Los Del Parque Numero 30

Año 3 Nº 30 Versión Impresa Nº 2

Julio-Agosto 2015

Conde Dooku Star Wars

Diego Toro Creadores

Ciencia ficción Cinematográfica Quinta parte

Especial Christopher Lee

In Memoriam - Réquiem para un no muerto Desde mi butaca

Estimulando la creatividad y la lectura LOS DEL a través del arte fantástico PARQUE

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CONTENIDO

LDP

Portada

MAGAZINE

Faviel Ferrada

2

Christopher Lee In Memoriam

Yamila Huerta Serrano

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Cine

Ciencia Ficción en el Cine Roberto Alfaro Vergara

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Narrativa Gráfica LonKord

Roberto Alfaro Vergara

2

16

Narrativa Gráfica Gaviota

Camila Rojas/Gastón Troncoso - Gato Morado

22

29

Narrativa Gráfica Diario de un Trovador

Yamila Huerta S. - Marco González L.

29

Historias y Relatos Mi pequeño Dios

David Olguín - Gato Morado

33

6

Historias y Relatos

Romance en tiempos de Oscuridad

Carolina Gómez - Mauricio Sepúlveda Mafeba

37

Historias y Relatos Cascada

Verónica Guajardo - Carolina Contreras L.

42

Historias y Relatos Pacto Clandestino

Midori Gale - Romina Paniagua

46

Historias y Relatos Guerrilla Infernal

Andrés Urrutia - Mauricio Sepúlveda Mafeba

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Cine

Requiem para un No muerto Roberto Alfaro Vergara

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Diego Toro

De exportación

Yamila Huerta Serrano

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Crónicas de Revenant

Para Christopher Lee desde mi butaca

Patricio Alfonso

58

54

2

58

Cine

Conde Dooku

Yamila Huerta Serrano

LDP, Número 30, Julio- Agosto 2015, versión papel número 2, la propiedad intelectual de cada historia, artículo e ilustraciones corresponde a sus autores, quedando estrictamente prohibido copiar, imprimir o distribuir bajo cualquier medio existente o por existir, sin la autorización legal correspondiente, cualquier coincidencia con la realidad es mera casualidad. Director: Roberto Alfaro Vergara. Editora, Periodista y Revisión de textos: Yamila Huerta Serrano. Fotografías en terreno: Carolina Contreras Leyton, Waldo Retamales, Raúl González Peral, Gustavo Leiva. Colaboradores: Jorge Aragón Palacios, Juan Castillo Cornejo, Patricio Alfonso, John Anthony Toro Abarca. ilustraciones: Roberto Alfaro Vergara, Carolina Contreras Leyton, Mauricio Sepúlveda Baeza, Marco González Leyton, Iván Henríquez López (alias Gato Morado), de John Leyton Flores, Gustavo Leiva. Escritores: Yamila Huerta Serrano, Camila Rojas Herrera, Gastón Troncoso Vega, David Olguín Fuentealba, Carolina Gómez Oyarzo, Verónica Guajardo Utreras, Valeria Araya Quintanilla (Midori Gale) Andrés Urrutia Ruiz. Diagramación: Gustavo Leiva. Copyright© fotografías, imágenes de historietas y otros corresponden sus a sus autores, editoriales extranjeras como nacionales, distribuidoras cinematográficas internacionales y nacionales que han sido liberadas en la web. Las opiniones vertidas en esta publicación son responsabilidad de quienes las emiten y no representan obligatoriamente el pensamiento de LDP Magazine que es una coproducción Los del Parque con Editorial Sudamérica Ficción (ESFicción).- www.ldpmagazine.cl

EDITORIAL

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odo estaba listo y dispuesto para esta nueva entrega de LDP Magazine, los artículos, entrevistas, relatos, historietas y notas sociales, como nunca antes teníamos todo dispuesto para entrar a imprenta, pero algo sucedió el 11 de junio, la noticia de que Sir Christopher Lee había fallecido, conmocionando a todo el mundo, especialmente a los seguidores del género fantástico, entonces nuestro director paró las prensas y ordenó convertir este número en nuestro primer especial impreso en homenaje a este noble que en vida interpretó a siniestros condes, entre tantos otros personajes. ¿Pero qué podríamos decir en nuestra editorial que no dijeran los diversos artículos anteriores? Fue entonces que apareció una carta del director Peter Jackson dirigida a su amigo Chris, como él llamaba al legendario actor, entonces qué mejor manera de introducirnos a este número especial que las palabras del destacado director de cine neozelandés.

“Con enorme tristeza, me entero que falleció Christopher Lee. Tenía 93 años y hace tiempo no se lo veía con buena salud. Pero, como siempre, su espíritu se mantenía indomable.

Christopher hablaba siete idiomas y era en todo sentido un hombre de mundo. Bien ilustrado en política, literatura, historia y ciencia, era académico, un gran cantante y, por supuesto, un actor maravilloso. Una de mis cosas favoritas para hacer en Londres era visitar a Christopher y Gitte, en donde me regalaban horas de historias sobre sus maravillosas vidas. Amaba escuchar esas historias y él amaba contarlas. Todas eran apasionantes, porque son verdad. Historias sobre su tiempo en las Fuerzas Especiales británicas, sobre la Segunda Guerra Mundial, de su amor por la Hammer Horror Films y sobre el trabajo con Tim Burton, del cual estaba enormemente orgulloso.

Fui lo suficientemente afortunado como para trabajar con Chris en cinco películas y nunca dejó de ser impactante tenerlo en el set. Me acuerdo de mi cumpleaños número cuarenta, él tenía 80 en ese momento. “Eres la mitad de hombre que yo” me dijo de repente. La mitad de hombre que Christopher Lee es muchísimo más de lo que podría esperar a ser. Él era un verdadero caballero, en una era en la que no se valora más a los caballeros.

Crecí con las películas de Christopher Lee y las amo desde siempre. Durante la mayoría de mi vida estuve movilizado por los roles que él no solo creó, sino que mantuvo bajo su ala durante décadas. Pero en algún momento del camino, Christopher Lee de repente, y mágicamente, se esfumó y en su lugar apareció mi amigo, Chris. Y amé a Chris todavía más.

Nunca va a haber otro Christopher Lee. Tiene un lugar único en la historia del cine y en los corazones de millones de fans alrededor del mundo.

El mundo va a ser un lugar más oscuro sin él.

Mis más sinceras simpatías para Gitte y toda su familia y amigos.

Descansa en paz, Chris.

Un ícono del cine se transformó en leyenda”.

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CHRISTOPHER LEE

In Memoriam

S

ir Christopher Frank Carandini Lee (19222015) ha dejado recientemente el mundo de los mortales para descanso de su renacentista existencia: actor, espía, cantante, experto en idiomas, por mencionar sola una breve fracción de sus logros. Christopher Lee fue un hombre cuyo legado debe ser conocido a cabalidad, empresa bastante desafiante solamente considerando su labor en el séptimo arte, con más de dos centenares de películas en las que impuso su sello: un aristócrata del Lado Oscuro, un villano de temer, un avatar de tiempos mejores en cuanto al desarrollo dramático.

Pocos hombres pueden, como él, comprender que han alcanzado en vida la inmortalidad que el genio y el arte les otorgan a sus pocos favoritos, y que han descollado en tan diversas como inspiradoras actividades. Y menos pueden jactarse de ser tan admirados, siendo parte de la hueste de villanos que el cine ha creado y

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por John Toro Abarza

recreado de forma ininterrumpida, en lugar de encarnar a los bienhechores y héroes de turno.

“Una buena historia necesita un buen villano” y este axioma se aplica sin error en el caso del talentoso artista británico del cual hablamos ahora.

El desaparecido Christopher Lee, para muchos aficionados y expertos del cine ya veteranos, será recordado como el inmortal conde transilvano recreado por Bram Stoker en su novela “Drácula”, desde 1958, si bien también varios de otros monstruos clásicos fueron interpretados por él (el monstruo de Frankenstein, la momia, etc.). Cuando la empresa británica Hammer decide recrear los monstruos que ya fueran exhumados por sus colegas del otro lado del océano, apostó por innovar: además de la maravilla del color, que incidirá en las miradas y almas del espectador (maravillosa, roja, tentadora sangre), la Hammer incorpora

CINE, ARTE Y ESPECTÁCULO un fuerte elemento erótico (ya insinuado en la novela original de Bram Stoker) que marca un antes y después en la cronología del terror. El componente de la seducción, del despertar de la líbido, el juego de la sangre, de la muerte y la no-muerte, tiene en Christopher Lee un gran paradigma, con su elevada estatura, su mirada hipnótica, sus modales elegantemente predatorios y su afán extraterreno, que perfila la inmortalidad del conde, tras innumerables destrucciones. Las inocentes presas del Conde de Christopher Lee, en vida mortal inocentes e ingenuas damiselas, se convierten después de su abrazo y mordida en seductoras tentadoras, voluptuosamente peligrosas embajadoras de los no-muertos y esclavas del inmortal monstruo. Ello es un guante lanzado en la cara a varios de los tabúes de aquellos días y a los eternos guardianes del decoro y las buenas costumbres, como fuera el caso de la novela del irlandés Stoker en su tiempo.

Christopher Lee exhibe, como otros contemporáneos del cine de terror (Peter Cushing, Vincent Price, Boris Karloff, etc.) la labor de un verdadero artista dramático. La falta de tecnología, tanto por el exiguo presupuesto (economías de posguerra) como por los avances de aquel entonces, hizo necesario el centrar las películas en las dotes histriónicas de los artistas: a falta de FX, se suplía la necesidad de encantar al público con el carisma, el ingenio, la pasión que daba el elenco por lograr sus roles de forma comprometida. Un ritmo lento para el actual espectador quizás, diálogos extensos que distinguían las luces y sombras del personaje, además de un fuerte impulso transgresor de la censura, eran características del cine en la primera mitad del siglo XX. Temas como el

LOS DEL PARQUE

satanismo, el lesbianismo, la mutilación, la tortura, la blasfemia y muchos otros van lanzando a una sociedad conservadora un mensaje de cambios y de crítica a los poderes tradicionales. Las escenas con aquellos risibles quirópteros de goma y alas inmóviles, las escenografías de cartón piedra de cementerios y castillos, las mordidas en los cuellos off screen, que nos recuerdan parodias del tema como la famosa “Danza de los vampiros” de Roman Polanski (1967), hacen contrapunto a la labor escénica de cada actriz y actor de estas historias, donde las actuaciones eran el plato principal de este menú terrorífico.

Christopher Lee encarnaba con su Drácula la doble dimensión del personaje, la elegancia del porte nobiliario que su título imponía, junto con la peligrosidad y maldad del vampiro, con su violencia consumidora y eterna. Dejando, al igual que Max Schreck y Bela Lugosi, la canónica descripción del Conde de los Cárpatos presentada por Stoker en labios de su personaje Jonathan Harker, Lee impulsaba su personaje desde una distancia y frialdad que lo caracterizaban como inhumano e incluso inaccesible, una fuerza oscura disfrazada de humanidad que se despojaba de dicha careta para actuar como un acróbata del averno.

Carreras tras sus presas y eludiendo a improvisados cazavampiros, por techos, caminos, campos, etc., son algunas de sus proezas en la pantalla, donde en raras ocasiones tuvo dobles o incluso medidas de seguridad. Sus avatares del conde llegarían hasta las décadas transgresoras de los sesentas y setentas, en las cuales el anacronismo del vampiro encuentra una grata bienvenida. Christopher Lee clava sus colmillos en la generación de la Revolución de las Flores con el mismo afán que tuviera con la de sus progenitores, como un recordatorio del poder de los mitos y de los dioses oscuros que generalmente juegan con la humanidad (Drácula A.D. 1972).

Tras la aparente muerte del villano (sea por cualquiera de los métodos contra los vampiros que folklore y cine presentan), el Drácula de Lee regresa siempre -referencia mencionada por modernísimas recreaciones en “Buffy la Cazavampiros” o “Drácula 2000”-, cada vez más cruelmente y vitalmente retratado (“Las cicatrices de Drácula”, 1970). En cada escena 5

The Curse of Frankenstein

de Christopher Lee, el eje era él mismo, incluso en aquellas donde el personaje ni siquiera hablaba, imponiendo por gestos y acciones su gravedad dramática -como el final de “El terror de Drácula”, 1958-. Seduciendo a su presa de turno, devorando a otros, atacando y matando sin emoción o piedad, su Drácula pasea por las películas como un tiburón en una playa ingenua, listo para ver quién será el próximo en saciar su eterna hambre de almas. Un fenómeno curioso es la evolución de su Drácula, originalmente mucho más extraterreno que el de otros actores, pasando por cada regeneración cinematográfica a ser un ser más y más lejano de la humanidad, hasta convertirse más en una presencia, casi a veces sin parlamento, como algo de otra dimensión y de otra naturaleza, incluso a veces apareciendo en breves pero capitales escenas.

Respecto al ya mencionado Peter Cushing, de quien Lee era amigo en la vida real, fueron diversas las ocasiones en las cuales ambos actores tuvieron roles antagónicos, sin opacar uno al otro debido a las dotes de la vieja escuela de actuación que ellos representan.

Como Frankenstein y su criatura (“The Curse of Frankenstein”, 1957), como el arqueólogo Holly y el sacerdote Bilali provenientes de la novela “ELLA” de H.R. Haggard (“She”, 1965), Van Helsing y Drácula (“Drácula”, 1958), ambos artistas representaban las dos caras de la moneda (cuyo lado oscuro era principalmente encarnado por Lee) del Bien y el Mal. La di-

námica entre estos dos extraordinarios actores británicos lograba alcanzar genuinas cumbres, creando una atmósfera de conflicto dramático cuyo clímax en cada cinta cinematográfica nunca defrauda al público de antes y de ahora.

Será en la producción británica-española “Horror Express” (conocida también como “Pánico en el Transiberiano”, 1972) que veremos a ambos como aliados, enfrentando una amenaza entre sobrenatural y extraterrestre, al mejor estilo lovecraftiano. “No podemos ser nosotros el monstruo, porque somos ingleses” es una muestra humorística de su peculiar estilo en esta película bizarra, donde incluso Telly Savalas (Kojak) aparece como un tozudo y feroz cosaco.

Los espectadores modernos recordarán a Christopher Lee como cierto Lord Sith en la nueva trilogía de Star Wars o como el Archimago Saruman en las películas de Peter Jackson o en otros roles. En las producciones basadas en el humorístico y fantástico “Mundo Disco” del también recientemente fallecido Terry Pratchett, nuestro actor aparece encarnando a un personaje oscuro. Lee da su voz a Muerte, el avatar del Segador, cuya naturaleza se encuentra curiosa y atraída por los insensatos actos de los seres vivientes. Este rol incluye las versiones televisivas en vivo de “El color de la magia” (“Colour of Magic”, 2006) y “Padre Puerco” (“Hogfather”, 2008), las animaciones de “Discworld Soul Music” (1996) y “Las Brujas” (“Weird Sisters”, 1996) y los juegos de video basados en las novelas de Pratchett.

En este rol, vemos lo siniestro hermanado con lo humorístico, un Christopher Lee que siendo el poder más temido y odiado de la creación,

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The Mummy

debe pasar miles de dolores de cabeza gracias a los protagonistas, héroes y villanos de Mundo Disco. “Decepcionante” resopla al huir una de sus presas, implica ser un personaje de Poe en una fiesta (“Máscara de la Muerte Roja”), dará bendiciones navideñas amenazando con la tumba a niños, deberá cumplir roles paternales e incluso heroicos, muy a su pesar, mientras acoge las almas de los muertos y se intriga por los móviles de los vivos. Un monstruo risueño, con una inusual ternura y un ácido sarcasmo rivalizando en su actuar, que es uno de los más ingeniosos roles del actor inglés. Lo mismo que descubrimos con las bromas y alusiones a Drácula que Joe Dante incorpora a su cinta “Gremlins 2” (1990), en las escenas del científico que tiene a cargo el actor inglés.

La villanía de Christopher Lee es muy variada a lo largo de su extensa vida y profesión cinematográfica. Tomará la espada como Rochefort, el sicario del Cardenal Richelieu en tres adaptaciones de “Los tres mosqueteros” de Dumas, un gigante de un solo ojo que dará mil dificultades a Michael York como D’Artagnan, aliado de la espía Milady y luego de la hija de ella. Será el célebre villano oriental Fú-Manchú (el Doctor de las Mil Muertes), conspirando contra el status quo del imperio victoriano, parte del terror occidental a la amenaza amarilla que será uno de los ingredientes de la Guerra Fría, encarnándolo en una serie de grandes películas. Será uno de los grandes némesis del afamado James Bond, Francisco Scaramanga, en la cinta “El Hombre del Revólver de Oro” (“The Man with the Golden Gun”, 1974). Aquí exhibirá, como en los papeles anteriores, un estilo refinado y culto en sus parlamentos, mientras siega vidas y comete crímenes a diestra y siniestra… pero siempre con clase, como hombre de mundo que era Lee. En otros papeles, como la momia o el monstruo de Frankenstein, Lee otorga sus dotes corporales al perfil del monstruo, criaturas lentas, engendros monstruosos que marchan inexorablemente tras sus víctimas, como fuerzas elementales y primigenias, amenazas mudas tan letales como los otros malignos roles de nuestro artista inglés. Los villanos de Lee, incluyendo a aquel nazi de “Los Ríos Púrpura”, son seres que utilizan la mente, el ingenio, las dotes más elevadas del ser humano

para los fines más nefastos.

Los antihéroes de Christopher Lee son personajes que nos recuerdan al posterior Hannibal Lecter de Harris: seres despiadados e inhumanos, crueles y sanguinarios, pero también dotados de gran cultura e impecables modales, con grandes conocimientos y educación exquisita, de privilegiada inteligencia y de inclinaciones artísticas, que serían gratamente invitados a selectos círculos y con los cuales el espectador, a pesar del peligro, querría departir y dialogar. Características que el verdadero hombre que los representaba tenía en su vida real y que exteriorizaba en cada uno de sus personajes.

Una melancolía y desesperanza anidan en su rey Haggard en “El último unicornio”, adaptación animada de la novela homónima de Peter S. Beagle (“The Last Unicorn”, 1982) y se asemeja a la fatalidad de Lord Summerisle en “The Wicked Man” (1973), o a la soledad de Muerte en “Mundo Disco” o del monstruo de Frankenstein, que gracias a la labor de nuestro actor acercan al espectador a cierta condición de reflexión, de catarsis en términos dramáticos, comprendiendo lo cercano (peligrosamente cercano) del lado oscuro del alma humana que las ficciones actuadas por Lee nos recuerdan en cada obra.

Muchos rostros han encarnado al Mal, pero pocos, muy pocos, son los que lo han hecho, o lo harán, con la gran clase, artes dramáticas, humanidad (e inhumanidad) y sentido del humor que Sir Christopher Lee nos comparte con tanta generosidad en sus mil caras de oscuridad y villanía.

Descansa en paz y gracias de nuevo, Sir Christopher Lee. Por siempre iluminas la Oscuridad con tu Genio.

John Toro Abarza 7

L

a década de los ‘80 debe ser la más productiva y creativa después de la década de los ‘50, donde vemos un desfile de nuevos creativos, gracias a un semillero de talentos estimulado por Steven Spielberg, así como una interesante gama de nuevos directores. Hollywood, por su parte, comienza a invertir en mega producciones a partir de los ‘70, convirtiéndose en verdaderos éxitos de taquilla, largas filas de hambrientos espectadores se repiten en todo el mundo, estimulando a la industria a que realice nuevas películas de ciencia ficción. Irónicamente, estas cintas le dieron grandes dolores de cabeza y pérdidas económicas en los años ‘50, siendo las pequeñas producciones de entonces las que se llevaban los aplausos y vítores del público, pero todo cambia en la década de los ’70, convirtiéndose en verdaderas minas de oro, además, se abren las puertas a los efectos especiales que son parte fundamental para cada nueva cinta, comenzando a invertir grandes montos de dólares para que los especialistas desarrollaran la magia requerida por el público, convirtiéndose de paso en un semillero para captar nuevos talentos, algo muy parecido a lo que sucede con los nuevos realizadores, todo esto conlleva a formar un verdadero caldo de cultivo en ingenio y creatividad para resolver lo que era fácil escribir en un guion, pero muy difícil de plasmar en la pantalla grande.

Pero seamos sinceros. En los ‘80, no todo es miel sobre hojuelas, nos encontramos con un desfile de películas, algunas que podríamos calificar como obras mayores y otras que son totalmente desechables, como en todo orden de cosas, entre los que encontramos una seguidilla de filmes de facturación barata que intentan de alguna manera colgarse de la fórmula impuesta por George Lucas con “Star Wars”, sin cumplir con su cometido, es el caso del film estrenado el 2 de septiembre de 1980, ”Battle Beyond the Stars” (“Batalla más allá de las Galaxias”) de Jimny T. Murakami, producido por Roger Corman, que está basada en el western “los siete magníficos” un remake de “los siete samuráis” de Akira Kurosawa. La trama es más que simple: un pequeño planeta habitado por agricultores es amenazado por un tirano, quien no dudará en utilizar un arma capaz de reducir a escombros el pacífico mundo, un joven recibirá de un guerrero anciano la tarea de encontrar a guerreros para enfrentar el mal, así se reunirá un grupo de seres de lo más diverso que van desde una valkiria, pasando por un vaquero, un asesino, etc. Lamentablemente la cinta es pobre, tanto en guion como en su puesta en escena, los efectos visuales dejarán mucho que desear, repitiéndose una y otra vez. Lo anecdótico de esto es que James Cameron, el conocido director, es el encargado de estos.

El 22 de mayo de 1981 se estrena Outland (”Atmósfera 0”), escrita y dirigida por Peter Hyams, una interesante cinta que nos transporta a una base minera en la tercera luna de Júpiter: una serie de extrañas muertes está acabando con los mineros que trabajan en el planeta, un rudo policía, Williams Nota: Puedes Leer los capítulos 1, 2 y 3 de Ciencia Ficción Cinematográfica en los números 26, 27 y 28 de LDP Magazine, dispuestos en la versión virtual publicada en www.ldpmagazine.cl 8

CINE, ARTE Y ESPECTÁCULO

LOS DEL PARQUE

T. O´Neil -interpretado por Sean Connery- es asignado a un año de servicio en el lugar, quien irá tras la verdad, descubriendo la venta y consumo ilegal de una droga llamada eutimolpoliclorhídrico, que permite a los mineros trabajar al doble de su capacidad física, pero que con el paso del tiempo comienza a producir psicosis en los consumidores. Ni la empresa a cargo de las faenas en el lugar así como los mismos mineros, no quieren que el alguacil O´Neil intervenga, sin embargo, este logra desbaratar el tráfico ilegal de la sustancia, pero esto le pone un precio a su cabeza: se ha contratado a dos asesinos que arribarán en el próximo vuelo para encargarse del marshall, todos en el lugar le dan la espalda y este deberá prepararse solo para enfrentar la amenaza. Este filme tiene un aire que recuerda al Western “High Noon” (“A la hora señalada”) interpretado por Gary Cooper, donde observamos al comisario de un pueblo ver pasar las horas esperando a un grupo de bandoleros que viene por él.

Después de un fallido intento de Walt Disney Production en el campo de la ciencia ficción con algo más o menos serio como fue “The Black Hole”, film dirigido por Gary Nelson en 1979, lo intentará nuevamente con “Tron” de 1982, dirigida y escrita por el debutante Steven Lisberger, una interesante idea desperdiciada por el infantilismo que arrastra la compañía Disney a través de los años. Hay que recordar que la productora ya había realizado algunas cintas en tono de comedia para toda la familia, pero estas dos cintas “The Black Hole” y “Tron” son de algún modo su intento de competir con filmes de gran factura como “Alien”, aunque sin tener el mismo resultado. “Tron” es una de las primeras cintas en generar efectos digitales, irónicamente son alrededor de 15 a 20 minutos con esta técnica, el resto son efectos ópticos, es decir, de forma tradicional. Además, se utilizó una técnica denominada “animación con luz de fondo”, en palabras sencillas, se filmaron escenas de gran tamaño en blanco y negro en alto contraste, para posteriormente ser pintadas con técnicas tradicionales de fotografía, convirtiéndose en todo un reto para un filme de estas características y que no se ha vuelto a utilizar hasta el día de hoy. El concepto visual del filme es gracias a talentos como Syd Mead (“Blade Runner”) y Jean Giraud, el mítico historietista francés más conocido como Moebius quien ya había participado en otras cintas como “Alien” y “Blade Runner”. Lo negativo de “Tron” es su historia, mala del verbo mala, irónicamente se convertiría con el paso del tiempo en una cinta de culto solo por su estética y su mundo virtual. La trama es simple: uno de los ejecutivos dela empresa ENCOM, líderes en juegos de videos, entre otras cosas, ha engañado a Kevin Flynn (Jeff Bridges) quedándose con sus patentes y ganancias como desarrollador de videojuegos, Flynn no puede probar que ha sido engañado y termina colocando un local de juegos electrónicos llamado Flynn’s Arcade, pero que no impedirá que el hombre intente entrar a la compañía para reunir las pruebas suficientes para recuperar lo suyo, pero en el proceso será descubierto por CCP, el control

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Outland

de inteligencia artificial de la compañía que lo reduce a información digital, inyectándolo dentro de un mundo virtual como un programa.

Aquí, Flynn deberá encontrar a un programa creado por su colega Alan Bradley (Bruce Boxleitner) llamado Tron y ambos deberán correr contra el tiempo para detener a quien esté detrás de CCP. La historia se vuelve a momentos incongruente con muchos baches por el camino, así como cabos sueltos que no logran ser atados, con un final casi abierto y absurdo, que da la impresión de que debían finalizar sí o sí la trama. Este filme por lo menos tendrá un premio Saturn Award en 1983 y será postulado para varios premios más, sin éxito alguno. También se realizaron historietas, videojuegos, una serie animada en 2012 para televisión basada en segunda parte de la película estrenada en 2010 titulada “Tron Legacy” del director Joseph Kosinski, desarrollada especialmente para el sistema de proyección Disney Digital 3D e Imax 3D. La trama esta vez está un poco mejor armada y nos cuenta la historia de Sam Flynn, el hijo del protagonista de la versión original, quien va detrás de su padre desaparecido misteriosamente, cuando él era niño, las pistas lo llevan hasta Flynn’s Arcade el local de su progenitor, aquí será víctima del mismo aparato que envió a su padre al mundo virtual creado por este.

Tron

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Dejando a un lado los videojuegos, Steven Spielberg nos entrega quizás una de sus mejores películas, “E.T. the Extraterrestrial” de 1982, para algunos la cinta es una especie de cuento moderno con un leve toque de fábula, mientras que para otros es una especie de contrapartida de su filme “Encuentros Cercanos del Tercer Tipo”. La trama nos presenta a Elliot, un pequeño que vive con su madre, hermano y hermana, y que tras la separación de sus padres trata de adaptase a esta nueva forma de vida, paralelamente en el bosque cercano, un viejo botánico extraterrestre es abandonado en la Tierra por sus compañeros al huir de sus perseguidores terrestres, al no alcanzar a llegar a la nave, se refugiará en el cuarto de herramientas de la casa del pequeño y cuando ambos se encuentran, nacerá una gran amistad que los unirá en alma y mente. Elliot junto a sus hermanos y amigos tratarán que el viajero de las estrellas vuelva a casa (en el número 3 de LDP Magazine, puedes encontrar un completo artículo sobre E.T. the Extraterrestrial, para leerlo visita nuestra página web www. ldpmagazine.cl).

Un año más tarde, en 1983, llega una space opera bastante mediocre, la primera que se recuerda por ser exhibida en las salas de cine en 3-D, titulada “Space Hunter: Adventures in the Forbidden Zone” dirigida por Lamont

Johnson, aquí vemos cómo tres bellas chicas son víctimas de un accidente en un crucero espacial y deben refugiarse en un mundo hostil donde serán capturadas. Para rescatar a las damas en cuestión, se ofrece una jugosa recompensa, una osada pareja se pondrá en marcha para cumplir la misión. El segundo filme es “Space Raiders”, producida por Roger Corman y dirigida por Howard R. Cohen, la cinta es una excusa para reutilizar material de ”Batlle Beyond the Stars”, mientras su historia narra cómo un niño se infiltra en una nave pirata, haciendo muy buenas

Space Hunter: Adventures in the Forbidden Zone

E.T. The Extraterrestial

de Sarah Connor, John, ha cumplido 10 años y ha visto a su madre transformarse en una verdadera máquina de guerra. Sarah ha sido hospitalizada en innumerables ocasiones en sanatorios mentales y el chiquillo criado en diversos hogares suplentes, convirtiéndose en un joven problema para la sociedad. Desde el futuro, el propio John envía a un viejo modelo T-800 para protegerse así mismo de un nuevo modelo de Terminator, un T-1000, un ciborg polimimético de metal líquido mandado por Skynet, la súper computadora que adquiere conciencia y declarará la guerra al ser humano.

La idea no es mala, lamentablemente como sucede con la mayoría de las películas que se transforman en favoritas del público, se convierten en aptas para todo espectador, el

migas con el capitán de los piratas.

En 1984, una cinta de muy bajo presupuesto se convertiría en ícono de los ‘80 y catapultaría a la fama a su director James Cameron, “Terminator”, película que no necesita mayores presentaciones, pero de la que podemos decir que en el año 2029 nos ofrece un mundo apocalíptico destruido y dominado por las máquinas, el destino de la humanidad se decidirá en el pasado, específicamente en el año 1984, Terminator es un ciborg T-800 modelo de Cyberdyne 1.0.1, un asesino despiadado que tiene como blanco programado a Sarah Connor, una joven que se convertirá en la madre del futuro líder de la resistencia, John Connor, para evitar que esto suceda es enviado a proteger a la mujer un soldado llamado Kyle Reese. Esta película se convertirá en la ganadora del Festival de Avoriaz del año 1985, las imitaciones no se dejarán esperar y tendremos un desfile de robots asesinos en el cine, pero en 1991 la promesa hecha por Schwarzenegger, “Volveré”, como la letal máquina de matar es cumplida en “Terminator 2“, la acción se traslada a 1994, cuando el hijo 11

The Terminator

concepto original debe cambiarse, ya no tenemos una máquina asesina implacable, sino a una más soft, que levanta la mano jurando no hacer daño a los seres humanos. A pesar de ser escrita y dirigida nuevamente por Cameron, lo único que obtenemos es una nueva tecnología para realizar efectos especiales, por lo menos ganaría cuatro premios Oscar por Mejor Maquillaje, Mejor Sonido, Mejores Efectos Especiales y Mejor Edición de Sonido, también obtendría dos premios BAFTA como Mejor Sonido y Efectos Especiales. Casi una década después, en 2004 llega “Terminator 3: Rise of the Machines”, a estas alturas Terminator se ha convertido en una franquicia comercial, así como otros personajes cinematográficos y sin importar la calidad. Cameron ya no se encuentra a frente del proyecto, ahora tenemos a Jonathan Mostow como director. La historia cuenta que desde el año 2033 es enviado un nuevo Terminator modelo Terminatrix, una versión sexy pero letal que va detrás de un John Connor de 22 años, que huye por Estados Unidos, alejándose de cualquier aparato tecnológico, mientras que en el futuro John fue asesinado por un modelo T-850 que es infiltrado a la resistencia como si fuera un T-800, modelo al que el líder de la resistencia le tenía cierto cariño, cosa que Skynet aprovecha para eliminarlo. La esposa de John, junto a un grupo de guerreros, logran capturar al T-850, reprogramarlo y mandarlo al pasado, donde el joven John se reencontrará con su futura esposa. Si la cinta hubiera sido estrenada varios años antes, quizás sus efectos especiales hubieran marcado tendencia, lamentablemente llegó tarde y no ofrece ninguna novedad. Le sigue “Terminator Salvation” dirigida por McG (Joseph McGinty Nichol) director de las dos versiones fílmicas de los “Ángeles de Charlie”, esta cuarta entrega se aleja definitivamente de las versiones anteriores, enriqueciendo el universo de Terminator, lamentablemente la audiencia no sabe apreciar la cinta, dándole la espalda, ya que desean ver una vez más a Schwarzenegger, 12

Terminator: Genisys

la trama comienza en el año 2003, cuando un condenado a muerte es visitado por una doctora quien le pide autorización para que done su cuerpo a Cyberdyne. Luego saltamos al año 2018, donde Skynet ha descubierto quién es el padre de Connor y su nuevo blanco es Kyle Reese. En el juego entra Marcus Wright, el hombre condenado a muerte en 2003 que, sin saberlo, es un Terminator orgánico infiltrado por Skynet para eliminar a John y Kyle, pero con lo que no contaba la computadora era que Marcus se pasara al bando enemigo. Ahora, se estrenó una nueva entrega el 1 de julio de 2015, la trama es una verdadera melcocha: Skynet está a punto de ser vencida y decide atacar en dos frentes al mismo tiempo, uno en el futuro y el otro en el pasado, John envía a Kyle para que proteja a su madre, pero al llegar al pasado, es Sarah quien lo rescata, aquí descubre que un Terminator fue enviado a matarla junto con sus padres, pero un Terminator llega para cuidarla, convirtiéndose en su mentor y protector, ahora Sarah, junto a Kyle y el Terminator deberán hacerle frente al T-800 enviado para eliminarla y, por si esto fuera poco, tendrán que combatir con un T-1000. Comentario aparte merece la serie de televisión “Terminator: The Sarah Connor Chronicles” que contó con dos temporadas entre 2008 y 2009, que nos presenta lo que sucede después de finalizar el segundo filme de la franquicia, donde Sarah y su hijo recorren Estados Unidos, un nuevo Terminator es enviado por John desde 1999 para que lleve a la madre y su retoño a 2007, para que ambos se preparen para la guerra que se aproxima.

Los ochenta nos trajeron muchas novedades en materia cinematográfica y nos hicieron soñar, trasladándonos a mundos más allá de nuestra imaginación, que seguiremos revisando en nuestro próximo número de LDP Magazine.

Roberto Alfaro Vergara

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NARRATIVA GRﾃ：ICA

LOS DEL PARQUE

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Continuarรก.

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magia de...

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n spin off, eso es “Diario de un Trovador”. Surgió de una de mis novelas de fantasía medieval, “El Mendigo de Karmaf”, que pronto verá la luz a través de ESFicción.

Y ahora les contaré algunos secretos… cedo la palabra al protagonista de la historia que les presentamos en LDP Magazine…

Desde el confín de los tiempos, nosotros, los Guardianes, hemos existido con la única misión de proteger la Llave de los Mundos, un regalo del Altísimo que permite a las almas viajar de una dimensión a otra o ir de un mundo a otro, como ustedes dicen.

Esa llave está en manos de la Guardiana de la Llave, ella es la única que puede invocar sus poderes, ella es la única que puede abrir los umbrales, por lo que está en constante peligro, acechada por los espíritus de la Oscuridad que la persiguen como sombras en cada reencarnación.

Al principio, éramos muchos, pero conforme van pasando los eones, otros tantos se han separado del grupo y se quedan en los mundos los cuales sienten como sus verdaderos hogares. No es pecado, es simple elección, el Altísimo nos regaló eso, el libre albedrío, y nosotros lo usamos. Pero después de tanto tiempo, nuestra familia se ha reducido a unos pocos que hoy son cercanos a nuestra Guardiana.

Ella tiene un favorito, su complemento, su apoyo incondicional desde el origen… yo.

Pero en algunas reencarnaciones, el corazón humano de ella desvió su amor hacia otro de los Guardianes, debido a que olvidé mi misión y abandoné a la Guardiana. Así, poco a poco fui relegado… y me transformé en el que llaman el Trovador, el Amo de la Música, el Guardián de la Música, esa me-

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lodía que lleva el registro de tantos eones de batallas, de deseos, de pérdidas, de pecados y toda nuestra historia. Pero aún tengo esperanzas de recuperar a mi amada… quizás este sea el momento de reivindicarme y volver a ser un espíritu de luz sin mella.

Los espíritus de la Oscuridad han intentado atraerme a su causa, pero sigo firme en mi cometido, amando a la distancia a la Guardiana. Y ahora, en esta nueva vida, algo extraño pasó. La Oscuridad trastocó mi destino y durante mi encarnación me convenció de nacer en otro mundo, conocido en las crónicas como Amercaz, el continente en el que se encuentra la ciudad de Karmaf. Así, lejos de mi amada, la Oscuridad intentó matarme, capturar mi espíritu y corromperlo.

Pero algo pasó y uno de los espíritus de la Luz, el Dragón Dorado, intervino y salvó mi vida. De paso y por mandato del Altísimo, me llevó al mundo en el que la Guardiana había nacido solo para que estuviera cerca de ella por un tiempo, ya que una nueva batalla se llevaría a cabo en Karmaf, donde la Guardiana y su Elegido serían transportados por uno de los espíritus de la Oscuridad más poderosos.

Y ahora yo, el Trovador, espero oculto en la niebla que mi memoria reviva y pueda reunir a los Guardianes. Mi corazón aún está dormido… el Dorado es la única esperanza que me queda… y tal vez pueda recuperar a mi amada.

Yamila Huerta Serrano, autora

NARRATIVA GRﾃ：ICA

Historia Yamila Huerta Serrano

LOS DEL PARQUE

Dibujos Marco Antonio Gonzﾃ｡lez Leyton

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CONTINUARÁ...

HISTORIAS Y RELATOS

MI PEQUEÑO DIOS E

l día estaba nublado, Santiago seguía tan helado como en cada invierno, ese frío seco que hacía que doliera la piel. Aun así, Horacio amaba el invierno, las nubes cubriendo el cielo, el calor de entrar a la cama luego de estar a bajas temperaturas, todo eso lo relajaba. Podía aguantar este viento y los cinco grados que se sentían en la calle por los pequeños gustos que podía darse en esta época del año.

Había salido hacía unos minutos del lugar donde vivía, un departamento en un edificio relativamente nuevo. En la calle, había comenzado a soplar un viento que hacía que se sintiera aún más helado, si eso era posible. Horacio caminaba, mientras maldecía por no haberse dado cuenta antes que no tenía bebida. Sin su Pepso diaria no se sentía cómodo. Como existe gente que necesita café para andar bien durante el día, este chico necesitaba su Pepso. Luego de llegar al supermercado que quedaba a unas cuadras y comprar su tan ansiada bebida, comenzó el camino de regreso. En la salida del supermercado, se encontró con una pequeña, de unos doce años, pelo liso y azul, grandes ojos, que parecía perdida. Comenzó una pelea interna… preguntarle o no preguntarle si necesitaba ayuda.

La chica había estado mirando los edificios de los alrededores, rascándose la cabeza. De pronto, se dio cuenta de que la miraban y se acercó.

–Hola –dijo con una sonrisa.

–Eh… Hola –Horacio no sabía qué hacer, ¿esperaba a que le pidiera ayuda? ¿Le preguntaba si la podía ayudar con la dirección? Si

LOS DEL PARQUE

Capítulo uno

Dios no tiene casa por David Olguín Ilustraciones por Iván Henríquez López (Gato Morado)

hacía esto último podría parecer sospechoso, otras personas le podrían preguntar que cómo lo sabía y no se le ocurriría qué decir de nuevo. La chica interrumpió los pensamientos que pasaban a toda velocidad por la cabeza del joven.

–Sabes, estoy perdida, ¿me puedes ayudar con esta dirección? –su voz era sumamente tierna.

–C-claro –le respondió el chico tomando, el arrugado papel que la niña le entregaba.

–Tienes suerte, es por aquí, está a solo unas cuadras, vamos, creo que comenzará a llover de un momento a otro.

–¡Eh! Pero no traje paraguas, ¿qué se supone que haga?

–Tranquila, llegaremos antes de que comience a llover.

–¿En serio? ¡Gracias!

Así, Horacio, controlando lo mejor posible sus nervios, pues no se le daba hablar con la gente y menos con las chicas, aunque estas fueran pequeñas, llevó a la niña hacia la dirección que le indicaba el papel. Mientras caminaba, la curiosidad empezó a hacerse presente, Horacio comenzó a preguntarse qué hacía esa pequeña sola buscando una dirección. Luego de un breve debate interno, se decidió a preguntar.

–Oye… No quiero meterme en tus asuntos, pero, ¿esta es la casa de algún familiar tuyo?

–Jejeje, no, es una casa que arrendé por internet –dijo la chica con confianza.

–Ah, claro, eso debe ser –le respondió Horacio, tratando de contener la risa.

–¿Por qué te ríes? Es verdad –dijo la chica, mientras lo miraba con cara de reproche.

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–¿Y de dónde sacó la plata usted, señorita?– le dijo Horacio, en tono irónico.

–Pues, tengo dinero de por ahí, más que mal, soy Dios.

–¡¡¡Jajaja!!! –Horacio explotó, no podía reprimir más la risa.

–¡Es la verdad! –dijo la chica, mientras comenzaba a hacer un puchero.

–Perdón, perdón, no fue mi intención reírme –le dijo el chico, lo único que le faltaba era que se pusiera a llorar–. Bueno, tranquila, estamos por llegar a tu casa... –El chico quedó de piedra, acaban de llegar a la dirección escrita en el papel, era un terreno baldío, no había nada, solo un poco de pasto y una reja–. Niña, creo que…

–Me llamo Shekiná, pero me puedes decir Sheki, o Dios, como prefieras– le dijo la chica, mientras sonreía, al parecer aún no se daba cuenta de la situación.

–Bueno… Sheki, creo que el papel tiene una dirección errada.

–No, lo revisé bien, es la dirección correcta –le dijo la chica, con una cara que no dejaba 32

lugar a dudas.

–Bueno, pues verás –Horacio no sabía qué decir–, el tema es que… esta es la dirección, pero no hay nada.

–¡¿Quéeeeeeeee?! –la chica abrió los ojos como platos, le quitó el papel al joven y comparó la dirección que aparecía en él con la de aquella reja roñosa que protegía ese terreno, sin nada más que un poco de pasto medio muerto–. No puede ser, no puede ser, gasté todo el dinero que me quedaba en esto, ¿qué voy a hacer? –la chica comenzó a hipar, las lágrimas empezaban a aparecer.

–Hey, no llores, vamos, te puedo acompañar a tu casa, de donde venías, y te prestaré un paraguas, anímate, después podemos ir a la policía y dices todo, que te estafaron, pero tranquila.

–N-no tengo donde ir –dijo la chica entre lágrimas. Y comenzó a llover.

–Genial –suspiró Horacio, mientras veía como el agua comenzaba a caer.

El chico no supo qué hacer y terminó llevando a la pequeña a su departamento, pues se resistía a ir a la policía. Sabía muy bien que llevar a una niña de doce años a su casa podía ser visto como, al menos, sospechoso.

–Déjame ver si te sigo. Digamos por un momento que te creo y que eres Dios. Vivías en el Cielo, pero perdiste una apuesta con el Diablo y este te envió con un poco de dinero humano a la Tierra, estando aquí te han estafado varias veces y perdiste toda la plata. ¿Es eso? ¡Hey! Deja de comer y mírame.

–Ech que echtá delichoso.

–NO HABLES MIENTRAS COMES. –No seas gruñón. Ah, estaba todo muy bueno, de verdad gracias, si fuera por mí, ya estarías en el Cielo con este acto.

–Ajá, bueno, volviendo al tema, ¿no puedes simplemente pedirle al Diablo que te deje entrar o pedirle ayuda a tus ángeles?

–No, me niego a volver pidiendo piedad a esa malvada, los ángeles no pueden saber esto, se enojarían mucho… –por el tono de voz con que lo dijo, parecía que en verdad le temía a los ángeles y que su orgullo le impedía ir a hablar con el Diablo.

–A todo esto, ¿cómo es el Diablo? ¿Es como

dicen? ¿Tiene cuernos, una cola y es rojo?

–Jejeje, te refieres a él, como los humanos piensan que es, ¿no es así? Pobre y simple chico. Siempre le ha molestado el cómo la imaginan, jajaja, de partida no es “el” Diablo, es una mujer, y Diablo es un apodo, así le decimos los que la conocemos, su nombre es Diana Bloodheart, abreviado como Diablo. Es una pelirroja engreída. Respondiendo a tu pregunta, sí tiene cuernos y sí tiene una cola. Pero no es roja ni tiene barba o bigotes. Tiene un tridente como ustedes piensan y unos pechos demasiado grandes, parece una vaca –mientras decía esto último, miraba enojada sus propios pechos.

–Eh, tranquila, estás aún en desarrollo, crecerán…

–¡¿Qué quieres decir con eso?! Me retracto, ojalá nunca llegues al Cielo, TONTO, DEPREVADO, PERVERTIDO, COCHINO, FANÁTICO DE LOS PECHOS –mientras lo decía, lo golpeaba con sus pequeñas manos en la cabeza.

–¡Tranquila, auch, ya dije que lo siento, auch!

–No importa, ¡pervertido!–dejó de pegarle, suspiró–. Como decía, esa malévola mujer se reiría de mí por semanas antes de dejarme volver a entrar. Le demostraré que puedo cuidar de mí misma en la Tierra.

–Bueno, no vas muy bien entonces…

–Esto es temporal, me recuperaré –dijo la chica, mientras sus ojos brillaban con esa confianza que adquiría cada tanto.

–Solo por curiosidad, ¿cómo piensas hacer eso?

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–Já, tengo muchas ideas de cómo hacerlo, para partir… muchos de ustedes creen en mí, ¿no es cierto? Bueno, haré una colecta con ellos.

–O sea, que irás pidiendo limosna a quienes crean en Dios, diciendo que tú eres Dios, muy buena idea, claro que no se enojarán y pensarán que les estás tomando el pelo.

–¿¡Aún no me crees?! Soy Dios, puedo probarlo.

–Pues, adelante, sorpréndeme –le dijo el chico, con una risita de autosuficiencia.

–Mmm… bueno, para empezar, sé que este es tu departamento –dijo muy seria la chica.

–¡Eso es obvio! –le dijo, entre enojado y divertido, el chico.

–Jejeje, pues no es obvio, podrías ser de algún familiar o ser arrendado, pero no, está a tu nombre, es tu departamento en todo el sentido de la palabra.

–Es cierto, pero eso no es ni remotamente suficiente como para demostrar que eres Dios.

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–¿Qué? ¿Quieres que haga volar algo o prenda fuego a mi mano?

–Sería un avance.

–¿Qué crees que soy, un mago? Eres un hereje.

– Ya, independiente de si yo te creo o no, te puedo asegurar que otras personas difícilmente te creerán –le dijo el chico, con aspecto cansado.

El timbre sonó interrumpiendo la conversación que mantenían. Y, al mismo tiempo, un llamado por citófono.

–Señor Horacio –dijo una voz por el citófono. Era el conserje.

–Diga, Manuel –le respondió Horacio.

–Tiene visita –le respondieron desde el otro lado. Horacio miró a Sheki sorprendido. Ella le devolvió la mirada.

Excelente, lo que faltaba para coronar el día más extraño de su vida.

Continuará…

HISTORIAS Y RELATOS

ROMANCE EN TIEMPOS DE OSCURIDAD SANTIAGO, CHILE. JULIO, AÑO 2058.

S

olo queda el olor a cenizas y sangre en descomposición de los restos de algo que antes solía ser “humano”. Solo me queda admirar cómo la Catedral de Santiago ardía en medio de una lluvia que no menguaba hacía ya tres días, sin embargo, el fuego es implacable, se alza cual majestuoso rey sobre aquella fachada arquitectónica que solía albergar fieles en sus tiempos más memorables. Pobres fieles, nunca imaginarían que después de décadas, la gran catedral caería en ruinas.

La luz del fuego alumbraba mi rostro en las alturas y también le daba un poco de calor a mi cuerpo. En la azotea del edificio del Correo, me encuentro y admiro lo que una vez fue mi ciudad, donde una vez mi pasado, lleno de recuerdos felices, se esfumó tal cual el fuego lo consume todo ahora.

Estoy sola en esta maldita ciudad del infierno, quizás a algunos de mi cuadrilla de vigilancia nocturna los puedo considerar como mi familia, pero trato de no conservar ni un sentimiento que me haga dudar en mi misión. Solo una persona puede hacerme dudar, solo ese ser, al cual más distancia pongo de mí, puede dañarme y hacer dudar. Solo Alexander puede hacer que yo retroceda ante la muerte y bajar los brazos, pero él está muy lejos de mí. Porque así lo decidí.

—Alexander —solo susurrar tu nombre, me produce una punzada que atraviesa mi corazón. Mil veces maldito el destino que quiso que nuestros caminos se cruzaran.

—¡Katerina! —me llama mi compañera de grupo, Jessica, y me aparta de mis pensamientos más íntimos y que para mí aún producen debilidad. La observo detenidamente y, por su aspecto, creo que tuvo que correr demasiado para llegar hasta acá.

—Jessica, ¿están vacías las calles? ¿Algún so-

LOS DEL PARQUE

Capítulo uno Desde el olvido nos volvemos a encontrar por Carolina Gómez Ilustraciones por Mauricio Sepúlveda Mafeba

breviviente? —le pregunto detenidamente y con una voz fría, a la cual ya están acostumbrados.

—La verdad es que ya no quedan muchos humanos, los que están vivos solo se consumen por el veneno —me dice en manera de reporte, mientras observa detenidamente el fuego que emana la Catedral.

Refugio de Los Dragones Rojos Llegamos a nuestro refugio, entramos por el pasadizo y luego los encontramos a todos ahí.

Hasta el momento, no ha habido bajas, pero estamos preparados para morir. Ese ha sido nuestro único enfoque de entrenamiento, luchar hasta más no poder, pero si debemos morir, que sea dignamente y no transformarnos en esas criaturas. Una de las maneras de matarlos es aplicándoles un líquido ultravioleta que hemos fabricado, desde que nos dimos cuenta que a la radiación del sol, estos seres se empiezan a deteriorar.

Hace años asaltamos los laboratorios y centros tecnológicos y creamos fórmulas para destruirlos o dejarlos en mal estado para el combate y matarlos con un arma, principalmente las filosas. Sin embargo, el entrenamiento siempre es duro y cansador, hay veces que tiene sus consecuencias y deja marcas en el cuerpo, pero nada vale más que proteger nuestras vidas.

Me dirijo a mi gente para que actuemos más rápido y nos movamos a otro refugio.

—Deberemos movernos más al sur, sigamos la ruta ya trazada que comprende desde este centro comercial hasta la próxima estación de metro, la que se encuentra cerca de la calle principal dónde estábamos hace dos meses.

Ahí debemos juntar provisiones y armamento, ya saben lo que deben hacer y no se olviden de patrullar por turnos y mantenerse juntos y en 35

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estado de alerta, usen los comunicadores, ¿entendido? —los miro a todos de manera firme.

—¡Sí! —todos afirman de manera segura y firme. Comienzan la última organización de patrullaje nocturno, para que algunos puedan dormir y descansar luego de un día complicado en el rescate de sobrevivientes.

Jessica se acerca sigilosamente.

—¿Patrullarás conmigo o prefieres descansar?

Entenderé si lo haces. Pero debo realizar el último rastreo a la zona, antes de que amanezca y así poder movernos —me puse de pie y guardé algunas cosas.

—Obvio que patrullaré contigo, sin mí estarías muerta —me dice con aires de superioridad—, además, los otros comunicadores ya se los llevaron y solo tenemos el mío, te espero afuera —se pone su chaqueta y sale por la puerta trasera que conecta al callejón.

Saco mi casaca larga y roja con la banda negra en nuestro brazo derecho, esos son nuestros colores de grupo, ya que por común acuerdo, los cinco comandos deben tener colores llamativos para distinguirnos de los sobrevivientes y también de los mutantes. Hemos estado muy unidos con todos y bien organizados para poder distribuir fuerzas hacia todos los rincones de esta ciudad, que se ha vuelto maldita. Solo con organización y frialdad, en algunos casos, hemos sobrevividos ya por más de diez años.

Calles de Santiago, cerca de la Catedral Habíamos caminado un par de cuadras hacia el oeste para alcanzar los límites de la Plaza de Armas, vigilando atentamente los lugares con poca iluminación y revisando cada quiosco, en los cuales dejábamos armamento de emergencia. Jessica y yo aprovechamos de cargar unas granadas ultravioleta, sacar flechas para mi ballesta automática y ella, balas para su fusil, que para mí son excelentes armas para el combate. Patrullamos las calles de manera silenciosa, aunque de vez en cuando conversábamos de los buenos tiempos cuando éramos novatas en el grupo de los Pumas de Plata. Jessica interrumpe de pronto su relato.

—Katerina, deberíamos ir por las alturas. Tendremos mejores resultados con los lentes de visión nocturna —me dice con seriedad, sabe que si nos exponemos demasiado, podría ser nuestra muerte.

—Tienes razón, me los pondré. Subamos por

ese árbol, da justo al techo de ese edificio que está contiguo al cine clandestino. De ahí, sigamos por las azoteas y saltando los tramos cortos entre edificios. No perdamos de vista la Plaza.

Avanzamos al árbol y comenzamos a trepar, era una escalada de ocho a diez metros, pero debíamos subir. Jessica va detrás de mí, según ella para vigilar mi caída, cuando avanzamos unos cinco metros, mi cuerpo se paraliza completamente, nos pasamos un detalle por alto… a estos malditos seres les encantaba esconderse en los árboles, como los pájaros.

Miro hacia abajo, buscando la mirada de Jessica y lo sentimos: un olor nauseabundo a cenizas y carne muerta. Giro mi cabeza hacia arriba y ahí están esos ojos grandes y negros, que reflejan la enfermedad y la miseria de una vida consumida, los cuales están iluminados por la luna. Lo que alguna vez fue humano, ahora está descendiendo para atraparnos.

—¡Jessica, baja! ¡Rápido! —le digo en un grito.

Ella comienza a descender lo más rápido que puede, pero da un mal paso y resbala. La alcanzo a agarrar, soltándome y me sostengo de una rama que estaba contigua.

— ¡Katerina, suéltame! Quedan pocos metros, puedo aguantar la caída —me dice, tratando de soltarse de mi mano. La bestia venía bajando más rápido de lo normal. No puedo dudar más. Y la dejo caer, rogando para que no se lastimara.

Comienzo a descender, saltando por las ramas y es cuando siento que el monstruo agarra mi chaqueta y salta conmigo. Pego un grito de dolor al caer al suelo, ya que caigo con mi hombro, al parecer me lesioné. El maldito comienza a azotarme en el suelo, no me suelta.

Trato de pegarle en el estómago para liberarme e ir por mi ballesta que cayó unos metros más allá. Jessica apunta con su fusil, pero no puede hacer nada, porque estábamos en mucho movimiento de pelea y podía dañarme.

—¡JESSICA, MÁTALO! —espero que no dude—. ¡NO IMPORTA SI ME DISPARAS! —la incentivo a que lo haga.

Siento múltiples balas salir de su fusil. Pero ninguna mató a este monstruo que continúa encima de mí.

—¡No puedo! Estoy encargándome de los demás —responde ella. “¡Maldición!”, pienso. No 37

estamos solas con este monstruo.

—Maldita sea —con tanto forcejeo, patadas y puñetazos, logro zafarme de él y agarrar mi granada ultravioleta y metérsela por la boca, mientras lo apuñalo con mi daga de muñequera. Explota. Quedo cubierta de su mugre.

—¡Katerina, ayúdame! —voy corriendo a su lado y comenzamos a encargarnos de esos malditos, vienen todos juntos llamados por el olor de mi sangre, la cual brota de mi hombro.

—Jessica, si puedes, usa el comunicador y alerta a las patrullas para que nos vengan a ayudar lo más rápido posible —le demando. Ella lo toma y se comunica con Ítalo, quien dice que venía de inmediato para acá. Todo ocurre muy rápido, el monstruo que permanece oculto viene hacia mí y trato de cargar la ballesta para atacarlo directamente en la cabeza, pero lo único que veo es que el maldito queda estático y con solo un mandoble que le atraviesa el estómago. Enfoco bien mi vista y solo puedo ver una figura oscura detrás de mi atacante, la cual retira su arma de ese mutante. Insisto, todo ocurre muy rápido. Oigo una voz. Su irritante voz. El ángel negro de mi dolor volvía.

—¡Te dije que te alejaras de la Catedral! —me espeta tan fuerte, que el dolor en mi hombro se intensifica aún más—. ¿Hasta cuándo te arriesgas y a tu equipo también? —me dice con su rostro perfecto, lleno de rabia. Solo guarda silencio y cierro los ojos, el dolor de mi hombro esmuy intenso y más el dolor de sentirlo tan cerca, sentir su aroma, sentir su presencia. Abro los ojos y él está ahí, mirándome de una manera tan profun38

da, que siento que me desnuda el alma.

—Katerina—me dice y me giro a observarle y atender su llamado. Pero en mi mente solo ronda ese recuerdo maldito que hizo que me alejara de él para siempre, esas palabras que me dijo con una mirada de odio que jamás pensé que él pudiese dirigirme: “Ya no te amo”.

Continuará…

CASCADA

HISTORIAS Y RELATOS

LOS DEL PARQUE

Capítulo uno

Chile

por Verónica Guajardo Ilustraciones por Carolina Contreras Leyton

H ace tiempo que quería viajar a Chillán, mejor dicho volver a Chillán, pues viví allí

hasta que a mi papá lo transfirieron a París, hace cuatro años.

Ahora, gracias a un programa de intercambio, voy en un bus rumbo a Chillán, por un año. Mis padres me dieron la noticia el último día de clases, ¡no lo podía creer!

–¡¿Es en serio?! –ambos asintieron–. ¿Pero no decían que era muy pequeña para viajar sola? –dije, recordando un par de intentos que hice por viajar.

–¡Y lo eres! –respondió mi mamá.

Los miré confundida.

–Lo que ocurre es que el programa incluye la estadía en un hostal para estudiantes, con todas las comodidades que está cerca del colegio –aclaró mi papá–. Y por lo que averigüé, no deberías perderte –dijo, divertido. Me reí mentalmente, la orientación no es una de mis virtudes.

Aunque los tres sabemos por qué me mandan ahí… por algo que estalló hace casi un mes…

Sacudí la cabeza ante ese recuerdo, la idea del viaje es olvidar y no volverme loca, pensando en lo que pasó y lo que pudo haber pasado… de lo que me tengo que preocupar ahora es que el taxi me deje en la dirección correcta, porque además de mi falta de orientación, voy con demasiado equipaje para buscarla a pie. Pareciera

que me hubieran echado de la casa.

Después de casi media hora en taxi, por fin llegamos al hostal. Es un edificio de tres pisos, de color rojo, con detalles blancos.

El taxista me ayudó con el equipaje y se fue. Al llegar al vestíbulo, recorrí con la mirada el lugar hasta que encontré la recepción. El interior del edificio estaba pintado con varios tonos de blanco, dándole un aspecto luminoso. La entrada estaba constituida por dos sofás, una mesa para café y los unía una gran alfombra con detalles góticos. Al lado derecho de la habitación, se encontraba la recepcionista.

–¡Buenos días! –saludó amablemente.

–Buenos días –respondí–, me llamo Hannah Bells.

–Veamos... Bells… Bells… –repetía, mientras buscaba entre sus archivos–, aquí está, Hannah Bells, habitación 20, está en el tercer piso –dijo, entregándome la llave de la habitación.

–¡Gracias! –respondí, tomando un bolso y una de las maletas.

–¡Déjame ayudarte! –exclamó, cogiendo otro bolso y la otra maleta.

–Gracias.

Entramos al “maravilloso” elevador, también hay escaleras, pero no era una opción en este momento, y la recepcionista marcó el piso a dónde íbamos.

–¿Cómo estuvo el vuelo? Pensé que ibas a llegar antes.

–Estuvo bien… ¿por qué? –la miré confun39

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dida, al ver mi cara se puso a reír.

–No pienses mal, soy amiga de tu madre y ella me avisó que llegabas hoy –aclaró entre risas.

Una vez que llegamos al piso, me acompañó hasta la puerta de mi habitación, recordándome que si tenía alguna duda fuera con ella.

Para mi suerte, la habitación que me tocó era para una persona. Tenía lo básico, una cama de plaza media, un armario, escritorio y una mesa de noche al lado de la cama y, lo mejor de todo, un baño propio.

Mientras desempacaba, más me convencía que parecía que me hubieran echado de la casa y aun así, olvidé traer algunas cosas.

Era cerca de la una, cuando terminé de desempacar. Tomé mi cartera y salí de la habitación a dar una vuelta. El hostal se encontraba cerca del centro de la ciudad, así que no me demoré mucho en encontrar las tiendas de mi interés. Primero descubrí una librería, así que aproveché de comprar algunas cosas que había olvidado, seguí caminado, pasando por varias tiendas de ropa, hasta que mi estómago me indicó que era hora de buscar un lugar para comer.

Solo tuve que llegar a la esquina, para encontrar un centro comercial. Estaba cruzando la calle, cuando de la nada, un deportivo negro apareció. Por milésimas me salvé de que me arrollara.

–¡Estúpido! –exclamé. Pasó tan rápido que ni siquiera pude ver su rostro.

Después de ese susto, fui directo al patio de las comidas del centro comercial.

Mientras esperaba, sonó mi celular, sacándome de mis pensamientos.

–¡Aló!

–Hola, hija, ¿cómo estás? –era mi papá.

–Bien, esperando mi almuerzo, ¿y tú? –res-

pondí, tratando de disimular la sorpresa.

–Bien también, ¿has visto dónde se encuentra el colegio?

–Eeeeh… después de almorzar voy –sabía que estaba olvidando algo.

–De acuerdo –respondió, no muy convencido–. Hannah, ¿segura que estás bien?

Suenas rara –¡me pilló!

–No es nada, solo que por poco me atropellan, pero no me pasó nada, solo es el susto –aclaré antes de que se asustara.

–¡Ten cuidado, Hannah! –exclamó.

–Lo sé –no es mi culpa que casi me atropellara un “auto fantasma”.

–Te dejo, cuídate, disfruta de tu almuerzo.

–Gracias, chao papá.

–Adiós. ¡Menos mal que era mi papá el que llamó! Si hubiese sido mi mamá, ya estaría de vuelta en Francia.

Mientras almorzaba, una joven se acercó a mi mesa, tenía el cabello castaño con reflejos… ¿violetas? Y extrañamente su cara me era muy familiar.

–¡Hola! –saludó amablemente.

–Hola –respondí, sorprendida.

–¿Te llamas Hannah, cierto?

–Sí, ¿qué ocurre?

–No me reconoces, ¿verdad? –preguntó, divertida.

–¿Debería?

–¿Te suena el nombre Liria?

–¿Liria? –en ese momento la reconocí, era mi mejor amiga–. ¡Liria no te había reconocido! –exclamé, abrazándola.

–¡¡Pero si no he cambiado tanto!! Aunque no puedo decir lo mismo de ti, no has cambiado nada.

–Eso me han dicho, pero siéntate –le hice señas para que sentara en la silla que estaba al frente de la mía.

–Gracias, ¿y qué haces aquí?

–Vine de intercambio por un año, eso me recuerda, dime por favor que estás en el 41

Colegio Serrano –dije, suplicando que así fuera.

–Sí, lo estoy, ¡¡vamos a volver a ser compañeras!! –exclamó tan alegre como yo.

–¡¡Sí!!

–Oye, me tengo que ir. Me voy a juntar con mi mamá.

–De acuerdo, dame tu número.

–Por supuesto.

Apenas intercambiamos los números, se fue. Qué suerte que me encontré con Liria y lo mejor es que vamos a ser compañeras, así no voy estar sola el lunes.

Terminé de almorzar, luego tomé mis cosas, para ir a ver lo del colegio. Lo único que sabía de él es que desde el hostal, era la dirección contraria a la que tomé para ir al centro. Cuando me estaba acercando al hostal, vi nuevamente el deportivo negro, iba a la misma velocidad que antes, solo 42

que esta vez pude ver parte del rostro del conductor… o, mejor dicho, su pelo, que era de color rojizo. Todavía no puedo creer que alguien pueda andar a esa velocidad por la ciudad, lo más extraño es que tenía la impresión que era a la única que le llamaba la atención. No saco nada con seguir pensando en eso, tomé mis audífonos de la cartera y seguí mi camino al ritmo de la música del celular.

El colegio se encontraba a cinco cuadras del hostal. Era una edificación más moderna que el del hostal, de cuatro pisos, de color amarillo pastel. Al recorrerlo por fuera, ya que era domingo, sentí que a pesar de la fachada normal que se veía, también transmitía algo fuera de lo común, casi mágico… ok… ya estoy pensando tonteras, mejor regreso al hostal.

Estaba saliendo de los terrenos del colegio, cuando me pareció ver la silueta sal-

tarina de una niña de cabello largo rojizo, que usaba un vestido largo de color morado pastel. Desde donde me encontraba, no podía ver muchos detalles, aunque había algo que me llamó la atención, sus ojos, de un verde agua tan brillante… parecían esmeraldas… nunca había visto ese color en una persona. Por un segundo me miraron fijamente, haciéndome desviar la mirada hacia arriba, hacía su cabello, de donde sobresalían levemente dos puntas,

una en cada lado de la cabeza a la altura de donde deberían estar sus orejas…

Fue tal la sorpresa, que pestañé varias veces y, de pronto, la niña desapareció… de acuerdo, creo que lo más sensato es que deje de leer historias de fantasía por un tiempo, ya están empezando a afectar la vista. Pero se veía tan real… ¿Habrá sido mi imaginación?

Continuará…

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PACTO

Capítulo uno

Sombras en la oscuridad

CLANDESTINO E

ra de noche y el parque estaba iluminado por farolas blancas, sin embargo, las copas de los árboles más grandes creaban puntos ciegos llenos de oscuridad. Aquel sector de la ciudad resultaba ser un sitio muy tranquilo, un pequeño pulmón rodeado por altos edificios residenciales y con una concurrida avenida a un costado, mas, las luces de los vehículos no alcanzaban el inusual evento que acontecía en el parque, oculto bajo una de esas sombras impenetrables, resguardado de los balcones por el tupido follaje de verano.

—¡Suéltala! —exclamó un joven en la penumbra. Su silueta, dibujada contra la luz en la distancia, mostraba el torso descubierto y que la forma de sus músculos era un tanto irregular, sobre todo en los hombros.

Frente a él había un sujeto que parecía estar fusionado con las sombras, del que emergía un humo negro como ondas de vapor que se expandían en todas direcciones. Mantenía amenazada a una niña bajo su brazo, quien reclamaba asustada y forcejeaba, pero la fuerza de su captor era superior.

Cerca de ellos se encontraba otro joven, escondido tras unos arbustos y un grueso tronco.

Era alto, de alborotado cabello negro y ropas de color oscuro, lo que le permitía mimetizarse con el entorno y la noche. Miraba atento la discusión, parado sobre un círculo de luz lleno de inscripciones que giraba lentamente bajo sus pies. Separó sus manos y cauteloso estiró los brazos, como si temiera ser descubierto por hacer un movimiento brusco.

“No hagas una tontería Joshua”, pensó, refiriéndose al joven que estaba encarando a ese ente sospechoso, “sólo necesito que lo distraigas, solo un poco más”.

—¡He dicho que la sueltes! —exigió Joshua, dando un paso para tantear su reacción. Su enemigo apretó más el brazo contra la niña y 44

por Midori Gale Ilustraciones por Romina Paniagua

la alzó, ella se quejó de dolor. “Maldita cosa”.

Joshua intentaba mantener la mente fría para no precipitarse, pero no podía. Era consciente de que “aquello” disfrutaba torturándola, porque con eso también lo torturaba a él, sin embargo, su fin era uno solo: eliminar a su rehén.

De esa forma, acabaría para siempre con su fuerza de voluntad y ganas de luchar.

“Te estás tardando mucho, Demian”, se quejó Joshua, a punto de perder el control. “A este paso, matará a Irina”.

Y esa idea, sumada a los débiles reclamos suplicantes de la chica, desataron una vorágine de emociones en él. El miedo, la adrenalina, la incertidumbre a lo desconocido, la ansiedad y la expectación de aquello que acababa de conocer, se mezclaron en un combustible poderoso e impulsivo que lo hicieron actuar sin pensar. Todo se agolpó en su pecho, donde llevó su mano derecha, a la vez que cargaba contra el hombre, en una carrera tan veloz que, de estar consciente, se hubiera asombrado.

Lo atrapó por un hombro con la mano libre para luego darle un certero puñetazo en la quijada, mientras ambos caían hacia el camino de tierra. Su puño estaba rodeado con un resplandor blanquecino, el que al tocar a la sombra hizo saltar manchas negras, como si lo desarmara en una brea cristalina.

En el suelo, le asestó otro golpe a la vez que liberaba a la niña, llevándosela consigo al colocarse de pie, retrocediendo torpemente.

—¡¿Qué?! —gritó Demian, al ver que Joshua desaparecía de su vista. Tenía un círculo de luz con inscripciones entre sus manos y estaba a punto de posarlo sobre el suelo, cuando todo ocurrió. Se asomó, sin soltar el conjuro, y presenció el momento justo en que su colega se apartaba a tropezones con la chica.

Sin perder más tiempo, dejó caer el círculo y le dio un empujón. Este se deslizó sobre el cés-

HISTORIAS Y RELATOS

LOS DEL PARQUE

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ped, hojas y tierra hasta posicionarse bajo la sombra, la que comenzaba a reincorporarse. Se expandió y la encerró, paralizándola en medio de su acción, absorbiendo toda la oscuridad que la componía hasta hacerla desaparecer en el interior del conjuro, el que luego se desvaneció, dejando a un hombre desmayado sobre el suelo, de apariencia ordinaria. “¿Cómo pudo golpearla?”, se preguntó Demian, acercándose confundido. “Al principio, no podía tocarlo y por eso fue imposible frenarla. ¿Cómo lo consiguió?”.

Joshua estrechaba desesperadamente a la chica, que se veía pequeña entre sus brazos. El miedo que sintió al creer que la perdería fue tan intenso y real, que su cuerpo aún temblaba.

—Estás a salvo —le dijo para confortarla, cayendo en cuenta de la situación y que ella no decía nada, ni se movía. Bajó la vista para revisarla, descubriéndola en trance con un círculo luminoso de Demian alrededor de su cabeza.

Se reincorporó, sin soltarla—. ¿Qué le haces?

Demian se acercaba con una mano extendida hacia ellos, tensando los dedos, como si sujetara algo.

—Iba a nublar sus recuerdos para que dudara de lo que acaba de ocurrir, pero... ella es una de nosotros.

—¡¿Qué?! No, espera —Joshua estiraba un brazo para poder agarrarlo de la ropa y así apartarlo de ella—. No lo hagas, no la despiertes.

—¿Eh? ¿Pero tú entendiste lo que dije antes de venir? Necesitamos a todo aquel que nos pueda ayudar en este asunto para mantener a las sombras a raya.

Demian se apartó de forma brusca, indignado, pero sin deshacer el conjuro que estaba sobre Irina y que la mantenía en trance. Entrecerró los ojos, dándose cuenta de que si la sombra buscó a Irina para acabar con Joshua, significaba que ella era muy preciada para él.

—Lo sé, sé que lo dijiste, pero no quiero que ella se involucre y vea estas cosas desagradables. Si no hay más alternativa, dejaré que lo hagas, pero por ahora no, por favor. Tendré más cuidado para que las sombras no me descubran ni den con ella.

—Ten presente que, al igual que tú o yo, ella tiene poderes especiales. Están dormidos y, por eso, no los manifiesta, pero si las sombras se dan cuenta, no lo pasarán por alto.

Joshua bajó la cabeza, preocupado. ¿Qué de46

cir? ¿Qué hacer? Desconocía demasiado de esta realidad paralela a la que acababa de unirse.

—Ahora... —continuó Demian, tras verlo más sumiso, más como el Joshua que él conociera hacía un rato—. Tú fuiste desarrollando tu don hasta despertarlo por cuenta propia. Si ella no ha mostrado que puede hacer algo fuera de lo común, creo que estará a salvo, porque la conoces, ¿no es así?

—Sí... somos compañeros de clase y nunca he oído que vea o le pasen cosas extrañas, como en mi caso.

Demian resopló, pero por dentro se sentía triunfal. Había descubierto una mina de oro en información y Joshua no se lo imaginaba.

—Bien, no la despertaré, pero debo nublar sus recuerdos de todas formas para que no se asuste.

Joshua sacudió a Irina para quitarle la tierra y le puso el bolso cruzado sobre sus hombros, para luego guiarla con delicadeza hasta el límite de la penumbra.

—Listo —indicó Demian, jalando a Joshua hacia atrás.

El círculo lleno de inscripciones que rodeaba la cabeza de Irina, cual halo luminoso, desapareció al igual que ellos, tragados por un conjuro que se dibujó en el suelo con un solo gesto del joven moreno. Irina pegó un respingo y parpadeó un par de veces antes de examinar el parque, muy extrañada. Estaba segura de que la seguían, pero no había nadie tras ella.“¿En qué me quedé pensando, que no recuerdo cuándo pasé por aquí?”. Se dijo, echando a andar para llegar rápido a su casa. Se alarmó, porque su cabello, atado en una cola de caballo, estaba más desordenado de lo que creía.

En un callejón situado en otro barrio de la ciudad, detrás de unos negocios que estaban cerrados por la hora, Joshua y Demian emergían del círculo que los teletransportó. Demian apareció de pie, como si viniera de deslizarse sobre una tabla de nieve, mientras que Joshua caía desestabilizado, rodando por el concreto y quejándose con una voz aguda, distinta a la de antes.

Su fisonomía era completamente normal ahora y de porte resultaba casi tan pequeño como

Irina. No tenía más de catorce años.

—Ah, volviste a la normalidad —examinó Demian aguantándose la risa que le causó ese aterrizaje forzoso.

—¿Sí? —preguntó Joshua, mientras se revisaba—. No sé cómo pasó.

—Quizás ocurrió, porque derrotamos a la sombra y todo está bien. Recuerda lo que dije: al parecer tu poder te sobrepasa y por eso adapta tu cuerpo a uno que es capaz de controlarlo, sin que se salga de control. Hablando de ello, ¿descubriste algo al final de la pelea que te permitió tocar a la sombra?

—Creo que sí. Sentí un poder desbordando mi pecho e inconscientemente envolví mi puño con él.

—Hum, hace sentido —y le clavó un dedo en medio del pecho de forma inesperada, teniendo que inclinarse debido a la diferencia en estaturas—. Esa es la fuente de tu poder y, a la vez, tu punto débil, debes cuidarte mucho para que no te ataquen ahí. Como lo domines, podrás hacerle más daño a las sombras y los monstruos que estas llamen.

—Pero no sé cómo hacerlo, lo de hoy fue instintivo...

—Para eso estoy yo. Sé perfectamente que necesitas una buena instrucción en el tema, apenas te informé de lo básico, porque debíamos detener a la sombra que desafiaste sin querer.

Por la prisa, me dejé todos los detalles que son importantes. Mañana a primera hora nos juntamos y te explico todo con calma, como son vacaciones de verano, asumo que no tienes nada que hacer, ¿o sí?

Joshua negó con la cabeza porque no tenía nada planeado para el día siguiente, al menos nada más importante que entender todo lo que estaba sucediendo.

—Gracias —dijo, sintiéndose incómodo—. Si no fuera porque me estabas vigilando, “eso” habría matado a Irina.

Demian se avergonzó. No estaba acostumbrado a que le agradecieran por lo que hacía, por enfrentar a las sombras que corrompían a la sociedad sin que esta se percatara. Siempre lo había hecho en secreto, como correspondía, pero también siempre luchó solo.

—Te dije que gente como nosotros son muy pocos y menos son los que nacen sin guía, lo que es peligroso, por eso llaman la atención de los que ya estamos activos. Más adelante, tú serás capaz de detectar a otros, si están cerca.

Joshua asintió un poco distraído antes de comentar.

—Creo que no puedo asimilar lo que pasó, pero, por otro, ansío saber más.

—Mañana, ahora debes volver a tu casa o se preocuparán.

—Pero... No puedo volver así, —dijo apartándose de Demian, enseñándole el pecho desnudo—. Mi polera se rompió cuando cambié.

—Tienes razón. Ah, pero ya sé. Vámonos.

Lo atrapó sorpresivamente por un brazo y desaparecieron de la misma forma que antes, dejando el callejón solitario en completa quietud.

Continuará…

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GUERRILLA Bueno, cuatro demonios y un ángel entran a un bar...

INFERNAL

Capítulo uno por Andrés Urrutia

Ilustraciones por Mauricio Sepúlveda Mafeba

R

uido. El ruido estridente de la cantina donde habían acordado la reunión. Un antro donde los cuerpos se regocijaban en alcohol y en baile. Un clandestino dónde nadie estaría interesado en quienes eran. La silueta del Mensajero se hallaba sentada en una mesa alejada del gentío. El demonio que lo miraba desde el borde de la puerta parecía preguntarse si aquello sería una buena idea.

Atravesó las masas de cuerpos que bailaban al ritmo de los cantores y sus cuecas, hasta

llegar a la mesa de la reunión. El demonio vestía un largo abrigo negro, tachonado de diversos cierres, tiras y hebillas. Su cabello era negro, corto y revuelto, sus ojos eran oscuros y sospechaban de todo. Sospechaban del Mensajero, aquel demonio de traje formal, sombrero de copa, monóculo incrustado al ojo. ¿Cómo un tipo así entró a este pandemónium de fiesta, sin que nadie lo notara?

—¿Y el resto? —preguntó el Mensajero.

—Ya llegarán. Será una presentación larga y algo monótona de cada uno. Con caracterización física y psicológica. Todo el asunto.

Espera un poco.

—¿Te gusta hacer bromas de cuarta pared, Perro?

—¿A ti también?

—Por supuesto. El público se aburre si no les das un buen espectáculo.

—Eso creo yo también. Dime, ¿de qué se trata el trabajo esta vez? ¿Qué dice papi Belcebú?

—Espera que llegan los otros. Pronto te entregaré todo lo que necesitas saber.

—Sí. Claro.

La cantinela se detuvo de improviso, cuando apareció en la puerta una figura femenina casi divina. Su largo cabello negro, tan negro, contrastaba con su piel pálida, pálida como la inocencia. Ella, él ángel, vestía una chaqueta de cuero, unos vaqueros negros y unas enormes botas. ¿Y qué esperaban, algo más sutil?

Entró con paso seguro, sin reparar en las miradas absortas y libidinosas de los hombres… y mujeres. Caminó directo hacia la mesa del Mensajero y del Perro.

—¿Ella no sabe ser más discreta? —preguntó el Mensajero.

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HISTORIAS Y RELATOS

LOS DEL PARQUE

—¿Aún me sigues llamando “Leñador”? — preguntó.

—Bueno, si te llamara por tu nombre real, no sería muy sutil–respondió el Mensajero.

—¿Sutil como la entrada de la princesita de tío Lucifer? ¿La niñita que cayó al infierno buscando un poco más de acción?

—Ángela. Mi alias es Ángela. ¡Y no voy a permitir que…!

—Lo siento, Angelita. Mis más sinceras disculpas. En serio. No quisiera traer recuerdos dolorosos de vuelta…

Intercambiaron miradas rencorosas.

—Perdón, permiso… perdón… déjenme pasar por favor… —escucharon una vocecita.

—Uff, que bueno que alguien nos salvó de una situación poco confortable —dijo el Leñador—, ahí viene el Domador –lo indicó

—Algún tiempo lo fue, pero creo que ya lo perdió hace tiempo. Cuando pasas mucho tiempo con cosas como nosotros, pronto se te olvidan las cosas buenas –respondió el Perro—. ¡Hola, Ángela! Toma asiento, por favor.

—Hola —dijo, por todo saludo.

—Sí, hola —respondió el Mensajero—. Espera, permíteme arreglar tu espectacular entrada —entornó unos segundos sus ojos y al ambiente de expectación se desvaneció rápidamente: todos los clientes y trabajadores volvieron a sus asuntos al instante—.

Listo, ¿en qué estábamos?

—¡Ah! Creo que estaban esperando nuestras llegadas —dijo un demonio recién llegado.

—¡Sí! Hola, Leñador, no te vimos llegar.

El hombre llevaba un abrigo raído, de algún tono inidentificable. Usaba un gorro de lana color gris y unas botas groseramente grandes. Tenía el pelo como alambres de color paja y sonreía como si todo le causara gracia.

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del infierno… —dijo el recién llegado.

—Mago, al fin llegas —exclamó el Leñador.

El demonio no era muy alto, llevaba una boina, una camisa a cuadros con suspensores, un pantalón de lana basta, mocasines y guantes sin dedos. Era de piel tostada de y ojos verdes.

—Por supuesto, ¿me retrasé mucho?

—Bastante, tuve que aguantar los desvaríos de estos tipos.

—¿No somos simpáticos, querido Perrito?

—preguntó Leñador.

—No, no lo son. Y francamente, quiero terminar este trabajo pronto y alejarme de ustedes.

con un gesto.

—Sí, ¡hola! Me fue difícil llegar.

Era un niño de pelo negro, muy corto. No era muy alto, vestía con una simple camisa de color negro y unos vaqueros. Aparentemente, no tendría más de trece años. Su rostro aún era bastante inocente, aunque sus ojos dejaban translucir malevolencia. O travesura. O simplemente no parecía tener miedo.

—¿Y tu hermanita?

—Aún no la he llamado, Perro. No hay por qué dejar un desastre en esta chimba, ¿no?

—Ay, esa mirada tan traviesa de un niño me excita —dijo el Leñador, contorneando los ojos.

—¡Que hombre más pedófilo, por Lucifer! — dijo el chiquillo.

—¿Es siempre tan polémico esta rata inmunda? —preguntó el Mensajero.

Una última figura apareció desde el ángulo opuesto.

—Siempre será igual de polémico. Le gusta observar las almas, cómo se retuercen ante las provocaciones. En realidad, es un ser nefasto –comentó el Mensajero.

—Ay, claro, le dice el demonio más amable 50

—¿Por qué? ¿No confías en nosotros? —replicó el Mensajero.

—Créeme, lo que más les tengo es confianza. Yo confío en que demonios como ustedes jamás van a cambiar.

Se produjo un silencio amargo. El Mensajero pidió a una mesera que trajera una ronda de bebidas alcohólicas para sus invitados.

Luego de que todos se sirvieran, el anfitrión comenzó a hablar.

—Hermanos. Nos hemos reunido aquí para explicarles los detalles de la misión que el Príncipe Belcebú les pidió para el día de hoy.

No es una misión compleja. En la ciudad de Macondo, que queda siguiendo el camino principal hacia el sur de esta chimba, existe una muchacha a quien han erigido como una niña santa. Al parecer, esta situación interfiere con algunos planes de nuestro Príncipe Belcebú, por lo que es necesario que sea eliminada pronto. Y esto es importante: deben traer su cabeza.

—Entiendo —dijo el Perro. ¿Pero por qué un equipo tan grande para algo tan sencillo?

—Porque hay nuevos invitados al festín. Al parecer, habrá angelitos revoloteando por Macondo. Hemos recibido reportes de una tropa de ángeles acercándose a Macondo.

—¿Y para que estoy yo? —preguntó Ángela—. Yo no soy efectiva luchando contra ellos.

—Porque también habrá un equipo de demonios.

—¿De otro príncipe del Infierno? —replicó ella—. ¿Por qué se opondrían a Belcebú?

—No lo sabemos —siguió explicando el Mensajero—. Pero bien podríamos estar detrás de una traición.

—Entonces, movamos nuestros traseros de los asientos. Tenemos trabajo que hacer y debemos infiltrarnos en una ciudad —dijo el Leñador.

—¿Cuántos humanos podemos matar? — preguntó el Domador.

—Pocos. La niña santa tiene muchos seguidores. Macondo está dominada por un grupo de guerrilleros muy devotos de ella.

—¿Entonces debemos cuidar el Secreto? — preguntó el Mago.

—Así es. Sean discretos. Lo posible y necesario.

—Entonces no será tan satisfactorio como imaginé —dijo el Leñador, suspirando decepcionado.

Los demonios se levantaron de la mesa, se despidieron del Mensajero y salieron de la chimba hacia la noche. Todavía eran visibles las últimas luces de Macondo, iluminando la ciudad y sus sombras. Caminaron lentamente hacia el lugar, planeando el método adecuado para llevar a cabo su misión.

El Mensajero pidió más alcohol. Ninguno de los clientes lo vio marcharse. Fue como si se lo hubiese tragado la tierra. Muy, muy profundo.

Continuará…

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REQUIEM PARA UN NO MUERTO

P

ara las nuevas generaciones hablar de Christopher Lee es sinónimo de Saruman o el Conde Dooku, pero en realidad Lee será recordado por los cinéfilos de verdad como el Conde Drácula, el único actor que ha podido eclipsar a Bela Lugosi en el papel del personaje creado por Bram Stoker.

Su verdadero nombre es Christopher Frank Carandini Lee, nacido en Belgravia un 27 de mayo de 1922 en la ciudad de Londres, Inglaterra, hijo del teniente coronel Geoffrey Trollope Lee y la condesa Estelle Mari Carandini di Sarzano. Su padre perteneciente al 60º Regimiento de la Guardia Real Británica, fue condecorado por sus servicios en la Guerra de los Boers durante la Primera Guerra Mundial, mientras que su madre fue una activista de los movimientos artísticos y culturales, posando para diferentes artistas como Olive Snell, John Lavery y Oswald Birley. Su abuelo italiano por parte de su madre fue un refugiado político en Austria, mientras que la abuela fue una destacada cantante de ópera, la soprano Marie Carandini.

Sus padres se separaron cuando Christopher era solo un infante, él junto a su hermana quedaron al cuidado de su madre, la fortaleza de la mujer corría por sus venas para poder criar a sus hijos, ya que su familia los Carandini es una de las más viejas de Europa, siendo sus antepasados, por lo menos así se cree, Carlomagno, el Emperador Federico Barbarroja y el cardenal Ercole Consalvi, este último nuncio papal en Francia durante el mandato de Napoleón. Estelle se trasladó a Suiza y posteriormente con sus hijos a Londres, aquí les daría educación, con el correr del tiempo se volvería casar con un Harcourt “Ingle” Rose, un respetado banquero quien era tío de Ian Fleming, el escritor de 007.

El objetivo de Christoher era estudiar en el prestigioso Colegio del Rey de Nuestra Señora de Eton, un esta-

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por Roberto Alfaro

blecimiento de educación reconocido mundialmente, localizado en las cercanías del castillo de Windsor, lamentablemente no logrará la beca que tanto ansiaba, pero aquí sucede algo que lo marcaría para siempre, tanto la imagen como los escritos de M.R. James, quien presidió el comité seleccionador y que lo rechazó finalmente, hicieron que Lee se planteara la idea de poder reproducir los gestos y actitudes de las personas, sin olvidar su timbre de voz, sirviéndole esto para su carrera actoral. Un nuevo intento por una beca daría sus frutos en Wellinton College, donde se especializaría en Estudios Clásicos, destacándose, de paso, como un gran atleta escolar en fútbol, cricket, hockey, squash y sobre todo en natación, su esbelta figura de un 1,96 metros lo favorecería. Paralelamente a sus estudios, trabajaba como mensajero, ganando apenas unas libras semanales. Una vez finalizada su colegiatura, emprendió un viaje para conocer el viejo mundo, visitando diferentes países, con el tiempo llegó a dominar siete lenguas, unas más fluidas que otras.

Su compromiso político lo llevó a enrolarse de voluntario en Finlandia, la que mantenía un conflicto bélico con la Unión Soviética, desatándose la denominada “Guerra de Invierno”, aunque no entró en combate, sí lo hizo al alistarse en la Royal Air Force durante la Segunda Guerra Mundial, donde prestaría servicios por cinco años, pero debido algunos problemas a la vista sería designado al 260º Escuadrón, donde no pilotaría, pero sí haría varias misiones especiales en África, Sicilia y parte de la Península Italiana, para luego ser derivado a inteligencia donde jugaría un papel muy importante, actividades que hasta el día de hoy son de carácter secreto.

Sería condecorado y obtendría el rango de teniente de vuelo, una vez finalizado el conflicto bélico.

Sus inicios en las tablas fueron de pequeño, cuando entró a la academia Miss Fisher en Wengen, Suiza, aquí interpretaría el papel al malvado Rumpelstilskin, quizás esto solo fue un presagio de los papeles que interpretaría en la vida. Su carrera fue estimulada por su primo Nicoló Carandini, destacado político, diplomático, partidista antifascista italiano y presidente de la línea aérea Alitalia, entre otras cosas. Nicoló le habla de su abuela, la soprano Marie Carandini, de quien Lee no tenía noción de su pasado artístico, esto lo llevaría a plantearse la idea que la actuación era parte de él, que lo llevaba en los genes y, de esta manera, en 1947 comienza a interpretar pequeños papeles en óperas, obras de teatro y radioteatro, su entrada al mundo del cine sucede en 1948, cuando interviene en ocho películas, en algunas sin acreditar. Su debut se produce en “Corridor

CINE, ARTE Y ESPECTÁCULO of Mirrors” (Pasillo de los Espejos) del director Terence Young, este drama es considerado una de las buenas piezas del cine británico de ese año, pero será en la versión de “Hamlet” del director Laurence Oliver en donde conoce a Peter Cushing, naciendo una profunda amistad entre ambos. En este filme, Lee hace una breve aparición como un soldado que sostiene una lanza, una de las tantas apariciones en pequeños roles que le irán abriendo las puertas poco a poco.

Después de mucho esfuerzo, logra obtener un papel más importante en la película bélica “The Battle of the River Plate” (La Batalla del Río de la Plata) dirigido por Emeric Pressbuge y Michael Powell, esto le abriría las puertas de Hammer Films Productions, la mítica productora británica de cine. Aquí junto a su amigo Cushing comienzan una fructífera colaboración en el terreno del terror cinematográfico, género que atrae a ambos y que disfrutan realizar. De esta manera, se estrena en 1957 “The Curse of Frankenstein” (La Maldición de Frankenstein) dirigida por Terence Fisher que se convierte en un éxito indiscutido. Jimmy Sangster escribe una versión muy libre de la novela de Mary Shelley que apasionará a la audiencia, Christopher Lee interpretará a la criatura, mientras su amigo Peter es el afamado doctor Frankenstein, el éxito en taquilla no solo catapultará a Lee, sino a la propia Hammer. Se realizarán

siete filmes más en torno a la criatura de Shelley.

El 8 de mayo de 1958, Christopher Lee quedaría inmortalizado en la retina de los espectadores de cine como “Drácula”, compitiendo de igual a igual en popularidad que la versión interpretada por Bela Lugosi, es Terence Fisher quien dirige esta versión libre del conde vampiro, cosa similar que ya había hecho con “The Curse of Frankenstein”, también encontramos una vez más a la dupla Lee-Cushing en los roles principales, Peter interpretaría esta vez al Profesor Van Helsing, la saga del afamado conde contará también con siete películas.

Pero Lee no participaría en la segunda cinta del personaje, debido a la deuda monetaria que Hammer mantiene con él al no cancelar su sueldo del primer filme, una vez resuelto esto y así como el éxito de la franquicia de Drácula, regresa a trabajar una vez más bajo las órdenes de Fisher y actuar junto a su amigo Cushing.

En 1959, realiza dos filmes bajo la dirección de Fisher, la primera “The Hound of the Baskervilles” (El sabueso

LOS DEL PARQUE

de los Baskerville) donde interpreta a Sir Henry Baskerville y Cushing al mítico detective Sherlock Holmes, además, es la primera cinta a color de Hammer, que se convirtió en un fracaso de taquilla y, a la vez, en una de las mejores de la productora, paradojas de la vida.

“The Mummy” (La Momia) correrá con mejor suerte, siendo alabada la interpretación de Lee como Kharis, el sacerdote egipcio que es condenado a ser enterrado

vivo por intentar resucitar la princesa Ananka, de quien Kharis está enamorado. Antes de fallecer, el hombre jura matar a todos aquellos que profanen su tumba, de esta manera cumple su promesa y su cuerpo momificado regresará para terminar con aquellos que osaron abrir su sepultura. Los movimientos de Christopher son lentos, estudiados a fondo debido al gran peso de las vendas y el maquillaje, haciendo su actuación soberbia, resaltando su mirada, además, esta producción es una de las mejorcitas de Hammer.

Es en 1966 que la productora decide que Christopher Lee sea el protagonista de “Rasputín The Mad Monk” (Rasputín el Monje Loco) dirigida por Don Sharp, versión libre sobre Grigori Rasputín, el monje carismático que supo conquistar la confianza de Nicolás II, el último Zar de Rusia Imperial, de su esposa Alejandra y de toda la familia Romanov, sin olvidar al resto de la monarquía. Christopher se interesó en el papel, ya que en su tierna infancia conoció al príncipe Felix Yusúpov, uno de los responsables directos del asesinato del monje.

A finales de la década de los ’60, Lee se acercó a la Hammer con la intención de presentar los libros de Denis Wheatley para ser adaptados al celuloide y poder interpretarlos, estos fueron bien acogidos por la productora,

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la que realizó “ The Devil Rides Out” dirigida por Terence Fisher en 1968, la película tuvo buena aceptación tanto en Inglaterra como en algunas partes del globo. Ocho años más tarde y con varios problemas de producción, se adapta “To the Devil a Daughter” dirigido en 1976 por Peter Sykes, los derechos fueron cedidos por el autor de forma gratuita debido al éxito de su primer libro adaptado, pero no quedó conforme con los resultados finales y cómo de desarrolló el filme, esto también desencadenó que esta fuera la última producción donde Christopher Lee participó con la Hammer.

Pero Lee no solo se había concentrado en las producciones de la Hammer, también había participado en diferentes producciones de cine a lo largo de su carrera, siempre enmarcado dentro del género de terror en las últimas dos décadas. Así lo pudimos ver en la saga de películas de Fu Manchú, personaje creado por Sax Rohmer, especialista en novelas policiales y misterio, el personaje ya se había adaptado al cine y otros medios, pero Lee lo llevaría a otra escala cuando lo personifica en 1965 en el filme “The Face of Fu Manchú”, dirigida por Don Sharp quien también realizó “The Brides de Fu Manchú” en 1966 y “The Blood of Fu Manchú” de 1968, dirigida por Jesús Franco. Una de sus cintas favoritas es “The Wicked Man” (El hombre de mimbre) dirigida por Robin Hardy en 1973. De a poco comienza a incursionar en otros papeles, pero siempre actuando de villano, así lo pudimos ver en “The Man with the Golden Gun” (El hombre de la pistola de oro) dirigida por Guy Hamilton en 1974, la novena cinta de la saga del agente 007, interpretado esta vez por Roger Moore. En 1979, Steven Spielberg lo recluta para su cinta “1941”, una comedia bélica que a pesar de no ser tan graciosa, fue postulada a tres premios Oscar, Mejor Fotografía, Efectos Especiales y Sonido, en ella Lee interpreta al Wolfgang Von Kleinschmidt. La decadencia comienza a rondar al actor, se encuentra irremediablemente encasillado y comienza aceptar papeles menores en diferentes programas de televisión, como “Captain America II: Death Too Soon” secuela televisiva de 1979 del telefilme “Captain America” basado en el personaje de Marvel Comics, es en estos programas donde Lee muestra su lado más lúdico, conquistando a la audiencia. Uno de sus pequeños papeles que interpreta en la

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pantalla grande es el doctor Catheter en “Gremlins 2: The New Batch” la secuela y sátira de “Gremlins” ambas dirigidas por Joe Dante, que por contrato se vio obligado a realizar la segunda parte; Christopher también participaría en una de las tantas películas de “Loca academia de policías”, para ser más exacto, la número siete, “Misión en Moscú”.

Pero es de la mano del director Tim Burton que regresa en gloria y majestad a la pantalla grande, Burton muestra una gran admiración por el actor, ofreciéndole el debido respeto que merece frente a la cámara. Aunque son pequeños papeles que interpreta, Burton sabe sacarle el mejor partido a su actuación, llenando con su presencia la pantalla grande, así lo vemos en “Sleeppy Hollow” en 1990, “Charlie y la fábrica de chocolates”, “The Corpse Bride” ambas de 2005, “Alicia en el país de las maravillas” de 2010. También “Sombras tenebrosas” donde interpreta a un viejo capitán de barco, Silas Clarney, inolvidable es el enfrentamiento con Barnabas Collins (Johnny Depp) que el cinéfilo reconoce como un guiño confrontacional entre vampiros clásicos y si de chupa-sangres se trata, en “Frankenweenie” vuelve a interpretar a Drácula, estas dos cintas son de 2012. Es en la cinta “Jinnah”, producida, escrita y dirigida por Jamil Dehlavi en 1998, Lee reconoce que ha hecho su mejor trabajo al interpretar a Muhammad Ali Jinnah, fundador de Pakistán.

Una nueva audiencia lo descubre a partir de 2001, gracias a la Trilogía de Peter Jackson “El Señor de los Anillos”, la crítica especializada da grandes elogios a su interpretación de Saruman el mago blanco. El actor reconoce ser un enamorado desde joven de los escritos de Tolkien a quien tuvo el placer de conocer en persona, además de sentirse extrañamente atraído por la figura del mago, aunque originalmente le hubiera encantado interpretar a Gandalf el Gris, pero él mismo reconoce que todo el esfuerzo físico que requiere el personaje le impedía interpretarlo. Mucho se escribió y habló sobre el disgusto de Christopher por su abrupta eliminación de escenas en la tercera entrega de la saga, pero él mismo reconoce que esto no fue así, pues tenía una gran amistad con Jackson, además, cuando se le ofreció participar en “The Hobbit” decidió no hacerlo, ya que el viaje a Nueva Zelanda podría ser perjudicial para su salud, ofreciéndose a dar la voz al dragón Smaug, pero

los fanáticos pedían su participación en la nueva saga, así que Jackson decidió trasladar todo el equipo a los estudios Pinewood para realizar las escenas y dejar a todo el mundo contento.

George Lucas lo solicitó para los Episodios II y III de Star Wars, cosa que aceptó con gusto. Lucas reconoce que Lee realizó todas las escenas de acción como el Conde Dooku, aunque tenía un doble, casi no lo utilizó.

En una entrevista realizada al actor, se le consulta sobre sus papeles como Dooku y Saruman, y si tenían algo en común dentro del género fantástico, a lo que este respondió: “Dooku es un personaje ficticio que tuve que crear de cero, en cambio Saruman, así como la saga del anillo, está basado en hechos reales de un tiempo que

no recordamos”.

Christopher Lee también prestó su voz para diferentes películas animadas como “El último unicornio” dirigida por Jules Bass y Arthur Rankin Jr., en el año 1982, donde interpretó al rey Haggard. No podemos de dejar de mencionar los diferentes videojuegos en los que volvió a interpretar vocalmente al Conde Dooku y a Saruman, pero también participó con diferentes grupos metaleros, narrando o realizando la introducción en diferentes producciones de heavy metal, como de “King of Kings” de Manowars o con el grupo de power metal Rhapsody of Fire y un largo etc., además, grabó dos álbumes entre 2006 y 2010, el primero titulado “Revelation” y “Charlemagne: by the Sword and the Cross”, el mismo actor reconoce que llevaba el metal en sus venas y fue muy tarde que lo descubrió.

Participó en aproximadamente 250 películas, convirtiéndolo en el segundo actor después de Rod Steiger con más filmes a su haber, así lo describe el sitio web Oracle of Bacon, dependiente de la Universidad de Virginia en Estados Unidos, a pesar de que la mayoría es en papeles secundarios y aunque el diario “USA Today” en 2005 lo reconoció como el actor más taquillero y visto de la historia del cine, recibió también diversos premios

en su carrera como el “Premio de la Crítica de Londres” por su contribución a la industria cinematográfica en 1994, en 2002 recibe el premio “Lifetime Word Actor Award” a la Mejor Carrera Cinematográfica, entregado en persona por Mijaíl Gorbachov, también consiguió los premios BAFTA y del Sindicato de Actores de Cine, quizás el más extraño sea el Premio SAG como Mejor Actor de Reparto por su participación de “El regreso del rey”, la tercera entrega de “El señor de los anillos”, por escenas eliminadas del metraje exhibido en cine, pero que sí aparecen en la versión extendida.

En el año 2001, fue nombrado Caballero del Imperio Británico, acto presidido por el Príncipe Carlos en persona, y fue nombrado Comendador de la Venerable Orden de San Juan, en 2002 se le encomendó la tarea de encender la “Llama de la Paz” en un acto realizado en la ciudad de Berlín, en el evento “Cineastas por la Paz Mundial”.

Lee celebró su cumpleaños en el hospital de Westminster, localizado en el barrio de Chelsea en Londres, ya que llevaba varias semanas hospitalizado, debido a problemas respiratorios y cardíacos. Fue su esposa, la modelo Brigit Kroencke, con quien se casó en 1961 y tuvo una hija en 1963 llamada Christina Erika, quien anunció a los medios de comunicación su deceso, días después de su partida la mañana del domingo 7 de junio de 2015, ya que la intención de su esposa era que familiares y amigos más cercanos supieran la noticia primero. Al anunciarse la muerte el pasado 11 de junio, los fan de todo el mundo, así como sus pares actorales, se manifestaron para recordar a uno de los hombres que hizo soñar a millones de personas alrededor del mundo, un actor que siempre interpretó a nobles y que en la vida real lo era, incluso ser nombrado caballero, un honor que muy pocos pueden lograr en la vida, pero quizás el mejor premio que pudo tener en su existencia fue el amor incondicional de diferentes generaciones de fans durante su larga trayectoria. Solo nos queda decir buen viaje y gracias por todo.

Roberto Alfaro Vergara

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Ilustrador, dibujante de cómics

DIEGO TORO...

DE EXPORTACIÓN No todos los días uno se entera de que artistas nacionales trabajan para el extranjero. Y he aquí uno de ellos.

L

o primero es lo primero... cuéntanos quién es Diego Toro o Toro Diego, como prefieras.

Toro Diego es un revolucionario mexicano de principios del siglo XX, que en un viaje temporal llegó a Santiago de Chile, naaah, broma, jaja. Sería en verdad un dibujante de cómic autodidacta que llegó a dedicarse a eso, porque no le gustaba la idea de verse trabajando en una oficina.

O sea, tenemos a alguien que se ha “construido” solito por la vida y trabaja en lo que le gusta. ¿Cuándo iniciaste tus primeros pasos en el mundo del dibujo?

Claro, me fui involucrando en el terreno del cómic cuando me inscribí en un taller que hizo Kote Carvajal en mi colegio allá por 2002. Y ya de hecho, mi primer laburo pagado fue porque el Kote me encargó hacer los dibujos y tintas de su cómic “El Heredero”, y ya de ahí en adelante estuve participando en distintos fanzines o proyectos que, en general, quedaban más en intento que en concreciones, cosa normal cuando uno parte en esto. ¿Pero siempre como dibujante? ¿Algún proyecto propio? Me refiero con guion y todo.

Siempre como dibujante y la gran mayoría de veces también entintando mis trabajos, nunca llevé a cabo proyectos propios con guion y en 56

por Yamila Huerta Serrano

verdad es que nunca encontré alguna cosa interesante qué decir, así que hasta ahora no he pretendido hacer algún proyecto personal. Ya me basta con poder trabajar en esto, en esos tiempos era redifícil y visto como algo inalcanzable. Así que básicamente desde ahí que me enfoqué solo en poder ganar lucas, trabajando en hacer ilustraciones o cómic.

De todos esos trabajos, ¿cuál es tu favorito o que más recuerdes?

Una etapa que recuerdo con mucha estima es cuando estuve trabajando en Multiverse, un emprendimiento que buscó hacer cómics para celular como negocio, básicamente porque pasábamos riéndonos todo el día y aun así, siempre cumplíamos con entregas y propuestas.

Otra etapa buena fue Didactic, una empresa canadiense con la cual trabajamos intensamente durante tres años, ahora sigo trabajando con ellos, pero ya de forma esporádica.

O sea, bien movida la cosa...

En cuanto a títulos, Clusterf@#k (CLTFK) y Mechanical Knight (MK) lo he pasado muy bien dibujando (títulos de cómic me refiero). ¿De qué se tratan?

Clusterf@#k es de un niño que cada vez que dicen “Princeso”, le vomita a la gente... broma, jajaja, trata de la disputa de un objeto que otorga poder a quien lo tenga y donde están

CREADORES

LOS DEL PARQUE

involucrados muchísimos intereses, el protagonista debe intentar salir a salvo de todo eso, en un tono de cabreo que le da un sabor más ligero y de comedia, pero siempre teniendo en cuenta de que es acción. Y Mechanical Knight es la aventura de un chico que encuentra una armadura venida de otros tiempos, junto con que su pueblo está siendo atacado por extraños lobos-mutantes. Su padre le enseña a ser un tipo valiente. Ahí me he involucrado bastante con esas dos historias, CLTFK ya lo terminamos, los primeros seis números y es probable que en algunos meses más continuemos con una nueva historia.

Llegué ahí porque Gonzalo Martínez estaba abordando, y puede que me equivoque en número, pero creo que hasta tres títulos al mismo tiempo para BRM, por lo que optó soltar uno, yo estaba justo abajo y cuando lo soltó, lo agarré, jaja, en realidad Kote supo de la situación y hablamos con Gonzalo, luego hablamos con Bill [el dueño] y nos pidió hacer unas páginas de prueba, salió todo bien y así fue como fuimos elegidos para continuar con el título de One Must Break, que hasta ese momento solo llevaba un número.

¿Y esos cómics dónde están disponibles?

Se trata de un grupo de supervillanos donde se sabe que uno de ellos traicionará al resto (de ahí el título), así que la historia se desarrolla por dos lados, por uno viendo cómo se genera el conflicto entre ellos para saber la verdad y, por el otro, como uno de los personajes viene preparando ese momento desde mucho antes, por lo que se pueden ver sucesos en distintos momentos de la historia.

Ambos ya están en Comixology, ya están prontos a publicar el último número de CLTFK y por el momento MK solo está el primer número, pero ya estamos trabajando en el 4to número (de 6) así que es probable que el resto aparezca este año.

Ahora vamos a la editorial Beyond Reality Media (BRM), ¿cómo llegaste a ella?

¿De qué se trata ese cómic?

¿Y cuál es tu personaje favorito de esa historia?

En la editorial BRM, casi todos los personajes son villanos, jajaja, acerca del personaje favorito, podría ser Beef, el gigante de la historia, sin ningún motivo en especial, era divertido dibujarlo. ¿Todos malos? ¿No puede ser! ¿Pero esa historia continúa?

Hasta donde yo sé, la historia queda hasta el número 6 y, por el momento, no hay ninguna intención de continuarla, pero sí dentro de unos meses saldrá la versión impresa.

Fotografía: Francisca Barra

Y ahora, ¿estás trabajando en algún otro proyecto en la editorial?

Hasta el momento, no hay contemplado ningún proyecto, puedo decir eso sí que dos colegas chilenos se sumarán al elenco criollo, jajaja, Salo Farías y Luchito Insunza, ambos trabajarán en el título “Attica”. ¡Wow! Sigue la invasión chilensis.

Yo, de momento, solo estoy trabajando en el número 4 de Mechanical Knight, para continuar después con el 5 y 6.

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¿Qué ha significado para ti trabajar en esa editorial?

Fue la puerta de vuelta a dibujar cómics, llevaba unos cuantos años dedicándome solo a ilustraciones, algo de diseño y de vez en cuando música para videojuegos, pero nada de cómic, así que volver a hacerlo fue gracias a la oportunidad de poder continuar con este título. Ya de ahí en adelante y progresivamente pude estar en la condición de trabajar solamente en títulos de cómic.

A ver, a ver, ¿cómo es eso de la música para videojuegos? ¡¡¡Cuenta!!!

Jajaja, un tiempo estuve haciendo piezas gráficas y diseño para una empresa española, un buen día me enseñaron videos de cómo iban resultando los juegos, pero noté que no llevaba música, así que pregunté por el asunto, me dicen que de ahí verán de dónde sacar eso, pero ahí cuento que yo tenía algunos demos de música que había hecho un poco antes, lo escucharon y ya está, hice algo así como más de 20 canciones.

Talentos y más talentos. Ya para ir cerrando, ¿algún plan a futuro? ¿Un deseo oculto?

Ya próximo sería realizar y completar los 6 números de Mechanical Knight, que ya en agosto debería completarse y ya de ahí, se vendría algunos números más de Cluster, eso sería ya más a largo plazo, después, habrá que ver qué otro título llegará. ¿Pero siempre en cómics? O si hay algo interesante de ilustración, ¿te entusiasmaría?

De momento solo cómics, estoy recontento con esos dos títulos, y ya tener que hacer un título a la vez es bastante trabajo, así que si los puedo disfrutar de esa forma, lo tengo que aprovechar.

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¿Algún mensaje para nuestros lectores?

Que corran lo más rápido que puedan, jajaja.

Nada, que muchas gracias por el interés a los que lean la entrevista, a ti por la consideración y que ya saben dónde pillar los títulos.

Yamila Huerta Serrano Editora

PARA

CRÓNICAS DEL REVENANT

CHRISTROPHER LEE, DESDE MI BUTACA

¿

Te acuerdas de mí, Chris? El cine era viejo y malo, una antigualla según los cánones actuales y aún según los cánones de entonces.

Estaba ubicado en el sector de Pila del Ganso, un sector que seguramente no conociste entonces, porque al parecer nunca estuviste en este terminal de aviones que algunos llamamos Chile y mucho menos querrías conocerlo ahora que se ha convertido en una antología del afeamiento urbano.

Debe haber sido verano porque yo andaba -o eso creo recordar- con una camisa naranja de manga corta y mientras me sentaba en la desvencijada butaca de madera, vi que la película ya había comenzado. El maestro Terence Fisher había tenido la brillante idea de hacerla empezar con la secuencia final del filme anterior, donde te enfrentabas a tu enemigo del alma, a Van Helsing, es decir, a ese caballero de verdad llamado Peter Cushing, a quien llegaría a querer tanto como a ti. Yo no sabía entonces qué vería y querría seguir viendo muchas veces esas escenas de brillante oscuridad, yo no sabía qué era la Hammer, quién era Fisher y quién era yo. Esto último aún no lo sé, pero de lo otro algo he ido aprendiendo.

Solo miraba y escuchaba como hipnotizado, como Jonathan Harker, porque en ese momento me estaban presentando al conde Drácula.

LOS DEL PARQUE por Patricio Alfonso

y donde te vi en Drácula vuelve de la tumba, de Freddie Francis. Que notable la secuencia inicial con esa chica colgando como badajo de la campana del templo. Que terrible y sacrílego, ¿no? Déjame contarte que también en el Carrera -o eso creo recordar- contemplé a tu compañero-antagonista Peter Cushing protagonizar como nadie la serie de filmes del Barón Frankenstein.

Y ahora me dicen que no estás en Londres, que te has ido muy lejos, que te has ido a ese otro lado donde antes se fueron Peter Cushing, Ingrid Pitt, Vincent Price, Basil Rathbone, Michael Gough .¿Te acuerdas de Michael Gough? Eran dignas de notar las caras que ponía en ese primer Drácula del ‘58.

Aquel lugar donde te fuiste debe ser muy interesante, doblemente interesante ahora que están todos ustedes allá. Tengo que contarte que al lado de acá ya no va quedando nadie.

Sólo yo, sentado en mi butaca, esperando que se apaguen las luces.

Pero seguramente nos habíamos conocido antes, Chris, porque mi tía, mi inolvidable tía, me había llevado a un cine “como la gente”, a un cine del centro, a ver El rostro de Fu Manchú.

La película se iniciaba contigo supuestamente decapitado, como recordarás, y terminaba con tus memorables palabras “el mundo volverá a escuchar mi voz”.

Después nos encontramos en muchas ocasiones. Fuiste el conde siete veces solamente en la Hammer y actuaste en La Gorgona y en La calavera del marqués. ¿Te acuerdas del Cine Carrera? Era viejo, pero bonito y sigue siendo bonito. Tú no viniste a Chile, pero me veías en mi butaca, ¿no? Entonces, sabes que fue ahí donde, por fin, pude abismarme en la primera y magistral pieza de Fisher para la saga Drácula, 59

Christopher Lee se fue, pero su rol en Star Wars serรก recordado por los eones de los eones.

Un experimentado aprendiz sith

CONDE DOOKU, LA GRANDEZA DE UN LORD OSCURO

Por Yamila Huerta Serrano

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CINE, ARTE Y ESPECTÁCULO

A

Christopher Lee, el actor tras el personaje, lo recordamos por la gran cantidad de roles que interpretó durante su larga carrera. Pero no podemos dejar de nombrar a uno que lo llevó a una galaxia muy, muy lejana y ser un jedi convertido en aprendiz de sith… el Conde Dooku.

Dooku nació en una familia de abolengo del planeta Serenno, heredero del título de conde, al que renunció para seguir los caminos de la Fuerza y convertirse en jedi. Fue uno de los más prestigiosos, debido a su refinada personalidad, conocimientos y habilidades extraordinarias como duelista, cuyos únicos dignos contrincantes estaban en las figuras de los maestros Yoda y Mace Windú.

Sin embargo, siempre fue muy independiente, de alguna u otra forma lograba expresar su inconformidad con el actuar de la Orden Jedi y el Consejo, actitud que haría eco en su padawan Qui-Gon Jinn, cuando presentó a Anakin como el Elegido señalado por la profecía. Pero su más grande logro fue convertirse en el líder de la Confederación de Sistemas Independientes o más conocidos como los Separatistas, ya que con su personalidad tan especial y su don de convencimiento, atraía a su causa a muchos que se sentían disconformes con la República y sus decisiones.

Dicen algunos que su decisión de volverse al Lado Oscuro se debió a la muerte de Qui-Gon, otros a los conflictos sucedidos en Galidraan – en el que fueron masacrados una veintena de mercenarios, cuyo único sobreviviente sería Jango Fett, patrón genético de los clones del futuro ejército de la República- y en Baltizaar –donde un grupo criminal llamado Bando Gora atacó al planeta y hubo una masacre de jedis-, lo que confirmó sus ideas acerca de la República y de la Orden Jedi, instituciones decadentes y corruptas que debían ser drásticamente cambiadas. Así, Dooku volvió a su planeta natal y retomó su lugar como Conde, lo que aumentó

LOS DEL PARQUE

su poder, ya que las riquezas que su título le otorgaban eran enormes, permitiéndole cumplir con sus ideas de cambio político. Lo anterior sumado a los estudios independientes que realizó de los holocrones jedi… y, según las malas lenguas, holocrones sith, de donde obtuvo el conocimiento del estilo de pelea llamado Makashi, que le dio su fama de espadachín excepcional.

Pronto fue reclutado por Darth Sidious, usando la misma táctica que con Anakin: revelarle que era un Lord Sith. Sería bautizado como Lord Darth Tyranus, quien asesinaría a su amigo el maestro Sifo Dyas y así usar su identidad para encargar a los clonadores del planeta Kamino el ejército de Clones que el Canciller Palpatine utilizaría durante la Guerra de los Clones. Además, por sus conocimientos, logró borrar toda información relacionada con Kamino y otros detalles que podrían incriminarlo en las oscuras maniobras sith. También hay rumores no confirmados de que Dooku estuvo involucrado en la creación del ciborg llamado General Grievous.

Como líder de los Separatistas, situó su centro de operaciones en el lejano planeta llamado Geonosis, una verdadera fábrica de droides guerreros, que formarían el ejército del grupo disidente. Allí, capturó a Obi-Wan, a quien intentó convencer de formar parte de su causa, y a Anakin Skywalker, junto a la senadora Padmé Amidala, quienes habían acudido al rescate del maestro jedi. Sin embargo, Dooku no sabía que todas sus acciones manejadas hábilmente desde las sombras por Darth Sidious eran solo el camino que llevaba al verdadero objetivo del Maestro Sith: el joven Skywalker. Este hecho quedó al descubierto en el último instante de vida de Dooku, cuando luego de perder en un duelo con el padawan de Kenobi y ver sus manos cortadas –en represalia por la que cortara al joven Anakin-, notó la sutil indiferencia con que Palpatine le ordenaba a Skywalker matarlo, cosa que finalmente sucede y Dooku terminaría decapitado.

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Curiosidades cinéfilas

S

i analizamos al personaje desde la perspectiva cinematográfica, podemos ver algunos detalles interesantes que pueden ser destacados.

Por ejemplo, Dooku aparece en Episodio II cuando la película ya está muy avanzada, aunque la primera vez que se le nombra es en la reunión en que Padmé Amidala comparece ante parte del Consejo Jedi, en las oficinas del Canciller Palpatine, cuando se discute sobre el atentado a la senadora en el que ella casi pierde la vida.

Por otro lado, como es sabido, el actor Christopher Lee y las viejas películas en las que interpretó a Drácula lo vinculan a otro actor que participó del elenco de Episodio IV, el actor Peter Cushing, quien interpretó al Gran Moff Tarkin, comandante de la Estrella de la Muerte.

Cushing encarnó al Dr. Van Helsing, el eterno enemigo del Conde vampiro.

En una entrevista, Christopher Lee describió al Conde Dooku como “alguien muy distante, muy autosuficiente y, obviamente, alguien temeroso.

Es extremadamente inteligente, tal vez más que cualquiera. Es un hombre con un inmenso poder. No creo que la cuestión de valores morales siquiera hayan tenido lugar en su cabeza. No es un inmoral, es amoral. La moralidad es una palabra que no figura en su diccionario, sino simplemente poder. Lo que es algo que existe realmente en nuestro mundo hoy”. Y eso se reflejó

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totalmente en la pantalla, aunque al final, solo fuera el instrumento de un mal mayor.

Cuando Lee interpretó a Dooku, tenía casi 80 años, por lo que las escenas de pelea con sables láser fueron realizadas por un doble, Kyle Rowling, el director de las coreografías de pelea de la película. Mediante edición digital, el rostro de Rowling fue reemplazado por el de Lee y así tenemos a nuestro conde en plena acción.

No es nuestra intención ir más allá con respecto a la biografía del personaje, pero sí sumar este papel al homenaje que LDP ha realizado para recordar por siempre a Christopher Lee y el multifacético trabajo que realizó en su larga vida como actor, que lo llevó a recorrer los más intrincados rincones de nuestro planeta y aquella lejana Galaxia que Lucas creó.

Yamila Huerta Serrano Editora Fuentes:

http://www.loresdelsith.net - http://es.starwars.wikia.com Episodios II y III saga Star Wars.

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