PERSIGUIENDO A RUBIROSA, Espía, asesino o solo un gigoló?

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Persiguiendo a Rubirosa La Verdad Sobre Porfirio Rubirosa. El Ultimo Playboy *** Basado en Sus Memorias y Los Archivos del FBI *** ¿Espía? ¿Asesino? ¿… O sólo un Gigoló? Marty & Isabella Wall Junto a Robert Bruce Woodcox

Newport Beach, CA

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Copyright © 2005 Marty Wall & Isabella Wall. Todos Los Derechos Reservados. Ninguna parte de esta publicación podrá ser reproducida, distribuida, o transmitida en ninguna forma o a través de ningún medio, incluyendo fotocopiado, grabado, o cualquier otro método electrónico y/o mecánico, ni por ningún sistema de almacenamiento y/o recibimiento de información; sin previa autorización escrita de la Editora, excepto por cortas citas que hayan sido incluidas en críticas y/o otros usos no comerciales permitidos bajo la Ley de Copyright. Para autorizaciones, escriba a la Editora a la dirección siguiente. Literary Press 3857 Birch St. Suite 702 Newport Beach, CA 92660

El autor y el publicista no asumen ninguna responsabilidad ante ninguna persona o entidad con respecto a ninguna pérdida o daño causado o bajo alegato de haber sido causado, directa o indirectamente, por la información contenida en el presente, o por errores, omisiones, datos inexactos, o cualquier otra inconsistencia entre estas páginas, o por referencias no intencionales en contra de cualquier persona u organización. Este trabajo está basado en una historia real. Sin embargo, debido en algunos casos a la dificultad de traducir ciertas citas entre el inglés y el español (como estos se hablaban entre las décadas de los 1930’s y los 1950’s); algunos pasajes han sido parafraseados o traducido lo más preciso posible, lo cual puede en ocasiones cambiar un poco la intención original. Además, ciertas licencias artísticas han sido tomadas con respecto a las citas de las memorias de Porfirio Rubirosa con el fin de darle una mayor continuidad de ideas y emociones. Los autores, en la mayor parte del contenido, se han apegado a los hechos tal y como lo permiten las investigaciones actuales. Permisos para reimprimir las letras de ‘Just a Gigoló’, de Irving Caesar, Julius Brammer y Leonello Casucci. © 1930 (renovado) Irving Caesar Music Corporation y Chappell & Co. Inc. Todos los derechos por Irving Caesar Music Corp. Administrado por WB Music Corp. Todos los derechos reservados. Utilizado bajo autorización. Créditos fotográficos: Ver página 270 ISBN No. 0-9764765-2-5 Library of Congress Catalogue No. 2005904444 1ra Edition Printed in the United States of América. 2da Edición Impresa en la República Dominicana.

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Agradecimientos

así, henos aquí. Iniciamos esta aventura en New York y nos ha llevado a lugares que nunca pensamos llegar. Hemos perseguido a Rubirosa a través del microfilm, los Archivos del FBI, reportajes de los medios y documentos históricos, y a través de las calles de Río, Santo Domingo, París, Palm Springs, Newport y Los Ángeles.

Y

Hemos buscado a Rubi en las caras de otros soñadores Dominicanos y de aquellos que buscan exclusivamente por placer. La persecución ha sido encantadora y caótica, llena de pasión y frustración. A lo largo de nuestro viaje hemos perdido algunos amigos y ganado otros nuevos. Hemos madurado, nos hemos hecho más diligentes y compasivos. Pero por sobre todo, hemos aprendido a realmente apreciar a nuestros verdaderos amigos. Ustedes saben quiénes son. Somos benditos por tener su amistad. Gracias.

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Dedicatoria

Dedicamos este libro, y todo el bien que salga de este proyecto, a nuestras madres y padres. A Shirley Wall y Digna Howard, gracias por su paciencia, amor y su habilidad de darle cariĂąo a las personas y las cosas que amamos. Y, gracias por habernos tenido. A Don Herberto MartĂ­nez y H.E. Wall Jr., gracias por su confianza, justicia e infinito deseo de completar el trabajo. Somos capaces de hacer todo lo que soĂąamos gracias a ustedes. Y un reconocimiento especial para Don Herberto, por habernos presentado a Porfirio Rubirosa.

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1 Porfirio Rubirosa, cerca del 1953. El primer Hombre Misterioso Internacional.

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Soy Sólo un gigoló y doquiera que voy, la gente quiere saber a qué estoy jugando. Pagado por todo baile, vendiendo cada romance; ooh, lo que dicen. El día llegará, cuando la juventud pase; ¿que dirán sobre mí? Cuando llegue el final, se que seré sólo un Gigoló; mientras la vida continua sin mí. Porque soy sólo un gigoló la vida continua sin mí. Yo no tengo a nadie. Nadie se preocupa por mí, nadie, nadie se preocupa por mí. Estoy tan triste y sólo, triste y sólo, triste y sólo. ¿No vendrá alguna dulce chica a tomar un chance conmigo, porque no soy tan malo.

“Just a Gigolo/ I Ain’t Got Nobody” – por Irving Caesar, Julius Brammer y Leonello Casucci

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La Verdad Sobre Porfirio Rubirosa iniciaría el día de Navidad –el mismo día Rubi llegó a Las Vegas para proponerle matrimonio. Cuando ella se negó, el estaba tan enojado que la golpeó. Ella se presentó a los ensayos al día siguiente con un parcho de ojo negro, anunciando a los reporteros y fotógrafos de que ella lo había rechazado y en su subsecuente ira, él la había golpeado en el ojo. Las imágenes resultantes estuvieron en todos los tabloides por semanas. Disfrutando la atención, incluso bajo estas circunstancias, ella decidió usar el parcho durante la semana después de que el moratón desaparición, sólo por publicidad. “El hecho de que el me pegó prueba que me ama,” dijo ella. “Una mujer que nunca ha sido golpeada por un hombre jamás ha sido amada.” La prensa lo devoró.

Habiendo sido rechazado, Rubi confesó que había conocido a una mujer. Escuchando la noticia, Zsa Zsa tuvo un recuerdo de Deauville, el elegante resort en el que ella y Rubi había retozado recientemente. Mientras el montó su caballo de polo ese día, ella recordó a una mujer con binoculares que observó a Rubi por casi una hora. Más tarde, la mujer vino a la mesa, descaradamente coqueteó con él, y anunció que un día se casaría con él. ¿Cómo podía Zsa Zsa olvidar esa escena? Era Bárbara Hutton, heredera de la fortuna de F. W. Woolworth, casi tan rica como Doris Duke. En aquel momento, Zsa Zsa recordó sólo haberse burlado, convencida de que Rubi siempre la querría a ella. Ella recordó esa mañana vívidamente, cuando a las 4:00 a. m., se oyó un estruendoso ruido de vidrio rompiéndose en la habitación contigua. De repente, las puertas Francesas se

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abrieron y George Sanders apareció con dos otros hombres quienes eran detectives. Olvidando que ella sólo vestía sus aretes de diamante, Zsa Zsa saltó de la cama. George, quien no la había visto durante meses, se quedó boquiabierto ante la figura desnuda de su ex esposa. Rubi, también desnudo, saltó al baño y se encerró allí. Las ropas de los dos amantes estaban revueltas y esparcidas 15 ¡Mira que aburridos están!’ Zsa Zsa Gabor se burla mientras le muestran una foto de la boda Rubirosa-Hutton. La belleza Húngara dijo que estaba ‘muy, muy feliz’ de que Rubirosa se casó porque ahora él le podría pagar los $5,600 dólares de la cuenta del hotel que él le debía.

por toda la habitación. La escena gritaba que había habido un desvestimiento apresurado y apasionado había sucedido.

El dulce, húmedo aroma del aroma estaba en el aire mientras Zsa Zsa, desafiantemente de pie, regañaba a George, moviendo s dedo hacia él con una mano, la otra descansando en su cadera. “¿Cómo te atreves a irrumpir así como un Neandertal? Dio ella. Completamente desnuda, aún mantenía su aire altanero. No obstante, George le ordenó al fotógrafo que trabajara. Se tomaron fotografías, anotaciones en libretas de papel y luego, mientras estaban a punto de partir, George caminó elegante y silenciosamente hacia la puerta del baño, golpeó

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La Verdad Sobre Porfirio Rubirosa la puerta suavemente, y dijo, “Señor Rubirosa. Usted no puede escapar de mí tan fácilmente. Lo veré en la corte.” Después de que se fueron, Rubi emergió y ambos, completamente indiferente, continuaron haciendo el amor por varias horas más. Rubi se iba al día siguiente. Cuando el sol estaba por salir, él salto abruptamente, se vistió y dijo: “Mi amor, debo dejarte. Necesito dinero y Bárbara Hutton me ofreció cinco millones de dólares si me caso con ella. Después de que me case con ella, volveré a ti en unas pocas semanas.” Habiendo perdido una pequeña fortuna buceando en búsqueda de tesoros perdidos y tratando de mantener su amorío con Zsa Zsa, quién sabía cómo acabar con el dinero rápidamente, Rubi estaba realmente en la quiebra por primera vez desde sus primeros años en París luego de que Flor le dejase y fuese temporalmente excomunado por el padre de ella. El mayor temor de Rubi siempre había sido la amenaza de pobreza. El podía sobrevivir cualquier cosa, menos el trabajo duro o la bancarrota. Fue igualmente en Deauville que reencontré a Bárbara Hutton. Yo la conocía desde hacía tiempo… Yo la conocía desde que estaba casada con mi amigo Igor Troubetskoi… Más tarde, llegamos a almorzar a menudo juntos, cuando me casé con Doris… Ese verano estaba por consiguiente en Deauville para participar en un torneo de polo. Bárbara se encontraba igualmente allí. Ella se hospedó en el Hotel Normandy. Ella tenía un hijo, Lance, de un matrimonio anterior a un aristócrata, el Conde Kurt Von Reventhlow, y a menudo yo le daba lecciones de polo a Lance. Bárbara también había estado casada con el actor Cary Grant. En total, ella había estado casada cuatro veces antes de conocernos.

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Empezamos a vernos, salimos juntos, pero no muy a menudo, porque Bárbara se fatigaba, debía reposar. Le hice algunas visitas al hotel para distraerla. Prometimos vernos pronto en New York. Cuando llegué, ella se encontraba en el hospital donde seguía su tratamiento. Acudí, y nuestra amistad tomó un nuevo curso. descubrimos una poderosa atracción el uno por el otro.

Nos

A medida que su salud se restablecía, descubrí una mujer nueva, de una belleza frágil, inteligente, cultivada, sensible, cerca de quien encontraba cada vez más placer. Al ser mutuo este placer, decidimos casarnos al final de su tratamiento, a principios del invierno de 1953. Escogimos para celebrar la ceremonia el Consulado Dominicano en New York, pero cuando llegué al Hotel Pierre en busca de Bárbara, centenares de fotógrafos y de periodistas se amontonaban desde el pie de la escalera hasta la calle. La Quinta Avenida quedaba bloqueada por la multitud, mucho antes de la hora de la ceremonia. La multitud se aglutinó en más de un kilómetro con una obstrucción fantástica, que debimos atravesar. Bárbara estaba atemorizada y yo la comprendía. Eso parece ser nada, pero les aseguro que se necesitaba una gran indiferencia y nervios de acero para atravesar esas hora delirantes de periodistas, erizados de reflectores de cámaras, de altoparlantes, que estaban dotados con todas las audacias. En esa amalgama humana, a un columnista le pareció oír que alguien gritaba: -Su próximo matrimonio será con Fort Knox. Mientras tanto, yo trataba de hacer entender a Zsa Zsa. My plan revolvía alrededor del matrimonio, empero, era aún un plan de negocios. Yo necesitaba dinero y no sólo un simple préstamo. Yo tenía todas las intensiones de regresar a Zsa Zsa, tal vez no de forma permanente, pero al menos por

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La Verdad Sobre Porfirio Rubirosa intervalos aceptables, a pesar de que, claro está, no le dije eso a ella. Entre los muchos reportes de romances en los que él se involucró durante su estadía en Hollywood, una notable mención fue el amorío de Rubi con Joan Crawford (“Latin Lover. The Playboy of the Western World”, Caribbean World Magazine.) “Rubi luego probó a Joan Crawford, con quién pasó un tumultuoso fin de semana en Palms Springs. La vigorosa pareja expulsó las aves de los árboles durante varios días y noches durante sus sesiones sexuales,” escribió Shaun Considine en su libro sobre Crawford y Bette Davis. “Crawford trató de convertir a Rubi en una estrella de cine y lo presentó a productores de Hollywood. No obstante, los permisos de trabajo y una carrera como ídolo de matiné nunca se materializaron. Su relación con Crawford también estuvo condenada.

16 Joan Crawford. No era el tipo de Rubi.

“En una ocasión, Rubi cometió el error de decirle a Crawford que ella era tacaña en comparación con sus ex esposas. Durante sus 10 días juntos, todo lo que Joan le había dado había sido una cigarrera de plata y un clip para el dinero de oro, sin nada de efectivo incluido,” escribió Considine.

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“(En otra ocasión, un regalo insignificante llegó acompañado de una tarjeta escrita al descuido y firmada: ‘Amor, etc… Joan Crawford.”) Rubi incluso tuvo que pagar la cuenta del hotel. Bárbara empezaba a apegarse a Rubi y a medida que su condición física mejoraba, ambos estaban convencidos de que estaban hechos el uno para el otro y que ese matrimonio estaba, ciertamente, en el horizonte. Para este momento, Rubi había empezado a apreciar la inteligencia e ingenio de Bárbara, los cuales despertaron una verdadera afección hacia él. La recuperación temporal de Bárbara también revitalizó su ardor. Una anotación en uno de sus cuadernos decía: “Su secreto de hacer el amor es que practica una técnica Egipcia llamada Imsak. Sin importar qué tan excitado esté, no se permite completar el acto… Lo que él disfruta de esto ese el control que obtiene sobre su propio cuerpo mientras excita a la mujer más allá de control, más allá del umbral.” Sin importar su deseo mutuo, y justo antes de su matrimonio con Hutton, Rubi no pudo resistir una última indiscreción. Tratando de escapar de varios reporteros, Rubi se refugió en un bar de Manhattan en donde conoció a una empleada del bar y prontamente desapareció con ella por el resto del día. De acuerdo con la revista Fortune, “Hutton poseía $25 millones de dólares y aparentemente estaba decidida a gastar gran parte de ello en Rubi, así que ella empezó a igualar los regalos de Duke.” Una plantación de cítricos de 400 acres en la República Dominicana fue el siguiente; 15 caballos de polo, un carro Lancia, gemelos de Rubíes, un pisa corbatas de diamantes siguió.

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La Verdad Sobre Porfirio Rubirosa Las motivaciones de Hutton no dejaban de tener cierto grado de vanidad. Después de todo, si Doris Duke podía tener a Rubi, ¿por qué no ella? Duke y Hutton eran amigas y para Hutton, esta captura era parte de la rivalidad. Todos estaban en contra del matrimonio. La preocupación general de costumbre era que la fortuna de Bárbara terminaría en los bolsillos de Rubi. Un torrente de artículos negativo sobre Rubirosa siguieron a comentarios de televisión y radio. Bárbara hasta recibió una llamada de su tía suplicándole que llamara a Doris Duke para conocer todo lo que pudiera acerca de este hombre, lo cual hizo sólo para recibir el reluciente reporte de que Rubi era un caballero absolutamente perfecto y encantador. De la biografía de Hutton, titulada Pobre Niña Rica: “Sin embargo, el sentimiento entre los amigos y enemigos por igual era de que su decisión de casarse con el playboy dominicano era, para ella, otra indulgencia que ella se estaba permitiendo, incluso ante la certeza de un desastre.” “Su ex esposo, Cary Grant, y su amigo, el Barón Gottfried von Cramm, le enviaron telegramas implorándole que reconsiderara. Su tío, E. F. Hutton, la llamó y en un tono fuerte, similar al de su padre, le dijo: “¿Te has vuelto loca, Bárbara? ¿Tú sabes lo que es este hombre? ¿Y sabes en lo que eso te convierte a ti?” Rubi pronto se dio cuenta de que Bárbara era más frágil de lo que él pensaba, una mujer con tendencia a la enfermedad, a menudo combatiendo varias infecciones pulmonares. De hecho, ella pasaba gran parte del tiempo en cama; pero Rubi aún la veía como alguien que era inteligente, culta, y sensible, a pesar de que él se cansó de sus malestares rápidamente. Los problemas con la boda siguieron a las exhortaciones negativas de los familiares y amigos de Bárbara. Sólo días

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después de la ceremonia, se descubrió que la boda sería ilegal e New York ya que ninguno de los dos obtuvo los requeridos exámenes de sangre. Rubi se hizo cargo de la situación a través del gobierno Dominicano, el cual, luego de su insistencia, proclamó que por decreto especial la Señora Hutton había recibido la ciudadanía Dominicana. La boda, por lo tanto, podía ser realizada en el Consulado Dominicano en la calle Park Avenue de New York. Luego de escuchar la noticia, la tía de Bárbara colapsó y tuvo que ser llevada al hospital. La Tía Marjorie, al pensar en que el matrimonio había sido aprobado bajo las leyes Dominicanas, una ley que también hacía a Bárbara una ciudadana instantánea de ese país, simplemente se desmayó por el disgusto. Al ser dada de alta, 17 Rubi y Bárbara. La novia cargaba un inmediatamente contactó whisky con soda. al abogado de Bárbara en un esfuerzo de redactar un acuerdo para proteger las finanzas de Bárbara. Ya que Bárbara controlaba todos los hilos de la cartera de esa fortuna, todos en la familia temían por esta unión. La boda finalmente se realizó el 30 de Diciembre del 1953 – no en el Consulado, sino en la residencia de Joaquín Slaza, el Cónsul Dominicano en New York. Para su boda con Hutton, Rubi vistió la misma chaqueta del traje que vistió para su boda con Duke. Bárbara vistió un

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La Verdad Sobre Porfirio Rubirosa vestido negro y cargaba whisky con soda con ella. El contrato de matrimonio fue leído en español, y Hutton tomó la mano de Rubi suavemente. Después de la boda, la novia y el novio volaron en un lujoso jet de 86 pasajeros sólo para ellos dos y volaron a Palm Beach para su luna de miel. Después de sólo dos días de matrimonio, Bárbara apareció frente a amistades en su suite con un tobillo roto y debido a la creciente reputación de Rubi, todos pensaron que era el resultado de una pelea con él. (Nunca pudo ser probado que fuere así) Nueva vez, el ‘éxito’ de Rubi en el altar impresionó al Jefe. Durante la luna de miel, Rubi recibió por parte de Trujillo, la restitución al Cuerpo Diplomático como Ministro Consejero en París, así como también la noticia e haber sido nombrado el hombre mejor vestido en América, un honor concedido por famosos diseñadores de todo el mundo. Resultó ser que el mismo Trujillo había sido el responsable de la repentina ciudadanía de Bárbara. Cada vez más, Hutton permanecía en su habitación, ahora no sólo por sus malestares, sino también por sus tobillo. Rubi no era el tipo de hombre que se queda en casa y pronto comenzó a desaparecer por día enteros.

Una nota del FBI fechada 19 de Agosto del 1954 y clasificada como “Secreto”, tal como muchos otros documentos, decía: “Nota en amarillo. Reportes adjuntos reflejan poca información indicando sentimientos Anti-Americanos, o en lo que a ello se refiere, fuerte sentimientos Pro-América, por parte de la Sra. Rubirosa (Bárbara Hutton) ó de cualquiera de

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los asociados con su esposo. Pero casi sin excepción los asociados de ella son descritos como miembros de un ‘set internacional’ caracterizado más específicamente como proxenetas, homosexuales, gigolós, ‘hombres mantenidos de mujeres adineradas’, o caza fortunas. Ni ella ni ellos parecían estar influenciados por algún sentido de lealtad a los Estados Unidos o cualquier otro país. La nacionalidad para ellos parece ser una asunto de conveniencia oportunista o, un limitante de responsabilidad fiscal.” “Distribución de todos los reportes de investigación está siendo realizada para el Departamento (FBI) en este momento en vista del interés específico del Departamento por Rubirosa. Copias están siendo movilizadas para el INS y el Departamento de Estado debido al estatus de inmigrante de Rubirosa y sus asociados descritos en reportes adjuntos. Se hace también notar que Rubirosas ha sostenido estatus diplomático periódicamente.” “El abogado de la Sra. Hutton declaró que ella es una ‘buena chica’ pero no es muy inteligente.” Fin del Documento del FBI. Extrañamente, la ausencia de Rubi no redujo el deseo de Bárbara de continuar bañándolo con regalos. Ella ya le había regalado una plantación en la República Dominicana, la cual era más grande que la de Trujillo, los caballos, y un carro deportivo; ahora una habitación completa de trajes hechos a la medida y 20 pares de zapatos italianos, junto a un cheque por $2.5 millones. No obstante, el día antes de su 45 cumpleaños, el mes después de su matrimonio, ella le preguntó a Rubí qué era lo que quería. Su última palabra apenas había salido de su boca cuando el respondió despreocupadamente: “Bueno, querida, creo que quiero un avión.”

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La Verdad Sobre Porfirio Rubirosa En sólo días, el gran avión –otro bombardero B-25 convertidofue ordenado por el costo de $200,000 dólares, junto a una cuenta bancaria conteniendo $50,000 dólares para cubrir los gastos del avión.

Los recuentos de la Prensa continuaron siendo agrios, cuando finalmente el tema de la pareja apareció en televisión. Bob Hope 18 Rubi and his B-25. Publicity was part of fue la primera his job. He was the DR's best PR. personalidad en utilizar el matrimonio de Rubirosa como tema para sus rutinas de comedia. El dijo, “Bueno, la primavera debe estar por llegar. Bárbara Hutton se está preparando para hacer sus limpieza general anual.” Un invitado, George Jessel, vistiendo un parcho en un ojo como Zsa Zsa, también hizo un comentario sobre Bárbara, dejando salir una serie de chistes de una sola frase”: “Bárbara se casa tan a menudo, que ella sólo compra arroz Minuto. Pero es inteligente, lo compra por caja.” Hasta ahora, la evocación más estridente vio del comediante Eddi Cantor. La última escena de los libretos de televisión de Cator presentaba al comediante en una peluca

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negra, personificando a Rubirosa en su noche de boda, tratando de forzar para entrar a la habitación de su esposa, la cual está protegida en la escena por dos guardias Pikerton. “El novio lamenta su mala fortuna y decide ‘acurrucarse’ con un buen libro, momento en el cual aparecen tres o cuatro libretas bancarias. Luego de burlas y chistes, él le dice a la audiencia, ‘Mi esposas puede estar dormida ahí dentro, pero la mejor parte de ella está aquí afuera.’ El sostiene las libretas bancarias y la escena e esfuma” (Fuente: Pobre Niña Rica).

Después de sólo dos semanas de matrimonio, Rubi estaba aburrido. La creciente monotonía, junto a su inhabilidad de olvidar a su amante Húngara, resultaron en otra huída del hogar. Rubi voló a Phoenix en su B-25 para ver a Zsa Zsa, y Hutton se mudó a la casa de Merriweather de su Tía Marjorie en Palm Beach. Entre los muchos nombres famosos con los que Rubi tuvo romances durante este tiempo estaba una animada cantante de jazz, Eartha Kitt. En su autobiografía Aún Estoy Aquí: Confesiones de una Gatita del Sexo, ella escribió: “Habían muchos músicos de jazz y artistas Americanos en París para esa época. Chez Inez me presentó ante él. El 19 Eartha Kitt caught Rubi's eye. 24


La Verdad Sobre Porfirio Rubirosa espectáculo continuó con más y más personalidades viniendo tras bastidores para conocer a Miss Duhnam, uno de ellos era Rubirosa. “Todas las chicas se reían y fisgoneaban por las paredes del teatro y las cortinas cuando escucharon que él estaba allí. ¿Apuesto? ¡Dios, qué apuesto! Los periódicos en París estaban llenos de noticias sobre Rubirosa y Bárbara Hutton en aquel momento…” “… Yo estaba parada a un lado del escenario una noche cuando el estaba siendo llevado al camerino de Miss Dunham. Había varios hombres con él. Yo me pegué de la pared para darle a él y a sus hombres más espacio para pasar. El me miró con una pequeña sonrisa, haciéndome retorcer de la vergüenza.” “Nunca tuve ni la más mínima idea de que él me invitaría a salir hasta que llegó una nota a mi camerino algunos días después, diciendo: ‘Te paso a buscar mañana en la noche después del show para cenar en Maxim, firma Rubirosa…” “… No puedo salir con un hombre así, me dije, queriendo ir desesperadamente. No tengo nada que ponerme. Además, él y el Maxim son muy finos para mí. Al mismo tiempo, pensé, esto puede ser una simple broma, ¿Por qué yo? “Dormí muy mal esa noche, medio esperanzada de que no fuera una broma y medio esperanzada de que lo fuera. El teléfono sonó la mañana siguiente: ‘Estoy llamando departe del Sr. Rubirosa’, dio la voz masculina. ‘El está confirmando su invitación a cenar a Maxim esta noche. ¿Estará eso bien?’ “Mi cerebro comenzó a trabajar como una máquina. ¿Cómo puede ser esto? ¿Cómo consiguió mi número de teléfono? ¿Cómo supo cuál hotel? Mi mente se aceleraba más y más. “… Oh… uh… No tengo nada que ponerme, le confesé. ‘No

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es un problema, el Sr. Rubirosa me ha dado instrucciones de que la lleve a donde usted quiera para compra todo lo que necesite –por cuenta de él, claro está.’” “… A nuestra entrada en Maxim, un cuarteto de violines nos llevó hasta la mesa, tocando, y con orquídeas, champaña Dom Perignon, y caviar Beluga puesto sobre hielo. Para mí, esto era un sueño, un Hollywood del que me había perdido mientras estaba en Hollywood. Rubirosa era Cary Grant, Errol Flynn, Charles Boyer, Burt Lancaster, y Tyrone Power todos en uno, y yo estaba en una cita con todos ellos.”

Luego de sólo 53 días, el matrimonio con Hutton se había terminado. El 20 de Febrero del 1954, Rubi y Bárbara se divorciaron. Él inmediatamente convocó una rueda de prensa para explicar el divorcio, diciendo, “Yo no creo que Bárbara sea una mujer enferma, pero por alguna razón ella no quiere llevar una vida activa. Ella prefiere pasar el día entero en cama y yo me dí cuenta de que el matrimonio debía terminar. Yo soy un hombre saludable de 45 años. Mi día comienza temprano cuando me levanto de la cama tomo un simple desayuno y voy a practicar el polo. “Me asusta pensar que alguien como Bárbara pueda pasarse todo un día en la cama. Sinceramente, tenía la esperanza de que mi esposa pudiera cambiar su estilo de vida.” En Pobre Niña Rica, Sylvia Gablee, una periodista, ofreció la única respuesta pública a los cometarios desagradables de Rubi: “¡Rubi habla de un día normal! Eso es gracioso. Porque, su día normal comienza a las 11 p.m. de la noche cuando se levanta de la cama y se va al night club más cercano. De

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La Verdad Sobre Porfirio Rubirosa seguro, él sabía que Bárbara (Hutton) no estaba en perfecto estado de salud cuando él se casó con ella. ¿No debe un esposo mostrar compasión por la fragilidad de su esposa?” Después de todo, la relación le costó a Bárbara más de $66,000 dólares al día. Algunos dicen que eso marcó el fin de la carrera de Rubi como galante profesional (no obstante, el se casaría una vez más), al haber establecido una tarifa de padrote. En las siete semanas y media que estuvieron casados, el acumuló aproximadamente un millón en regalos, incluyendo la plantación, un carro, ropas, etc., y casi $3 millones en efectivo. Al principio, Rubi retornó a New York, hospedándose en el Hotel Plaza. Empero, tan pronto como la prensa reportó su llegada, el teléfono empezó a timbrar. Multitudes de mujeres querían conocer a ese playboy del Siglo XX y esposos furiosos empezaron a llamar también, amenazando con matarlo por coquetear con sus esposas por teléfono. En un arranque de enojo, Rubi declaró: Yo no soy en nada diferente a los miles de otros hombres que se han enamorado y se han casado. Por alguna razón, sin embargo, yo soy una monstruosidad porque cometí el ‘error’ de casarme con una mujer adinerada. Ahora, yo soy una anormalidad, un charlatán. Mujeres a las que nunca he conocido juran que yo las he llamado de larga distancia y les he hecho el amor por teléfono, diciéndole a sus esposos que al menos alguien las ama. Siento pena por todas ellas que viven una vida tan superficial. Hah, el gran Rubirosa le ha hecho el amor mucho mejor que tú –y eso fue por teléfono. Imagina cómo me haría sentir si fuera en persona.” Las podía escuchar gritándoles a sus patéticos compañeros.

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Todos se pueden ir al infierno por lo que a mí concierne. Yo no he hecho nada. Yo sólo he buscado mis pasiones y el disfrute de la vía. Ellos podrían haber hecho mucho peor que yo. Varios días después, Rubi se hospedó en el Hotel Jokake Inn en Los Ángeles en donde Zsa Zsa había hecho que una amiga le reservara una habitación bajo el nombre de Cornelius Vandervault Whitney. Los dos se citaron aquella noche y Zsa Zsa luego declaró que fue todo igual que antes. El día siguiente, la pareja huyó secretamente a la casa de un amiga de Zsa Zsa donde pasaron el día bronceándose, mientras ignoraban lo que estaba sucediendo en el hotel. Se habían esparcido rumores de que Rubirosa estaba de vuela y los reporteros fueron al hotel. Aún sin información, Rubi, Zsa Zsa, y su amiga volvieron al Hotel al atardecer, entrando por una puerta trasera y por un estrecho camino recubierto de plantas. Zsa Zsa y su amiga se estaban acercando a la puerta trasera del hotel, y Rubi las seguía unas cuantas yardas detrás. De pronto, un reportero saltó de los arbustos y preguntó, “¿Es cierto? ¿Rubirosa está de vuelta? Zsa Zsa formó una expresión de incredulidad y respondió, “¿Cómo se atreve?” Mientras el reportero estaba ocupado tomado notas, Rubi tuvo tiempo de saltar entre los arbustos y esconderse, una escena cómica –el famoso Ministro Plenipotenciario Dominicano escondido entre los arbustos como un ladrón común. Ignorando al reportero, Zsa Zsa y su amiga entraron al hotel y precedieron a divisar un plan para llevarse a Rubi a una cabaña en las montañas. Siguiendo con su cita, la muy pública pareja se fue

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La Verdad Sobre Porfirio Rubirosa directamente a París donde se convirtieron en n pilar del circuito de fiestas internacionales por el año y medio siguiente. El entretenimiento incluyó spas, clubes nocturnos, casinos, carreras de caballos, e incluso los siempre presentes caballos de polo. Para el final del 1955, antes de la llegada del fin de sus días juntos, y a fin de ayudar a distraer a Rubi de sus continuos ataques de celos, Zsa Zsa presentó la idea a Republic Pictures de que ambos hicieran una película juntos. El libreta estaba titulado “Western Affair”, escrito por Sundy Salt. Era una clásica película del oeste sobre el extenso conflicto entre dos rivales en el amo. Rubi representaría el rol de Don Castillo, un elegante y astuto dueño de un bar, y Zsa Zsa sería una chica Francesas quien ha heredado un viejo bar en Deadwood Gulch. Eventualmente, ella se involucraría en la pelea con Don Castillo, el “otro” dueño de bar del pueblo. Su rivalidad pronto se convertiría en un apasionado romance, resultando en la unión de ambos bares. Rubi estaba entusiasmado. Firmó el contrato con Republic Pictures, el cual establecía un porcentaje el porcentaje de beneficios que él habría de recibir. En la película, el estaría haciendo todo lo que le gustaba: montando a caballo, boxeando, disparando, y haciendo el amor. Por primera vez desde sus 20’s, Rubi limpió su estilo de vida. Dejo de beber, se alejó de las fiestas, y empezó a tomar lecciones de actuación de un profesor en Hollywood. En la tarde, Rubi practicaba su técnica de pistola y en la noche se reunía a Gary Cooper, James Mason, y Humphrey Bogart para hablar sobre actuación. Justo cuando se programó la filmación en Republic, el Departamento de Inmigración le negó el permiso de trabajo,

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declarando que ya que él no era un actor profesional en su país de origen, no podía trabajar como actor en los Estados Unidos. Rubi estaba más que furiosos. Aún humeando, regresó a París en donde expresó por un tiempo, su descontento con la forma en que el país adoptivo de Zsa Zsa lo había tratado. El empezó a ahogar sus penas en bares. Parar inicios de 1956, a ambos se les había terminado la pasión. Zsa Zsa retornó a Hollywood, se caso con una sucesión de adinerados empresarios, y “revitalizó” su carrera en declive con una serie de apariencias como invitada en programas de televisión nocturnas de las cuales se benefició grandemente. Extrañamente, sin embargo, en una de sus apariencias en el show de Jack Parr, ella habló sobre su amor por los caballos de polo y joyas, e intencionalmente mencionó a Rubi.

Más tarde ese año Rubi sería implicado una vez más por el FBI, en otro homicidio, similar al asesinato de Morales en 1935 en New York cuando su primo fue acusado. De acuerdo con los documentos del FBI, “el Fiscal intentó inicialmente ver a Rubirosa en 1956; poco después de que el Dr. Jesús Galindez, un antagonista de Trujillo quién vivía en New York e impartía clases en Columbia Univerity, desapareciera bajo misteriosas circunstancias. “Las autoridades consideran que Galindez fue secuestrado por Dominicanos y llevado de regreso a la Isla, donde fue asesinado. Al momento de su desaparición, se supo que Rubirosa había estado en New York justo antes de la muerte de Bencosme (otro exiliado anti Trujillista el 1935) y partió luego del asesinato.

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La Verdad Sobre Porfirio Rubirosa En este momento, no existe mucha información disponible sobre qué ‘otras’ tareas Rubi realizó como confidente de Trujillo y en sus varios otros cargos diplomáticos. Sin embargo, su relación con Frank Sinatra, John F. Kennedy, y su conexión con el mafioso Sam Giancana varios años después comenzaría a unir todos estas informaciones.

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28 No queda nadie con quiĂŠn jugar.

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