Resumen reencuentro con la historia

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Roxana Álvarez Arredondo

REENCUENTRO CON LA HISTORIA Teoría y praxis de su enseñanza en México Andrea Sánchez Quintanar A manera de introducción -Para el historiador su labor intelectual implica el compromiso de dar sentido a su quehacer. -Así ahora, todo libro de historia debe principiar por una explicitación de lo que el autor entiende que está haciendo. -Pocas veces, o ninguna, se piensa en aquel o aquellos a quienes va dirigido el conocimiento histórico. O más bien, casi nunca se contempla, entre los profesionales de la historia, el ámbito reducido o amplio, estrecho o multitudinario, en que ese saber deba ser difundido, ni mucho menos la razón de ser tal difusión. -La historia debe ser conocida y utilizada en beneficio de la sociedad que produce su conocimiento. -El conocimiento histórico se construye para ser enseñado; el conocimiento del pasado permite la comprensión del presente, la formación de una conciencia, e incluso genera una optimista visión según la cual el conocimiento que conforma la conciencia histórica permite al individuo utilizarla para intervenir en la transformación de la sociedad. -Es conveniente precisar que el concepto de difusión, que en ocasiones se expresa también como divulgación, parece intentar distinguir las formas en que el conocimiento histórico se transmite en la escuela y aquellas en que la historia se proyecta en los ámbitos que no son estrictamente escolares, lo que parece concebirse como difusión o divulgación. -En el fondo de la cuestión, podemos afirmar que todas las formas de difusión del conocimiento histórico son formas de enseñar la historia. -Cada historiador elige, la parte de la totalidad que quiere analizar, así como la orientación teórica y los procedimientos metodológicos con los cuales ha de abordarla. La historia es un sistema selectivo de orientaciones no sólo cognitivas, sino también causales, hacia la realidad. En otras palabras, el historiador construye su conocimiento a partir de formas operativas que le permiten aprender y quizá explicar el acontecer histórico sobre el que trabaja. ¿Qué clase de conocimiento es la historia? -La historia es una ciencia; la ciencia satisface el deseo de saber y comprender. -La necesidad de las teorías en ciencia se reconoce cuando afirmamos que éstas permiten percibir los hechos, modelos conceptuales, por medio de los cuales puede explicarse y predecirse el conjunto de los hechos de una clase. -En el proceso del percibir, aprender, analizar una realidad se hace evidente la necesidad de proceder científicamente.


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Sobre la teoría: primera parte La historia y el sentido de la enseñanza de la historia -Todo historiador es un enseñante de la historia. Enseñar historia es una de las acciones circunstanciales del quehacer histórico, aunque no todos los historiadores sean conscientes de ello en plenitud. Hacia un concepto de historia -¿Qué es la historia? Las respuestas varían desde la clásica y críptica: es el conjunto de los hechos realizados por el hombre en el pasado, hasta la de Cicerón: la historia es testigo de las edades luz de la verdad, vida de la memoria, maestra de la vida y heraldo de la antigüedad, hasta las cotidianas, que menciona cualquier libro de texto. La palabra historia, en español, es una palabra de doble sentido. Tiene, por una parte, la acepción del objeto de estudio sobre el que se realiza la investigación: el devenir, los hechos, el mundo real pasado y, por otra parte, con el mismo término se designa la reflexión, el estudio, el conocimiento o la ciencia que abordan tales fenómenos. -Algunos historiadores y otros filósofos de la historia han resuelto el posible problema que se generaría con tal ambivalencia llamando historia, con minúscula, a la realidad histórica, e historiografía, con mayúscula y solemnidad, al estudio que resulta de la reflexión sobre los fenómenos del pasado. -Marx afirmaba en la ideología alemana: nosotros conocemos una cola ciencia: la ciencia de la historia. Tal afirmación, aunque prematura, estaba lejos de ser una mera especulación, al paso del tiempo, en el que toda ciencia se construye ha quedado demostrado que la teoría marxista establece la posibilidad del conocimiento científico de la historia, en tanto que coloca las piedras angulares de la ciencia de la historia, a partir de la cual se pueden producir explicaciones del proceso histórico. -El punto de partida de la teoría marxista es el materialismo histórico; Marx parte no solo de abstracciones y conceptos, sino del hombre concreto considerado en su actividad productiva, es decir en sus relaciones económicas y sociales. -El materialismo histórico es un profundo humanismo en la medida en que atiende a la percepción de la vida humana, históricamente considerada, y busca la explicación de su desarrollo en el conjunto de sus diversas expresiones o manifestaciones, analizadas a partir de una jerarquía de determinaciones, dentro de la cual la producción y la reproducción son lo que determina todos los demás aspectos de su desarrollo social y cultural. En otros términos, para Marx la historia es un proceso, un proceso inteligible cuya determinación esencial es la transformación de la naturaleza por el trabajo del hombre y a través de esto, la transformación de los hombres mismos.


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El problema de la conciencia -Elemento central de la teoría marxista de la historia, de particular importancia en el tema de la enseñanza, es el de la conciencia, de hecho, uno de los aspectos más importantes para el presente trabajo es el de la formación y fomento de la conciencia histórica a través de la enseñanza de la historia. La convicción de que uno de los propósitos básicos en esta actividad es precisamente el de contribuir a formar, en los individuos que se educan, la conciencia social y la conciencia histórica. -La conciencia social es otro de los temas que, apuntados genialmente por Marx y Engels, están muy lejos de haber sido desarrollados en su totalidad y enorme complejidad. El concepto de conciencia histórica -La historia que se enseña implica la formación de una conciencia histórica, que produce en quien la percibe un conjunto de nociones sobre sí mismo y el mundo en que se desenvuelve, y condiciona, en buena medida, su actuación social. -La conciencia histórica se constituye con los siguientes elementos:  La noción de que todo presente tiene su origen en el pasado  La certeza de que las sociedades no son estáticas  La noción de que, en esa transformación, los procesos pasados constituyen las condiciones del presente.  La convicción de que yo, como parte de la sociedad, formo parte del proceso de transformación y por tanto, el pasado me constituye, forma parte de mí, hace que mi ser social sea como es.  La percepción de que el presente es el pasado del futuro, que yo me encuentro inmersa en todo ello y, por lo tanto soy parcialmente responsable de la construcción de ese futuro.  La certeza de que yo formo parte del movimiento histórico La conciencia histórica implica la posibilidad de identificar las relaciones temporales entre el pasado, el presente y el futuro, no sólo en sentido cronológico progresivo, sino intercambiarte e interinfluenciable. El concepto del hombre -No es novedosa la observación de que el hombre, el ser humano, no está hecho en definitiva: se está haciendo. -Puede decirse que el hombre es el único ser del universo que se sabe así mismo, se hace a sí mismo y se justifica; el ser humano es el único ser que se conoce así mismo, que se piensa así mismo, que reflexiona sobre sí mismo.


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-La existencia humana es histórica, porque tiene como característica el ser temporal en que la existencia humana es, realiza hechos que, por ser humanos, son históricos. El concepto de identidad -Según el principio ontológico de identidad, afirma José Ferrarte Mora, toda cosa es igual a ella misma. Y añade en seguida que dentro de la tradición filosófica es común concebir que siempre que se hable de lo real se habla de lo idéntico. -El concepto de identidad que se pretende aplicar en la enseñanza de la historia esta fundamento en la conceptuación de la vida humana que se explicó anteriormente, en el sentido de que la existencia es un permanente hacerse. Y tal hacerse de la vida humana se desarrolla en el mundo, en el espacio y en el tiempo, es decir, la única forma de realización de la vida del hombre es en la historia. -Identidad es la identificación de sus características propias, únicas y de las que comparte con otros: genéricas, comunitarias, humanas. La enseñanza de la historia ¿Para qué? -La historia reconocida permita al hombre reconocerse con plena humanidad en los otros, y le permite, por otra parte, ejercer su historicidad, es decir, actuar con plena conciencia. -La conciencia histórica consiste en la realización de la temporalidad del ser humano en la conjunción del pasado y el futuro en una simbiosis que permite integrar el presente, como realización y como acción, orientadas siempre hacia la construcción. -El sentido del por qué y para qué de la historia es, en esencia, dotar al hombre de una identidad. A través de ella, el hombre toma conciencia de sí mismo, no sólo por el conocimiento de su pasado, sino también por su propia práctica cotidiana en tanto que el hombre se hacía consciente de su propia naturaleza, va adquiriendo cierta responsabilidad sobre sus propios actos y, por lo tanto, cierta libertad. Resulta entonces que, en la medida de su evolución, la historia se convierte en un proceso liberador. Sobre la teoría: segunda parte Algunas categorías históricas y varios problemas para su enseñanza -La historia no se divide en, sino que es dividida por el historiador en periodos históricos, aspectos estructurales, sectores, hechos, todo ello a partir de un criterio metodológico que deriva de una posición teórica, para fines específicos de estudio. -Es un hecho evidente que en los procesos educativos intervienen elementos que condicionan las formas de percepción del conocimiento histórico. Por ello,


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compete a los historiadores interesados desarrollar investigaciones sobre estos procesos de captación para vincularlos con las formas de la enseñanza, transmisión o proyección del conocimiento histórico en cualquiera de sus formas. Es esta una labor que implica a los profesionales de la historia, y no de la educación, puesto que a los historiadores deben interesar las formas y los procesos en que los contenidos de su disciplina se vierten en el conocimiento global de la sociedad con la cual se encuentran comprometidos. Seis categorías para el análisis histórico en la enseñanza de la historia La temporalidad. -El tiempo se define como el término que permite apreciarlo en el concepto de materia en movimiento; una percepción psicológica del tiempo sólo puede desarrollarse cuando cada individuo ha socializado sus conceptos de temporalidad, pero los interioriza en sensaciones como la eternidad que tarda la máquina perforadora del dentista. La periodización -Es un recurso metodológico que utiliza el historiador para establecer cortes simbólicos en esa temporalidad continua, a partir de algún criterio teórico amplio o restringido, ortodoxo o eclético, consciente y riguroso o inconsciente y simbiótico. -Es indispensable que el historiador enseñante posea el conocimiento preciso de los procesos y los fenómenos históricos específicos, además del conocimiento de los criterios metodológicos de periodización, para que asuma, de manera consciente y concreta, una noción clara de la forma en que habrá de presentarlos a la comprensión de los educandos a quienes los muestra. Permanencia y continuidad. -Estos términos se refieren a la consideración que debe privar al analizar cada proceso histórico específico, por ejemplo, ¿Cuáles son los elementos, aspectos, características de las sociedades que se mantienen constantes, a pesar del transcurrir del tiempo, en cada uno de ellos? Y ¿Cuáles de esas condiciones se transforman y dan lugar a la conformación de modificaciones de cambios que permiten apreciar el avance y desarrollo de los procesos históricos? -La duración. Para la explicación de la historia, en su carácter de enseñanza difusión, los procesos de diferente duración se percibirían en función del desarrollo de su dinámica interna y de la autonomía relativa que mantienen unos respecto de otros. -Espacialidad. El espacio es el ámbito socialmente construido por el hombre, en el que la naturaleza y la sociedad no son dos opuestos excluyentes entre sí, sino que es preciso ver en ellas un antagonismo indisoluble que las diferencia, pero que, al mismo tiempo, las integra en una unidad.


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-El espacio histórico, es el ámbito espacial socialmente construido por el hombre a través del tiempo. Los sujetos de la historia -En todo fenómeno histórico, el conjunto de los individuos e cada sociedad son objeto del transcurrir histórico, forman parte de él y, por tanto, están siendo afectados por ese acontecer, al mismo tiempo que participan en su desarrollo.


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