TRASMIERA
Trasmiera es una comarca histórica de Cantabria ubicada en el nordeste de la región, entre las bahías de Santander y Santoña. Se extiende a lo largo de buena parte del litoral de Cantabria, albergando bellas playas y majestuosos acantilados, y hacia tierras del interior, donde la belleza de sus localidades queda latente en conjuntos históricoartísticos como el de Liérganes.
En la costa destacan lugares muy interesantes como Ajo, Noja, Langre, Loredo, Santoña y el municipio de Arnuero, que acoge a las localidades de Isla y Castillo Siete Villas y en cuya extensión se encuentra el Ecoparque de Trasmiera, uno de los grandes atractivos del litoral cantábrico, en el que el mar y las mareas son protagonistas de un espectacular museo a cielo abierto. En Santoña, además, se halla la Reserva Natural de las Marismas de Santoña, espacio natural de visita obligada.
Playa de LangreHacia el interior la comarca ofrece extensos prados, así como un gran desarrollo hotelero y campista. Limita al este con la Costa Oriental, al sur con Asón-Agüera, al oeste con la comarca de Santander y los Valles Pasiegos y al norte con el mar Cantábrico.
La belleza del entorno y de las localidades que lo habitan crea un mosaico natural idóneo para actividades al aire libre y deportes de aventura. Montañismo, senderismo, rutas en BTT, 4x4 y quads, espeleología, el Camino Norte del Camino de Santiago y deportes acuáticos como el surf son los ejemplos más destacados. Trasmiera es también rica en gastronomía, con protagonismo del salazón artesano, de las almejas y langostas y de la conserva de anchoa y bonito del Cantábrico.
LA RUTA
Escalante.- Esta localidad, de la que parte la ruta, conserva un importante patrimonio arquitectónico, tanto civil como religioso. En el convento de los Capuchinos de Montehano se encuentra la tumba de Doña Bárbara de Blomberg, la madre de Don Juan de Austria, que pasó sus últimos días en estas tierras.
Santoña.- A través de la CA-148 se llega al pueblo de Argoños, donde pueden visitarse el barrio pesquero de Ancillo y al Molino de Mareas de Jado (Teléfono 942 626 025). Posteriormente, y continuando por la misma carretera, se llega a Santoña, una de la villas pesqueras con más tradición.
Santoña es un municipio de profunda vocación marinera. Su historia y sus gentes han estado siempre ligadas al mar y a insignes marineros. El ejemplo más significativo es sin duda Juan de la Cosa, cartógrafo fundamental en el descubrimiento de América y gran conocedor de los temas marineros, como dejó plasmado en su carta marina, una pieza fundamental para el estudio de la cartografía de la época. Santoña está considerada también como el lugar donde se construyó la carabela "Santa María".
El puerto santoñés ha sido históricamente uno de los más destacados de Cantabria. Su volumen y su importancia fueron utilizados incluso, en 1774, en un pleito con Santander para ostentar la capitalidad de la región. El puerto moderno data de hace 150 años y en la actualidad ocupa el segundo lugar en cuanto a volumen y valor de la pesca desembarcada, sólo superado por el de la capital regional.
Su magnífico perfil costero se distingue por salientes, ensenadas, faros y acantilados, que rodean al mítico monte Buciero que cierra por al norte la estratégica bahía santoñesa.
Pero además de al mar la historia de Santoña surge plenamente ligada al Monasterio de Santa María del Puerto,
fundamental no sólo en el devenir de este municipio, sino también en el de muchos otros de la comarca oriental de la región, ya que es a través de él que han transcendido la aparición de numerosas villas e iglesias de la zona. En torno a este núcleo religioso se asentó el primitivo poblamiento de Santoña, al que algunos historiadores atribuyen orígenes godos.
El primitivo monasterio dio paso tiempo después a la iglesia de Santa María del Puerto, que constituye en la actualidad su mayor valor patrimonial. Fue construida entre los siglos XIII y XVII, eminentemente gótica aunque con reminiscencias románicas, y alberga en su interior el retablo de San Bartolomé con pinturas flamencas del siglo XV (es uno de los más importantes de España).
Igualmente significativas son sus fortificaciones, un conjunto de estructuras militares agrupadas en torno al monte Buciero que evidencian la importancia estratégica del puerto. Se conservan en bastante buen estado los fuertes de San Martín, San Carlos y Mazo o Napoleón. En el Buciero encontramos también varias cuevas con yacimientos prehistóricos. La Universidad de Cantabria ha realizado excavaciones en la más importante, conocida como el Abrigo del Perro.
Sin embargo, tal vez su más significativa seña de identidad sea la Reserva Natural de las Marismas (en la desembocadura del Asón). Entramos aquí en un espacio protegido que cuenta con ricos y variados ecosistemas que dan cobijo de forma estacional o permanente a gran variedad de aves acuáticas.
Y es que, en Santoña todo tiene que ver con el mar. Desde sus extraordinarias playas que ofrecen al visitante un ambiente tranquilo, a su vida cotidiana, desarrollada en base al sector pesquero y una relevante industria conservera, hasta sus más populares fiestas -los carnavales marineros-, que constituyen uno de los festejos de más colorido de la región. Obviamente, los productos del mar y las conservas de pescado son también la base de su gastronomía.
En la actualidad, Santoña es el primer puerto conservero del Cantábrico y posee el récord mundial de pesca. Su industria se basa sobre todo en la comercialización de bonito y las famosas anchoas. Santoña ostenta el título de cuna de las anchoas en aceite de oliva.
Palacio de ChiloechesNoja.- Localizado entre la ría de Quejo y la punta del Brusco, su costa se extiende en una sucesión de playas que constituyen la verdadera atracción turística de este municipio: playa de Tregandín (4,4 km.) y playa de Ris (2,5 km.) Además, existen en la zona humedales de gran valor ecológico, lo que justifica su inclusión en la Reserva Natural de las Marismas de Santoña y Noja.
El municipio se ha convertido en los últimos años en un centro turístico de gran relevancia, con gran concentración de visitantes en los meses de verano.
Pero además de una extraordinaria costa, Noja goza de otros atributos muy apreciados, con exponentes de arquitectura civil como la casa-palacio de los Venero, la casona de los Garnica, la de los Velasco. La iglesia parroquial de Noja (siglo XVII) es el mejor ejemplo de construcción religiosa. Y junto a todas ellas, merece especial atención el molino de Victoria construido en 1629.
Desde el punto de vista histórico, Noja se complace de haber sido tierra natal de un personaje como Luis Vicente de Velasco e Isla, capitán de navío de la Real Armada que defendió el castillo del Morro a la entrada del puerto de La Habana, contra el ejército de Inglaterra.
Las fiestas populares son numerosas en el municipio en los meses estivales: San Juan (24 de junio), San Pedro (29 de junio), Nuestra Señora del Carmen (16 de julio), , San Emeterio y San Celedonio (30 y 31 de agosto).
Playa de Trengandín
La playa de Trengandín tiene seis kilómetros de dorada arena y una privilegiada orientación al noreste que la convierte en una de las más tranquilas de Cantabria. Sus cristalinas aguas y variado paisaje submarino la hacen especialmente recomendable para la práctica del buceo. Multitud de rocas, piscinas naturales y pequeñas pozas aparecen en la bajamar, descubriendo largos tramos de aguas poco profundas que invitan a nadar sin peligro ni dificultad.
Playa de Ris
La playa de Ris, con cuatro kilómetros de finísima arena, es sin duda la más concurrida de Noja, tanto por la calidad de sus servicios y accesos, como por sus cuidadas infraestructuras veraniegas. Frente a Ris se encuentra la isla de San Pedruco, una paraíso natural protegido por abundante vegetación y habitado por miles de gaviotas, al que es posible acceder en la bajamar. Su orientación hacia el norte permite la formación de abundante oleaje para practicar el surf, con largas "barras" de olas de empinada pendiente, especialmente en días de viento sur.
La playa de Ris y "El Brusco" son los lugares más indicados para el piragüismo y el surf. ©Turismo Cantabria
Más adelante, en Ajo, se recomienda desviarse, a la derecha, hasta el faro, y a la izquierda, hasta la iglesia de Santa María de Bareyo, de estilo románico.
Proseguiremos hasta Galizano y allí, tomando la CA-440, legaremos a Langre, espléndida muestra del paisaje tradicional costero de Cantabria, agrícola y ganadero, con una preciosa playa que conserva prácticamente intactos sus valores naturales.
Somo y Pedreña.- Continuando por la CA-141, el próximo destino son los pueblos de Somo y Loredo, situados a orillas de la bahía santanderina y unidos por una gran playa. Merece la pena cruzar el puente sobre la Ría de Cubas para llegarse hasta Pedreña y visitar esta localidad marinera donde se encuentra además un célebre campo de golf. Villaverde de Pontones.- Desde Somo, y a través de la CA-433 y luego la CA-146, se llega a Villaverde de Pontones, donde se pueden observar impresionantes casonas, como la de Mazarrasa. Muy próxima se encuentra la localidad de Omoño, donde recientemente ha tenido lugar el descubrimiento, en la cueva de La Garma, de un importante yacimiento prehistórico.
Entrambasaguas.- A esta localidad, final de esta ruta, se accede desde Villaverde por la CA-428 y la CA-425, que cruza la autovía A-8. Corno ocurre con el resto de pueblos de la zona, Entrambasaguas cuenta con un rico patrimonio civil, fundamentalmente de casonas y palacios. Otro tesoro oculto es la llamada Fuente del Francés, llamada así en honor del abate huido de la Revolución Francesa que descubrió las propiedades curativas de estas aguas. Llegó a ser un importante balneario de aguas termales en el siglo XIX. Una pequeña carretera parte desde muy cerca de la portalada de los Carasa y Arredondo hasta este bellísimo paraje natural.
Las poblaciones más primitivas sembraron este territorio de yacimientos prehistóricos, como las cuevas del Francés, Recueva, Los Murciélagos, Eucaliptal o Navajeda.
El palacio de Los Acebedo, en Hoznayo, y el conjunto monumental de la localidad de Entrambasaguas son bellos monumentos a apreciar por los amantes del arte. La iglesia de Santa Marina es la más antigua del municipio, aunque no menos interesantes son las parroquiales de Entrambasaguas, Hoznayo y Navajeda.
El palacio de Acebedo, edificado en la primera mitad del XVII por orden Fernando de Acebedo (arzobispo de Burgos y presidente del Consejo de Estado de Felipe II), constituye la muestra más representativa de su patrimonio artístico
La fachada está formada por un cuerpo central flanqueado por dos torres cúbicas. El cuerpo central tiene dos plantas
divididas en tres secciones por pilastras, cuya puerta se halla en el centro. La puerta es adintelada, encima de la cual hay un balcón volado. Todas las ventanas tienen el vano cuadrado y están dispuestas simétricamente en ambos pisos. Las torres laterales son simétricas, teniendo pilastras pareadas y vanos cuadrados, y se rematan con pequeños escudos. La torre original está adosada a la parte trasera del edificio. Posee cuatro cubos circulares en las esquinas y puerta en arco de medio punto. El conjunto se completa con una capilla de planta en cruz latina, abovedada, que se remata con una espadaña de tres vanos. Tenía estatuas funerarias orantes de piedra, pertenecientes a varios miembros de la familia fundadora, que actualmente se conservan en el Palacio de Hornillo, en Las Fraguas
El Palacio de los Fernández de Velasco, fue realizado en dos épocas. La casona, propiamente dicha, data de mediados del s. XVII, mientras que la casa-torre es de finales del XVIII.
La casa-vivienda tiene dos pisos y un desván. La fachada principal es de sillarejo, excepto en los esquinales y en los vanos, que son de sillería. Los pisos se separan por una imposta lisa. En el centro del piso inferior posee dos arcos rebajados apoyados en una pilastra central. El piso superior tiene cuatro vanos rectangulares dispuestos simétricamente, los centrales son antepechos con balcones de hierro forjado. En la parte alta del centro del edificio se dispone el escudo. La casa-torre adosada tiene, igualmente, muros de mampostería excepto en los esquinales y en los vanos, que son de sillería almohadillada. Tiene tres plantas, destacando la segunda con balcones corridos de hierro forjado y un escudo angular con las armas de Cordero, Villar, Cantoya, Barreda y Villalante. El tejado es a cuatro aguas
DESTACADOS
Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel
El parque natural de las marismas de Santoña, Victoria y Joyel es un espacio natural protegido constituido por el estuario que forma el río Asón y las marismas de Victoria y Joyel. El conjunto constituye la principal zona húmeda de la
cornisa cantábrica y desde 1992, fue calificado como Parque Natural.
Con una extensión de más de 6.500 hectáreas abarca los municipios vecinos de Argoños, Arnuero, Bárcena de Cicero, Colindres, Escalante, Laredo, Limpias, Noja, Santoña y Voto, todos ellos a escasos minutos de Ampuero.
Este parque natural constituye el conjunto de zonas húmedas de mayor importancia para las aves acuáticas del norte de la península Ibérica, tanto para la invernada como para la migración de numerosas especies del norte y centro del continente hacia tierras más cálidas.
Entre las aves que se pueden observar en las marismas están: colimbos, somormujos, cormoranes, garzas, espátulas, gansos, patos, rálidos, limícolas, gaviotas y charranes.
Entre los mamíferos que pueden verse se cuentan la comadreja y el turón. En el encinar de Monte Buciero se observan zorros, ginetas, tejones y garduñas; reptiles como la lagartija ibérica y la roquera.
En cuanto al ecosistema marino, en el medio pelágico abunda el plancton y una gran variedad de peces como la dorada, el jargo, el salmonete, el lenguado o la anguila y el salmón que emigran por el estuario. En el medio bentónico ofrece mayor variedad; aquí abundan moluscos como los caracolillos, la almeja fina o amayuela, la chirla y las morgueras; los moluscos cefalópodos como el pulpo y la jibia o cachón; y los crustáceos como las quisquillas, las nécoras o los centollos
ARNUERO-Ecoparque de Trasmiera
Ecoparque de Trasmiera es un proyecto llevado a cabo por el Ayuntamiento de Arnuero (Cantabria, España). Todo el conjunto municipal (Arnuero, Isla, Castillo y Soano) forma parte del proyecto, denominado Ecoparque de Trasmiera.
El Ecoparque de Trasmiera se basa principalmente en mostrar todo el potencial cultural y natural que ofrece el municipio de Arnuero, siendo el medio natural el principal medio de expresión, haciendo del municipio "un Museo a cielo abierto".
Dentro de este proyecto también se han creado centros en los que se albergan los diferentes aspectos culturales ligados a los cuatro pueblos que forman el municipio (Castillo Siete Villas, Isla, Soano y Arnuero). En cada pueblo hace referencia a varios aspectos culturales:
En la capital municipal, Arnuero, se creó el "Observatorio del arte".
En la localidad de Castillo Siete Villas, se rehabilitado el edificio de las antiguas escuelas para acoger el "Observatorio de la memoria".
En la localidad de Soano, ha restaurado el antiguo Molino de Santa Olaja, alojando el "Observatorio de las mareas", y convirtiéndolo así en otro centro de recepción de visitantes. Por otra parte está la Casona de Soano denominada la sede de todo el proyecto, la cual ha pasado a denominarse Centro de Interpretación del Ecoparque de Trasmiera o bien como siempre fue conocida La Casa de la Marisma. marisma de Soano, constituye otro de los puntos principales del Ecoparque.
En la localidad de Isla, su casco histórico junto con la iglesia Parroquial, las Torres Medievales y el Palacio de los Condes constituyen una de las principales muestras arquitectónicas del Ecoparque.
Por otra parte dentro de este proyecto también se han habilitado una serie de sendas peatonales que unen los cuatro pueblos que configuran el municipio, atravesando lugares de gran importancia paisajística y medioambiental, cabe destacar la senda de los acantilados de Isla y la subida a la Cruz del Cincho.
MAS EN TRASMIERRA
Barcena de Cicero.-
Geográficamente se encuentra al suroeste de la bahía de Santoña, en la margen derecha de la desembocadura del río Asón.
Sus principales monumentos son la iglesia parroquial de Bárcena de Cicero (siglo XVII), que forma un interesante conjunto monumental con las casonas de Londoño, Rugama y Mazarredo. Mención aparte merece el palacio de los Alvarado, en Adal.
La ría de Treto (desembocadura del Asón), brinda al municipio el contacto con el mar y las actividades marineras.
Treto se sitúa en la ribera de la ría que le da nombre, en su margen izquierda, al comienzo de la desembocadura del río Asón. Está unido a la vecina población de Colindres por un vistoso puente de hierro, construido en 1901 por la empresa Eiffel, que en su día era giratorio para permitir el acceso de las embarcaciones al interior de la ría. Desde él se divisa una bellísima estampa con la localidad de Laredo al fondo.
Paralelo a este vetusto puente se ha construido recientemente, dentro del trazado de la autovía del Cantábrico que une Santander con Bilbao, un moderno viaducto que aporta comodidad y fluidez en las comunicaciones por carretera a ambos lados de la ría. Aunque el paisaje aparece bastante humanizado, sus recursos naturales, de alto valor ecológico, se encuentran tutelados por la Reserva Natural de las Marismas de Santoña.
Argoños.-
Argoños es un histórico municipio cuyo nombre evoca leyendas y romancillos que versaban sobre historias bárbaras del siglo VI. Se encuentra ubicado entre las villas de Santoña y Escalante y está formado por Argoños, Cerecedas, Ancillo y Santiuste. Es el municipio más pequeño de las Siete Villas y está excelentemente comunicado con la autovía Santander-Bilbao.
Su carácter marinero se refleja en su fisonomía, sus calles y sus casas, así como en su modo de vivir y de ser, ya que todo está estrechamente vinculado con la mar. La villa de Argoños mantiene toda su tradición marinera y su modernidad. Actualmente el turismo está adquiriendo un peso muy importante dado que Argoños ha ido cuidando con detalle todo aquello que seduce al visitante: el barrio pesquero, los molinos de mareas, el entorno del Rivero y muchos otros servicios.
Argoños contiene ecosistemas de elevado interés ecológico en los estuarios formados por las marismas de La Reserva Natural de las Marismas de Santoña y Noja, que fue declarada Zona Húmeda Protegida desde 1991 para preservar uno de los estuarios de mayor valor ecológico del norte de España. Éste sirve de refugio invernal y paso migratorio a una variada y extensa avifauna acuática, llegándose a avistar ejemplares de más de 80 especies.
Otro aspecto a destacar del municipio son los molinos de marea, de los que hay tan buena representación en el ámbito de las Marismas de Santoña. El Molino de Jado, en el barrio de Ancillo, presenta un buen estado de conservación, con restos de su primitiva maquinaria, que utilizaban la fuerza de las mareas para mover los mecanismos de la molienda.
La Cueva de la Patalea es otro de los muchos atractivos de Argoños ya que ha aportado restos cerámicos de la Edad del Bronce, lo que nos hace suponer un poblamiento continuado del territorio desde fines del Paleolítico, tal y como está confirmado en numerosos registros arqueológicos del área de la Bahía de Santoña.
Por lo que se refiere al patrimonio religioso destaca la iglesia parroquial, Iglesia de El Salvador: construida en los siglos XVI-XVII, de estilo renacentista, destacando su portada con columnas jónicas y la torre de tres alturas. En el interior se puede apreciar un mural con el tema del Juicio Final, obra del pintor montañés Fernando Calderón, del año 1961.
Argoños celebra romerías y fiestas con motivo de las festividades de Nuestra Señora el 15 de agosto y San Roque el 16 de Agosto.
Hazas de Cesto
Municipio próximo a la costa que está rodeado de montañas de escasa altitud y regado por las aguas del río Campiazo, que forma un valle fundamentalmente agrícola y ganadero.
Hazas de Cesto posee varios conjuntos monumentales de gran riqueza histórica y artística que merece la pena destacar. Uno de ellos es la iglesia parroquial de Praves, construcción renacentista del siglo XVI con una marcadísima tradición gótica. También destaca la ermita de San Roque, del siglo XVI, pero de un estilo más popular y rústico. Las iglesias de Beranga y Hazas, del siglo XVIII, de estilo barroco-montañés poseen una buena imaginería en sus retablos. La arquitectura civil barroca montañesa tiene una representación espectacular en esta zona como puede
comprobarse en la casona de Gómez de Corro, de los siglos XVII-XVIII; la casa torre de los Isla o el palacio de la Villa, todos ellos en Beranga.
Hazas de Cesto cuenta con un museo que ofrece al turista una curiosa visita a la par que interesante: el Museo de los Bolos. Este museo está situado en Beranga y en él se muestra la forma de elaboración de los palos y bolos del deporte más autóctono de Cantabria. Además, cuenta con una interesante colección de fotografías que permiten conocer la historia de un deporte con tanta tradición. No obstante, esta visita de entrada libre, sólo se podrá realizar de martes a domingo en periodo estival, ya que el resto del año permanece cerrado.