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Detrás del escenario
Por: Tom Ortega
Son casi las 6 la mañana, un día distinto a todos los demás, han pasado más de 6 meses, el arduo trabajo del arreglista y director musical pareciera ha llegado a su meta, largas horas de trabajo pensando imaginando escribiendo en esas hojas pautadas, buscando lo más profundo de sus sentimientos plasmar musicalmente esas notas increíbles que en su cabeza dan vueltas y vueltas, escribiendo para varios instrumentos que en conjunto harán esa maravillosa música, sin embargo no solo es eso si no ahora el trabajo de los ensayos con cada uno de los músicos, horas y horas de trabajo de manera individual, correcciones en la escritura en el arreglo, sin contar las horas de estudio individual de cada uno de los músicos captando o tratando de captar la idea del director y arreglista, repitiendo una y otra vez cada compás para tener la perfección al ejecutar, dice sé que no existe la perfección, pero en este caso una nota fuera de lugar sería una catástrofe, se está preparando un concierto.
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Literalmente horas de ensayo individual para después terminar ensayando de manera grupal, estoy ignorando un poco el trabajo de un arreglista en cada uno de los temas, pasemos ahora al ensayo grupal donde el director y arreglista tiene que tener en su mente la ejecución de cada uno de los
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músicos para poder dar instrucciones y corregir en caso necesario, y no solo eso sino también poder hacer modificaciones ahí mismo ya en los ensayos, sin duda alguna el instrumento que toca es muy distinto al de los demás pero esto no significa que no comprenda a la perfección como debe de ser la ejecución de los demás instrumentos por lo tanto tiene el conocimiento de sobra puesto que ha escrito para ellos mismos, estamos hablando por ahora de un solo tema musical sin embargo un concierto se concreta de un mínimo de 20 a 25 temas, no es una cifra determinada pero si algo suficiente, cada minuto cada hora de ensayo se convierte cada vez en ese camino a recorrer indispensable para llegar a la magnificencia, la individualidad de cada músico es importantísima para poder lograr lo que sea plasmado en cada una de las partíchelas para cada uno de los músicos, escuchando cada una de las notas interpretadas por cada músico el director busca la satisfacción auditiva qué califique al 100% su obra, entregando cuerpo y alma en cada uno de los temas, puesto que esto será escuchado en un escenario importante delante de un público a quién hay que convencer y llevar a ese viaje mágico musical que valga realmente un boleto de entrada, sí tal vez el concierto dure una hora y media, dos o tal vez hasta 3 horas, sin embargo hay días y meses detrás de cada uno de los músicos en ese trabajo de construcción, qué se concreta al escuchar el aplauso del respetable.
Tal vez se compró un boleto para dos o tres horas de diversión auditiva, pero detrás de todo eso hiciste en horas de arduo trabajo inspiración creación talento y preocupación porque cada uno de los músicos en conjunto logren el cometido del arreglista y director musical... La complacencia total del respetable público.
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