El conocimiento y acercamiento de los hombres a las categorías estéticas significa diferenciarse, cualificarse de manera consciente de los demás porque a partir de los elementos de la dinámica socio ambiental, se acerca a la realidad mediante redes conformadas por eslabones estéticos con los que podrá mejorar y alcanzar la calidad de vida correspondiente.
CATEGORÍAS ESTÉTICAS
WALDEMAR JOSÉ CERRÓN ROJAS
UNCP
Palabra de guerrillero Javier Heraud (Perú, 1942-1963) Porque mi patria es hermosa como una espada en el aire, y más grande ahora y aún más hermosa todavía, yo hablo y la defiendo con mi vida. No me importa lo que digan los traidores, hemos cerrado el pasado con gruesas lágrimas de acero. El cielo es nuestro, nuestro el pan de cada día, hemos sembrado y cosechado el trigo y la tierra, y el trigo y la tierra son nuestros, y para siempre nos pertenecen el mar las montañas y los pájaros.
LAS CATEGORIAS ESTETICAS Dr. Waldemar José CERRÓN ROJAS
1. Propiedades de las categorías estéticas Las categorías estéticas permiten representar, expresar y valorar las actitudes estéticas del hombre frente a la realidad, actitudes que son diversas e inagotables, éstas se evidencian en la práctica histórico – social. El acercamiento consciente a las categorías estéticas, permiten el desarrollo y formación de las habilidades estéticas para la valoración estética de los fenómenos del mundo objetivo. Las categorías estéticas ponen de manifiesto ciertas leyes que la mente humana fija como categorías respecto del aparente caos, desorden o casualidades que conforman las actividades humanas, de acciones irrepetibles o multitud de acciones individuales. El conocimiento y acercamiento de los hombres a las categorías estéticas significa diferenciarse, cualificarse de manera consciente de los demás porque a partir de los elementos de la dinámica socio ambiental, se acerca a la realidad mediante redes conformadas por eslabones estéticos con los que podrá mejorar y alcanzar la calidad de vida correspondiente. Son categorías de la estética lo bello, lo elevado, lo trágico y lo cómico, las cuales encuentran su conocimiento más integral por el contenido y por la forma tanto de las actitudes estéticas del hombre ante el mundo como ante los objetos de esta relación estética. Las categorías estéticas se pueden clasificar en tres tipos: 1. Las categorías que se desprenden de las básicas: Lo heroico, lo majestuoso, el gusto, el humor, etc, debido a que lo heroico es un tipo de manifestación de lo elevado y trágico, de igual manera que el humor es de lo cómico… 2. Categorías de carácter estructural. Son las que nos permiten atribuir como hermoso a ciertos objetos o fenómenos por la medida, la simetría y armonía. Nos permiten expresar importantes rasgos de la estructura estética de los fenómenos, en muchos casos; estas categorías son insuficientes para ejercer una valoración estética profunda. 3. Categorías estéticas negativas. Revisten interés porque se manifiestan como la oposición a lo bello y lo elevado. Se encuentran entre ello lo feo y lo bajo. En el devenir histórico la clasificación de las categorías estéticas han ido cambiando, cuanto más penetra el principio estético en la práctica histórico – social, son más las posibilidades de comprender plenamente las actitudes estéticas del hombre en la dinámica socio ambiental productiva.
Las categorías estéticas permiten la sistematización teórica de conceptos estéticos, como premisa esencial para un desarrollo fecundo. Las categorías de lo bello, lo elevado, lo trágico y lo cómico constituyen la base dinámica e imprescindible para el análisis estético científico. Las categorías fundamentan teóricamente la especificidad del arte, la cual hace más profunda la vida espiritual del hombre, quien no está al margen de fenómenos que obligan a una valoración y posición estética. En la actualidad el naturalismo refiere que la estética debe desentrañar los valores de las propiedades naturales, la que adquieren un carácter estético en la práctica social. La concepción sociológica explica el papel determinante de la práctica histórico – social en las relaciones estéticas del hombre con la realidad. 2. Lo bello La estética es la ciencia de la cognición estética de la realidad y, ante todo, la ciencia que trata de las leyes del desarrollo del arte y la teoría de la creación artística. Lo bello es la categoría base y fundamental de esta ciencia, el descubrimiento de la esencia de lo bello permite comprender en su plenitud las leyes generales del arte y la naturaleza de la creación artística.
A. LA ESENCIA DE LO BELLO
Distinguir lo bello en las diversas manifestaciones y esferas de la realidad no es sencillo, nos puede causar un síndrome de belleza la percepción de belleza espiritual de una persona, una postura elegante, las formas del cristal, el movimiento de una hoja , una obra maestra de arte, etc. Atribuir belleza a diversos fenómenos de la realidad es fácil; pero la distinción del porque lo llamamos bello resulta difícil cuando nos planteamos las preguntas ¿Qué es lo bello? ¿En qué radica su esencia? Existen tendencias materialistas e idealista cuando se trata de responder a esta cuestión: El idealismo considera que lo bello es patrimonio exclusivo de la vida espiritual, tiene sus raíces en las profundidades de la conciencia y carece de bases objetivas. Aristóteles consideraba la esencia de lo bello en determinadas propiedades sensoriales concretas de los fenómenos y de la vida misma. Lo bello descansa sobre las categorías de la armonía, proporción, medida y la adecuación a la ley. La belleza estriba en la magn itud y el orden. Un
ser excesivamente pequeño y un ser excesivamente grande no pueden ser bellos. El concepto de medida se promueve al primer plano como criterio del fenómeno estético, ni excesivamente pequeño ni demasiado grande: mesurado. Las formas pri ncipales de lo bello se expresan en el orden, la proporción y la exactitud, ello producto de la conformación guerrera de la Grecia Antigua, democrática y humana por naturaleza. La doctrina de lo bello, según la cual, la belleza radica en la naturaleza del mundo material y se expresa en propiedades objetivas concretas del objeto: proporcionalidad, armonía, medida, simetría, etc., tenía en el fondo carácter materialista. Los idealistas consideraban y consideran lo bello como el ideal representado en formas materiales externas, sólo son bellos aquellos objetos que traslucían más plenamente su sentido genérico, su esencia genérica, sus rasgos genéricos, su concepto, su “idea ” Para el idealismo objetivo lo bello se encarna en la perfección, un hombre es hermoso por sus cualidades genéricas, características y propiedades de la naturaleza humana. Los idealistas hacen de lo bello una categoría netamente subjetiva, a partir de la transferencia de los sentimientos subjetivos del artista proyectados a la realidad, para dar a conocer los verdaderamente suyos. Para los materialistas lo bello es la vida tal como, a nuestro juicio debe ser. Son bellos los fenómenos en que vemos como deben ser según nuestro criterio, el que nos llama a la vida o nos la recuerda. Lo bello tiene existencia objetiva, lo hermoso se hace evidente en la propia vida, son bellos los fenómenos en que descubrimos la plena manifestación de la vida, en que la vida se ha desenvuelto natural y normalmente en las formas perfectas que le son propias. Lo bello es la vida, pero no todo en la vida es bella, lo bello es que es el ideal y el criterio de cómo debe serla, a nuestro juicio condicionado por factores histórico sociales. El ideal estético es el que pone en movimiento la evolución social. Lo bello es la combinación de lo subjetivo y objetivo , su unidad. A zis, 1976. Todo lo morboso, lo caduco, lo opuesto a los conceptos humanos sobre la vida, destruye la belleza; de ahí que lo consideramos feo. Por el contrario es bello todo cuanto corresponde a nuestros conceptos de la vida. En el ámbito social corresponde a lo hermoso todos aquellos fenómenos en los que vemos realizados nuestras representaciones y conceptos. Así, lo bello se nos presenta como siempre como una plasmación real de las ideas avanzadas de nuestro siglo, como una realización perenne de los sueños. La expresión, representación y valoración de lo bello no sólo se manifiesta por la fidelidad en que reproduce la realidad, sino por la explicación de esta realidad y por el juicio que sobre ella se f ormule.
El hombre con perspectivas humanísticas procura hacer bella toda su vida. Su afán de belleza no es pasajero y si bien es cierto, alguna de sus actividades ingresara en lo feo, éstas sólo expresarían lo negativo de la vida, por lo que necesariamente se reclamaría la obligación de lo bello. El hombre a diferencia de los animales, tiene en cuenta el objeto que va asimilar. Sabe producir cualquier objeto en el sentido de la medida que le es inherente o sabe amoldarse a las posibilida des y propiedades objetivas del objeto y forma materia de acuerdo con las leyes de la belleza. A zis, 179 Cuanto más complejo y trascendental es un fenómeno de la vida, tanto mayor belleza contiene. Cuánto más se eleva el hombre en su inspirado trabajo de creación, tanto mayor espacio ocupan en su actividad las leyes de la belleza. Y cuanto más perfecto es el resultado de su labor, tanto más bello es éste. Representa lo bello para el hombre: El curso de la vida social, el carácter del género de la vida del hombre, las condiciones históricas, la estructura de la clase de la sociedad, las tradiciones nacionales , etc. Los principios análogos de la belleza que se dan en las sociedades separadas por el tiempo y la distancia son fruto análogo de las condiciones de vida. Los griegos consideraban bello a la armonía , en la Edad Media lo principal era lo elevado, luego lo bello, por eso es que lo monjes utilizan el mismo hábito para ocultar o disimular las formas del cuerpo humano, la renuncia al goce de la vida flore ciente, la proclamación de lo divino, lo ultraterreno y extra humano fue considerado como bello. El Renacimiento plantea que la verdadera belleza estaba en la realidad , en la condición del hombre, en lo terreno. “Soy hombre y nada humano me es extraño”, “lo que es de dioses de dioses y lo que es de hombres de hombres” El clasicismo redujo a lo bello a la naturaleza cortada , ejm. un jardín, un parque, lo demás estaba considerado en el ámbito de lo feo. Al introducir las categorías de lo alto y lo bajo, la estética realista abandonó las creencias de que lo bello es el objeto representado sin considerar sus diversos vínculos y relaciones en la vida . Lo bello es la expresión plena de la existencia, tomada en su perenne movimiento hacia el progreso social. La belleza tiene un carácter objetivo porque está en dependencia de la dinámica socio ambiental productiva, así las metáforas no están lejos de la comparación del pensamiento humano con fenómenos de la naturaleza representados de manera estética. Para que el hombre sepa captar la belleza, deleitarse con ella y crearla ha de poseer sentimientos estéticos desarrollados, que se lograrán a partir de la práctica estética mediante el análisis de los productos artísticos aplicando las categorías de la estética . Lo bello surge y se desarrolla sobre la base de la significación práctica. El valor de las obras es inseparable de su importancia utilitaria, porque al unificar
sentimientos, voluntad y pensamiento , ejerce influencia extraordinaria en la formación de los sentim ientos sociales y en la aspiración a un ideal social . Lo bello transfiere a los hombres fuerzas vitales , afirma su voluntad de vivir, acrecienta su actividad, llena su alma de energía, de sentimientos nobles, de ímpetus para la acción, ligada a fines polí ticos y de principios morales. La estética es inseparable de la política, también lo es el sentimiento estético respecto de las ideas políticas, filosóficas y morales. Lo bello es inseparable de la moral y la hermosura del bien. Lo estético y lo ético se hallan indisolublemente entrelazados. Necesario mencionar es que existen fenómenos naturales no susceptibles de valoración moral. La renuncia a lo ético destruye lo estético. Lo bello ingresa a todas las esferas y actividades humanas cuando se ha conseguido la libertad.
LO BELLO EN EL ARTE En la vida existen fenómenos bellos y feos, pero en el arte todo es belleza, porque de manera consciente el artista representa la fealdad como la hermosura, a unque sean conceptos disímiles; así mismo lo elevado y lo bajo, lo trágico y lo cómico. No se podrían distinguir la belleza, la heroicidad, lo elevado de los personajes sin la presencia de los personajes con actitudes feas, bajas, trágicas y cómico. Es el artista quien combina y entrelaza encuentros con estos pe rsonajes y la vívida valoración de los receptores dará ocasionan al significado de lo bello en el producto artístico de acuerdo al ideal estético del autor. El producto artístico se torna bello en virtud del ideal estético del artista expresado en ella, a través de una expresión de representaciones y conceptos artísticos acerca de lo bello para transmitir y proyectar un ideal estético humanizante. El artista en el producto artístico evidencia no el fenómeno hermoso o feo, sino la valoración estética de los fenómenos desde su concepción ideológica, sus ideales para ratificarlos. Son considerados bellos los productos artísticos verídicos, como refiriera William Shakespeare: Lo bello es cien veces más bello. A ureolado por la preciada verdad . La belleza en el arte adquiere dos sentidos: El que expresa la reproducción de lo que es bello en la vida y por otro lado, la belleza inherente al arte mismo, cuando el artista produce poniendo de manifiesto la vida de los fenómenos representados y domina el material según las leyes de la armonía, el contenido y la forma. El arte es una concepción de lo bello en el mundo real, proyecta acciones en lo hombres, forma en los hombres la facultad de reconocer la belleza de la propia vida, ahondar en sus más diversos fenómenos y deleitarse con los mismos. La belleza del arte y de la realidad tienen propiedades diferentes, la realidad no complementa la belleza del arte, lo mismo que el arte no pue de suplantar o complementar a la realidad; pero con la hermosura artística afirmamos la de la realidad y la representación y expresión de lo bello de el arte no inclina necesariamente a valorar ideológicamente y estéticamente la belleza. El arte es bello y rebela lo bello de la vida; es más, expresa bellamente (estéticamente) cualquier fenómeno de la realidad, incluso aquellos que no se podrían considerarlos como hermosos. No sólo refleja le belleza, sino la crea. Pro no toda representación o producto artístico puede ser catalogado como bello; una
cosa es representar un fenómeno y otra representar bellamente un fenómeno. En conclusión lo bello en el arte se encuentra en el inspirado ideal estético del artista que mediante el producto artístico proyecta actitudes humanas verídicas y profundas frente a la realidad.
LO TRÁGICO Y LO CÓMICO Son categorías que representan la valoración estética de los fenómenos esenciales de la realidad. Existen y se manifiestan únicamente en la realidad social, las cuales se tiñen tonalidades trágicas o cómicas según el contenido social.
con
La unidad de lo estético y ético se manifiestan con particular relieve en las tragedias y las comedias. Pero los acontecimientos, los caracteres y los conflictos trágicos y cómicos encuentran en el arte su comprensión más plena y su más brillante plasmación. En las producciones artísticas, en la vida patente, concreta y sensorial de los caracteres individuales y de los acontecimientos donde se revela, con extraordinaria profundidad, la esencia de lo trágico y lo cómico. Lo trágico y lo cómico son categorías que permiten la valoración estética de los fenómenos trágicos y cómicos de la vida, criterios y principios de la plasmación artística de dichos fenómenos. Las colisiones trágicas y los lances risibles, los caracteres trágicos y los cómicos, encuentran expresión en c asi todos los géneros. Lo trágico y lo cómico son categorías que se distancian y al parecer se excluyen mutuamente: La noción más elemental de estética asocia el dolor y el sufrimiento con lo trágico y la alegría y la risa con lo cómico. En el arte, lo trágico guarda relación con los impulsos más sublimes del alma y está cargada de ideas filosóficas, mientras que lo cómico, por el contrario, aparece vinculado a lo “cotidiano”, a la vida diaria, a “los géneros chicos” Lo trágico y lo cómico, el dolor y la alegría, la risa y el sufrimiento, “lo alto” y “lo bajo” están juntos y se desarrollan juntos en la vida. Por opuestos que sean lo trágico y lo cómico, están unidos entre sí con fenómenos estéticos, porque llevan consigo contenidos de importancia social.
Lo trágico en la vida puede tornarse cómico, de la misma manera lo cómico puede tornarse trágico, por la complejidad de la vida, raramente se encuentra lo uno y lo otro en estado puro. Lo más frecuente es que se complementen y estén representados en determinadas combinaciones: un fenómeno profundamente trágico contiene una faceta cómica y lo cómico suele llevar el sello de lo trágico, es necesario equilibrar las fuerzas de la risa así como el de las lágrimas. Lo trágico y lo cómico encuentran una alianz a común en el estado anormal de las cosas y de las cuales se pretende salir de esa situación. LA diferencia entre lo cómico y lo trágico se encuentra en que lo trágico está vinculado con situaciones externas, ajenos a la voluntad del hombre; mientras que la comedia
pone en ridículo precisamente los afanes del hombre por evitar apuros creados y mantenidos por su propia insensatez. Entonces lo trágico está enmarcado en las limitaciones históricas del hombre; mientras que lo cómico en la inmensidad de las aspiraciones. Para tratar fenómenos de la vida profundamente trágicos, el arte emplea con creciente frecuencia los procedimientos y los matices de la comedia y en la reproducción de lo cómico muestra el sello auténtico del dramatismo. Lo trágico y lo cómico llevan consigo la necesidad de discriminar las situaciones objetivas y subjetivas. Lo trágico y lo cómico dan muestras de su existencia en la vida real, a partir de diversos conflictos. La interpretación y valoración que de ella se desprende es subjetiva, pues lo que es trágico para unos, será cómico para otros. La aprehensión estética del mundo abarca el descubrimiento, por el arte, de la naturaleza de lo trágico y de lo cómico, de la esencia de las colisiones trágicas y de situaciones cómicas, de los carac teres propios de la tragedia y la comedia. Las categorías de lo trágico y lo cómico desentrañan la naturaleza de diversos fenómenos de la vida y el arte y reflejan disímiles facetas de la riqueza estética del mundo.
LO TRAGICO No se debe reducir la naturaleza de lo trágico a su simple identificación con la desgracia humana. En lo trágico se revelan las principales colisiones y los más profundos conflictos de la vida de la sociedad. Aristóteles: Conviene entender estas palabras en el sentido de que la misión de la tragedia no consiste en representar la vida particular de ciertos hombres, tomada al margen de los problemas radicales de su tiempo, sino en reproducir las colisiones trágicas reales, los conflictos de gran sentido social. Son frecuentas las historias de amores frustrados en la juventud, sin embargo ellos no alcanzan el rango de tragedia auténtica porque están desvinculadas de los conflictos sociales de sus épocas. En el arte de la tragedia están representados de manera generalizada, sumamente concentrados y en gran tensión, los rasgos esenciales de toda una época, las leyes de la existencia de grandes grupos sociales y hasta de sociedades enteras. La misión de la tragedia es representar el destino del hombre. El destino de un hombre expresa el de un pueblo. El pueblo es inmortal, y lo es también el arte que plasma sus destinos. La tragedia es un arte auténticamente filosófico, de profunda dimensión, rico en meditaciones sobre la esencia del ser, sobre el sentido de la vida y sobre la alta mis ión del hombre. Lo trágico tiene leyes generales que en su expresión específica, actúan en todas las épocas.
Recordemos la tragedia de Esquilo, Prometeo encadenado, quien sublevándose a los dioses resiste la muerte con la finalidad de lograr la felicidad del género humano, ello fue una herida trágica y mortal para los dioses. Marx refería la ignorancia constituye una fuerza demoniaca y tememos que origine
muchas tragedias todavía. El conflicto trágico no puede solucionarse mediante la conciliación del hom bre con las circunstancias que le son hostiles, a menos que se traicione así mismo. Si bien es cierto no se pueden vencer las situaciones adversas, tampoco hay que dejar de combatirlas, el sufrimiento se hace tan inevitable como la muerte del héroe de la t ragedia. La naturaleza de lo trágico no estriba en que los caracteres trágicos obedecen a las circunstancias de la vida, sino a partir del momento de la división de clases sociales, las profundas contradicciones entre ellas constituyen el principal origen de los conflictos trágicos. Lo trágico está vinculado al desarrollo progresivo de la sociedad, a los dolores y penalidades en que nace una sociedad nueva, a la muerte de hombres y a fenómenos que afirman que el triunfo de los principios dignos de llamarse vida. La naturaleza de lo trágico está determinada en el sentido clasista y en el histórico. El historicismo en la valoración constituye la clave para comprenderlos diversos tipos de tragedia en el arte.
Un error histórico-universal fatalmente determinado por circunstancias históricas objetivas, en el que se refleja un grado de desarrollo de la conciencia social históricamente indispensables es trágico.
Constituye un rasgo substancial de cualquier tragedia auténtica el que en ella se dé un elemento que sea una afirmación de la vida, no la pesimista y desesperada. La tragedia puede representar condiciones de vida inhumanas, pero siempre canta y afirma la vida, no la muerte. El personaje trágico es siempre activo; su elemento es la lucha, como sentenciaría Goethe: “Sólo son dignos de vida y libertad, Quienes luchan por ellas, cada día…. El arte modernista representa calamidades y no tragedias. La acumulación de horrores se parece a la tragedia como el aborto al parto. Intencionalmente tratan de bor rar el género trágico porque este lleva consigo la crisis de la vida, la carencia de ideales, con la intención de que el receptor abandone la tragedia y proyecte acciones dignas para la humanidad. Antón Chejóv: “…en la vida la gente no se dispara un tiro a cada momento, ni se ahorca, ni hace una declaración de amor… La gente almuerza, y mientras almuerza se labra su felicidad o se destroza su vida.” La tragedia libera de vicios al espectador, limpia su alma de bajas pasiones y le familiariza con la elevada estructura de los sentimientos. Es un poderosísimo instrumento del arte, capaz de “infiltrarse” en el mundo espiritual del hombre con fuerza suficiente para expulsar de él, todo lo ruin y aportar la salud anímica y moral a su alma. Sufriendo y padeciendo el espectador se purifica, se eleva el estado anímico de la su propia vida. La purificación de semejantes afecciones equivale al tratamiento del alma humana con la pujante fuerza del arte. Es necesario representar o expresar sufrimientos humanos, sucesos sangrientos y siniestros, calamidades y muertes. Pero la misión de la tragedia no es estetizar el dolor humano, sino exaltar el triunfo inevitable de los principios nobles, de las fuerzas progresivas de la sociedad. La muerte de los personajes es considera da tragedia sólo cuando lleva consigo un contenido social y responde a los rasgos sustanciales de un ideal.
No puede considerarse trágica una muerte casual, que nada dice ni expresa, ni guarda relación con el contenido esencial de la vida y el desarrollo de aquellas colisiones en que se haya inserto el protagonista. En lo trágico se manifiesta siempre lo casual y lo necesario. La tragedia que fue provocada por la tratar de conseguir el desarrollo humano es la más elevada, es la encarnación de lo trágico como lo heroico y humanístico, la que se manifiesta en el nuevo tipo de la vida. Y, por grande que sea la diversidad de los objetos de la tragedia, su interpretación artística comporta un principio común: mantener la fe en el triunfo de las fuerzas nobles, afirmar una posición optimista del mundo, donde la inmortalidad se afirma por medio de la muerte del héroe: pese a la derrota del combatiente, se afirma el ideal social. Luchar y perder es sólo quedar herido; el no luchar significa estar muerto. La tragedia inculca al hombre a partir de los sufrimientos y calamidades de todo tipo, inculcarle valor y heroísmo, fuerza de carácter y estoicismo espiritual, reafirmar que el ideal humano social tiene sentido en la vida.
LO CÓMICO La risa en un asunto serio. Lleva consigo un valor ideológico y estético.
La comicidad ocupa un lugar tan notable como la tragedia en el arte, pues permite la expresión de procesos sociales, momentos cruciales de la historia y profundas contradicciones de la vida, tan importantes como con lo trágico. La risa constituye un elemento temible. Lo es hasta para quienes se tienen por omnipotentes, pues el ridículo mata. La risa tiene poder. Es necesario no solamente expresar los antihumano y brutal del enemigo sino también sus aspectos irrisorios a fin de ponerlos en ridículo, porque el enemigo es incapaz de privarnos del humor. Se hace necesario azotar todo lo que merecía burla, tanto en la sociedad como en la vida de los demás países. La risa expresa un estado radiante, elevado y jovial, no sólo es acusación sino también fuente inextinguible de optimismo, afirmación de la vida. Cuando M. Eastaman expuso a B. Shaw su intención de escribir un libro acerca del humor, oyó la siguiente respuesta: No hay síntoma tan peligroso para quien escribe como la tentación de escribir sobre el ingenio y el humor. Esta tentación indica que él carece totalmente del uno y lo otro. Lo cómico tiene propiedades objetivas que se manifiestan en la realidad, las cuales se manifiestan como cómicas. En los principales objetos de lo cómico se encuentran los fenómenos de la vida caducos o en vía de la caducidad, La risa representa escribía Herzen, uno de los instrumentos más eficaces contra todo lo que, habiendo caducado, se sostiene todavía Dios sabe cómo, en la forma de una orgullosa ruina, impidiendo el crecimiento de una vida lozana y atemorizada a los débiles. La comicidad se basa siempre en la contradicción existente entre la forma pretensiosa, pseudominante y “trascendental” y el contenido huero, vano y caduco de un fenómeno.
El elemento cómico no es lo sencillamente burdo, sino lo burdo con pretensiones de lo sublime; no es lo simplemente viejo, sino lo viejo disfrazado de joven; no es lo simple caduco, sino lo caduco con ínfulas de moderno, no es lo simplemente insignificante si no lo insignificante que se da tono de vislumbrar. Gogol incitaba a reírse no de una nariz torcida sino de un alma torcida. La imperfección física o la simple fealdad no pueden ser objeto de burla entre hombres moralmente sanos. La comedia, la sátira y la risa constituyen un instrumento de lucha contra las deformidades sociales. La última fase de una forma histórica universal es su comedia, nada resiste el asalto de la risa. El arte de la comedia siempre está en campaña, siempre está combatiendo. Lo cómico es una categoría axiológica, es un principio determinado de generalización artística de los fenómenos de la vida. La risa adquiere un fenómeno estético tan sólo cuando tiene matiz social. Lo risible es cómico únicamente cuando, como en todo fenómeno estético, a través de la forma externa se expresa el sentido, la naturaleza interna de un fenómeno, la cual se valora desde las posiciones de un ideal estético determinado. La base de lo cómico radica en la naturaleza objetiva de las cosas. En la risa misma aparece no sólo el objeto de la ridiculización sino también el carácter de quien se ríe. Goethe observó el carácter de un hombre no se revela en nada con tanta fuerza como en lo que encuentra risible. En la percepción y en la reproducción de lo cómico siempre se manifiesta el ideal estético que posee carácter social y está relacionado con la concepción que el hombre tiene del mundo. El origen de lo cómico no es la estetización de las deformidades de la vida, sino la lucha contra tales deformidades. Chaplin utiliza con profusión el picante aderezo cómico para mofarse sin piedad del “gran” dictador, de su rival Italiano de sus ministros de uno y de otro. Sin embargo en ningún momento el espectador abandona la sensación trágica del terrible peligro que se cierne sobre el mundo. La sátira contiene un principio positivo, un ideal positivo en nombre del cual se ejerce la crítica; y ello equivale a decir que la ridiculización de lo caduco y la afirmación de lo nuevo en el arte cómico son dos aspectos de un todo indivisible. La peculiaridad distintiva de la comedia estriba en la que más de las veces afirma el ideal estético no mediante la exhibición directa de los nuevos fenómenos de la vida o mediante la revelación directa del contenido positivo de dichos fenómenos, sino por la vía indirecta, ridiculizando todo cuanto se contrapone al ideal o le impide consolidarse. Esta es una de las particularidades esenciales de lo cómico en general. Sólo un escritor vulgar considerar al lector incapaz de pensar por su cuenta. Belinski consideraba que el arte de hacer reír es más difícil que el de hacer emocionar, resulta difícil descubrir lo risible en el propio objeto que ha de ridiculizarse. Un secreto del arte reír es que cuanto más se esfuerza el artista por hacer risible su creación, tanto menor es el efecto cómico en el espectador. Lo ridículo aparece parece tanto más risible cuanto mayor es la seriedad con que se transmite. No hacer reír sino hacer descubrir los aspectos risibles de los fenómenos. Lo ridículo se exterioriza de por si en la seriedad con que representa su papel cada uno de los personajes de la comedia.
Es de suma importancia encontrar el límite de lo cómico en cada fenómeno y, en consonancia con ello, determinar los medios de lo risible. A zis. Cuando los actores cómicos más eminentes dan a sus imágenes aire de comedia, hacen que el espectador ría o llore, se alegre o medite, no sólo porque penetran profundamente en el furo interno de la imagen, sino porque desenvolviéndose libremente en el elemento cómico se compenetran con su naturaleza y sus leyes. Los procedimientos para lo cómico son ilimitados preponderantes son el humor y la sátira.
y diversos; pero sus medios y géneros
más
EL HUMOR Es la manifestación más general de lo cómico quien hace presencia y desarrollo en la sátira, parodia, ironía, farsa, caricatura. Es una categoría universal humana y artística, el sentido del humor constituye una cualidad inalienable del artista. Sin humor no hay arte. El humor es producto de interrelación de lo cómico (ridículo, divertido, jocoso, absurdo, insensato, irracional, intrascendente, etc) con lo serio, con lo emotivo, lo emotivo, lo importante, lo racional, etc. Ante la desgracia humana, hay sólo dos caminos: el llorar o el reír teniendo como el punto medio al humor. La percepción de las obras humorísticas produce contradicción entre los sentimientos: burla y compasión, jocosidad y pena, optimismo y pesimismo, conjugándose la mofa, el respeto y la tristeza. Gogol: Un risa visible a través de unas lágrima invisibles para el mundo. Una sonrisa detrás de cada lágrima por la alegría de haber dejado a la tristeza El humorista considera necesaria las ansias de conocer la vida, en la habilidad de percibir la compleja dialéctica de aquellas propiedades y facetas de la realidad, cuya unión contradictoria caracteriza la obra humorística, caracterizada por una actitud moral de presencia y desarrollo progresista en la dinámica social, ambiental y productiva. Las preferencias humorísticas están determinadas por la grandeza y el valor de lo elevado, de lo generoso, de lo moral, específicamente por quienes están animados y apasionados por su amor hacia él. Los que no practican el humor, es por que adolecen de defectos éticos. El humor permite a los hombres de esta tierra soportar con más facilidad los cambios de la vida; es un instrumento cuyos indicadores están constituidos por la determinación acerca de lo qué nos reímos y cómo nos reímos. El privilegio más elevado del hombre es contar con una mente alegre, burlona y bondadosa, mediante la risa se puede educar sutilmente inteligencia emocional del hombre. La carencia del sentido del humor evidencia expresiones de pobreza espiritual, que nos impediría pensar en la prolongación de nuestros méritos a partir de nuestros defectos y alegrarnos de que todo lo humano nos corresponde en virtudes y defectos. El humor esconde la seriedad tras la broma. LA IRONÍA Es la burla enmascarada por la seriedad, puede manifestarse de manera inocente, pícara y hasta triste que se puede dirigir hacia otros y con uno mismo. EL SARCASMO
Es la mofa con carácter ponzoñoso y malévolo, contiene una crítica demoledora en forma de exagerado
elogio, requiere exagerar, destacar, hipertrofiar ciertos rasgos, recurriendo a lo grotesco, a la caricatura tajante, exageración ostensible. LA SÁTIRA
La sátira por su naturaleza es más la forma más hiriente de la crítica, cruel y temible, implacable que se transforma en denuncia airada que representa la realidad en diferentes géneros y especies. La sátira sustenta sus bases y direcciones ideológicas en los hechos que se presentan en la como algo real y existente, en la medida que revelan la esencia y los caracteres de prototipos que encarnan los personajes.
La risa permite como instrumento didáctico distinguir elementos ambiguos que podríamos considerarlos como errores en los estudiantes, errores que adquieren la categoría de mentira, la cual debe ser condenada y rechazada. La sátira es necesaria porque existen elementos dignos de ridiculización satírica; lo es, además, por el carácter de las fuerzas sociales que combaten el mal. La sátira es un género difícil, los prototipos se reconocen a sí mismo en las imágenes artísticas en las imágenes satíricas, se enojan y en la mayor parte ofrecen resistencias. La sátira requiere claridad ideológica en el objetivo y precisión en el golpe, como arma de doble filo debe emplearse con suma precaución pues por su naturaleza es veneno y medicina a la vez.