3 reseñas

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BENEMÉRITA ESCUELA NORMAL MANUEL ÁVILA CAMACHO

LICENCIATURA EN EDUCACIÓN PREESCOLAR

IV SEMESTRE

DESARROLLO DE COMPETENCIAS LINGÜÍSTICAS

RESEÑAS

PROF. JOSÉ ANTONIO JASSO LUGO

ROXANA ÁLVAREZ ARREDONDO

ABRIL 2015


CONCEPTO DE COMPETENCIA Autora: Grimaldi Herrera Carmen Lugar de edición: 

Páginas: 1

Introducción El término competencia se ha estado usando en los últimos años desde el ámbito académico, industrial, social, etc. Pero visto desde la lingüística Carmen Grimaldi Herrera hace mención del término en el texto definiendo en primera instancia su procedencia basándose en los trabajos de Chomsky; en segundo término Grimaldi menciona el punto de vista de Chomsky respecto a quién posee la competencia y por último la autora brinda su opinión personal defiriendo un poco de lo propugnado por Chomsky en sus trabajos. Contenido En un primer punto Grimaldi explica que el término competencia procede de “competente” incluido en los primeros trabajos de N. Chomsky sobre la “forma del lenguaje”; en estos trabajos Chomsky establece una teoría en la que menciona que la competencia es el conocimiento que de la lengua tiene el hablante y como oyente ideal. Chomsky en su teoría trata de explicar los procesos mentales y las reglas que configuran la competencia del habla ya que el autor la establece como competencia, y alude que no todos pueden poseerla sino sólo el ideal, sin embargo estos procesos no brindan la certeza de que el individuo aun teniendo la competencia del habla puedan construir una derivación práctica. Conclusión: Autor: Grimaldi difiere de Chomsky en cuanto a que la competencia del habla es puramente mentalista, ya que la competencia del habla va más allá, a la práctica, a la expresión, y a la actividad comunicativa. Por lo que la autora hace mención de que en realidad existen dos competencias, la competencia lingüística y la competencia comunicativa. Personal:


Desde mi punto de vista estoy de acuerdo con Chomsky en lo referente a que la competencia del habla no la posee todo individuo sino el ideal, puesto que el desarrollo o no de esta competencia depende del desarrollo del individuo en la infancia, de los estímulos de lenguaje que se le brinden y de diversos factores que intervienen también como la escolaridad, la cultura, etc. Sin embargo difiero al igual que la autora de Chomsky, ya que Chomsky hace referencia en pocas palabras que es suficiente con la competencia lingüística dejando de lado la competencia comunicativa, que es más que indispensable debido a que la comunicativa se relaciona con saber “cuándo hablar, cuándo no, y de qué hablar, con quién, cuándo, dónde, en qué forma”; es decir, se trata de la capacidad de formar enunciados que no solo sean gramaticalmente correctos como lo hace saber Chomsky sino también socialmente apropiados.


EL CONCEPTO DE COMPETENCIA COMUNICATIVA Autor: Jasone Cenoz Iragui Lugar de edición:  

Editorial: Instituto Cervantes, 1997-2015 Páginas: 18

Introducción El documento en general se centra en explicar el concepto de competencia comunicativa, iniciando con la explicación de su origen y como es que se relaciona directamente con la competencia lingüística; nos hace hincapié constantemente de que la competencia comunicativa va íntegramente ligada a la competencia lingüística, debido a que la competencia lingüística por si sola es muy limitada, ya que no toma en cuenta los usos de la lengua. El documento se basa en autores como Chomsky, Hymes, Canaile y Swain, CelceMurcia, Dornyei y Thurreu Bachman, para sustentar lo presentado, en relación a la competencia comunicativa, la competencia lingüística y los modelos de competencia comunicativa en los que nos sugieren una serie de componentes que son necesarios para llegar a desarrollarla completamente y que se presentan por algunos de estos autores. Y en última instancia, nos presenta un análisis en el que se menciona que es necesario agregar un nuevo concepto llamado multicompetencia, que se refiere a un tipo de competencia que poseen únicamente los bilingües, ya que tienen la capacidad de hablar su lengua nativa y otra externa; nos explica que es necesario que la enseñanza de otras lenguas externas debe transformarse puesto que se debe lograr potencializar esa lengua externa al grado de transformarla a un grado igualitario que una lengua nativa. Contenido: El concepto de “competencia comunicativa” tiene su origen en el concepto de “competencia de la lingüística” teórica en el marco de la gramática generativa, pero también ha recibido la influencia de teorías de la antropología y la sociolingüística. 1. La competencia lingüística


La teoría lingüística se centra principalmente en el hablante-oyente ideal de una comunidad de habla completamente homogénea que conoce su lengua perfectamente y al que no le afectan condiciones irrelevantes a nivel gramatical como las limitaciones de memoria, las distracciones, los cambios de atención y de interés y los errores al aplicar su conocimiento de la lengua a la actuación real (Chomsky, 1965: 3). Por lo tanto, para Chomsky, la competencia es el conocimiento que el hablanteoyente tiene de la lengua, y la actuación es el uso real de la lengua en situaciones concretas. Sin embargo, el concepto de competencia de Chomsky se considera inadecuado porque se limita a la competencia lingüística del hablante-oyente ideal en una sociedad homogénea y no considera aspectos centrales del uso de la lengua. El concepto de competencia propuesto por Chomsky supone una abstracción e idealización, que no tiene una relación directa con la capacidad y habilidad para utilizar una o varias lenguas en la comunicación interpersonal por parte de hablantes monolingües y plurilingües en sociedades multiculturales. 2. Competencia lingüística y competencia comunicativa El autor Hymes propuso por primera vez el concepto de “competencia comunicativa”, que incluye las reglas de uso a las que hace referencia. En él incluye el significado referencial y social del lenguaje, y no solo se refiere a la gramaticalidad de las oraciones, sino también si estas son apropiadas o no en el contexto. Para Hymes la competencia comunicativa presenta cuatro dimensiones: el grado en que algo resulta formalmente posible (gramaticalidad), el grado en que algo resulta factible, el grado en que algo resulta apropiado y el grado en que algo se da en la realidad. Aunque existen otros autores que han complementado la definición de competencia comunicativa de Hymes como Saville-Troike (1989: 21) quien opina que la competencia comunicativa incluye, además, aspectos de la comunicación, tales como hablar con personas de distintos estatus, conocer rutinas en la alternada de turnos u otros relacionados con el uso de la lengua en contextos sociales específicos. La competencia comunicativa no es solamente una extensión de la competencia lingüística, a la que se le han añadido las reglas relacionadas con el uso. No se trata únicamente de una adición cuantitativa, es también y sobre todo, una ampliación cualitativa.


El concepto de «competencia lingüística» se refiere al conocimiento de determinadas reglas mientras que la competencia comunicativa incluye además la habilidad o la destreza para utilizar ese conocimiento. La competencia lingüística es innata, tiene base biológica, es estática, tiene un carácter absoluto y no implica comparación. La competencia comunicativa es un concepto dinámico que depende de la negociación del significado entre dos o más personas que comparten hasta cierto punto el mismo sistema simbólico. Para Chomsky, entonces, la competencia es el conocimiento gramatical como un arraigado estado mental por debajo del nivel de lengua. No es una habilidad para hacer nada. Ni siquiera es la habilidad para formar o comprender oraciones, porque el conocimiento puede existir sin que sea accesible; en cambio para Hymes, por otro lado, la competencia es la habilidad para hacer algo: para usar la lengua, para él el conocimiento gramatical es un recurso, no una configuración cognitiva abstracta existente por propio derecho como una estructura mental. El modo en que este conocimiento se convierte en uso es, por tanto, una cuestión central, y es necesariamente un componente de la competencia comunicativa. 3. Modelos de competencia comunicativa Hay tres modelos de competencia comunicativa que reflejan el desarrollo de la lingüística aplicada y la importante influencia de la pragmática y el análisis del discurso. El modelo de Canale y Swain (1980) Canale y Swain distinguen tres componentes de la competencia comunicativa: 1. La competencia gramatical que incluye “el conocimiento de los elementos léxicos y las reglas de morfología, sintaxis, semántica a nivel de gramática de la oración y fonología” (Canale y Swain, 1980: 29). Este componente se centra directamente en el conocimiento y la habilidad requeridos para comprender y expresar con exactitud el significado literal de los enunciados. Gracias a la competencia gramatical sabemos que frases como “Yo soy muy contento en esta ciudad” o “No quiero que Pablo viene mañana a la fiesta”, son incorrectas. 2. La competencia sociolingüística que permite usar la lengua según las normas de uso y las normas de discurso que sirven para interpretar los enunciados en su significado social. Una situación de falta de competencia sociolingüística se produce, por ejemplo, cuando un camarero se dirige a


unos clientes con una frase del tipo: “Eh, tíos, ¿qué vais a comer?”, en vez de decir algo como: “Buenas noches. Aquí tienen la carta”. 3. La competencia estratégica, este componente “está formado por las estrategias de comunicación verbales y no verbales cuya acción se requiere para compensar las dificultades en la comunicación debidas a variables de actuación o a competencia insuficiente” (Canale y Swain, 1980: 30). El modelo de Bachman (1990) El modelo de Bachman trata de establecer las distintas dimensiones de la competencia comunicativa. En este modelo se distingue: 1. La competencia organizativa que incluye las “habilidades relacionadas con la estructura formal de la lengua para producir o reconocer frases gramaticales correctas, incluyendo su contenido proposicional y ordenándolas para formar textos” (Bachman, 1990: 87). Estas habilidades son de dos tipos: La competencia gramatical, que incluye la competencia de uso lingüístico y es similar a la competencia gramatical de Canale y Swain (1980) y la competencia textual, que incluye el conocimiento de las convenciones para unir enunciados de manera que formen un texto. 2. La competencia pragmática se refiere a las relaciones entre signos y referentes y también a las relaciones entre usuarios de la lengua y contexto de comunicación. La competencia pragmática incluye dos dimensiones, la competencia ilocutiva y la competencia sociolingüística: La competencia ilocutiva implica el análisis de las condiciones pragmáticas que determinan si un enunciado es aceptable o no. Se refiere a la relación entre los enunciados y los actos o funciones y la competencia sociolingüística se refiere a la caracterización de las condiciones que determinan qué enunciados son apropiados en determinadas situaciones y determinan el registro, variedad dialectal y referencias culturales. El modelo de Celce-Murcia, Dornyei y Thurreu (1995), este modelo contiene cinco competencias necesarias: 1. La competencia discursiva que se refiere a la selección, secuenciación y organización de palabras, estructuras, frases y enunciados para obtener un texto oral o escrito unificado. Las subáreas que contribuyen a la competencia discursiva son: cohesión, deixis, coherencia, estructura genérica y estructura conversacional inherente a la alternancia de turnos. 2. La competencia lingüística se corresponde, en términos generales, con el concepto de “competencia gramatical” de Canale y Swain (1980).


3. La competencia accional (también llamada pragmática e ilocutiva) ha sido definida como la “habilidad para transmitir y entender el intento comunicativo al realizar e interpretar actos de habla y funciones lingüísticas” (Celce-Murcia, Dörnyei y Thurrell, 1995: 17). 4. La competencia sociocultural se refiere al conocimiento que tiene el hablante para expresar mensajes de forma apropiada en el contexto sociocultural de la comunicación. 5. Y la competencia estratégica se refiere al uso de las estrategias de comunicación. Además de la 4. La multicompetencia Teniendo en cuenta los modelos de competencia comunicativa, los estudiantes de una segunda lengua deben alcanzar no solamente un dominio de la fonética, del vocabulario y de la gramática, sino también de otros aspectos de la competencia comunicativa. Deben ser capaces de emitir y comprender actos de habla apropiados al contexto, comunicar a un nivel textual que vaya más allá de la frase y debemos utilizar estrategias adecuadas para mantener la comunicación. El punto es que los aprendices de una segunda lengua deben conseguir alcanzar una competencia nativa en la lengua meta, es decir, una competencia similar a la de los hablantes monolingües. Un autor que aporta mucho en esta parte es Cook (1992) quien ha propuesto el término multicompetencia para referirse a una forma única de competencia que no es necesariamente comparable con la de los monolingües. Según Cook, los hablantes de L2 no deben ser considerados como imitadores de monolingües, sino como poseedores de formas únicas de competencia. Herdina y Jessner (2000, 2002) también recalcan el carácter dinámico de la competencia bilingüe, que cambia como resultado de la interacción de los subsistemas lingüísticos que reflejan las necesidades comunicativas de los usuarios. Conclusión Autor: El concepto de “competencia comunicativa” destaca los aspectos de la competencia relacionados con el contexto en el que se produce la comunicación y, además, considera que esta tiene lugar a un nivel textual y no simplemente oracional. Su desarrollo en los últimos años ha tenido importantes implicaciones en los ámbitos de la adquisición y enseñanza de lenguas. Los distintos modelos de competencia comunicativa tratan de describir y relacionar las diferentes


dimensiones de la competencia, es decir, tratan de contestar preguntas del tipo ¿qué es la competencia comunicativa? o ¿de qué elementos consta la competencia comunicativa? El concepto de “multicompetencia” plantea un problema de índole diferente y de gran actualidad: ¿qué grado de competencia comunicativa podemos adquirir en varias lenguas no nativas? Hoy en día es evidente que los estudiantes de segundas lenguas y lenguas extranjeras deben aprender a utilizar la lengua en un contexto adecuado, transmitir y comprender intenciones comunicativas, elaborar y comprender textos orales y escritos y disponer de recursos para superar las dificultades de la comunicación. El reto actual consiste en que sean capaces de adquirir estas dimensiones de la competencia en varias lenguas y en relación a sus propias necesidades comunicativas. Conclusión personal: Desde mi punto de vista personal en relación a la competencia, difiero de que la competencia solo es el conocimiento de la lengua y el uso que se da de ella en contexto real está separado del conocimiento de la lengua, puesto que una competencia implica una serie de habilidades, conocimientos, actitudes, destrezas, etc. y aunque si bien es cierto que habla de competencias lingüísticas, y no del concepto de competencia en general, debe basarse en él, las competencias lingüística no debe ser solo lo que se sabe, porque toda competencia es competencia con el saber sabio y el saber hacer en diversos contextos no en un homogéneo. En cuanto al concepto de multicompetencia estoy de acuerdo con el autor en que la enseñanza de otras lenguas debe reforzarse y mejorarse, porque como estudiante puedo darme cuenta de que te enseñan o se centran básicamente en las reglas gramaticales, más que en otros puntos importantes, te enseñan a aprender la lengua sólo en conocimiento y no en actuación, y el grado de competencia que lleguemos a adquirir nunca va a ser el mismo que el del individuo nativo, porque aceptémoslo o no las lenguas tienen una infinidad de modalidades que ni el mismo nativo ha llegado aprender.


CUADRO COMPARATIVO Concepto de competencia comunicativa Iragui Jasone Cenoz

El concepto de competencia Carmen Grimaldi Herrera

La teoría lingüística se centra principalmente en el hablante-oyente ideal de una comunidad de habla completamente homogénea que conoce su lengua perfectamente y al que no le afectan condiciones irrelevantes a nivel gramatical como las limitaciones de memoria, las distracciones, los cambios de atención y de interés y los errores al aplicar su conocimiento de la lengua a la actuación real (Chomsky, 1965: 3).

El término competencia procede de “competente”, término incluido en los primeros trabajos de N. Chomsky sobre la “forma del lenguaje”. Es un concepto clave en su teoría ya que ésta es universal, independiente de cada lengua, y explica la habilidad humana para aprender la primera lengua, cualquiera que ésta sea. La teoría explica la competencia (competente), intuición consciente o no, del hablante nativo (su conocimiento de la lengua como hablante- oyente ideal).

Por lo tanto, para Chomsky, la competencia es el conocimiento que el hablante-oyente tiene de la lengua, y la actuación es el uso real de la lengua en situaciones concretas. Chomsky está interesado en estudiar la competencia, no la actuación. Desde la perspectiva del estudio de la lengua como sistema no está interesado en el uso del lenguaje o en la adquisición y enseñanza de lenguas. Su interés se dirige al desarrollo en una teoría lingüística centrada principalmente en las reglas gramaticales.

La competencia es la realidad mental que respalda la ejecución (performance), el uso que el hablante hace de su lengua. La gramática generativa transformacional pretende describir los procesos mentales que configuran la competencia del hablante y sus reglas no expresan el modo práctico o real de construir una derivación concreta ya que esta última descripción práctica pertenecería a una teoría de la ejecución o performance.

El concepto de “hablante nativo ideal” es difícil de aceptar puesto que no todos los hablantes de una lengua son competentes y pueden distinguir oraciones gramaticales de oraciones no gramaticales.

Para Chomsky, la competencia, la lengua, no está en los cerebros de todos los individuos, sino en el de uno, ideal.

Los investigadores que critican el concepto de “competencia lingüística” consideran que el concepto de “competencia” en la gramática generativa es reduccionista porque en él no se consideran elementos del contexto sociolingüístico.

La inclusión en el tema de las calificaciones “lingüística” y “comunicativa”, sin embargo, nos habla de una distinción que abarca el aspecto práctico, de la expresión, de la actividad comunicativa concreta en los actos de habla, más allá del puramente mentalista propugnado por Chomsky.

Para Chomsky, entonces, la competencia es el conocimiento gramatical como un arraigado estado mental por debajo del nivel de lengua. No es una habilidad para hacer nada. Ni siquiera es la habilidad para formar o comprender oraciones, porque el conocimiento puede existir sin que sea accesible. Para

Se debe considerar pues la competencia lingüística desde la perspectiva lingüística tal como aparece analizada en el texto de Coseriu, Competencia Lingüística; y la Competencia Comunicativa, desde las aportaciones de la Pragmática y de la Teoría de los Actos del Habla, en especial porque ya va implícito en el


Hymes, por otro lado, la competencia es la habilidad para hacer algo: para usar la lengua. Para 茅l el conocimiento gramatical es un recurso, no una configuraci贸n cognitiva abstracta existente por propio derecho como una estructura mental.

enunciado del tema y porque en los programas de la Reforma se concede especial relevancia a esta orientaci贸n.


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