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Literarum (Letras

“Cartas de Emile a Steban” es un compendio de 40 cartas de Emile dirigidas a Steban y la contestación de Steban a las mismas, en una sola carta que enmarca un final determinante. Esta obra de Ruth Samira Rosa Pizarro, es el retrato vívido de una relación tóxica y tortuosa con un desenlace fatal. Un círculo vicioso del que Emile no quería y no podía salir, pues su baja autoestima la hizo hundirse cada vez más en el maltrato psicológico de Steban y para ella era mejor engañarse, justificando a Steban y confundiendo su codependencia con amor. En cada número de Morphos iremos compartiendo 4 cartas, esperando que además de apreciar el talento literario de la autora, capten el mensaje y entiendan que en una relación por mucho que se desee, idealice y procure, si lastima y duele, no hay amor.

I Querido Steban:

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Sé que has vuelto a ver a Laura, lo entiendo, ella fue tu esposa durante años y te diría que no estoy celosa, pero estaría mintiendo. No he querido reprocharte nada para evitar una pelea. Pero vi cómo se te acercaba y tocaba, lo peor es que tú sabías perfectamente que ella tiene intenciones de ser algo más que una amiga y aun así lo permitiste.

Ella te besó, cosa que sólo puedo hacer yo por que soy tu novia, debiste apartarla y darme mi lugar como tal. Esta vez te perdono, sé que no hiciste nada, por cortesía; pero espero que no vuelva a suceder algo así, sino yo misma me encargaré del asunto. 4 -Emile-

II

Querido Steban:

Lamento haber roto la pequeña figura de porcelana que tenías en tu escritorio, sé que era muy importante para ti, ya que fue un regalo de Ana, hecho a mano. No quise tropezar durante la pelea que estábamos teniendo en ese momento y todo por tus celos, tampoco debí hablar con ese extraño sujeto que me estaba coqueteando y lamentablemente no me di cuenta en su momento. +

Quiero que sepas que jamás te sería infiel con nadie, yo sólo tengo ojos para ti, pero mi orgullo me impide decírtelo y ofrecerte una disculpa. Te amo, Steban. -Emile-

Querido Steban:

Otra vez, otra vez me humillaste y me hiciste sentir un ser inferior a ti, que ahora creo que lo soy, soy lo que tú haces de mí, soy sumisa, soy entregada y ahora soy menos, mucho menos. Llegué a ti buscando ayuda durante esa fiesta tan grande que tú organizaste, porque me sentía confundida y nerviosa, me sentía mal y triste. Pero solo recibí indiferencia de parte tuya, y me dolió tanto que ahora estoy llorando a oscuras bajo las heridas y las blancas sábanas de nuestra cama. Viniste a tocar hace rato, pero no dejé que entraras. ¿Por qué, cariño? ¿Cuál fue mi error? ¿Qué soy para ti? Me dejaste claro que voy a estar siempre por debajo de las personas que aprecias... Y que siempre la del error soy yo…

¿Que por qué soporto estos sentimientos? Porque te amo... te amo tanto que duele, eres un desgraciado. Elegí a la peor escoria para amar... Sin embargo, una vez más vienes y me consuelas al sentirte culpable de mis lágrimas, pero yo sólo sé repetir que lo lamento, que lamento irrumpir en tu vida, que lamento haber existido, que lamento existir en tu vida. + Me dices que todo está bien, que me amas, que soy todo para ti... Pero no es verdad... No creo que lo sea; sólo soy el objeto de tu desfogue, de tus enojos, de tus celos. Soy un simple juguete para ti, que vas a desechar cuando te aburras.

Sabes mentir tan bien....

Querido Steban:

Dices que te molesta mi actitud posesiva, que te molestan mis celos, me afirmas que me amas, que estás conmigo, pero no lo estás, estás ausente siempre, me abrazas tan corto y frío, me dejas un vacío tan grande en mi corazón que soy incapaz de explicarlo. Dices que exagero, dices que soy una odiosa, dices que ya no me soportas... Pero ¿Te has preguntado porque soy así? Tú siempre estás con alguien más y yo estoy siempre en el segundo plano, yo sólo quiero llamar tu atención y que me digas que me amas sin necesidad de hacerte decirlo.

Me rechazas en todos los aspectos, no quieres abrazarme, no quieres ya ni besarme, cuando te hablo eres tan frío que me reduces a nada con sólo una palabra. Me rechazas cuando intento tener intimidad contigo. ¿Por qué? Sólo necesito tu calor. Dices que no estás de humor, que estás cansado, que tienes demasiado trabajo pendiente; me convenciste hace ya mucho tiempo de quedarme en el castillo, porque quieres resguardarme, quieres cuidarme del exterior. Sin saber que lo que más me lástima y sin remedio eres tú. Si no me amas... ¿Por qué no me dejas dejarte?... Una vez intenté escapar para no verte nunca más, pero me detuviste, me abrazaste y juraste amarme, me pediste quedarme, me pediste perdón, algo que nunca habías hecho...entonces yo caí, para el siguiente día todo era como antes, no cambiaste ni un poco... Tuviste intimidad conmigo esa noche... Pero no me besaste ni una vez, ni una sola vez a pesar de que busqué tus labios incontables veces, Me rechazaste. + ¿Te doy tanto asco?8 -Emile-

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