A12 MUNDO
3 al 9 de Agosto de 2017 | Atlanta | Mundo Hispánico
→ Siete de cada diez latinos mayores de 16 años dicen haber visitado una biblioteca pública o móvil personalmente
Un espacio para todos
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Samantha Díaz Roberts
Samantha.diaz@mundohispanico.com
¿Para qué sirve una biblioteca? ¿Qué uso tiene en el siglo 21? ¿Todavía hay gente que las visita? Pues sepa que la respuesta a la última pregunta es sí. Aún funcionan, y por lo menos en Georgia, tienen múltiples servicios para la comunidad latina. De hecho, según una encuesta realizada por el Pew Research Center sobre los servicios de las bibliotecas en 2013, los inmigrantes de origen hispano que van a las bibliotecas públicas se destacan por ser los más agradecidos con lo que ofrecen esas instituciones. Desde libros hasta computadoras, las bibliotecas son el espacio ideal para buscar recursos y estudiar pues estos recintos tienden a ofrecer un lugar tranquilo y seguro. Es más, según el estudio, los hispanos son más propensos que otros grupos a decir que el cierre de la biblioteca de la comunidad tendría un gran impacto en su familia. En Georgia hay cerca de 283 bibliotecas, de acuerdo con el Georgia Public Library Service y la mayoría ofrece servicios para la comunidad inmigrante. “Tenemos programas para niños, jóvenes y adultos. Desde ‘cuentacuentos’, clases de tecnología para adultos, películas, música, libros hasta recursos que se pueden descargar de nuestra biblioteca electrónica”, explicó Claudia Strange, portavoz del servicio público de bibliotecas de la ciudad de Atlanta y el condado de Fulton, un sistema que comprende 34 de esos centros.
MIGUEL MARTÍNEZ | MH
Las bibliotecas representan un refugio lleno de herramientas para muchos hispanos.
En Chamblee. Elena
Barrio y Sondra Warren trabajan diversas iniciativas con las que buscan integrar y educar a la comunidad latina.
Diversidad. Para Don Giacomini, especialista en servicios para la juventud del condado de Gwinnett, las bibliotecas son un recurso importante para la integración de la comunidad inmigrante. Espacio de paz. Entre los
usuarios de la biblioteca, el 85% de los latinos dijeron que estar allí brindaba tranquilidad y seguridad, según estudio.
El año pasado, unas cuatro millones de personas visitaron las bibliotecas de esas localidades. Sin embargo, es complicado distinguir cuánto de ese número eran latinos. “No solemos preguntar si eres latino o hispano cuando entras a una biblioteca”, destacó Strange. “No tengo números, pero sí he visto cómo la comunidad de latinos ha crecido últimamente, por ejemplo, en los ‘cuen-
tacuentos’”, indicó Strange. Para Strange, de ascendencia cubano-peruana, aún hay mucho que se puede hacer por la comunidad latina. “Me preocupan los niños de nuestra comunidad. Que no sepan las herramientas que tienen disponibles. Porque si los padres no saben, ellos no saben”, manifestó Strange. Para Elena Barrio, directora de la biblioteca de Cham-
blee, en el condado de DeKalb, la preocupación es otra. “Cuando viene la gente, tienen miedo de pedir la tarjeta de membresía de la biblioteca. Quizá porque el clima político está un poco extraño. Entonces tienen un poco de miedo al llenar la información para la tarjeta. Pero nosotros queremos que se sientan que están en un lugar seguro. Quisiera que pudieran venir más”, puntualizó. Junto a Barrio trabaja Sondra Warren, quien ha colaborado en una iniciativa que se llama ‘Prime Time Programming’, cuyo objetivo es unir a las familias latinas, invitándolas cada martes a desayunar, leer y hablar sobre literatura y libros. Según Warren, a ojo y sin entrar en cifras oficiales, como un 50 por ciento de la gente que les visita son lati-
nos. Por ello, también ofrecen clases de inglés y su programa ‘Café Internacional’, con el que también persiguen la integración de la comunidad. Quienes también procuran esa diversidad son las bibliotecas del condado de Gwinnett. “Tenemos unas 50 bibliotecas y tenemos cientos de programas con los que buscamos servir a toda la comunidad”, destacó Clifford Ibarrondo, director de marketing y comunicaciones de las bibliotecas de ese condado. “Hemos visto que el número de visitantes y miembros latinos ha crecido durante los últimos años. No solo niños o adolescentes, sino padres. Hemos tenido muchos papás que se alegran porque incluso se ahorran dinero usando los servicios que proveemos. Llegan muchas familias latinas que usan nuestras compu-
tadoras y participan de nuestros programas que procuran enseñar inglés conversacional. Tenemos incluso ayuda legal y clases de ciudadanía. Hemos visto que ha crecido la población y buscamos ofrecer programas que sirvan a esa comunidad”, agregó Yhoselin González, asociada de programación para las bibliotecas del condado de Gwinnett. Con Ibarrondo y González también colabora Don Giacomini, especialista de servicios para la juventud. “Hay muchas instancias en las que una biblioteca puede ayudar a las personas. Especialmente a la comunidad latina. Por ejemplo, aprender idiomas, a integrarse. La biblioteca es de las personas. Es un espacio público. Las bibliotecas tienen mucho poder para unir a la comunidad y a las personas”, puntualizó Giacomini. ■
Crecen. Portavoces de las bibliotecas de DeKalb y Gwinnett indicaron que los visitantes latinos han ido en aumento.