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DiseÑo
columna
fotos cortesía
RODRIGO FERNÁNDEZ BARAJAS
Gala Fernández
estilo el placer de lo propio
Viajera de experiencias
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Entro en la galería Chamber en Nueva York para ver lo más nuevo del proyecto de García Mosqueda del cual ya habíamos hablado antes en este espacio. Me encuentro con la creadora de la exhibición que ahí se presenta. Había escuchado hablar de ella por su trayectoria en México y España, pero no la conocía personalmente. Decido hablar con ella. Su nombre: Gala Fernández; su pasión, viajar por el mundo y crear proyectos que le satisfacen. Así vive Gala, de ciudad en ciudad ente Marbella, Ciudad de México, Milán, Londres, París y Nueva York; tal es el itinerario usual de esta artista multidisciplinaria y diseñadora madrileña que se describe a sí misma como una nómada global moderna. Una de sus grandes pasiones es la enseñanza y por eso comenzó su carrera como docente en el IED en 1995, año en que conoció a uno de sus mejores amigos, Jaime Hayón quien fue su alumno, para después convertirse en su confidente y su cómplice en este caminar de diseño.
Gala habla un perfecto italiano y la escucho pronunciarlo impecablemente. Su vida en Italia transcurrió entre Treviso y Milán, donde trabajó con Hayón en el Studio Fábrica –perteneciente al grupo Benetton– y donde conoció a la comisaria María Cristina Didero, una de sus más influyentes admiradoras y responsable de su última exposición. Hablé con ella de su último proyecto, Caro Ettore, un conjunto de 16 esculturas pequeñas creadas artesanalmente y que rinden homenaje a uno de sus héroes del diseño, Ettore Sottsass. La colección, inspirada en el uso cromático icónico de Sottsass, se compone de pequeñas piezas de mármol mexicano, ónix y piedra que Gala descubrió entusiasmada en uno de sus viajes a la localidad de Tecali en México. “En medio de esas canteras llenas de objetos esparcidos por el suelo me sentí como una niña otra vez. Los objetos surgieron a modo de juego y totalmente del azar mientras componía mis propios bodegones contemporáneos”, comenta Fernández. Gala también ha creado, para la colección Little Games, una caja de madera que contiene 32 de estas piezas, las cuales se pueden organizar de diferentes maneras con el fin de crear esculturas personalizadas. Caro Ettore forma parte de This is not a duet –una exposición conjunta con el artista estadounidense Jang Sung, presentada por la galería Chamber y organizada por
María Cristina Didero y Juan García Mosqueda–. This is not a Duet debutó durante la NYCxDesign week en mayo y permanecerá abierta hasta finales de julio. La exposición de Chamber es muy particular, unas miniesculturas en diferentes materiales pétreos con una manufactura perfecta y una disposición casi obsesiva compulsiva. Gala se considera una trotamundos y es capaz de llevar sus piezas en una maleta con tal de contarle al mundo que el diseño vale y existe y que se puede montar una exhibición de su trabajo en cualquier parte. Agregamos a la charla la posibilidad de hacer algo juntos en ese momento y hoy es una realidad, pues estamos haciendo una colección de lámparas en colaboración con la empresa Feltum. En ocasión de esta colaboración es que puedo hablar más frecuentemente con Gala desde su casa en Marbella, donde dice sentirse relajada y feliz, aunque añora el ajetreo de la Ciudad de México a donde le gusta volver por lo menos un par de veces al año. Declara que su lugar preferido en el mundo es el mundo en sí mismo. Acaba de regresar de Venecia para soplar unas piezas en la isla de Murano y ahora planea nuevos e interesantes proyectos. Gala, sin duda, es una nómada con la maleta siempre lista para la siguiente aventura que el diseño –su máximo pasión– le depare. 31