Roxana Álvarez Arredondo
LA FUNCIÓN DE LAS ARTES EN LA ESPECIE HUMANA Y EDUCAR LA VISIÓN ARTÍSTICA Elliot W. Eisner • El arte nos recuerda que el acto de observar intensamente, de abrir la sensibilidad al entorno, produce una recompensa cualitativa en la vida. Porque el arte sirve como experiencia como recordatorio de que no se debe considerar que la vida sea una serie de medios para alcanzar un fin deseado. • Las artes o las actividades artísticas tienen gran influencia en el desarrollo intelectual del niño. Porque es a través del mundo sensorial que el niño aprenda a abstraer conceptos sensoriales del mundo que lo rodea. El niño abstrae una multitud de conceptos antes de conocer sus nombres. El proceso de abstracción es un ejemplo del uso constructivo de la facultad de aprender. Esas construcciones se llaman conceptos y cuando se unen con otras permiten al niño comprender el ambiente en que vive, o predecir sus patrones de probabilidad al regular su interacción con él. Este proceso está en la raíz del arte y forma la base del conocimiento humano. • Cada una de las artes puede considerarse como una lengua; es decir, un vehículo para expresar el pensamiento. Porque cada una de las artes tiene posee una estructura al igual que la aritmética y la lengua escrita y hablada, son formas de expresión con una sintaxis, una gramática y una arquitectura organizada. • La gente aprende a ver estéticamente cuando se le da la oportunidad de aprender a mirarse artísticamente. También aprende a escuchar musicalmente cuando se le da la oportunidad de aprender a escuchar los ritmos y las melodías que llamamos música. Aprende a experimentar con el arte del movimiento cuando tiene la oportunidad de aprender cómo se baila, en pocas palabras nadie aprende lo que no práctica, nadie aprende en lo que no tiene interés, y nadie aprende de lo que no puede ver con otra mirada. • Las artes aportan fundamentos a nuestras experiencias, desarrollan nuestra perceptividad y, por lo tanto, nos permiten apreciar lo que previamente resultaba insignificante. Porque las artes desarrollan nuestra sensibilidad necesaria para el interés humano.