RELIGIÓN
Don Bosco
y el pacto de muerte Biografiado por diversos autores su vida es ejemplo de caridad
Edición en Español N o8
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on Bosco fue un hombre compañeros estaban al tanto del pacto. notable. Nacido en Italia Comollo murió el 2 de abril de 1839. El en 1815 y desencarnado día siguiente, por la tarde, se realizaron en 1888, este escritor y sus funerales solemnes en la Iglesia de padre piadoso fundó, a San Felipe. Los que conocían la promesa lo largo de su vida, nada que nos ligaba esperaban impacientemente su verificación. Yo mismo menos que ciento cincuenta estaba nervioso, aunque aguardaba del instituciones de caridad, las cuales acontecimiento una gran satisfacción a tenían por finalidad abrigar millares de pobres huérfanos adolescentes y pesar de todo. En la noche, ya acostado darles conocimientos agrícolas. Y por buen rato, no conseguía dormir. debido a ese gigantesco trabajo Estaba convencido de que en esa noche, caritativo fue canonizado y mereció en nuestro dormitorio, donde se alojaban innumeras veces ser biografiado por cerca de veinte seminaristas, se cumpliría Don Bosco conocidos autores. la promesa. Serían, aproximadamente, (1815-1888) Contemporáneo de Allan once horas y media, cuando el local fue repentinamente conmovido por un barullo tremendo que Kar dec e intelectual de mente abierta, Don Bosco, parecía dilatarse en los pasillos. Se diría que un pesado ciertamente, leyera los libros de la Codificación, no obstante carro, empujado por una yunta imponente, se aproximaba combatidos por el clero. Los le yó, pero no los desdeñó. Y, a la puerta del dormitorio. De momento a momento, el valiente, narró en su libro de memorias «Cuarenta años de rumor se extendía trágicamente, haciendo temblar el pruebas » («Quarante années d´épreuves», editora Vitte, pp. 99dormitorio, como si hubiese habido el estremecimiento 102), fenómenos contundentes de efectos físicos que de un trueno. Ater rorizados, los seminaristas saltaron presenció cuando tenía veinte y cuatro años de edad. para debajo de sus lechos y se refugiaron en un rincón, Esto es lo que el fundador de la Congregación de los 1 acomodándose como podían. En ese momento, un salesianos nos cuenta : trueno, aún más espantoso que los precedentes, sonó y, «Entre Comollo y yo (confiesa Don Bosco) existía una por tres veces, se percibió claramente la voz de Comollo: amistad muy sincera y una confianza ilimitada. Muchas veces ‘Bosco, estoy salvo’. Todos oyeron esos fragores; muchos, hablábamos de lo que podría, a cada momento, las palabras de Comollo, pero sin percibir el sentido; otros, acontecernos, por ejemplo, si la muerte nos viniese a en cambio, lo comprendieron tan bien como yo. Durante separar... Un día hicimos un intercambio de promesas: mucho tiempo se comentó en el seminario el episodio. ‘Aquel de nosotros que muriese primero, pondría al otro, si Fue la primera vez, confieso, que tuve miedo. Y hasta mi Dios lo permitier a, al tanto de su salvación eter na.’ Yo aún terror fue tal que caí gravemente enfermo y casi morí.» no tenía idea de la importancia de tal compr omiso. Debo Estamos agradecidos a Don Bosco por enriquecer la confesar que había en eso mucha liviandad. Como quiera literatura espírita con tan emocionante relato. que sea, jamás aconsejaré a nadie proceder de esa manera. Entretanto, nosotros lo hicimos y repetimos muchas veces, principalmente durante la última enfermedad de Comollo. Jorge Rizzini Sus últimas palabras y su última mirada me dieron la certeza Tomado de la revista «RIE» de Febrero de 2005. que él no faltaría a lo concertado. Muchos de mis (1) Traducción del escritor católico Salomão Jorge. www.spiritist.org
