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Editorial
Nuestro andar por la vida está en función de los sueños, metas y objetivos que nos planteemos, estos darán forma –siguiendo el símil de ese andar- a la fuerza de nuestro paso, a la velocidad de nuestro caminar y a la decisión, entereza y carácter de nuestra marcha.
¿En alguna ocasión has visto avanzar un bote de vela impulsado por el viento?, supongo que si lo cual no tiene mucho de asombroso ya que el viento infla las velas moviendo por así decirlo al bote sobre las olas, pero ¿en alguna ocasión has visto un bote de velas avanzar incluso en contra del viento?, no sé si lo hayas visto, lo que sí puedo decirte es que eso es algo real que cualquiera que sabe andar en esos vehículos conoce y domina.
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En este orden de ideas y antes de darte por vencido ante lo que pueden parecen obstáculos enormes y que parecen insalvables, toma nota de este ejemplo y más que dejarte vencer busca las formas de que incluso eso que enfrentas te sirva para impulsarte en pos de lo que te has planteado.
Las metas, sueños y objetivos que tengamos en nuestra vida nos marcarán el rumbo de nuestro destino, pero la fuerza para llegar a él debe provenir mayormente de nosotros mismos, así que no olvides que está bien dejarse llevar por el viento ¡pero al menos se tu quien levante las velas y dirija tu bote!
¡Éxito!
Roberto Celaya Figueroa, Sc. D. Fundador y Editor en Jefe