Seguridad y eficacia del bloqueo androgénico intermitente en el manejo del cáncer de próstata
Artículo Original
urol.colomb. Vol XXII, No. 1: pp. 11-17, 2013
Danilo Citarella Otero1, William Quiroga Matamoros2, Jaime Andrés Cajigas Plata3, Wilmer Alberto Agresott Guerra4 y Andrea Estrada Guerrero5 M.D., Especialista en Urología, docente Universidad Militar Nueva Granada, Hospital Militar Central. citarelladan@hotmail.com1 M.D., Especialista en Urología, Jefe del Servicio Urología Hospital Militar Central, docente Universidad Militar Nueva Granada. wquiroga4@hotmail.com2 M.D., Especialista en Urología, Clínica de Marly. jacajigas@hotmail.com3 M.D., Especialista en Urología, Egresado Universidad Militar Nueva Granada, Hospital Militar Central. pwime@hotmail.com4 M.D., Residente III nivel Urología, Universidad Militar Nueva Granada, Hospital Militar Central. andrestra07@gmail.com5
Diseño del estudio: observacional analítico Nivel de evidencia: IIB Los autores declaran que no tienen conflictos de interés
Resumen
Recibido: 5 de julio de 2011. Aceptado: 18 de abril de 2013.
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Revista Urología Colombiana
Objetivo: Establecer el impacto del bloqueo hormonal androgénico intermitente (BAI) con relación a sus síntomas, seguridad y eficacia en pacientes con cáncer de próstata metastásico o en recaída bioquímica posterior a tratamiento con intención curativa, en comparación con el bloqueo androgénico continuo (BAC). Materiales y métodos: En un estudio retrospectivo analítico se revisaron 188 historias clínicas de pacientes con diagnóstico de cáncer de próstata, desde 1992 hasta 2011, estableciendo las características de la población sometida a BAI o BAC. En cada grupo se realizó el control oncológico teniendo en cuenta valores del Antígeno Prostático Sérico (PSA), evaluación gammagráfica, progresión a hormono-resistencia y efectos secundarios. Resultados: Se encontró un 74% de los pacientes en manejo con BAI y un 26,08% con BAC. El promedio de edad total de la población fue de 73 años. Los valores PSA iniciales fueron de 58,18 con una desviación estándar de 218,11. Los eventos secundarios que con mayor frecuencia se asociaron con BAI fueron obesidad, oleadas de calor y disminución de la libido. La correlación con eventos secundarios asociados con BAC y BAI en el grupo de pacientes mostró 68% y 13%, respectivamente. Se identificó hormono-resistencia con mayor frecuencia en el seguimiento a los pacientes sometidos a BAC (9% de la población) con un tiempo promedio de 36 meses. En el grupo de pacientes sometidos a BAI, el 6,5% de la población evolucionó a hormono-resistencia con un periodo promedio de 36 meses, sin diferencia significativa con respecto al grupo de BAC (p: 0,345 mediante prueba de Kruskal-Wallis). Conclusiones: El BAI es una opción terapéutica segura y eficaz en pacientes con cáncer de próstata avanzado, tanto en recaída bioquímica como en casos de metástasis, cuando se compara con el BAC; requiere control periódico de PSA y gammagrafía ósea, y ofrece buenos resultados en términos de calidad de vida, disminuyendo la frecuencia de síntomas asociados durante los periodos off de tratamiento.