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J. CLOSAS MIRALLBS
LAS MINERALIZACIONES COBAI ..TIFERAS PERAMEA (PROVINCIA· DE LERIDA)
Publicado
en <::l
Boletín de la Real Sociedad Bspañola de Historia Natural Tomo homenaje a E. Hernández-Pacheco (páginas 171-178)
MADRID \)
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Las mtneralízacíones cobaltííeras de Peramea (provincia de Lérida) por
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J. Closas Miralles
Los yacimientos, o mejor dicho, Ias manifestaciones externas de esta mena, esencialmente cobaltífera, se extiende formando una línea, que hemos reconocido en una longitud de unos dos kilómetros en dirección S. SE. a N. NO., empezando, por su parte oriental, en las inmediaciones del pueblo de Peramea, en el nivel medio superior de la vertiente derecha del barranco de Ancs y sigue paralela a este barranco hasta algo más allá del meridiano de Bálastuy. En el cruce del meridiano de Peramea con la línea aflorante se han iniciado algunas labores mineras de reconocimiento, a unos 130 metros sobre el nivel del barranco mencionado. El acceso a Peramea se verifica por un mal conservado camino carretero, de unos dos kilómetros de longitud, que empalma con la carretera general de Balaguer a la frontera francesa, en su kilómetro 97, junto al pueblo de Gerri de la Sal. Según se desprende de las indicaciones de los naturales del país, las manifestaciones aflorantes se prolongan hasta las inmediaciones 'del «Estany de Montcortés»;' o sea, en unos otros tres -Icilómetros, lo cual no hemos comprobado, pero es muy verosímil, dada la constitución geológica, de la región y que las llamativas coloraciones imtensamente rojas y verdes de las sales de cobalto y níquel manchan las rocas a lo largo de la línea aflorante. , El complejo geológico de esta zona está formado por el Permotrías constituido por un banco de conglomerados en la base y psammitas o filadios arenosos rojizos, cuyo conjunto viene dis-
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puesto en un pliegue anticlinal volcado al N. que, en la vertiente N. de Peramea, tiene la charnela erosionada por el barranco de Ancs, En el núcleo del anticlinal asoma el paleozoico constituído por ampelitas y calizas carburadas con abundante fauna, en la cual, el amigo doctor Villalta, ha determinado: Paracoirdiuan: amiqdala. Baer., Panenka humilis. Barr., Scyphocrinus eleaoms. Zenk., Orihocerasoriqinole. Barr. y un Orihoceras, que sin haber podido determinar la especie, se aproxima a las formas devonianas. Esta fauna nos sitúa este paleozoico a la parte superior del Gotlandiense, nivel de Ludlow en su facies Dowton. Más hacia el O. de Peramea, la erosión ha hecho desaparecer el flanco S. del pliegue, apareciendo el Gotlandiense cabalgando el Permotrías, cuyos terrenos son discordantes en todo el contacto reconocido. Este conjunto se apoya, en su parte meridional, en las calizas del Muschelkalk, muy levantadas, y por una falla de dirección general K-O., casi coincidente con el paralelo de Peramea. El trías de la región se presenta con abundantes lacolitos de of'itas, aunque pudiera muy bien ser que algunas de estas rocas pertenecieran a diques de rocas más modernas. Como hemos visto, el terreno se presenta intensamente plegado y dislocado, cuya tectónica ha sido muy discutida entre geólogos del máximo prestigio internacional, pareciendo haber llegado a conclusiones coincidentes entre ellos, por lo que podemos aceptar que estos- pliegues y dislocaciones han tenido lugar, esencialmente, en la fase pirenaica del levantamiento de la cordillera y pronunciados en la fase sávica siguiente, en la que se produce la fosa del Ebro. Así, pues, en esta época de intensa actividad orogénica, durante el tiempo comprendido entre los finales del Eoceno, todo el Oligoceno y principios del Mioceno en que se levantó el Pirineo y se hundió el macizo del Ebro, se produjeron intrusiones de magmas profundos de tipo lamprofídico, formándose filones de rocas porf'ídicas básicas, quizás la Camptonita o Monchiquita, de color grisáceo o verdoso que atravesarían el macizo granítico y parte de las rocas sedimentarias inmediatas. Un estudio munícioso de las diversas rocas consideradas como 9fitas, en .Ia región,
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bien pudiera ser que algunas de ellas pasaran a ser consideradas como diques de estas rocas terciarias. El doctor San Miguel, nos dice (1): «En Sopeíra hay una ofita anormal, por su estructura y composición, que atribuye a la acción de presiones orogénicas.
/o.?/ I , I
Corte por Balastuy.
Corte por Perarnea T. Calizas del Muschelkalk.-Pt. Conglomerados y psammitas del Permotrias.-S. Pizarras margosas y carburadas del Gotlandiense supo F. Falla.-m. Mineralización.
»Entre las de Gistain hay algunas notables por su riqueza en pirita de cobre y prenhnita. Entre Senés y Serveto, entre Sin y Saravillo; cita unas de grano fino y de estructura tabular y pízarreña que pudieran no ser ofitas. Entre el Esera y el Noguera
(1) San' Miguel de la Cámara, tivas de España». Madrid, 1936.
Maximino. «Estudio de las rocas erup-
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Ribagorzana sean ofitas.
hay, en cambio, muchos isleos, pero algunas dudo que
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»Entre la sierra que corta la carretera de Barbastro a Bielsaventre el Grado y Naval, hay un interesante afloramiento ofítíco que parece representar un término intermedio entre las verdaderas ofitas y los tipos tescheniticos.» Estas' referencias, correspondientes a formaciones geológicas, situadas al cercano O. de la zona que nos ocupa, son similares y sincrónicas' con ella. Séanos permitido insistir sobre este punto que creemos del mayor interés. En la v.ertiente, entre el pueblo de Peramea y el barranco de Ancs, aparecen (véanse cortes geológicos adjuntos) dos bancos del conglomerado de la base del Permotrías, que constituye, a su vez, los dos flancos del pliegue referido y que por su rigidez se hallan profundamente agrietados, lo cual no sucede con las formaciones arcillosas y apízarradas gotlandienses y permotriásicas, que se hallan a ambos lados de los conglomerados, por ser sumamente plásticas. En la superficie del terreno observamos que en las fisuras del conglomerado aparecen una serie de manchas rojo-rosadas y verdosas, propias de los arseníatos de cobalto y níquel, y las incrustaciones arracimadas, nodulosas y dendeítícas, pardo negruzcas, de la Asbolana, Indicio evidente de una zona de oxidación de una mena cobalto-niquelífera, Estas manifestaciones no existen en las formaciones de techo y muro del conglomerado y las observamos a todo lo largo de la línea reconocida, dominando en. unos lugares los arseniatos y en otros el hidróxido manganeso-cobaltif'ero. ' En el contacto del banco del conglomerado, que llamaremos inferior, con el techo existe una galería transversal que lo cruza hasta penetrar en las ampelitas gotlandienses y en cuyo contacto se había iniciado otra galería, en dirección hacia el E.; muy irregular, cuyas labores nos han permitido darnos perfecta cuenta de la mineralización. Así observamos que a lo ancho del conglomerado, ésta sólo se encuentra tapizando las grietas, notándose un mayor enriquecimiento en las cercanías del muro (ampelitas), que culmina en el contacto. El conglomerado está constituído
por cantos más o menos ro-
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dados' de cuarzo lechoso y, menos abundantes.vde lidita y pizarra, unidos por un cemento siderítico. Las muestras de la 'masa sin superficie de fisura ha dado; pOI""análisis químico, sólo trazas de Co. Otra muestra de grano muy fino, parecida a unacuarcíta con motitas de Asbolana, ha dado trazas de cobalto y 0,06 por 100 de m-anganeso. Podemos, por lo tanto, afirmar que la masa del conglomerado es prácticamente estéril y que la mineralización la hemos de buscar en las f'isuras. Las paredes de las grietas aparecen con incrustaciones finamente fibrosas, de brillo sedoso y muy blancas, las cuales, a menudo, se llegan a unir, rellenando totalmente _la' grieta, pero lo curioso del caso es que la parte externa de la incrustación pierde . la estructura fibrosa para convertirse en cristalina, tQmando un color rojo cereza más o menos intenso, según sea el espesor de la zona coloreada. En los lugares o zonas de las grietas donde no se ha llegado a producir la unión de las concreciones de ambas paredes aparecen, diseminadas, unas esferillas blancas o ligeramente verdosas, aisladas o arracimadas, de tono mate. El análisis químico de uno de estos rellenos 'ha dado: Arsénico = 0,8 por 100'; Cobalto = 0,12 por 100; Manganeso = 0,13 por 100; Calcio = 39 por 100. El estudio mineralógico y químico nos determina que este relleno está formado casi exclusivamente por Aragonito, constituyendo el tipo de concreciones separadas de las fuentes termales, bajo formas esf'eroidales de estructura testácea concéntrica y radiada y en depósitos costriformes, conocida también por piedra de bullidor o piedra de caldera. Las pequeñas esferillas observadas corresponden a la Farmacolita, que se colorea ligeramente por la presencia de las sales de níquel o-cobalto. En otras grietas muy próximas al muro, las concreciones son de colores verdosos y se presentan en capas concéntricas arriñonadas, en lugar de fibras as. Otro análisis del conglomerado con estas concreciones ha dado: Cobalto = 0,3 por 100; Níquel = 0,2 por 100; Fósforo = 0,23 por 100; , ' Cabe hacer notar la presencia del fósforo, por lo que es sos-
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pechable la presencia de la Wavellita; mineral característico hídroterma¡ de relleno de grietas. En otras grietas, la superficie de la concreción aparece recubierta de diminutos cristales monoclínicos de yeso, pero de un color verde azulado, muy brillante. Vistos con lupa de fuerte aumento, observamos que el color es debido a un fino polvillo que lleva la cristalización, lo que en un principio nos indujo a error al sospechar que se trataba de la Vivianita, lo cual hemos comprobado por análisis químico con ausencia absoluta de hierro, fósforo y cobalto; acusando un 0,6 por 100 de níquel. Como es sabido, las formaciones superiores del Trías contiene yesos abundantes, por lo que no es de extrañar la presencia de este mineral debido a la circulación de las aguas de infiltración o quizás también a los nódulos pírítosos que llevan las ampelitas. El polvillo verdoso no es más que los residuos del arseniato de níquel. En el contacto con las pizarras caeburadas observamos una faja cuarcítíca con abundantes puntos metálicos grísáceos, en un espesor de unos dos centímetros escasos en los lugares de mayor potencia. En la salbanda se forman flores de cobalto y en el mismo contacto con las ampelitas aparece una patina de yeso. El análisis del filoncillo nos da: Arsénico = 17,5 por 100; Cobalto = 2,55 por 100; Níquel = trazas; Azufre =. 2,5 por 100; por lo que tenemos que atribuir la metalización a la Esrnaltina o a la Safforita. La presencia del azufre tenemos que atribuirla,en parte, al yeso, pero indudablemente existen en la mena sulfuros que atribuimos a la Cobaltina, Estas son las únicas metalizaciones observadas. En la zona del conglomerado, inmediata al contacto con las ampelitas, éste tiene sus más pequeñas fisuras tapizadas de arseniatos cobaltíf'eros. El análisis de la roca en estas condiciones da: Arsénico = 6 por 100; Cobalto = 5,2 por 100; Níquel = trazas. Los minerales que se destacan claramente sop la Eritrina y la Roselita. En diferentes zonas del filón, más propiamente considerado o sea en esta zona de contacto, hemos estudiado, asimismo, tres muestras complejas y terrosas.
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Sus análisis nos dan: As =
8,6
= 31,5 > = 26,6
%;
%; %;
Co = 3,30 » = 10,7 » = 17,7
%; %; %;
Ni
=
6,18;
» = trazas;
P
=
trazas
Ca = 6
%;
COa = 14,60/0
de este último deducimos la presencia de Esferocobaltina. Las características mineralógicas estudiadas nos permiten situar el yacimiento dentro de las formaciones hidrotermales y las llamadas termas vacías, en las cuales podemos dístinguíe filones, substituciones e impregnacíones ; pero la clasificación más sencilla basada en las materias que contienen las concentraciones nos inclina a situarlo en el grupo: cobalto-níquel-plata-bísmuto-uranio, que, a pesar de la extraordinaria diversidad de los minerales que contiene, es formación bastante homogénea. Relacionemos este yacimiento con el próximo de Gistain, hoy abandonado, el cual forma parte de una importante formación filoniana que c-ruza los terrenos pérmicos de Suelza mediante fracturas muy claras y donde se desarrollan localmente los minerales de cobalto y níquel que parecen relacionados con las rocas profunda . Se explotaron pequeños filones en relación con unos llamados «pórfidos» y que sólo contienen minerales sulfurados y arseniatados de cobalto y níquel. Su situación geológica y geográfica permite suponer que este yacimiento forma parte de una misma red foloniana con el de Peramea. Siguiendo los contactos, a menudo muy complicados, del Permotrías con el paleozoíco, entre estas dos localidades, se repetirán estas manifestaciones. En relación con lo antedicho recordamos la cita de los filoncillos uraníferos de Montanuy intercalados, asimismo, en el contacto de las pizarras paleozoicas y las pudingas permotriásicas. Después de todo lo expuesto se presenta clara su paragénesís. Se trata, a nuestro entender, de una mineralización de tipo hidrotermal producida en la fase sávica de los plegamientos pirenaicos, los cuales originaron intrusiones lamprofídicas profundas y cuya fase póstuma, hidrotermal, penetró por las fisuras producidas a consecuencia del plegamiento, en nuestro caso la falla de Peramea, hasta encontrar el taponamiento, 'sumamente plástico, de las piza12
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rras ampelíticas silurianas, penetrando por el contacto con los conglomerados donde se originó una concentración e invadiendo sus grietas, cuya mineralízación ha sido transformada posteriormente por meteorización; por lo tanto, la metalización o verdadera mena hay que buscarla en profundidad en la zona de la falla.