Preparad la Pascua — ¿13, 14 o 15 de Nisán? —

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Lucas 22:8

Lucas 22:8

— ¿13, 14 o 15 de Nisán? —

Roberto Celaya Figueroa


…para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas y nosotros por medio de él (I Corintios 8:6)


Dedicatoria

A la Iglesia de Dios (7° Día)

Página web habla hispana: http://www.iglesiadediosapostolica.org/ Página web oficinas centrales: http://www.churchofgod-7thday.org/


Índice

Introducción.................................................................................... 1

¿Cuándo comienza el año bíblico? ............................................... 4

¿Cuándo se celebraba la Pascua? ................................................ 13

Cambio de calendarios y de fechas .............................................. 41

Iglesia romana ....................................................................... 41

Judaísmo histórico ................................................................ 49

¿13, 14 o 15 de Nisán? ................................................................... 58

Las leyes relativas a las funciones de profeta, sacerdote y rey . 74

Conclusión ...................................................................................... 102


Introducción

Como todas las verdades de salvación, la fecha de la Santa Cena es un tópico de controversia en el mundo cristiano. Este punto no es de menor interés pues la observancia de esto implica hacerlo en la fecha correcta

Por un lado se tienen aquellos que en la iglesia romana celebran la Pascua en una fecha que no tiene mayor sustento escritural más que el que la tradición propia le concede, reconocido esto histórica y por ellos mismos. Por otro lado están los del pueblo judío quienes, dejando de lado el calendario bíblico, comenzaron a usar un calendario humano que ha dado como resultado que la fecha de la pascua no coincida con la que bíblicamente debería de ser.

Pero esto no termina ahí ya que incluso en aquellos grupos cristianos que quieren celebrar la Santa Cena en la fecha que bíblicamente procede para la Pascua hay divergencia de opiniones.

Por regla general, la celebración de la Santa cena, tomando como 1


referencia la Escritura que señala que la misma se celebró en la fecha de la Pascua, al inicio del 14 de Nisán, se establece de una manera coloquial señalando que ésta procede “contando catorce días a partir de la luna nueva más próxima al equinoccio de primavera”.

Lo anterior, aparentemente no debería plantear mayor problema, después de todo ¿qué tan complicado puede ser contar catorce días a partir de la luna nueva más próxima al equinoccio de primavera?, pero eso que parece sencillo se vuelve complicado por las implicaciones que tiene, las cuales son dos.

La primera implicación es que en ninguna parte de la Escritura se señala eso del “equinoccio de primavera”, mucho menos que la luna nueva más cercana a éste sea el inicio del año bíblico. Los que señalan la manera anterior de establecer la fecha de la Santa Cena lo deducen de la Escritura señalando que en ese momento, a saber: la luna nueva más próxima al equinoccio de primavera, es cuando bíblicamente comienza el año según Dios.

2


La segunda implicación, incluso si se acepta lo dicho anteriormente como la fecha de inicio del año bíblico, es eso del conteo de los catorce días a partir de dicha fecha, ¿por qué?, porque los que señalan que llegar a la fecha de la Santa Cena se deduce contando catorce días a partir de la luna nueva más próxima al equinoccio de primavera, caen en la situación que el día ese de la luna nueva no lo cuentan, su conteo inicia a partir del siguiente, situación que otros grupos señalan como no correcta señalando al primer grupo de pasarse con un día y celebrar la Santa Cena el 15 de Nisán, por su parte estos últimos, defendiendo su postura, señalan a los otros, los que sí cuentan como primer día el día de la luna nueva, que se están atrasando un día celebrando la Santa Cena realmente el 13 de Nisán.

En la presente obra se busca dilucidar lo anterior para lo cual se requiere dejar claro cuando comienza el año bíblico, cuando se celebraba la Pascua judía, como se deduce la fecha relativa al 14 de Nisán, concluyendo con alguna reflexiones respecto del significado de ese memorial.

Si hay algo de edificación en lo que se comparta a Dios sea la gloria. 3


¿Cuándo comienza el año bíblico?

Dado que Nisán era el inicio de los meses del año, debemos saber cómo reconocer cuándo iniciaba, lo que nos lleva al calendario bíblico dado por Dios y revelado en Su palabra.

Veamos1:

En Éxodo 12, Jehová instruye a Moisés: "Este mes os será principio de los meses; será el primer mes del año para vosotros." (Éxodo 12:02). En el contexto, sabemos que esto fue en o cerca de la primavera2 , pero ¿cómo iba Moisés demarcar "el primer mes" en los próximos años?, ¿cómo iba a saber cuándo comienza la primavera? Génesis tiene la respuesta: "Y Dios dijo: ‘Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sean por señales y tiempos 1

worldslastchance.com, Calendación Bíblica: Calculo del Año Nuevo,

https://www.worldslastchance.com/yahuwahs-calendar/calendacion-biblica-calculodel-ano-nuevo.html 2

Éxodo 09:31 registros que la cebada y el lino se acercaban a la madurez, cuando

fueron destruidos por la plaga del granizo. Por esto, sabemos que se trataba de la primavera, o a punto de primavera. 4


señalados, y para días y años, y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra.’ Y fue así.” (Génesis 1:14-15)

Génesis 1:14 afirma sin ambages que los cuerpos celestes deben ser de "señales y tiempos señalados, y para días y años. Ahora que hemos establecido con certeza que los cuerpos celestes deben determinar años, la pregunta es "¿Qué ocurre en el cielo para avisarnos que el invierno ha terminado y un Año Nuevo pueda comenzar?” Una pista muy importante se puede encontrar en Éxodo 34.

"Y celebrarás la fiesta de las semanas, la de las primicias de la siega del trigo, y la fiesta de la cosecha a la salida (fin, ‫הָ פּוקְּת‬, tekufá) del año" (Éxodo 34:22)

Ahora, examinemos la palabra Hebrea traducida como "fin" (‫הָ פּוקְּת‬, tekufá): "próxima ronda, el circuito de tiempo o espacio,

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un giro, el circuito"3. Mientras que no es inmediatamente evidente desde la Versión Bíblica King James (KJV), la palabra traducida aquí como "fin" se está refiriendo al equinoccio4 de otoño (también llamado el equinoccio otoñal) a mediados del año5. Esto se confirma por el hecho de que la fiesta de la cosecha, también conocida como la "Fiesta de los Tabernáculos" y la "Fiesta de las Carpas", cual cae en otoño, en el Séptimo mes (Levítico 23:34) – a mediados del año, y no al final del año.

La Enciclopedia Judaica está de acuerdo con esta interpretación: “Como se ha dicho, las cuatro estaciones del año judío se llaman tekufot [plural de tekufá]. Más exacto, es el comienzo de cada 3

Diccionario Hebreo Brown-Driver-Briggs,

https://archive.org/details/BDBHebrewLexicon 4

El equinoccio es el momento del año en que el día y la noche tienen la misma

duración debido a que el Sol se encuentra sobre el Ecuador del planeta Tierra. La palabra, como tal, proviene del latín aequinoctĭum, que vendría a traducir ‘noche igual’. El equinoccio tiene lugar dos veces al año, entre el 20 y 21 de marzo (para el equinoccio vernal) y el 22 y 23 de septiembre (para el equinoccio otoñal). Como tal, es el evento astronómico que marca el inicio de la primavera y del otoño, dependiendo del hemisferio en que nos encontremos (significados.com, Significado de Equinoccio, https://www.significados.com/equinoccio/) 5

Strong's H8622,

https://www.blueletterbible.org/lang/lexicon/lexicon.cfm?t=kjv&strongs=h8622 6


una de las cuatro estaciones del año - de acuerdo a la opinión común, el significado comienzo - que lleva el nombre tekufá. (Literalmente "circuito" de ‫ פוף‬relacionada con ‫נפף‬, "un giro"), el tekufá de Nisán (o Abib) denota el Sol medio en el punto equinoccial vernal, al de Tamuz lo denota en el punto del solsticio de verano, al de Tishri, en el punto equinoccial de otoño, y el de Tevet, en el punto del solsticio invernal”6.

Las traducciones a continuación ofrecen una representación más exacta de Éxodo 34:22.

"Y harás para Mí la fiesta de las semanas, al comienzo de la cosecha de trigo, y la fiesta de la cosecha a mediados del año" (Éxodo 34:22, Brenton's English Septuagint ) "Y la fiesta de las semanas Tú observaras por ti mismo; primicias de trigo de la cosecha, y la fiesta de la cosecha, en la revolución del año" (Éxodo 34:22, YLT)

6

Enciclopedia Judaica , el artículo "Calendario", p.356, 7


"Y harás la fiesta de las semanas, de los primeros frutos de la cosecha de trigo, y la fiesta de la cosecha al giro del año " (Éxodo 34:22, Darby)

Hasta ahora, se ha establecido lo siguiente:

La Fiesta de la Cosecha gira en torno a la cosecha de otoño en el Séptimo mes (Levítico 23:34).

La Fiesta de la Cosecha se asocia con el equinoccio de otoño a mediado del año.

Es lógico concluir sobre la base de lo anterior que el principio del año es luego conectado al equinoccio de primavera, que tiene lugar unos seis meses antes y después del equinoccio de otoño. Si las fiestas de otoño están conectadas al equinoccio de otoño a mediado del año, entonces las fiestas de primavera deben estar conectadas al equinoccio de primavera al comienzo del año.

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Es muy importante señalar aquí que la Fiesta de la Cosecha está directamente relacionado con el equinoccio de otoño; por lo tanto, con el fin de cumplir con la ordenanza Bíblica, La Fiesta de la Cosecha debe realizarse en o muy cerca del equinoccio de otoño.

El único punto de anclaje definitivo dada en las Escrituras para determinar el método adecuado para el cálculo del Año Nuevo es el equinoccio de otoño. Éxodo 34:22 dice que La Fiesta de la Cosecha (en el Séptimo mes del calendario lunar) se realiza en el tekufá, cual en su contexto es el equinoccio de otoño. No es posible mantener constante esta ordenanza siempre calculando el Año Nuevo por la primera Luna Nueva después del equinoccio vernal. Si calculamos el Año Nuevo por la Luna Nueva más cercana al equinoccio vernal, sin embargo, la ordenanza Bíblica se cumplirá constantemente.

Si bien la explicación anterior es algo extensa, el resumen de la misma es que el año nuevo se define o inicia con la luna nueva más cercana al equinoccio vernal. La implicación de esto es que si la luna nueva 9


más cercana al equinoccio vernal es la que marca el inicio del año bíblico, luego entonces a los 14 días de esta es cuando la Pascua debe celebrarse.

Como nota al calce ha de señalarse que es interesante que el inicio de los meses sea con la luna nueva ya que eso es coincidente con la manera de contar los días bíblicamente. Secularmente los días comienzan con lo que llamamos las 12 de la noche, pero, en consonancia con la Escritura (Génesis 1:5, 8, 13, 19, 23, 31), los días comienzan a la puesta del sol, la primera parte de los mismos era la parte oscura y la segunda parte de los mismos era la pare clara, terminando estos a la puesta de sol del día siguiente. Interesante, de nuevo, que en los meses se replique el mismo esquema, es decir, los mismos empiezan con la parte oscura, luna nueva, la cual va cediendo a la iluminación del satélite hasta llegar la culminación de la misma con la luna llena.

Una corroboración de todo lo dicho anteriormente la tenemos si se considera que la Pascua se celebraba a los 14 días del inicio del primer mes (Éxodo 12:2-6; Levítico 23:5; Números 28:16); dicha 10


celebración al ser 14 días después de la luna nueva más próxima al equinoccio vernal, siempre cae habiendo luna llena, pero el referente no es que la Pascua se celebre en luna llena ya que como la luna llena dura varios días, la Pascua debe celebrarse 14 días después de la luna nueva más próxima al equinoccio vernal, pero de nuevo: en esa fecha siempre hay luna llena. Es por esto que el Salmo 81:3 dice “tocad la trompeta al nuevo mes, a la luna llena, el día de nuestra fiesta!”. De todas las fiesta decretadas por Jehová, la Pascua es la única que de manera exclusiva se celebra habiendo luna llena7.

7

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1


¿Cuándo se celebraba la Pascua?8

Una vez establecido cuando comienza el año bíblico, lo que sigue es dejar claro cuando se celebraba la Pascua. Esto no es un detalle que uno pueda dar por sentado porque, como se verá más delante, la indicación en algunas partes de la Escritura que la misma habría de celebrarse “entre las dos tardes”, generó, y sigue generando, dos opiniones siendo que unos celebran la Santa Cena a la caída del sol, cuando comienza el 14 de Nisán, otros cuando está la parte clara, ya avanzado el 14 de Nisán. Veamos.

Éxodo 12 1

El Señor habló en Egipto con Moisés y Aarón, y les dijo:

2

«Este mes será para ustedes el principal, el primer mes del

año. 3 Díganle a toda la comunidad israelita lo siguiente: “El día diez de este mes, cada uno de ustedes tomará un cordero o 8

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un cabrito por familia, uno por cada casa. 4 Y si la familia es demasiado pequeña para comerse todo el animal, entonces el dueño de la casa y su vecino más cercano lo comerán juntos, repartiéndoselo según el número de personas que haya y la cantidad que cada uno pueda comer. 5 El animal deberá ser de un año, macho y sin defecto, y podrá ser un cordero o un cabrito. 6 Lo guardarán hasta el catorce de este mes, y ese día todos y cada uno en Israel lo matarán al atardecer. 7 Tomarán luego la sangre del animal y la untarán por todo el marco de la puerta de la casa donde coman el animal. 8 Esa noche comerán la carne asada al fuego, con hierbas amargas y pan sin levadura. 9 No coman ni un solo pedazo crudo o hervido. Todo el animal, lo mismo la cabeza que las patas y las entrañas, tiene que ser asado al fuego, 10 y no deben dejar nada para el día siguiente. Si algo se queda, deberán quemarlo. 11 Ya vestidos y calzados, y con el bastón en la mano, coman de prisa el animal, porque es la Pascua del Señor. …

14


14

Éste es un día que ustedes deberán recordar y celebrar con

una gran fiesta en honor del Señor. Lo celebrarán como una ley permanente que pasará de padres a hijos. … 43

Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Esta es la ordenanza de la

pascua; ningún extraño comerá de ella. 44

Más todo siervo humano comprado por dinero comerá de

ella, después que lo hubieres circuncidado. 45

El extranjero y el jornalero no comerán de ella.

46

Se comerá en una casa, y no llevarás de aquella carne fuera

de ella, ni quebraréis hueso suyo. 47

Toda la congregación de Israel lo hará.

48

Mas si algún extranjero morare contigo, y quisiere celebrar la

pascua para Jehová, séale circuncidado todo varón, y entonces la celebrará, y será como uno de vuestra nación; pero ningún incircunciso comerá de ella. 49

La misma ley será para el natural, y para el extranjero que

habitare entre vosotros.

15


Levítico 23 4

Estas son las fiestas solemnes de Jehová, las convocaciones

santas, a las cuales convocaréis en sus tiempos: 5

En el mes primero, a los catorce del mes, entre las dos

tardes, pascua es de Jehová.

Números 28 16

Pero en el mes primero, a los catorce días del mes, será la

pascua de Jehová.

Deuteronomio 16 1

Guardarás el mes de Abib, y harás pascua a Jehová tú

Dios; porque en el mes de Abib te sacó Jehová tú Dios de Egipto, de noche. 2

Y sacrificarás la pascua a Jehová tú Dios, de las ovejas y

de las vacas, en el lugar que Jehová escogiere para que habite allí su nombre. … 16


4

Y no se verá levadura contigo en todo tu territorio por siete días;

y de la carne que matares en la tarde del primer día, no quedará hasta la mañana. 5

No podrás sacrificar la pascua en cualquiera de las ciudades

que Jehová tu Dios te da; 6

sino en el lugar que Jehová tu Dios escogiere para que

habite allí su nombre, sacrificarás la pascua por la tarde a la puesta del sol, a la hora que saliste de Egipto. 7

Y la asarás y comerás en el lugar que Jehová tu Dios hubiere

escogido; y por la mañana regresarás y volverás a tu habitación.

La fiesta de la Pascua, inicia el calendario de las fiestas de Dios. Esta fiesta era celebrada por el Pueblo de Israel, conforme a la ordenanza, el 14 de Nisán. Nisán era el primer mes del calendario dado por Dios a Su pueblo, como es un calendario luni-solar no corresponde exactamente con el nuestro calendario actual, por lo que el mes de Nisán cae entre marzo y abril cada año, siendo que específicamente el 14 de Nisán puede caer en Marzo o en Abril cada año. Nisán abre el calendario dado por Dios a Su pueblo precisamente cuando la vida 17


comienza de nuevo cada año, en lo que conocemos con primavera. La Pascua, así como las restantes fiestas que caen en primavera - Panes sin levadura, Primicias, y Pentecostés- marcan, al igual que las cosechas tempranas de esa estación, ese inicio con el que Jesús abrió la consumación del plan de Dios, el resto de las fiestas - Trompetas, Expiación, y Tabernáculos- de manera significativa caen en otoño, época de la recolección final de los frutos de la tierra, con lo que se cumplimenta el plan de nuestro Creador.

De manera trascendental la Pascua es una sombra del sacrificio redentor que en su momento haría por toda la humanidad. Pascua (‫אחסק‬, Pesaj), significa Pasar en referencia a cuando el ángel de la muerte pasó por alto las casas de los hebreos que habían marcado sus muertas con la sangre del cordero evitando la muerte de sus primogénitos cuando cayó la décima plaga sobre Egipto, esto es sombra del sacrificio de Cristo cuando derramando Su sangre nos libró de la esclavitud del pecado y nos salvó de la muerte.

Al igual que el cordero pascual, Cristo es seleccionado el día 10 de Nisán. El 9 de Nisán Jesús estaba en Betania (Juan 12:1), al día 18


siguiente, 10 de Nisán, va a Jerusalén y la gente lo aclama como el que viene en el nombre del Señor, como el rey de Israel (Juan 12:1213).

La idea de tener el cordero pascual desde el 10 y hasta el 14 de Nisán era para inspeccionarlo y estar seguro que cumplía los requisitos dados de ser sin defecto, esto inicia cuando el 10 de Nisán Jesús echa a los mercaderes del Templo y es cuestionado por los sacerdotes por hacer eso, es decir, lo estaban examinando, dando Jesús en sus respuestas prueba de ser sin defecto alguno (Mateo 21:23-27; 22:3540), esta examinación no terminaría sino hasta su sacrificio el día 14 de Nisán. Y todavía previo a este sería revisado por Anás, sumo sacerdote del Sanedrín (Juan 18:12-14), por Caifás, sumo sacerdote del Sanedrín (Mateo 26:57-68), por Herodes, rey de Judea (Lucas 23:6-12), y por Pilato, prefecto de la provincia de Judea (Mateo 27: 12, 11-14), en este sentido claramente este último, Pilato, llega a decir “No encuentro delito en este hombre” (Lucas 23:4).

Ahora veamos algo impresionante que tiene que ver con el momento en que debía celebrarse la Pascua, hacerse el sacrificio pascual. 19


¿Alguna vez te has preguntado de que si existiera un momento específico y exacto para la Pascua tendríamos un problema ya que o Jesús la celebró en el momento correcto mientras que Su sacrificio fue en el momento incorrecto o bien Jesús la celebró en el momento incorrecto y Su sacrificio fue en el momento correcto? ¿Cómo conciliar estos dos momentos?

La pascua debía ser celebrada la noche del 14 de Nisán (Éxodo 12:6,8), entre las dos tardes (Levítico 23:5), el 14 de Nisán (Números 28:6), a la puesta del sol (Deuteronomio 16:6). Éxodo, Números y Deuteronomio no dejan lugar a dudas que la celebración de la Pascua sería al inicio de Nisán (recordar que para Dios los días se calculan de tarde en tarde, es decir el día comienza caída del sol y termina hasta la siguiente caída del sol -Génesis 1.5 “la tarde y la mañana de un día”-), por lo que su celebración sería a la caída del sol, cuando comienza la noche propiamente dicho. Sobre la cuestión del término las dos tardes de Levítico 23:5 para el sacrificio de la Pascua, es asombroso como es que Jesús cumplió con las dos interpretaciones existentes. Para los Saduceos y los Samaritanos “entre las dos tarde” significa al anochecer, ya que de esta manera definen el período de 20


tiempo que va desde la puesta del sol a la oscuridad total. Por esta razón ellos sacrificaban al cordero inmediatamente después a la puesta del sol del 14 de Nisán y es decir que cenaba al comienzo del 14 de Nisán, como lo hizo Jesús (Mateo 26:20). Mientras que los fariseos consideraban que “la primera tarde” como el tiempo posterior a la primera caída del sol, es decir, después del mediodía hasta la hora novena (las 15.00 hrs.) y la segunda tarde desde la hora novena hasta la puesta del sol. Por eso sacrificaban al cordero “entre las dos tardes” es decir entre la novena y la décima hora (entre las 15:00 y 16:00 hrs.) y lo comían a la noche, es decir al comienzo del 15 de Nisán, por eso después de la Santa Cena, al día siguiente cuando Jesús es llevado al Pretorio, algunos de los sacerdotes no entraron para poder luego celebrar la Pascua (Juan 18:28). Jesús cumplió ambas interpretaciones, que al parecer y solo por esto pueden ser válidas ya que celebró la Santa Cena al inicio del 14 de Nisán, a la puesta del sol, iniciando la noche (dejándonos ese memorial para siempre) y a la vez fue muerto “entre las dos tardes”, es decir, a la hora novena (Mateo 27:45-56), 15:00 horas. Así que tenemos un momento para la celebración (al inicio del 14 de Nisán) y otro para la

21


consumación (14 de Nisán, entre “dos tardes”), siendo que ambos los cumplió Jesús.

Jesús celebró la Santa Cena al inicio del 14 de Nisán (Mateo 26:20), cuando comenzó la parte oscura del mismo, fue muerto en la cruz el 14 de Nisán entre dos tardes (Mateo 27:50, 57-60), ya en la parte clara, fue muerto en Jerusalén, dónde Dios había establecido se celebrara la Pascua (Juan 12:12, 19:4; Marcos 15:25) aunque fuera de sus puertas como ofrenda por el pecado (Levítico 4:12), y no se le quebró hueso alguno (Juan 19:36). La sombra de comer la carne del cordero pascual –lo cual sólo podía hacerlo todo siervo comprado (1 Timoteo 2:6; Romanos 3:25; Hebreos 10:12)- se clarifica cuando “Jesús [ ] dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros” (Juan 6:53).

Sobre esto, el profeta Isaías predijo el sacrificio supremo de Jesucristo: al señalar que “más él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados” (Isaías 53:5). Isaías profetizó 22


además que “Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros” (v. 6). El Mesías iba a ser “angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca” (v. 7). “Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido” (v. 8).

El rey David, cuyos escritos se remontan unos 1.000 años antes de la muerte de Cristo, también profetizó sobre la humillación y el dolor insoportable que sufriría Jesús durante su crucifixión: “más yo soy gusano, y no hombre; oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo. Todos los que me ven me escarnecen” (Salmos 22:6-7). “He sido derramado como aguas, y todos mis huesos se descoyuntaron; mi corazón fue como cera, derritiéndose en medio de mis entrañas. Como un tiesto se secó mi vigor, y mi lengua se pegó a mi paladar, y me has puesto en el polvo de la muerte. Porque perros me han rodeado; me ha cercado cuadrilla de malignos; horadaron mis manos y mis pies. Contar puedo todos mis huesos; entre tanto, ellos me miran y me observan” (Salmos 22: 14-17) 23


Los alcances de este sacrificio, si bien estaban contenidos en sombra en la celebración de la pascua judía, serían claramente expuestos en los primeros años de la iglesia de Dios. Pedro hablando al respecto señalo sobre Jesús en 1 Pedro 2:24 que “llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados”. Pablo escribiendo a los Hebreos señaló en cuanto a Jesús que “en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado” (Hebreos 9:26); escribiendo a los Romanos señaló que “Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos” (Romanos 5:6), escribiendo a los Corintios les dijo que “nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros” (1 Corintios 5:7)

Si bien la reconciliación que el sacrificio redentor de Jesús con su muerte nos ganó ante el Padre, el efecto pleno de esto excede incluso lo que pudiéramos decir o pensar: ser parte de Su familia divina (Efesios 2:19) como reyes y sacerdotes (Revelación 5:10) y coheredar con Jesús todas las cosas (Romanos 8:32). 24


Por último, tanto con la sombra del Antiguo Testamento como con la plenitud del Nuevo, podemos leer de nuevo los Salmos que en la Pascua se cantaban y entender con mayor profundidad el mensaje que ellos contenían.

A los Salmos 113-118 se les denomina tradicionalmente los “Salmos Hallel” y al Salmo 136 “Gran Hallel”, pues tienen que ver con la alabanza a Dios por la liberación de la esclavitud egipcia bajo Moisés. Por esta razón, estos salmos forman una parte importante del culto tradicional de la Pascua.

Por costumbre judía los primeros dos (113-114) se cantan antes de la cena de la Pascua, y los últimos cuatro (115-118) después. El Salmo 136 era el de mayor solemnidad y el conclusivo de la Pascua.

No cabe duda que se tratan de los himnos que Jesús y sus discípulos cantaron en la noche en que instituyó la Cena del Señor (Mateo 26:30).

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Antes de la Cena de la Pascua

Salmo 113 1

Alabad, siervos de Jehová, Alabad el nombre de Jehová.

2

Sea el nombre de Jehová bendito

Desde ahora y para siempre. 3

Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone,

Sea alabado el nombre de Jehová. 4

Excelso sobre todas las naciones es Jehová,

Sobre los cielos su gloria. 5

¿Quién como Jehová nuestro Dios,

Que se sienta en las alturas, 6

Que se humilla a mirar

En el cielo y en la tierra? 7

El levanta del polvo al pobre,

Y a la menesterosa alza del muladar, 8

Para hacerlos sentar con los príncipes,

Con los príncipes de su pueblo.

26


9

El hace habitar en familia a la estéril,

Que se goza en ser madre de hijos. Aleluya.

Salmo 114 1

Cuando salió Israel de Egipto, La casa de Jacob del pueblo extranjero,

2

Judá vino a ser su santuario,

E Israel su señorío. 3

El mar lo vio, y huyó;

El Jordán se volvió atrás. 4

Los montes saltaron como carneros,

Los collados como corderitos. 5

¿Qué tuviste, oh mar, que huiste?

¿Y tú, oh Jordán, que te volviste atrás? 6

Oh montes, ¿por qué saltasteis como carneros,

Y vosotros, collados, como corderitos? 7

A la presencia de Jehová tiembla la tierra,

A la presencia del Dios de Jacob, 27


8

El cual cambió la peña en estanque de aguas,

Y en fuente de aguas la roca.

Después de la Cena de la Pascua

Salmo 115 1

No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, Sino a tu nombre da gloria, Por tu misericordia, por tu verdad.

2

¿Por qué han de decir las gentes:

¿Dónde está ahora su Dios? 3

Nuestro Dios está en los cielos;

Todo lo que quiso ha hecho. 4

Los ídolos de ellos son plata y oro,

Obra de manos de hombres. 5

Tienen boca, mas no hablan;

Tienen ojos, mas no ven;

28


6

Orejas tienen, más no oyen;

Tienen narices, mas no huelen; 7

Manos tienen, mas no palpan;

Tienen pies, mas no andan; No hablan con su garganta. 8

Semejantes a ellos son los que los hacen,

Y cualquiera que confía en ellos. 9

Oh Israel, confía en Jehová;

Él es tu ayuda y tu escudo. 10

Casa de Aarón, confiad en Jehová;

Él es vuestra ayuda y vuestro escudo. 11

Los que teméis a Jehová, confiad en Jehová;

Él es vuestra ayuda y vuestro escudo. 12

Jehová se acordó de nosotros; nos bendecirá;

Bendecirá a la casa de Israel; Bendecirá a la casa de Aarón. 13

Bendecirá a los que temen a Jehová,

A pequeños y a grandes. 14

Aumentará Jehová bendición sobre vosotros;

Sobre vosotros y sobre vuestros hijos. 29


15

Benditos vosotros de Jehová,

Que hizo los cielos y la tierra. 16

Los cielos son los cielos de Jehová;

Y ha dado la tierra a los hijos de los hombres. 17

No alabarán los muertos a JAH,

Ni cuantos descienden al silencio; 18

Pero nosotros bendeciremos a JAH

Desde ahora y para siempre. Aleluya.

Salmo 116 1

Amo a Jehová, pues ha oído Mi voz y mis súplicas;

2

Porque ha inclinado a mí su oído;

Por tanto, le invocaré en todos mis días. 3

Me rodearon ligaduras de muerte,

Me encontraron las angustias del Seol; Angustia y dolor había yo hallado. 4

Entonces invoqué el nombre de Jehová, diciendo:

Oh Jehová, libra ahora mi alma. 30


5

Clemente es Jehová, y justo;

Sí, misericordioso es nuestro Dios. 6

Jehová guarda a los sencillos;

Estaba yo postrado, y me salvó. 7

Vuelve, oh alma mía, a tu reposo,

Porque Jehová te ha hecho bien. 8

Pues tú has librado mi alma de la muerte,

Mis ojos de lágrimas, Y mis pies de resbalar. 9

Andaré delante de Jehová

En la tierra de los vivientes. 10

Creí; por tanto hablé,

Estando afligido en gran manera. 11

Y dije en mi apresuramiento:

Todo hombre es mentiroso. 12

¿Qué pagaré a Jehová

Por todos sus beneficios para conmigo? 13

Tomaré la copa de la salvación,

E invocaré el nombre de Jehová.

31


14

Ahora pagaré mis votos a Jehová

Delante de todo su pueblo. 15

Estimada es a los ojos de Jehová

La muerte de sus santos. 16

Oh Jehová, ciertamente yo soy tu siervo,

Siervo tuyo soy, hijo de tu sierva; Tú has roto mis prisiones. 17

Te ofreceré sacrificio de alabanza,

E invocaré el nombre de Jehová. 18

A Jehová pagaré ahora mis votos

Delante de todo su pueblo, 19

En los atrios de la casa de Jehová,

En medio de ti, oh Jerusalén. Aleluya.

Salmo 117 1

Alabad a Jehová, naciones todas; Pueblos todos, alabadle.

32


2

Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia,

Y la fidelidad de Jehová es para siempre. Aleluya.

Salmo 118 1

Alabad a Jehová, porque él es bueno; Porque para siempre es su misericordia.

2

Diga ahora Israel,

Que para siempre es su misericordia. 3

Diga ahora la casa de Aarón,

Que para siempre es su misericordia. 4

Digan ahora los que temen a Jehová,

Que para siempre es su misericordia. 5

Desde la angustia invoqué a JAH,

Y me respondió JAH, poniéndome en lugar espacioso. 6

Jehová está conmigo; no temeré

Lo que me pueda hacer el hombre. 7

Jehová está conmigo entre los que me ayudan;

Por tanto, yo veré mi deseo en los que me aborrecen.

33


8

Mejor es confiar en Jehová

Que confiar en el hombre. 9

Mejor es confiar en Jehová

Que confiar en príncipes. 10

Todas las naciones me rodearon;

Mas en el nombre de Jehová yo las destruiré. 11

Me rodearon y me asediaron;

Mas en el nombre de Jehová yo las destruiré. 12

Me rodearon como abejas; se enardecieron como fuego

de espinos; Mas en el nombre de Jehová yo las destruiré. 13

Me empujaste con violencia para que cayese,

Pero me ayudó Jehová. 14

Mi fortaleza y mi cántico es JAH,

Y él me ha sido por salvación. 15

Voz de júbilo y de salvación hay en las tiendas de los

justos; La diestra de Jehová hace proezas. 16

La diestra de Jehová es sublime;

La diestra de Jehová hace valentías. 34


17

No moriré, sino que viviré,

Y contaré las obras de JAH. 18

Me castigó gravemente JAH,

Mas no me entregó a la muerte. 19

Abridme las puertas de la justicia;

Entraré por ellas, alabaré a JAH. 20

Esta es puerta de Jehová;

Por ella entrarán los justos. 21

Te alabaré porque me has oído,

Y me fuiste por salvación. 22

La piedra que desecharon los edificadores

Ha venido a ser cabeza del ángulo. 23

De parte de Jehová es esto,

Y es cosa maravillosa a nuestros ojos. 24

Este es el día que hizo Jehová;

Nos gozaremos y alegraremos en él. 25

Oh Jehová, sálvanos ahora, te ruego;

Te ruego, oh Jehová, que nos hagas prosperar ahora. 26

Bendito el que viene en el nombre de Jehová;

Desde la casa de Jehová os bendecimos. 35


27

Jehová es Dios, y nos ha dado luz;

Atad víctimas con cuerdas a los cuernos del altar. 28

Mi Dios eres tú, y te alabaré;

Dios mío, te exaltaré. 29

Alabad a Jehová, porque él es bueno;

Porque para siempre es su misericordia.

Conclusivo de la Pascua Salmo 136 1

Alabad a Jehová, porque él es bueno, Porque para siempre es su misericordia.

2

Alabad al Dios de los dioses,

Porque para siempre es su misericordia. 3

Alabad al Señor de los señores,

Porque para siempre es su misericordia. 4

Al único que hace grandes maravillas,

Porque para siempre es su misericordia. 5

Al que hizo los cielos con entendimiento,

Porque para siempre es su misericordia.

36


6

Al que extendió la tierra sobre las aguas,

Porque para siempre es su misericordia. 7

Al que hizo las grandes lumbreras,

Porque para siempre es su misericordia. 8

El sol para que señorease en el día,

Porque para siempre es su misericordia. 9

La luna y las estrellas para que señoreasen en la noche,

Porque para siempre es su misericordia. 10

Al que hirió a Egipto en sus primogénitos,

Porque para siempre es su misericordia. 11

Al que sacó a Israel de en medio de ellos,

Porque para siempre es su misericordia. 12

Con mano fuerte, y brazo extendido,

Porque para siempre es su misericordia. 13

Al que dividió el Mar Rojo en partes,

Porque para siempre es su misericordia; 14

E hizo pasar a Israel por en medio de él,

Porque para siempre es su misericordia; 15

Y arrojó a Faraón y a su ejército en el Mar Rojo,

Porque para siempre es su misericordia. 37


16

Al que pastoreó a su pueblo por el desierto,

Porque para siempre es su misericordia. 17

Al que hirió a grandes reyes,

Porque para siempre es su misericordia; 18

Y mató a reyes poderosos,

Porque para siempre es su misericordia; 19

A Sehón rey amorreo,

Porque para siempre es su misericordia; 20

Y a Og rey de Basán,

Porque para siempre es su misericordia; 21

Y dio la tierra de ellos en heredad,

Porque para siempre es su misericordia; 22

En heredad a Israel su siervo,

Porque para siempre es su misericordia. 23

Él es el que en nuestro abatimiento se acordó de

nosotros, Porque para siempre es su misericordia; 24

Y nos rescató de nuestros enemigos,

Porque para siempre es su misericordia.

38


25

El que da alimento a todo ser viviente,

Porque para siempre es su misericordia. 26

Alabad al Dios de los cielos,

Porque para siempre es su misericordia.

39


1


Cambio de calendarios y de fechas

En este punto hay que hacer un paréntesis pues la iglesia romana y el judaísmo histórico, han efectuado cambios que afectan el señalamiento de lo que bíblicamente debe considerarse como el 14 de Nisán.

Iglesia romana

El cambio relativo a la fecha de la celebración de la Pascua puede rastrearse hasta lo que se conoce como la controversia cuartodecimana.

La controversia cuartodecimana surgió porque los cristianos de las iglesias de Jerusalén y Asia Menor celebraban la Pascua el día 14 del primer mes (Aviv), mientras que las iglesias de Roma y sus alrededores cambiaron la práctica para celebrar la Pascua el domingo siguiente, llamándolo «el día de la resurrección de nuestro Salvador». La diferencia se convirtió en una controversia eclesiástica cuando 41


sínodos de obispos que mantenían la tradición apostólica condenaron esa práctica9.

Entre las controversias acerca de la fecha en que la Pascua cristiana debe ser celebrada, los conflictos conocidos como controversias pascuales, la primera registrada es la cuartodecimana.

A mediados del siglo II, la práctica en Asia Menor era el ayuno prepascual y la fiesta celebrada en el día 14 (la luna llena) del mes lunar de Nisán; la fecha del sacrificio de la Pascua que había sido ofrecido cuando el Segundo Templo todavía estaba en pie, y «el día en que las personas ponen la levadura fuera». Los que observaban esta práctica fueron llamados cuartodecimanos, debido a la celebración de su fiesta el día 14 de Nisán10.

La práctica había sido seguida por Policarpo (c. 69- c. 155), quien fue discípulo de Juan el Apóstol y obispo de Esmirna, una de las siete iglesias de Asia; y por Melitón de Sardes (m. c. 180). Ireneo escribió 9

Controversia Pascual, https://ec.aciprensa.com/wiki/Controversia_Pascual

10

Cuartodecimanismo,

https://amp.ww.bluerock.es/1256700/1/cuartodecimanismo.html 42


que Policarpo visitó Roma cuando Aniceto era su obispo (c. 68-153), y entre los temas tratados fue esta divergencia de costumbre, con Roma instituyendo la fiesta de la Pascua en lugar de la Pesáj11.

Ireneo señaló:

Tampoco pudo Aniceto persuadir a Policarpo a no observar lo que siempre había observado con Juan el discípulo del Señor, y los otros apóstoles a quienes había conocido; tampoco pudo Policarpo persuadir a Aniceto observar lo que, como dijo, se debía seguir según las costumbres de los presbíteros que le habían precedido12.

Polícrates declaró enfáticamente que estaba siguiendo la tradición transmitida a él:

11

Enciclopedia cattolica, Sansoni, Firenze 1949, voz: «quatordecimano»;

Diccionario enciclopédico de historia de la Iglesia. vol. II: I a la Z, Editorial Herder, Barcelona 2005, ISBN 84-254-2413-5, voz: «Pascua, controversia sobre la celebración de» elaborada por Wolfgang A. Bienert 12

Idem 43


Nosotros observamos el día genuino, ni le agregamos a eso o tomamos de allí. Porque en Asia grandes luces han dormido, los cuales se levantarán de nuevo el día de la venida del Señor. [...] Todos éstos observaron el decimocuarto día de la Pascua según el evangelio, desviándose en ningún aspecto, sino siguiendo la regla de la fe. Además yo, Polícrates, que soy el menor de ustedes, según la tradición de mis parientes, algunos de quienes yo he seguido. Porque siete de mis parientes fueron obispos, y yo soy el octavo: mis parientes siempre observaron el día cuando el pueblo de los judíos tira la levadura13.

Al recibir la respuesta negativa de Polícrates, Víctor trató de excomulgar a Polícrates y a los otros que tomaron esta postura en unidad común, pero revirtió su decisión después de que obispos, incluyendo a Ireneo, obispo de Lugdunum en la Galia, intercedieron y recomendaron a Víctor seguir con la actitud más pacífica de sus predecesores14.

13

Idem

14

Idem 44


Fue a partir del siglo IV, durante la decadencia del Imperio Romano, cuando la iglesia católica tomó el control de la mayor parte de las celebraciones paganas que se realizaban, anulándolas y/o reconvirtiéndolas en fiestas religiosas (entre ellas las mencionadas Saturnales y las del ‘Sol Invictus’ del 25 de diciembre, las cuales reconvirtieron en lo que hoy en día conocemos como Navidad o incluso el Día de San Valentín). Con ello también vino el reubicar en el calendario otra de las grandes fiestas de la iglesia: la Semana Santa, como conmemoración de la ‘última cena’ celebrada por Jesucristo con sus apóstoles, su captura, crucifixión y resurrección, pero también otra celebración muy vinculada con los orígenes del cristianismo: la Pascua judía, que se celebraba el 14 de Nisán15.

Para especificar la fecha el emperador romano Constantino el Grande estableció, en el primer Concilio de Nicea (año 325 d.C.), una fórmula por la cual se determinaría cuándo caería la celebración de la Semana Santa y ésta sería siempre en el domingo siguiente a la primera luna llena tras la entrada de la primavera (Domingo de resurrección)16. 15

¿Por qué el carnaval cae cada año en una fecha distinta?,

https://blogs.20minutos.es/yaestaellistoquetodolosabe/tag/fecha-del-carnaval/ 16

Idem 45


El Concilio de Nicea estableció, en el año 325, la regla según la cual la Pascua se celebraría el primer domingo tras la luna llena que sigue al equinoccio de primavera del hemisferio norte17.

Además de esa cuestión fundamental, en Nicea se fijó la celebración de la Pascua en el primer domingo después del primer plenilunio de primavera, siguiendo la praxis habitual en la iglesia de Roma y en muchas otras. También se trataron algunas cuestiones disciplinares de menor importancia, relativas al funcionamiento interno de la Iglesia18.

El Concilio concluyó solemnemente el 25 de julio de 325, día del 28 aniversario del Emperador Constantino, quien en la oración final subrayó que estaba prohibido hacer disputas cristológicas, aprobó la fecha de la entonces definitiva Pascua cristiana (diferente de la judía) y proclamó, triunfante, la nueva y verdadera unidad de toda la Iglesia.

17

Idem

18

53. ¿Qué sucedió en el Concilio de Nicea?, https://opusdei.org/es/article/53-que-

sucedio-en-el-concilio-de-nicea/ 46


Carta de Constantino Augusto a las Iglesias en Roma19. Concilio de Nicea. Año 325 D.C. (cursivas nuestras)

“Habiendo experimentado la grandeza de la bondad divina, en el resurgimiento del estado, en lo que a las relaciones públicas se refiere, pienso que es totalmente mi responsabilidad hacer que la feliz multitud que compone la iglesia católica sea conservada en una misma fe.

Por el amor y la armonía de nuestra común devoción al Señor Altísimo en cuanto a lo concerniente al más sagrado día de Pascua, fue decretado, por consentimiento común (de todos los obispos católicos) que debe ser celebrado el mismo día en cada lugar, esto es para que sea más hermoso y más venerable por medio de un festival por el cual hemos recibido la esperanza de la inmortalidad por lo cual deberá ser observado por todos de la misma manera.

19

Carta de Constantino a las Iglesias sobre la fecha de la Pascua, conservada en

EUSEBIO, VC 3.17-18; SÓCRATES, HE 1.9; TEODORETO, HE 1.9; GELASIO, HE 2.37.10. 47


Nos ha parecido algo indigno a todos, que la celebración de ésta fiesta de la más alta solemnidad se deba guardar siguiendo la costumbre de aquéllos judíos inmundos y miserables, quienes habiendo manchado sus manos con tan horrible crimen (la muerte de Jesús) por tanto, son afectados por la ceguera merecidamente del alma.

Es correcto entonces, que rechazando las prácticas de ése pueblo, nosotros (totalmente divorciados) perpetuemos a todas las futuras generaciones, la celebración de éste rito en un orden más legítimo y no tengamos nada en común con ésta detestable multitud de judíos.

Como es necesario entonces debemos enmendar esto, para no tener nada compartido con las costumbres de aquéllos parricidas y asesinos de nuestro Señor Jesucristo.

Por lo tanto, como la forma más apropiada ha sido establecida por todas las iglesias occidentales y las sureñas y orientales, ha sido decidido que esto sea así y yo mismo, me he prometido que 48


éste arreglo tenga vuestra aprobación y que la costumbre que prevalezca esté en armonía con la ciudad de Roma.

También es muy oportuno que todos deben unirse en desear lo que la razón de sonido aparece en la demanda y evitar toda participación en la realización perjura de los judíos. (Y así no tener ningún tipo de relaciones con éstos judíos perjuros.)

Es vuestro deber recibir y establecer los argumentos presentados y observar el más santo día, en una fecha diferente de la que hacen los judíos”

Judaísmo histórico

El mes en el calendario hebreo se basa en el ciclo que cumple la Luna al circunscribir por completo al planeta Tierra. Desde nuestro planeta el ojo humano puede percibir cuatro diferentes estados principales de la Luna, a saber: luna nueva, cuarto creciente, luna llena o plenilunio y cuarto menguante. Tal ciclo dura aproximadamente 29 días y medio. 49


Desde la Antigüedad, los antiguos hebreos sabían ya calcular la duración exacta de tal ciclo, estimando de acuerdo con sus conocimientos astronómicos que el periplo del satélite en torno al planeta Tierra tenía una duración de '29 días, 12 horas y otras 793/1080 de hora' (es decir, otros 44 minutos y 3,33 segundos), siendo por consiguiente su error de cálculo sólo de medio segundo. Debido a que la cantidad de días en un mes debía ser exacta, el calendario hebreo emplea meses de 29 y de 30 días, intercalándolos20.

Al fin del mes hebreo, la Luna está completamente a oscuras y no es visible desde la Tierra. Al despuntar el cuarto creciente, apenas se alcanza a ver a la Luna como una finísima guadaña y ella desaparece en el horizonte minutos después del ocaso: ello marca el inicio del mes hebreo. Con el correr de los días, al ser contemplada desde la Tierra, la parte iluminada de la Luna crece paulatinamente hasta llegar al plenilunio, que marca exactamente la mitad del mes. A partir de ahí, con el discurrir de los días, vuelve la Luna a menguar, hasta

20

The Gauss Pesach Formula, https://hebrewcalendar.tripod.com/gauss.html; ;

Jewish Calendar, https://www.yeshiva.co/calendar/ 50


desaparecer por completo, culminando también del mismo modo el mes del calendario hebreo21.

En el año 359, Hillel II perfeccionó los cálculos y métodos conocidos y estableció los mecanismos de embolismo del año utilizados hasta el día de hoy, que han sido corroborados por las últimas y más modernas observaciones astronómicas. Dichos cálculos ya eran conocidos desde cientos de años atrás, pero hasta aquellos tiempos se preferían los métodos empíricos para establecer el comienzo del mes —dos testigos que habían de atestiguar ante el gran Sanedrín que habían visto el naciente de la Luna— y el comienzo de la primavera, basándose en la maduración de las mieses y la llegada del equinoccio de primavera (el 20 de marzo en el hemisferio norte), que es la fecha en que el día y la noche tienen la misma duración; mientras que el almanaque era utilizado en caso de impedimentos, como días nublados22.

21

Idem

22

idem 51


Se cree que la razón por la cual Hillel II publicó el calendario hebreo, tal como se utiliza desde sus tiempos hasta nuestros días, proviene de una de las decisiones tomadas por el Cristianismo en el primer Concilio de Nicea, celebrado el año 325, a instancias del emperador Constantino I el Grande. Según la tradición cristiana, Jesús de Nazaret fue crucificado el Viernes Santo, coincidente con el viernes de la Pascua judía. El Concilio decidió desvincularse del judaísmo también en este aspecto, y prescindir de la necesidad de averiguar año tras año la fecha exacta de la Pascua judía. A tal efecto, se estipuló que el primer día de la Pascua cristiana, el Domingo de Pascua o de Resurrección, se celebre el primer domingo después de la luna llena, inmediatamente luego del equinoccio de primavera. Cabe destacar que al independizar al calendario litúrgico cristiano del hebreo, perdió el primero la flexibilidad y el equilibrio que caracterizan a este último, lo que terminó causando, con el correr de los siglos, el corrimiento de la Pascua cristiana hacia el invierno, desfase que hubo de ser corregido al cabo de un milenio por el papa Gregorio XIII, por medio de su calendario gregoriano. De todos modos, la decisión de Nicea despertó el temor entre los judíos de la época de que los cristianos les prohibiesen anunciar los comienzos de mes y los embolismos de cada 52


año, indispensables para el normal discurrimiento de la vida judía; y de ahí la necesidad de un calendario preestablecido de antemano y aceptado por todas las diásporas del pueblo judío. Mientras en la Biblia Mateo 28:1 encontramos que el primer día de la semana revisaron donde estaba, siendo domingo, él fue crucificado el viernes23.

Un comentario adicional, que tiene que ver con la diferencia entre el calendario hebreo y el calendario bíblico, es la adición por parte de los primeros, cada ciertos años, de un mes adicional al año, mes que se conoce como Adar II, a dicha adición se le conoce como embolismo. Detrás de esto hay una razón humanamente valedera pero no escrituralmente.

El problema, a los ojos de los judíos, con el calendario bíblico, lunisolar, es que el mes lunar consta de 29 o 30 días dando un año lunar de 354 días, desfasado con los 365 ¼ días del calendario solar. Por lo

23

Idem 53


que conforme transcurriera los años ambos se iban desfasando lo cual daría que la Pascua cayera en invierno, no al inicio de la primavera.

Antes de seguir con esto hay que aclarar que la confusión anterior, si bien humanamente es procedente, escrituralmente no lo es pues lo único que se tenía que hacer no era considerar meses de 30 días según el ciclo de la luna, sino claramente como señala la Palabra, iniciar cada mes con la luna nueva. Punto. Eso daría que en cierto momento el inicio del siguiente año sí se extendiese, tal vez dando un último mes más largo, pero ajustaría escrituralmente el calendario.

Siguiendo con el comentario antes de esta pausa, en vez de lo anterior, los judíos decidieron manejar meses de 30 días y cada cierto tiempo adicionar otro mes que se llamaría Adar II, con lo que se conoce, como ya se comentó, como embolismo.

El método original de embolismo, desarrollado alrededor del siglo VI a. C., establecía que habría de agregarse un mes más, en tres años de cada ciclo de ocho. Ya en el siglo V a. C. se perfeccionó el sistema, estipulándose de ahí en adelante que el agregado habría de hacerse 54


en siete años por cada ciclo de diecinueve. Se estima que dichas técnicas tienen sus raíces en los conocimientos de astronomía de los babilonios, muy adelantados para su época, y del astrónomo griego Metón (siglo v a. C.), y son aceptadas hasta el día de hoy24.

El problema, como puede verse con lo anteriormente comentado, es que dicha manera de contar el tiempo no se remonta hasta la creación sino cuando mucho hasta el siglo VI a. C. Esto debería ser más que suficiente para que, alguien que siguiera este calendario se diera cuenta de que, si bien es in loable esfuerzo humano por mejorar el cómputo del tiempo, el mismo viene a afectar el calendario bíblico dado por Dios a los hombres basado en las lumbreras que Él estableció para ello.

Por último, respecto de este treceavo mes, no hay una sola mención en la Palabra de que lo anterior deba hacerse, si así hubiese sido desde el principio al menos los elegidos por Dios o su pueblo hubiesen contado así el tiempo, pero no, desde el principio el calendario bíblico

24

El 13º Jodesh/Mes, https://anunciadora-de-sion.wixsite.com/lo-bueno/ty-09 55


dado por Dios se basaba, y se basa, en las lumbreras que Dios estableció para ello, como también esto ya se ha comentado.

Lo anterior ocasiona que, en casos extremos, las iglesias que siguen el calendario hebreo se desfasen casi un mes respecto de aquellas que siguen el calendario bíblico.

56


1


¿13, 14 o 15 de Nisán?

Los cristianos saben que, conforme a la Palabra, la celebración de la Santa Cena, en la misma fecha que se celebraba la Pascua, debe hacerse al inicio del 14 de Nisán, el cual comienza como ya se indicó a la caída del sol. Dicha fecha debe establecerse de manera bíblica, es decir, a los 14 días del mes de Nisán el cual inicia, también como ya se comentó, con la luna nueva más próximo al equinoccio de primavera.

Si bien con la iglesia romana o el judaísmo histórico pudiera tenerse alguna diferencia en cuanto a la fecha de la Pascua, uno podría suponer que al menos entre los cristianos que sostienen lo anterior no debería haber divergencia en opiniones pues el inicio del año bíblico está claro —luna nueva más próxima al equinoccio de primavera— y los catorce días de ese mes igual, pero la realidad es que sí hay diferencia siendo que hay quienes celebran la Santa Cena el 13 de Nisán, otros el 14 de Nisán y otros el 15 de Nisán. ¿Por qué se da esto?

58


Como ya quedo establecido, la Santa Cena, bíblicamente hablando, debe celebrarse en la misma fecha de la Pascua, es decir, al inicio del 14 de Nisán, el primer mes del año. Dado que Nisán inicia con la luna nueva más próxima al equinoccio de primavera la cuestión radica en cómo contar los 14 días de ese mes para llegar al 14 de Nisán. Parece sencillo pero no lo es, prueba de ello las celebraciones de la Santa Cena por algunos cristianos el 13, el 14 o el 15 de Nisán. Expliquemos esto.

Si se identifica la luna nueva más próxima al equinoccio de primavera se tendría identificado el inicio del primer mes, Nisán, siendo que solo sería cuestión de contar catorce días a partir de ahí para llegar al 14 de Nisán, ¿qué no?, pues si y no, ¿por qué?, veamos. La manera general en que se llega al 14 de Nisán es la siguiente

Noche

Dia

Parte Parte Parte Parte Parte Parte Parte oscura día oscura día 1 oscura día 2 oscura día 3 oscura día 4 oscura día 5 oscura día … 14 Parte clara Parte clara Parte clara Parte clara Parte clara Parte clara Parte clara día 1 día 2 día 3 día 4 día … día 13 día 14

59


Como puede verse, a partir de la luna nueva comienzan a contarse catorce días hasta llegar al 14 de Nisán, no debería esto presentar mayor problema, pero sí, si lo presenta, ¿por qué? Por que como puede verse el contar a partir de la luna nueva los días da un desfase de un día. Véase la imagen y se verá que al saltar del día de la luna nueva al día siguiente se indica que ese día, el siguiente de luna nueva, es el primero de Nisán, ¡pero esto no es así!, el primer de Nisán debería ser el día de la luna nueva, algo así como lo que se presenta en la siguiente imagen.

Noche

Dia

Parte Parte Parte Parte Parte Parte Parte oscura día oscura día 1 oscura día 2 oscura día 3 oscura día 4 oscura día 5 oscura día … 14 Parte clara Parte clara Parte clara Parte clara Parte clara Parte clara Parte clara día 1 día 2 día 3 día 4 día … día 13 día 14

Es por esa manera de contar los días que algunos señalan que quienes los cuentan cómo en la primer imagen en realidad están celebrando la Santa Cena el 15 de Nisán, éstos, tratando de ajustarse 60


a lo establecido bíblicamente, comienzan a contar los días como en la segunda imagen llegando a lo que los segundos señalarían, no como el 14 de Nisán sino como el 13 de Nisán.

Los que cuentan los días como en la primera imagen, entendiendo este conflicto, señalan que el primer día de luna nueva no se cuenta, pero es no es escrituralmente correcto. Como puede verse en Génesis 1:5, referido al primer día de la semana de la creación, claramente se señala que “…fue la tarde y la mañana un día”, de esta forma queda claro que el inicio del mes de Nisán, cuando cae el sol para el día primero, dicho día no es el día cero, sino que sí se cuenta siendo el día uno, de esta forma pareciera que los que cuentan los días como en la segunda imagen tendrían razón, pero entonces ¿los que cuentan los días como en la primer imagen en realidad están celebrando la Santa Cena el 15 de Nisán?, aunque de inicio parezca asombroso son los que cuentan los días como en la primer imagen los que están celebrando la Santa Cena el 14 de Nisán, es decir, la manera de contar los días de manera correcta son como se indica en la primer imagen, “pero, ¿cómo es esto posible si se acaba de señalar que contando los días como bíblicamente deben hacerse el día de la luna 61


nueva más próxima al equinoccio de primavera debería contarse como día uno?, si así se hiciera el conteo como en la primer imagen llevaría, contando catorce días a partir de esa luna nueva, al día quince” — podrá objetar alguien, ¡y tiene razón!, pero el problema radica en lo que consideramos el día en que cae la luna nueva más próxima al equinoccio de primavera. Vamos viendo esto.

Como ya se señaló, antes de Hillel y su calendario, la manera de identificar el inicio del año bíblico es cuando dos testigos veían ascender en el horizonte la luna nueva más próxima al equinoccio de primavera, ¿verdad?, ahora bien, si la luna nueva fuese la misma que nosotros llamamos así, ¿no se nota algo raro en esto?, claro que sí: ¡dicha luna no sería observable pues es completamente oscura!, ¿se entiende esto? Si la luna nueva fuese la misma que nosotros señalamos así, es decir, cuando ésta es completamente oscura, ¡la misma no fuera visible por dos, diez, cien o mil testigos!, ¿entonces?

Primeramente hay que dejar claro eso de que los meses, bíblicamente hablando, comienzan con la luna nueva

62


Para ordenar los acontecimientos, hay que tener en cuenta lo que ya se comentó: que para el pueblo de Israel los días comenzaban al ponerse el Sol (Génesis 1:5, 8, 13, 19, 23, 31), no como en la actualidad que comienzan a la medianoche.

La palabra hebrea para mes es ‫חֶד ֹ֙ש‬, ‫ ש‬ḥō · ḏeš, la cual significa también luna Nueva, mensualmente y primer día del mes, con lo que se entiende que el inicio del mes se da con la luna nueva correspondiente.

Citas donde se utiliza es ֹ֙ ‫חֶד ש‬, ‫ ש‬ḥō · ḏeš

Citas donde se

como luna nueva

utiliza es ‫חֶד ֹ֙ש‬, ‫ ש‬ḥō · ḏeš como mes

1 Samuel 20:5

1 Reyes 6:1

David respondió a Yehonatan: “Mira, mañana

Era en el año 480

es Luna Nueva (ֹ֙ ‫חֶד ש‬, ‫ ש‬ḥō · ḏeš) y yo debo de

después que los

estar cenando con el rey. En vez, deja que

hijos de Israel

vaya a esconderme en el campo hasta la

habían dejado la

noche del tercer día.

tierra de Egipto, en el cuarto año del 63


Ezequiel 46:1

reino de Salomón

Así dice Jehová omnipotente: La puerta

sobre Israel, en el

oriental del atrio interior permanecerá cerrada

mes (ֹ֙ ‫חֶד ש‬, ‫ ש‬ḥō ·

durante los días laborables, pero se abrirá los

ḏeš) de Ziv, que es

sábados y los días de luna nueva ( ‫חֶד ֹ֙ש‬, ‫ ש‬ḥō ·

el segundo mes

ḏeš).

(ֹ֙ ‫חֶד ש‬, ‫ ש‬ḥō · ḏeš), que él comenzó a

Isaías 66:23

construir la casa de

Sucederá que de una luna nueva (‫ֶד ֹ֙ש שח‬, ḥō ·

Jehová.

ḏeš) a otra, y de un sábado a otro, toda la humanidad vendrá a postrarse ante mí —dice

1 Reyes 8:2

Jehová —.

Todos los hombres de Israel se

Isaías 1:13

congregaron

No me sigan trayendo vanas ofrendas; el

delante del rey

incienso es para mí una abominación. Luna

Salomón en la

nueva (ֹ֙ ‫חֶד ש‬, ‫ ש‬ḥō · ḏeš), día de reposo,

Festividad en el

asambleas convocadas; ¡no soporto que con

mes de Etanim, el

su adoración me ofendan!

mes (ֹ֙ ‫חֶד ש‬, ‫ ש‬ḥō · ḏeš) séptimo. 64


2 Reyes 4:23 —¿Para qué vas a verlo hoy? —le preguntó

Josué 4:19

su esposo—. No es día de luna nueva (ֹ֙ ‫חֶד ש‬, ‫ש‬

El pueblo salió del

ḥō · ḏeš) ni sábado. —No importa —respondió Yarden en el ella.

décimo día del primer mes (ֹ֙ ‫חֶד ש‬, ‫ש‬

Salmos 81:3

ḥō · ḏeš) y

Toquen el cuerno de carnero en la luna nueva

acamparon en

(ֹ֙ ‫חֶד ש‬, ‫ ש‬ḥō · ḏeš), y en la luna llena, día de

Gilgal, por la

nuestra fiesta.

frontera este de Jericó.

Ezequiel 45:17 Pero en las fiestas, lunas nuevas (ֹ֙ ‫חֶד ש‬, ‫ ש‬ḥō ·

Génesis 29:14

ḏeš) y sábados, y en todas las fiestas

Lavan le dijo: “Tú

señaladas en el pueblo de Israel, al príncipe le

eres ciertamente mi

corresponderá proveer los holocaustos, las

propia carne y

ofrendas de cereales y las libaciones. Deberá

sangre.” Después

también proveer la ofrenda por el pecado, las

que Jacob se había

ofrendas de cereales, el holocausto y los

quedado con él por

sacrificios de comunión, para hacer expiación

un mes (ֹ֙ ‫חֶד ש‬, ‫ ש‬ḥō ·

65


ḏeš) entero,

por los pecados de Israel.

Ahora pasemos a los ciclos de la luna.

Estos son los ciclos de la luna de mes en mes comenzando y terminando con la luna nueva (Isaías 66:23)

66


Considérese como es que a partir de la luna nueva ésta comienza a crecer en su iluminación hasta llegar a estar llena, a partir de ahí comienza a decrecer su iluminación hasta llegar a la luna nueva, oscura completamente. Pensemos esto como si se tratara de una vela, ¿podría considerarse la luna nueva, completamente oscura, símil de una vela que consumiéndose se ha ido apagando hasta apagarse, como algo nuevo o más bien como algo que ha concluido, terminado?, creo que lo que llamamos luna nueva más bien sería algo terminado, el fin de un proceso, no el inicio de otro, uno nuevo.

Ahora, siguiendo el símil de la vela, si ésta se ha apagado completamente, pero de nuevo se reinicia su fuego y comienza a arder cada vez más y más, ¿Cuándo se señalaría el inicio de ese nuevo proceso, cuando estaba apagada o cuando comenzó a arder?, lógico que cuando comenzó a arder.

Pues en el caso de la luna nueva, bíblicamente hablando, ¡sucede lo mismo!, es decir, lo que nosotros conocemos como luna nueva no lo es bíblicamente hablando sino que la Escritura se refiere a la luna nueva cuando ésta es visible después de lo que nosotros llamamos 67


luna nueva, es decir, cuando comienza su primer creciente. Dicho de otra forma, y considerando la imagen siguiente, la luna nueva, bíblicamente, no sería la de la izquierda ¡sino la de la derecha!

¿Puede esto demostrarse bíblicamente? Claro que sí.

Para comprender esto hay que entender que la raíz en el hebreo de la palabra ֹ֙ ‫חֶד ש‬, ‫ ש‬ḥō · ḏeš, que viene de la palabra ֹ֙ ֶָ ְּ‫ח‬, ḥa · ḏaš que se traduce como renacer, renovar e incluso como pulir una espada.

Veamos algunos versículos donde esta palabra es usada como renovar, o nuevo: 68


1 Samuel 11:14 Entonces Samuel dijo al pueblo: “Vengan, vamos a Gilgal y renovaremos (ֹ֙ ֶָ ְּ‫ח‬, ḥa · ḏaš) el reino allí.

2 Crónicas 24:4 Algún tiempo después, Joás decidió renovar (ֹ֙ ֶָ ְּ‫ח‬, ḥa · ḏaš) el templo de Jehová.

Salmos 51:10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva (h ֹ֙ ֶָ ְּ‫ח‬, ḥa · ḏaš) la firmeza de mi espíritu.

Salmos 104:30 Pero si envías tu Espíritu, son creados, y así renuevas (ֹ֙ ֶָ ְּ‫ח‬, ḥa · ḏaš) la faz de la tierra.

Y aquí donde es usada como espada:

2 Samuel 21:16 E Isbi-benob, uno de los descendientes de los gigantes, cuya lanza pesaba trescientos siclos de bronce, y 69


quien estaba ceñido con una espada nueva (‫חָׁ֑ ְֶּ ְּ ֲֹ֙ת‬, ḥă·ḏā·šāh), trató de matar a David;

Con esto en mente, ¿cuál de las dos fases de la luna de la última imagen mostrada calzaría más con la idea de algo que es renovado, que renace y al mismo tiempo que asemejase una espada nueva, recién pulida? Es más que evidente que la imagen de la derecha, la del primer creciente de la luna inmediatamente después de lo que nosotros llamamos luna nueva, entendiendo que la verdadera luna nueva, bíblicamente hablando, sería ese creciente inmediato después de la fase oscura de la luna, creciente que es visible aproximadamente entre 18 y 30 horas después de haberse producido lo que nosotros llamamos luna nueva, es decir, después de la fase oscura, y por lo tanto no visible, de la luna.

De esta única forma se entendería lo de aquellos dos testigos que señalando habían visto en el horizonte la luna nueva se indicaría el inicio del mes bíblico. 70


En la Escritura en ninguna parte se señala que el método de conteo de loa días para dar con el 14 de Nisán es el que de inicio se ha comentado, esa es una manera práctica de llevar a los elegidos a identificar el día correcto, dicho método no dice que lo que conocemos como luna nueva sea el primer día del mes sino que a partir de ese día se cuenten catorce para llegar al 14 de Nisán, curiosamente esa manera de contar los días permite considerar el primer día del mes el que es señalado bíblicamente como tal, es decir, cuando la luna es visible, con el primer creciente, inmediatamente después de lo que conocemos como luna nueva, es decir, la fase oscura de la luna.

Noche

Dia

Parte Parte Parte Parte Parte Parte Parte oscura día oscura día 1 oscura día 2 oscura día 3 oscura día 4 oscura día 5 oscura día … 14 Parte clara Parte clara Parte clara Parte clara Parte clara Parte clara Parte clara día 1 día 2 día 3 día 4 día … día 13 día 14

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De esta forma, quienes comienzan el conteo con la luna nueva creyendo que lo que así denominamos es lo mismo que a lo que se refiere la Escritura, en realidad están tomando la Santa Cena el día 13 de Nisán, de igual forma permite entender que los otros, los que a partir de lo que conocemos como luna nueva comienzan el conteo no celebran la Santa Cena el 15 de Nisán sino correctamente el 14 de Nisán.

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1


Las leyes relativas a las funciones de profeta, sacerdote y rey25

Si bien la parte medular de la presente obra ha girado en torno a la determinación, escrituralmente hablando, del momento en que debe celebrarse la Santa Cena, no por ello es menos importante el significado de participar en ella. Sirva éste último apartado para abordar esto.

Las funciones de profeta, sacerdote y rey, inherentes a los siervos de Dios, convergentes en la figura de Cristo y replicadas en la persona de sus seguidores, tienen tres momentos claramente definidos y ordenadamente establecidos: elección, unción y función.

De esos tres momentos los dos últimos presentan ciertas condiciones necesarias que para tal efecto, y dada esa naturaleza, se consideran leyes relativas a los mismo, ¿por qué leyes?, por el carácter obligatorio de las mismas a efecto de considerar lo relativo a esos momentos. 25

Este apartado se ha extractado de la obra Según el orden de Melquisedec -Un

análisis sobre las leyes relativas a las funciones de profeta, sacerdote y rey-”, la cual se sugiere para un mayor discernimiento del tema. Descargar gratis sin compromiso ni seguimiento en www.rocefi.com.mx, Menú Libros, Sección Ebooks Gratis, Apartado Cristianismo. 74


Para entender y separar las nociones normativas adjudicables a la noción de ley, hay que entender las diferencias sutiles en ellas. Por ejemplo, el término Ley hace referencia lo mismo a la Ley de Dios, los Diez Mandamientos, vigentes, válidos y actuales, que a las leyes mosaicas, canceladas, superadas, clavadas; de igual forma existe una legislación previa a las leyes mosaicas que si bien fue considerada en ésta última, recibió añadiduras válidas en tanto las leyes mosaicas estuviese vigentes siendo que al dejar de estarlo dicha legislación volvió a su estado primigenio, se está refiriendo a las normas sobre alimentos limpios y no limpios (Génesis 7:8) y otras relativas al diezmo (Génesis 14:20).

De igual forma, existe necesariamente un marco normativo para otras dos leyes que han estado vigente desde muy temprano en la historia de la humanidad y siguen vigentes en el presente siglo, y seguirán vigentes incluso una vez que regrese Jesucristo, aunque han sufrido un cambio: las leyes relativas a las funciones de profeta, sacerdote y rey. ¿Forman parte estas dos legislaciones de los Diez Mandamientos? No, no forman parte. ¿Entonces ya no están

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vigentes? Sí, si lo están, aunque han cambiado en su forma y en su fondo. ¿Cómo es esto?

Recordemos de nueva cuenta que los Diez Mandamientos son eternos, han estado vigentes desde el inicio de la humanidad, siguieron vigentes cuando vino el Mesías por primera vez y seguirán vigentes incluso después de que regrese, de igual forma las normas sobre alimentos limpios y no limpios y otras relativas al diezmo han vuelto a su estado original contemplado bajo el sacerdocio de Melquisedec.

En cuanto a las leyes mosaicas que fueron añadidas a partir del Pacto de Dios con Abraham y con mayor énfasis en el Pacto de Dios con Israel en el Sinaí, estas son las leyes que temporalmente estarían vigentes bajo el sacerdocio de Aharón en tanto viniera la promesa, Cristo, y restableciera el sacerdocio de Melquisedec con la legislación original correspondiente, los Diez Mandamientos.

Pero el caso de sobre las leyes relativas a las funciones de profeta, sacerdote y rey, estas no fueron establecidas como parte del Pacto de 76


Dios con Abraham o de Dios con Israel sino que formaban parte de una legislación anterior, muy temprana en la historia de la humanidad, en ese entendido, si no forman parte de las leyes que fueron añadidas no corren con la misma suerte de estas últimas, es decir, de ser temporales hasta el advenimiento de la promesa.

Mucho antes de iniciar Dios los pactos con Su pueblo, primero en Abraham y luego en Sinaí, tenemos la existencia de Melquisedec, rey y sacerdote de Salem (Génesis 14:18), lo interesante es que una vez añadida la ley mosaica, no podía una misma persona ostentar el reinado y el sacerdocio siendo que estos recaían sobre dos personas diferentes (2 Crónicas 26:3, 16-21), pero cuando en Jesús se restablece el sacerdocio de Melquisedec ambas figuras de nuevo recaen sobre una sola persona (1 Timoteo 6:15; Hebreos 2:17). La función de profeta, si bien puede ser una figura desempeñada de manera exclusiva por una persona, también es inherente a la función de sacerdote y la función de reye en el sentido de exhortar, redargüir, corregir, enseñar.

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Ahora bien, la función de profeta, sacerdote y/o rey necesaria y forzosamente tiene tres momentos, momentos sin los cuales no hay tal figura: la elección, la unción y la función, o dicho de otra forma, la designación, la investidura y el ejercicio. Estas son tres condicionantes sin las cuales no puede hablarse de que exista un rey o un sacerdote.

En la Escritura tenemos varios ejemplos de elección de profetas (1 Reyes 19:16), sacerdotes (Éxodo 4:10-17; 30:30) y reyes (1 Samuel 16:1), de igual forma tenemos ejemplos de ungimiento de profetas (1 Reyes 19:19-21; 2 Reyes 2:15), reyes (1 Samuel 16), y sacerdotes (Levítico 8). Ahora bien, una cosa era el ungimiento como profeta, sacerdote o rey y otra, necesaria para considerar el ejercicio de la autoridad conferida, el que la misma se ejerciera. En el caso del profeta a través de sus exhortos, en el caso del sacerdote a través de su oficio y en el caso del rey a través de su dominio.

Es así como si se ha restablecido el sacerdocio de Melquisedec en la figura de nuestro Señor Jesucristo (Hebreos 7:12), y si nosotros estamos llamados a ser coherederos con Él (Romanos 8:17) y de igual forma ser profetas (Marcos 16:15-18), reyes y sacerdotes (Revelación 78


1:6), se hace necesario una unción y una función, de una investidura y de un ejercicio.

En la actualidad Cristo, después de haber ejercido preponderantemente como profeta en su venida (Hechos 3:19-26), está fungiendo preponderantemente como nuestro Sumo Sacerdote (Hebreos 2:17; 4:15; 7:26), siendo que a su regreso comenzará también a ejercer preponderantemente como Rey de Reyes (1 Timoteo 6:15; Revelación 1:5; 17:14; 19:16), de esta manera en el presente siglo compartimos de manera preliminar el ser sus profetas, ser sus sacerdotes, y ser sus reyes siendo que a su regreso lo compartiremos con Él de manera total (Revelación 1:6; 5:10), así estas funciones iniciales implican en nosotros de igual manera una elección, unción y una función, y si bien la milicia actual nos impone imperfección y pecaminosidad, tenemos la firme esperanza que al regreso de Nuestro Señor seremos perfeccionados como Él.

Entrando de lleno a la cuestión del presente apartado, ¿cuáles serían esas leyes relativas a las funciones de profeta, sacerdote y rey?, para responder a esto tenemos que mirar precisamente los tres momentos 79


de dichas funciones: elección, unción y función, es decir, la designación, la investidura y el ejercicio.

Elección

Aunque el primer momento de las funciones de profeta, sacerdote y rey no puede ser considerado propiamente parte de una normativa, si es un requisito sin el cual los otros dos momentos, unción y función, no pueden realizarse, es por ello que se hace necesario un comentario al respecto pues respecto de esto, es decir de la elección, hay ocasiones en que la misma es percibida de una manera anti-escritural, para tener una correcta comprensión de esto hay que saber la respuesta que la Palabra de Dios hace a ¿quién elige?

Si vemos el grueso de las iglesias, denominaciones o congregaciones existentes en el mundo, es más: acorde a la corriente del mundo, puede ver que las mismas tienen un énfasis anti-escritural de trabajar por la conversión del mundo, de lograr con su esfuerzo hacer cada vez más adeptos de su fe, de conseguir gracias al trabajo arduo que

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muchos lleguen a la salvación, más sin embargo ¿qué dice la Escritura?

Juan 6:44 Nadie puede venir a mí si no lo trae el Padre que me envió

Juan 6:65 Y decía: Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí si no se lo ha concedido el Padre

Esto es demoledor para quien cree que es su predicación, su labor misionera, su lucha y su contienda, la que logra que más gente acceda a la verdad, con todo y todo ¿tenemos mayor corroboración en la Escritura de esta comprensión? Así es, y no solo de esto sino del correcto papel que el creyente desempeña:

Hechos 16:14 Entonces una mujer llamada Lidia, que vendía púrpura en la ciudad de Tiatira, temerosa de Dios, estaba oyendo; el corazón

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de la cual abrió el Señor para que estuviese atenta a lo que Pablo decía

Así tenemos la corroboración de que es Dios quien elige en su absoluta potestad a los que en este siglo habrán de ser salvados:

Hechos 2:47 …Y el Señor añadía cada día al número de ellos los que iban siendo salvos

Pero de igual forma coloca en su correcto papel el desempeño que corresponde al creyente: proclamar el Evangelio:

Marcos 16:15-16 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que crea y sea bautizado será salvo; pero el que no crea será condenado…

Romanos 10:17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. 82


Mateo 5:14-16 Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

Así que el momento relativo a la elección es potestativo del Padre, Él es el que elige a quienes en este siglo son llamados a salvación, más sin embargo eso no quiere decir que el creyente no tenga participación alguna pues el llamado del Padre llega a través del cumplimiento de la Gran Comisión, con todo y todo no debe perderse la correcta perspectiva de esto ya que en ocasiones toda la estrategia del cristiano pareciera gira en torno a su capacidad para exponer las verdades de Dios y por ende para vencer escrituralmente los obstáculos que alguien interponga a dichas verdades, más sin embargo la Escritura es clara: el Padre llama quien Él desea y eso lo hace a través del cumplimiento de la Gran Comisión por sus hijos. 83


Es por esto que el momento referido a la elección no tiene propiamente una norma que pudiese esgrimirse como legislación relativa ya que depende enteramente de la voluntad del Padre, aun así si tiene un carácter condicionante: que los elegidos respondan afirmativamente al llamado y es en este punto donde entran los siguientes dos momentos donde sí hay una normatividad relativa a los mismos bajo el actual sacerdocio de Melquisedec.

Unción

Una vez dada la elección que es potestativa del Padre, si uno la acepta, esto lo exterioriza a través de la unción, es decir, de la investidura para proceder posteriormente a la función, es decir, el desempeño, ¿cómo es esta investidura?

De todas las investiduras, profeta, sacerdote y/o rey, que posterior al pacto abrahamánico y sobre todo sinaítico observamos, la de sacerdote era la más completa, la más compleja y la de mayor solemnidad esto entendido por el desempeño al que estaba siendo llamado: relacionarse directamente con Dios, de igual forma esto 84


queda más que evidente con todas las normas contenidas en las leyes mosaicas respecto de este desempeño, normas que superan las relativas a la función monárquica e incluso a la de profeta.

Si bien hay citas que mencionan unciones para ser profeta en la mayoría de los casos esto era directamente dado por Dios a quien fungiría como Su profeta, en el caso de los reyes, la unción de los mismos estaba dada por el derramamiento de aceite sobre su cabeza en un acto de solemnidad real, pero el caso del sacerdote esto era en extremo completo, complejo y solemne:

Éxodo 29 4

Y llevarás a Aarón y a sus hijos a la puerta del tabernáculo de

reunión, y los lavarás con agua. 5

Y tomarás las vestiduras, y vestirás a Aarón la túnica, el manto

del efod, el efod y el pectoral, y le ceñirás con el cinto del efod; 6

y pondrás la mitra sobre su cabeza, y sobre la mitra pondrás la

diadema santa. 7

Luego tomarás el aceite de la unción, y lo derramarás sobre su

cabeza, y le ungirás. 85


8

Y harás que se acerquen sus hijos, y les vestirás las túnicas.

9

Les ceñirás el cinto a Aarón y a sus hijos, y les atarás las tiaras,

y tendrán el sacerdocio por derecho perpetuo. Así consagrarás a Aarón y a sus hijos.

El caso del cristiano no es diferente, de las tres funciones a las que está llamado, profeta, sacerdote y rey, la de sacerdote es la de mayor solemnidad en cuanto a la unción que representa siendo que la misma abarca el resto de las funciones. De igual forma, y como ya se ha comentado, las leyes relativas a las funciones de profeta, sacerdote y rey siguen vigentes, aunque han cambiado en su forma y su fondo, adquiriendo una mayor comprensión sobre el alcance y profundidad de las mismas, lo cual puede verse en lo que relativo a la unción se refiere al cristiano.

Para esto último, y considerando la cita anterior de Éxodo 29:4-9, podemos identificar que la unción del cristiano lleva los mismos condicionantes: lavamiento, derramamiento de aceite, y el ataviarse, pero para responder a la pregunta ¿cómo es esta unción, esta

86


investidura?, uno debe entender que en última instancia uno se está revistiendo de Cristo:

Gálatas 3:27 Porque todos los que fuisteis bautizados en Cristo, de Cristo os habéis revestido

Así tenemos que el correspondiente del lavatorio del que eran sometidos quienes habían de fungir como sacerdotes referido en el tiempo actual de la iglesia de Dios al bautismo que nos inviste como Cristo, quien es profeta, sacerdote y rey completo, perfecto y santo.

Este primer requisito, que por lo mismo se vuelve una norma obligatoria para el posterior desempeño como profeta, sacerdote y rey,

Romanos 6 3

¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en

Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?

87


4

Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el

bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. 5

Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza

de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; 6

sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado

juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.

Mateo 28:19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;

1 Pedro 3:21 El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo,

88


Hechos 2 36

Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este

Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo. 37

Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a

los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? 38

Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros

en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. 39

Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y

para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.

Como queda claro el bautismo es por inmersión, para la remisión de pecados, típico del entierro y la resurrección de Jesucristo. Es realizado en el nombre del Señor Jesucristo. Después de la inmersión, se le deben imponer las manos al candidato por el ministro o ministros para la recepción del Espíritu Santo, lo cual estaba simbolizado en la cita ya vista de Éxodo 29:4-9 como el derramamiento del aceite sobre quien habría de fungir como sacerdote: 89


Hechos 8:14-20 Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan; los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo; porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús. Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo.

Hechos 19:1-6 Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Éfeso, y hallando a ciertos discípulos, les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan. Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo. Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. Y habiéndoles impuesto Pablo 90


las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban.

La referencia del aceite derramado relativo al Espíritu Santo está dada por la misma Escritura que señala en 1 Juan 2:20,27 “Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas… Y en cuanto a vosotros, la unción que recibisteis de El permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; pero así como su unción os enseña acerca de todas las cosas, y es verdadera y no mentira, y así como os ha enseñado, permanecéis en El”.

Así que el bautismo, entendido como un todo, es decir, la inmersión en el agua para perdón de los pecados y la inmediata imposición de manos para la recepción del Espíritu Santo, es la primera ley relativa al momento de la unción.

Ahora bien, para desempeñar la función como profeta, sacerdote y rey debe uno ataviarse de la manera apropiada, ¿y cuál es esa manera correcta?

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Efesios 6 11

Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar

firmes contra las asechanzas del diablo. 12

Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra

principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. 13

Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis

resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. 14

Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y

vestidos con la coraza de justicia, 15

y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.

16

Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar

todos los dardos de fuego del maligno. 17

Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que

es la palabra de Dios; 18

orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el

Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;

92


Este es el atavío óptimo, por decirlo en cierta forma, que el cristiano debe tener para desempeñar sus funciones de profeta, sacerdote y rey, con todo y todo no pueden considerarse como leyes sino más bien como sugerencias para desempeñar con excelencia aquellas funciones, esto quiere decir que en este caso pude faltar algún elemento, o incluso estando presente, éste puede ser imperfecto, por lo que uno debe trabajar para reunir todos estos elementos y reunirlos de manera perfecta y santa para lograr con excelencia las funciones encomendadas por el llamamiento recibido, con todo y todo, y a diferencia de esto, el bautismo (inmersión e imposición de manos) sí permanece como necesario, por lo tanto normativamente obligatorios y por ello considerados como parte de las leyes relativas a las funciones de profeta, sacerdote y rey, en este caso referido al momento de la unción.

Función

Una vez efectuada la unción, lo que sigue es la función como profeta, sacerdote y rey, es decir el desempeño, siguiendo el ejemplo de nuestro Señor Jesucristo. 93


Relativo a esto del desempeño, cuando en su momento se vio lo relativo a las funciones de profeta, sacerdote y rey, quedó más que evidente las muchas obligaciones que al respecto se tienen, con Dios primeramente pero también con el prójimo, más sin embargo, ¿habrá un desempeño de esta función que sea sustantivo de la misma y normativamente obligatorio? Claro que lo hay: la participación anualmente en lo que se conoce como la Santa Cena.

Como se comentó anteriormente, de las tres funciones, profeta, sacerdote y rey, la de sacerdote tenía una relevancia trascendental intrínsecamente relacionada con las actividades que realizaba, por eso que su unción excedía en complejidad y solemnidad a las de profeta y a las de rey. Ahora bien, las funciones sacerdotales, bajo el sacerdocio de Aharón, tenían su referente en los sacrificios decretados por Dios para con Su pueblo, sacrificios que a manera de sombra hablaban del sacrificio redentor que en su momento haría nuestro Señor Jesús y ¿qué evento es representativo de esto? La Santa Cena.

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Mateo 26 26

Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y

dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. 27

Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo:

Bebed de ella todos; 28

porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es

derramada para remisión de los pecados. 29

Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la

vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre. Marcos 14 22

Y mientras comían, Jesús tomó pan y bendijo, y lo partió y les

dio, diciendo: Tomad, esto es mi cuerpo. 23

Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio; y

bebieron de ella todos. 24

Y les dijo: Esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos

es derramada. 25

De cierto os digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta

aquel día en que lo beba nuevo en el reino de Dios.

95


Lucas 22 14

Cuando llegó la hora, Jesús y sus apóstoles se sentaron a la

mesa. 15 Entonces les dijo: —He tenido muchísimos deseos de comer esta Pascua con ustedes antes de padecer, 16 pues les digo que no volveré a comerla hasta que tenga su pleno cumplimiento en el reino de Dios. 17

Luego tomó la copa, dio gracias y dijo:

—Tomen esto y repártanlo entre ustedes. 18 Les digo que no volveré a beber del fruto de la vid hasta que venga el reino de Dios. 19

También tomó pan y, después de dar gracias, lo partió, se lo

dio a ellos y dijo: —Este pan es mi cuerpo, entregado por ustedes; hagan esto en memoria de mí.

La frase, en esta última cita de hagan esto en memoria de mí (v. 19), le da el cariz obligatorio para quienes como seguidores de Cristo, en unción y en función, cumplan con lo por Él establecido, independientemente de esto, hay más confirmación en la Escritura de 96


la obligatoriedad de esta norma relativa a la participación en la Santa Cena:

1 Corintios 10:16 La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la participación en la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la participación en el cuerpo de Cristo?

Juan 6:51 Yo soy el pan vivo que he descendido del cielo: si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo

Juan 6:53 Entonces Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del Hombre y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.

Así que la participación en la Santa Cena para el creyente, en su papel de profeta, sacerdote y rey, implica, aparte del cumplimiento de la 97


obligación establecida por Jesús a sus seguidores, como señala Pablo, la participación en la sangre y la carne de Cristo, requisito necesario para la vida eterna.

¿Y por qué la Santa Cena es la función por excelencia para el creyente, en su papel de profeta, sacerdote y rey? No nos engañemos, la vida cristiana tiene muchos requisitos a cumplir para alcanzar, por medio de sacrificio redentor de Jesús, la vida eterna, “¿No saben que los malvados no heredarán el reino de Dios? ¡No se dejen engañar! Ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los sodomitas, ni los pervertidos sexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los calumniadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios” (1 Corintios 6:9-10), más sin embargo lo que hace la salvación posible es precisamente la muerte de Cristo como nuestro cordero pascual, de ahí que la conmemoración con extrema solemnidad de ese evento sea representativo de lo que hace posible todo el plan de salvación.

Pablo, retomando esto, señala el énfasis del significado de la Santa Cena como símbolo de la muerte del Señor:

98


1 Corintios 11:23-26 Yo recibí del Señor lo mismo que les transmití a ustedes: Que el Señor Jesús, la noche en que fue traicionado, tomó pan, y, después de dar gracias, lo partió y dijo: «Este pan es mi cuerpo, que por ustedes entrego; hagan esto en memoria de mí». De la misma manera, después de cenar, tomó la copa y dijo: «Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; hagan esto, cada vez que beban de ella, en memoria de mí». Porque cada vez que comen este pan y beben de esta copa, proclaman la muerte del Señor hasta que él venga.

En este mismo capítulo, Pablo inmediatamente exhorta a quienes participen de los emblemas, el pan y el vino, para que lo hagan de manera digna:

1 Corintios 11:27-29 Por lo tanto, cualquiera que coma el pan o beba de la copa del Señor de manera indigna será culpable de pecar contra el cuerpo y la sangre del Señor. Así que cada uno debe examinarse a sí mismo antes de comer el pan y beber de la 99


copa. Porque el que come y bebe sin discernir el cuerpo come y bebe su propia condena.

Es así como en cuanto a la función como profeta, sacerdote y rey, uno debe estirarse, como decía Pablo, para alcanzar aquello que de nosotros se espera, pero la obligatoriedad normativa de la participación anual en la Santa Cena, en los tiempos y las formas que Jesús estableció, es requisito ineludible para el cristiano, de ahí que esta sea la segunda de las leyes relativas a las funciones de profeta, sacerdote y rey, después del bautismo referido a la unción.

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Conclusión

Para quien ha respondido al llamamiento del Padre para venir a salvación en el presente siglo, el momento en que debe celebrarse la Santa Cena no es cosa menor, escrituralmente ésta debe darse el inicio del 14 de Nisán, cuando empieza su parte oscura.

Dado que Nisán es el primer mes del año, para lo anterior debe tenerse claridad cuando comienza, bíblicamente hablando, el año, siendo que dicho inicio está dado por la luna nueva más próxima al equinoccio de primavera.

Aunque en la actualidad el término luna nueva se aplica a la luna cuando ésta no es visible, escrituralmente hablando la misma es cuando la luna comienza de nueva a ser visible, siendo así que contar catorce días a partir de la luna nueva, sin considerar a ésta en el conteo, permite, a partir del primer día de la real luna nueva, llegar hasta el 14 de Nisán.

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Si bien lo anterior, como se comentó, es sumamente importante para el cristiano, más lo es entender la relevancia, pertinencia y coherencia de, como profetas, sacerdotes y reyes, participar debidamente en ella.

Si en esto compartido hay algo de edificación, a Dios sea la gloria.

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Paz a vos

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Preparad la Pascua — ¿13, 14 o 15 de Nisán? —

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Primera edición

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Todas las citas bíblicas de esta publicación han sido tomadas de la Reina-Valera 1960. Utilizado con permiso.

Reina-Valera, 1960® es una marca registrada de Sociedades Bíblicas

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