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Artis Perspectivus (Perspectiva del Arte

“El frenesí de la primavera en el lienzo de los famosos”. Por: Samia Bulhosen Ojeda

La primavera es una estación del año maravillosa, comprendida entre el invierno y el verano; en el hemisferio norte, se sitúa aproximadamente entre el 21 de marzo, equinoccio de primavera representa la fertilidad, la renovación y el florecimiento de la vida. El sol nos entibia la piel con sus rayos, el viento sopla suave, la lluvia humedece el ambiente, las noches pasan de ser frías a ser frescas y los días amanecen renovados y bañados de rocío. Se renuevan las energías, la mente, las ideas y las emociones.

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No en vano esta temporada del año ha servido de inspiración a los grandes artistas. Maestros como Vincent Van Gogh, Claude Mo-

net, Sandro Boticelli, John Everett Millais, John William Waterhouse

y Pieter Brueghel han plasmado los encantos de la primavera en sus obras. Te mostramos algunas de ellas a continuación:

Alegoría de la primave-

ra (en italiano, Allegoria della primavera), más conocido simplemente como La primavera, es un cuadro realizado por el pintor Sandro Botticelli, una de las obras maestras del artista renacentista italiano.

Está realizado al temple sobre tabla y mide 203 cm de alto por 314 cm de ancho. Su fecha de realización fue probablemente entre 1477 y 1482. Se conserva en la Galería Uffizi, en Florencia (sala 10-14, llamada «de Botticelli», Inv. 1890 n. 8360).

Pieter Brueghel en la obra denomi-

nada “La Primavera” del año 1565 cuya Ubicación Actual es el Museo de Historia del Arte de Viena muestra como los campesinos en la temporada de Primavera. Trabajaban para construir sus casas, en ella se observa los instrumentos que utilizaban, como: palas, maderas, etcétera. La obra es interesante porque todos los campesinos se apoyan entre sí, mientras unos construyen, otros siembran y otros arreglan los pisos.

John Everett Millais - “Primavera. Manza-

nos en flor” (1859, óleo sobre lienzo, 113 x 176 cm, Lady Lever Art Gallery, Port Sunlight, Wirral) Según una carta de su esposa Effie, John Everett Millais invirtió cuatro primaveras en pintar este cuadro. El jardín representado, con los manzanos en flor, pertenecía a una vecina de la familia.

Dos de las hermanas de Effie posaron para el artista: Sophie, que es la que está a la izquierda del todo, echándose el pelo hacia atrás, y Alice, que aparece repetida dos veces, tumbada en el suelo con un vestido amarillo y boca abajo, con la cara apoyada en la mano. A simple vista podríamos sólo apreciar la frescura primaveral que refleja la obra, sin embargo al analizarla, descubrimos que en realidad es una alegoría sobre la vida y la muerte, una especie de vanitas que recuerde al espectador que la belleza y la juventud son algo efímero. Millais pinta un grupo ocho adolescentes de picnic en un jardín, bebiendo leche y comiendo natillas. Son chicas victorianas, vestidas a la moda de la época, pero aun así la imagen tiene un aire intemporal. En el fondo, la actitud de las chicas refleja esa sensación de tener toda la vida por delante y poder permitirse el lujo de malgastarla, sin hacer absolutamente nada. Lo que resulta inquietante del cuadro es la guadaña que el artista ha apoyado en el muro del fondo, detrás de la chica de amarillo, que es la única que nos está mirando, la que nos transmite el mensaje de la obra. Las flores cortadas de los cestos, que se marchitarán a los pocos días, simbolizan también esta juventud con fecha de caducidad.

Jardín rectoral en Nuenen en prima-

vera, o Jardín de primavera, es la primera pintura al óleo del pintor holandés Vincent van Gogh, realizada en 1884 mientras vivía con sus padres en Nuenen. Van Gogh hizo varios dibujos y pinturas al óleo de los jardines circundantes y la fachada del jardín rectoral o parroquial de Nuenen. El lienzo se conservaba en el Groninger Museum de Groninga desde 1962 hasta 2020. La pintura fue robada el 30 de marzo de 2020 (irónicamente, un día antes de la primavera) del museo Singer Laren mientras el edificio estaba cerrado al público debido a la Pandemia de enfermedad por coronavirus de 2019-2020. A casi un año del robo, la pintura no ha sido recuperada aunque el 18 de junio del 2020, Arthur Brand, un experto de arte, de origen holandés, a quien se le conoce como el “Indiana Jones” del arte por sus hazañas como investigador dijo haber recibido fotografías recientes de la obra que como “prueba de vida” se acompañó de un ejemplar del periódico “New York Times” de fecha 30 de mayo del 2020, la cual asegura que es la original.

Si hay algo que nos gusta del despertar de la primavera son los árboles frutales en flor.

En este caso, los tonos pastel característicos de esa estación del año y la luz clara inspiraron a Monet a representar la naturaleza casi puramente en términos de color.

Spring (Fruit Trees in

Bloom) o lo que es lo mismo, Primavera (Árboles Frutales en Flor) es la primera pintura de Monet que ingresó en la colección del Museo Metroponitano de Nueva York (The Met) en 1926 y puede verse en la Galería 818.

Se trata de un oleo sobre lienzo de 62.2 x 100.6 centímetros que Monet pintó en 1873 en las cercanías de su casa en Argenteuil, una comuna de Francia situada en el departamento de Valle del Oise, al noroeste de París, especialmente conocida por ser el lugar de reunión favorito de los impresionistas. A pesar de que la escena se había llamado anteriormente Plum Blossoms (flores de ciruelo) y Apples Trees in Bloom (manzanos en flor), las ráfagas de brotes blancos evocados por el artista no permiten determinar el tipo de árbol, lo que hizo que se cambiara el título de esta pintura. Una canción de primavera” John William Waterhouse. A partir de 1900, ya traído por el plenairismo de los impresionistas franceses, William Waterhouse se aleja del dramatismo anterior para trasmitirnos la belleza de esta estación. Las influencias del impresionismo son obvias en “Canción de primavera” de 1913, obra en la que nos muestra una apacible y delicada escena dominada por una paleta brillante y suave que transmite en todo su esplendor la riqueza del paisaje primaveral.

Con la llegada de la primavera renace el año y la naturaleza resurge en todo su esplendor. Los árboles florecen, las horas de sol se alargan y los colores que nos rodean se avivan provocándonos sentimientos de alegría, felicidad, y bienestar. Por ello, esta estación del año ha sido considerada como símbolo de vida y amor y como mencionamos anteriormente, no es de extrañar que haya sido fuente de inspiración para algunas de las grandes obras de la historia del arte.

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