Revista de la Hermandad de San Sebastian 2020

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SAN SEBASTIAN

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Revista Oficial de la Hermandad de San Sebastián de Alcázar de San Juan Año 4. Número 4. 26 de Enero de 2020

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Sumario Página 3: Sumario Página 4: Saluda del Consiliario Página 5: Saluda de la Alcaldesa Página 6: Saluda del Presidente Página 7: Programa de cultos y actos.

Página 8: Breve biografía de San Sebastián. Jesús Leal Molina.

Página 9: Mi San Sebastián. Jesús Guillermo Pozo Página 10: San Sebastián: el vínculo emocional de mi familia. Pedro Cañas Borox.

Página 12: Recuerdos de San Sebastián. Maria del Carmen Ramos Borox.

Página 13: Estrofas del Santo Bastián. Jesús Leal Molina.

Página 14: Un pequeño repaso a nuestra historia más reciente (II Parte) Esta publicación no se hace responsable del material publicitario enviado por el cliente. Asimismo, no se solidariza necesariamente con aquellos artículos ajenos a la dirección. Queda terminantemente prohibida la reproducción total o parcial de fotografías, ilustraciones y textos publicados en este número sin previa autorización escrita.

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Saluda del Consiliario Una vez más me congratulo con los hermanos y hermanas de San Sebastián, con nuestra Parroquia y con nuestro pueblo de Alcázar, ya que es una fiesta de todos los alcazareños.

Siempre me gusta echar una doble mirada: desde lo festivo y popular por un lado y desde la fe y lo religioso por otro. Desde lo primero, me da mucha alegría ver a la gente con ganas de fiesta y, sobre todo, de compartir. Es una fiesta en que se abre la casa para compartir las tortas en sartén y lo que haga falta con familiares y vecinos. Una vez apagadas las luces de la Navidad, se encienden las del Santo y ya estamos ahí compartiendo de nuevo nuestra alegría. Siempre las esperamos con ganas, estamos deseando que lleguen. Y nos impacientamos por comprobar que los días son más largos y mejores que unas semanas antes. La luz se va abriendo paso, el día va venciendo a la noche.

Los preparativos de la fiesta unen mucho a los hermanos de la Junta Directiva y colaboradores. Hay que decidir la rifa y vender las papeletas, limpiar la Ermita, preparar la carroza, ir a por los sarmientos, organizar los cultos, la procesión, la hoguera… Son muchas las “puntadas” que hay que dar y que implican a muchos, sobre todo jóvenes que continuarán con la tradición. Quizá por eso la disfrutamos tanto.

Desde el punto de vista religioso también se trata de una fiesta de gloria, la procesión es de gloria, sin penitentes. Celebramos la alegría de nuestra salvación, la alegría de los mártires que apreciaron su fe más que la vida, la morada definitiva más que la pasajera, fueron fieles a su fe y a su conciencia y no se sometieron al dictado de sus verdugos, no cedieron a la ley de los dictadores que no soportan a Dios porque se erigen ellos en “dioses”. Triunfaron sobre los poderosos sin empuñar un arma, su sangre vertida fue semilla de nuevos cristianos y a su amparo crecieron nuevas comunidades que vivieron y contagiaron la alegría de la fe, la alegría de la salvación. Murieron perdonando, como Jesús, porque Dios era el tesoro de sus vidas, el auténtico tesoro que anidaba en su corazón.

Su perseverancia y su generosidad es un ejemplo para nosotros, cristianos cómodos que faltamos a nuestras citas con Jesús porque estamos cansados, porque tenemos fútbol, porque nos levantamos más tarde, porque no nos apetece… Su entrega nos ha de motivar para vivir una fe más activa, más profunda, más comprometida; para darle a Jesús nuestro sí en serio, para vivir el Evangelio y ser buena noticia para los demás, para acoger a los rechazados, para levantar a los caídos, para incluir a los excluidos, para ser cemento que une y no zarzas que separan.

Queridos hermanos y hermanas: Que el testimonio de San Sebastián y de todos los mártires nos impliquen más en la vivencia de nuestra fe y en nuestro compromiso de seguir a Cristo amando a nuestros semejantes, sean de la condición que sean, como Cristo nos amó a nosotros y a todos los hombres y mujeres del mundo. Ángel Luis Montalvo del Amo, O.SS.T. Consiliario de la Hermandad.

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Saluda de la Alcaldesa Comienza el año y tan sólo hace unos días que hemos guardado árbol y belén, nos hemos quitado la máscara carnavalera y hecho el propósito de neutralizar los excesos gastronómicos de las fiestas navideñas… cuando llegan los Santos Viejos y San Sebastián para recordarnos que debemos aplazar esas buenas intenciones unos días más; porque no podemos saltar enero sin comernos una torta en sartén con chocolate o asar unas tiras de panceta y unos choricillos en la hoguera, típicas en esta fiesta. ¡No seré yo quien lleve la contraria a este tradicional mandato!

En Alcázar no paramos. Siempre tenemos actividad. Combinamos a la perfección las fiestas tradicionales con la gastronomía, la cultura cervantina, nuestro patrimonio, los eventos culturales, deportivos… Es algo que, de algún modo, siempre hemos hecho de forma natural alcazareñas y alcazareños, pero que sólo en los últimos años se ha puesto en valor como singularidad y atractivo turístico.

Y es que si algo nos caracteriza es nuestro espíritu acogedor; especialmente en fiestas tan populares como San Sebastián –en las que siempre hace buen tiempo- que se viven en la calle, disfrutando de la charla con vecinas y vecinos, de la subida del santo engalanado y precedido por caballos, de las hogueras… Algo que a quienes vivimos en esta ciudad nos resulta habitual, conocido, pero que sorprende gratamente a quienes nos visitan, que cada día son más.

Es un gusto ver las fotos de la procesión porque se ve la cantidad de gente que sale a la calle. Todo el pueblo disfruta de esta fiesta tan nuestra, pero también muchos vecinos y vecinas de la comarca. Una imagen que hemos conseguido se repita en numerosas ocasiones a lo largo del año. Y es que la participación se ha convertido en la tónica en Alcázar, una ciudad que cada vez es más activa y dinámica gracias a colectivos y asociaciones como vuestra hermandad, que apostáis como nosotros por mantener y potenciar nuestras señas de identidad, por lo que os doy las gracias.

Nuestra ciudad se encuentra en muy buen momento para seguir creciendo y compartiendo la alegría de momentos y festividades que, como San Sebastián, movilizan nuestro espíritu popular y son un perfecto termómetro para medir el estado de ánimo de nuestra gente y la buena salud de Alcázar.

Espero que las fiestas de 2020 vuelvan de nuevo a sacarnos a la calle para compartir la alegría con la que se inicia la nueva década.

Rosa Melchor Quiralte Alcaldesa de Alcázar de San Juan

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Saluda del Presidente

Estamos de nuevo en el mes Enero, y un año mas me dirijo a vosotros hermanos/as, y vecinos de Alcázar para presentaros e invitaros a participar de unas nuevas fiestas, en honor a nuestro querido Santo y Mártir San Sebastián.

Así como los cristianos nos regocijamos con la celebración del nacimiento de Cristo hace nada, en unos días estaremos con una nueva celebración de este Santo Mártir Apolo del cristianismo. Por su ejemplo de fe y perseverancia, hemos aprendido, adquirido y conservado a largo de la historia estas fiestas tan arraigadas en nuestra ciudad y el barrio que recoge su nombre. Estamos en este mes que celebramos los santos viejos de principios de año, y si nos paramos a pensar cómo se celebran, a casi todos los une las hogueras y el fuego, un símbolo de divinidad que purifica, que está ligado a esas creencias que pueden unir lo religioso con lo popular, lo sagrado con lo ancestral, siendo un punto de unión entre nuestra vida y la fe que profesamos en este caso a nuestro Santo.

Por eso desde la Junta de la hermandad, os animamos a participar en estas fiestas, en especial a los más jóvenes porque vosotros sois las semillas de la futura siembra que recogeréis con el testigo de la herencia, al igual que en su día ya lo hicieron los que fueron semilla y hoy son siembra.

Os invitamos a celebrar estas fiestas con las señas de identidad y tradiciones que hemos ido adquiriendo, y que las explosiones de los cohetes y fuegos artificiales causen en nuestras vidas la alegría y el júbilo de vivir más unidos y hermanados, y que el fuego limpie y purifique todo el mal que nos rodea.

Un abrazo para todos y ¡viva San Sebastián! ¡viva el Santo!

El Presidente de la Hermandad: Jesús Pozo Campo

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Breve biografia de San Sebastian Sebastián, hijo de familia militar y noble, era oriundo de Narbona, pero se había educado en Milán. Llegó a ser capitán de la primera cohorte de la guardia pretoriana, era un cargo importante, ya que la guardia pretoriana era la encargada de la protección del emperador, y la primera cohorte, la más cercana y de más confianza.

Era respetado por todos y apreciado por el emperador, que desconocía su cualidad de cristiano. Cumplía con la disciplina militar, pero no participaba en los sacrificios idolátricos. Además, como buen cristiano, ejercitaba el apostolado entre sus compañeros, visitaba y alentaba a los cristianos encarcelados por profesar su fe en Cristo.

Esta situación no podía durar mucho, y fue denunciado al emperador que por aquel entonces era Maximiano, quien lo obligó a escoger entre ser su soldado o seguir a Jesucristo.

El santo escogió seguir la doctrina de Cristo.

Desairado el Emperador, lo amenazó de muerte, pero San Sebastián, convertido en soldado de Cristo por sus creencias, se mantuvo firme en su fe.

Enfurecido Maximiano, lo condenó a morir asaeteado: los soldados del emperador lo llevaron al palatino, lo desnudaron, lo ataron a un poste y lanzaron sobre él una lluvia de saetas, dándolo por muerto. Sin embargo, sus amigos que estaban al acecho, se acercaron, y al verlo todavía con vida, lo llevaron a casa de una noble cristiana romana, llamada Irene, que lo mantuvo escondido en su casa y le curó las heridas hasta que quedó restablecido.

Sus amigos le aconsejaron que se ausentara de Roma, pero el santo se negó rotundamente pues su corazón ardoroso del amor de Cristo, impedía que él no continuase anunciando a su Señor. Se presentó con valentía ante el Emperador, desconcertado porque lo daba por muerto, y el santo le reprochó con energía su conducta por perseguir a los cristianos.

Maximiano mandó que lo azotaran hasta morir, y los soldados cumplieron esta vez sin errores la misión y tiraron su cuerpo en un lodazal. Los cristianos lo recogieron y lo enterraron en la Vía Apia, en la célebre catacumba que lleva el nombre de San Sebastián.

El culto a San Sebastián es muy antiguo, es invocado contra la peste y contra los enemigos de la religión, y además, es llamado el Apolo cristiano ya que es uno de los santos más reproducidos por el arte en general.

Los primeros cristianos de Roma perseguidos llegaron a las islas del Mediterráneo y traían con fe cristiana su devoción al mártir Sebastián.

Jesús Leal Molina.

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Mi San Sebastian Se acerca el día de San Sebastián un año más, una festividad que este año se celebrará en nuestro pueblo con casi una semana de atraso respecto a su día, debido al respeto mutuo entre la Hermandad de San Antón y la de San Sebastián, para organizarse en torno a los dos fines de semana posteriores a la celebración de su santoral. Y quiero compartir con vosotros a través de esta oportunidad, una pequeña reflexión acerca de lo que es para mí esta Festividad.

Hablar de San Sebastián para mí, es hablar sobre todo de cariño y afecto, de familia y de Hermandad, de devoción. También de trabajo, nervios y emociones a flor de piel por que todo salga bien. Es la mezcla del olor a tortas en sartén y pólvora, son abrazos de amigos, mensajes de gente que se acuerda de ti automáticamente al escuchar el sonido de los cohetes, es la recogida de los sarmientos con la cara llena de escarcha y una sonrisa en los labios, es la hoguera del sábado con un vaso de zurra y unas alcahuetas rodeado de seres queridos, es la sonrisa de mis abuelos esperando para tomar un chocolate con tortas, es ver la calle del Santo llena de vida con el sonido de los pasodobles y el ruido del pasar de los caballos al compás de unos cohetes que anuncian que el Santo está en la calle, mientras los niños -y los mayores- saltan a la comba en el A renal, son los barquillos de Eloy, y comer lo que puedas a destiempo y casi siempre con quien puedas, porque es un fin de semana donde llegar a todos es prácticamente imposible. Son sus papeletas y su rifa, la bajada del Santo desde la ermita a Santa Quiteria, y la espera a que el año que viene una vez más nos volvamos a juntar todos para volverlo a celebrar.

Obviamente, para que todo esto sea posible hay un enorme trabajo detrás, y en primer lugar quisiera agradecer a toda la Hermandad, y pretendería que cuando hablase de Hermandad, se entendiese como el conjunto de personas que aparte de su directiva -que está formada por un equipo de una calidad humana excepcional-, se tenga en cuenta también a todo el conjunto de personas que de una manera u otra colaboran en que este día se pueda celebrar, ya sea echando una mano en tareas que no se ven, pero que son igualmente imprescindibles para que la fiesta salga adelante, como también de aquellos que se reúnen para disfrutar y venerar al Santo, pues sin todos ellos nada de todo esto sería posible.

El fin de semana de San Sebastián verdaderamente no es sólo un fin de semana, pues lleva detrás muchos días de trabajo de los miembros de su Hermandad que, a lo largo de todo el año, con su esfuerzo y su tiempo preparan y ultiman detalles, dejando poco al azar para que todo salga según lo acordado. Obviamente, los días más cercanos al fin de semana de la festividad, el ritmo de preparación se acelera y las reuniones y preparativos se intensifican para que todo salga bien.

Si hablo de lo que es para mí esta festividad, también tengo que hablar de mi familia, muy ligada a este Santo desde generaciones anteriores a mis abuelos y sus hermanos –los cuáles son imposibles no recordar en estos días-, pasando por mis padres, mis tías, sus primos y sus hijos, mis primos y mi hermana, cuyos sentimientos estoy seguro que pueden verse reflejados de una u otra forma en cada uno de éstos párrafos, pues de una u otra manera todos y cada uno de nosotros nos levantamos con ilusión durante un fin de semana de reencuentro, y con ese pellizco que surge en el estómago en los días importantes, para celebrar esta festividad tan arraigada en nuestros corazones al igual que en el de otras muchas familias de la localidad.

Quisiera despedirme, no sin antes pedirte que, si por casualidad te has encontrado con estas líneas, y te has sentido reflejado de uno u otro modo, nos ayudes a que esta fiesta siga adelante, cada uno dentro de sus posibilidades y en función de su sentimiento, porque de todos depende que esta fiesta religiosa, cultural y popular, siga siendo parte de la vida de nuestro pueblo.

Jesús Guillermo Pozo Gallego.

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San Sebastian: el vinculo emocional de mi familia Como cada año, por estas fechas celebramos con gran alegría y gozo nuestra Fiesta de San Sebastián. En mi familia, decir San Sebastián es sinónimo de esto mismo, de FAMILIA. Aun siendo la Navidad la fiesta quizás más importante del año, con su celebración del nacimiento de Cristo, su ilusión y sus deseos de felicidad y ventura para el año por venir, para nosotros, para mi familia, San Sebastián es una celebración quizás más “especial” y más “profunda”, porque San Sebastián es el crisol donde se han unido recuerdos y emociones más íntimamente ligadas a mi familia.

Desde que era un niño, mis más profundos recuerdos evocan distintas imágenes de la fiesta de San Sebastián que están grabadas en mi mente: La recogida de sarmientos tempranera, casi siempre con una niebla espesa, que luego a media mañana y con los remolques ya cargados de sarmientos abría con un sol radiante, aunque frio e invernal, la llegada a la ermita, donde estaba mi tío Orencio organizando todo con un taco de papeletas en el bolsillo, a mi abuela Gregoria haciendo tortas con mi madre y mi tía. Recuerdo prender la hoguera todos los años, con mi tío Sebastián y con mi padre, toda mi familia en el pretil de la ermita: mis hermanos, mi tíos, mis primos….recuerdo los domingos por la mañana, preparando los cohetes, la función, los caballos, la música, otra vez los cohetes… y la entrada al Arenal y la subida al Santo, haciendo retroceder a los corceles a base de –otra vez- los cohetes. La juventud saltando a la comba, la calle el Santo llena de gente…el pueblo entero se reúne como en un tímido despertar del invierno y donde se advierte que aunque quede mucho invierno, nos vienen poco a poco días venturosos, ya que: “pá San Sebastián una hora más”, y es que ya se sabe que todos los refranes trabajan y todos sabemos que San Sebastián “saca a las chicas a pasear”.

De alguna forma, como decía, la fiesta de San Sebastián es el vínculo de unión emocional de mi familia, y creo que también el de muchas familias del pueblo. Ese “vínculo emocional” quiere decir muchas cosas: Quiere decir que los valores familiares son inmutables, igual que el vínculo de hermanamiento, de fraternidad, de HUMANIDAD, valores que San Sebastián, como buen militar encarna a la perfección. En San Sebastián se hacen realidad valores como el servicio a los demás, la protección a los más necesitados, a los más débiles, la protección de la sociedad en su conjunto, al ofrecimiento

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de su propia vida por el bien de los demás; esos, creo son principios que deberíamos valorar e interiorizar en nuestro día a día. Es por ello que deberíamos cuidar de alguna forma esta fiesta tan nuestra, tan de Alcázar, tan enraizada en nosotros, desde tiempo inmemorial, al igual que las demás fiestas tradicionales de nuestro pueblo, que no quiero olvidar: San Isidro, San Antón, San Pedro, La Candelaria…..

Todas estas celebraciones tan profundamente enraizadas en nuestro pueblo, en su cultura, en su historia, en su tradición no pueden perderse, ya que al final, al igual que ocurre con mi familia con San Sebastián, muchas familias de nuestro pueblo – estoy por decir que casi todas- tienen un “vinculo emocional” con algún Santo, celebración o tradición de nuestro pueblo; por ello, y porque quien olvida sus raíces se olvida un poco de sí mismo, pido a quien lea estas humildes letras que haga “apología de las tradiciones y celebraciones de su pueblo”, ya sea por religión, por tradición o por cultura, pero es una riqueza cultural y “emocional” que no debemos permitirnos olvidar, y por ello, debemos, creo, cada uno en su mayor o menor medida, colaborar de cualquier manera para que nuestros “vínculos emocionales” no se pierdan.

Felices Fiestas de San Sebastián. Un abrazo para todos.

Pedro Cañas Borox

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Recuerdos de San Sebastian Cuando llega el mes de enero, tiene un significado muy especial para todos los que hemos vivido en el barrio del “El Santo“, que aún sabiendo que “en enero ni se dan los buenos días, ni se quitan los sombreros”, al ser un mes frío, seco y de poco sol, en este barrio esperamos la llegada de este mes con alegría y entusiasmo, pues justo cuando acaba de comenzar un nuevo año, justo cuando parece que todas las celebraciones ya han cesado, a nosotros nos falta festejar lo más grande. “San Sebastián” del cual somos fervientes devotos, en cada calle, en cada casa, en cada familia.

Para cada uno de nosotros San Sebastián viene cargado de recuerdos, de infancia, de hoguera, de sarmientos, de olor a tortas recién hechas, de cohetes… Con un compás tan marcado y unos rituales tan precisos que todos los años se parecen y a su vez, cada uno se diferencia por haber vivido un momento familiar muy especial.

En mi memoria perdura el recuerdo de mi abuela, como cada sábado víspera de la fiesta, con esa rigurosidad que la caracterizaba. Lo primero que hacia era ir a la peluquería, no sin antes pasarse por mi casa y dejar amasadas las tortas en sartén que después cocinaríamos. Mi hermana y yo esperábamos su vuelta de la peluquería ansiosas, porque era el único día del año que las tres metidas en la cocina, preparábamos tan sabroso manjar, que por la noche todos disfrutábamos con un buen chocolate.

A la mañana siguiente, función solemne en Santa Quiteria, a la cuál nunca faltó mientras su salud se lo permitió, y allí media hora antes de que todo comenzara para poder estar sentada y cerquita del Santo, daba inicio la fiesta principal.

Para nuestra madre eran días de limpieza, hacer comidas y, por supuesto, preparar la casa con la mejor decoración, la mesa bien vestida, y procurar que nosotras, pequeñas e inquietas alborotadoras, estuviésemos preparadas con bonitas ropas y confortables abrigos.

Conforme íbamos creciendo no pasaban de suceder cosas especiales en casa ese día, era un día mágico pues nos permitía invitar a casa a amigos, a tomar tortas el sábado, e incluso el domingo a comer.

No podéis imaginar lo trascendental que era el hecho de que nuestro novio pasara a casa el día de San Sebastián, porque en ese momento el tonteo adolescente se terminaba y se convertía en un serio compromiso.

Todo esto y mucho más viene sucediendo cada fiesta de San Sebastián desde que tengo uso de razón, y todo con un especial olor a familia, tradición y fe.

Por eso quiero dedicar este artículo a las mujeres de mi familia que con tanto amor y cariño nos han enseñado a vivir esta festividad, transmitiéndonos unas profundas creencias generación tras generación.

Mamá, abuela, tía, gracias por darnos tanto, y nunca pedirnos nada.

Mª del Carmen Ramos Borox.

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Fotografía extraida de un fascículo de Don Rafael Mazuecos

Estrofas del Santo Bastian

En los fascículos de Don Rafael Mazuecos aparecen estas estrofas, sin mencionar su autor ni fecha de su escritura.

Bajo mi punto de vista expresa muy bien el sentir de las gentes del barrio del Santo en particular, y de todo Alcázar en general por San Sebastián y su fiesta. Con los cohetes, (que sin ellos no se entiende la procesión de San Sebastián), con los caballos, y sobre todo el gentío que acude a venerar la Imagen del Mártir.

Con las reuniones familiares, de amigos y vecinos una vez subido el Santo (como se denomina a la procesión de por la mañana, que culmina con la exposición del Santo en su ermita) para festejar como es costumbre por estos lugares con el buen comer y mejor beber.

El alborozo de jóvenes en la plaza del Arenal con sus diversos juegos, sobre todo “la comba”, la tradición que tiene Eloy con la venta de barquillos, y ya como colofón de la fiesta, bajar el Santo por la tarde, que al igual que termina esta coplilla después de un gran día, los cofrades, corceles y vecinos en general todos se encuentran con ganas de acabar.

En muy pocas palabras hace un recorrido por los acontecimientos del día de la Fiesta, sobre todo para los que vivimos la Fiesta desde dentro.

Texto recuperado por Jesús Leal Molina.

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Un pequeno repaso a nuestra historia mas reciente ( II Parte ) En Junta Directiva del 6 de Diciembre de 1995 se realiza Junta Extraordinaria para informar de la denuncia recibida del Juzgado de Alcázar de San Juan, sobre accidente ocurrido en las pasados fiestas por parte de un matrimonio de la localidad que manifiestan daños por la explosión de un cohete en las inmediaciones de la Ermita y en el transcurso de la Procesión, manifestando el Sr, Presidente que según la documentación recibida del Juzgado y dada la disparidad de criterios entre los denunciantes y la Hermandad, pues en el momento del accidente la procesión y por lo tanto los tiradores de cohetes se encontraban en la plaza del Arenal, se acuerda solicitar de D. Diego Serrano, la defensa del caso ante los tribunales.

Y aquí hay que recordar que la tradición, muy arraigada en el barrio, de lanzar cohetes al paso de la procesión frente al domicilio por parte de la familia llegaba a que en el transcurso de la procesión y en todo su recorrido se lanzaran infinidad de cohetes, años en los que se llegaban a lanzar 1.000 docenas de cohetes (acta del 14 de Diciembre 1988) por parte de los vecinos para mostrar DEVOCIÓN y GRATITUID al SANTO, lo que contribuía a que el accidente pudiera haber sido provocado por algún cohete lanzado por un vecino y no por la Hermandad.

En Junta Directiva del 10 de Enero de 1996 se anuncia que la vecina del barrio Doña Marcela Librado, será la encargada de subir al Santo a su Ermita, sufragando el coste de subir la banda de música el sábado una vez finalizado el triduo para amenizar la quema de la hoguera y posterior lanzamiento de fuegos artificiales.

En el año 1997, concretamente el día 9 de enero de 1997 en la Junta Directiva se informa por parte del Sr. Presidente que para este año como primer premio de la RIFA se sorteará un ordenador sin impresora.

Igualmente y al objeto de prevenir posibles accidentes entre los tiradores de cohetes que acompañan al Santo en la Procesión, se acuerda contratar una póliza de seguro individual para cada tirador de cohetes.

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Aparte de las dimisiones dentro de la Junta Directiva y que aparecen en los libros de Actas ya sean de Vocales o de Presidente, que las ha habido a lo largo de estos años, también ha habido ceses por parte del Sr. Consiliario; concretamente el día 23 de Abril de 1997 en Junta Directiva, el por entonces Sr. Consiliario D. José Valiente Lendríno cesó a un Vocal por excederse en sus funciones y realizar compras para la Hermandad sin tener autorización de la misma. En esta misma Junta se da cuenta del fallo del Juzgado sobre la denuncia del año 1995, por la explosión de un cohete; en dicho fallo se condena solidariamente al Excmo. Ayuntamiento, a la Hermandad y a la CIA de Seguros, que finalmente se hará cargo de la indemnización. También informa el Sr. Presidente que el abogado Diego Serrano ha manifestado la intención de no cobrar sus honorarios. (continuará…)