Tao tien52

2015

EL AÑO DE LA CABRA

Sumario Editorial

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Cómo manejar la fuerza interna en el tui shou

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Antecedentes del Tai chi chuan

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Cuentos clásicos orientales. El espejo del cofre 14 El guerrero interior

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2015: Año de la oveja de madera

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La primavera: el dragón verde

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Meditaciones para encontrarse con uno mismo 26 Noticias

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EDITORIAL Vivimos

un momento histórico en el que las malas noticias están a la orden del día, hasta tal punto que cada vez son más las personas –empezando, si queremos, por los alumnos de nuestra Escuela de Tai chi chuan– que han decidido, en más de una ocasión, apagar la televisión o la radio, o ambas cosas, y también evitar aquellas conversaciones que pudieran girar en torno a temas con connotaciones un tanto desagradables y nefastas.

Si nos detenemos a analizar los acontecimientos a los que estamos asistiendo, constataremos, de una u otra forma, que estos tienen que ver con el lado oscuro de la naturaleza humana y que su origen estaría en la ignorancia, la falta de discernimiento y el mal uso que hacemos de los avances tecnológicos actuales.

Casi todos los males de los que somos testigos –atónitos e incrédulos ante cosas que son poco menos que surrealistas– en este presente, se deben a una forma concreta de estupidez llamada codicia, pues podemos comprobar que los deseos insaciables del pobre y del rico envenenan a la humanidad y dan lugar a toda clase de maldades, engaños y destrucción de nuestra casa planetaria, la Tierra.

La falsa moral de los intereses más pecaminosos, del insaciable progreso económico y de la manipulación de las masas ignorantes, es lo que sigue dando sustento al mal entre los seres humanos. Los males que sufre la humanidad son la consecuencia, los amargos frutos, de todas las acciones del pasado, y esto viene sucediendo desde el momento en que la especie humana empezó a imaginar y creer que podía encontrar la felicidad –y todo lo que esta TAO TIEN 2

conlleva– fuera de su dimensión espiritual: es a partir de ahí donde la conciencia entra en un proceso de confusión y de pérdida de las virtudes innatas.

Como bien nos enseña la milenaria filosofía del Tai chi chuan, la única solución es el despertar individual, el que cada ser humano se vaya conociendo un poco más y mejor a sí mismo a través de la práctica de una ética que le lleve a un verdadero progreso espiritual y un auténtico respeto por la libertad propia y ajena.

Solo entonces, gracias a ese despertar de la conciencia individual, aprenderemos que no podemos quedar impasibles ni indiferentes ante cualquiera de las manifestaciones del mal, combatiéndolo y erradicándolo dondequiera que pudiéramos encontrarlo. José Antonio Vera de la Poza Presidente de Tao Tien

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CÓMO MANEJAR LA FUERZA INTERNA EN EL EMPUJE DE MANOS A través de este artículo pretendemos aclarar algunos de

los puntos fundamentales de lo que entendemos por fuerza interna y su importancia en el empuje de manos (Tui shou), práctica que venimos desarrollando en nuestra Escuela de Tai chi chuan desde hace ya un buen número de años.

Cuando realizamos la práctica del empuje de manos con un compañero, suele ocurrir que una de las partes no consigue adherirse al contrario, o bien no es capaz de seguir los cambios en la dirección de la fuerza interna, produciéndose entonces lo que se conoce como “pérdida de la fuerza interna”, es decir, una pérdida de contacto con el contrario y con su propia fuerza interna. Por ejemplo, si aplicamos la fuerza lü (la segunda mano primaria, TAO TIEN 4

desviar o girar hacia atrás) al contrario para llevarlo hacia delante, pero este no cede y se mantiene firme en la posición inicial o bien trata de contrarrestar la fuerza tirando hacia atrás, se produciría entonces una separación entre ambos practicantes. Así, en la jerga del Tai chi chuan, la pérdida de contacto con el contrario es lo que se conoce como “pérdida de la forma”, mientras que si una de las dos partes no logra seguir los cambios en la fuerza interna del contrario, se denomina “pérdida de la fuerza interna”, aplicándose la misma consideración al hecho de “perder la forma”. Si ocurriera esto, estaríamos practicando en contra de los principios del empuje de manos del Tai chi chuan, o sea, no estaríamos aplicando correctamente las técnicas de “pegar, conectar, adherir y seguir”. ¿Cómo evitar que esto suceda? Siguiendo la dirección de la fuerza que nos aplica el contrario en todo momento. Así, tal y como veíamos en el ejemplo anteriormente expuesto, cuando una de las dos partes aplica una fuerza lü, el contrario debería continuar la dirección de la fuerza que recibe.

Según la teoría del Tai chi chuan, si el contrario aplica una fuerza con la intención de desequilibrarnos hacia delante, yo sigo su fuerza y me desplazo siempre un poco más de lo que él esperaba.

De esta manera lograremos romper la trayectoria de la fuerza del contrario y nos adelantaremos en todo TAO TIEN 5

momento a su movimiento. Pasaremos entonces a ser activos (yang), mientras que hacemos que el contrario cambie de activo a pasivo (yin).

De lo expuesto hasta el momento se desprende que uno de los motivos más comunes de la “pérdida de la fuerza interna” es que al practicar el empuje de manos no se ejecutan correctamente las técnicas de “pegar, conectar, adherir y seguir”. Es decir, que al tratarse de uno de los métodos para evitar incurrir en este error, es necesario practicar asiduamente durante un largo período de tiempo, de manera que logremos conocer la intención, la dirección y la trayectoria de la fuerza del contrario simplemente mediante el contacto. Una vez que sabemos qué dirección seguirá la fuerza de su ataque, podremos reaccionar mediante un avance, un retroceso, o bien desplazándonos hacia la izquierda o derecha, o hacia arriba o abajo; también lograremos anticiparnos y saber qué tipo de fuerza es la que emplea el contrario en el ataque.

Las técnicas conocidas en la jerga del Tai chi chuan como pegarse y adherirse son dos de los métodos más importantes para lograr “escuchar la fuerza interna”, de tal manera que podemos afirmar que, si estas no se entienden, no será posible lograr percibir la dirección e intención de la fuerza que se nos aplica, es decir, no será posible “escuchar la fuerza interna”. Lo mismo sucedería con las técnicas de “conectar y seguir”, en las que también es requisito indispensable adaptarnos al movimiento del contrario en todo momento, sea cual sea su tipo de reacción.

Si conseguimos utilizar correctamente las técnicas de “pegar, conectar, adherir y seguir” para adaptarnos y cambiar la dirección de la fuerza interna que se nos aplica… entonces habremos llegado a lo que se conoce como la etapa de “comprensión de la fuerza interna”. José Antonio Vera de la Poza

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ANTECEDENTES DEL TAI CHI CHUAN Resulta ciertamente complicado establecer unos antecedentes reales del Tai Chi Chuan. Son diversas las teorías y numerosos los autores que defienden cada una de ellas. Nosotros solo pretendemos acercarnos un poco y resaltar unas leves pinceladas de lo que se conoce hasta hoy, para abrir la puerta a futuras investigaciones sobre el tema.

Si algo podemos tomar como cierto, es que el origen de todas las artes marciales podemos encontrarlo pintado en las paredes de las cuevas. El arte rupestre nos habla de cazadores, de personas que realizaban ceremonias y danzas previas a la caza para poder captar la energía de los animales que iban a ser sus presas y obtener la ayuda de las fuerzas de la Naturaleza.

Estas técnicas derivaron en luchas entre clanes y tribus y, por lo tanto, en entrenamiento militar, y se fueron perfeccionando con los siglos hasta llegar a lo que hoy se conoce como artes marciales o tan solo, técnicas de guerra y combate.

Sin embargo, algo ha diferenciado siempre a las artes chinas. Estas han sido especialmente peculiares, pues parece que ha habido a lo largo del tiempo una línea de trabajo interno que se ha mantenido y las ha hecho especialmente eficaces. En esta línea especial queremos centrarnos. La expresión formal del Tai Ji Quan parece que tiene su origen en las formas TAO TIEN 7

blandas de los Wu Shu. Tampoco se puede decir a ciencia cierta, antes de Chen Wang-ting, cuáles eran específicamente los movimientos que desembocaron en la forma que el Maestro Chen desarrolló. Sabemos que cada familia, clan o tribu tenía un estilo propio. No podemos determinar con detalle si el inmortal Chang Sanfeng es el auténtico iniciador de la Escuela Interna y de los movimientos del Tai Ji Quan. Ni siquiera podemos asegurar que vivió realmente.

Concluyendo, no podemos afirmar casi nada, por lo que solo expondremos los hechos que sí son conocidos y las referencias que existen. A partir de ahí, un mundo queda por explorar.

Chang San-feng está considerado por la mayoría de autores como el padre del Tai Ji Quan. Otros creen que ni tan siquiera existió. Realmente eso es un detalle poco importante, pues lo cierto es que desde su aparición en el siglo XII, las artes chinas han sufrido una radical evolución. Huang Pai-chia, en su tratado El Arte de la Escuela Interna, nos dice que Chang San-feng, tras dominar el estilo Shaolin, invirtió sus principios y que de ahí surgió la Escuela Interna de artes marciales. De aquí podemos deducir que los movimientos del Tai Ji Quan bien pudieron tener sus orígenes en el estilo marcial de Shaolin. En Shaolin sabemos que estuvo Bodhidharma en el siglo VI y que transformó a los monjes mediante sus técnicas, tanto externas como internas. ¿Podemos colegir, por tanto, que tal vez el antecedente auténtico del Tai Ji Quan es Bodhidharma? Si aplicamos este simple sistema deductivo, podemos tomarlo como una certeza.

Sin embargo, no es tan simple. Si, según sabemos, Bodhidharma enseñó a los monjes técnicas de lucha que les permitían fortalecer el cuerpo y despertar la mente, ¿por qué se dice que Chang San-feng invirtió el sistema y halló la Escuela Interna? ¿Acaso Bodhidharma no enseñó nada de estilo TAO TIEN 8

interno? ¿O es que Chang Sang-fen ya aprendió lo que dejó Bodhidharma a los discípulos aventajados y lo puso realmente en práctica?

Podríamos seguir especulando sobre qué ocurrió en realidad, pero esto no nos llevaría a ningún punto que clarificase la cuestión. Por ello, avancemos.

Se dice que Chang San-feng era alquimista taoísta. No todos los autores, sobre todo los confucionistas, respetaban el budismo y el taoísmo. Si leemos a Huang Tsung-hsi, confucionista conocido, al hablar sobre Wan Tsu-sheng, discípulo de Chang San-feng, nos dice que la alquimia taoísta le llevó a morir demente y con serios problemas de salud. De esta forma, quiere demostrar que el confucionismo es la enseñanza fundamental, el taoísmo la elemental y el budismo la enseñanza superior. La pregunta es obvia: ¿por qué Huang Tsung-hsi, a pesar de lo que piensa de la alquimia taoísta, considera a Chang San-feng como el padre de la Escuela Interna? La respuesta puede ser, por desgracia, política. Al autor le interesaba usar la figura de Chang San-feng como símbolo patriótico frente a los Manchúes, pues es bien sabido que Huang Tsung-hsi fue un impenitente activista frente a la opresión manchú, y Chang San-feng ya era un símbolo de la historia y el poder de la China antigua, debido a su extraordinaria leyenda.

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No obstante, otros autores como Huang Pai-chia, reconocen a Chang San-feng, como hemos dicho antes, como el origen de la Escuela Interna sin más cuestiones que plantearse. Nos dice en su tratado El Arte de la Escuela Interna que “adquirir unos conocimientos elementales de este arte es incluso suficiente para superar al Shaolin. El maestro Wang Cheng-nan estudió bajo la dirección de Tan Ssu-nan y fue el único que recibió la transmisión completa”.

También tenemos otra referencia en la Biografía de Chan Sung-hsi, obtenida de la Gaceta de la Prefectura de Ningbo, donde nos dice que este artista marcial era natural del condado de Yin y discípulo de Sun Shih-san y que, según él, su arte se originó con Chang San-feng. A continuación cuenta la leyenda de que convocado Chang San-feng por el emperador Hui-t’sung, no pudo ir. Esa noche se dice que recibió en sueños, del dios de la guerra, el arte marcial y que al día siguiente él solo mató a más de cien bandidos.

Sabido es que las leyendas, leyendas son, pero también sabemos que todas ellas guardan algo de verdad y mucho oculto entre símbolos y parábolas. Pero ¿no parece que nos hablan de un Satori o de una iniciación de algún tipo? ¿Solo se refieren a un hombre o a toda una escuela? ¿Pudo después recorrer todo un país tan grande como era China entonces, a pie para llegar a ser tan conocido como fue? Tal vez estas preguntas siempre queden sin respuestas, pues la historia de la antigua China aún está por completar y se pierde en la noche de los tiempos y en las leyendas populares.

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Lo cierto es que viviese o no, matase o no a cien bandidos, Chang Sanfeng o lo que él simboliza, parece ser el exponente más antiguo documentado de lo que hasta nosotros ha llegado como arte marcial chino de la escuela interna. Si tan solo es una figura simbólica histórica o realmente fue una persona excepcional que vivió trescientos años poco importa. Lo que sí nos importa es comprender en qué momento el Tai Ji Quan adoptó como padre la Escuela Interna y se desarrolló hasta nuestros días.

Podemos hablar de seis grandes obras clásicas del boxeo de la dinastía Han, que podemos encontrar enumeradas en la bibliografía de la obra Historia de la dinastía Han. Después de estos textos, T’ang Hao, investigador pionero en la búsqueda de los orígenes de las artes marciales, nos habla del libro El clásico del boxeo, de Ch’i Chi-kuang, de 1528. En medio, 1700 años de vacío literario sobre técnicas de boxeo.

Este libro de Ch’i Chi-kuang se centra en los aspectos formales, si bien hace referencias a la suavidad. La cuestión de la suavidad, del concepto Tai Chi como unión suprema del yin y el yang, ya lo podemos encontrar, no obstante, en textos anteriores a Cristo, en esos textos de la dinastía Han y en algunos relatos, como por ejemplo, el libro Wu-Yüeh ch’un-ch’iu (Anales de los Estados Wu y Yüeh), donde se relata cómo una maestra del arte de la

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espada instruyó al rey de Yüeh (Precursores del Tai chi Chuan, por Douglas Wile, pág. 12).

Parece claro, por tanto, como decía al principio de este artículo, que las artes chinas siempre han tenido una conexión, un eje sobre el que giraban, y era su peculiar idea de armonizar los movimientos con la mente. Si bien es cierto que las escuelas externas no consideraban tanto este aspecto, sí es conocido que realizaban ejercicios de respiración para favorecer la energía.

De esta forma, durante más de dos mil años y hundiendo sus raíces en las danzas, la caza y el entrenamiento militar, llegamos a Ch’i Chi-kuang, el cual, en su tratado El clásico del boxeo, nos confiesa que tras dominar dieciséis estilos de lucha diferentes, ha observado que todos ellos tienen alguna carencia y que lo ideal sería reunirlos en uno solo que sirva para todo lo que sirven los demás. De esta manera crea la forma que aparece en su tratado. En ella, podemos reconocer muchos movimientos, si bien otros son totalmente diferentes. Dicen los tratadistas que esta es la forma que se practicaba a partir de entonces con más asiduidad y que de ella derivaron muchos de los estilos familiares de boxeo de China, hasta llegar un siglo después a la familia Chen, donde Chen Wang-tin crea el estilo Chen, que sí sabemos que es realmente el origen de lo que en la actualidad conocemos como Tai Ji Quan.

Ch’i Chi-kuang nos dice que hay que huir de los estilos floridos. A él le gusta el estilo suave, como el de Chang, el algodón. Busca lo que sea capaz de ser eficaz sin desperdicio de energía. Argumenta que el de Shaolin es TAO TIEN 12

muy eficaz en ataque, pero que por eso es frágil frente a lo suave. En el boxeo suave no se ataca, solo se contraataca. Se deja al oponente dar el primer golpe y, en su desequilibrio, se le asesta el golpe mortal. Serían innumerables las cuestiones técnicas que se pueden obtener del estudio de sus tratados, pero eso sería objeto de otro artículo más en profundidad sobre aspectos técnicos.

Esta sería la deriva de la expresión marcial del arte. En algún momento, la Escuela Interna que se desarrolla paralela a la evolución de los Wu Shu con Chan San-feng, se encuentra con su expresión formal (muchas de las cuales vienen de Shaolin y del mismo Chan Sanfeng), y surge el antecedente auténtico del Tai Chi Chuan, ya cercano a lo que nosotros practicamos. Ese momento creo que podemos situarlo en el siglo XVI con Ch’i Chi-kuang. A partir de ahí hasta nuestros días, la historia es más conocida.

En definitiva, lo que nos interesa en este escrito es comprender que las raíces del Tai Ji Quan se sumergen en los albores de la humanidad, como sistema de lucha, que parece que comienza a tomar forma cuando Bodhidharma transforma el estilo de vida de Shaolin, y que se desarrolla a partir de Chan San-feng como elemento interno de búsqueda espiritual.

Seguir investigando sobre estos aspectos de los antecedentes del Tai Chi Chuan es una tarea apasionante y de una complejidad enorme. Escudriñar en sus aspectos internos, externos, de combate, físicos, médicos, etc., se nos antoja tarea de titanes. Tal vez tratar de rescatar alguno de los estilos perdidos como trabajo documental, por ejemplo, sería algo fantástico para poder encontrar las raíces en las que se ancla nuestro estilo. Todo ello es un trabajo que nos imponemos y al que desde hoy, dentro de lo que nuestras cortas capacidades nos permitan, nos dedicaremos. Jesús Curquejo Murillo

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CUENTOS

CLÁSICOS

ORIENTALES El espejo del cofre

A la vuelta de un viaje de negocios, un hombre compró en la ciudad un espejo, objeto que hasta entonces nunca había visto, ni sabía lo que era. Pero precisamente esa ignorancia le hizo sentir atracción hacia el espejo, pues creyó reconocer en él la cara de su padre. Maravillado lo compró y, sin decir nada a su mujer, lo guardó en un cofre que tenían en el desván de la casa. De tanto en tanto, cuando se sentía triste y solitario, iba a "ver a su padre".

Pero su esposa lo encontraba muy afectado cada vez que lo veía volver del desván, así que un día se dedicó a espiarlo y comprobó que había algo en el cofre y que se quedaba mucho tiempo mirando dentro de él.

Cuando el marido se fue a trabajar, la mujer abrió el cofre y vio en él a una mujer cuyos rasgos le resultaban familiares, pero no lograba saber de quién se trataba. De ahí surgió una gran pelea matrimonial, pues la esposa decía que dentro del cofre había una mujer, y el marido aseguraba que estaba su padre.

En ese momento pasó por allá un monje muy venerado por la comunidad, y al verlos discutir quiso ayudarles a poner paz en su hogar. Los esposos le explicaron el dilema y lo invitaron a subir al desván y mirar dentro del cofre. Así lo hizo el monje y, ante la sorpresa del matrimonio, les aseguró que en el fondo del cofre quien realmente reposaba era un monje zen. Recopilado por Fidel Iglesias Quintero

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EL GUERRERO INTERIOR Sin ánimo de agotar el tema, quisiera reflexionar sobre ese “guerrero interior” al cual debemos recurrir si queremos perfeccionarnos en cualquier orden de la vida.

Mucha gente utiliza palabras sin prestar atención a lo que dice y utilizando una pseudofilosofía; tratan de granjearse el agrado de sus contertulios con términos que pretenden dar la sensación de una mayor expansión del alma y de conocimiento. En las artes marciales internas se habla de la guerra interior, un término amplio que utilizamos para explicar que tenemos un guerrero interior del cual el exterior es solo su reflejo.

La primera imagen sugerente cuando se habla de un guerrero es la de un tipo duro y fornido que maneja armas. Sin embargo, hablando con una mujer que estaba en fase terminal de cáncer tuve el sentimiento de que esa mujer estaba librando una batalla consigo misma; no era la primera vez que veía en un ser humano una disposición guerrera de autosuperación sin que hubiera practicado artes marciales. A esa mujer la hice partícipe de mi pensamiento y que la veía como una guerrera que tenía un duro combate.

Recuerdo perfectamente cómo le brillaron los ojos y me asintió con la cabeza. Sin dejar de decir que ese tipo duro que maneja armas es un guerrero, en mi observación de la vida y los seres humanos sospecho que TAO TIEN 15

dentro de cada persona hay un guerrero interior. Quizás el asunto esté en lo despierto que tenga ese guerrero interior cada personalidad.

No hace mucho, hice un trabajo sobre el Cid Campeador.

Buscando en su biografía, encontré que el profesor de historiadores Menéndez Pidal, en la introducción de su obra El Cid, escrita por los años cuarenta del siglo pasado, hablaba de que este notable guerrero libró la guerra interior antes que la exterior.

Otro ensayista y conferenciante, el señor Antonio Medrano, en su obra La senda del honor, habla en uno de los artículos de este libro sobre los tercios españoles de los ss. XVI y XVII. Se refería a ellos como “una escuela de honor”. Con estos dos ejemplos y sin intención de alargar la innumerable lista de autores que se han dedicado a investigar sobre el asunto que nos ocupa en este artículo, pretendo hacer referencia a que siempre ha habido interés de describir qué es eso del guerrero interior.

Para ir avanzando en mi investigación, quisiera arrogarle al guerrero interior el atributo de que posee armas, pero ¿cuáles son esas armas? Todo parte de lo interiorizado que tenga nuestro guerrero interior el sentido de la Justicia y cómo lo vierta en las virtudes de la templanza para controlar los impulsos a través de la voluntad, la fortaleza para asimilar los embates de la vida y convertirlos en oportunidades y la prudencia como capacidad de saber discernir lo más importante de lo menos.

Está claro que todo lo comentado es la teoría, y la persona interesada se puede embotar pensando cómo llevar a buena conclusión las virtudes descritas. Para ello, aquel que quiera despertar al guerrero interior debe trabajar con la conciencia en eso que tanto se habla en las artes marciales filosóficas; el “aquí y ahora”. Para ello, debe hacer pequeños y paulatinos progresos poniendo atención en los actos cotidianos y no frustrarse porque no se consiga siempre el mejor objetivo.

Ese guerrero interior debe tener la capacidad de saber perdonar y otorgar, tanto al enemigo exterior como al interior, la oportunidad de TAO TIEN 16

redimirse. Pero antes, quizás tiene que saber: ¿qué es la personalidad y quién la gobierna?

Una individualidad completa es indivisa, no tiene divisiones, es homogénea. El buscador debe autoanalizarse y contemplar si actúa siempre igual, si cuando está con su familia tiene el mismo criterio que cuando está con compañeros de trabajo o cuando está en la cola de la panadería, por mencionar algunos ejemplos sencillos de entender. La personalidad no suele trabajar siempre igual en cada circunstancia porque está fragmentada.

Una personalidad fragmentada, como recuerda Krishnamurti, es una personalidad en la que una parte (de la personalidad, por ejemplo lo sensiblero-emocional) toma el gobierno “del todo”, produciendo una visión sesgada de la situación, cuando no mal intencionada. O sea, utilizando un símil, podemos decir que es igual que si un niño de diez años toma el volante de nuestro coche y esperamos que no ocurra ningún desastre. En nuestra interactuación con los demás, la mente polariza lo que ve en bueno y malo, alto y bajo, grande y pequeño, etc. Si una persona nos insulta, la mente la analiza como “malo” y si nos adula como “bueno”. En esa persona que interactúa con nosotros se refleja nuestra mente-fragmentada y, por ende, quién gobierna en ese momento nuestra personalidad. Normalmente dejamos que un fragmento-niño tome todo el control de nuestro ser.

Como puede ver, amigo lector, el tema da mucho de sí y podríamos seguir investigando en cómo fortalecer a ese guerrero interior que todos llevamos y necesitamos que salga a la luz para que pelee en la vida por nosotros. José María Luque Martín

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2015 AÑO DE LA OVEJA DE MADERA

Este año 2015, el 19 de febrero en Europa y Asia y el 18 en América, según su cronología, los chinos recibirán el año 4713, año de la oveja (o de la cabra, ya que ambos animales se asimilan en su tradición), regida por el elemento madera, año que acabará el 7 de febrero de 2016. ¿Y por qué el año nuevo chino comienza y acaba en distintas fechas? Porque se rige por el calendario lunar y queda establecido por el día de la luna nueva más próxima a la equidistancia entre el solsticio de invierno y el equinoccio de primavera en el hemisferio norte.

El año nuevo también es conocido en China como Festival de Primavera y las celebraciones duran quince días; comienzan con el día de la TAO TIEN 18

Danza del Dragón y concluyen con la Fiesta de las Linternas, que nos brinda esas maravillosas y poéticas imágenes con miles de farolillos iluminando el cielo. Para recibir el nuevo año la gente limpia sus casas con escobas viejas que luego tiran a la basura para eliminar la mala suerte que pueda haberse acumulado en el año transcurrido, y también limpia su economía pagando las deudas pendientes, y su espíritu rindiendo culto a los antepasados.

Como en España para Navidad, los que viven lejos hacen un esfuerzo para reunirse con sus familias y se vuelve a casa para año nuevo, lo que significa muchos millones de desplazamientos. Como en casi todas las celebraciones humanas, la comida cumple un importante papel, y los platos que se preparan tienen un significado simbólico para atraer diversos bienes.

Por ejemplo, se comen gambas para que haya abundancia; pescado entero, para conseguir unidad; tallarines largos, para una vida larga –no se deben cortar–; bollos al vapor y dumplings para que haya buena suerte; y así, una larga serie de platos.

Las casas se adornan con cuadros con versos poéticos y faroles, y en las puertas se cuelgan carteles rojos con mensajes para atraer la buena suerte, como “felicidad” o “prosperidad”, y se coloca a los Guardianes para proteger la casa de las malas influencias. También es tradicional lanzar

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cohetes y petardos con la esperanza de que el ruido aleje a los malos espíritus.

Son días de visitas y gran actividad social, a excepción del 5.º día, que es para quedarse en casa; se tendrá mala suerte si se visita a familiares y amigos.

Pero volviendo a que este 2015 es el Año de la Oveja, podemos recordar una antiquísima leyenda que cuenta que Buda quiso reunir a los animales de la selva y, siendo la rata muy diligente y ágil, a ella le encargó este cometido.

Al volver, había que cruzar un río y la rata le pidió al búfalo que la ayudara. Cuando llegaron a tierra, la rata salió corriendo y, dejando atrás al búfalo, fue la primera en llegar, y por eso es el animal que rige el primer signo de los doce que integran el zodíaco chino. La oveja fue la octava, y por eso su número es el ocho, que es un dígito de buena suerte. Buda le otorgó a cada animal una serie de atributos y características, y todos tendrían un año, según su orden, para reinar sobre los otros.

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Como no podía ser de otro modo, siguiendo la tradición china, cada animal está regido por uno de los cinco elementos conforme a la siguiente cronología: Años terminados en 0 o en 1: elemento Metal.

Años terminados en 2 o en 3: elemento Agua.

Años terminados en 4 o en 5: elemento Madera.

Años terminados en 6 o en 7: elemento Fuego.

Años terminados en 8 o en 9: elemento Tierra.

Estos elementos moldean las características de cada animal zodiacal. La madera simboliza la expansión y el crecimiento, la fuerza germinal de la naturaleza, y esto debe evidenciarse este año, tanto más cuanto que entre los atributos de la oveja se encuentran la creatividad y la fertilidad.

La oveja es un signo yin, al contrario que el caballo que rigió el año pasado y que es de naturaleza yang. Su nombre chino es Xang.

Tanto la oveja como la cabra representan lo femenino, y se consideran de buen augurio porque en su aspecto positivo son conciliadoras y hablan de paz, tranquilidad, generosidad, principios morales y búsqueda del bienestar general. En la mitología griega fue una cabra, Amaltea –portadora del cuerno de la abundancia– la que amamantó a Zeus; y aunque la cabra es caprichosa, también es ágil y colabora con la humanidad. La oveja es uno de TAO TIEN 21

los animales que se domesticaron de antiguo, y aunque no trabaja en las labores agrarias, nos brinda todo de sí: su lana, su leche, su carne y sus hijos.

Por eso simboliza la inocencia y la entrega, y en nuestra tradición cristiana los corderos simbolizan el sacrificio y la resurrección.

A la oveja le corresponde en el I Ching el hexagrama 20 (de arriba hacia abajo, dos líneas enteras seguidas por cuatro partidas): la contemplación, en su doble vertiente de contemplar y ser visto. Contemplarse a uno mismo y a los demás para distinguir los vicios y los errores –a veces se ven mejor en los otros; cuando se captan, se debe mirar hacia uno mismo para ver si también los padecemos y así poder erradicarlos– , y ser visto no para pavonearse o lucirse, sino para servir de ejemplo con nuestra conducta.

Por eso es un año para tomarse el tiempo necesario para meditar, o simplemente para pensar. Nos dará oportunidades para el renacimiento personal y social aunque debemos tener cuidado con la tendencia a formar parte de un rebaño que se deja guiar solo por lo emocional e instintivo. Es un año de una energía suave, yin, una energía de florecimiento –madera– que nos abre una ventana a la esperanza. Deberíamos apoyar y desarrollar todo lo amable que hay en el interior de cada uno para alimentar de este modo las energías más nobles del año, que se centran en la armonía y que podrían traernos transformaciones personales y sociales.

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Es un año propicio para prestar ayuda a los demás. Destacará la actividad de las ONG y otras asociaciones de socorro, así como las creativas y artísticas.

Para terminar, algunos aspectos de la Oveja: Su lema: “Más vale maña que fuerza”.

Su color: el verde y el azul cielo.

Su flor: el clavel.

Su número: el 8.

Su mes de mayor influencia: julio.

Su hora de mayor influencia: entre las 13:00 y las 15:00.

Su punto cardinal: Sur. Su estación: fin del verano.

Su piedra: la esmeralda.

Su planeta: Saturno.

Signo equivalente: Cáncer.

Signos compatibles: liebre, conejo, cerdo y caballo.

Signo opuesto: búfalo.

FELIZ AÑO NUEVO. GONG XI FÃ CÁI Graciela N. Kruszewski Storch

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LA PRIMAVERA EL DRAGÓN VERDE

Dentro de la tradición china, la primavera es representada por el sol azul verdoso. Su principal dios guardián era un dragón verde-azul, y su dirección era el este. El color azul verdoso simboliza la primavera, cuando todo rebosa de vigor y vitalidad.

Tras observar el cielo y la tierra y la manera como se relacionan los cinco elementos que la componen, los antiguos sabios chinos concluyeron que la evolución de los seres vivos en primavera corresponde al elemento madera y se caracteriza por el viento; «La primavera es una estación ventosa, pero el viento es suave y tibio. En esta estación diez mil árboles crecen y florecen. La naturaleza se recubre de color verde» (Shu Wen).

Siguiendo con la tradición china TAO TIEN 24

el órgano del cuerpo humano que se asocia con el dragón verde es el hígado.

En el hígado se producen los jugos digestivos que permiten la transformación de los alimentos ingeridos en sus componentes constituyentes para que sean correctamente asimilados en el intestino. El más conocido es la bilis, precisamente de color amarillo verdoso.

En el nivel psicológico son conocidas las astenias primaverales y las alteraciones del ánimo, esa especial desgana que suele atacar principalmente en la primavera. Es nuestro dragón verde, que no está en equilibrio, y su vigor no es canalizado correctamente por el organismo. Es necesario entonces «centrarlo». De ahí los ejercicios de concentración y respiración realizados en el Tai Chi. Si la estación de la primavera se asocia al elemento viento-madera, debemos recordar que el fuego se alimenta de la madera. Si el fuego es nuestra mente, una clarificación de la misma nos ayudará entonces a equilibrar nuestro ánimo (alterado por el viento). Buenas lecturas y meditaciones son especialmente recomendables en esta estación.

Para finalizar, no debemos olvidar que si el ser humano está insertado en la naturaleza, debe recordar la máxima tibetana que reza: «Ayuda a la naturaleza y con ella trabaja, y la naturaleza te considerará uno de sus creadores y te prestará obediencia». Alejarnos de la naturaleza es alejarnos de nosotros mismos y caer en la alienación consumista de la vida moderna y artificial de nuestro tiempo, cuyas principales enfermedades son de origen psicológico y mental.

Integrémonos en la naturaleza, integrémonos en la Vida. Javier Ruiz

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MEDITACIONES PARA ENCONTRARSE CON UNO MISMO Perlas de sabiduría No te asustes ante las dificultades: si las hay, es que estás viviendo; si no te pasa nada, es que estás imaginando vivir.

Concibe las dificultades como pruebas para nuestra voluntad. Y en el peor de los casos, convierte los fracasos en nuevas oportunidades para volver a empezar.

Cuando los tiempos son duros, las oportunidades constituyen los regalos más importantes que pueden tener los seres humanos.

Las oportunidades son las que nos brinda el destino, y es de sabios no desaprovecharlas.

Un héroe es el que puede vencer todas las pruebas que le presenta la vida. Profesora Delia Steinberg Guzmán, directora internacional del movimiento filosófico a la manera clásica NUEVA ACRÓPOLIS Recopilado por José Antonio Vera de la Poza

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NOTICIAS Curso de Defensa Personal El pasado 13 de diciembre de 2014 se celebró en el antiguo colegio Reina Fabiola, situado en la avenida Santa Lucía de Alcalá de Guadaira,

un curso de defensa personal, correspondiente al módulo nacional del Instituto Bodhidharma. Con una duración de cuatro horas, contó con la

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asistencia de once alumnos, este curso se enmarca dentro de las actividades de la escuela Tao Tien en la la Universidad Popular de Alcalá de Guadaira.

En las imágenes, dos momentos de dicho curso y la foto de familia de los asistentes al mismo.

Seguiremos informando en este boletín de las actividades futuras.

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TAO TIEN ASOCIACIÓN DE ARTES MARCIALES INTERNAS VINCULADA AL INSTITUTO DE AA. MM. FILOSÓFICAS BODHIDHARMA PRÁCTICAS DE TAI CHI CHUAN ESTILO YANG: CENTRO HISPALIA C/STA. MARÍA DE LOS REYES, 6, LOCAL C SEVILLA. TELÉFONO 954 53 45 68 CENTRO CÍVICO "LAS COLUMNAS" C/ PUREZA, 79. SEVILLA TELÉFONO 955 47 15 60 UNIVERSIDAD POPULAR. CASA DE LA CULTURA. ALCALÁ DE GUADAIRA. SEVILLA. TELÉFONO 955 79 63 85 INSTRUCTOR: JOSÉ ANTONIO VERA DE LA POZA josanvera@yahoo.es TELÉFONOS 651 02 86 31 Y 95 5 31 22 29 www.taotien.es