poderes legítimamente constituidos, porque nada hay más sagrado en la democracia que el respeto a la voluntad popular expresada en elecciones libres.
Aparte es la presentación de iniciativas de reformas constitucionales al Congreso de República, estos son legítimos ejercicios ciudadanos. No debo
ni puedo
calificar
la
sus
contenidos, sólo decir que la institucionalidad de la democracia, la propia Constitución, garantiza su debido tratamiento, lo que haremos tan escrupulosarnente como cuando se realice el debate informado y a la decisión del honorable pleno del Congreso de la República, y
eventualrnente habremos de tomar una decisión y habremos de decidir si habrá una consulta popular.
Como presidente de este honorable Congreso me presento ante esta asamblea, legítima, representante del pueblo de Guatemala, a honrar con hechos a la Constitución, al estado de derecho y su régimen de legalidad, a la seguridad jurídica y a la justicia plena, conlo
pilares fundamentales de la auténtica democracia piuralista orientada en función del bien
cornún, que es el único camino que permite a los seres humanos vivir en libertad y en desarrollo integral. Cada una de mis palabras tiene su propio peso específico
y un motivo fundado.
Los
tiempos actuales nos enfrentan a una crisis económica y social sin paralelo en la historia moderna de la humanidad, el mundo está inmerso en guerras fratricidas, en desajustes económicos
y
financieros
e
inseguridad pública que afectan
a toda la
comunidad
internacional, pero especialmente afectan a aquellos países pequeños como el nuestro, a los pueblos pobres y tradicionalmente marginados del desarrollo. Nuestra juventud, realidad del presente y proyección del futuro, se pregunta cómo y para qué esforzarse frente al detonante del desempleo y la falta de oportunidades, la pérdida de valores éticos y morales en la farnilia y las nuevas amenazas contra la humanidad, corno el
narcotráfico, el terrorismo y el crimen transnacional y las maras.
Hoy, incluso, en medio de tanta dificultad, este Congreso tiene un mensaje de esperanza: nuestros actos legislativos vai-ldirigidos a contribuir eficazrnente para entregar
Vienrcs 29 de ma1'n de 20ú9
a
i:ailin*
128
los guatemaltecos, especialmente a las y los jóvenes, a las y a los pobres, al sector productivo
y a las clases pasivas, una mejor sociedacl, que sea solidaria y participativa, una sociedad que garantice a los jóvenes y al pueblo de Guatemala todo un presente y un fr:turo de clesarrollo y de paz.
Orden constitucional, democracia
libertad, oportunidades iguales
y
y estado de derecho, son el único camino hacia
suficientes para todas
la
y todos los guatemaltecos y
prosperidad para el pueblo en general. El amparo, por excelencia, es
constitucionales
y
el medio de defensa rápido y efectivo de los derechos
legales de los habitantes de
la nación cuando se violan o se ven
amenazados, el amparo es también el remedio legal e inrnediato para corregir eltorcimiento
del debido proceso, no habiendo ámbito alguno que sustraiga al amparo por orden de
la
Constitución.
Recientemente este Congreso propuso aquí,
a
esta representación nacioná1, la
creación de tribunales extraordinarios de amparo con competencia privativa, diferentes de los
tribunales de jurisdicción ordinaria, tribunales de amparo que sean
eJ
cuerpo vital que le hace
falta a la cabeza del régimen de control constitucional, que es la Corte de Constitucionalidad. Históricamente, por razones económicas inferiores al valor de la defensa del orden y
las garantías constitucionales
y legales, los tribr.¡nales privativos de amparo se insertaron
antitécnicamente en los juzgados y tribL¡nales de jurisdicción ordinaria y fundamental.
Los
nuevos tribunales privativos de amparo serán la herramienta y rnecanismo que garanticen la
justicia pronta y cumplida en todos los ámbitos del derecho, serán órganos con capacidad de proteger eficazmente los derechos ciudadanos derivados de la Constitución y la ley, y fortalecerán una democracia auténtica, la seguridad jurídica y el estado de derecho. Deberán consolidar el proceso legal o debido proceso que ordena la Constitución para la ejecución del sistema de justicia. Los
tribunales de amparo permitirán pasarlo en un prornedio de cincuenta meses, que
hoy se utilizan, a cincuenta días la resolución en uno o dos grados, según el caso, de vital
l:iernes
)9
de
maro
rte
)0f)9
Pisü*-¡
recurso extraord¡nario constitucional,
y
129
producirán sentencias de gran espec¡alizac¡ón y
calidad jurídica, dando una efectiva protección a los ciuclactanos cuando sus derechos son
violados
o
amenazados en todo ámbito, incluido
el debido proceso, evitando
además
contubernios indeseados, derivados de la mezcla de otros ámbitos ct¡alitativos, diferentes,
tales como la justicia ordina ria
y la clefensa de las garantías inclividuales y el orden
constitucional y legal. Esta propuesta constituye, de parte del Congreso de la República, un pasofirme para combatir la impunidad.
Por otro lado, este organismo tiene muy claro que la Constitución Política de
la
República también señala que los funcionarios son depositarios de la autoridad, responsables
legalmente por su conducta oficial, sujetos a la ley y jamás superiores a ella. Por ello también estamos proponiendo y estamos trabajando en una ley contra la obstrucción de justicia, como mecanismo coercitivo para garantizar que gobernantes y gobernados nos sujetemos a la ley y no al capricho autoritario de persona ni agrupación alguna.
He puesto estas dos leyes sólo como un ejemplo de un pacto que tenemos todas las bancadas políticas representadas en este Congreso; sin irnportar nuestra ideología estamos
trabajando contra la impunidad, a favor de la transparencia, por la justicia, por un Congreso diferente, un Congreso que proporcione las herramientas a los demás organismos del Estado para que éstos puedan cumplir con su deber.
Al principio dije que hoy venimos a honrar con hechos a la Constitr-rciérr y al estado de derecho y su régimen de legalidad, y con ello a la auténtica democracia pluralista orientada en
función del bien común, a la seguridad jurídica y a la justicia plena, pues no podemos seguir poniéndole parches legislativos a nuestras instituciones, sino debemos atacar los males de raíz
estableciendo nuevos y mejores mecanismos para la defensa de la Constitución, su orden constitucional, la ley, la democracia, que sustenta el estado de derecho que la fundamenta. Reconocemos a su vez la importancia que en el esquema democrático del Congreso de
la República juega la oposición política, la respetamos y la escuchamos, como hemos querido escuchar las expresiones de todos los sectores de nuestra sociedad.
Fdsina
En la responsabilidad que le corresponde
130
al Congreso de la República, y eso incluye
a
todos los bloques que lo integran, se ha puesto de acuerdo la promoción de esta agenda antes mencionada, como aspectos más importantes en estos momentos de la población, sin olvidar la agenda por el desarrollosocial,los derechos humanos
ytoda la deuda pendiente.
Para finalizar, y a propósito de que el año próximo se celebrarán veinticinco años de la
Constitución Política de la República de Guatemala, conmemorando tan amplio y sirnbólico esfuerzo, quiero proponerles a los organismos internacionales, a los demás organismos de Estado, que se sumen al esfuerzo, que ya viene realizando el Congreso de la República, por dar
a conocer a toda la población, y especialmente a la niñez y a la juventud, los contenidos de
nuestra Constitución. Ese pacto nacional, esa Carta Magna, en donde se establecen los principales deberes y obligaciones de todo ciudadano, y en donde hemos empezado como nunca antes por la persona, debe ser conocida para aplicar:la, para desarrollarla, pero sobre
todo para defenderla. Muchas gracias.
Viernes 29 de mayo de 20f)9
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131
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Los tres presidentes de los Organismos de Estado, a Ia izquierda el Presidente Constitucional de
la República, ingeniero Álvaro Colom Caballeros, a la derecha, el Presidente del Organismo Judicial y de la Corte Suprema de Justicia, licenciado Rubén Eliú Higueros, al centro el Presidente del organismo Legislativo, diputado Roberto Alejos cámbara.
Viernes 29 de mayo de 2009
9rr,*rr**tummá
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Entonación del Himno Nacional; de izquierda a derecha, diputados Baudilio Hichos López, Segundo Secretario, Julio Recinos, Tercer Vicepresidente, Jorge Mario Barrios Falla, primer
Vicepresidente, doctor Rafael Espada, Vicepresidente Const¡tucional de la República, diputado Roberto Alejos Cámbara, Presidente del Congreso de la República, licenciado Carlos Gilberto Chacón Torrebiarte, Presidente del Organismo Judicial y Corte Suprema de Justicia, Diputado Arístides Crespo Villegas, Segundo Vicepresidente; y diputada Maura Estrada Mansilla, Primera Secretaria de la Junta Directiva del Congreso de la República del Período Legislativo 2009-2010.
Discurso con ocasión de Conmemorar el 188 Aniversario de la lndependencia Patria
eñor vicepresidente de la República, señor presidente del Organismo Judicial y la Corte Suprema de Jr-rsticia; señoras diputadas y señores cli¡:utados, mienlbros de la Junta
Directiva; honorables conrpañeras
y
conrpañeros diputados
al
República; señores ministros, secretarios, viceministros, funcionarios
Congreso
de
la
de Estado; señor
procurador general de la nación, señor contralor general de cuentas, señor procurador de los derechos humanos; señores magistrados del Organismo Judicial
y de la Corte Suprema de
Justicia, Corte de Constitucionalidad y Tribunal Supremo Electoral; señor ex presidente de la República y alcalde municipal de Guatemala, invitado especial el día de hoy; excelentísimos señores representantes de misiones diplomáticas y organismos inte rnacionales acreditados en
Guatemala, distinguidos invitados especiales; amigos de la Prensa, compañeros de trabajo, señoras y señores. Después de oír ese resumen de vida del excelentísimo señor alcalde, esas palabras del
señor presidente de la Corte Suprema de Justicia, que muy bien nos dice que la independencia
no marcó un fin sino un inicio por la lucha de los derechos humanos, y después de escuchar todas las tareas pendientes, mencionadas por el señor vicepresidente, realmente es poco lo que me queda decir el día de hoy que estamos celebrando 1BB años de independencia patria. Estamos celebrando este acontecimiento a doce años del 15 de septiembre del año 2021, cr-rando estaremos cumpliendo 200 años de emancipación. Estamos a casi doscientos años, dos siglos de vida independiente, Años que deberían de haber sido suficientes para edificar las bases sólidas de la nación guatemalteca, cuyos cimientos ya se ven en el preserrte, pero que aún tiene muchas tareas pendientes para el futuro, y sin duda, son tareas que se van a realizar.
Estos 188 años de vida independiente debieron haber colocado a Guatemala, por sus
condiciones geográficas, humanas, naturales y políticas, en una posición de desarrollo prospericlad para todas
y
y todos sus habitantes. Pero aceptemos que aúrr acumulamos
de
una
serie cle sueños frustraclos y de responsabilidades incumplidas. Estos 188 años deberían haber
sido tiempo suficiente para que nuestra experiencia republicana, de la que hablaba
el
Presidente Arzú, nos hubiera dado instituciones públicas prestigiosas capaces de servir a los
P,igilla
138
intereses de la colectividad, y capaces de asegurar la vida, la integridad, el desarrollo y la paz de todas
ytodos los habitantes,taly como lo exige la razón de ser del Estado.
Distinguidos mandatarios e invitados especiales que el día de hoy comparten con nosotros y aceptan esta invitación de la cual estamos muy agradecidos, perrnítanme decirles
que desde nuestra perspectiva no existe excusa alguna para no empeñarnos en construcción de una nación más justa
y equitativa, en un
la
Estado capaz de satisfacer los
intereses de toda una diversidad social, étnica y cultural de esta nación, y de promover la prosperidad material y espiritual para todas y todos los habitantes. Si
tomamos en cuenta la modesta pero honorable representatividad y responsabilidad
que el pueblo de Guatemala nos ha delegado como legisladores en este lugar, que es testigo
de varios acuerdos basados en intereses nacionales, y aprovechando esta oportunidad que
tengo de dirigirme a ustedes y a esta audiencia, y a través de los medios de comunicación dirigirme al pueblo de Guatemala, el día de hoy, con todo respeto, con humildad, quiero proponerles que iniciemos una ardua tarea.
Quiero dejar un reto, el reto de una jornada de doce años de trabajo. En doce años, cuando estaremos alcanzando el bicentenario de nuestra independencia, las niñas y niños que hoy aprenden sus primeras letras, y que seguro están prestando juramento a la bandera, un
saludo
a la bandera, estarán en actos cívicos durante todo
condiciones de ciudadanos
este tiempo, tendrán
y de ciudadanas. Debemos trabajar por ellos y por ellas,
ya
que
merecen una sociedad y una mejor convivencia. Esos doce años que
faltan para llegar a los doscientos años de independencia, y
esa
jornada de acuerdos que les propongo, trascienden el período del presidente Colom y del vicepresidente Espada, incluso trascienden las próximas dos administraciones públicas, y alcanzarán lo que aquí llamamos la novena legislatura
y el noveno gobierno de esta etapa
democrática.
En este período de doce años que yo les propongo, podremos llegar acuerdos sobre los aspectos torales de
a grandes
la nación, grandes acuerdos para consolidar
tueves L0 de septiembre de 2009
la
tt+gi**
139
democracia, lograr el irnperio de un estado de derecho
y una vida en paz y armonía,
que
nuestro pueblo tanto sueña y se merece.
Me atrevo a decir que no hay quien pueda considerarse exenta o exento de esta responsabilidad, pero nosotros, muchos aquí presentes,
y otros
ausentes,
a los que la
población nos considera y nos llama la "él¡te" de este país, los líderes políticos, empresariales y sociales, tenemos mayor obligación que nadie.
Guatemaltecas y guatemaltecos, hagamos un autollamado a cerrar la brecha de
la
desigualdad que nos lleva a la pobreza, a la exclusión y a la violencia. Hagamos lo que sea necesario para que el doscientos aniversario de nuestra patria, del que apenas nos separan doce años, nos encuentre nuevamente como hoy, probablemente aquí mismo pero con una Guatemala diferente, una Guatemala llena de oportunidades,
Pongámonos de acuerdo con
el modelo de
Estado necesario que nos permita
administrar nuestro futuro, sumémonos al poder local, a los gobiernos municipales y sigamos trabajando por esta etapa en la que la población se está involucrando cada vez más en el
desarrollo de sus municipios, en
el desarrollo de este país, en donde la nación está
participando cada vez más, a pesar de las dificultades. Pensemos también en el tema fiscal y trabajemos todos para encontrar los recursos
necesarios para promover durante los próximos doce años el bienestar
y el desarrollo.
Es
urgente que nos sentemos a dialogar sobre este tema, no para este gobierno, sino para las próximas administraciones y para el subsiguiente gobierno, para todos los que con visión de
futuro e interés de Estado y de nación queramos trabajar, doce años en que tenemos que trabajar por la dignidad humana, y especialmente por nuestra niñez, no le neguemos, por omisión, el derecho inalienable a la educación, a la alimentación. Reconozcamos que en todas las áreas se están haciendo grandes esfuerzos
y
hay
grandes avances, pero también reconozcamos que hay que mejorarlos; reconozcamos que hace falta rnucho, y debemos de reconocer que la tarea es de todas y de todos, reconozcarnos
que es una tarea de nación y no una tarea de partidos políticos.
Jueves LA de septiembre de 2009
i-'a¡¡ir; .::140
Tomemos en serio nuestra responsa[)iliclad de trabajar por una convivencia que asegure igualdacl de derechos y oportunidades a todos los pueblos que conforrnan este país;
trabajemos para que el bicentenario cle r'ruestra inclepenclencia sea la oportuniclacl cle abrazar una Guatentala consigo misma, integrada en lo común y en lo general, pero tanrbién una Guatemala tolerante; la tarea de hacer patria no es nlodesta, y no puede serlo, y menos en
estos tiempos, en que todas las sociedades, incluso las más desarrolladas
y
prósperas,
estamos enfrentando una crisis mundial que ha propiciado enormes desafíos para mantener, y
no digamos para mejorar las conquistas sociales, las libertacles ciudadanas y k:s valoi'es
qr-re
hemos compartido. Yo sé que es un atrevimiento lanzar esta iniciativa, un atrevirniento y comprorniso c¡ue
tiene que empezar en casa, en donde tenemos que alcarrzar el compromiso y el consenso ¡:ara trabajar soJ:re una agenda legislativa de país. Entre otras cosas, nos corresponde al Congreso
de la República, dar continuidad al proceso de reforrna y fortalecimiento del sistenla
cle
seguridad y justicia; nunca como ahora, en un períodotan corto, se había revisado con tanta intensidad y profundidad el marco que regula su integración y funcionamiento. Esto lo hago en nombre propio, pero en nombre de la representación del pueblo y en
nombre del Congreso de la Re¡:ública, [:loques
y de todos los partidos
y
reconociendo los valiosos aportes cle toclos los
políticos representaclos aquí en este Congreso, c¡uiero
anunciarles importantes avances en el tránrite legislativo en diversos temas.
Quiero contarles que rnuy ¡:ronto se concretarán leyes como la aprobación cle las reformas a la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionaliclacl; la a¡:roltación cle
la
Ley de Servicios Privados de Seguridad, la Ley de Extinción de Dorninio cle Bienes lncautados al
Crimen Organizado, reformas integrales
al
Código Penal, Esto
a
raiz cle un esfuerzo
multiparticlario, que está acompañado del deseo y de la expectativa que en plazos razonables, las instittlciones encargadas de aplicar estas leyes, reporten los resultados esperaclos. Es
un compromiso singular que corresponde al clamor cle los más diversos sectores
cie
la polllación, que en el Congreso de la República se haya aprobaclo la Ley de Cornisiones de
Jueves L0 de seDtientbre tle
)08
FÉgia* l4l.
Postulación, y que de f,ornra categórica nos cornprorneternos a la eletclón de los mejores y las rnejores candidatas a estos cargos er¡ las cortes. No es menor la responsabilidad que tenen'¡o,s
en rnateria de discutir la Ley de Desarrollo Rural, y esperamos que su aprobación ponga a !a disposicióm de la sociedad guatemaheca una t¡errarnienta de desarrollo y de progreso.
Mr.ly pronto tarnbiér'¡ pondrernos en el debate padanrentario proyecto de reforrnas a la
N-ey
la
discusión de un
Electoral y de Partidos Políticos, y'otras leyes trascendentales,
como la Ley de Servicio Civil, leyes relacionadas con el terna de los pueblos indígenas, de
Na
rnujer, de la iuventud y de la niñez.
En el Congreso entendernoa la impontancia de gen€rar un sistenma de servidore: públicos estable, obietivo, que nalore los ménitos y quÉ sea at¡ditable.
Amigas y arnigoe, gracias
a los próceres de la in¡depemdencia y a
an6nimos de la hristoria guaternalteca, hermos dispuesto de
decisbr¡es, pero es
tra
rnuchos héroes
libertad cotidiana para tomar
en situaciones de crisis y de ter¡sión cuando la libertad se tre
cotnprometida, y es puesta a prueba, corno por ejermplo ahora. Nuestro saludo a la líbertad y a la indeper¡dencia de Guaternala debe ser una prormesa de trabajo a !a que querernos conyocar, y estarnos desde ya con\r{}cando a todas y a todos
hs
gulatemaltmos, a üos poderes púb|icoc, al poder local, que el día de hoy se enct¡entra bien representado en €ste solernne acto, y a todos los sectorm de la sociedad guatenrakma. Para terrninar quiero contarles una anécdota del día de ayer" Rrir¡ros ir¡vitadoc por un
glupo de iórrenes, un nurnerooo grupo de ióvemes, a participar de un evento que se r¡a a llamar 3(}
Minutc f-ontra la Violencia;
har¡ invitado a todos los sertores a partkipar de varios juegos
de fiitbol, y no6 toca a los politÉcos lugar contra los empresarbs. En mi discurso yo diie que era
una buer¡a oporhrnidad de emfrentarrlos a los ernpresarhe, y uno de los ermpresarios rne dijo: "Lástirna, porque deberíarmos de estar en el rnismo equipo-" Y creo que tiene toda la razón, sofr¡os un srilo equ¡po, debernos ser un solo equipo, cornprornetidos a trabaiar por Guaternala,
que bien se ko rnerece" Doce años de imter¡sa labor en
lueres JE &
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tdas
fue de 2{109
Nas
áreas. Tenemos qtre trahajar
por el desarrollo del país, por construir las bases que Guatemala siemp,re ha soñado, para que en el bicentenario la celebración sea diferente. ..4
iQue viva Guatemal'a!
luanes l.Ode septlembre de 2OA9
F;&6ina
143
El Presidente del Congreso durante su alocución; en la mesa de Junta Directiva, en el orden usual, los diputados Baudilio Hichos López, Segundo Secretario, Julio Recinos, Tercer Vicepresidente; doctor Rafael Espada, Vicepresidente Constitucional de la República, el licenciado Carlos Gilberto Chacón Torrebiarte Presidente del Organismo Judicial y Corte Suprema de Justicia; y los diputados Arístides Crespo Villegas, Segundo Vicepresidente y Elizabeth Donis, Tercera Secretaria de la Junta Directiva del Congreso
de la República.
lueves 70 de septiembre de 2009
+
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