Movimiento Obrero ROSAYNEL Ferraiz 14.474.489
MARACAIBO, Noviembre 2015
Movimiento Obrero: Con la Revolución Industrial aparece un nuevo tipo de obrero, el proletario, trabajador de talleres colectivos, en grandes aglomeraciones urbanas muy localizadas. Entre 1820 y 1840, la conflictividad en el seno del naciente movimiento obrero se inscribe en la línea de los llamados movimientos mecanoclastas o ludditas consistentes en la destrucción de las modernas máquinas a las que consideraban causantes de la miseria y el paro. Los episodios más conocidos son los ocurridos en Alcoy en 1821 y el de la fábrica de Bonaplata en Barcelona, totalmente mecanizada, que fue quemada por los obreros en 1835. En la década de los 40 se reclaman libertades laborales, sobre todo, la de asociación entre los algodoneros catalanes. También se reclama el derecho a la huelga. En 1840 aprovechando las condiciones favorables de la legislación progresista que permitía las asociaciones de auxilio mutuo, los obreros barcelonenses forman la Sociedad de Tejedores y la Asociación mutua de obreros de la industria algodonera. Estas plantean las primeras reivindicaciones laborales: reducción de la jornada laboral, aumento de los salarios, reglamentación del trabajo de las mujeres y de los niños y la constitución de comisiones mixtas (patronos y obreros) de arbitraje para resolver los conflictos. Pero pronto estas asociaciones fueron disueltas por el gobierno.
Nuevas tendencias del movimiento Obrero
Anarquismo:
Fue introducido al país hacia 1870. Destacados anarquistas: Enrico Malatesta y Pietro Gori, quienes estuvieron en el país durante 1885-89 y 1898-1902. Había diversas tendencias dentro del anarquismo aun entre Malatesta y Gori, el anarquismo que se difundió a fines de siglo tenia ciertas características fundamentales. 1) Acento en la acción colectiva antes que en la individual Se organizan con éxito para combatir a la clase capitalista. 2) Preferencia por la acción directa, énfasis a lo que es la huelga general: base suprema de la lucha económica. 3) Oposición al partido político a su denominado " anti politicismo". 4) Intercionalismo marcado. 5) Intensión de dar un contenido ideológico al movimiento obrero.
Socialismo: El primer intento de difundir el socialismo en forma orgánica fue el Vorwarts fundado en 1882 por los inmigrantes alemanes con el propósito de difundir los ideales de la democracia socialista alemana en la Argentina. Se puede afirmar que el socialismo recién comenzó a tener influencia en el movimiento obrero después de la fundación del partido socialista en 1896 por iniciativa de juan B.Justo. El fundador del partido socialista se encontraba influenciado por el socialismo revisionista alemán de Eduardo Bernstein, quien bregaba por la lucha política a través de la democracia parlamentaria. Reconocían la eficacia del uso de los derechos políticos y el sufragio para preparar la fuerza del proletariado organizado en su declaración de principios. También en torno al papel del estado hubo discrepancias entre el anarquismo y el socialismo. El primero quería minimizar su función, los socialistas proponían aumentarla. Los socialistas bregaban por la nacionalización de los extranjeros.
Consecuencia: La falta de derechos que los trabajadores tenían en las fábricas. Se inició en Inglaterra. Cuando surgió la revolución industrial una de las primeras consecuencias fue la creación de fábricas en las que se buscaba rentabilizar al máximo la producción. Al no existir todavía ningún tipo de legislación que regulase la actividad industrial, los trabajadores se veían expuestos a jornadas de trabajo de más de doce horas, los niños trabajaban (siendo uno de los objetivos más atractivos para los empresarios porque sus salarios eran sustancialmente inferiores). Las primeras manifestaciones del movimiento obrero se plasmaron en el ludismo (destrucción de máquinas) a las cuales se las responsabilizaba de la pérdida de la capacidad adquisitiva del pequeño artesano. Éste término proviene del obrero inglés Ned Ludd, que en 1779 destruyó un telar mecánico. Sin embargo, los obreros se dieron cuenta de que no era la máquina su enemiga sino el uso que de esta se hacía, fue entonces cuando dichos obreros comenzaron a dirigir sus quejas a los empresarios. Así nació el sindicalismo, entendido como un movimiento de resistencia contra el capital.
Rerum Novarum Este desarrolla dos órdenes de cuestiones: Unas las más inmediatas, circunstanciales, sobre las cuales presenta un juicio adecuado a los problemas de su tiempo. Otras, recuerdan que la Iglesia no tiene una fórmula de solución para resolver los problemas sociales, sino unos principios básicos y permanentes (como la primacía de la persona, el respeto a la justicia, la práctica de la caridad y el compromiso con sus deberes religiosos...) y dicen a los cristianos el deber de la Iglesia de introducirlos en todas las estructuras temporales. Por ello no hay que buscar en ellas fórmulas organizadoras y prácticas.
El tema central gira entorno a la condición de los trabajadores, de sus derechos y deberes, así como también de los directivos, de los patrones. SS. León XIII hace un particular énfasis en la relación obrero-patronal, pues insiste en que este binomio es inseparable. A su vez hace una crítica de la lucha de clases, del Socialismo y de los excesos del capitalismo. Señala la imposibilidad de superar totalmente las desigualdades sociales. Si bien reconoce el derecho a la propiedad privada, subraya el deber de ayudar a los demás en sus necesidades, e insiste en la importancia de establecer asociaciones de trabajadores para su defensa y promoción humana. A manera de conclusión exhorta tanto al mundo obrero, como al patronal a pugnar por la reconciliación de las clases sociales apelando a los principios morales del Evangelio.