Los valores de la educación geográfica* Phillippe Pinchemel * En Norman J. Graves (coord.), Nuevo método para la enseñanza de la geografía, Barcelona, Teide, 1989, pp. 17-21. Se puede considerar la educación geográfica como: l. Un valor absoluto, es decir, valores inherentes a la geografía como una disciplina intelectual. 2. Un valor relativo, esto es, valores propios de la geografía en relación con otras disciplinas, ya se enseñe separadamente o integrada en un plan más amplio de ciencias naturales o sociales. En primer lugar vamos a tratar este aspecto. El valor relativo de la educación geográfica a) El aprendizaje de la geografía depende del análisis de datos algunos de los cuales se hallan concentrados y visibles, como los directamente observables en el trabajo de campo, o indirectamente, por medio de mapas y fotografías. Por lo tanto, la geografía puede enraizarse en la realidad del entorno del estudiante. Asimismo, esta realidad es común al economista, al artista, al geólogo, al novelista o al poeta. Un tema como el de la ciudad puede sugerir gran cantidad de líneas de investigación y el estudiante puede darse cuenta de cómo las diferentes disciplinas estructuran la realidad que le rodea. El profesorado puede utilizar tales temas para un planteamiento multidisciplinar de la educación. La educación geográfica puede contribuir a este planteamiento por su interés en las materias espaciales y las técnicas que emplea, sus métodos cuantitativos, juegos, simulaciones y el trabajo de campo. b) La geografía puede hacer conscientes a los estudiantes de lo complejas que son las causas de los hechos, puede mostrarles cómo, en la búsqueda de una explicación a fenómenos, lo normal es la interacción de varios factores. Todas las estructuras espaciales, todos los modelos regionales, son el resultado de factores humanos y naturales de una sucesión de hechos, a menudo anclados en el pasado lejano, cuyas huellas permanecen desigualmente distribuidas como vestigios en el paisaje. Los factores humanos pueden ser políticos, históricos, económicos, sociológicos o psicológicos. El análisis espacial ayuda a clarificar a los estudiantes que "nada es sencillo" y que las explicaciones simplistas, una interpretación simple de causa y efecto de un hecho, raramente son correctas. c) El aprendizaje de la geografía ayuda al estudiante a entender su hábitat y los entornos cercanos y lejanos; es importante que no se le sumerja en un mundo deformas, tamaños y colores que no tienen sentido para él. Es fundamental introducir progresivamente al alumnado en los problemas planeados por la ocupación humana del hábitat terrestre; esto es, su función, sus potencialidades, sus debilidades; la influencia del crecimiento de la población mundial, la naturaleza y los efectos de las variaciones irregulares del clima.
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d) Con la geografía, el alumnado puede descubrir la prodigiosa capacidad creativa del hombre. Las personas que ven una colección de fotografías aéreas, normalmente se impresionan por los paisajes culturales que retratan; por ejemplo, las terrazas de arroz en el sudeste asiático, las áreas de intenso policultivo, los modelos rectilíneos de las llanuras norteamericanas. También pueden ver críticamente y con alguna preocupación los barrios de chabolas, la expansión suburbana, las zonas de antigua industrialización que han de renovarse y las zonas litorales deformadas por una urbanización excesiva, todo lo cual documenta acerca de la diversidad de la acción del hombre sobre el paisaje. Con ello, la geografía puede motivar al alumnado a investigar y cuestionarse el estado actual de las cosas. Asociando los conceptos de tiempo y espacio, la enseñanza de la geografía puede hacer que la gente joven descubra la idea de que las situaciones evolucionan a través del tiempo, es decir, que implican duración y corrientes. e) La geografía puede demostrar cómo diferentes civilizaciones han tenido también una manera diferente de estructurar el espacio y que cada manera puede entenderse y, por lo tanto, también respetarse. Esto es vital en un mundo que tiende a organizarse según el modelo de las sociedades postindustriales de Occidente. Reconsiderando la relación con su pasado y su entorno actual, cada nación puede redescubrir sus propias virtudes y sus propias soluciones para los problemas de organización de su espacio. f) La geografía también puede contribuir al entendimiento de la interdependencia fundamental de todos los países y a la necesidad de que cada individuo se vea como dependiente de vecinos cercanos y lejanos, y a hacerse cargo de los diferentes niveles de desarrollo en regiones, países y continentes diferentes. Para la consecución de estos fines es necesario pensar cómo pueden trasladarse una especificación de objetivos educacionales. Los valores inherentes a la geografía El análisis geográfico sirve muy poco si no conduce en último término a la evaluación de los resultados de las acciones del hombre, ya que los objetivos que guían el poblamiento de algunas zonas y la explotación de sus recursos expresan algunos de los valores sostenidos por los hombres. Los diferentes valores a considerar son: a) Valores económicos, que a menudo llevan exclusivamente a la explotación de recursos minerales, agrícolas, industriales e incluso turísticos. El fin principal es sacar beneficio con un mínimo de inversión y se busca el mínimo coste de localización. Estos valores muchas veces son los únicos palpables cuando países y regiones inician su desarrollo económico. A menudo el resultado ha sido un fracaso industrial de ciudades con dedicación exclusiva a la industria o franjas de cemento para instalaciones turísticas a lo largo de un litoral. Son estos valores los que han llevado a la existencia de conurbaciones antiestéticas, donde los servicios apenas existen y la carencia de espacios verdes es manifiesta.
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b) Valores sociales, que aspiran a limitar las desigualdades espaciales y las injusticias buscando prevenir disparidades abusivas entre regiones, evitando la creación de guetos y barrios de chabolas con un plan de inversiones reales. c) Valores ecológicos, que se refieren al concepto de equilibrio dinámico de la naturaleza y a su aplicación en situaciones donde interviene la acción del hombre. De existir estos valores en las personas responsables del desarrollo, entonces se pueden respetar los umbrales ecológicos de modo que los productos de desecho puedan ser absorbidos a través de procesos naturales sin destruir el equilibrio, que tantas veces es muy difícil recuperar. d) Va/ores espaciales, que son valores positivos concernientes a todos los aspectos del espacio; por ejemplo, las decisiones que se barajan para localizar una fábrica, una autopista o una ciudad nueva; no sólo se consideran las ventajas de cada localización, sino también el impacto que la decisión tomada pueda tener en otros elementos del paisaje, las consecuencias ambientales y sociales y los costos, de modo que en último término se cree un entorno armonioso. Los jóvenes por su idealismo y sus escalas de prioridades, se inclinan a resolver los problemas mediante soluciones, a su entender, directas y sencillas. Con el empleo del estudio de casos, ejercicios de simulación y juegos, es importante que se den cuenta no sólo de las dificultades de tomar una decisión, sino también de la naturaleza relativa de los valores implícitos en esta decisión; valores relacionados con las culturas donde se toman estas decisiones, con la situación concreta de la decisión tomada y con la naturaleza del desarrollo económico de la sociedad afectada.
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