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GOTZONE SAGARDUI

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MARÍA SILVESTRE

MARÍA SILVESTRE

SOLIDARIDAD Y COLABORACIÓN

CONSEJERA DE SALUD

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Elvirus Covid-19, que irrumpió en nuestras vidas hace un año, ha alterado de forma profunda nuestros usos sociales durante este tiempo y nos ha sumido en una sucesión de ilusiones y desilusiones a medida que las diferentes olas van impactando contra nuestras vidas. Estamos todavía inmersos en esa dinámica pero eso no nos impide contemplar esta realidad con distancia y llegar a algunas conclusiones importantes: la pandemia se ha cobrado vidas, proyectos, negocios y empleos, y seguirá afectándonos durante un tiempo, pero me atrevo a decir, que hemos ganado la batalla. Tras unos primeros meses muy duros, hemos conseguido convivir con el virus en el ámbito laboral, económico, educativo, en el transporte público, en el sanitario… allí donde conseguimos mantener la tensión y las medidas de prevención con rigor. No lo hemos conseguido en igual medida allí donde descansamos, donde nos relajamos, en las actividades de ocio, en casa. En un año, hemos conseguido desnudar al virus y fabricar vacunas para combatirlo. En un año tenemos en torno al 10% de la población vasca con, al menos, una dosis de las tres vacunas que ya han llegado al mercado. En un año hemos protegido a nuestras personas más vulnerables. Y todo esto ha sido posible porque nuestro entramado público y privado, las instituciones, las empresas, las organizaciones sociales de todo tipo y naturaleza han demostrado una enorme capacidad de trabajo, adaptación y colaboración. En el eterno debate sobre lo público y lo privado siempre nos hemos decantado por la colaboración, por el valor añadido que aporta cada uno de los sectores y creo que esta pandemia nos ha dado la razón; por eso debemos mostrar nuestro agradecimiento a todas esas entidades privadas, con o sin ánimo de lucro, que han colaborado estrechamente entre sí y con el sector público para doblegar este virus. Y la colaboración está estrechamente ligada a la visión del interés mutuo, pero también al principio de solidaridad porque junto a “Covid-19”, “mascarilla”, “PCR” y “vacuna”, probablemente una de las palabras que más estamos usando mientras sufrimos esta pandemia, es SOLIDARIDAD. Pocas veces en nuestra era ha sido tan determinante la importancia de cuidarse

cada persona, una misma, para cuidar a las demás. El lema del departamento de Salud del Gobierno Vasco así lo expresa: TU VACUNA ME PROTEGE. Por ello también se abren otros debates especialmente en el ámbito sanitario: ¿los servicios públicos por ser públicos son solidarios? los servicios privados no son solidarios? ¿Colaborar unos y otros no es solidario? Nada es absoluto. Ni por ser público se es solidario ni por ser privado se es solidario. Se es solidario cuando se piensa en el prójimo tanto como en uno mismo. Dicho esto, me parece oportuno destacar mi preferencia por la existencia de un modelo público y otro privado en lo que se conoce como “sistema mixto de gestión”. Ahora bien, ¿la Administración Pública además de controlar que se haga bien el trabajo que se ha encomendado a la Entidad Privada correspondiente, debe hacer algo más? De igual modo ¿se debe exigir algo más a la empresa adjudicataria de un servicio? ¿Cuál debe ser la relación entre ambos sistemas? ESTA CLARO: la complementariedad y el trabajo en equipo. En Euskadi tenemos un sistema de salud público sólido y robusto que pretende la atención universal a toda la ciudadanía con excelencia, pero también tenemos un sistema sanitario privado consolidado y de calidad. Dos pilares sólidos que deben ser utilizados en beneficio de lo que nos une: preservar la salud de toda la ciudadanía de Euskadi. Si en Euskadi siempre hemos apostado por un sistema de salud en el que la colaboración público-privada tenga su espacio, especialmente en momentos de urgencia como los que vivimos, se evidencia que no sólo es necesario sino que además debe tener los mimbres preparados ayuda a construir este cesto. Ambas, sanidad pública y sanidad privada, son los agentes capaces de transformar la situación que vivimos. Y además, tenemos otro gran pilar llamado Tercer Sector Social, la Iniciativa Privada sin Ánimo de Lucro. Esta se caracteriza además de por la ausencia de ánimo de lucro, por la presencia del Voluntariado, un ejemplo claro de solidaridad y una riqueza social. Hago este excurso por el Tercer Sector por dos razones: • Poner en valor la importancia cualitativa que puede llegar a tener este sector. • La Ley de Servicios Sociales da un valor preeminente a este Tercer Sector Social. Pensar o decir que la DYA o Cáritas Diocesana, son entidades privadas al mismo nivel que BMW o El Corte Inglés,... etc. produce un cierto sonrojo que hay que cuidar al máximo. En efecto, cuando hablamos de Cáritas Diocesana o FEAPS, estamos hablando de entidades que pertenecen al Tercer Sector, al sector No Lucrativo, frente al segundo sector, el sector Lucrativo. En uno y otro caso, la adjudicación de un servicio debe ser un reconocimiento de la capacidad de cambio o transformación social. En ese sentido, la relación entre la Administración y cualquier sector de actividad tiene que estar basada en un diálogo colaborativo en el que, si bien la Administración Pública debe señalar el fin y el camino que se ha de recorrer, la Entidad Privada debe obedecer a la Administración, pero dando los pasos necesarios para convertirse en un agente social. Esto es particularmente significativo en el caso de la Pandemia, donde toda la sociedad enmarcada en cualquiera de los tres sectores, en un diálogo colaborativo con la Administración Pública, debe encaminarse en esa dirección. Una muestra de ello ha sido la colaboración entre Osakidetza y las prestadoras privadas de servicios sanitarios en Euskadi desde el primer momento hasta hoy: COLABORACIÓN Y COOPERACIÓN en busca de un único objetivo: preservar la salud de toda la ciudadanía vasca. Por tanto, nuestra apuesta clara por un modelo mixto de gestión donde se dé un respeto hacia “el otro” y se juzguen con conocimiento y conciencia sus actuaciones. Y todo ello, vuelvo a recalcar, dentro de un esquema de diálogo colaborativo.

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