Compromisos y conexiones para el futuro de la soja responsable en la Conferencia Anual de RTRS en Lille
¿No pudo participar de la RT13 en Lille? ¿Le interesa un repaso de lo que ocurrió en la conferencia? Le acercamos un resumen de los puntos destacados de dos días de diálogo y avances en materia de soja responsable.
La agenda global sobre soja responsable dio un importante paso adelante en mayo de 2018 durante la reunión que convocó en Lille, Francia, a 180 destacados participantes, representantes de todos los sectores de la cadena de valor de la soja, y en donde estos actores renovaron, ampliaron y actualizaron su compromiso de lograr un cambio significativo en el sistema de producción de unas de las commodities agrícolas más importantes del mundo.
Junto a grandes minoristas, organizaciones no gubernamentales (ONG) de todo el mundo y marcas de notoriedad mundial, la audiencia de la conferencia anual de la Round Table on Responsible Soy Association (RTRS) de este año se vio fortalecida con la presencia de grandes productores de soja, incluidas ocho cooperativas que representan en conjunto el 11% de la producción sojera de Brasil, el mayor productor de soja del mundo. También estuvieron presentes en la Conferencia Anual de RTRS (RT13) los Gobiernos de Francia, Brasil y Paraguay así como representantes de Argentina, Brasil, China, India, Mozambique, EEUU, y Europa. La Presidenta de RTRS, Marina Born, inauguró la conferencia con la noticia de que este año se registró un 30% de aumento en el volumen de producción de soja certificada RTRS. Asimismo definió tres objetivos básicos con miras hacia el año 2018 y el futuro: “Por un lado, hacer que nuestra Mesa Redonda sea la organización de actores múltiples por excelencia, donde se debaten, se deciden y se promueven las mejoras en la cadena de la soja en materia de sustentabilidad; por otro lado, lograr que el sistema de certificación RTRS se consolide como herramienta motivadora para los productores, como una solución para que actores de la industria, el comercio y las finanzas demuestren sus compromisos,
“Logramos mucho, pero aún nos queda camino por recorrer.” Marina Born – RTRS President como una herramienta inspiradora para las ONG en la búsqueda de la mejora continua y como un esquema de referencia para otras organizaciones; a la vez, ser una organización verdaderamente sustentable en sus sistemas de planificación, gestión y comunicación global”. “Puesto que no hay compromiso sin implementación, debemos aumentar la demanda y la producción de soja responsable”, les dijo a los delegados. “Con una población mundial que crece y con más bocas para alimentar, tanto de animales como de personas, logramos mucho, pero aún nos queda camino por recorrer.”
Avances sociales y ambientales
La apertura de la conferencia estuvo a cargo del renombrado líder de opinión Jonathon Porritt MBE, quien haciendo uso de su riquísima experiencia en cargos de liderazgo en el área de sustentabilidad, y específicamente en aceite de palma, planteó la necesidad de actuar para que la soja sea parte del cambio global hacia la a la vez “agricultura regenerativa”, en la que el proceso de alimentar al mundo le devuelve a la sociedad y al medio ambiente “Siento un profundo respeto por su organización”, dijo. “Representan un estándar de mucha fuerza, a una gran cantidad de productores, a minoristas que los respaldan y representan también una ambición cada vez mayor de ser agentes de un cambio transformador”. Jonathon Porritt MBE
más de lo que le quita. Porritt dedicó una parte central de su presentación al hecho de que RTRS está demostrando liderazgo realizando acciones en cuestiones sociales prioritarias, además de la deforestación: “Jamás escuché a una ONG de occidente hablar lo suficiente de los beneficios sociales y económicos que tiene para los países el cultivo de soja. ¿Quién mejor que Uds. para adoptar una perspectiva más amplia? dijo. Además de llamar a los “bloqueadores” a avanzar, explicó que es la industria sojera misma la que tiene un rol “crucial” en hacer que el cambio ocurra. Los grandes promotores e incentivadores, los políticos y los minoristas con responsabilidad social tienen un papel que cumplir, pero la misma industria sojera es la que hace que el cambio ocurra. Y finalmente Porritt exhortó a RTRS a “aprovechar el valor de ser un espacio de debate con un fin determinado”.
Un llamado al cambio
La plenaria de apertura de RT13 se centró en discutir la manera de promover el aumento de la demanda mundial de soja responsable. Un representante de Fazendas Bartira-Brasil, Luiz Iaquinta, señaló que en Brasil hay 206 establecimientos certificados de los cuales 190 se encuentran en la conocida región del Cerrado y que la certificación RTRS hizo mucho más que detener la deforestación. “También hay muchos otros beneficios”, dijo. “Mejores prácticas sociales y ambientales, mejores controles de producción, mejor desempeño y un incremento en los ingresos de las comunidades locales asociado a mejoras salariales de los empleados”, señaló Iaquinta. También se refirió a la mayor productividad en los establecimientos certificados, que aumentó de un promedio en Brasil de dos toneladas y media de soja por hectárea a cuatro.
Otro punto que despertó especial interés en la sesión sobre demanda fue el tema crucial de las definiciones. Cuando vemos el Cerrado y vemos la conversión de pastizales (dijo David Cleary de The Nature Conservancy), “¿Qué significa en realidad el compromiso con respecto a la deforestación?”. En esta sesión y en la sesión paralela sobre demanda que tuvo lugar más tarde, el foco cayó inevitablemente en el consumidor y su toma de conciencia. Tanto Bel Group como Lidl explicaron el valor que le dan al hecho de poder dar testimonio de la soja sustentable y la diferencia que experimentaban al trabajar junto con los productores para lograr un cambio que los conecta emocionalmente con sus clientes.
Foco en el Cerrado
Con una superficie que triplica la de Francia, la región del Cerrado ocupa un cuarto de la masa terrestre de Brasil, y según señala un nativo del Cerrado, Tiago Reis, es “uno de los focos críticos (hotspots) de biodiversidad del mundo, un bioma único”. La segunda sesión plenaria de RT13 se refrió con cierto detalle a las iniciativas y coaliciones que están surgiendo para tratar de detener la deforestación en una de las mayores áreas naturales del mundo.
“Algo que rescato de esto es la urgencia”, dijo Edegar de Oliveira Rosa de WWF. “Estamos perdiendo alrededor de un millón de hectáreas por año en el Cerrado a causa de la conversión”, dijo. “Quizás esta sea la mayor frontera agrícola del mundo y es posible expandir la agricultura en pasturas degradadas sin deforestación o conversión del ecosistema natural; los productores mismos pueden ser el mecanismo principal para efectivizar el cambio”. Un mensaje clave fue que la destrucción del Cerrado era, ante todo, una estrategia con poca visión de futuro. La deforestación implica, entre otras cosas, menos evapotranspiración, menos precipitaciones, menor cantidad de nubes, menos reposición de acuíferos y, en consecuencia, menos agua dulce para la agricultura. Proteger al Cerrado es, de hecho, proteger la agricultura. El último orador fue Daniel Salter de Tesco, quien habló en su carácter de signatario de la “Declaración de Apoyo al Manifiesto del Cerrado (Statement of Support (SoS) for the Cerrado Manifesto)”. El SoS es una respuesta al “llamado de acción inmediata” de más de más 60 organizaciones de la sociedad civil de Brasil a compradores de soja y productos ganaderos del Cerrado. A la fecha, 66 empresas de todo el mundo,
incluidos comercios minoristas, fabricantes, productores ganaderos y elaboradoras de alimento animal que compran (o usan) soja y productos ganaderos del Cerrado firmaron esta Declaración en reconocimiento de la necesidad de un camino más sustentable hacia el desarrollo agrícola del Cerrado. Los signatarios del SoS están desarrollando un Plan de Implementación. El objetivo de este Plan es colaborar con las acciones de los actores locales de Brasil, alinearse a las mismas y darles respaldo. Los signatarios del SoS consideran que RTRS además de brindar un estándar de referencia para la industria, tiene el rol de actuar como plataforma global de soja sustentable que convoca a todos los sectores al desarrollo de abordajes innovadores para la producción de soja sustentable, como lo son los proyectos jurisdiccionales. Un tema de crítica importancia que se debatió en la sesión plenaria sobre el Cerrado fue la disyuntiva entre deforestación legal versus ilegal, y el hecho de que en el Cerrado, como mencionó WWF, según datos de la Universidad de Wisconsin, el 85% de la deforestación entre 2003 y 2014 respetaba los límites permitidos en el código forestal, razón por la cual es tan importante el compromiso voluntario.
RT13 se dividió en grupos que deliberaron sobre cómo una mayor colaboración puede hacer de la soja responsable un commodity del mercado masivo y qué es lo que se necesita para lograr mayores niveles de demanda.
Colaboración y el mercado masivo
Articulación de la oferta y la demanda
En la sesión sobre colaboración, Arla Foods comenzó hablando del papel vital de los minoristas en el diálogo y explicó que en Suecia, a escala nacional, ellos contribuyeron en la transición hasta lograr un mercado de soja responsable al 100%.
La sesión paralela sobre la conexión de la oferta con una mayor demanda incluyó la participación de ONG, traders, productores y minoristas que debatieron sobre distintas maneras de establecer una mayor conexión entre consumidores, industria y productores.
Se presentaron distintos modelos de colaboración como Swedish Soy Dialogue, Collaboration for Forests and Agriculture y Sustainable Soy Initiative del Reino Unido. Jean-Francois Timmers, Líder de soja en WWF, explicó cómo el apoyo del gobierno puede impulsar la colaboración en soja y habló sobre las oportunidades de expansión de la soja sin conversión en áreas de pasturas ya degradadas y deforestadas; también señaló que socios que participan en RTRS deben dirigir su atención a la especulación con la tierra, que crea una “burbuja” especulativa que impulsa la deforestación y la conversión”.
Los disertantes destacaron el trabajo realizado en Brasil, India y África para generar una mayor demanda de soja responsable. Pramel Grupta de Vrutti, por ejemplo, habló de 40.000 toneladas de soja recientemente certificada en la red de India y de la respuesta positiva de los productores a la posibilidad de acceder a la certificación RTRS. También se dieron a conocer los resultados del primer año de un proyecto en Mozambique, África, promovido por la Red Solidaridad y destinado a asistir a 2000 productores de soja para mejorar la
producción a través de prácticas agrícolas sustentables, lo que permitió a 223 productores obtener la certificación RTRS y aumentar la producción promedio de soja de 1.2 a 1.5 toneladas/ha, entre otros logros positivos. En las presentaciones de Bayer y ACT Commodities se insistió en la importancia de contar historias y de tener personas motivadoras, lo cual sugiere que hay que trabajar más para comunicar el impacto de la certificación RTRS, especialmente a los compradores y a sus clientes. Christophe Callu Mérite cerró la sesión conduciendo un animado debate sobre lo poco que representa la soja certificada en el aumento del costo – apenas unos centavos – si se comparte en toda la cadena de abastecimiento en lugar de imputarlo únicamente a la base de costos de las empresas fabricantes de alimento animal.
Generando el cambio social
El cierre del primer día, RT13 fue marcado por una sesión sobre cómo manejar los riesgos relacionados con cuestiones sociales en la cadena de valor de la soja, y sobre cómo la certificación RTRS puede ayudar a garantizar un desarrollo económico más inclusivo.
Juliana de Lavor Lopes, miembro del Comité Ejecutivo de RTRS, y representante de Amaggi, comenzó contando que su camino hacia la soja sustentable se inició hace 12 años de la mano de la responsabilidad social. “Desde los comienzos de RTRS uno de los mayores desafíos fue el debate sobre las cuestiones sociales”, dijo. “La sustentabilidad no es solo cuestiones ambientales, sino también resultados sociales y económicos”.
También hubo un mayor involucramiento con la policía militar, la agencia de defensa agraria, los bomberos y la policía caminera, con respecto al uso de pesticidas agrícolas, residuos y envases de agroquímicos. Todos estos organismos adhirieron a grandes proyectos que alientan a los niños a preservar y reconocer las especies nativas del Cerrado, a recoger semillas, a sembrar plantines en centros urbanos de agronegocios”, señala.
Disertantes de Amigos da Terra, Imaflora y Fapcen reiteraron que si la soja no sustentable desplaza la inversión en otros cultivos y actividades agrícolas, especialmente en asociación con especulaciones con los valores de la tierra, podrían empeorarse la disparidad de ingresos y la pobreza; también señalaron que un problema básico es el alto nivel de pobreza y analfabetismo arraigado en muchas zonas sojeras. La soja certificada puede contribuir a mejorar las condiciones laborales, salud y seguridad, pero el impacto que puede llegar a tener la soja se ve limitado en las zonas donde no hay apoyo de las políticas de gobierno.
Didier Bergeret del Consumer Goods Forum habló de su experiencia con marcas como Tesco, Nestlé y Ahold Delhaize con las que inicialmente emitieron una Resolución a nivel de la industria sobre deforestación cero. Ese mismo abordaje se está aplicando ahora a derechos humanos y condiciones sociales. “Llevamos a cabo un amplia encuesta en la industria y entre diversos actores para identificar cuáles eran nuestros impactos principales en derechos humanos según los Principios Rectores sobre empresas y derechos humanos de la ONU. Se identificó que nuestro problema y desafío colectivo es el trabajo forzado”, dijo. “Entonces la Junta de Directores del CGF adoptó la primera resolución a nivel de la industria sobre trabajo forzado y estableció un conjunto de tres Principios Prioritarios para respaldar su implementación haciendo foco en las formas más comunes de trabajo forzado identificadas: 1) Todo trabajador debe tener libertad de movimiento; 2) Ningún trabajador debe pagar por un trabajo; 3) Ningún trabajador debe ser obligado a endeudarse o ser coaccionado para trabajar.”.
“Las diferencias sociales en los estados del nordeste de Brasil, Maranhão y Piaui, productores de soja, son inmensas”, dijo la CEO de Fapcen, Gisela Introvini. “Estimulada por FAPCEN, la adhesión a la certificación RTRS aportó beneficios a las comunidades cercanas a los campos, a través de proyectos con escuelas, donaciones de maquinaria y equipos, insumos agrícolas y principalmente capacitando a personas para trabajar en los establecimientos rurales”. “Con estas iniciativas, estas regiones se vieron beneficiadas con un aumento del empleo y de los ingresos.
¿Social o ambiental? Elijamos ambos
Marcelo Visconti, Director Ejecutivo RTRS, tomó la palabra y presentó un informe de los avances alcanzados en 2018.
“El mercado descubrió que la certificación RTRS significa cero deforestación y cero conversión de vegetación nativa y de alto valor de conservación en el Cerrado brasilero por ejemplo y que, al ser holística, reconoce al mismo tiempo que la responsabilidad social y ambiental van de la mano”. “RTRS considera que debemos trabajar juntos de manera colectiva y holística. Si ustedes están pensando en las generaciones futuras, tengo una pregunta importante que hacerles”, dijo. “¿Es posible para nosotros elegir entre proteger los bosques o los derechos de la comunidad? “¿Es posible para nosotros elegir entre proteger los bosques o luchar contra el trabajo forzado? ¿Entre proteger los bosques y defender el derecho a un salario mínimo? En RTRS entendemos que no podemos”.
“El cambio está ocurriendo, y muy rápido”, le dijo a los delegados. Señaló que este último año se registró un aumento del 30% en la certificación RTRS, y por primera vez RTRS certificó producción de soja en África. El aumento en la producción es bienvenido, pero con solo un 8% de aumento en la demanda de soja certificada en el año, el desafío urgente ahora es impulsar la demanda. “Logramos mucho, pero ahora deberíamos movernos mucho más rápido,” dijo Visconti. “La velocidad dependerá de nosotros. Nuestros compromisos deben transformarse en medidas concretas y absolutas para generar el cambio. Hoy queremos hacer un firme llamado a lograr un aumento significativo de la demanda”.
“La velocidad dependerá de nosotros. Nuestros compromisos deben transformarse en medidas concretas y absolutas para generar el cambio. Hoy queremos hacer un firme llamado a lograr un aumento significativo de la demanda”. Marcelo Visconti
Ciudadanos del planeta
La nota verdaderamente global la dio el orador principal del segundo día, el Embajador de Medio Ambiente de Francia, Xavier Sticker. Sticker les dio la bienvenida a Lille a los delegados allí presentes y habló desde la perspectiva de un ‘país consumidor’ que está orgulloso de tomar la delantera en importantes temas de repercusión internacional como el cambio climático o la biodiversidad y que asume con seriedad los compromisos contraídos en el Acuerdo de París.
“Francia se está preparando para una estrategia nacional concreta en contra de la deforestación importada”, dijo. “También esperamos iniciativas a nivel de la Unión Europea, como lo pidió el grupo de Estados Europeos signatarios de la Declaración de Amsterdam en contra de la deforestación importada, que actualmente preside Francia”. Señaló que además de las acciones del sector privado destinadas a eliminar la deforestación de sus cadenas de abastecimiento, también les corresponde un rol a los gobiernos de países consumidores y productores. También considera que los mismos ciudadanos tienen un rol que cumplir. “Los consumidores son cada vez más conscientes del impacto que tienen los productos que compran, y entonces cambian sus hábitos de compra: se preocupan por la protección del medio ambiente y se comportan como ciudadanos del planeta”, afirmó. “Necesitamos ayudar a los consumidores a tomar decisiones informadas y darles los incentivos correctos”.
Señaló que el plan en Europa es establecer una estrategia general de proteína sustentable, con la idea de hacer la transición hacia fuentes proteicas que no tengan un impacto tan perjudicial sobre el medio ambiente. En países productores, dijo, es necesario anticiparse y planificar teniendo en cuenta las expectativas y requerimientos cada vez mayores de los consumidores en materia de sustentabilidad. La trazabilidad, la transparencia, los esquemas de certificación robustos requieren del fuerte compromiso de toda la cadena de producción y toda la cadena comercial. Sin embargo, las políticas públicas sólidas correctamente implementadas – como la buena gestión forestal, la planificación espacial, la promoción de la agroecología y el respeto de los derechos a la tierra – son igualmente cruciales para lograr el cambio”. “Son muchas las aguas que tienen que correr para que nuestro río de sustentabilidad se ensanche y llegue a su estuario, y todos tenemos que remar hacia la desembocadura, incluidos los gobiernos de países consumidores y productores”, concluyó.
¿Qué pueden hacer los gobiernos?
La penúltima sesión de RT13 se enfocó en el rol del gobierno y en el desafío legislativo pendiente para que los legisladores del Norte y Sur del planeta alineen sus prácticas y políticas con compromisos más amplios que incluyan detener la deforestación.
El investigador de IPAM, Marcelo Stabile, afirmó que con la legislación vigente, la deforestación legal es también un tema crítico. La superficie que podría desforestarse legalmente en propiedades privadas del Amazonas podría representar una pérdida de selva tropical de una superficie mayor que la del Reino Unido. IPAM está trabajando en CONSERV, un proyecto destinado a compensar a productores por la preservación de esas áreas. Sumado a los planes de expansión de la producción en muchos países clave de Sudamérica, la pregunta a responder es cómo mejorar la conservación y la mayor producción sin conversión de áreas naturales, asegurando así un clima adecuado para la producción en generaciones futuras. Gustavo Rodríguez del Gobierno de Paraguay dijo que como cuarto exportador de soja del mundo, Paraguay tiene una ley desde 2004 que prohíbe la transformación de bosques nativos (deforestación) a actividades agrícolas o ganaderas, con el fin de preservar los bosques del Este del país, en donde antes de la ley la deforestación era legal. Esto se logra valorando los servicios de ecosistemas que brindan bosques remanentes, especialmente el microclima, la protección de la biodiversidad, protección de cursos de agua, y la posibilidad de pagos por servicios ambientales a propietarios de bosques nativos, manteniendo la producción de soja. En el caso de otros oradores, hubo una clara distinción entre países productores y consumidores. Para los países productores hay un serio problema de igualdad de ingresos, presión para lograr crecimiento y una mayor necesidad de insistir en la implementación de restricciones legales a la deforestación, y en mejorar las condiciones sociales.
Como pudieron escuchar los delegados, por minuto se pierde una superficie forestal equivalente a 1.8 canchas de fútbol a manos de la producción ganadera y/o sojera, y esto no deja dudas respecto de que los gobiernos tienen que actuar con cierta urgencia. Pero se están implementando iniciativas de inteligencia para respaldar esta acción, según informó Raimundo Deusdará hijo, del Ministerio de Medio Ambiente de Brasil. “Tenemos implementado un importante sistema de monitoreo con información online y disponible al público, que cubre 500 millones de hectáreas, además de leyes contundentes. Se ha trabajado mucho en la provisión de datos y en la aplicación de la ley, esa es la misión que se ha propuesto el gobierno de Brasil”, explicó Deusdará. Mairon Bastos Lima de Trase propuso una idea para acelerar la certificación y la producción. “Podremos alguna vez certificar todo un estado como productor de soja responsable?”, preguntó. “Sería algo extraordinario.”. El punto al que quería llegar Bastos es que los abordajes territoriales – legislación, certificación, medidas en la cadena de abastecimiento – podrían ser una nueva manera de encarar el rol del gobierno en materia de soja responsable, lo cual también contribuiría a facilitar la trazabilidad y la transparencia en el suministro de soja.
“Podremos alguna vez certificar todo un estado como productor de soja responsable?” Mairon Bastos
Conclusiones Herramientas disponibles Antes de finalizar RT13 con un debate de cierre, se mostraron diversas herramientas de software para la recolección y monitoreo de datos, desde transmisión de datos satelitales a gamificación, que se utilizan actualmente para mejorar la gestión y la trazabilidad de las cadenas de abastecimiento.
En la sesión final de RT13 los moderadores de la conferencia hicieron una devolución y un resumen de los conceptos principales recogidos a lo largo de los dos días sobre cómo deberían ser en el futuro los abordajes holísticos en las cadenas de abastecimiento de soja responsable. La demanda y el aumento de la demanda fueron la constante en todo el panel; cómo lograr un aumento importante de la demanda de soja sustentable en todos los mercados y territorios y cómo este aumento de la demanda podría ser la clave para ayudar e incentivar a los productores a ir más allá de lo que les permite la ley. Los participantes también comentaron sobre la idea de respaldar a los productores y asegurarles que la soja responsable es un objetivo que vale la pena.
Un panelista destacó que el hecho de que todos los actores de la cadena de valor de la soja estuvieran presentes en RT13 es importante porque cada integrante de la cadena tiene un papel claro que cumplir en esa transición hacia una mayor demanda de soja responsable. La legislación territorial, el rol de la sociedad civil, los objetivos de fabricantes y minoristas y las presiones de la cadena de abastecimiento, no son aspectos excluyentes para alcanzar la soja responsable, ya que todos son necesarios si se pretende cumplir con los plazos de los compromisos globales para 2020.
“Esta ha sido nuestra Conferencia Anual de RTRS más holística hasta la fecha, ya que cubrió por igual temas ambientales, legales, económicos y sociales que necesitamos considerar para poder cumplir con nuestros compromisos internacionales, en particular en materia de deforestación. “Hubo un buen debate, se crearon nuevas alianzas y se compartieron herramientas para facilitar la transparencia que nos ayudarán a impulsar el cambio.” Marina Born – Presidente de RTRS
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