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Consilium (Política

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Literarum (Letras

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Lorena Ramírez, cientos de kilómetros en un par de sandalias. Por: Rubén Ramos

Nunca he sido muy de deportes, la verdad es que pocas veces le pongo atención a los eventos deportivos, más que otra cosa, la razón es que me aburro. En el caso del fútbol, que es tan popular en nuestro país, es porque le he perdido interés y porque me parece que se ha ensuciado mucho, todo parece estar arreglado y cada vez es se hizo más recurrente el tema del dinero, la fama y lo extra deportivo. Sin embargo, hace unos meses descubrí por mera causalidad a una corredora, que además era muy famosa porque es rarámuri y porque ha ganado muchos maratones sin usar equipo especializado, sino porque corre con sandalias de plástico y su indumentaria es el traje típico de su región, sus triunfos no nada más son en nuestro país, sino también a nivel internacional.

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La historia de Lorena me llamó la atención porque refleja precisamente eso que es lo importante de los deportes desde mi punto de vista, es decir, el esfuerzo, el hecho de llevar al límite a el cuerpo y la resistencia humana, su condición de mujer en un país tan desigual y clasista como es el nuestro, hacen todavía más importante y ejemplar sus hazañas. Lorena ha corrido maratones de 160 km y ha llevado el nombre de nuestro país y el de su comunidad muy lejos, ella no tiene los reflectores que muchos otros deportistas tienen, es más, el apoyo y los recursos con los que cuenta son muy limitados, pero su perseverancia, su gusto por lo que hace, así como la tradición tienen mucho peso.

Ella no corre por fama o por dinero, corre porque así es la tradición de su pueblo, porque los rarámuris corren como quién respira, corren por sobrevivir, son los de “pies ligeros”. Lorena es ese ejemplo claro de que cuando las cosas se hacen por pasión, por divertirse, sin importar nada más, se puede llegar muy lejos, es la muestra de que muchas veces el dinero, la fama, los reflectores sobran y todo lo efímero o ajeno al deporte no son más que adornos que no aportan nada. No se me mal entienda, el dinero es muy importante, ayuda mucho y soluciona muchas situaciones, pero no lo es todo.

México es un país muy clasista, muy desigual, aquí no se valoran ni se voltean a ver a los pueblos originarios, lo indígena sigue siendo muy denostado. Lorena y sus hazañas tal vez sirvan para que entendamos que hay que apoyar lo indígena, hay que sentirnos orgullosos y fomentar su integración, en buena medida, ellos son parte muy importante de nuestra historia, de nuestras raíces y fuente de nuestras tradiciones. Tenemos que hacer lo posible porque se desarrollen, para que esa marginación que comienza con el desprecio, el rechazo y la vergüenza, desaparezcan. Lorena sigue rechazando correr con equipación deportiva, sus razones son muy simples, le estorban y le parecen muy incomodas. Lo cual me hace pensar que hay cosas que cambian muy rápido pero también hay otras que se modifican lo menos posible y se mantienen a pesar de los embates de la modernidad y la tecnología. El caso de Lorena Ramírez me impactó mucho porque refleja hasta cierta inocencia y bondad que en estos tiempos hace mucha falta.

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