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Música espírita?espírita? espírita? ¿Exis te la

uando escribimos un artículo sobre música espírita, la primera pregunta que nos viene a la mente es: ¿qué es, por fin, la música espírita? ¿Será la música hecha para cantar dentro de un Centro? ¿Aquella cuya letra contiene palabras como «reencarnación», «mediumnidad» o «Evangelio»? ¿Solamente las músicas psicografiadas? ¿O cualquier música hecha por un compositor que se dice espírita?

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Es claro que en este asunto, como en cualquier otro, prevalece el buen sentido. Kardec nos dio el mayor ejemplo de eso, a través de la manera como abordó los más diversos temas en sus libros y en la Revue Spirite. El caso aquí no es el de rotular o no, una determinada composición musical como siendo «espírita», pero sí la de saber identificar en ella elementos de utilidad para el engrandecimiento del alma, elementos que contribuyan para la evolución espiritual de los individuos y del orbe como un todo.

Dentro de esa óptica, percibimos que hay varias «músicas espíritas», o, en otras palabras, hay varias clasificaciones posibles para una música compuesta con objetivos espíritas, de acuerdo con su función, su utilización, su forma. Aquí presentamos una clasificación simple, basada en la observación y en el análisis de lo que es practicado en el movimiento espírita brasileño actual. Como este país es muy vasto y no conocemos de cerca todas sus manifestaciones musicales, podemos haber incurrido en alguna incorrección, o la clasificación puede estar incompleta. Debemos tener en cuenta también que ninguna de esas clases es absoluta, muchas de ellas se interpenetran, y una misma composición puede pertenecer a dos o más clases. Veamos seguidamente. - Música para Evangelización – Es aquella música compuesta con el claro objetivo de enseñar el Evangelio, dar nociones de moral y cristianismo. Generalmente es dirigida a los pequeños. El mensaje contenido en la letra es explícito, sin figuras poéticas herméticas. Puede aún ser dividida en dos subclases: C

a. Para Infancia - Por ser dirigida al niño, su estructura melódica es simple, de fácil aprendizaje. El lenguaje es adecuado al universo infantil. La armonía (acordes de acompañamiento) también acostumbra ser simple, para que los evangelizadores puedan ejecutarla en clase sin dificultad.

b. Para la Juventud - Puede no ser tan simple, pero generalmente lo es, para que pueda ser cantada y tocada por los jóvenes; frecuentemente, los propios jóvenes la componen. Es común que el estilo corresponda al estilo de la moda, las músicas sean animadas, alegres, etc.

Por fin, música espírita es aquella que, como dice Kardec, «complementará y transformará el arte cristiano».el arte cristiano».

- Música para Ambientación - Puede ser instrumental o cantada, y sirve para preparar la vibración del ambiente. Antes de una oración, o de una reunión mediúmnica, se usan músicas suaves, para tranquilizar la mente, calmar el corazón, ayudar a la sintonía del sentimiento. Antes de un trabajo de pase, la música con letra es útil para dirigir el pensamiento de los hermanos que reciben la transfusión fluídica. En un encuentro de jóvenes, músicas que induzcan a la alegría sana son utilizadas para estimular al estudio, al trabajo cristiano, a la convivencia fraterna (aquí, ambientación significa animación). - Música para Divulgación - Tiene por objetivo principal divulgar la Doctrina Espírita fuera del ámbito del movimiento. Ya pensaste llegar en casa luego de un día exhaustivo, y, en vez de colocar en el equipo un disco de aquel artista famoso, ¿colocar uno de música espírita? o encender la radio y oír aquella música que se canta en el Centro, ¿lado a lado con los sucesos de la semana? Para eso, la música lleva el mensaje de forma no explícita, sin dejar de ser fiel a los postulados de Kardec. Es aquella que es trabajada con profesionalismo y calidad técnica, lleva al oyente a meditar sobre asuntos más elevados, a modificar sus padrones de conducta y a sentirse mejor. Puede ser cantada en el Centro también, en momentos adecuados: para ambientación, si fuera suave, para evangelización, para abordar un tema cristiano en lenguaje juvenil.

En cuanto a la forma, músicas de cualquiera de estas clases pueden ser cantadas o instrumentales, para la voz a capela o con acompañamiento instrumental, para voz sola o para coro... En cuanto al estilo, pueden ser los más variados posibles… Y la buena música espírita puede ser utilizada en las más diversas situaciones: en visitas a hospitales, orfanatos, etc., donde encaja música de cualquier clase; en fiestas o reuniones de confraternización del grupo, donde todos participan del mismo ideal (divertirse no significa abandonar los principios abrazados, principalmente si la música es buena, suficiente para alegrar el momento, para distraer en el grupo de guitarra…); para ser regalada en forma de discos o casetes, aunque el que recibe no sea espírita (también para esos casos es hecha la música para divulgación)… Por fin, música espírita es aquella que, como dice Kardec, «complementará y transformará el arte cristiano». No solamente siendo creada y «consumida» por personas espíritas, sino también con el potencial de influenciar positivamente todo el arte musical del planeta, cambiando los rumbos de su evolución.

Músico, compositor y escritor espírita brasileño. Publicó diversos CD,s evocando temas de espiritualidad.

Flavio Fonseca flafon@musicaespirita.com.br

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