Novedades El Pilar / Agosto 2020

NOVEDADES

Agosto 2020

DIRECCIÓN EJECUTIVA

El Huracán No Llegó Por: Lic. Ignacio Lillo Llevo dedicándome a la gestión hospitalaria más de 11 años. Con anterioridad ejercí como Director Financiero en México de una cadena hospitalaria española que contaba con 5 hospitales en enclaves turísticos del país azteca. Como el puesto de trabajo lo tenía en Cancún usted, querido lector, pensará que me la pasaba viviendo debajo del cocotero: nada más lejos de la realidad, pues trabajar en Cancún no es nada agradable porque con el solo gesto de levantar la mano para pedir un taxi, uno empieza a sudar como un pollo que está rostizándose.

He querido empezar este artículo con esta introducción porque la pandemia que nos está afectando me ha recordado a una anécdota que me ocurrió hace 8 ó 9 años. Resulta que el sistema de alertas meteorológicas de México estaba avisando de que se acercaba un huracán a Cancún, y trasmitía a todos los ciudadanos las medidas de precaución que teníamos que tomar.

En el caso de un hospital las medidas eran las básicas: acopio de medicamentos, de agua, de gasoil para la planta eléctrica, entre otras cosas. Fíjese que en la fachada del hospital había unas palmeras; pues bien, hasta los cocos tuvimos que quitarlos porque ante la llegada del huracán podrían convertirse en proyectiles.

El caso es que el hospital era todo acristalado: un edificio precioso con mucho cristal y mucho mármol. Y claro, al ser de cristal, había que poner unas persianas de acero para proteger los vidrios. Pues bien, al pobre Gerente del hospital se le olvidó el pequeño detalle de dar la orden de que pusieran las persianas. De tal modo, que en plena noche cancunense, ahí nos ve usted al Director General, al Financiero, al Director Médico, a las enfermeras, a los doctores… ¡colocando entre todos las dichosas persianas! La tarea nos llevó más de cuatro horas y un montón de magulladuras en las manos.

Me ha parecido oportuno contar esta anécdota porque en el Hospital El Pilar no podemos decir que nos ocurrió algo parecido en esta pandemia. La verdad es que, en buen chapín, nos pusimos pilas desde antes de que apareciera el primer paciente COVID-19 en Guatemala, porque estábamos en permanente contacto con hospitales españoles que nos contaban el drama que allí estaba ocurriendo.

De tal modo que, desde que el paciente entra a nuestro hospital, se encuentra con unas Urgencias dividas en dos partes: una dedicada a pacientes neumológicos, y otra para atender el resto de patologías. Nos abastecimos de medicamentos, de personal, de ventiladores, estábamos al día en cuanto a las guías internacionales para el tratamiento de la enfermedad, dimos la orden de no hospitalizar a pacientes leves y darles seguimiento ambulatorio para no saturar el hospital…

El pico de la pandemia se alcanzó en nuestro hospital la semana del 22 de Junio. A pesar de las llamadas de madrugada, las llegadas de ambulancias una detrás de otra, el desgaste psicológico y físico que la pandemia nos ha provocado, podemos decir que Hospital El Pilar no ha improvisado, sino que ha estado a la altura de las circunstancias y las estadísticas de pacientes recuperados así lo ponen de manifiesto.

Estimado lector, aquella noche, en Cancún, el huracán no llegó.

Sólo cayó agua, mucha agua, pero nada a lo que no estemos acostumbrados en Guatemala. Sin embargo, la pandemia del coronavirus sí entró a nuestro país: sí hemos recibido decenas de enfermos, sí hemos tenido miedo y ansiedad, sí hemos tenido que utilizar los medicamentos y los ventiladores que se compraron. La pandemia sí llegó a Guatemala, y en el camino hemos perdido a seres queridos, a empleados del hospital, a enfermos que no han podido despedirse de sus seres queridos…

Pero mire usted, también hay que ver la otra cara de la moneda: desde Marzo, mes en el que inicia la pandemia en Guatemala, en el Hospital El Pilar han nacido 446 niños.

Y esos niños son nuestra esperanza: porque tenemos que transmitirles lo que hemos vivido durante esta pandemia, y decirles que a pesar de nuestras dudas y temores supimos vencer la enfermedad.

Gracias por leer estas palabras, en las que se entremezcla la ironía con la tristeza y la esperanza. No perdamos la alegría.

Nosotros seguiremos construyendo un hospital donde usted y los suyos estén cada vez más seguros. Me despido de usted, confiando en que la Virgen del Pilar está intercediendo por nosotros y que, más pronto que tarde, saldremos victoriosos de esta batalla.

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DIRECCIÓN MÉDICA

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a t ñ n a o ¡U R M a u s a n Por: Dr. Federico Ranero Cabarrús Desde el anuncio a nivel mundial en el mes de febrero por parte de la Organización Mundial para La Salud (OMS) sobre la Pandemia del Sars-Cov 2, más conocido como Coronavirus, el Hospital El Pilar inició con el apoyo del Comité IAAS (Infecciones Asociadas a la Salud) una serie de reuniones para preparar toda la información científica posible redactando los Protocolos pertinentes.

Simultáneamente se programó la construcción de áreas seguras para la evaluación de los pacientes sospechosos de Coronavirus de tal manera que cuando se anuncia el primer caso oficial en Guatemala en el mes de marzo, ya contábamos con las instalaciones idóneas para ello, sin afectar al resto del hospital dado que inevitablemente las patologías convencionales se seguirían presentando. En principio se decidió tratar de mantener al Hospital El Pilar libre de Coronavirus y por ello los pacientes evaluados en el área de Aislamiento, eran diagnosticados y trasladados a otros centros hospitalarios según las disposiciones del momento de las autoridades de turno del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social.

En el mes de mayo fuimos autorizados para poder realizar las Pruebas Diagnósticas internamente y esto facilitó mucho el manejo de los pacientes. Cada día crecía más y más el número de personas solicitando evaluación médica llegando a tal punto que, hubo necesidad de aperturar el área prevista para hospitalizar a pacientes con plena justificación médica.

Es así como en el mes de junio se inicia con la primera etapa consistente en 7 camas, y luego se habilitan 18 camas más, para que finalmente se complementan con 17 camas, de tal manera que al día de hoy, el Hospital El Pilar cuenta con la Unidad COVID más grande y mejor equipada privada del país. Al momento de escribir esta nota, se han hospitalizado un total de 120 pacientes, de los cuales 95 ya han sido dados de alta en plena recuperación.

Esta área Covid funciona de tal manera que no interfiere en absoluto con el resto del hospital el cual sigue funcionando normalmente. Se han tomado todas las medidas de seguridad para tener accesos directos y seguros. Todas las habitaciones son privadas con todas las comodidades para el paciente. Se ha proveído de todo el equipo de protección personal para el personal médico y para médico y hubo necesidad de contratar a 6 Médicos Internistas adicionales que cubren las 24 horas todos los días el Área Covid en apoyo a los Médicos tratantes, contando además con un equipo de Médicos Residentes y Enfermeras muy comprometidos con el manejo del paciente Covid.

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Se adquirió equipo ventilatorio extra y todos los medicamentos necesarios. Como es característico del Hospital El Pilar, se ha tratado tanto al paciente como a sus familiares de la mejor forma posible, con el calor humano que amerita un proceso que afecta a todos por igual pues el Coronavirus ha demostrado que es inevitable, es un problema enorme, crea mucha incertidumbre ya que no se tiene la certeza de cuándo va a acabar, pero nosotros estamos convencidos que tiene que ser temporal, mientras tanto estamos haciendo un esfuerzo sin límite en transmitir a la población un mensaje muy puntual:

“Usted solo tiene dos opciones, o se es paciente y espera a que la Pandemia termine, o se convierte en paciente”.

No hay nada más que hacer mientras aparecen los tratamientos preventivos o la ansiada vacuna. Día a día tomamos decisiones, día a día revisamos los Protocolos, día a día verificamos que todo funcione como debe ser y que nada falte, por ello, nos sentimos como en una Montaña Rusa por las emociones intensas que significa enfrentar a esta Pandemia sin perder el control de todo!

HOSPITAL EL PILAR

Acciones Tomadas en Hospital El Pilar “

Hospital El Pilar ha obtenido la acreditación otorgada por el Canadian Healthcare Council, lo que pone de manifiesto que tanto la infraestructura del hospital como los protocolos establecidos son similares a los que se utilizan en los países del primer mundo. Ante la crisis sanitaria originada por el COVID-19 estas son las medidas más importantes que se han tomado en el hospital ”

Área de Urgencias - Desde que en Marzo se hizo público el primer caso de COVID-19 en Guatemala, el hospital decidió dividir el servicio de urgencias en dos áreas: una para enfermedades respiratorias, y otra para el resto de patologías. El objetivo ha sido mantener siempre un área libre de COVID-19 para los pacientes que llegan con otras enfermedades.

- A medida que la pandemia fue avanzando, se cambiaron los protocolos para agilizar el egreso de pacientes positivos al COVID-19 que podían ser tratados de forma ambulatoria en sus domicilios. Desde un primer momento se dieron instrucciones que tales pacientes no fueran internados, para evitar el colapso de nuestras instalaciones, garantizar que la carga viral dentro del hospital sea mínima, y evitar gastos innecesarios al enfermo.

Recursos Humanos - Debido a la prohibición del transporte público, el hospital se vio obligado a pagar el traslado de los empleados a nuestras instalaciones. Debido a que los colaboradores viven en zonas muy diversas, se pusieron a su disposición 7 rutas.

- A raíz de la cantidad de contagios entre empleados, se puso en marcha un Comité de Vigilancia Epidemiológica el cual puso de manifiesto que la mayor parte de contagios se producían en el exterior de nuestras instalaciones.

- Desde el inicio de la crisis se han contratado a 44 personas distribuidas de la siguiente forma:

- Se inició un plan de apoyo psicológico a los empleados mediante webinars y atención telefónica.

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- A finales de Junio se incorporó a nuestro equipo una enfermera española que vivió la pandemia en el intensivo de uno de los hospitales madrileños más afectados ante la crisis sanitaria del COVID-19.

Médicos internistas Doctores a cargo de la vigilancia epidemiológica Enfermeras Técnicos de laboratorio Especialistas en terapia respiratoria Personal de limpieza dedicados en exclusiva a mantener la higiene en áreas de empleados o Personal de apoyo administrativo

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HOSPITAL EL PILAR

Infraestructura - Desde el inicio se intentó mantener al hospital libre de COVID-19, hasta que la realidad nos desbordó, y los pacientes demandaban nuestros servicios. Por lo tanto, se inició poniendo al servicio de estos enfermos el intensivo pediátrico. Como la demanda fue creciendo, se amplió el servicio de Pediatría para tales enfermos, y finalmente el encamamiento “A”. Gracias a que el hospital está distribuido en pabellones, se puden hacer reformas de una manera más sencilla que si la construcción fuera vertical. En la actualidad disponemos de 41 camas para estos enfermos, 7 de las cuales son de intensivo.

- Destinar áreas para enfermos de COVID-19 no es sencillo, puesto que se deben construir esclusas, pensar en los circuitos de entrada y salida de los pacientes y empleados, así como la logística de alimentación, limpieza, lavandería…

Gracias a la Gerencia de Infraestructuras todo está siendo bien organizado.

- En cuanto a equipo médico se han adquirido: una cápsula para el traslado de pacientes, 5 respiradores, 5 equipos AirVo de alto flujo y 10 escafandras para suministrar oxígeno. Todo ello, además del incremento en el inventario ha supuesto hasta un momento una inversión de 3.5 millones de quetzales por parte del hospital, que no ha sido trasladada a nuestros precios de venta (ni tenemos intención de hacerlo).

- Es importante comunicar que tanto la Unidad Materno Infantil, el intensivo de adultos y los dos encamamientos superiores del hospital permanecen como áreas libres de COVID-19.

Actividades Informativas - Creación de vídeos informativos acerca de la enfermedad, publicados y compartidos en nuestras redes sociales.

- Servicio gratuito de telemedicina en las especialidades de medicina interna y pediatría.

- Se habilitó un teléfono especial para atender las dudas de los pacientes en relación con esta nueva enfermedad.

- Realización de Webinars informativos, impartidos por nuestros profesionales de la salud.

- Hemos promovido encuentros digitales entre médicos guatemaltecos y de otras nacionalidades para compartir experiencias.

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ENFERMERÍA

Enfermería Frente al COVID-19 Por: Licda. Alva Liduvina Ibañez Chomo

La pandemia COVID 19 es una tragedia de salud que está viviendo la humanidad hoy en día, el personal de Enfermería junto al resto del equipo multidisciplinario del Hospital ha debido asumir un rol dinámico reorganizando equipos de trabajo en favor del restablecimiento de la salud de los pacientes o bien en el peor de los casos propiciando el bien morir aún bajo innegables circunstancias de algún grado de temor y/o frustración por los propios temores internos del ser humano pues aun contando con un escenario debidamente adecuado donde se cuenta con equipo de protección personal, materiales médico quirúrgico, medicamentos, respiradores etc. El riesgo del contagio de la enfermedad está latente pues un mínimo descuido puede ser fatal dado que nos estamos enfrentando a una enfermedad altamente transmisible de persona a persona.

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ENFERMERÍA

Todos estamos conscientes de la realidad del día a día que el personal de primera línea de atención vive; temor al contagio, aislamiento de su familia, incomodidad al vestir el traje de protección personal, limitaciones para realizar necesidades fisiológicas básicas etc. Sin embargo también sabemos que a la enfermera o a el enfermero de corazón que se formó con la convicción de estar siguiendo su vocación nada los detiene pues es gente dispuesta a servir con la altura que las circunstancias lo demandan y lo están demostrando.

La esencia de Enfermería es el cuidado del paciente es decir la protección de la vida humana que es el centro de la reflexión, el objeto del conocimiento del saber y del que hacer de Enfermería de tal manera que es justo en una situación crítica como la que nos ocupa cuando la certeza de ser un miembro del equipo de salud que no se equivocó de carrera debe ser el estandarte que guie a las enfermeras y los enfermeros a sobrellevar las propias emociones y luchar hasta vencer para superar los miedos poniendo en valor la filosofía de enfermería del Hospital que a la letra dice: “La Enfermería del Hospital El Pilar tiene su base filosófica en el desarrollo de valores éticos y en las metas internacionales de seguridad del paciente cumpliendo con discernimiento las ordenes médicas escritas evitando la negligencia, impericia e imprudencia, siendo veraz y oportuna en el registro y manejo de la información” Vaya para las autoridades del Hospital nuestro reconocimiento y gratitud por la infraestructura y la logística del manejo de esta amenaza de salud mundial en la que nos vemos inmersos; servir en instalaciones remodeladas y equipadas de acuerdo a la demanda en tiempo récord, contar con un tiempo de comida cuando corresponde, saber que si es necesario también se puede gozar de alojamiento seguro y confortable, disponer de equipo de protección personal adecuado, recibir apoyo de transporte para quien lo requiera ha sido de gran ayuda para dar batalla a la pandemia.

No debo ignorar al personal de enfermería, y camilleros bajo la cobertura de la Jefatura de enfermería asignados a las áreas no COVID que también merecen ser reconocidos como colaboradores fieles y capaces porque directa o indirectamente estamos todos inmersos en la batalla con más o con menos exposición pero todos con alto costo psicológico porque los riesgos están latentes en todos los escenarios y el Hospital sigue su marcha y hay que dar atención calificada y segura en todos los servicios debiendo luchar contra todas las limitaciones que la amenaza de la pandemia conlleva. Muchas gracias equipo.

Para los miembros del equipo que día a día brindan el cuidado a los pacientes COVID 19 en el área de Aislamiento de Emergencia así como en los servicios de Intensivo Covid, Alto Riesgo y Riesgo Moderado infinita gratitud por su profesionalismo y por su lealtad a ustedes mismos al seguir con firmeza nuestro lema que reza “POR DIOS, POR LA PATRIA Y POR LA HUMANIDAD”

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PROFESIONALES

Nuestros Profesionales frente al COVID-19 Licda. Marta Garate

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Estudié Enfermería en la Universidad San Pablo CEU en el año 2007. Al finalizar estuve un año en Londres y cursé un Máster de Gestión Hospitalaria.

Después regresé a Madrid y comencé a trabajar en un Hospital. Durante estos años he compaginado el trabajo en el hospital de Madrid con la colaboración en la ONG Nuestros Pequeños Hermanos que trabaja en varios países en Centro y Latino América. Entre ellos Guatemala, por lo que he estado viajando una vez al año a la Casa-Hogar que tienen cerca de Antigua desde hace nueve años.

En este tiempo he realizado varios cursos de especialización de enfermería entre ellos otro Máster de Anestesia y Quirófano. Desde hace unos meses, decidí trasladarme a vivir a Guatemala por una temporada y en febrero 2020 comencé a trabajar en El Pilar.”

Hospital El Pilar tiene el privilegio de contar con el apoyo de la Licda. Marta Garate, Enfermera Profesional que estuvo frente a la pandemia en España. ¿Cómo ha sentido trabajar ante un virus nunca antes conocido?

Los meses que he estado en España, volví a trabajar en el Hospital que trabajaba anteriormente. Hemos tenido que ir aprendiendo día a día. He vivido de manera diferente la actividad sanitaria en España que ahora aquí en Guatemala. Allí ha sido más intenso, pero en un periodo de tiempo más corto. Aquí ha venido de manera más progresiva, por la premura de la organización. ¿Qué piensa de Hospital el Pilar acerca de los protocolos y nuevas atenciones implementadas?

Creo que ha sabido adaptarse al cambio desde el principio y está completamente preparado para dar una buena atención. Se ha trabajado con la dotación de personal, formación específica, implementación de protocolos…Día a día se va evaluando el trabajo y mejorando.

Cuéntenos un poco sobre su experiencia durante la atención de Covid-19 en España, y cómo le ha ayudado a apoyar al cuerpo médico y enfermeras de Hospital el Pilar.

En estos tres meses que he pasado en España he estado trabajando en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) del hospital. Día tras día hemos ido aprendiendo el manejo del paciente, cuidados, protocolos… Al regresar a Guatemala, he podido poner en práctica lo aprendido allí, confrontando los protocolos y manejo. ¿Qué opina sobre la preparación que Hospital el Pilar les brinda a sus enfermeras a través de la Universidad Rafel Landívar? ¡Me encanta el programa! Es una puerta que se les abre para su crecimiento profesional y personal. En la práctica sanitaria la formación continua es imprescindible. El Hospital les da la oportunidad de ampliar su formación, convertirse en agentes precursores del cambio dentro de la sociedad, promocionar la salud y servir a la comunidad.

“Quiero darles las gracias por el buen trabajo que están haciendo: enfermeras, auxiliares, médicos, camilleros, personal de limpieza, cocina… A todos ellos, por estar y cuidar de todos nosotros”

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PROFESIONALES

Dr. Gilberto González

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Soy Neumólogo desde hace 9 años, jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital San Juan de Dios, Neumólogo Titular del Hospital El Pilar desde hace 6 años y Director del Centro de Estudios Pulmonares desde hace 1 año. Fui presidente de la Asociación Guatemalteca de Neumología hace 1 año.”

Hospital El Pilar tiene el privilegio de contar con el apoyo del Doctor Edilzar Gilberto González Velásquez, Neumólogo Titular de nuestro Hospital. ¿Cómo ha sentido trabajar ante un virus nunca antes conocido?

Lo experimenté hace 11 años con la pandemia de Influenza trabajando en México en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias donde me formé, sin embargo, esta pandemia no tiene comparación con la magnitud del daño que ha causado a nivel mundial, Guatemala no fue la excepción, hemos tenido desde hace 4 meses una carga muy alta de consulta de pacientes con cuadros leves, moderados y graves. ¿Qué piensa de Hospital el Pilar acerca de los protocolos y nuevas atenciones implementadas?

Creo que el liderazgo del Hospital en el manejo de los casos y la disposición para abrir sus puertas han tenido un enorme impacto en la atención de pacientes, considero que aún es temprano para poder hacer un recuento, pero creo que el hospital ha sido un ejemplo para muchos hospitales, tanto en la cantidad de camas disponibles, como en la preparación para la atención de pacientes con COVID19.

Cuéntenos un poco sobre los medicamentos, los internistas 24/7 y los equipos adquiridos que permiten brindar un mejor servicio a los pacientes.

El hospital ha logrado contar con todos los medicamentos que han demostrado eficacia en el tratamiento de COVID19, también ha hecho una inversión importante en la adquisición de ventiladores y equipos para Ventilación No Invasiva e Invasiva. No ha escatimado en recurso humano para la atención integral de los pacientes, se ha unido al equipo de trabajo un grupo de médicos internistas que cubren las áreas críticas y los encamamientos 24 horas al día, los 7 días de la semana.

meses han sido realmente duros, pero “ Estos muy gratificantes, la respuesta que hemos tenido del personal ha logrado hacer un excelente equipo, que incluye a muchas personas: enfermería, intendencia, cocina, terapia respiratoria, técnicos de radiología, personal administrativo y médicos.

Ha sido un honor trabajar con ustedes, los animo a continuar dando todo por la atención de los pacientes, estamos muy contentos con los resultados obtenidos, deseando poder mejorar en todos los aspectos siempre en beneficio de los pacientes. Guatemala puede confiar en el Hospital, daremos nuestro mejor esfuerzo por cada paciente, estamos preparados para poder atender cada caso, incluyendo aquellos casos más graves.”

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INFRAESTRUCTURA

Hospital El Pilar Se Transforma Por: Ing. Daniel Visa

Siempre he entendido el hospital como un ente cambiante, capaz de unir todas las áreas de conocimiento para llegar a un bien común: la salud del paciente. El entorno también juega un papel fundamental, pero en el caso de la pandemia, se ha transformado en un papel crítico.

Al comenzar a vislumbrar la tendencia de casos extendiéndose en Europa, desde Guatemala veíamos cómo nos tocaría defendernos de un ejército invisible con medios y recursos insuficientes a nivel nacional, con el temor de que esta pandemia nos golpeara violentamente. El pueblo guatemalteco, así como el español del que provengo, es fuerte por naturaleza, sabe adaptarse y responder al entorno, pero este problema requería adelantarse a los escenarios que podrían llegar para salvar vidas.

Esta pandemia no es algo nuevo para la historia (como referencia podríamos tener la Gripe Española de 1918), pero sí es algo nuevo para todas las generaciones presentes en el mundo actual, al menos de estas dimensiones.

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Esto democratiza la capacidad de respuesta y nos obliga a trabajar juntos con líderes multidisciplinarios en aras de mitigar el efecto adverso de la COVID-19. La Gerencia de Ingeniería, la cual lidero, se debió enlazar con las distintas áreas del Hospital para crear un frente común, sin fisuras, que se mantuviese un paso por delante del ejército invisible.

Como los Espartanos en la batalla de las Termópilas, nuestra estrategia comenzó haciendo pasar el virus por un estrecho desfiladero que redujera al mínimo el número de casos dentro del Hospital. Así mismo, los casos que llegasen se encontrarían con un equipo sanitario completamente preparado para atender cada caso y vencer la enfermedad.

Esta estrategia fue fundamental para el control de los casos y dotarnos de más tiempo para prepararnos a un golpe mayor.

INFRAESTRUCTURA

El abastecimiento de insumos y de equipos vino de la mano de la reforma del Hospital para acuartelar el virus y poder seguir funcionando como hospital libre de COVID-19 que su vez atendiese simult áneamente a los pacientes que tuvieran dicha enfermedad.

Para las reformas, tuvimos que sectorizar las áreas aisladas, dividir las entradas y salidas de personal y pacientes, crear esclusas para ropa, comida, insumos, medicamentos y equipo que aseguraran no contaminar áreas libres de COVID-19. Apoyándonos en las acertadas reformas anteriores, estuvimos preparados para atender pacientes con oxígeno continuo, monitoreados en todo momento fuera de los intensivos, algo pionero en el país.

La batalla no finalizó aquí; esta pandemia ha llegado para establecer un nuevo paradigma del cual cada día estamos más protegidos y preparados. Nos ha obligado a orientar nuestra metodología de trabajo a un análisis continuo de escenarios futuros, lo cual nos ha hecho mucho más fuertes. Hemos automatizado y digitalizado procesos antes manuales, se ha preparado todo el personal para convivir y aislar el virus, tratamos de ir un paso por delante no sólo ante la COVID-19, sino ante todo lo que se pare en nuestro camino.

Como bien dijo el Premio Nobel Prigogine, “el futuro es incierto, pero esta incertidumbre está en el corazón mismo de la creatividad humana”.

No es casualidad entonces que la batalla de las Termópilas se enmarcase dentro de las denominadas Guerras Médicas, al confundir los griegos a los medas con los persas, así como nosotros confundimos afortunadamente el coronavirus con la mejor oportunidad de hacer más fuerte nuestro Hospital.

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ONCOLOGÍA

CÁNCER EN ÉPOCA DE COVID-19 Por: Dr. Giovanni Reynoso A lo largo del tiempo, el cáncer es una de esas enfermedades que imponen grandes retos para el paciente y para el oncólogo, no está de más recordar que la enfermedad usualmente se diagnostica después de hacer pasar al paciente por una serie de pruebas diagnósticas más o menos complejas. Luego de esto el médico también debe dedicar mucho tiempo a la interpretación de las pruebas, al examen clínico del paciente y también a la toma de decisión acerca del tratamiento, es decir, que el equipo que usualmente formamos el oncólogo y el paciente está totalmente acostumbrado a que las cosas no vienen dadas fácilmente y que debemos poner un esfuerzo extra en cada paso que damos juntos en la enfermedad y en su tratamiento.

Esto me sirve de introducción porque este artículo está dedicado, como no podía ser de otra manera, a la situación a la que el mundo entero está enfrentado, el COVID-19, tema de todas las mesas redondas, tanto sociales como académicas (virtuales claro está) y que no respeta edades, profesiones o enfermedades y que nos hace plantearnos la manera de actuar ante tal contingencia que inicio en el mes de marzo en nuestro país, pero que no sabemos cuando terminará.

En ese sentido el paciente con cáncer, su entorno familiar y el oncólogo nos vemos en la necesidad de replantear nuestros protocolos, pero más que eso, replantear la forma en la que nos adaptamos al cambio, y de eso sabemos mucho por la naturaleza de esta enfermedad.

Las guías internacionales nos recomiendan a los médicos involucrados en el manejo del paciente con cáncer una forma de categorizar a los pacientes y sus enfermedades con el objetivo de no afectar el curso del tratamiento, y en términos generales, podemos decir que el tratamiento debe de continuar para los pacientes en quienes el beneficio que estamos logrando sobrepasa los riegos impuestos por la pandemia, es decir, si el tratamiento oncológico plantea una posibilidad de mejora para el paciente, entonces no debemos interrumpirlo, en el otro extremo, tenemos a los pacientes que ya han concluido sus tratamientos y que están en una fase de monitoreo y vigilancia con estudios de laboratorio o de imágenes en quienes podemos replantear las citas y los estudios hasta que el riesgo impuesto por el COVID-19 pueda ser controlado, en el medio de estos dos grupos de pacientes queda un buen numero de personas en tratamientos oncológicos en los que podremos continuar o hacer re ajustes de los tratamientos sin sacrificar la eficacia, muestra de esto son algunas aprobaciones que entidades regulatorias de medicamentos como la FDA (Food and Drug Administration) han generado con respecto a algunos medicamentos, mismos que ahora podemos administrar en períodos más distanciados de tiempo para disminuir la frecuencia con la que los pacientes deben de presentarse a las clínicas oncológicas sin disminuir la eficacia de los mismos.

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En general, el cáncer no se ha detenido por la pandemia, el cáncer se sigue diagnosticando, y se debe de seguir tratando con la misma energía con la que lo hemos hecho hasta el día de hoy. Hemos cambiado la forma en que monitorizamos a nuestros pacientes, poniendo énfasis en la detección temprana de cuadros febriles, gripales o de malestar que nos hagan sospechar la presencia del virus, para entonces proceder con el descarte del mismo antes de proceder a tratamientos oncológicos, de lo contrario si estos cuadros no están presentes, el paciente oncológico debe de seguir las mismas medidas recomendadas por las entidades sanitarias, es decir, distanciamiento social, lavado correcto de manos y uso de mascarillas. Si hacemos esto, estamos en el camino correcto para continuar nuestros tratamientos como lo hacíamos antes de la pandemia.”